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2008, Daimon Revista De Filosofia
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Escritura E Imagen, 2011
El fin del hombre es la dicha, y es dichoso quien reconoce como vocación su destino. El destino son aquellas circunstancias: biológicas, geográficas, familiares, económicas, socio-políticas, etc. que definen el marco dentro de cuyos márgenes uno ha de desplegar la vida; la vocación es, en cambio, aquello que uno reconoce como su proyecto de vida y a cuyo cumplimiento se siente llamado para ser dichoso. Desdichado es entonces quien no reconoce su destino, pues, en tal caso, no identificará la vocación que le conviene y tendrá una vida irreal; y es desdichado también quien, identificando su destino, se niega a aceptarlo como vocación, en cuyo caso tendrá una vida ficticia. La vida sólo es vivida efectivamente cuando se persigue la dicha, y ésta surge, como hemos señalado, de adoptar como vocación el propio destino. Esto es lo que Ramón Gaya, en su escrito «El extremoso deber del artista», identifica como «el deber» y a cuyo cumplimiento está llamado todo hombre. El destino es el deber; y la vocación la identificará Gaya con un término directamente vinculado con ese mismo de destino, con la vocación dada al destino: «compromiso» Es ésta una concepción de la vida de raigambre estoica que en el siglo XIX adquirió una forma peculiar en la idea del genio artístico; entre quienes plantean en esa época la ética estoica está Arthur Schopenhauer. Éste concluía el primer capítulo de su obra El mundo como voluntad y representación, aquél dedicado al trato racional de las sensaciones, con una propuesta de ética estoica como ética propiamente racional; el deber moral del hombre racional, científico, estriba en conocer y seguir el destino, y es entonces la sabiduría científica, aquella que se obtiene por una rigurosa aplicación del principio de razón suficiente, la que señala el deber de cada uno. La vida del hombre racional tiene, no obstante, una objeción, asume el destino sin vocación. En cambio, en el tercer capítulo de esa misma obra,
Artes del ensayo. Revista internacional sobre el ensayo hispánico
Ramón Gaya es un pintor, un poeta y un ensayista conocido, pero no tanto como para que sea superfluo recordar unos datos biográficos a la vez que voy esbozando su relación entre la pintura y la escritura. No seguiré un orden cronológico, sino una alternancia entre datos consolidados y detalles secundarios, confiando evidenciar algún aspecto de su obra que ha quedado un poco al margen de una bibliografía crítica extensa [Moreno Aguirre: 361-384]. Cito de entrada un fragmento de la presentación que Nigel Dennis antepuso al libro que recoge las entrevistas concedidas por Ramón Gaya en las últimas dos décadas del siglo pasado. No obstante la larga vida (Murcia 1910 -Valencia 2005, el pintor no pudo ver publicados estos diálogos suyos, tan cruciales para ahondar en la cuestión de la imagen. A veces hasta una respuesta lapidaria confirma la necesidad de ampliar los marcos conceptuales para acercarse a sus cuadros y a sus páginas con instrumentos adecuados a su excentricidad. El hecho de haber conseguido cierto reconocimiento en un momento señalado de la historia política y cultural de España es parte del problema. La biografía ha acabado compitiendo con la obra y el supuesto pasadismo de su pintura es más bien un desacierto de una parte de los críticos.
Murgetana, 2003
Es mi deseo, en esta la más alta ocasión literaria que he conocido como protagonista en mi existencia, dedicar mi esfuerzo, así como todo lo que representa en cuanto a reconocimiento a toda mi trayectoria como profesor y escritor, a las dos personas que suponen, en algún modo, mi incardinación personal en la ciudad que nos acoge. Son ellas dos mi padre y mi hijo. A mi padre, Don Antonio Delgado Dorrego, por haber decidido venir a Murcia a formar familia un año ya lejano de finales de los años cuarenta, antes de que yo naciera. Yo llegué a Murcia en el vientre de mi madre hace ya más de 53 años, que son algunos menos de los que ellos tienen, mi padre y mi madre, de murcianos. Y a mi hijo, Santiago Delgado Gil, a quien no he necesitado inculcar el amor a esta tierra suya y mía, de la que él se siente tan orgulloso, puesto que de él ha salido, de manera tan entusiasta como personal, conoceria y quererla. Vaya pues, para ellos dos, toda mi intención y voluntad en esta hora que me colma de satisfacción y de honores.
