DESCLASIFICACIÓN OVNI: EL ÚLTIMO EXPEDIENTE
Vicente-Juan Ballester Olmos
[email protected]
El Ministerio de Defensa español abrió sus archivos
OVNI en el periodo 1992-1999, fue el conocido com o
proceso de desclasificación. Se liberaron 8 4 expedientes,
con cerca de 2.0 0 0 páginas sobre 122 avistam ientos
ocurridos entre 1962 y 1995. El autor jugó un papel
fundam ental, prim ero, instando al Estado Mayor del Aire
a que pusiera la docum entación en m anos del público y
seguidam ente como colaborador inform al del Mando
Operativo Aéreo. En esa función – gratis et am ore-se
aseguró que la totalidad de la inform ación custodiada por
el Ejército del Aire se desclasificaba íntegram ente y
consiguió que se descubrieran y centralizaran m uchos
expedientes perdidos.
En 1994 el autor supo de la existencia de un dossier
clasificado de Secreto de m ás de 40 0 páginas de
correspondencia oficial, estudios del INTA y un
volum inoso inform e de investigación norteam ericano. El
6 diciem bre de 1965 una reentrada espacial tuvo lugar
sobre el SW de España, desprendiendo fragm entos de un
cohete ruso que despertaron enorm e interés por parte de
los Estados Unidos. Deseoso de reforzar los vínculos con
su aliado, Francisco Franco, jefe del estado español,
perm itió que algunos de esos restos tecnológicos fueran
analizados por el gobierno norteam ericano.
A día de hoy, ese expediente sigue sin desclasificarse.
Esta es la historia de la observación OVNI que lo inició
todo, de los exhaustivos exám enes científicos a los que se
som etió a los m ateriales encontrados en Badajoz y Sevilla
y a las gestiones que el autor viene haciendo desde 20 0 9
para su desclasificación, que parece ahora m ás cerca que
nunca.
1
Breve, pero contundente, avistamiento ovni
A las nueve menos cinco de la noche del lunes 6 de diciembre de 1965, una
pareja de la Guardia Civil (policía rural española) y otros diez vecinos de
Arroyomolinos de León (Huelva) vieron durante un minuto y medio una
procesión de 7 puntos luminosos de color rojizo-azulado que se movían a gran
altura. Inicialmente en forma de uve, pronto se transformó en una línea recta.
La dirección de vuelo era NW-SE (1). En la cercana localidad de Montemolín
(Badajoz), un pastor y otras personas de un cortijo, oyeron alrededor de las
nueve de la noche cuatro o cinco explosiones que hicieron como vibrar las
paredes. Al salir vieron “una bola ardiendo que se alejaba”. En una finca del
mismo municipio, un pastor llamado Rufino Campanario explicó
que
aproximadamente a la misma hora oyeron unas explosiones y que al salir del
chozo donde estaban vieron un objeto ardiendo que caía formando un ruido
“como el de un tren entrando en la estación” y que cayó a un kilómetro escaso
de donde se encontraban (2). En Lora del Río (Sevilla) se observó “una bola
de fuego que descendía del cielo casi verticalmente” (3).
Para que el lector se haga una idea de la apariencia luminosa de una reentrada
como ésta, se presentan a continuación dos imágenes de este fenómeno.
Arriba, la reentrada del vehículo ATV-4 visto desde la estación espacial
internacional (ISS) el 2 de noviembre de 2013. Abajo, la destructiva
desintegración en la atmósfera terrestre del cohete ruso SL4 el 4 de enero de
2007 (4).
2
La prensa de la época se hizo eco enseguida de las secuelas de estos
avistamientos que fue el hallazgo de varias piezas metálicas de diversos
tamaños y formas. En Fuente de Cantos (Badajoz) se halló una esfera metálica
de 25 cm de diámetro, en Montemolín cayeron dos cilindros de 36 cm de largo
y en Lora del Río (Sevilla) se hallaron tres esferas huecas de 38 cm de
diámetro. Al caer, estas esferas produjeron cráteres de unos 30 cm de
profundidad. En total se recuperaron 16 objetos, incluyendo discos de chapa
metálica, un objeto en forma de tobera, cuerpos no metálicos en forma
lenticular y restos de revestimiento aislante carbonizados.
