Los formatos
Autor: Manuel Armenteros Gallardo
Universidad Carlos III de Madrid
Grupo de investigación TECMERIN
Resumen: en este trabajo se explican las características de los
principales formatos de película utilizados en cine, como el formato 35
mm, el super 35mm, el Cinemascope y el Panavisión. Se analizan
también las posibilidades de pasar de un aspecto a otro (4:3 y 16:9).
Asimismo, se hace un recorrido sobre los principales formatos de cinta
utilizados en la grabación de vídeo, los últimos formatos de archivo
digital y los códec de vídeo.
Palabras clave: 35 mm, super 35 mm, Cinemascope, Panavisión,
formatos de cinta, formatos de archivo digital de vídeo, códec.
Los formatos
Manuel Armenteros Gallardo
Una vez que la luz atraviesa las lentes se forma una imagen en el plano
de la película, que será registrada de forma electromagnética o
fotoquímica. En el caso de la televisión, los sensores a la luz Charge
Coupled Device (CCD) y los sensores Complementary Metal Oxide
Semiconductor (CMOS), transforman las diferencias de luz en señal
registrada. En el caso del cine, el material de registro de la imagen ha
venido siendo la película de cinematográfica, formada por pequeñas
partículas denominadas haluros de plata que son sensibles a la luz.
Figura 1 Formación de la imagen en diferentes soportes (Gráfico: Manuel Armenteros)
El tamaño de la imagen generada en el plano de la película, tanto en
su relación de aspecto [aspect ratio], como en relación al soporte sobre
el cual se ha registrado, ha dado lugar a diferentes formatos de registro
que pasaremos a citar a continuación.
Formatos en cine
El formato en cine viene determinado por el ancho de la película, la
relación entre el ancho y alto de la película, y el número de
perforaciones de la película.
Para citar este trabajo:
Armenteros, M. (2011). “Los formatos”. Madrid: E‐Archivos Universidad Carlos III de Madrid.
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Figura 2 Fotograma de una película cinematográfica donde se observan 4 perforaciones
laterales que permiten arrastrar la película. (Gráfico: Manuel Armenteros)
La relación entre el ancho y el alto de la película se denomina
relación de aspecto o aspect ratio. La relación de aspecto de las primeras
películas cinematográficas empezó con una relación de 1.33:1. Eso
significa que el ancho del fotograma es 1.33 veces la altura del
fotograma. También se le suele llamar 4x3, porque, matemáticamente,
por cada 4 pulgadas a lo ancho, su imagen tiene tres pulgadas de alto.
Los directores de fotografía han desarrollado buena parte de los
formatos existentes. Su clasificación la realizaremos según su relación
de aspecto, pues a veces una misma película puede dar lugar a formatos
con relación de aspecto diferentes. Veamos a continuación los más
importantes.
1.33:1 Académico o 4:3
Original del cine mudo, aprovecha todas las perforaciones del negativo.
La relación de aspecto utilizado es de 1.33:1, adoptado por la TV desde
su nacimiento y también la relación de aspecto de la película de 16 mm.
Hollywood cambió esa relación de aspecto con la llegada del sonido
a una relación de aspecto 1,37:1, que se utilizó en la mayoría de las
películas hasta 1950.
Figura 3 Fotograma con banda de sonido (izquierda) y sin banda de sonido (derecha).
(Fotografías: Manuel Armenteros)
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Armenteros, M. (2011). “Los formatos”. Madrid: E‐Archivos Universidad Carlos III de Madrid.
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Con la llegada de la revolución del formato panorámico en 1950 se
convirtió en un formato de producción cinematográfico obsoleto.
35 mm
Figura 4 Aspecto de fotograma original filmada sobre 35 mm a 1,33:1 (izquierda), y
proyectada a 1,85:1(derecha). (Imagen cortesía DreamWorks)
La película de 35 mm ha cambiado relativamente poco desde su
introducción en 1892 por William Dickson y Thomas Edison, que usaron
la película proporcionada por George Eastman. La película es cortada en
tiras de 35 mm, de ahí su nombre.
La relación de aspecto más común utilizando negativo de 35mm es
1,85:1. Existen dos técnicas para conseguir la relación de aspecto 1,85:1:
el enmascarado suave (soft matte) y el enmascarado duro (hard matte).
En el enmascarado suave el fotograma es utilizado en su totalidad.
