ANUARIO DE BIOÉTICA Y DERECHOS
HUMANOS
DIRECTOR: EDUARDO LUIS TINANT
2023
Anuario de Bioética y Derechos Humanos 2023 / Eduardo Luis Tinant ... [et al.]. 1a ed volumen combinado. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2023.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-631-00-1924-6
1. Bioética. 2. Derechos Humanos. I. Tinant, Eduardo Luis.
CDD 341.4802
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solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares.
Anuario de Bioética y Derechos Humanos – 2023 – IIDH-América
Mystanasia: hacia un futuro más digno
Por: Hildeliza Lacerda Tinoco Boechat Cabral51
Resumen: En Brasil, la Mystanasia crece exponencialmente y a cada año aumentan las muertes
indignas y miserables. Son muchas las causas que conducen a esta realidad, y la precariedad de la
salud pública es el aspecto que merece mayor atención, ya que podemos vislumbrar un futuro mejor
si se adoptan medidas serias y se aplican políticas públicas capaces de ofrecer una atención sanitaria
de calidad y protección frente a la vulnerabilidad de las personas que dependen de la atención de
salud del SUS. Para eso, indicamos algunos caminos hacia la mejora de la salud pública para
minimizar las muertes derivadas de la Mystanasia.
Palabras-clave: Mystanasia; Vulnerabilidad; Muerte indigna; Caminos.
Abstract: In Brazil, mistanasia grows exponentially, and every year, the number of unworthy and
miserable deaths increases. There are many causes that lead to this reality, with the precariousness of
public health being the aspect that deserves the most attention, we can envision a better future if
serious measures and public policy innovations capable of offering quality health care and protecting
vulnerabilities are implemented to people who depend on health care from the SUS. For that purpose,
we indicate some ways to improve public health in order to minimize deaths resulting from
mistanasia.
Doctorado y Magíster en Cognición y Lenguaje (Uenf). Práctica postdoctoral en Derecho Civil y Procesal Civil (Ufes) realizada.
Miembro de la Sociedad Brasileña de Bioética (SBB) y del consejo directivo de SB-Rio. Miembro de la Asociación Argentina de
Bioética Jurídica (La Plata, Argentina). Miembro del Instituto Brasileño de Estudios de Responsabilidad Civil (IBERC). Coordinador
del Grupo de Estudio e Investigación en Bioética y Dignidad Humana (GEPBIDH). Miembro del Instituto Brasileño de Derecho de
Familia (IBDFAM). Investigador. Extensionista. Asesor de CI y TCC. Docente de las Carreras de Derecho y Medicina. Correo
electrónico:
[email protected]. Lattes: http://lattes.cnpq.br/3000681744460902.
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Keywords: Mistanasia; vulnerability; indignant death; Ways.
Resumo: No Brasil, a Mistanásia cresce de forma exponencial e a cada ano, aumentam as mortes
indignas e miseráveis. Muitas são as causas que levam a essa realidade, sendo a precarização da saúde
pública o aspecto que merece maior atenção, pois podemos vislumbrar um futuro melhor se forem
adotadas sérias medidas e implementadas políticas públicas capazes de oferecer atendimento de saúde
de qualidade e proteção à vulnerabilidade das pessoas que dependem do atendimento de saúde pelo
SUS. Para isso, indicamos alguns caminhos rumo à melhoria da saúde pública visando minimizar as
mortes decorrentes da Mistanásia.
Palavras-chave: Mistanásia; Vulnerabilidade; Morte indigna; Caminhos.