Las esferas encontradas en Lora del Rio. © ABC (Sevilla), 30 de diciembre de 1965.
Comienza la investigación
Los alcaldes de las poblaciones afectadas por los inusitados hallazgos
informaron con prontitud a las autoridades del Aire y por mor de su
competencia, las regiones aéreas Central y del Estrecho se ocuparon de
recoger las diversas piezas así como de las informaciones iniciales, para a su
vez informar al Estado Mayor del Aire. En la base aérea de Talavera la Real
(Badajoz) se realizaron los primeros exámenes de los cuerpos caídos en
Fuente de Cantos. Todos los objetos fueron posteriormente despachados al
Ministerio del Aire, que los hizo llegar, para su evaluación, al Instituto Nacional
de Técnica Aeroespacial (INTA), en la base aérea de Torrejón de Ardoz
(Madrid). Desde el principio, el ministro del Aire, a la sazón teniente general
José Lacalle Larraga, estuvo puntualmente informado de los hechos
El primer informe sobre el objeto hallado en Fuente de Cantos lo firma el
capitán ingeniero aeronáutico Carlos Cerezo y está fechado el 29 de diciembre.
Describe un objeto formado por dos hemisferios soldados, con sendas salidas
en cada polo, de 7 litros de capacidad, 25 cm de diámetro y hecho de una
aleación de titanio. En opinión del técnico, se trataría de un depósito de
oxígeno. El segundo análisis lo firma el capitán José Moriano el 13 de enero de
1966, también de la base aérea de Talavera La Real, describiendo un objeto
cilíndrico finalizado por un casquete esférico en cada extremo, con un
revestimiento interno de amianto, calificado de depósito de fluido.
3
Con fecha 8 de enero de 1966 el INTA elabora un “Avance del informe sobre
tres esferas huecas recogidas en la zona de Lora del Rio (Sevilla)”. Ya se
adelanta que “este material parece proceder de satélites artificiales” y
concretamente de depósitos que llevan las cápsulas rusas del tipo Vostok. Se
observa una inscripción alfa-numérica de caracteres rusos. Estiman que la
trayectoria de la capsula que se desintegró en la reentrada sería NoroesteSudeste y la asocian a un lanzamiento soviético posterior al último entonces
conocido (18 de marzo de 1965) y no hecho público. Este trabajo viene firmado
por el director general del INTA, Antonio Pérez-Marín.
En oficio del Estado Mayor del Ministerio del Aire del 14 de enero de 1966 se
informa al INTA que “su Excelencia el Sr. Ministro del Aire ha tenido a bien
autorizar para que el personal norteamericano pueda presenciar las pruebas y
experimentos que en ese Instituto se están realizando sobre el material
recogido en el SW de España”. Se expide la correspondiente autorización al
coronel de las fuerzas aéreas de los Estados Unidos Kenneth L. Lueke,
agregado aéreo de la embajada de los EE.UU. en Madrid. En marzo de 1966 el
INTA presenta un informe de 53 páginas seguidas de 36 fotografías, firmado
por Francisco Ramírez Gómez, avalado por el jefe de la División de Materiales
Estructurales J.A. García Poggio y por el director del Departamento de
Materiales Julio Apraiz. Estudian las esferas huecas (semiesferas, flejes,
cuerpos de válvula, soldaduras y uniones y recubrimientos protectores),
cuerpos cilíndricos, una pieza metálica en forma de tobera, elementos no
metálicos y revestimientos aislantes. El informe confirma que las esferas así
como los cuerpos cilíndricos están fabricadas con titanio, y otras piezas son de
material refractario o acero. Todas las piezas presentan elementos de fusión
por altas temperaturas. Se describen y fotografían los caracteres cirílicos de las
inscripciones halladas y se determina que los tipos de aleaciones son las
usadas en la Unión Soviética.
