European Journal of Education and Psychology © Eur. j. educ. psychol.
2018, Vol. 11, Nº 2 (Págs. 141-157) e-ISSN 1989-2209 // www.ejep.es
Evaluación de las actitudes e intereses hacia la lectura: validación de
un instrumento para lectores principiantes
Teresa Artola1, Santiago Sastre1 y Jesús María Alvarado2
1
C.U. Villanueva, Universidad Complutense de Madrid (España);
2
Universidad Complutense de Madrid (España)
Se presenta un instrumento de evaluación de las actitudes e intereses lectores destinado a estudiantes
de los primeros cursos de Primaria, que se deriva de la escala elaborada por Meirisuo-Storm y
Soininen (2012). La actitud y la motivación pueden ser dos de las principales razones por las que la
mayoría de los lectores leen: no obstante, a menudo se ha ignorado el importante papel que éstas
desempeñan. El cuestionario evalúa cinco dimensiones: motivación hacia la lectura, intereses lectores,
actitudes hacia la lectura social, percepción de la competencia lectora y motivación hacia el
aprendizaje y el estudio. Se ha llevado a cabo un análisis factorial confirmatorio con una muestra de
1135 estudiantes de 2º de Primaria, con una edad de entre 7 y 8.4 años (media 7.7 y DT=0.99). Dicho
análisis muestra un buen ajuste del modelo de cinco factores a los datos. Asimismo, se han realizado
los estudios de invarianza exigibles para que el instrumento pueda aplicarse en niños y niñas de 2º de
Primaria. Tras eliminar las fuentes de invarianza, el análisis muestra algunas diferencias de género
significativas: las niñas presentan una mayor motivación hacia la lectura y una actitud más positiva
hacia la lectura social, mientras que los niños muestran una mejor percepción de la competencia
lectora. Además, se observan importantes diferencias en los intereses lectores. Se concluye que este
instrumento puede servir de gran ayuda al profesorado para estimar los niveles de actitud y motivación
del alumnado de forma fiable, así como para la evaluación de estudiantes específicos y para la
estimación de los cambios que se producen en las actitudes tras programas de intervención.
Palabras Clave: Actitudes lectoras, intereses lectores, motivación a la lectura, lectura social,
diferencias de género y Educación Primaria.
Reading Attitudes and Interests Questionnaire. This article presents an instrument for the evaluation of
reading attitudes and interests of Spanish students who have just started to read, that derives from the
scale developed by Meirisuo-Storm & Soinien (2012). Attitude and motivation can be one of the main
reasons why most readers read and possibly the main reason why many do not read. The important role
that they play, however, has often been ignored. The questionnaire assesses five dimensions related to
reading: motivation towards reading, reader’s interests, attitudes toward social reading, perception of
reading competence and motivation towards learning or study. A confirmatory factor analysis was
carried out with a sample of 1135 second graders, with an age between 7 and 8.4 years old (median 7.7
and standard derivation=0.99). This analysis shows a good fit of the five factor model to the data. Also
invariance studies have been done to prove that the instrument can be applied without significant
biases to 2nd grade boys and girls. Once the main sources of invariance were eliminated, the analysis
showed some significant sex differences: girls showed greater motivation towards reading and more
positive attitudes toward social reading, while boys showed a better perception of their reading
competence. Also interesting differences in reader’s interests were observed. It is concluded that this
instrument can be useful as it can help teachers estimate levels of attitude and motivation of their
students in a reliable manner, as well as for the evaluation of specific students and for the estimation of
the changes that occur in attitudes following intervention programmes.
Key words: Reading attitude, reading enjoyment, reading interests, reading aloud, gender differences
and Primary Education.
Correspondencia: Santiago Sastre Llorente. Centro Universitario Villanueva. Universidad Complutense
de Madrid. Departamento de Psicopedagogía. C/ Costa Brava, nº 2. C.P.: 28034. Madrid (España).
E-mail:
[email protected]
ARTOLA, SASTRE y ALVARADO. Cuestionario de Actitudes e Intereses Lectores
La actitud hacia la lectura puede definirse como el conjunto de sentimientos
que pueden conducir a las personas a aproximarse o rechazar esta actividad (Cooter y
Alexander, 1984). Los sentimientos positivos o negativos que los niños y las niñas tienen
hacia la lectura están estrechamente relacionados con su éxito en ella y, dado que estas
actitudes se desarrollan en la primera infancia, los primeros años escolares parecen ser
cruciales (Cartwright, Marshall y Wray, 2015; Stutz, Schaffner y Schiefele, 2016),
puesto que las habilidades lectoras van a tener un importante peso en el rendimiento
académico de los estudiantes (Elosua y Gómez-Veiga, 2014). Por todo ello, “es
importante diseñar e implementar programas que fomenten la lectura temprana,
formando hábitos y una motivación para leer en los jóvenes lectores” (Aguilar, Aragón,
Navarro, Delgado y Marchena, 2017, p. 31).
