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Los ojos de Chávez

2014, Rostros y Rastros de un Líder Hugo Chávez: Memoria de un Pueblo

Parece que los ojos de Chávez reflejan y devuelven su imagen de la nación venezolana hacia dentro y fuera de cada actor social que la porta. Una de las acertadas campañas visuales de las fuerzas políticas de la V República desde los inicios de su producción gráfica ha sido la de los ojos de Chávez impresa sobre franelas rojas y/o multicolores -y otros soportes-. Su poder semiótico, en términos de significación ideológica y emocional multirreferencial emociones a partir de una imagen, en principio sencilla, pero que acarrea en la historia simbólica de nuestra sociedad occidental periférica una serie de connotaciones caleidoscópicas y polisémica, ha disparado diversas interpretaciones.

$ ROSTROS Y RASTROS DE UN LÍDER • HUGOCHAVEZ MEMORIA DE UN PUEBLO 1 l Fidel Sarbaríto Ministro del Podi1n PDpulM p ua la Cultura GastOn Fortie SUva VE81DJllllatio paro el Fomento je la Econonua Cultural Né.stor Vllor1a V'lcemJnlstro de Cultum (lllra et Dcsarrolo Humano OmarVaelma Vlcerldntstro de ldenUd.od y Dtversldad Cultural Luls Follpo PoWcor Pres1dmtG l.El dcl c~ntro N'acwnal de Htstolia Ducctor del AichJvo Gon01n.J de la Nación Simón Andrés SAnchez Du"' tr11 d1• l.1'111 1 N 1 lror l 1t 'U! torla 1 CENTRO NACIONAL DE HISTORIA, ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, i!Ol'I ROSTROS Y RASTROS DE UN LIDER. HUGO CHAVEZ: MEMORIA DE UN PUEBLO Coordlnttc10n edllonlll Eduardo Cobas Prod111:i.:1fll\ 111htc11111I Elleen Bolivar A•;cso11a fflhtorl il: Marlanela Tovar Equipo da 1c:onng1ofl 1e u1v1• ~l•':J·i Ion Willmar Roclriguez, Osmon Keméndez,.. Romer Carrascal, Noelis Moreno Pafia Otseno de portada y di il dt•macuJn: Ideograf Imagen de portal Marcha de tojuramentación det PfflSidento Hugo Chóvez Frias (10 de Enero 2013) Fotogiafia de Juon Carlos la Cruz. Cortesía de AVN CouecdOn Césor Ruaotnn Luy:Jt do 1mpr8$10rr CaraCfts, RepUbhca Bolivariana de Veneiuela OopóQto IAO"I lf228é'OJ'l320'173 l tsn:1 978-BB0-72'18·97·6_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ __ ROSTROS Y RASTROS , DEUNLIDER HUGOCHÁVEZ MEMORIA DE UN PUEBLO ARCH I VO GE NERA L DE LA NACIÓN CENT RO NACIONAL DE HISTORIA JLPRESENTACIÓN PÁG.9 l HUGO CHÁVEZ. ROSTRO DE UN PUEBLO OTRA CARA DE LA IDSTORIA LA PAG.10_,1 l 1\. C \J ADIU ~ A.1'\Rl"~LAS CAMPAÑAS DE CHÁVEZ: PUEBLO, IDSTORIA, LLANO, SOCIALISMO Y JUVENTUD USSB-2012) PAG.34J[OSMAN Hl:J \NANDEZ PAG.54] LOS OJOS DE CHÁVEZ [ RODRICO NAVARRETF MEfy'IORIA VISUAL EN LA PISTA ARTES Y CULTURAS URBANAS POIJTICAS DE CARACAS USSB-2013) r PÁG.76 ] Jr ;;iJ UDNARIJO bUAGLú PÁG.114] PAGJ.40] [ J {) "EL QUE TENGA OJOS QUE VEA" EL AUDIOVISUAL EN LOS TIEMPOS DE CHÁVEZ GIULl./\NO SALVATOREY MARí: Vl! .1.A FOTOGRAFIAR A UN L1DER TRES TESTIMONIOS [ f'l'l lSVTf>.c'7AIEZY~ ~ MAnnuufü<AJEZ - PRESENfACIÓN E l gobierno revolucionario de la República Bolivariana de Venezuela a través del Ministerio del Poder Popular para la Cultura creó, en 2007, la Fundación Centro Nacional de Historia (CNH), una institución que tiene la misión de garantizar la socializació n de la memoria a partir de la formación, la investigación y la difusión de los procesos históricos que dan cuenta de la construcción colectiva de la nación venezolana. En este sentido, a un año de la muerte física de Hugo Rafael Chávez Frías, hemos querido brindar a las venezolanas y venezolanos Rostros y rastros de un lfder. Hugo