También en marzo de 1966, y por parte de los ingenieros aeronáuticos del
INTA Félix Álvaro Fernández y Enrique Fraga, con la firma del ingeniero jefe de
la sección de Motopropulsión, Carlos Sánchez Tarifa, y del jefe del
departamento, Nemesio Álvarez Montalvo, se emite un “Informe sobre
estimación de actuaciones del retro-cohete”, de 18 páginas con 11 anexos de
tablas y fotografías. Los elementos cilíndricos encontrados forman parte de un
cohete y su tobera, con dispositivos de ignición, elementos muy deteriorados
“como consecuencia de los efectos de la reentrada en la atmósfera y del
impacto de la caída”. Se trata “de un cohete de combustible sólido de
combustión restringida”. Todos estos informes fueron remitidos al Estado
Mayor del Aire con los sellos de “RESERVADO” y “SECRETO”.
4
Dos de los 16 objetos estudiados por el INTA. A la izquierda una esfera de titanio para
almacenar gas a presión. A la derecha, restos de un retrocohete. Abajo, lugar de la caída de
dos retrocohetes en Montemolín (Badajoz). Fuente: INTA.
5
Portada del avance de los estudios realizado por el departamento de materiales del INTA,
marzo de 1966.
6
Inscripción encontrada en una de las esferas.
7
Las esferas viajan a EE.UU.
En octubre de 1966, el coronel Lueke escribe al Estado Mayor del Aire
informando que estos informes han sido estudiados “con gran interés por
nuestros especialistas en los Estados Unidos” y solicita los informes finales. De
hecho los americanos piden al gobierno español acceso a los materiales
soviéticos para su propio análisis. El 23 de enero de 1967, el ministro de
Asuntos Exteriores Fernando María Castiella se dirige al ministro del Aire para
señalarle que “una vez consultado el asunto con S.E. el Jefe del Estado, se ha
tomado la decisión de autorizar la operación mencionada”. Se trata del
préstamo de dichos objetos bajo una serie de condiciones. La carta adjunta un
PRO MEMORIA SECRETO, que señala:
Las Autoridades españolas, a título gracioso y absolutamente excepcional, y
como nueva prueba de su deseo de mantener viva y eficaz la relación especial
de cooperación existente entre nuestros dos Gobiernos…” acceden a la
solicitud de los EE.UU. de analizar las piezas encontradas en las provincias de
Badajoz y Sevilla, en el bien entendido de que:
1) un especialista español participará en los ensayos en los EE.UU.
2) el tiempo empleado no excederá las 5 semanas, tras las cuales los
materiales serán reintegrados a España
3) se entregará a España los resultados de los estudios, y
4) los EE.UU. se comprometen a mantener secreta su participación en estos
trabajos
El 8 de mayo de 1967 el presidente del patronato del INTA, Dr. Rafael Calvo
Rodés, informa al ministro del Aire que los trabajos de investigación en EE.UU.
han finalizado el 28 de abril, que el ingeniero del INTA Francisco Ramírez
Jiménez participó en los mismos y que “el material sobrante se entregó para su
devolución al INTA, en igual forma en que trasladó a ese país, habiendo
llegado en el día de ayer”.
En efecto, la Fuerza Aérea norteamericana (USAF) confió el análisis de los
restos espaciales rusos hallados en España al prestigioso Battelle Memorial
Institute, un centro de investigación de vanguardia ubicado en Columbus, Ohio,
que tenía numerosos contratos de la USAF, la Marina, Defensa y la industria
aeroespacial. El informe final tiene fecha de 15 de junio de 1967 y es un
volumen de 280 páginas rotulado: SECRET. No Foreign Dissem. Except Spain
(SECRETO. No puede difundirse en el extranjero excepto España). Se trata del
informe número T67 94769, titulado Investigation of Five Metallic Bodies
Recovered After Space Flight (Investigación de cinco cuerpos metálicos
recobrados tras vuelo espacial), tiene un índice y resumen inicial de 15
páginas, seguido por el cuerpo principal del informe de 227 páginas, seguido
de 6 apéndices con 38 páginas más. El voluminoso trabajo está elaborado con
las más avanzadas técnicas de análisis del momento, por profesionales de
gran calibre, y plagado de fotografías, tablas, gráficos, fórmulas, etc.