Introducción
La población pobre de Brasil muere mal, bajo
intensos dolores, en condiciones adversas, en un
contexto precario, sin comodidades materiales,
morales y espirituales. Quizás por eso la gente teme
tanto el momento en el que tendrán que afrontar la
muerte, ya que ésta llegará inexorablemente. En este
ambiente absolutamente desfavorable para el
cumplimiento del principio de la dignidad humana,
tanto en la vida como en los momentos finales,
comencé investigaciones y estudios acerca de
Mystanasia. Pronto me di cuenta de que el fenómeno
ha adquirido proporciones preocupantes, ya que cada
día crece el número de personas vulnerables,
expuestas a todo tipo de riesgos, a causa de la
violencia urbana, del tráfico, víctimas de la
delincuencia, con graves dificultades para acceder a
la asistencia sanitaria pública: hechos que causan la
muerte de una gran parte de la población que muere
en condiciones infrahumanas en Brasil. Este
fenómeno también incluye a las personas que, a pesar
de poder acceder a la atención sanitaria, mueren por
negligencia, error médico, falta de equipamiento y
apoyo vital en los hospitales. Además de estas
personas, un número importante que agoniza sin
acceso a los centros de salud son los que viven en las
calles, los abandonados a su suerte debido al hambre,
la pobreza, las malas condiciones de vida y de salud.
Estas personas (sobre)viven al margen de la sociedad.
Además de las situaciones ya mencionadas,
investigando en el sitio web de Tribunales de los
Estados encontré 50 sentencias de las cuales
seleccioné 15 que reconocen la obligación por parte
de la entidad pública de reparar los daños resultantes
de muertes mystanasicas en varios hospitales
públicos de Brasil. En las sentencias, aunque ausente
la expresión Mystanasia, la descripción de los casos
concretos caracteriza la muerte miserable de personas
vulnerables. Ante la ocurrencia de tantas muertes
mystanasicas, destacamos la importancia y urgencia
de buscar formas de minimizar este tipo de muerte y
la consecuente adopción de políticas públicas
capaces de transformar el escenario de hambre,
pobreza, violencia y precariedad de la salud
brasileña. a pesar de las elevadas cifras de inversión
del Gobierno Federal en el Sistema Único de Salud
(SUS). Sabemos que estas inversiones son enormes,
ya que en una breve consulta al Portal de
Transparencia de la Contraloría General de la Unión
encontramos el valor de R$ 136,41 mil millones
como gasto total ejecutado para el área de actividad
de salud en el año 2022 (Portal de Transparencia,
2022). Los montos gastados son elevados, sin
embargo, aún falta inversión y racionalización en la
distribución, administración y gestión efectiva de
estos recursos.
Creemos en la posibilidad de rescatar la
dignidad, pero este objetivo sólo podrá lograrse
mediante esfuerzos conjuntos en la búsqueda de
mejores condiciones de vida y salud para las personas
vulnerables, promoviendo cambios estructurales en
la realidad actual. Creemos en la configuración de un
nuevo contexto, a través de la implementación de
acciones transformadoras. Por eso, en líneas
conclusivas, indicamos algunas direcciones hacia
transformaciones que, creemos, son caminos viables
para promover la dignidad de las personas que
dependen de los servicios de salud ofrecidos por el
SUS. Sin embargo, para lograrlo, es necesario la
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unión de diversos sectores de la sociedad, no sólo
medidas adoptadas por el Poder Público, sino que se
implementen reformas impulsadas mediante la
acción conjunta, en corresponsabilidad, de todas las
clases de personas e instituciones. Sólo la acción
conjunta y la conciencia colectiva pueden
transformar esta realidad inhumana.
Mystanasia en Brasil
En un libro reciente sobre el fenómeno de la
Mystanasia, comencé el estudio explicando que a las
personas vulnerables se les niega el derecho a la vida,
que es el derecho básico, el primero, que se
materializa en permitir el ejercicio de cualquier otro:
Este libro pretende despertar a la gran problemática
que subyace a las muertes violentas en condiciones
indignas: son personas a las que se les niega el
derecho a la vida, seres humanos que ni siquiera
han experimentado las condiciones mínimas de
supervivencia, vivieron y murieron fuera de la
dignidad humana, en los sótanos de la sociedad, en
el hampa criminal, en los terribles accidentes que
cobraron innumerables vidas y que podrían haberse
evitado (Cabral, 2023, p. 22).