Los resultados de numerosos estudios indican que, en muchos países de la
Unión Europea, las niñas obtienen mejores resultados en su lectura que los niños
(Merisuo-Storm y Soininen, 2012; Stevens, 2011; Villalón, Meirsuo-Storm e
Izquierdo-Magaldi, 2015; Watson, Kehler y Martino, 2010), especialmente en la
comprensión de textos narrativos (Schwartz, 2002), y que estas diferencias pueden
afectar negativamente al rendimiento académico de los chicos (Sadowski, 2010). Para
interpretar estas diferencias se han utilizado diversas hipótesis, entre las que destacan las
posibles discrepancias en las actitudes, la motivación y, fundamentalmente, los intereses,
valores, objetivos y actividades extraacadémicas.
La importancia de la actitud y de la motivación con la que se aborda la lectura
es evidente y la actitud de un estudiante hacia la lectura es uno de los factores que más
influencia tiene sobre su rendimiento lector. No obstante, como indican McKenna y
Kear (1990), la mayor parte de los estudios se han centrado más en evaluar la
comprensión lectora y son escasas las investigaciones que han abordado la relación entre
la competencia lectora y las percepciones y actitudes de los lectores principiantes, en
especial cuando se trata de lectores de países de habla hispana (Villalón, Melero e
Izquierdo-Magaldi, 2014). Merisuo-Storm (2006) constata en sus investigaciones
diferencias en las actitudes hacia la lectura de niños y niñas de entre diez y once años.
Estas diferencias se observan igualmente en edades tempranas, cuando todavía están
iniciándose en la lectura (Graham, Berninger y Abbott, 2012; Marinak y
Gambrell, 2010; Merisuo-Storm y Soininen, 2012). Estos estudios indican que las niñas
disfrutan más de la lectura que los niños; otros (Sadowski, 2010; Sullivan, 2004) señalan
que los chicos, generalmente, leen menos que las chicas, lo que suele afectar a su fluidez
lectora, y que muchos de estos tienden a percibirse como peores lectores que las chicas.
Asimismo, algunos autores hablan de diferencias entre sexos en los intereses lectores
(Artola, Sastre y Barraca, 2017; Boltz, 2007).
Villalón, Melero e Izquierdo-Magaldi (2014, 2016) han llevado a cabo una
investigación similar sobre las actitudes hacia la lectura con estudiantes españoles de los
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ARTOLA, SASTRE y ALVARADO. Cuestionario de Actitudes e Intereses Lectores
dos primeros cursos de Primaria, en los que los estudiantes están todavía aprendiendo a
leer y escribir. Para ello utilizaron una versión adaptada al castellano del cuestionario de
actitudes e intereses lectores elaborado en Finlandia por Merisuo-Storm (2006). En este
estudio se analiza la relación que las actitudes e intereses lectores guardan con la
comprensión lectora y con el sentimiento de competencia como lector de los sujetos. Los
resultados revelan que los niños y niñas españoles muestran una buena actitud e interés
hacia la lectura y se consideran bastante competentes en ella, coincidiendo así con lo
encontrado por Merisuo-Storm y Soininen (2012) con niños finlandeses. No obstante, se
observan algunas diferencias interesantes entre sexos: las niñas presentan una actitud
más positiva hacia la lectura. Estas diferencias de género ya han sido encontradas en
estudios previos en diversas edades y en distintos contextos geográficos
(Artola et al., 2017; Graham, Berninger y Abbott, 2012; Merisuo-Storm, 2006;
Merisuo-Storm y Soininen, 2014; Mullis, Martin, Foy y Drucker, 2011) y parecen
observarse ya desde edades tempranas (Villalón et al., 2014). Por otra parte, varios
estudios apuntan hacia el hecho de que se produce una disminución del interés y la
motivación hacia la lectura a medida que los niños crecen y que los varones empiezan a
perder el interés hacia la lectura en edades tempranas (Merisuo-Storm, 2006;
Pestcher, 2010).
También algunas investigaciones informan de diferencias de género en los
intereses lectores (Chick y Heilman-Houser, 2000; Oakhill y Petrides, 2007). Los niños
suelen elegir un tipo de libros diferente que las niñas (Boltz, 2007; Mohr, 2006): las
niñas suelen preferir narraciones en las que aparecen temas relacionados con la familia y
la amistad; mientras que los chicos habitualmente quieren leer textos más realistas y no
de ficción (deporte, ciencias, historia), así como lecturas de textos informativos breves
(cómics, manuales de cómo hacer cosas, libros con mucha acción o de terror)
(Artola et al., 2017; Merisuo-Storm, 2006; Schwartz, 2002; Sullivan, 2004). Muchos
chicos no muestran interés hacia los libros que suelen encontrarse en las bibliotecas del
aula: habitualmente, el tipo de lecturas que les gusta no se encuentra en ellas.
En definitiva, los estudios revisados sugieren que existen diferencias en los
intereses lectores entre niños y niñas, y que el rendimiento cognitivo de los varones se ve
más afectado que el de las chicas por la actitud y el interés hacia el tema abordado. Las
niñas es más probable que persistan en la lectura que los chicos, incluso aunque el texto
no sea de su interés (Ainley, Hillman y Hidi, 2002). Además, los chicos se ven más
influidos, a la hora de elegir los libros, por las expectativas y los estereotipos de género
que las niñas, en especial cuando se encuentran en público (Chapman, Filipenko,
McTavish, y Saphiro, 2007; Mohr, 2006).