El visor de la cámara, durante el rodaje, incorpora unas marcas que
corresponden al formato 1,85:1, muy útiles para verificar que no entran
en escena los micros de los operadores de sonido, luces, etc.
En una sala de proyección veremos la película en 1,85:1, pero no
toda la imagen que contiene el fotograma. Cuando se proyecta la
película, se puede utilizar la técnica de enmascarado suave, que
conserva la información visual fuera de lo que el espectador ve en el
cine. Los fotogramas incluyen unas marcas que indican al
proyeccionista qué parte tiene que ser visible y qué parte no se puede
proyectar a la vez. Mediante el ajuste de unas cortinillas se consigue la
relación de pantalla adecuada.
Si el proyeccionista no realiza bien esta operación el espectador
podrá ver, quizá, algún micro que asoma su peluche característico por
encima de la pantalla, alguna cabeza cortada, o un proyector de luz. La
ventaja de este formato es que cuando se pasa a vídeo con relación de
aspecto 4:3 se puede utilizar toda la información que contiene el
fotograma, y conseguir una relación 4:3 sin máscaras negras ni pérdida
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de información lateral. En este caso, si en el rodaje no se tuvo en cuenta
esta opción y el operador de cámara dejó entrar, por ejemplo, un micro
hasta el límite de 1,85:1, en 4:3 el espectador verá perfectamente la
intrusión.
Por el contrario, la otra técnica, la del enmascarado duro, recorta la
escena directamente al filmar para realizar una composición
panorámica.
Figura 5 Técnica de enmascarado duro (izquierda) y enmascarado suave (derecha).
(Fotografías: Manuel Armenteros)
Con el 35 mm se pueden conseguir, además de la relación de
aspecto 1:85: 1, otros aspectos como 1.66:1, una relación de aspecto
estándar en Europa, y el 1.77:1, usado en otras películas y en la Alta
Definición (16:9). Este formato es también el más utilizado en cine para
películas panorámicas.
Super 35
Ha sido un formato muy popular en los noventa, y actualmente es
considerado un formato de producción. Es también usado a menudo
como el formato estándar de producción para shows de televisión,
vídeos musicales o comerciales.
Dado que es formato de producción, no es necesario reservar una
banda óptica de sonido, por lo que se aprovecha más espacio del
fotograma para la imagen. Las salas no reciben una película en formato
Super 35. Las películas son filmadas en Super 35 y posteriormente son
convertidas a formatos de distribución.
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Figura 6 En el formato Super 35 el negativo de 35mm se cubre en su totalidad, y mediante
guías se obtiene el encuadre para aspecto 2,35:1. (Fotografía: Manuel Armenteros)
Este formato intenta solucionar el problema de pérdida de
información cuando se realizan copias a vídeo con relación de aspecto
4:3 (pantalla completa), procedentes de material cinematográfico
rodado en otros formatos con una relación de aspecto de 2,35:1.
La técnica consiste en rodar ocupando el total del negativo de 35
mm. El operador de cámara tiene dos guías en el visor: un cuadro que
marca la versión 2,35:1 y el cuadro general que corresponde a una
relación 1,66:1 (la de la película 35 mm).
Esto puede provocar alteraciones de composición, pero la ventaja
principal es la nula pérdida de acción independientemente del formato
utilizado.
Una vez terminado el montaje definitivo de la película, el área
2,35:1 se transfiere a un positivo mediante técnicas anamórficas para su
difusión en cines comerciales preparados con lentes de proyección
anamórfica. Paralelamente, obtienen una versión sin zooms ni
panorámicas para la versión en vídeo, bien con relación 4:3, bien con
relación 16:9. Es quizá la mejor solución de compromiso para ambos
mundos.
El Super 35 utiliza lentes estándar en el rodaje, que son más
rápidas, pequeñas y baratas, por lo que no sólo se reduce en precio, sino
que permite la utilización de un mayor número de elecciones en las
lentes.
Pero sin duda la gran ventaja de la utilización del es su
adaptabilidad a diferentes relaciones de aspecto: 1.85:1, 2.20:1 (70
mm), 2.39:1 (copia anamórfica de proyección), 16:9 (vídeo panorámico)
y 4:3 (vídeo a pantalla completa [fullscreen]).
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2,20:1 70mm
Ofrece más del doble de área que el 35mm anamórfico con mejor
calidad. Se utilizó en películas como Ben‐Hur, y aunque se quedó en
desuso, se ha vuelto a recuperar para proyecciones como el formato de
proyección IMAX.