Se trata de un grupo de personas que además
de haber nacido y crecido en condiciones de pobreza
y abandono, se han acostumbrado a esta dura realidad
y desconocen el concepto y utilidad de la expresión
“mínimo existencial”. “Se trata de vidas marcadas
para morir prematuramente e indignamente, que se
convierten en estadísticas sin siquiera haber
completado los ciclos de la existencia humana:
pasaron por la vida como simples ‘seres vivos’”
(Cabral, 2023, p. 22).
Las investigaciones y estudios que vengo
realizando desde hace más de siete años sobre
Mystanasia me hacen tomar conciencia de un hecho
lamentable, de una situación que es necesario
cambiar, redireccionar y reconstruir: la muerte de
estas personas del estrato vulnerable no molesta a
quienes que disfrutan del confort y el bienestar.
Expliqué (Cabral, 2023) que la Mystanasia no es un
fenómeno exclusivo de la realidad brasileña, sino que
también ocurre en otros países pobres de América
Latina e incluso en Europa, pero, en ese continente,
las condiciones climáticas no favorecen la
supervivencia de las personas. en situaciones de
calle, ya que son incompatibles con la realidad de la
cantidad de este segmento de la población en Brasil.
En este sentido, Pessini et al. (2015, p. 158)
reconocen la importancia de la llamada Bioética
cotidiana, que se refiere a cuestiones cotidianas,
buscando defender la vida física, la calidad de vida y
la dignidad, con el fin de evitar muertes
mystanasicas.
El conocimiento e interpretación de esta
realidad me llevó a conceptualizarla de la siguiente
manera: “La mystanasia es la muerte prematura,
evitable, lenta e indigna de personas socialmente
excluidas, como consecuencia de la banalización de
la vida humana, por diversas causas que van desde
abandono social y enfermedades a otros riesgos
naturales o inducidos a los que están expuestas las
personas vulnerables” (CABRAL, 2020, p. 27). Se
trata de personas que viven pobremente y mueren en
condiciones aún peores, su curso de vida se ve
interrumpido prematuramente, incluso antes de
completar el ciclo vital, como consecuencia de
factores externos, adversos, que les imposibilitan
continuar el curso de su existencia.
Esta masa poblacional forma una capa de
personas invisibles a los ojos de la clase dominante,
personas vulnerables, expuestas a todo tipo de
peligros, ya que “vulnerabilidad” deriva de la
expresión vulnerabilis que, en latín, significa
“exposición a riesgos” (AMATRIAIN, 2017). Pues
bien, los riesgos pueden surgir por diferentes
circunstancias: los naturales se relacionan con
fenómenos naturales que afectan las casas y sus
habitantes, invadiéndolas, techándolas e incluso, en
casos extremos, derribándolas, como es el caso de
inundaciones, vientos, tormentas y similares; Los
riesgos provocados provienen de acciones humanas
como incendios, accidentes nucleares, colapsos de
presas que afectan a miles de personas anualmente.
Además de estos tipos, existen riesgos materiales,
que afectan los bienes y la moral, que dañan a la
propia persona, en su integridad psicofísica,
victimizando a miles de brasileños a través de la
violencia urbana, la falta de atención médica, el
feminicidio, la violencia doméstica y familiar, el
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narcotráfico, personas sin hogar, entre muchas otras
clases de personas expuestas a todo tipo de amenazas,
que son causas suficientes para provocar la muerte de
una gran parte de la población que no tiene los
medios y recursos para protegerse por sí solos. Por
ejemplo, estas son las personas vulnerables, presa
fácil de la Mystanasia que se cobra cientos de miles
de vidas brasileñas cada año.