Chávez: memoría de un pueblo, que recoge una selección representativa de la iconografía realizada desde y sobre la revolución bolivariana, lo que involucra singularmente a su máximo guía. Así, este libro es el resultado de una investigación que ha indagado en la amplia memoria visual de un proceso rico. complejo, por el cual aún transitamos. Este incluye imágenes elocuentes de las diversas formas como Chávez, irreversiblemente, se fue consustanciando con su pueblo, en un ciclo vital donde se instaura. a su vez, la refundación de la nueva república. En este ciclo se hizo decisiva la lucha política, ideológica, propagandística. en las victoriosas campañas presidenciales, la expresión popular en los muros de ciudades y pueblos, la prolija avanzada de los renovados medios audiovisuales para enfrentar los discursos arraigados y tradicionalistas, o el testimonio de los fotógrafos que retrataron al Comandante en Venezuela y el mundo. Si de algún modo Rostros y rostros de un lfder... contribuye a revisar mejor el pasado reciente estaremos, aunque sea mfnimamente, siguiendo el legado de Chávez, quien señalaba en el fragor de la lucha: «Estamos haciendo historia, estamos escribiendo páginas que no se borrarán más nunca de la historia venezolana, quedarán eternamente selladas en las páginas de nuestra historia». ARCHIVO G EN ER A l DE LA NACIÓN C E N T R O NACIONAL DE HISTORIA f LOS RODRIGO NAVARRETE L os ojos son el espejo del alma. ¿Suena como cli- ché? Por supuesto que sí. ¿Será verdad? Al menos nuestra tradición occidental parece entenderlo así. Aunque todos los sentidos tienen un papel determinante en nuestra percepción del mundo como individuos en sociedad, una historia cultural de Occídente no puede obviar la primacía que le hemos otorgado a la vista como contacto sensorial. simbólico y emocional con el mundo material y en las relaciones intersubjetivas. A través de los ojos se conoce lo que suponemos la realidad externa y concreta, pero pocas veces nos preguntamos qué es lo 5t1 ROSTROS V RASTROS DF. UN tmER. HUGO C:KAV'E%: Mr\ltlk!.\ !:t" !lll l'!!FfW que se conoce, quién lo conoce y desde dónde se cono· ce. Y esto no escapa a la política. De hecho, ahora parece que los ojos de Chávez reflejan y devuelven su imagen de la nación venezolana hacia dentro y fuera de cada actor social que la porta. Una de las acertadas campañas visuales de las fuerzas políticas de la V República desde los inicios de su producción gráfica ha sido la de los ojos de Chávez impresa sobre franelas rojas y/o multicolores - y otros soportes-. Su poder semiótico, en términos de significación ideológica y emocional multirreferencial y polisémica, ha disparado diversas interpretaciones y tfli,.., ('S~O.<lJ01>f$M ce..·~'" ' ·"' · · 1"~ « ' ~iOJ>l)IW ~sro ll'*os delpre~t! (kl "1,,....,.,.1 <k IO 11(-'f!fOllO. 1S ck o•lltl1Q lle 10 1) (<>•!....\.< dt 1.1 "<lteMl,)\'('f!NOl!-"1,J <le l QC;O:I~, tllllNj e'"""': emociones a partir de una imagen, en principio sencilla, pero que acarrea en la historia simbólica de nuestra so· ciedad occidental periférica una serie de connotaciones caleidoscópicas. Recorriendo el itinerario que Foucault ofrece en su texto ¿Qué es un autor?, podríamos suponer que Chávez nos mira desde la imagen como una autoridad que le otorgamos ética y moralmente, ya que tiene autorización consensual por un amplio sector de la sociedad que lo respalda porque tiene una innegable autoría sobre el proceso político venezolano del siglo XXI y