2021
Simónides de Ceos, que definió la poesía una pintura que habla y la pintura una poesía muda, contribuyó al origen de la filosofía del arte, base de la moderna estética occidental. Para el filósofo italiano Benedetto Croce el arte es la síntesis estética de la intuición y la expresión a través del lenguaje lírico. Encarna las representaciones de la belleza, un evento universal, ajeno a la Historia y a la crítica de arte. De manera más radical, Ramón Gaya rechazó este mismo saber de una manera más radical desde que era un jovencísimo pintor, decepcionado por las vanguardias. Su planteamiento de la obra de arte se aproxima a una actitud mística. Emerge cuando se enfrenta a la pintura de Velázquez en España, antes de exiliarse en México. Este sentimiento trascendente se agudiza cuando visita Venecia por primera vez, en 1952, y asocia la pintura con el agua que fluye. Es el primer paso de su identificación sagrada de las artes –pintura, poesía, escultura y música– con la Naturaleza y sus...
Museo Ramón Gaya, 2017
Que la vida y el arte no deben diferenciarse es, quizá, el lema más profundo y radical del pensamiento estético de Ramón Gaya.
Azafea: Revista de Filosofía, 2022
Mi interés en este trabajo consiste en explicar cómo se concilian el compromiso político y el artístico en el caso del poeta, pintor y ensayista Ramón Gaya, vinculado por generación y por ideología a la generación del 27. Gran defensora de la “deshumanización del arte”, aquella generación tuvo que adaptar sus planteamientos artísticos originales a una situación histórica determinada por la Guerra Civil, y cada representante encontró una solución al conflicto subsecuente entre el ámbito de la política y el del arte. El objetivo es también fundamentar con una amplia contextualización histórica el origen de la actitud concreta de Gaya ante tal contradicción.
2000
Ramón Gaya (1910) es un pintor que ha sentido la vocación a la pintura desde lo más profundo de su alma, y ha considerado que su arte debía ser siempre expresión de su vida, independientemente del motivo representado. El sentir del artista ha de percibirse más allá de las apariencias formales. Y siendo un pintor del alma su pintura ha sido definida como «pintura poética». Esta clasificación nos situa a mediados de los años veinte del siglo que lo vio nacer, años en los que esta tendencia renovadora en España se desarrolla junto a posturas neocubistas y presurrealistas según ha definido el profesor Valeriano Bozal. Dentro de esta tendencia se encuadra la producción pictórica del Grupo de Murcia siendo en ese momento Pedro Flores (1897-1967), Juan Bonafé (1901-1969) y Ramón Gaya, las figuras más destacadas. Son artistas de la intimidad, de lo cotidiano, de la belleza de las cosas pequeñas, de los paisajes cercanos, y para captarlo se valen como rasgo más definitorio de colores y luces desvaidas, de ahí que se vean inclinados a la utilización de otras técnicas diferentes del óleo como el guache o los pasteles. Su gran amistad con Juan Ramón Jiménez, a la que también estaban vinculados el resto de los del Grupo de Murcia, Bores, Eduardo y Esteban Vicente, nos habla de su postura artística afín: ir adelante en la modernidad del arte sin rechazar la tradición. En este sentido toda la obra de Gaya es un reafirmarse en esta postura a través de sus homenajes a los grandes maestros, Velázquez, Rembrandt, Vermeer, Corot o Picasso, sin olvidar otras tradiciones pictóricas como la de China o Japón. Son estos homenajes a la pintura y la xilografía de estas dos culturas lo que constituye el tema de este estudio. Alfonso E. Pérez Sánchez nos habla de un viejo proyecto de cuadro de Ramón Gaya, un «Nacimiento de la Pinturas>, donde Rembrandt, Tiziano, Velázquez y un pintor-poeta oriental serian los cuatro protagonistas de su obra.
Antígona, Revista de la Fundación María Zambrano, 2020
Valdés Marsans, Matías (2020). “La imagen en María Zambrano y la propuesta pictórica de Ramón Gaya.” en Antígona, Revista de la Fundación María Zambrano, 8:189-196.