Pessini (2017) enfatizó el reconocimiento de
la vulnerabilidad, explicando que cuanto mayor es la
vulnerabilidad, mayor deberá ser la protección para
esa persona. De ahí la importancia de adoptar una
atención integral para proteger la dignidad. Así,
rescatar la dignidad y la atención integral de clases
vulnerables, como niños, personas con trastornos
mentales, aquellas con discapacidades, personas
mayores, personas con enfermedades terminales y en
estado vegetativo persistente y aquellas con su
conciencia y libertad mitigadas. Estas personas deben
tener la garantía de una mayor protección. Por ello,
“no podemos olvidar que la vida sigue siendo un
tránsito constante de una vulnerabilidad a otra. El
significado profundo del ser humano es la aceptación
y protección de su vulnerabilidad”, explicó, muy
acertadamente, Leo Pessini (2017, p. 80). Todo
énfasis que se dé a esta situación excepcional de
fragilidad debería servir para advertir a todos los
ciudadanos de que hay muchas personas expuestas a
un peligro constante.
Estado actual de la salud pública brasileña
La población brasileña se ha visto acosada por
diversas situaciones y acontecimientos que la
exponen a diversos tipos de peligros, representando
amenazas a la vida y a la salud, pues además de los
diversos factores sociales, existen otros, como la
precariedad de la salud pública, la falta de seguridad
y otras situaciones que empeoran exponencialmente
la realidad de esta población.
Durante mucho tiempo hemos observado
situaciones en las que las necesidades básicas de los
ciudadanos han sido desatendidas por la
Administración Pública, en diferentes áreas de la
estructura de las entidades federativas (federales,
estatales y municipales), debido a la escasez o
ausencia de inversiones. en políticas públicas
capaces de satisfacer las necesidades básicas de los
ciudadanos, como salud, educación y seguridad
(Cabral, 2020, p. 53).
Los primeros problemas esbozados anteriormente se
refieren a ubicaciones con instalaciones deficientes,
falta de infraestructura como instalación, plomería y
tratamiento de agua, alcantarillado, así como una
educación deficiente y una falta absurda de
seguridad; pero aún hay otra especie que vulnera la
vida y la salud, y es la que atañe al precario sistema
de atención básica de salud: la población no cuenta
con atención de calidad y, a veces, ninguna atención,
lo que conduce a muertes prematuras, indignas y en
malas condiciones. Y lo peor: este no es un fenómeno
reciente, sino una realidad recurrente, que viene
agravando los temas aquí discutidos desde hace
décadas. El pueblo brasileño ha experimentado
importantes pérdidas de salud, restricciones y
situaciones variadas que exponen la vida de la
población a riesgos crecientes. Estas son historias
tristes vividas por diferentes sujetos, cada día:
Historias como ésta [un hombre de 70 años murió
después de siete días de espera en una silla de
hospital en RJ] se repiten todos los días, mientras
Brasil cuenta sus muertes. Ya sea con pacientes que
ingresan en un hospital y esperan el tratamiento
adecuado en una silla de recepción, o con usuarios
que reciben atención en un centro de salud sin
instalaciones para recibir pacientes críticos. La
escasez de camas en Unidades de Cuidados
Intensivos no es nueva en Brasil. Todos somos
capaces de recordar innumerables episodios
pasados donde los tribunales fueron llamados a
obligar al Estado a brindar acceso a camas de
cuidados intensivos a pacientes que recibían esta
indicación médica (Santos et al., 2020, p. 2).
Podemos observar la creciente precariedad de la
salud a partir de algunas reflexiones aquí presentadas,
partiendo del siguiente hecho:
En los últimos diez años, Brasil perdió más de 41
mil camas hospitalarias en el ámbito del Sistema
Único de Salud (SUS). En 2008, el número total de
camas hospitalarias de la red pública era de
344.573. En 2018, el total llegó a 303.185. [...] Los
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datos reportan una caída de camas en 22 estados y
18 capitales. La Región Sudeste presentó la mayor
reducción de camas, con el cierre de casi 21.500 en
ocho años (Laboissière, 2018).