se reconoce como el autor principal de este inusitado avance político en Venezuela y América Latina, así como el principal ador que ha motorizado estos revolucionarios cambios y, por tanto. es un protagonista. Requiere y merece, entonces, porque nosotros lo necesitamos, mi rarnos desde cada rincón del entorno urbano o rural que habitamos. Chávez, así, es un ser social, un hombre que se dedicó y sacrificó por et bien de su pueblo y su nación, por el de todos aquellos subordinados. Aunque su abrumadora presenci a nos hace olvid ar sus antecedentes. esta imagen deriva de una previa u.w,.,..,.,nt 11rn11u:. Ma.111r1•1. lv•"""1<N 11.4(,1,.,.. ~il ... ('11· 1......... ,.1otWOS~ (tl~ ltcfo• ......~ (ltltt. .,...._A l l f u - A ~ p R!:l"'f'"'· 0. _.,. .ioW'J l.i H.-· ~n lf'~dr ¡t.,.. l. N.:No1. R..~ ~ " ¡ '" i 'º iº i: '· ¡: ~¡:· '~°"§= ¡1ñ= =;:~ presentación similar de los ojos del Che, y también de Bolívar que. aunque fueron menos abundantes y las te nemos menos presentes en nuestra memoria colectiva, formaron parte del Imaginario histórico y polfllco del venezolano por largo tiempo. Y no de cualquier Imaginario, sino precisamente de aquellos sectores progresistas y de Izquierda que hicieron de la distribución de estas imá· genes símbolos de conciencia socialista, de revolución y cambio. Asf, del Che a Bolívar, Chávez se toma en otro ícono que penetra las emociones e ideales de cualquier individuo e indaga en lo más profundo de su ser. ;¡ -~ :-.;= ~ ., - El origen del dlJttlo de lo1 olos. la Idea SU1'8C en plena lí * campana electo1JI de 201 "1, por iniciativa de José Mlguel España, uno de tos lntcg1uotei; del Comando Caíclbobo. La utllliadón de los ojos de Ch.\vcl fu~ un l!x.ito emblemático, ya que las perc;ona5 se apropiaron dt- l.1 lm,1gen al coentitse identificados con un líder quP lM rno~te1b, et futuro dPI país bajo su resguardo. Antto ~to. t:I Ol'ft'f\o tuvo una reprodvccióo ac~lf!rd en diver505 productos c.im6a:S., gorras., zarcil'°5.. afidi-es. -:===-="'-paooutas, pulRfM, ""1• ooos. rlo'•1utG~ t\'<'ll't.'ll('l'dn dt'~"<· ('"'"'<'tt ~e'!? c~·.u . )1 . ~t1\'I o""" (l>(h·tJ. "'u')'tru o><,;¡n P<lf IO St911•cJ<1•ts lftlPl'\·'.11ft111t "'°' m¡'u .•11 .•tO.ll<'<Oc,,,.. .tf~,Q <ltO<lt<'lb>tdl' 2012 Coti~ e<> r.-. '·"' EL OJO RELIGIOSO Abordaremos ahora el contexto vivencial más primario, directo e íntimo de los individuos: el hogar. Aunque no necesariamente todas las familias pueden, deben o quie· ren responder al hegemónico sentido de la familia nu· clear-madre, padre, hijos y/o hijas-. nuestro reglamento de género supone su necesidad histórica y simbólica. Así, ya sea a través de la figura de un padre biológico, legal o simbólico. se supone que entre las funciones del hombre de familia están las de proveer. vigilar y proteger. Implica una fuerza que canaliza y ad1ninistra los medios de subsistencia y convivencia en un contexto colectivo que, aunque autárquico, debe establecer convenientes relaciones con otras unidades similares para su eficaz funcionamiento, así como regularse internamente. Sin negar el sentido de autoridad y poder implícito en esta noción -la cual no pretendemos naturalizar ni universali· zar sino cuestionar como noción profundamente arraiga· da a nuestras relaciones sociales-, esa figura protectora también asume estos roles debido a la relación emociona! que mantiene con otros. Precisamente como Chávez, porque te quiere. debe mantener control y una mirada {1>1llól!><lt1 "'"""""· i.., 1{ilf.J<.! }UI), l""'l>•P. "iU ltllf<i,;i(I ¡,.