Asimismo, parece que a la mayoría del alumnado no le agrada la lectura en
voz alta, pero esto es así especialmente en los chicos que, incluso aunque sean lectores
competentes, tienden a sentirse avergonzados cuando leen en público
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ARTOLA, SASTRE y ALVARADO. Cuestionario de Actitudes e Intereses Lectores
(Merisuo-Storm, 2006). Finalmente, investigaciones realizadas sobre la motivación y la
actitud hacia la lectura en etapas tempranas (1º y 2º de Primaria) indican que existe una
estrecha relación entre el rendimiento lector y la percepción de la competencia lectora
(Cartwright, Marshall y Wray, 2015).
Todos estos estudios indican que, dada la importancia que la lectura tiene para
el rendimiento en muchas áreas del currículum, parece importante buscar formas de
mejorar la actitud y los intereses lectores. Esto es especialmente relevante en los
varones, desde edades tempranas.
En esta investigación se presentan los resultados de un estudio sobre actitudes
e intereses lectores realizado con estudiantes españoles de 2º de Primaria. Previo a la
exploración de los resultados, se ha llevado a cabo un análisis para descartar la posible
existencia de sesgos o falta de equidad del cuestionario al comparar los grupos. El
cuestionario administrado es una adaptación del utilizado con alumnado finlandés por
Merisuo Storm y Soininen (2012), y con estudiantes españoles por Villalón et al. (2014),
si bien en estos estudios previos no se analizó la estructura factorial del cuestionario ni la
adecuación de la medida a los distintos grupos sometidos a comparación. En esta
investigación se incluye, además, una nueva variable relacionada con la actitud hacia el
aprendizaje y el estudio.
El objetivo primordial de esta investigación es realizar una validación del
instrumento, identificando en primer lugar la estructura factorial del mismo y, una vez
establecida, realizar los estudios de invarianza exigibles para que el instrumento pueda
aplicarse a estudiantes de 2º de Primaria. En concreto, se pondrán a prueba los modelos
de invarianza de configuración, métrica, escalar y estricta: una vez que se concluye que
la estructura factorial del constructo es igual en ambos grupos (invarianza de
configuración), el primer nivel de invarianza es la métrica en la que se exige que los
pesos factoriales sean iguales en ambos grupos (invarianza débil), esto es, que la medida
de los distintos ítems sea igual de discriminante para ambos grupos. Un nivel de
invarianza superior es el de invarianza escalar, en la que además de los niveles de
invarianza anteriores, se exigen iguales interceptos para los distintos ítems. Esta varianza
se denomina como fuerte, ya que una vez alcanzada son legítimas las comparaciones
entre sujetos de los distintos grupos, ya que se asegura que las puntuaciones de los
sujetos, independientemente del grupo, serán iguales para niveles equivalentes en la
variable latente. El mayor nivel de invarianza se logra cuando los residuales o términos
error también son iguales.
Los estudios sobre las posibles fuentes de invarianza y los posibles sesgos de
los tests, o de algunos de sus ítems, son necesarios si queremos garantizar la equidad y la
validez de las interpretaciones que de estos estudios se derivan. Sin estos estudios, no
podemos tener la certeza de que las diferencias encontradas se deban realmente a la
existencia de diferencias reales entre los grupos o al sesgo de determinados ítems.
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ARTOLA, SASTRE y ALVARADO. Cuestionario de Actitudes e Intereses Lectores
Por ello, en este estudio también nos preguntamos si las diferencias entre
sexos en las actitudes e intereses lectores, encontradas en estudios previos, son debidas a
la existencia real de estas diferencias entre los sexos o son debidas a artefactos generados
por el propio instrumento de medida empleado, al existir sesgos en algunos de los ítems
que componen el test.
Por tanto, pretendiendo salvar esos posibles problemas, perseguimos en este
estudio los siguientes objetivos:
Validar un instrumento de medida de las actitudes e intereses lectores en
estudiantes españoles de los primeros cursos de Primaria.
Investigar las actitudes y motivación hacia la lectura, así como los intereses
lectores, de niños y niñas españoles al comenzar la Educación Primaria, y analizar si
algunos de estos aspectos difieren realmente en función del género o son simplemente el
resultado artificial de los sesgos en el instrumento de medida.
Describir cómo los niños y niñas de segundo de Primaria perciben su nivel
de competencia lectora y si existen diferencias de género en la apreciación de dicha
competencia.
Revelar las posibles diferencias entre niños y niñas de 2º de Primaria en
cuanto a la actitud hacia el aprendizaje y el estudio.