Esta noción está en línea con la fina percepción de
Santos et al. (2020, p.1) al concluir sobre las
inversiones en salud: “En Brasil, invertimos menos
del 4% del PIB en salud pública en los últimos años,
lo que provocó importantes deficiencias en el sistema
de salud y aumentó las desigualdades sociales”. La
realidad en declive de nuestra salud pública, la
precariedad de los hospitales y los problemas de
atención se relacionan con hechos que se vienen
produciendo desde hace muchos años. Tanto es así,
que cuando llegó a Brasil, el Covid-19 ya encontraba
la atención sanitaria en pésimas condiciones, hecho
que nos hizo conscientes de que no sería fácil: la
atención sanitaria, ya colapsada, estaba devastada por
la pandemia. Pero, como la salud pública brasileña
había sido precaria durante décadas, los hospitales se
enfrentaron al nuevo enemigo, en malas condiciones
de equipamiento, funcionando con muchas
limitaciones y dificultades, a pesar de los hospitales
de campaña que fueron construidos de emergencia y
bien equipados, unidades específicas, diseñadas para
atender a las personas infectadas. con el coronavirus,
SARS-CoV-2.
La situación de la Salud Pública en Brasil y los
problemas existentes serían suficientes para
constatar la mystanasia y la urgente necesidad de
actuar. Incluso los propios tribunales dan fe de ello.
Analizamos quince sentencias que confirman la
existencia de Mistanásia. Si bien ninguno de ellos
hizo mención expresa del término Mistanásia, las
hipótesis son evidentes, siendo descritas con gran
claridad y detalle (Cabral, 2020, p. 52).
La tramitación de un proceso judicial es lenta y
pueden pasar varios años antes de que uno de los
tribunales estatales juzgue una apelación. Algunas de
estas acciones obtuvieron sentencia hace más de diez
años y todas fueron interpuestas con base en la
obligación de reparar el daño en situaciones como
error, negligencia de diversa índole: por demora en la
atención se produjo la muerte de la parturienta y del
bebé, dentro de la ambulancia que los trasladó a un
hospital que cuenta con mayores recursos; persona
que falleció sin tratamiento en el patio del centro de
salud, y muchas otras hipótesis; incluso por la
conducta de reutilización de material desechable que
infectó a la persona con el virus VIH. Las menciono
a modo de ejemplo, ya que hay muchas otras
hipótesis. La realidad estampó una enorme cantidad
de sentencias (identifiqué un universo de 50, entre las
cuales seleccioné 15 de diferentes causas de acción
para tener una mejor idea de los diferentes casos
concretos sometidos a discusión por las Cortes, con
sentencia firme). Ante estos hechos, advertimos la
avalancha de situaciones que se suceden cada día,
pues la mayoría no llega a los Tribunales y aún hay
aquellas que ni siquiera son sometidas al análisis del
Poder Judicial.
A las situaciones llevadas al Poder Judicial se
suman las publicadas en los principales diarios,
medios y noticieros de verdaderas tragedias, que más
parecen hechos de ficción, relatando una cantidad
absurda de catástrofes que ya ni siquiera molestan a
la sociedad, como han ocurrido se vuelven tan
comunes y comunes, que ya no escandalizan. Por lo
tanto, la expresión “holocausto silencioso” (Pessini et
al, 2015) solía designar ese inmenso volumen de
personas sacrificadas sin estridencias, invisibles,
inaudibles, sin que resulte en la adopción de medidas
por parte del Poder Público y/o de la sociedad, sin
siquiera causar asombro. Me preocupa la muerte en
condiciones precarias e infrahumanas. Este es un
hecho muy triste, inaceptable, por eso comparto las
palabras de los estudiosos de la Bioética:
“Entendemos como inaceptable que se permita a
individuos morir en agonía sin que se haga nada para
aliviar su sufrimiento” (Santos et al., 2020, pág.3).