2,35:1 Cinemascope y Panavisión (Anamórfico)
El nombre de Cinemascope procede del nombre de las lentes
anamórficas creadas en 1953 por la 20th Century‐Fox, que permitían
conseguir imágenes de calidad de pantalla ancha utilizando negativo de
35 mm, que es más bien cuadrado. Inicialmente tenía una relación de
pantalla 2,66:1, muy cerca del 2,35:1 del formato de Panavision. Para
conseguir ese aspecto se utilizaban técnicas de fotografía anamórfica.
Básicamente, consiste en añadir unas lentes especiales a las cámaras de
35 mm que permitían captar imágenes panorámicas comprimiéndolas
lateralmente sin una pérdida importante de calidad, y utilizando todo el
área disponible del negativo de 35 mm. Los proyectores de cine deben
utilizar una lente similar, pero divergente, para que la imagen
anamórfica se reproduzca en la pantalla con su relación de aspecto
original. El éxito de este formato se debe a que sin tener que invertir
demasiado dinero en la adquisición de nuevos aparatos, se consigue una
imagen nueva y espectacular.
Figura 7 Un círculo obtenido con lente anamórfica se registra en el negativo como una
elípse. (Ilustración Manuel Armenteros)
El formato anamórfico de Panavision ha heredado esta tecnología
para conseguir imágenes de pantalla ancha con una relación 2,35:1
(actualmente 2,39:1) y ha supuesto el declive de la tecnología del
Cinemascope, entre otros motivos, porque las lentes del Cinemascope
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deformaban la zona central del fotograma, y perjudicaba el aspecto de
los primeros planos de actores y actrices.
Figura 8 Si se fima sin lentes anamórficas se desaprovecha espacio superior e inferior del
fotograma (izquierda). Sin embargo, con lentes anamórficas se obtiene distorsión de la
imagen original (derecha). (Fotografías: Manuel Armenteros)
Conversión entre aspectos 4:3 y 16:9
Para convertir los formatos con relación de aspecto diferentes se
pueden utilizar dos procedimientos: sin respetar el aspecto original o
respetando el aspecto original.
Sin respetar el aspecto original
Sin respetar el aspecto original, la conversión entre aspectos puede
realizarse mediante la modficación del aspecto original del archivo
fuente (expansión/compresión), o mediante el recorte del ancho o el alto
de la composición original.
Figura 9 Imagen original en 4:3.
(Fotografías: Manuel Armenteros)
Figura 10 Imagen 4:3 expandida horizontalmente y
distorsionando el aspecto de la imagen original, pero
respetando el encuadre.
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Nos encontraremos en una situación de expansión, por ejemplo, si
se quiere encajar una imagen de aspecto 4:3 sobre una imagen de
aspecto 16:9. La imagen original tendrá que estirarse lateralmente para
hacerla encajar en el cuadro de aspecto 16:9 (Figura 10). Si es a la
inversa, la imagen con relación de aspecto 16:9 tendrá que comprimirse
lateralmente para hacerla encajar en la imagen de aspecto 4:3 (Figura
12).
Figura 11 Imagen original en 16:9.
Figura 12
Imagen 4:3 comprimida
horizontalmente para ajustarla a una
pantalla con aspecto 4:3.
Existe otra opción de ajustar una imagen con aspecto 4:3 en una
imagen con aspecto 16:9. Se puede escalar la imagen en 4:3 para hacer
coincidir los bordes laterales sobre el lienzo 16:9, y recortar por encima
y por debajo de la imagen original.
Figura 13
Imagen 4:3 escalada para ajustarla
lateralmente y recortada por arriba y abajo. No varía el
aspecto del píxel, pero al escalarse se distorsiona, al
igual que ocurre con el encuadre original, que es
modificado.
Figura 14
Imagen 4:3 expandida
horizontalmente y distorsionando el
aspecto del píxel, pero respetando el
encuadre.
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Si no se desea estirar la imagen original, habrá que recortar la
imagen original. Ocurre, por ejemplo, cuando se tiene una imagen con
aspecto 16:9 y se quiere adaptar a un cuadro de 4:3. Entonces habrá que
ajustar la imagen original a la altura del lienzo en 4:3 y recortar los
laterales (Figura 16).
Figura 15 Imagen original en aspecto 16:9.