~tlfOm•>(oC<N! •• l"º\1'1·1100 v ••STRos DE"" LillER woo CHAvu, • ~c- :- 1 .... w-•••'* .. .. ~CHolwc-. -~ . . lt1J . . ~. ...........-~ "--"--.-...o.a... ----.-.llBilllft'1.,nll'!l:lft,. ... 11'-ll......i.,_ dY"ll:iii . . . lllifllQdA . . ..,., .,..,,,,....,.....,, ............. . . . . Ge 11 llO '.il llllp..t.-poi"' ~b:il. ....... ,\ll(lfll <n<U 0"<'1.fl(~,C <lo> ~,;.l<V1tid (v...::..~. 14 d C<Vle'>'>l <:e f~etor pOi le> ~<1.t "<l~; ,. ,_.o ~ . e1:1mp<1llO 4tl Pf'""Ó<itl>.'t. J!}I } '°" "'t:>c•<~m <(111 ~ ..,,,,._......i 111>11t11• f."»~• "'64•d d <'OP<'" '> 'fl"N~ ( ll<l"t'T l1,t.-idof~ vigilante y responsable sobre tas dinámicas internas y externas de ta familia, en nuestro caso la nación. El cuidado de la soberanía, ta prevención de abusos, ta precaución al elegir una opción y la sabiduría para llevar a cabo un proyecto dependen en gran medida de sus decisiones y se asumen al menos como su responsabilidad. Obviamente, esta simbología se traduce a otros es· pacios de poder. Uno de tos más obvios es el Estado el cual, mediante ta tutela óptica y liderazgo del presidente, vigila y castiga a quienes entre todos los ciudadanos amenazan ta estructura estatal por neglígencia, abuso de 60 ! ROSTROS Y RASTROS DE UN L!DER. HVOO CKÁVllZ> "L .> autoridad, mal uso de los recur sos nacionales o enriquecimiento ilícito. Al igual, en et plano internacional. et presidente debe vigilar y defender tos intereses de ta nación ante cualquier amena.za extranjera, en nuestro caso con frecuencia imperialista. Por el bien público, una vez más, los ojos de Chávez vigilan ta eficaz implementación de las políticas del Estado necesarias para garantizar que se respeten y mantengan las prácticas y discursos necesa· rios para continuar con el proceso y los cambios. Entre otra de sus múltiples lecturas, una de las más presentes en la historia cultural venezolana es ta reli- M.&cl>t!<kip'T"~ ff<Njt. < ~t'"!1.i< uf. 1r~·a .. r;.i11lq11tl lon:..:1, A"" dt i1<•4""oi!"lllri6n oHp1<~.itl(>, !Odt t''>ffOde 101 )_ C.oltffi¡ d<!o li'('nNOl.!<";:i <lc"IO~(i.1'V\ o\411U'l<iil # T YOSOV CHAVEi • giosa. Desde los orígenes de la religión judeocristiana la figura del ojo de dios que te vigila desde el cielo ha representado una constante. Todo lo malo y lo bueno lo ve. desde una ética personal hasta una moral colectiva. Sin embargo, no es solo ta religión cristiana la que sos· tiene esta imagen como principio organizador del mun· do. En la religión musulmana, aun cuando Alá no se puede representar físicamente, siempre nos está vien# do desde las alturas, y se representa en una serie de ac~ cesorios y artefactos que se colocan sobre el cuerpo o en los espacios privados -casas. tiendas- pata que no~ ~ acompañe, protei<.J y vigile. De la misma manera. dentro de algunas prácticas espiritistas de origen africano en América, llamadas santería en Venezuela, una figura de un ojo en un lugar estratégico -por ejemplo, tras la puerta principal de la casa- es un signo de advertencia para quien llega. que es leído como: ¡ojo, te estoy vlen· do! No es casual que el vínculo simbólico de Chávez con las religiones fue en principio establecido por el mismo al mantener consigo un rosario y por los recurrentes ru· mores sobre su filiación con la iglesia evangélica, con la religión santera venezolana y cubana y hasta con la mu ~t a por !