Pero la realidad que tenemos es la siguiente:
La mistanasia es un fenómeno recurrente en la
sociedad brasileña proveniente de cuestiones
estructurales, y es cierto que el escenario de muerte
social se opone a la exigencia de cumplimiento de
los deseos constitucionales de respeto y
materialización de los derechos y garantías
fundamentales. Por eso, la confrontación no parece
ser una opción, sino un deber del Poder Público
(Cabral, 2020, p. 61).
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Como ya hemos establecido, la Mystanasia es un
fenómeno de constante ocurrencia, que lesiona la
dignidad de la persona humana, más aún, trasciende
los intereses individuales para alcanzar derechos en
la dimensión colectiva, más amplia y compleja, ya
que afecta a una porción significativa de la población
privada de medios de defensa, por esta misma razón,
se convierte en un asunto de interés social y de
defensa de los derechos humanos así proclamados en
el ámbito de la Bioética Global del siglo XXI y del
Derecho, con graves consecuencias sociales y
morales, que Sin duda interfiere con la reputación de
nuestro país, no sólo a nivel interno, sino a nivel
internacional.
Posibles caminos para minimizar las muertes
mystanasicas
Consonante el expuesto, la Mystanasia es una
realidad indiscutible, actual y recurrente, que necesita
ser conocida en sus causas, estudiada y debatida para
que las personas realicen alguna acción que
promueva mejoras a la vida en sociedad y que el
Poder Público asuma su responsabilidad y adopte
líneas de acción efectivas. mediante la
implementación de políticas públicas, de manera
seria y urgente. Sólo así, a través de acciones
concretas de intervención en todas las causas,
podremos vislumbrar la transformación de esta dura
realidad. En el mismo sentido:
Una muerte miserable pone en duda la dignidad del
individuo y su derecho a vivir y morir sin
sufrimiento adicional. No hay duda de que esta
situación de pandemia acentuará las desigualdades
que ya eran evidentes en nuestro país. Por lo tanto,
los rumbos que tome la iniciativa pública deben
buscar, además de soluciones individuales para
resolver el problema, fortalecer políticas públicas
que aborden las desigualdades, satisfaciendo de
manera más justa las necesidades de la población
para asegurar la atención al derecho básico a la vida
y a la salud de manera efectiva para todos (Santos
et al., 2020. p. 3).
Nos damos cuenta de que cada día, con el aumento
de la población y el progresivo envejecimiento,
crecen las demandas, imponiendo una reformulación
básica en los servicios públicos de salud, cuyas líneas
de acción deben guiarse por las siguientes
perspectivas (Cabral, 2020):
a) Percepción de la necesidad de (re)construir la
forma de pensar y sentir de la sociedad: esta noción
implica información y (re)educación de la población.
La reflexión sobre el derecho a una vida y a una
muerte dignas puede ser el motor de la
transformación social en el sentido de defender los
derechos garantizados por el CF;
b) democratización de las discusiones sobre bioética:
implementarlas en escuelas, universidades, iglesias y
otras instituciones facilitará la comprensión y la
postura frente a la lucha contra la violencia, el
abandono, la pobreza, la corrupción, la
contaminación, el suicidio, el analfabetismo, los
accidentes de tránsito, las masacres, los feminicidios,
el embarazo adolescente, diversos enfermedades y
malas condiciones de atención médica y sanitaria
adecuada;
c) Fortalecer el Sistema Único de Salud (SUS):
comenzando por aumentar la asignación de fondos,
adecuada administración y gestión de los recursos
públicos, implementar la humanización de la
atención, volver a la anamnesis (Porto, 2019) y
contratar
recursos
humanos
especializados;
implementación de un Portal de Transparencia para
establecer una especie de observatorio de la calidad
de la prestación de los servicios de salud,
optimización de la atención, minimización de errores
médicos y otras situaciones que resulten necesarias;
d) Adopción de un nuevo modelo de gestión y
administración de salud y racionalización de fondos:
este aspecto incluye la adquisición de equipos, la
reducción de gastos, la ampliación de estaciones de
servicio, el seguimiento del uso de los fondos
destinados a salud con el objetivo de verificar su
utilización para fines a los que está destinado;
e) Implementación de medidas de protección y
reducción de riesgos;
f) Valorar la humanización de la ciencia y las
relaciones, buscando una sociedad más humana, justa
y solidaria;
g) Convocar a la sociedad a desempeñar su papel
individual y colectivamente, ofreciendo servicio
voluntario, acciones de solidaridad y empatía, a
través de comisiones establecidas en acción conjunta
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Anuario de Bioética y Derechos Humanos – 2023 – IIDH-América
con el Municipio, escuelas, iglesias, hospitales y
otros servicios de atención de salud.