MÉTODO
Participantes
Tras traducir y adaptar el cuestionario y someterlo a la validación por medio
del juicio de expertos, se procedió a su aplicación colectiva a una muestra de 1135
sujetos, con una edad de entre 7 y 8.4 años (media 7.7 y DT=0.99), 565 niños (49.77%) y
570 niñas (50.22%). Todos ellos cursan 2º de Primaria en quince centros concertados y
privados de la comunidad de Madrid.
Procedimiento
El muestreo utilizado es no probabilístico por conveniencia: los investigadores
seleccionaron directamente quince centros educativos con los que se mantenía alguna
relación y que accedieron a la colaboración. Tras obtener la autorización de dichos
colegios, y tras informarles detalladamente de los objetivos que se pretendían con este
estudio, se procedió a aplicar colectivamente la prueba, siempre en horario escolar y en
presencia de los investigadores.
Se solicitó y obtuvo el permiso a los autores del cuestionario original para
adaptarlo y publicarlo. Además, todo este proceso se realizó respetando las normas éticas
recogidas en el código deontológico de Psicología.
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ARTOLA, SASTRE y ALVARADO. Cuestionario de Actitudes e Intereses Lectores
Instrumentos
El instrumento que se pretende validar en este estudio fue elegido por
ajustarse a los objetivos que se pretendían en la investigación. Se trata de una adaptación
al castellano del cuestionario utilizado en un estudio llevado a cabo en Finlandia
(Merisuo-Storm y Soininen, 2012). El cuestionario evalúa, por medio de 22 ítems y con
una escala tipo Likert de 1 a 4 (donde 1 se corresponde a “me encanta” o “me resulta
muy fácil”, y 4 a “lo odio” o “me resulta muy difícil”) cuatro dimensiones: motivación
hacia la lectura, intereses lectores, actitudes hacia la lectura social y percepción de la
competencia lectora. Además, se incluyeron 4 ítems más destinados a profundizar en una
nueva dimensión de especial interés, la actitud hacia el aprendizaje y el estudio
(Tabla 1).
Tabla 1. Ítems comprendidos en cada dimensión evaluada
Dimensiones Ítems
Motivación hacia la lectura 1, 3, 4, 11, 12
Intereses lectores 2, 5, 6, 7, 8, 9, 10
Actitudes hacia el estudio 13, 14, 15, 16
Actitudes hacia la lectura
17, 18, 19, 20, 21
social o colectiva
Percepción de la competencia
22, 23, 24, 25, 26
lectora
Análisis de datos
En primer lugar se analizó la consistencia interna del instrumento, mostrando
un coeficiente α de .89; sin embargo, al ser un instrumento multidimensional un
estimador más adecuado es omega jerárquico, que fue de .63 (ver
Green y Yang, 2015; Trizano-Hermosila y Alvarado, 2016) indicando que el 63% de la
varianza del test se debe a un factor general, con las siguientes fiabilidades para cada
escala: motivación hacia la lectura, .70; intereses lectores, .57; actitud hacia el estudio,
.74; actitud hacia la lectura social o colectiva, .74; y percepción de la competencia
lectora, .78.
Para la validación del instrumento y para realizar los estudios de invarianza,
se han utilizado las técnicas de análisis factorial recomendadas para datos categóricos y
ordinales (Asún, Rdz-Navarro y Alvarado, 2016) realizados a partir de la matriz de
correlaciones policórica y utilizando como método de estimación Mínimos Cuadrados
Ponderados Diagonalmente (Diagonally Weighted Least Squares, DWLS). En los
análisis factoriales confirmatorios se aplicó la corrección Satorra-Bentler para la
estimación de χ2, y para el cálculo de las diferencias en χ2 en los análisis factoriales
confirmatorios multigrupo, la corrección de Satorra (2000). Se utilizaron los paquetes
estadísticos SPSS (v. 22), Lisrel (v. 8.80) y R (Psych, Lavaan y semTols).
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ARTOLA, SASTRE y ALVARADO. Cuestionario de Actitudes e Intereses Lectores
RESULTADOS
Estructura Factorial del cuestionario
Para conocer la dimensionalidad del test se aplicó la técnica de análisis
paralelo. El análisis paralelo indica la existencia de cinco componentes, que en conjunto
explicarían el 53.91% de la varianza (primer autovalor=6.88 explica=27.52%, segundo
autovalor 2.54=10.16%, tercer autovalor 1.62=6.50%, cuarto autovalor 1.26=5.06% y
quinto autovalor 1.17=4.67%).
A partir del resultado del análisis paralelo se decide realizar un Análisis
Factorial Confirmatorio (AFC) para conocer la bondad de ajuste al modelo de cinco
factores propuesto. El AFC reveló que la bondad de ajuste al modelo de cinco factores es
aceptable como muestran los siguientes índices: χ2 (289)=1371.94; p<0.001, el índice de
ajuste comparativo CFI=0.95, el índice de ajuste no normalizado NNFI=0.95, la media
cuadrática del error de aproximación RMSEA=0.06, la media cuadrática del residual
estandarizado SRMR=0.08. Salvo el valor de χ2cuadrado que tiende a desajustar en
tamaños muestrales grandes, los demás índices se encuentran dentro de los puntos de
corte recomendados por Hu y Bentler (1999), que deben ser >.95/.90 para
CFI y NNFI<.05/.08 para RMSEA, y <.06/.08 para SRMR para un ajuste bueno o
aceptable, respectivamente.