íU Htrech;i relación con naciones de! Med1 Oriente y la amplia partícipación en su gobier· "º de dirigentes descendientes de inmigrantes sinos o 1baneses- Con sus distintas versiones pareciera que todos estos sistemas de creencias oran: •Chávez ~ueostr q1..e estás en los e elos. santificado sea tu cns se repartian estampitas con una foto muy 1nt1m1s1a de (hóvez y el texto Hugo Chóvez Frías. Redentor de tos pobres de Latinoamérica. idénticas a las rehg1osas y que en su rever"io tiene una oración que reza. o bre .•. Días despues de su muerte se realizaban "er('mon1as religiosas de tas más diversas alrededor del mundo. 1i11lf"S dE" per!>onas desfilaron por semanas :.nt<' su fi'retro, 1€\nlrt~ su imagen se incorporaba a los altarrs f'spirit1s1as dP Sorte y en el centro de Cara· Creo en Cháve1. Padre creador de futuro, Hijo del puPblo de Bolívar. De Manuela y de Zamora. DefMsor y hacedor de la Patria Socialista. Espíritu justiciero y libertario. Creo fon Chtlvrz como et Cristo de tos pobres. El guerrrro del amor. Prócer de ta nueva independencia. Ángt>l que baj6 a estas tierras. A estos mares, a estos vientos. Creo en Chávez en comunión Con !odas las religiones Creo en Chávez en comunión Con todos'º' pueblos de Dios. Creo en su mano milagrosa. amiga y socialista. fn su verbo santo que cura los Males de los pobres. Creo en Cháve1 y el milagro De ''uestra P;itria Grande. Por su c;acrificio, hoy es viento sabanero protector eterno. Y nue~tro Somos eon él. Todos somos Chávez. Creo en Chavez como hermano. tl ts m1 Comandante. ~ Yyo tamb1~n soy Chávez. Y tengo el pader de amor par la Palrra. Por el pr6¡1mo. Creo en (hávez. creo en el pueblo, Creo en Dios Todopaderoso. YRA!O RQSDl'UN1J .HU60CKAVE%: .... El OJO DEL CORAZÓN Afirmamos q ue más que verlos soto como expresiones materiales de aparatos ideológicos de represión, su plas· ticidad semiótica ha permitido -o al menos debería- tornar estos ojos hacia los significados que suponen identidad, intimidad, confianza y responsabilidad individual y colectiva ante los nuevos valores parliclpativos y comunitarios que debemos defender con mirada serena pero siempre reflexiva y autocrítica. co1no lo proclan1ó Hugo Chávez. Por un lado, ya que la mayoria de la población nacional comparte su visión -en el sentido de mir<ida también-, debe ser protegida visiblemente por todos y cada uno de nosotros. Sus oj os mandan y, en mí, son la mirada atenta sobre las prácticas y d iscursos cotidianos que propician el buen desarrollo y aplicación de las medi · das y organizaciones necesarias para garantizar la participación individual y comunitaria en el proyecto político. Una nueva ética debe ser protegida y vigilada. Aquí radica otro crucial mecanismo de su efectividad simbólica. La representación de Chávez como l íder du· ranle su gobierno. tanto a parti r de sus mismas actua· ciones en el ramoso programa televi sivo Aló Presidente, Micvet G.ln:1 cll(Xlf.'14> n'..<W'Nicl•bÓ"61>Jt;.«I~rMá . Pt1Qi(do)f'~ tfS<>."'lzoOMCQ~J tn.Vi~ · IO<h• --.:>di' ;>(11_1. l"'~ \l..!.\'tn1~"iO<l> PDO..i l'opu\# i»•~ h1 lnfOl'...,(•<lt' Comun!(llUOn (Mln(I> 1 "'~ v 6Q OST O YRA Dt UN Um:R RUGO CRAvEz: • /j dO' abt.d ~ ><19;;, tc..,d¡a dO' /Q '"n)IU(i611 (O'"'O. lffl.C.01h1..:..Coh•Uili"lib<'IX (lihlio!"'-l H~'1olni d1< /ti~' (iol~ ""'°"'""¡,;¡· ~f'O), ... MIERCOLES 8 DE ABRIL DE 1992 A DOS MESES DEL 4 DE FEBRERO, Y A TRES AÑOS DEL 27 .;. Cl"lEEMOS EN NUESTRO PUEBLO 8ATALLADOR. EN LA IRRESIS1'1Bl.E FUERZA DE LA VERDAD Y EN LA (.."'01\'QUISTA OE UNA TOTAi. Y PARTICIPATIVA Of;~10CRAI: "Crea en ll, pl)C_blo de Wnc111el1, que dtsob,,««i. dfa 1r-..s dha a IM vri 1• ~s ~ 0011 •"Qbtcman. •ereo en IV f\acna de de$tNC'Ción y i:-rcadón p11ro1 utven11r n1.tevos rumbos. deJ lwnbtt y la mis...