Dado que la Mystanasia mata a un número
significativo de brasileños cada año, esta realidad
debe enfrentarse con pasos firmes y decididos, para
minimizar las muertes por Mystanasia. Sin embargo,
para que este camino tenga éxito, es necesario que
nos unamos en un esfuerzo conjunto: población
vulnerable, sociedad, investigadores, medios de
comunicación imparciales, gobiernos e instituciones:
escuelas, universidades, iglesia, sindicatos de los
estudiantes, asociaciones deportivas, asociaciones de
vecinos, junto con el Pode Público. Sólo mediante
una acción conjunta, impulsada por la
corresponsabilidad, los diferentes sectores de la
sociedad podrán alcanzar el éxito en este objetivo de
cambiar la realidad. Ha llegado el momento de que
todos los pueblos, clases y realidades diferentes, nos
unamos en favor de alcanzar un objetivo común, que
es el bienestar de la sociedad, las unidades federativas
y el Estado Democrático de Derecho.
Conclusiones
Mystanasia expone claramente la situación de las
personas que mueren indignamente y cuyas vidas no
le importan a la sociedad. Se trata de vidas
banalizadas que mueren prematuramente, sin haber
completado las etapas del ciclo vital. Se trata de
personas que viven y mueren al margen de la
sociedad, en un contexto de hambre y pobreza,
víctimas de la falta de una atención sanitaria básica
mínima.
Como dije en la introducción, los fondos
gastados en salud son enormes, pero no llegan a
personas que se encuentran en los extremos
geográficos, en barrios sin infraestructura y
comunidades en grandes centros urbanos. Es
necesario racionalizar los fondos, a través de
acciones de gestión y administración capaces de
priorizar la atención humanizada, en los servicios
básicos de salud, atención pre y neonatal, atención a
la población anciana y a personas con discapacidad,
entre otras necesidades apremiantes.
En este breve estudio, presentamos algunas
direcciones para mejorar la gestión de la salud
pública en la situación actual, sin embargo, sabiendo
que la situación no se resolverá, a menos que se
adopten medidas austeras y efectivas hacia la
adopción e implementación de políticas públicas
capaces de promover una revisión profunda de la
educación y salud ofrecidas a la población pobre, lo
que depende del desempeño positivo del Poder
Público en estos sectores. Como ejemplo,
reafirmamos la necesidad de fortalecer el SUS;
reestructuración de la educación, que incluye la
sensibilización para el desarrollo de programas
sociales; racionalización, nueva gestión y
administración de la salud; Humanización; trabajo
voluntario.
Las medidas dependen, eso sí, de las
Administraciones Públicas, en gran medida, pero no
en su totalidad. Es fundamental que todos
reconozcamos como agentes transformadores,
personas con objetivos comunes en relación con la
sociedad, las familias, personas vulnerables,
entendidas como aquellas que no pueden defenderse
por sí mismas. Las acciones deben ser conjuntas,
compartidas, porque sólo así se promoverán
auténticas reformas, basadas en la unión de los
brasileños, alimentadas por sentimientos verdaderos
como la solidaridad, el respeto y el amor a la vida
humana, la fe y la corresponsabilidad: si cada uno no
asumir la responsabilidad de la parte que le
corresponde, entonces, la dignidad será para siempre
un objetivo a alcanzar.
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