No obstante, al revisar los pesos factoriales se observó que el ítem 10
(¿Te gusta que los personajes de los cuentos sean malvados y den miedo?) tenía un peso
muy bajo 0.10 (t=1.96; p=0.05) por lo que se decidió eliminarlo del análisis,
observándose una mejora en la bondad de ajuste del modelo: χ2 (265)=1078.50; p<0.001;
CFI=0.96; NNFI=0.96; RMSEA=0.05 y SRMR=0.07.
A continuación se evaluó la bondad de ajuste para cada grupo, observándose
una bondad de ajuste similar al modelo cinco factores.
En niños χ2 (265)=635.60; p<0.001; CFI=0.97; NNFI=0.96; RMSEA=0.050 y
SRMR=0.074. En niñas χ2 (265)=669.42; p<0.001; CFI=0.96; NNFI=0.96;
RMSEA=0.05 y SRMR=0.08 (Figura 1).
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ARTOLA, SASTRE y ALVARADO. Cuestionario de Actitudes e Intereses Lectores
Figura 1. Path diagram del CFA para el grupo de niñas (izquierda) y de niños (derecha)
Estudios de Invarianza
La tabla 2 nos revela que el instrumento original (eliminado el ítem 10) no
sería aplicable en muestras de niños y niñas españoles, ya que no alcanza el nivel
mínimo de invarianza: la diferencia en chi-cuadrado es estadísticamente significativa
(p<0.05) y además se observa un incremento de una décima en CFI respecto al modelo
de configuración.
Tabla 2. Invarianza en relación al sexo
χ2 gl χ2 dif. gl p CFI RMSEA
Configuración 1265.77 530 0.96 0.05
Débil 1405.30 550 34.54 15.04 <0.01 0.95 0.05
Fuerte 1784.59 595 144.21 28.47 <0.01 0.93 0.06
Estricta 1838.07 600 16.69 2.97 <0.01 0.92 0.06
Nota. Método de estimación DWLS aplicando la corrección de Satorra (2000) para el
cálculo de las diferencias en chi-cuadrado.
Mediante el estudio de los índices de modificación se observa que los ítems
con mayor desajuste son el 2 (¿Te gusta leer tebeos o cómics?) y 3 (¿Te gusta que te
regalen libros?). Es por esto por lo que se procede a evaluar la invarianza sin ellos
(Tabla 3).
148 Eur. j. educ. psychol. Vol. 11, Nº 2 (Págs. 141-157)
ARTOLA, SASTRE y ALVARADO. Cuestionario de Actitudes e Intereses Lectores
Tabla 3. Invarianza en relación al sexo eliminados ítems 2 y 3
χ2 gl χ2dif. gl p CFI RMSEA
Configuración 1086.27 440 0.95 0.05
Débil 1161.21 458 21.49 14.72 0.11 0.95 0.05
Fuerte 1326.35 499 64.32 26.83 <0.01 0.94 0.06
Estricta 1423.67 504 32.80 3.05 <0.01 0.94 0.06
Nota. Método de estimación DWLS aplicando la corrección de Satorra (2000) para el
cálculo de las diferencias en chi-cuadrado.
Una vez alcanzado el nivel de invarianza débil, se identificó a partir de los
índices de modificación que los ítems que impiden obtener invarianza fuerte son los
ítems 4 (¿Te gusta que te lean libros en voz alta?) y 6 (¿Te gusta leer libros que no sean
de cuentos?) (Tabla 4).
Tabla 4. Invarianza en relación al sexo eliminados ítems 2, 3, 4 y 6
χ2 gl χ2 dif. gl p CFI RMSEA
Configuración 723.66 358 0.97 0.04
Débil 771.67 374 15.37 13.45 0.32 0.97 0.04
Fuerte 829.27 411 22.64 24.72 0.58 0.97 0.04
Estricta 935.16 416 36.76 3.10 <0.01 0.96 0.05
Nota. Método de estimación DWLS aplicando la corrección de Satorra (2000) para el cálculo
de las diferencias en chi-cuadrado.
Figura 2. Path diagram modelo final
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ARTOLA, SASTRE y ALVARADO. Cuestionario de Actitudes e Intereses Lectores
Una vez eliminadas las fuentes de invarianza, la bondad de ajuste del modelo
final ha mejorado. Así lo muestran los índices chi-cuadrado (179)=617.20; p<0.001;
CFI=0.98; NNFI=0.97; RMSEA=0.05 y SRMR=0.06 (Figura 2).
Diferencias entre los grupos
La invarianza escalar nos garantiza que podemos comparar entre integrantes
de ambos grupos, ya que si dos sujetos tienen el mismo nivel en la variable subyacente
les corresponderá igual puntuación observada. En consecuencia, podemos hacer una
comparación legítima o justa y ver si en las distintas medidas hay diferencias entre los
grupos (están formados por individuos con distinto nivel en la variable latente o
constructo medido) (Tabla 5).