-rMI . • Creo en la vinud de 1u vida, 11 ~r .. Cid> en 1u A.$8.mbleu PopilarcJ q11e se vieocn hlletcn«> en tu $t. no. pan impulw la& e<>nquistas de las JNyorfu eiemanlente n:le· ...... q~. ÓCSP'JéS de intensoi debate-$. hads resp:11 r 1us deds:io· •~ nes. por encima de vtc.jos o auevot usrpadt ~ de tu poder mador. mts que nunca, en la impon•l'.IC'ia de 1us cacerolas: en • ~hoy tu ronnas 01pt1iutivas ~ UUtM.S y en t11 protagonismo, tan lm. po11ante en 11 hora lld\Lal. ¡ABAJO CUV TODOS LOS PODERES PUBLICOSI ¡EL PARO 1:'.$ A(.."TIVOl ¡VlVAN LAS ASAMBLEAS POPULARES! HACIA LA ASAMBLEA NACIONAL POPVLU- Croo tn la molucl6n. Este rolleto muestra el credo de la revolución después del 4 de febrero de 1992. A su vez, lnc.orpora elementos rellglo.sos pe re descrlbtr un proceso revoluclonaric>, aspecto similar a la oración c.reada para Chlivez después de su muerte pero resaltando su tmbaJo. como por la propia interpretación de su papel como parte del pueblo, lo convertían en un líder excepcional en cuyas manos se colocaba gran parte de la responsabilidad del éxito del idearlo del proceso revolucionario. Desde la< más globales decisiones en el ámbito internacional hasta las más inmediatas necesidades de una comunidad Pn particular. el espíritu participativo y protagónico de su gobierno promovía acciones e imágenes de contac.to di· recto con el presidente para cualquier ciudadano, lo que suponía una gran responsabilidad en sus manos. En este sentido, la idea consistía en que el propio Chávez debía, BB ! ROSTROS V RASTllOS DF. UN e.IDEA. HUGO OHJ1'1E2:, ""' fil< "'" e y efectivamente así era, estar pendiente de todo lo que concernía a la nación y a cada uno de sus c.iudadanos. Sus ojos en el pecho de nosotros. en las paredes de la ciudad, en tas vallas publicitari<Js, en los anuncios de prensa, en los techos de los edificios, reiteran permanentemente estc.l responsabilidad asumida por el líder y garantizan su supervisión y vigilancia de las acciones cotidianas para un buen socialismo. Ese <<ojo, te estoy viendo>>. De hecho. desde una percepción del cuerpo no solo como fisiología individual sino como entidad social. podríamos decir que su ubicación en una indumentaria que se porta en el cuerpo nos convierte en transmisores ambulantes de este mensaje desde una corporalidad re· flexiva mente asumida, una suerte de in·corporación, es decir, exhibir con intención sobre y dentro de la geogra· rra corporal nues1ra posición ante el mundo. Más aún, su ubicación sobre una zona sensiblemente visible de nuestra anatomía y simbólicamente muy significativa, como el pecho, receptáculo del corazón y pulmones -aire y sangre vital- proclama que es necesario meterte el pecho a la lucha y que el corazón de la patria está en mi, está en Chávez. ~ O ai~8 CHÁVEZ Ahora, al incorporar la mirada de Ch<ivez mediante las fra. nelas sobre nuestro cuerpo físico y social se produce un necesario movimiento identitario, ya que la ecuación de ccyo soy yo» y mi aspecto y agregados externos definen lo que quiero ser o cómo quiero ser visto en sociedad, en este caso implica una figura pública con ta cual sentimos una Identificación inmediata. Como en cualquier ecuación lógica transitiva, la identidad en la circunstancia del uso de dicha prenda de vestir enuncia que yo soy Chávez y, M«> .