«Los trajines de Ramón Gaya: vida, pintura y pensamiento», in Manuel Aznar Soler, José-Ramón López García, Francisca Montiel Rayo y Juan Rodríguez (a cura di), El exilio republicano de 1939. Viajes y retornos, Sevilla, Editorial Renacimiento, 2014, pp.617-625., 2014
LOS TRAJINES DE R A MóN GAYA: V IDA, PINTUR A Y PENSAMIENTO Para estar centrado hace falta tener espacio delante y detrás. El delante será lo venidero, el de-trás, la historia. La historia (muy a pesar de los cubistas tontos) es inevitable e indispensable. Por eso, conforme se va fabricando pasado se va adquiriendo tranquilidad y centro 1. Ramón Gaya escribió estas palabras en aquel lejano año 1928 en que él, nacido el 10 de octubre de 1910, contaba solo dieciocho años, es decir, se encontraba casi al empezar su periplo de hombre y de pintor. Y el «casi» es necesario pues se trata de un artista que dejó la escuela a los diez años para empezar a pintar. En aquel entonces estaba ya en París pero lo esperaban otras experiencias, muchas veces trágicas, que le proporcionarán la historia indispensable. Le ofrecerán aquel pasado con el cual el pintor adquirió centro y tranquilidad. Indispensa-bles éstos para escribir y pintar con el alma. Mirando al recorrido vital de Gaya lo que sobresale es la cantidad de lugares en donde el pintor y ensayista murciano vivió no solo a partir de la trágica fecha de 1939, que desencadenó el exilio republicano, sino desde la primera juventud, que lo vio en Madrid y en París además de una cantidad de pueblos perdidos de España que conoció gracias a su trabajo en las Misiones Pedagógicas. Sobre este tema tiene razón Nigel Dennis cuando afir-ma que en este periodo-pero inclusive años más tarde-«Gaya está buscando algo, o intentando resolver una especie de intranquilidad interior» 2. Por otra parte, también Pérez Sánchez, en 1990, reconocía sobre su amigo: «Ramón es un artista que ha vivido una larga vida, que ha hecho viajes de ida y vuelta» 3. A raíz de eso Juan Manuel Bonet puede dedicar al pintor el ensayo «Las ciudades de Ramón Gaya» 4 , en donde declara meridianamente: «Los ochenta años de existencia de Ramón Gaya han sido años de vida peregrina. Vida peregrina en parte por su deseo de conocer ciudades y países, pero también y sobre todo por la propia realidad del siglo en que le ha tocado nacer. El siglo le ha empujado de sitio en sitio» 5. Ahora bien, dejando bien sentado que la vida de Gaya fue una vida «peregrina» más, como la de sus amigos exiliados que como él tuvieron que cruzar la frontera francesa y llegar a México, hay que añadir otro tema que no debilita sino fortalece la ac-titud movediza del pintor murciano. «Sabido es que aquel exilio no lo fue sólo en sentido geográ-fico. Volver a Europa fue para Gaya volver al lugar de la pintura, o a la pintura misma, y ese he-cho, que el propio Gaya ha explicado en entrevistas y en su Diario de un pintor, se vive aquí de un modo inmediato que no solo las deja en desventaja frente a textos o declaraciones más detenidos, sino que añade a las virtudes de éstos un rumor vivo de ciudades, de visitas hechas o recibidas e,
Il Campidoglio dalle origini alla fine dell'antichità, Tomo I, BCom 26, 2019
OSCAR A.K.(2023).MOTIVATION FOR PRODUCTIVITY IN THE BANKING SECTOR, A CASE STUDY OF SEKYERE RURAL BANK, 2023
Journal of Turkish Studies, 2013
Infection and Drug Resistance, 2014
Diálogos de Campo, 2021
Biological and Environmental Sciences Journal for the Tropics, 2024
Apertura del V Congreso Internacional de Literatura y Cultura Españolas Contemporáneas. Simposio “Transhemisféricos y transatlánticos: diálogos en el Sur”, pp. 12-18. http://congresoespanyola.fahce.unlp.edu.ar/v-congreso-2022/dossier, 1923
Scripta Theologica Revista De La Facultad De Teologia De La Universidad De Navarra, 2013
Arabian Journal of Geosciences, 2018
WSEAS Transactions …, 2004
Journal of Applied Physics, 2017
Remote Sensing
Journal of Psychosomatic Research, 2008
المجلة الاكاديمية العالمية للدراسات القانونية, 2021
The Journal of clinical investigation, 2018