Figura 16 Imagen 16:9 recortada
horizontalmente para ajustarla a una
pantalla con aspecto 4:3.
Respetando el aspecto original
Sin distorsión del aspecto original de la imagen, existen dos técnicas. La
primera, añadiendo franjas horizontales negras arriba y abajo, llamada
de técnica de buzón [letterboxing]. Por ejemplo, cuando se tiene una
imagen en 16:9 y se quiere insertar en un cuadro de 4:3 (Figura 18).
Figura 17 Imagen original en 16:9.
Figura 18 Imagen 16:9 en una pantalla
con aspecto 4:3, utilizando técnica
letterboxing.
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La segunda opción, puede ser añadiendo unas franjas verticales, a
ambos lados, denominada pillarboxing, como por ejemplo cuando la
imagen original es en 4:3 y se quiere insertar en una imagen 16:9
(Figura 20).
Figura 19 Imagen original en 4:3
Figura 20 Imagen 4:3 insertada en una pantalla de
16:9 (pillarboxing)
Cámaras con grabación multi formato (16:9 y 4:3)
El aspecto de ratio 1,78:1 se está imponiendo en el mercado, pero los
fabricantes de cámaras son conscientes de que en el mercado existen
aún numerosos dispositivos de visionado con formato 4:3 y fabrican los
sensores con formato de aspecto de 4:3 y de 16:9.
Existen dos técnicas que permiten obtener una imagen con relación
de aspecto 16:9 utilizando un sensor 4:3. Una, mediante la técnica de
buzón, con un recorte de la información de la imagen, por arriba y por
debajo de la imagen; y otra mediante la utilización de un píxel más
alargado, de manera que genera una imagen anamórfica sobre el sensor
de 4:3 y que posteriormente visualizamos correctamente en los
dispositivos 16:9 que reconocen la relación de aspecto de píxel
alargado.
Formatos de grabación de vídeo
La televisión cuando nace adopta un formato de imagen con una
relación de aspecto 4:3, en consonancia con el cine. Para grabar y
almacenar el material audiovisual la TV utilizó en sus inicios la película
cinematográfica tanto en 35mm como en 16mm, más barata que el
35mm y con equipos más ligeros que los pesados sets que la TV utilizaba
en sus comienzos. Para almacenar la imagen de vídeo se han utilizado
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varios formatos de cinta que han variado en duración y ancho de la
película, así como en el soporte de grabación, que ha pasado de
analógico sobre soporte cinta electromagnética, pasando por digital en
cinta electromagnética y en digital en archivo digital.
Cintas con grabación analógica
Los formatos de cinta magnética han ido evolucionando en su tamaño.
Podemos hacer un repaso sobre la historia de los formatos para citar los
más importantes.
Formato de dos pulgadas (50,8mm). Años 50‐70. Utiliza cintas en
forma de carretes abiertos, oscilando entre los 60’ y los 90’.
Formato de una pulgada (25,4mm). Finales de los años 70 hasta los
años 90. Utiliza cintas en forma de carretes abiertos, oscilando entre los
30’ y los 100’.
Formato de tres cuartos de pulgada (19mm). Finales de los años 70
hasta los años 90. Utiliza cintas en forma de cassette, oscilando entre los
10’ y los 60’. Uso semi‐profesionales o industriales, llamados U‐Matic.
Formato de media pulgada (12,7mm). Años 90. Utiliza cintas en
forma de cassete, oscilando entre los 30’ y 8 horas. Ejemplos: VHS,
BETA, V‐2000. Difieren en la distribución y amplitud de las bandas de
las cintas.
Cintas con grabación digital
La llegada del sistema de grabación digital sobre cinta magnética ha
mejorado la calidad de las grabaciones y reduciendo los drop‐out o
errores de escritura que se producían en el sistema analógico de
grabación.
Los principales formatos de cinta con grabación digital en uso son:
‐ D1: SONY 4:2:2 por componentes 10 bits. Utiliza una resolución
de 720 x 576 en sistema PAL.
‐ D5: Panasonic 4:2:2 por componentes 10 bits. Es utilizado
también para grabar en Alta Definición.
‐ Betacam Digital: Standard SONY de vídeo digital de alta calidad.
Utiliza una resolución de 720 x 576 en sistema PAL.