~ I lhJ1.a. (,,""""1<1 ,w,,..1_,•., <Mlp• ot'l . ~ f • tt.,"}.,, Cll1i>..,. o dlt ...:ir~d,¡ XI I )_ Cl~ i il<k l l.\>f!i>!1t1i1> d ltM~ l))•'i 111 worno.u;"6nvCom1111luü!ln (Ninü) (1, ;:,:;i<. "~:>.iloaf • en consecuencia, Chávez soy yo. De la misma manera, la transmisión de los valores chavistas a nuestro cuerpo con· dlclonan que si el líder tiene el poder, ahora yo también tengo poder. Refiriéndonos a Foucault una vez más, el poder se diluye e interactúa desde las esferas de poder que toman decisiones por el colectivo hasta el poder de actuar y activar decisiones y mecanismos que pueden y deben te- ner cada individuo y colectivo en una sociedad participati· va. Yo puedo es empoderamiento. Es así como no todos usan esa franela y no en todas las oportunidades. Es bueno que te vean con ella como una 6 9 IROSTROS V HASTROS DE UN LIDER. HUGD CHÁVEZ'1 u ;•' "Wif "ª ' declaración política, con un signo de confianza. como una intemalización de aquella autoridad con ta que por prime~ ra vez has tenido una sensación de empatía. Sus ojos es· tán en mf porque es mi padre, mi amigo, mi presidente, aquel que defendió incansablemente mis derechos hasta su muerte y seguirá siendo el icono del proyecto de sociedad justa de todos los vene1olanos. En este sentido, como político, los ojos de Chávez tam- bién representan su carácter de político visionarjo -y nó· tese una vez más el énfasis en la poética visual-, como el único líder que pudo concebir una serie de ideales, est r a~ :io'<;¡u..S0'<'Sd"1("1l"1folS/C. <'~IM1.",¡ 111 d" .....,,,..,.,. .'M ~. M~p G~¡"tnibl '30<>Ml(!n.:~po«•U ó~<HC Ol (l_~!'>.1 tegias, negociaciones, instituciones y normativas que permitieron abrir un camino hacia una Venezuela más justa e igualitaria, más autónoma y antiimperialista, más solidaña y guiada por el amor y el respeto. Estos ideales incluso tras· tendieron los límites de nuestra nación y formaron una nue· va identidad ética y política para la mayoría de los pueblos suramericanos y gran parte del mundo. Visionario, enton· ces, por la capacidad que tuvo para entender y abrir ante los ojos del mundo una realidad que ocultaba el dominio del sistema imperialista y develar, mediante esta visión, tas estructuras dominantes para retanas con y para el pueblo. (i1pH11Clli1. ~l'<!(1n•h (1.,")~ e.e........,., 11" C.-p<i•~ <l~ Hu KV 0-.lvU ¡;.u.l l.i• 1(117. 1rnp11li.l>llOO(" ....,.,,,...,.n,.,., e°Ald'Jll(lit-:. V ;,1~'S ¡¡11),,1110!-. 'º""!"'· ! !,)!l<l!tt (-l/110'11111 p~ldcnt"1 .:os 0,01 dt e~ dt 2011. CO!lttlll ótl Ald'tlYO AJ(l)0\>!~1 "" ~ 70 &<W«« ll Ho<IOl\lll de ~ct ...('111 LOS OJOS POP ficantes asociados a esta mirada directa. los ojos del re· Por otro lado, en la historia del arte occidental la mirada tratado te observan, te interrogan, te increpan, dialogan directa desde el retrato ha sido una constante. Viéndolo desde la perspectiva de las atribuciones de género, esta interacción del personaje representado con el observador ha sido especial mente un privilegio mascutino asociado con la virilidad y la capacidad de actuar. Mientras, las mujeres históricamente han tendido a representarse es· quivando o bajando la mirada en situación de sumisión, aceptación o vulnerabilidad ante un potencial hombre observador. Pero, a su vez, debido a tos múltiples signi- contigo en un constante intercambio de significados entre el contexto del cuadro y el agente social que lo ve. Así, no soto es que te ven sino que te invitan a reflexionar sobre tu entorno y a co1npartir una visión del mundo. Aún más en una idiosincrasia como la venezolana en la que el acto de miramos directamente a tos ojos cuando hablamos supone confianza y transparencia y, con frecuencia, exigimos mirarnos a los ojos para demostrar atención y seguimien to: «¡Mírame a los ojos cuando te estoy hablando!». 