Tabla 5. Medias y desviaciones típicas en cada grupo para las distintas medidas, y pruebas de significación de
igualdad de varianzas y de medias mediante la t de Student y para el tamaño del efecto la d de Cohen
(valores en torno a 0.5 indican un efecto medio)
NIÑOS NIÑAS Pruebas de significanción
MEDIDA M DT M DT F p t gl p d
MOTIVACIÓN 5.09 1.96 4.85 1.88 1.76 0.185 2.12 1100 0.034 0.17
INTERESES 6.64 2.30 5.75 1.82 34.93 <0.001 7.09 1045 <0.001 0.62
ESTUDIOS 6.28 2.27 6.33 2.23 0.01 0.988 -0.38 1100 0.702 0.03
SOCIAL 8.84 3.23 8.04 2.69 23.18 <0.001 4.50 1065 <0.001 0.46
PERCEPCIÓN 7.97 2.62 8.53 2.8 2.68 0.102 -3.41 1100 0.001 0.34
TOTAL 34.82 8.82 33.50 8.20 3.60 0.06 2.59 1100 0.010 0.45
Nota. Las escalas evalúan las variables en dirección inversa (a mayor puntuación, menor
motivación, interés, percepción).
La tabla 5 revela que hay una diferencia estadísticamente significativa
(p=0.01) entre los niños y las niñas en la puntuación global, esto es, las niñas obtienen
una mejor puntuación (menor puntuación indica un mayor nivel) que los niños. Este
resultado se observa tanto en “motivación hacia la lectura” como en “intereses lectores”
y “actitud hacia la lectura colectiva o social”. En la variable “actitud hacia el aprendizaje
y el estudio” no se observan diferencias entre ambos grupos, y la relación se invierte en
“percepción de la competencia lectora”. Es decir, la “actitud hacia el aprendizaje y el
estudio” es similar en niños y niñas, pero mientras que ellas muestran una mayor
motivación e interés y les gusta más la lectura en grupo, los niños valoran su nivel de
competencia lectora por encima de lo que lo hacen las niñas.
DISCUSIÓN
La lectura constituye una competencia fundamental para el rendimiento
escolar y para la vida diaria, cuyo logro depende en gran medida de una actitud positiva
hacia la misma. Como ya indicó el filósofo Rousseau, cualquier método para enseñar
puede ser adecuado si contamos con una actitud positiva por parte del que aprende, y
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ARTOLA, SASTRE y ALVARADO. Cuestionario de Actitudes e Intereses Lectores
como defienden Anderson, Hiebert, Scott y Wilkinson (1985, citados por McKenna y
Kear, 1990) convertirse en un lector eficaz pasa por descubrir que el material escrito
puede ser interesante. No obstante, los estudios sobre cómo mejorar el rendimiento lector
a menudo han ignorado el importante papel que desempeñan las actitudes e intereses
lectores en el proceso de convertirse en un lector eficiente.
Con este estudio hemos perseguido adaptar y validar un instrumento que
puede permitir al profesorado estimar de forma fiable las actitudes e intereses lectores de
estudiantes de los primeros cursos de Primaria. Se presenta la adaptación de este
instrumento para población española, así como el análisis y eliminación de las posibles
fuentes de invarianza del mismo.
Como indican Gómez-Benito, Hidalgo y Guilera (2010), la existencia de
sesgos en los instrumentos de medida representa una importante amenaza contra la
validez de las conclusiones que de ellos se derivan. Contrariamente, demostrar un alto
nivel de invarianza en el test permite sostener que las diferencias entre los sexos
encontradas en la investigación se dan realmente. Estos análisis son especialmente
importantes cuando se adaptan tests existentes a otras lenguas y culturas o a otras
poblaciones diferentes a aquellas utilizadas cuando se construyó la prueba.
Los resultados nos permiten afirmar que este instrumento puede aplicarse a
estudiantes de Primaria, por tener un alto nivel de consistencia interna, así como una
adecuada estructura factorial, una vez eliminado el ítem 10, que se ajusta al modelo de
cinco factores propuesto.
En cuanto a los estudios de invarianza, se han puesto a prueba los modelos de
invarianza de configuración, métrica, escalar y estricta. El análisis de los datos indica
que algunos ítems del cuestionario original muestran niveles de dificultad y/o
discriminación diferentes para niños y niñas, pero la eliminación de cuatro de ellos
(2 y 6, relacionados con los intereses lectores, y 3 y 4, relacionados con la motivación
hacia la lectura recreativa o informal), permite obtener un nivel de invarianza fuerte, lo
que admite hacer comparaciones legítimas, ya que se asegura que las puntuaciones de los
sujetos, independientemente del grupo, serán iguales para niveles equivalentes en la
variable latente. Así, el cuestionario definitivo queda configurado por 21 ítems que
evalúan cinco dimensiones relacionadas con la lectura en los primeros cursos de
Primaria: motivación hacia la lectura, intereses lectores, actitudes hacia la lectura social,
percepción de la competencia lectora y actitud hacia el aprendizaje y el estudio.