‐ DV: Vídeo digital utilizado principalmente en equipos ligeros de
periodismo electrónico, llamado también ENG (Electronic News
Gathering). Generalmente graba en una cinta de 1/4 de
pulgada. Tanto Sony como Panasonic han creado sus propias
variantes.
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‐
‐
DVCPro (D7). Desarrollado por Panasonic.
DVCAM. Desarrollado por Sony como la versión profesional del
DV.
‐ Digital S (D9). Desarrollado por JVC como competidor directo
de Betacam Digital.
En Alta Definición HDTV
‐ D5 HD: modificación del formato de Panasonic D5 para Alta
Definición.
‐ D6 HDTV VTR: Estándar de Philips
‐ D9 HD: JVC modificación del formato D9 Digital‐S para HD.
‐ HDD‐1000: cinta de carrete abierto utilizada por Sony.
‐ HDCAM: cinta de Sony, versión del formato Betacam Digital.
Figura 21 Cintas de vídeo digital en HD de diferentes duraciones (Fotografía cortesía de
Sony)
Tarjetas de memoria
Una tarjeta de memoria es un chip de memoria que mantiene su
contenido sin energía. Permiten almacenar la información de vídeo
directamente sobre archivo digital. Entre las ventajas de estos formatos
destaca la facilidad para traspasar la información de vídeo entre la
cámara y el ordenador, pues no necesitan convertir la señal de vídeo
almacenada en una cinta a información de vídeo de un archivo digital.
Existen varios formatos de archivo digital de vídeo que se utilizan
en la grabación digital.
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Formatos de archivo digital de vídeo
Los estándares de archivos digital de vídeo han sido creados por la
industria informática con el fin de ofrecer un sistema de
almacenamiento y reproducción de vídeo que puedan ser interpretados
por el ordenador.
Existen varios estándares de vídeo de gran implantación para la
posproducción digital. Destacaremos formato de vídeo contenedor
QuickTime, y el AVI (Audio Video Interleaved, audio vídeo intercalado) y
el estándar MPEG.
QuickTime (MOV)
El estándar QuickTime, creado por Apple, es multiplataforma y en sus
versiones más recientes permite interactuar con películas en 3D y
realidad virtual. El formato de QuickTime es un formato contenedor
basado en pistas que permite combinar prácticamente cualquier
contenido multimedia (audio, vídeo, imágenes fijas, texto, capítulos e
incluso idiomas alternativos) en una misma película.
AVI
El formato AVI es un contenedor de vídeo ideado para su uso en
dispositivos con sistema operativo Windows. No hay que confundirlo
con DV AVI, el cual utiliza el formato AVI pero que ha sido comprimido
de acuerdo al estándar DV.
MPEG
MPEG (Moving Pictures Experts Group) es un formato de vídeo que se
utiliza tanto como archivo de vídeo contenedor como códec. Produce una
compresión de los datos con una pequeña pérdida de la calidad; desde
su creación, se han definido varias versiones: el MPEG‐1, utilizado en
CD‐ROM y Vídeo CD, el MPEG‐2, usado en los DVD‐ROM y la Televisión
Digital, y el MPEG‐4, que se emplea para transmitir vídeo e imágenes en
ancho de banda reducido.
La utilización de un tipo de archivo de vídeo u otro vendrá
determinado por factores como el sistema de grabación o la finalidad de
esos archivos. Cualquier proceso de compresión supone siempre una
pérdida de información en el fotograma. Dependiendo del trabajo que se
quiera realizar con ese archivo de vídeo, puede permitirse algún tipo de
compresión o ninguna.
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El desarrollo de Internet ha propiciado formatos que permiten
visualizar vídeos a través de la red, sin tener que descargar previamente
el archivo completo; para esta finalidad, la empresa RealNetworks ha
establecido RealVideo, Microsoft su formato de vídeo correspondiente
al Windows Media Player y Adobe el formato flv.
El códec
Como su nombre indica, corresponde al acrónimo de
codificador/decodificador. Conocido como lossy, el esquema de
compresión elimina datos para salvar reducir el peso del archivo. En la
compresión de datos de vídeo, se ahorra espacio analizando cada
fotograma y almacenando o muestreando sólo la diferencia con el
fotograma precedente. Este tipo de compresión es conocido como
compresión temporal. El otro método de compresión de vídeo elimina
los datos de los píxel que no cambian y es conocido como compresión
espacial.
En muchos casos, estas utilidades analizan los fotogramas y
emplean algoritmos para comprimir sus datos. La compresión puede ser
temporal o espacial.