8
El ministro de Exteriores informa que Franco ha dado el visto bueno al préstamo en régimen
secreto a los EE.UU. de los materiales espaciales de origen ruso.
9
Primera página del documento Secreto que establece las condiciones españolas.
10
El informe pericial es de un elevado nivel científico y da cuenta de los ensayos
metalográficos, químicos, mecánicos y físicos realizados, tras multitud de
pruebas con los equipos y técnicas más avanzadas. Los cinco objetos
prestados a los EE.UU. fueron cuatro esferas de para contener gas a presión y
un pequeño motor de cohete de combustible sólido. Los principales
constituyentes de las botellas de almacenamiento son aleaciones de titanio,
con rastros de acero y molibdeno. Se determinaron las dimensiones y
propiedades de los materiales de los que formaron parte y se dedujeron los
métodos de fabricación usados. También se reconstruye la historia de la
reentrada de la nave espacial en base a las propiedades físicas de los
materiales.
En cuatro de los objetos se hallaron estas inscripciones con caracteres rusos:
Las esferas mayores eran tanques de almacenamiento de gas a presión, el
propósito de la cápsula del motor del cohete es proveer propulsión,
probablemente un retrocohete para modificar la velocidad vehicular, y la esfera
menor, con su correspondiente válvula de control, era parte de un sistema
diferente de reserva de hidrógeno. Se calcula que estos restos alcanzaron
temperaturas durante el proceso de reentrada de hasta 1.650ºC, por la fricción,
llegando al suelo a menos de 500 grados de temperatura.
Este documento contiene dos significativos sellos en su primera página. Uno
señala que el informe está “excluido de desclasificación automática” y el otro
que el material “contiene información que afecta a la Defensa Nacional de los
Estados Unidos dentro de los supuestos de las leyes de espionaje” y que la
“transmisión o revelación de su contenido, de alguna forma por cualquier
persona no autorizada, queda prohibida por ley”.
11
12
Portada del informe T67 94769 del Battelle Memorial Institute. En la foto inferior, la inserción de
uno de los tanques esféricos en recipiente de presión.
13
Reentrada espacial sobre España
El 3 de diciembre de 1965 se lanzó al espacio desde el cosmódromo de
Baikonur un cohete de la clase SL-6 (Molniya) de varias etapas que sirvió para
mandar a la Luna la sonda Lunik-8. Fue un intento de alunizaje suave que
fracasó; probablemente debido al fallo de un retrocohete, la nave se estrelló
contra la superficie lunar en la zona conocida como Mar de las Tormentas
(Oceanus Procellarum).
Cuando el motor de la fase principal del cohete lanzador se enciende para salir
de la llamada “órbita de aparcamiento”, se desprende una plataforma insertada
en la parte trasera de la última etapa del cohete. Se trata de un módulo
desechable denominado BOZ que contiene motores de combustible sólido,
toberas propulsoras, recipientes esféricos para almacenaje de gas a presión,
etc. Ese conjunto, que en peso muerto pesa varios cientos de kilos, se
desprende y se queda a nivel ELO (Earth Low Orbit), una órbita baja la cual se
va degradando hasta reentrar a la atmósfera, lo que suele ocurrir unos tres días
después del lanzamiento. El día 5 ya ingresó en la atmósfera el cuerpo
principal del cohete lanzador (booster).
Fotografías de un módulo BOZ semejante al caído sobre España en 1965.