Una vez garantizada la invarianza escalar, se ha procedido a las
comparaciones entre sexos en las variables medidas por el cuestionario. Los resultados
obtenidos confirman lo encontrado en estudios anteriores (Merisuo-Storm y
Soininen, 2012; Villalón et al., 2014) observándose diferencias significativas, a favor de
las niñas, en la puntuación global del cuestionario, así como en la motivación hacia la
lectura y los intereses lectores. Estas diferencias en los intereses lectores parecen estar
Eur. j. educ. psychol. Vol. 11, Nº 2 (Págs. 141-157) 151
ARTOLA, SASTRE y ALVARADO. Cuestionario de Actitudes e Intereses Lectores
especialmente relacionadas con la lectura recreativa. No se observan diferencias
significativas entre los grupos en lo que respecta a la actitud hacia el estudio.
Además, al igual que en estudios realizados en otros contextos
-Merisuo-Storm (2006) con alumnado finlandés; Eriksson (2002) con estudiantes suecos;
y Gambrell (1996) en los Estados Unidos- se observan diferencias significativas en la
lectura social, que indican que las niñas muestran mayor disposición hacia la lectura en
voz alta y compartida, mientras que los varones tienden a mostrarse reacios ante este tipo
de lectura. Muchos varones declaran que odian leer en voz alta y se sienten incómodos y
ansiosos cuando se les requiere leer en público, incluso aunque lean bien. Una posible
hipótesis para explicar estos resultados podría ser que los varones se ven más
presionados por la opinión de sus compañeros y les preocupa más la aprobación por
parte de estos. Aerila y Merisuo-Storm (2017), en un interesante artículo dirigido a cómo
lograr que los niños disfruten de la lectura, sugieren varias soluciones efectivas para este
problema. La primera, que los estudiantes más mayores lean en voz alta a los más
pequeños. De esta forma tendrán la oportunidad de leer libros menos difíciles de los que
normalmente leen en sus clases y, dado que los estudiantes más jóvenes no criticarán su
forma de leer, pueden fortalecer su auto-confianza y mejorar la percepción que tienen de
sí mismos como lectores. Una segunda sugerencia es que los niños pequeños le lean en
voz alta a un animal de compañía. Por lo general los niños encuentran que su perro
puede ser un oyente más fácil que sus compañeros o que sus profesores. Este escucha
pacientemente, sin juzgar, incluso aunque se equivoque o lea despacio. Otra forma de
conseguir que los niños lean más y disfruten de la lectura es montando una
representación de teatro para la cual los alumnos tengan que leer y ensayar
repetidamente un texto. Con estas lecturas repetidas durante los ensayos, su lectura se
vuelve más eficiente. Asimismo, leer en parejas puede ser una buena estrategia: de esta
forma pueden compartir los aspectos cómicos de la lectura así como sus opiniones sobre
la misma. En concreto, Aerila y Merisuo-Storm (2017) señalan que el leer en parejas
mixtas, junto a una niña, puede ayudar a los varones a desarrollar una mayor sensibilidad
hacia la lectura y a empezar a comprender mejor la personalidad y los sentimientos de
los personajes. Finalmente, recomiendan también las visitas de los abuelos a la escuela
para leer a los niños, dado que la experiencia muestra que los niños disfrutan mucho de
estas lecturas y además ofrece la oportunidad de que los niños se expongan a un modelo
lector masculino.
Un dato que llama la atención es que, curiosamente, a pesar de que la mayor
parte de los estudios muestran que, en general, las niñas tienen mayor competencia
lectora que los niños, podemos observar en nuestro estudio que los varones tienen una
mejor percepción de la competencia lectora que las niñas, indicando una mejor imagen
de sí mismos como lectores y una mayor confianza en su competencia que las niñas. No
parece existir una explicación clara de a qué pueden atribuirse estas diferencias: no
152 Eur. j. educ. psychol. Vol. 11, Nº 2 (Págs. 141-157)
ARTOLA, SASTRE y ALVARADO. Cuestionario de Actitudes e Intereses Lectores
obstante, se trata de una distorsión de la realidad que debe ser estudiada si se quieren
poner en marcha posibles mecanismos correctores.
En definitiva, se presenta un instrumento que puede ser de utilidad al
profesorado y otros profesionales de la educación para identificar las actitudes e
intereses de niños y niñas hacia la lectura, tanto en el contexto académico como en el
recreativo. Este cuestionario, de fácil aplicación, puede ser administrado por el docente a
toda la clase con la finalidad de tomar decisiones a la hora de planificar la instrucción o
bien para evaluar las actitudes e intereses de sujetos específicos, así como para evaluar
los cambios producidos en un grupo como resultado de la aplicación de determinados
programas de instrucción. La identificación de actitudes negativas hacia la lectura en
estudiantes concretos puede sugerir la necesidad de profundizar sobre la naturaleza y el
origen de dichas actitudes a través de otros métodos como la observación, la entrevista
estructurada o los inventarios de intereses.