La compresión espacial es la que elimina los datos de los píxeles que
no cambian en cada fotograma. A esta técnica de codificación que
explora la redundancia espacial en una imagen mediante un análisis
frecuencial de la misma se la denomina intra‐frame.
La compresión temporal, es la que analiza un fotograma y guarda la
diferencia entre éste y el que le precede. A esta técnica que explora la
correlación temporal entre frames consecutivos se la denomina inter‐
frame.
La compresión es esencial para reducir el tamaño de las películas de
forma que se puedan almacenar, transmitir y reproducir con eficacia. Al
exportar o procesar un archivo de película para reproducirlo en un tipo
de dispositivo específico con un ancho de banda determinado.
Hay una gran variedad de codec disponibles; no hay un único codec
adecuado para todas las situaciones. Por ejemplo, el mejor codec para
comprimir dibujos animados no suele ser el más adecuado para
comprimir vídeos de acción. Al comprimir un archivo de película, puede
ajustarse para una reproducción de mejor calidad en un ordenador, en
un dispositivo de reproducción de vídeo, en la Web o desde un
reproductor de DVD. Dependiendo del codificador que se utilice, puede
reducirse el tamaño de los archivos comprimidos mediante la
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eliminación de artefactos que interfieren en la compresión, como
pueden ser un movimiento aleatorio de cámara y una película muy
granulada.
El codec utilizado debe estar disponible para todo el público. Por
ejemplo, es muy habitual que después de capturar los vídeos y de
aplicarles un codec que normalmente viene suministrado por el
fabricante de la capturadora, el vídeo no pueda ser visualizado en un
ordenador porque este último no tenga ese codec instalado.
Codificación JPEG y MPEG
En la evolución de la codificación digital conviene advertir que las siglas
JPEG y las de los miembros de la familia MPEG no representan
compresiones de calidad creciente donde cada una sustituye a la
anterior, sino que responden al calendario de formación de los grupos
de trabajo, constituidos para cubrir objetivos concretos de compresión y
de codificación en general destinados a diferentes usuarios.
JPEG
Grupo que estudió la compresión adecuada para la imagen fotográfica y
fija a finales de la década de los ochenta. Responde a las siglas Joint
Photographic Expert Group. Hizo la propuesta del algoritmo DCT para la
eliminación de la redundancia espacial. La compresión JPEG se usa
extensamente en vídeo y en aplicaciones multimedia. Trabaja muy bien
en una gama de flujos binarios de 2 a 100 Mbit/seg.
MPEG‐1
Primer grupo de estudio de compresión para imágenes en movimiento.
Responde a las siglas Motion Picture Expert Group. Desarrolló su trabajo
entre 1988 y 1992. Tomó las conclusiones del grupo JPEG y afrontó la
eliminación de la redundancia temporal mediante técnicas de
estimación de movimiento (compresión inter‐frame).
Su trabajo iba destinado a conseguir flujos de transferencia muy
bajos, del orden de 1,5 Mbit/seg. Requerido por el CD‐ROM y otros
usuarios multimedia.
MPEG‐2
Este grupo afrontó el estudio de una compresión satisfactoria para el
entorno profesional de la televisión. Inició su trabajo en 1992 y lo
concluyó en 1995. Puede considerarse como una extensión de la MPEG‐
1 a las aplicaciones profesionales de la TV.
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Los formatos
Al principio se estimó que era necesario crear una compresión
específica para los grandes flujos binarios que utiliza la Alta Definición,
lo que dio origen al Grupo MPEG‐3.
Este grupo se disolvió posteriormente al comprobar que con una
única versión MPEG2 podría englobarse la jerarquía completa de
calidades de la TV desde la calidad VHS hasta la Alta Definición.
La MPEG‐2 de Difusión es la MPEG‐2 MP @ ML para la televisión
convencional. Para la Alta Definición se utiliza la MPEG‐2 MP @ HL. Para
el entorno de producción y contribución en televisión convencional se
emplea la MPEG‐2 4:2:2 @ ML, que en Alta Definición pasa a MPEG‐2
4:2:2 @ HL. La compatibilidad de todas las MPEG‐2 está garantizada en
sentido descendente.
El soporte DVD utiliza la compresión MPEG‐2.