1ROSTROS V RASTROS DE UN LÚlER. HUBO CHAvl!Z. Mn w ,\ ,, 4 Ml-'-=--C-.urdllos...".1..1..._, de Ch.lw>z l\Je empleada.., la -.C:Kln de vilf1oS productos quf H>an desde camisaS hasta iarc:iUos. una m~ra del impacto ,:!! su.,,,....., en la pobladón ~ En otra de sus versiones. los ojos de Cháve1 son representados en un mosaico que recuerda la estéti ca de uno de los más influyentes artistas del arte pop global, Andy Warhol, quien realizaba retratos seriados de celebridades en múltiples combinaciones dP colo· res. Esta idea luego se trasladó a las franelas que, a pesar de mantener el predominio del blanco y negro sobre rojo, dC'bido a las asociaciones políticas de estos colores con la revolución, comenzó a ofre<N colores y combinaciones para todos los gustos. unn suerte de podría rep~nta la caleidoscopio que suponem~ ---------------------------------------------------------------- - '-1~!Ql)(>" "'· O;!osd('C/l"u~ .'la••·u ( f'nffl7J(/f' ~lt<MIQ,. fl~'ií1o c1..1 lOdtOU1t!HOdt XII). Ú>th<•M d"""l'180 tlO!I'~ 72 ,ROSTROS V RASTROS DE UN UDER KUGO CHAVE:o 1.in 'ji Jl pluralidad y multlvocalldad característica del proce· so histórico vene1olano y. especialmente. el respeto y hasta la promoción de la diferencia y la diversidad como ideales revolucionarios. Y ahora que Chávez ha desaparecido físicamente pareciera que nos viera desde cada mural en una pared, cada franela en un ciudadano, cada calcomanía en un carro, cada afiche en una oficina. Sus ojos están y seguirán con nosotros, cuidándonos, vigilándonos y protegiéndonos desde su eterna Imagen. Un Chávez omnipresente y omnipotente que nos sigue recordando nuestro compromiso con la Igualdad y la Justicia. Visionario. Autoridad. Paternalismo. Protección. Dios. Identidad. Amor. Estado. Trascendencia. Miies de significados parecen agolparse progresivamente sobre un sencillo pero denso diseño. Chávez, tu mirada no cambia, observa y refleja cada nue· va circunstancia de la historia. Tus reconfiguraciones han traspasado incluso los límites cronológicos y se han adaptado a nuevos contextos. De hecho, pareces haber ya trascendido los límites del recuerdo Inmediato y personal de eventos para imprimir· te en La memoria colectiva y conformarte en un elemento identitario que formará parte de una herencia cultural más permanente y trascendente. Por ejemplo, en algunos ámbitos, según una lectura Iconográfica muy preliminar y quizás superficial, se ha querido afirmar que el nuevo rostro de Bolívar pareciera tener los ojos de Chávez. Por otro lado, en la portada de un diario nacional, días después de la contienda electoral de abril de 2013. se presentaban dos imágenes idénticas de los ojos de Nicólas Maduro y Henrique Capriles Radonski, como si se desafiaran mu~ tu amente con la mirada. La historia de la lucha continúa, parece decirnos en Imágenes esta nueva versión. bf'Ot'""' <n11........ ¡,.,,.....,,..,,. '""'""'• (~m1><n" l""..;.¡,.,,.;,.1do 1()11 ( n,....,;,.,,.. T•in<I••" Cntil!h-~. '-il!!llO (IUl/oro, &lü>1U;txJnd#-I0~'!<MWf CO<t~¡ 7't ¡-~ OSTR V RASTROS DE UN LIDER. HOOO CHA.VEZ: MU.« ttL\tfl • 1 {1)11'1'Uptl.:ldO). (l 'hk C.:ir~c!o dtl Coma.o'lek> Ct.1~ ;•lJl'.fltn Xll l . Gobierno Bolivariano de Venezuela 1 p