De los resultados pueden extraerse interesantes implicaciones educativas para
los maestros y las maestras. La comprensión de las actitudes y preferencias de los
estudiantes puede proporcionar a los educadores información valiosa de cara a diseñar
programas y materiales que tengan en cuenta los intereses y las necesidades de los
participantes. Para conseguir motivar a todo el alumnado, los profesores deben indagar
en cuáles son los temas y géneros de literatura que pueden interesar a los estudiantes más
reacios hacia la lectura (Soininen, Merisuo-Storm, y Korhonen, 2013). A su vez, deben
proponer una amplia variedad de textos y de actividades relacionadas con la lectura de
tal forma que los intereses, tanto de niños como de niñas, puedan ser cubiertos.
Además, deben trabajar conjuntamente con las familias para fomentar
actitudes positivas hacia la lectura, teniendo en cuenta, como señalan
Andrés, Urquijo, Navarro y García-Sedeño (2010), que un contexto familiar
alfabetizador potencia la adquisición de ciertas habilidades prelectoras, las cuales, a su
vez, predisponen al niño a un desempeño lector favorable y exitoso; en este sentido,
Alves, Assis, Martins y Da Silva (2017) destacan el importante impacto de la familia en
el rendimiento académico y en el desempeño cognitivo en estas edades; asimismo, la
motivación por los libros y la actitud lectora del alumnado que comienza la etapa de
Primaria puede aumentar de manera significativa si se llevan a cabo programas de
implicación familiar en la lectura (Mora, Galán y López, 2016).
Los profesionales de la educación contribuirán a fomentar en los estudiantes
una actitud más positiva y, en definitiva, a que se conviertan en lectores motivados y
autónomos, si les permiten elegir aquellos libros que más les interesan. También se
debería permitir a los niños dar su opinión sobre los libros seleccionados por el profesor.
Además, parece aconsejable exponer a éstos una gran variedad de géneros y textos para
que puedan desarrollar una amplia variedad de destrezas y estrategias que sean
aplicables a la lectura en la vida real (Mohr, 2006). Cuando se les permite leer materiales
Eur. j. educ. psychol. Vol. 11, Nº 2 (Págs. 141-157) 153
ARTOLA, SASTRE y ALVARADO. Cuestionario de Actitudes e Intereses Lectores
que tienen una relevancia para su vida cotidiana, los niños se convierten en lectores
motivados.
Aerila y Merisuo-Storm (2017) señalan que los niños necesitan disponer de
rincones o lugares de lectura donde puedan leer sin distracciones, lugares agradables
donde puedan leer, solos o con un compañero, y donde dispongan de la suficiente
privacidad y tranquilidad a la hora de leer.
Finalmente, en futuros estudios convendría confirmar estos resultados
contando con una muestra más representativa: a través de un muestreo aleatorio, con la
participación de colegios públicos y de centros educativos pertenecientes a otras
comunidades autónomas, además de la de Madrid. Asimismo, sería interesante investigar
el rol que desempeña el profesorado en la elección de los libros por parte del alumnado,
así como desarrollar más trabajos sobre los estereotipos de género, ya que tanto este
estudio como otras investigaciones revisadas (Chapman, Filipenko, McTavish y
Saphiro, 2007), muestran que existen diferencias en el tipo de libros que niños y niñas
consideran como más apropiados.
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ARTOLA, SASTRE y ALVARADO. Cuestionario de Actitudes e Intereses Lectores
ANEXO I
Adaptación al castellano del Cuestionario de Merisuo-Storm y Soininen
Presentación y formato de respuesta:
Relación de preguntas incluidas en el cuestionario:
1.- ¿Te gusta leer libros?
2.- ¿Te gusta leer libros que sean de cuentos?
3.- ¿Te gusta leer libros de aventuras?
4.- ¿Te gustan los libros que tienen muchos dibujos?
5.- ¿Te gusta que los personajes de los cuentos sean buenos y felices?
6.- ¿Te gusta leer en casa en tus ratos libres?
7.- ¿Te gusta ir a la biblioteca?
8.- ¿Te gustó aprender a leer?
9.- ¿Te gustó aprender a escribir?
10.- ¿Te gusta hacer ejercicios y actividades sobre algo que has leído?
11.- ¿Te gusta hacer deberes o tareas escolares en casa?
12.- ¿Te gusta hablar de los libros que lees con tus amigos?
13.- ¿Te gusta hacer los trabajos y actividades de clase con un/a compañero/a?
14.- ¿Te gusta leer en voz alta en clase?
15.- ¿Te gusta contarles el libro que estás leyendo a otros compañeros?
16.- ¿Te gusta leer con un/a compañero/a?
17.- ¿Te resulta fácil leer?
18.- ¿Te resultó fácil aprender a leer?
19.- ¿Te resulta fácil entender los libros que lees en el colegio?
20.- ¿Entiendes bien las palabras que lees?
21.- ¿Te resulta fácil acordarte de lo que lees en el colegio?
Recibido: 27 de abril de 2018
Recepción modificaciones: 15 de junio de 2018
Aceptado: 18 de junio de 2018
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