MPEG‐4
El grupo MPEG‐4 fue creado para investigar varios frentes de
necesidades en la codificación. El más importante que dio nombre a la
compresión fue el de adaptar el vídeo a las redes telefónicas públicas.
La compresión MPEG‐4 se aplica en videoconferencias y
teleconferencias, y a dado satisfacción a muchos usuarios de la
comunicación: Universidades, Empresas, etc.
Otros trabajos que realiza el Grupo MPEG‐4 están relacionados con
el interfaz entre el mundo multimedia, ordenador y la televisión. Este
grupo aspira a fomentar la convergencia entre Medios.
MPEG‐7
Este grupo no está implicado en temas de compresión. Se rompe la línea
de numeración ascendente. No existe MPEG‐5 ni MPEG‐6.
El grupo de MPEG‐7 está implicado en los metadatos. Este trabajo
incluye la preparación de normas sobre los contenidos audiovisuales.
Por ejemplo, llegar a la localización de las escenas en que aparecen
Penélope Cruz y Javier Bardem en una determinada película, de manera
que se tendrá acceso detallado a los contenidos de material audiovisual.
MPEG‐21
No ha tenido como objetivo la compresión digital, sino la codificación
oportuna para la gestión y uso de material audiovisual.
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Armenteros, M. (2011). “Los formatos”. Madrid: E‐Archivos Universidad Carlos III de Madrid.
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Los formatos
HDTV (High Definition Television)
La Alta Definición [High Definition] ha tenido varios formatos durante
mucho tiempo, y se han propuesto varios estándares. La Alta Definición
está siendo utilizada en la industria del cine con mayores resoluciones
para mostrar las imágenes con la mejor calidad en las grandes pantallas
de cine.
Existen dos familias de formatos de televisión en Alta Definición
que se distinguen por el número de píxels y líneas. Una de las familias
tiene 1.080 líneas (horizontales) activas de imagen mientras que la otra,
tiene 720 líneas (horizontales). Cada familia define varias frecuencias de
visualización o imágenes por segundo.
Una de las elecciones más importantes de la Alta Definición, ha sido
el escaneado entrelazado y progresivo. La HDTV admite ambos,
reconociendo las ventajas de cada uno de ellos. La forma más común
para referirse a un estándar de alta definición, es usar el número de
líneas (horizontales) y la frecuencia de visualización. Por ejemplo,
1080/50i y 720/60p se pueden usar para definir el estándar, donde el
primer número indica siempre el número de líneas, el segundo número
indica la frecuencia de visualización, la "i" es entrelazado [interlaced] y
la "p" indica que es en progresivo [progressive].
Primero, y lo más importante, todos los formatos de Alta Definición
adoptan la misma relación de aspecto de formato panorámico 16:9
(1,7:1).
Segundo, en todos las dos familias de Alta Definición existen
formatos de píxels cuadrados, lo que permitien integrar de forma más
simple los gráficos generados por ordenador en las imágenes de Alta
Definición.
Colorimetría
Todos los estándares de las dos familias de Alta Definición usan la
colorimetría definida en la ITU‐R BT.709. Ésta difiere de los sistemas de
televisión estándar PAL o NTSC.
Los estándares HDTV han reconocido la convergencia entre la
electrónica, cinematografía e industria informática, y es una parte
importante para la reproducción en modernas pantallas y producciones
de cine.
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Armenteros, M. (2011). “Los formatos”. Madrid: E‐Archivos Universidad Carlos III de Madrid.
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Los formatos
Alta definición 1920 x 1080 Common Image Format (HD‐CIF)
Esta familia está definida internacionalmente por la SMPTE (Society of
Motion Picture and Televisión Engineers) 274M y la subdivisión ITU‐R
BT.709‐5. El estándar BT.709 define un formato de imagen y frecuencia
de visualización, y todas sus variantes tienen 1920 píxels horizontales y
1080 líneas activas de imagen.
Con una relación de aspecto 16:9 y con el píxel cuadrado, (1080 x
16/9= 1920) encaja en el mundo informático.
El formato HD‐CIF de 1920 x 1080 contiene 2,07 millones de píxels
en una sola imagen de televisión (comparado con los cerca de 400.000
píxels de una imagen PAL o NTSC). Así, el aumento potencial de
resolución es de un factor de casi 5 veces.
Las variantes se refieren a las diferentes frecuencias de
visualización, y la forma en que las imágenes son capturadas: de forma
progresiva o entrelazada.