(Fuente: Astronautix.com)
14
En el caso del Lunik-8, la plataforma BOZ reentró en la atmósfera el 6 de
diciembre de 1965. La última revolución alrededor de la Tierra finalizaba a unos
100 km de altura sobre el Océano Atlántico a plena velocidad orbital de 7.8
km/s a las 20:49 CET, para seguidamente sobrevolar España desde el NW con
rumbo SE, donde se extinguió 7 minutos más tarde no sin antes producir un
meteoro luminoso que fue visto desde el suelo.
Ultima revolución terrestre. © Manuel Borraz Aymerich.
El siguiente gráfico en 3D, realizado por el especialista canadiense en análisis
orbital Ted Molczan, muestra el final de la trayectoria sobre Extremadura y
Andalucía sobre las 20:55 horas, cuando el conjunto se hallaba a 53.4 km de
altura. Cada segmento que alterna de color representa 10 segundos (son
progresivamente más cortos debido a la alta tasa de desaceleración durante
los minutos finales).
15
Los objetos que se salvaron de la fricción y decayeron a las 21 horas sobre las
poblaciones de Fuentes de Cantos y Montemolín, en Badajoz, y Lora del Río,
en Sevilla, fueron tres esferas de titanio de 38 cm de 9,2, 14,6 y 14,7 kg y otra
de 25 cm y 4,7 kg, usadas para almacenar gas a presión, dos cuerpos
cilíndricos de titanio de 36x19 cm y 6 kg que eran retrocohetes de propergol
sólido. Además de once objetos pequeños (una válvula, dos discos metálicos y
otros objetos no metálicos, de 16,5 cm de diámetro y cuatro restos de
recubrimiento aislante carbonizados, de una aleación de molibdeno, acero,
resina fenólica y tejido de fibra inorgánica modificado con óxido de titanio.
A continuación muestro el ground track o representación gráfica de la
trayectoria de la reentrada desde las 20:54:30, cuando la plataforma se
encontraba a 62 km de altura moviéndose a 5.8 km/s, hasta las 20:55 cuando
estaba a 53 km de altura y moviéndose a una velocidad de 4.1 km/s, sufriendo
una gran desaceleración por la mayor densidad de la atmósfera. La trayectoria
es coincidente con los lugares donde se hallaron los restos. Fue en ese medio
minuto crítico cuando se desprendieron los objetos encontrados.
Trayectoria de la reentrada y ubicación de los hallazgos de los objetos principales.
© Ted Molczan.
16
Ted Molczan ha preparado el siguiente gráfico para el objeto 1965-099C, como
lo denomina el catálogo NORAD, que muestra la reconstrucción del proceso de
reentrada en su totalidad durante los 14 minutos finales de su vida. Durante
una reentrada, la atmósfera actúa de freno, causando que el objeto pierda
energía cinética. Esa energía comprime la delgada atmósfera frente al objeto
haciendo que se caliente hasta miles de grados, formando un plasma. Este
plasma, a su vez, calienta al objeto por radiación y convección. A las 20:49
horas y a 96 km de altura, el objeto se hace auto-luminoso y al poco se
desarrolla una cola luminosa de plasma que le da la apariencia de un meteoro.
En ese momento sigue moviéndose casi horizontalmente a la velocidad orbital
de 7,8 kilómetros por segundo. Hay poca desaceleración.
Según desciende a capas más densas en la atmósfera superior, 1995-099C
sigue transformando su energía cinética en calor. Los apéndices más
pequeños y desprotegidos serían los primeros en fundirse y disgregarse,
marcando la fase inicial de la fragmentación. Para cuando la plataforma
espacial ha alcanzado los 78 km de altitud, cerca de las 20:53 horas, ya habría
absorbido suficiente calor como para producirse un fallo estructural completo, lo
que origina que se rompa en pedazos. La velocidad es de 7,4 km/s y la
desaceleración es de 0,7 g. Las piezas siguen trayectorias independientes, en
forma de cola detrás del objeto principal. Aquellas de menor densidad están al
final y la mayoría de los fragmentos se desintegran en cenizas en la alta
atmósfera, entre ellos los objetos fabricados con materiales con un bajo punto
de fusión, como el aluminio. Los fuegos artificiales espaciales se intensifican
rápidamente al encontrarse con una atmósfera de mayor densidad.