El formato común de imagen (CIF) facilita el intercambio de
programas entre diferentes entornos y hace posible que cualquier
equipamiento pueda trabajar en cualquier entorno. Como tal, este es un
gran paso adelante comparado con los sistemas actuales totalmente
incompatibles. Hay que recalcar que el actual documento ITU BT.709‐5,
recomienda el uso del formato HD‐CIF para la producción de nuevos
programas y facilitar así los intercambios internacionales.
Ahora se encuentra en su quinta revisión, (la Alta Definición ya
lleva muchos años en el mercado y el documento original data del año
1.990). El punto principal está en la segunda parte del documento, ya
que la primera parte, que definía los sistemas originales de alta
definición, está descatalogado.
En la segunda parte, el formato común de imagen (CIF) está
definido “para tener un parámetro de imagen común, independiente de la
frecuencia de la imagen”. Los parámetros claves son el sistema de
escaneado y la colorimetría. Las distintas frecuencias permitidas son:
Sistema
Captura
Escaneado
24p, 25p, 30p, 50p, 60p
1920 x 1080, progresivo
Progresivo
24psF, 25psF, 30psF
1920 x 1080 captura progresiva
Cuadro segmentado
50i, 60i
1920 x 1080 entrelazado
Entrelazado
i=entrelazado, p=progresivo y psF=progresivo con cuadro segmentado.
Tabla 1 Esquema de la familia de Alta Definición 1920 X 1080.
Para citar este trabajo:
Armenteros, M. (2011). “Los formatos”. Madrid: E‐Archivos Universidad Carlos III de Madrid.
Pág. 18
Los formatos
El cuadro segmentado (Segmented Frame) es una forma de
transportar una imagen progresiva en dos segmentos, así esa señal se ve
igual que los dos campos de una imagen entrelazada.
En posproducción se necesitará trabajar en ambos formatos de
señal, tanto en entrelazado como en progresivo, durante un cierto
tiempo. Uno de los problemas para monitorizar los nuevos formatos de
señal, como el 24p, es el parpadeo [flicker] inducido en los monitores de
televisión TRC (Cathode Ray Tube). El segundo es el procesamiento de
las imágenes progresivas ya que la mayoría de los monitores de
televisión TRC muestran las imágenes de forma entrelazada. El formato
de cuadro segmentado permite usar los mismos sistemas electrónicos
para imágenes progresivas y entrelazadas, y visualizarlas
correctamente sobre monitores de TRC. No hay cambios en la
característica de la imagen progresiva, y sólo se usa para frecuencias de
hasta 30fps. Tampoco hay problemas para monitorizar la señal con los
nuevos visualizadores planos, tanto de LCD o de plasma. El interface
digital de una señal entrelazada o psF es el mismo, aunque el contenido
de esa señal es diferente.
Alta definición 1280 x 720 Progressive Image Sample Structure
Este estándar, definido internacionalmente por la SMPTE 296M incluye
ocho sistemas de escaneado, todos en formato progresivo y con una
resolución de 1280 píxels horizontales y 720 lineas activas. Proporciona
921.600 píxels en una imagen, pero al estar definido como un formato
de imagen sólo progresivo, acarrea algunas implicaciones.
Las frecuencias de visualización son 23,98p, 24p, 25p, 29,97p, 30p,
48p, 50p, 59,95p y 60p.
Sistema
Captura
Escaneado
24p, 25p, 30p, 50p, 60p
1280 x 720 progresivo
Progresivo
23,98p, 29,97p, 59,94p
1280 x 720 progresivo
Progresivo compatible NTSC
Tabla 2 Resumen formato 1280 x 720 progresivo.
La resultante de tantas variantes por cada familia de Alta
Definición, es la multitud de frecuencias de cuadro o campos.
Para citar este trabajo:
Armenteros, M. (2011). “Los formatos”. Madrid: E‐Archivos Universidad Carlos III de Madrid.
Pág. 19
Los formatos
Referencias
Digital Video Broadcasting Proyect (DVB). Normas de Televisión Digital.
Disponible en http://www.dvb.org/
Machado, T. B. (Ed.). (2003). Televisión Digital (2 ed.): I. G. Afanias. Colección
Beta. Temas audiovisuales.
Para citar este trabajo:
Armenteros, M. (2011). “Los formatos”. Madrid: E‐Archivos Universidad Carlos III de Madrid.
Pág. 20