La mayor desaceleración y calentamiento ocurren en el periodo de un minuto
alrededor de las 20:55 horas, cuando la trayectoria del objeto ha descendido
por debajo de los 50 km de altura. La velocidad se ha reducido ya a 3 km/s y la
desaceleración es de 7 g. Los fragmentos originales se rompen en pedazos
más pequeños, la mayoría de los cuales se consumen por el calor. Durante
este tiempo es cuando la reentrada se observa desde España, seguida minutos
después por estampidos (sonic booms) producidos por ondas de choque
generadas por el vuelo supersónico de restos que caen por debajo de los 50
km. Los componentes hechos con materiales de alto punto de fusión, como el
titanio, normalmente sobreviven a este proceso de desintegración y llegan al
suelo. De ahí que en España se recuperaran tanques esféricos y carcasas
cilíndricas de cohetes, fabricados con ese material.
Poco después de las 20:56, la reentrada ha alcanzado los 30 km de altura,
momento en el cual la mayoría de la velocidad y el calor se ha disipado,
haciendo que se extinga la luz visible que emitía. La velocidad es ya de 0,7
km/s y la desaceleración de 1,5 g. A las 20:57, a escasamente 20 km de altura
sobre la Tierra, ya se ha perdido toda la velocidad de empuje, lo que acaba en
un descenso casi vertical, a lo que sigue el impacto 6 minutos más tarde. La
velocidad típica de impacto es de apenas unos cientos de kilómetros por hora.
17
Expediente secreto
Cuando ocurrió la reentrada de diciembre de 1965 yo contaba con 17 años,
pero la astronáutica era una de mis pasiones y me hice con toda la información
de prensa que puede encontrar. Durante toda una vida he mantenido abierto un
modesto archivo dedicado a ese suceso, ignorando los estudios que se
llevaron a cabo y las vicisitudes de aquellos materiales. Durante la década de
los noventa colaboré personalmente de forma muy activa con el Mando
Operativo Aéreo (MOA)/Mando Aéreo de Combate (MACOM) impulsando el
proceso de desclasificación de los informes OVNI que desde 1962 custodiaba
el Ejército del Aire (EA) y que desde 1979 estaban clasificados. En febrero de
1994, en una de mis frecuentes visitas a la base aérea de Torrejón, me
informaron que la División de Inteligencia del EA les había remitido, en
consonancia con las instrucciones del jefe del Estado Mayor del Aire (JEMA),
una gruesa carpeta rotulada “OVNIS”. Entre un par de informes de
avistamientos ovni por personal de la Armada y del Ejército del Aire, allí estaba
toda la documentación de los estudios llevados a cabo con las piezas
recobradas en 1965.
18
Un respingo es poco para describir la impresión que me causó cuando el
teniente coronel de la sección de Inteligencia del MOA Enrique Rocamora me
informó, mientras me conducía en coche al aeropuerto de Barajas. También me
dijo que ya había preparado una propuesta de desclasificación, siguiendo el
formato habitual para los casos OVNI, para la firma de su general. Ni corto ni
perezoso, solicité permiso para consultar la información y el 11 de julio de 1994
se me autorizó a consultar la documentación “relativa a los restos de un satélite
ruso”.
El 28 de julio, dos soldados de aviación me recogieron en el aeropuerto de
Madrid para llevarme en coche oficial a la base de Torrejón de Ardoz. En la
llamada sala de briefings, Rocamora desplegó la totalidad de la documentación
para, después de revisarla, entregarme un juego completo de fotocopias con
los antecedentes, oficios militares, cartas oficiales, estudios del INTA y el
informe del Battelle Institute, unas 400 hojas. Más adelante, en respuesta a la
expresión de mi agradecimiento, una carta manuscrita del jefe del Mando
Operativo Aéreo, teniente general Alfredo Chamorro, alude a la consulta “de
documentación científica custodiada en el MOA” en términos de efusiva
cordialidad.
A la izquierda, el autor con el Teniente Coronel Enrique Rocamora, en la sede del MOA. A la
derecha el Teniente General Alfredo Chamorro Chapinal.
19
20
Finalizada la desclasificación OVNI en 1999, comencé otros proyectos de
investigación alejados de los temas militares. El expediente de la reentrada no
llegó a salir, pero, sensu stricto, tampoco era un caso OVNI, sino información
colateral. Sin embargo, el año 2008 decidí reabrir el asunto y el 23 de octubre
consulté al Battelle Enterprise si su informe estaba desclasificado. No en vano
había transcurrido la friolera de 41 años. La respuesta del responsable de
Gestión de Contenidos de la empresa fue que sólo facilitan información “al
cliente que financió la investigación o a aquellos autorizados por el cliente”. En
resumidas cuentas, ni si, ni no, sino todo lo contrario.
En febrero de 2009 solicité al general jefe del MACOM que esta documentación
se acogiera al tratamiento de los informes OVNI, en base a que a esa hora fue
avistado un fenómeno luminoso en el cielo, por lo que resulta de interés tanto a
los estudiosos de la astronáutica como a los ufólogos. Además, transcurridos
tantos años, ya no procede aplicar ningún tipo de secreto a unos informes
técnicos sobre restos de chatarra espacial, cuando no hay ningún riesgo actual
para la seguridad nacional de los EE.UU. y mucho menos para la de España,
máxime cuando recibí expresa autorización para su consulta y dispongo de
copia íntegra de los informes por parte del propietario de los materiales, el
Ejército del Aire español.
El 15 de abril de 2009 el teniente general José Froilán Lorca me responde
informando que la documentación en cuestión ha sido examinada por el Estado
Mayor del Aire y se “ha dado inicio al proceso de desclasificación” para añadir
que “una vez finalizado dicho proceso, podrá ser investigado por los estudiosos
de este tipo de fenómenos”. Durante los dos años siguientes no hubo ninguna
actuación, lo que me obligó a insistir y el 20 de junio de 2011 un nuevo jefe del
MACOM, el teniente general Juan Luis Abad Cellini (5) me contestaba que el
expediente seguía allí y que “en base a su solicitud y a la normativa
establecida, se ha procedido a remitir al JEMA un nuevo expediente más
completo, siendo potestad de dicha Autoridad decidir el inicio del proceso de
desclasificación”. O sea, partíamos de nuevo de cero. No tocaba más que
esperar.
4 años más de espera parece que son muchos. Alguna resistencia debe haber
en algún lado del tablero de decisiones para que este expediente siga inerte. Si
las relaciones con Estados Unidos, si con Rusia, si dificultades por parte del
Ministerio de Asuntos Exteriores, no sé. El hecho es que en 2015 he vuelto a
reclamar con mayor énfasis si cabe. Y el 16 de marzo recibí un email del
director de la oficina de Comunicación del gabinete del JEMA, teniente coronel
Julio Serrano, en estos términos:
Le pido disculpas por no haberle facilitado aún
información sobre el tema que nos planteó en su día.
Estamos llevando a cabo conversaciones con los
responsables de estos temas para ver la
posibilidad de que disponga de dicha
información lo antes posible.
21
Dicen que a la tercera va la vencida. Aquí de lo que se trata únicamente es que
los ciudadanos aficionados o estudiosos de estas materias puedan acceder a
unas informaciones técnicas de indudable valor científico e histórico.
Pero por si hubiera que esperar, al menos he querido poner de manifiesto con
algún grado de detalle qué estamos esperando y, cuando finalice la espera,
qué tuvo que pasar antes de que llegara a manos del público este último
“expediente OVNI”, que no ha venido, precisamente, caído del cielo.
Valencia, junio de 2015.
22
23
NOTAS Y REFERENCIAS
(1) Información recogida de primera mano por Ignacio Darnaude y transmitida
al autor.
(2) Hoy (Badajoz), 19 de diciembre de 1965.
(3) INTA, “Avance de informe sobre tres esferas huecas recogidas en la zona
de Lora del Río (Sevilla) y enviadas al INTA para su estudio”, Torrejón de
Ardoz, 8 de enero de 1966.
(4) Paul Maley, http://www.eclipsetours.com/paul-maley/space-debris-2/
(5) Cuando Abad Cellini, apenas un capitán destinado en las islas canarias, fue
nombrado ayudante del juez que instruyó la encuesta de los multitudinarios
avistamientos OVNI del 5 de marzo de 1979 en ese archipiélago, finalmente
resueltos como misiles lanzados por la Navy norteamericana.
ASESORAMIENTO TÉCNICO: Ted Molczan
Este informe es una versión ampliada del artículo publicado en la revista MÁS
ALLÁ correspondiente al mes de mayo de 2015, páginas 52-59.
ANEXOS
La desclasificación OVNI española en cifras
_Año
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
Expedientes
6
29
8
15
17
6
2
1
Total
84
Número de
Páginas
Casos
86
9
385
35
499
12
476
26
426
15
52
21
11
4
_18_
_0_
1953
122
Tipos de expedientes desclasificados
Expedientes de casuística (“originales”)
Expedientes de casuística (“bises”)
Expediente de Normativa
Expediente de “listados”
Total
(*) Información complementaria
Elaboración: V.J. Ballester Olmos
24
78
4*
1
1
84
122 Casos desclasificados por categoría
Número
_%_
Avistamientos explicados convencionalmente
99
81.1%
Casos con información insuficiente (1)
14
11.5%
OVNI (avistamientos inexplicados) (2)
Total
9
7.4%
122
100%
(1)
10/9/65, 13/9/67, 14/3/68, 19/6/75, 3/9/77, 8/3/79, 20/11/80,
21/11/80, 17/5/84, 8/11/84, 31/10/85, 12/12/85, 4/1/86,
24/4/86
(2)
1/1/75 Quintanaortuño
2/1/75 Polígono Bárdenas Reales
14/7/78 Mazarrón
20/7/78 Aeródromo de Agoncillo
9/9/78 Mar Mediterráneo
25/2/79 Gran Canaria
13/3/79 Mar Mediterráneo
22/5/80 Gran Canaria
23/12/85 Las Palmas-Arrecife
Elaboración: V.J. Ballester Olmos
25
EC2
EC1
EC1
LN
RV
RV
TR
RV
LN
¿Fraude?
¿Helicóptero?
?
¿Helicóptero/avión?
?
¿Avión?
¿Falso eco radar?
¿Eco radar falso+Venus?
¿Avión?
Casos por año. © Ángel Bastida, MOA.
Número de casos explicados e inexplicados por hora. © Vicente-Juan Ballester Olmos.
26
NORAD
SATNAME INTLDES
CAT ID
NORAD CAT
SATNAME
INTLDES
TYPE
TYPE
LAUNCH
COUNTRY
COUNTRY
LAUNCH
SITE
DECAY
SITE
DECAY
PERIOD
PERIOD
1810
LUNA 8
1965-099A PAYLOAD CIS
1965-12-03
TTMTR 1965-12-06
1811
SL-6 PLAT
1965-099C DEBRIS
1965-12-03
TTMTR 1965-12-06 88.50
CIS
INCL
INCL
51.90
APOGEE PERIGEE
APOGEE
217
PERIGEE
RCS
RCS
184
Catálogo NORAD de objetos que reentraron en la atmósfera el 6 de diciembre de 1965 (UT). Resaltado el objeto al que se refiere este artículo.
27
TLE
TLE |
OMM
TLE |
OMM