Universidad Nacional Autónoma de México
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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Carola García Calderón
Directora
Patricia Martínez Torreblanca
Secretaria General
Jesús Baca Martínez
Secretario Administrativo
Elvira Teresa Blanco Moreno
Jefa del Departamento de Publicaciones
comunicación y vida cotidiana
en la era digital
Adolfo Gracia Vázquez
Amílcar Chavarría Cruz
Emmanuel Galicia Martínez
Coordinadores
Universidad nacional
aUtónoma de méxico
México, 2022
Esta investigación, arbitrada a “doble ciego” por especialistas en la materia, se privilegia con el aval de la
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México.
Comunicación y vida cotidiana en la era digital
Adolfo Gracia Vázquez
Amílcar Chavarría Cruz
Emmanuel Galicia Martínez
(coordinadores)
Primera edición: 10 de octubre de 2022
Reservados todos los derechos conforme a la ley.
D.R. © 2022 Universidad Nacional Autónoma de México
Ciudad Universitaria, Alcaldía Coyoacán, C. P. 04510, cdmx, México
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales,
Circuito Mario de la Cueva s/n, Ciudad Universitaria,
Alcaldía Coyoacán, C. P. 04510, cdmx, México
Oficina del Abogado General
Dirección General de Asuntos Jurídicos
ISBN: 978-607-30-6630-3
Diseño y formación de interiores: iGIRA
Diseño de portada: Iván Christian González Vega
Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta, del contenido de la presente obra, sin
contar previamente con la autorización expresa y por escrito de los editores, en términos de lo así previsto
por la Ley Federal del Derecho de Autor y, en su caso, por los tratados internacionales aplicables.
Las opiniones y los contenidos incluidos en esta publicación son responsabilidad
exclusiva del/los autor/es.
Libro electrónico hecho en México/e–book made in Mexico
Contenido
Introducción
1 El papel de la comunicación y de las herramientas
sociotécnicas para la significación del mundo.
Adolfo Gracia Vázquez
Introducción
Comunicación
Vida cotidiana
Herramientas sociotécnicas para la comunicación
Fuentes consultadas
2 La dimensión axiológica del videojuego
en la vida cotidiana Caso la saga Assassin’s Creed
Emmanuel Galicia Martínez
Introducción
Videojuegos, valores y vida cotidiana
La saga Assassin´s Creed
Precisiones metodológicas
El contenido axiológico en la vida cotidiana
de los jugadores de Assassin´s Creed
Conclusiones
Fuentes consultadas
3 El rompimiento de la seguridad ontológica
de la vida cotidiana: ¿ciudadanía digital en el #19S?
Amílcar Chavarría Cruz
Introducción
Seguridad ontológica en el espacio social
Categorías para el estudio del desastre
Neoliberalismo en el espacio social
Ciudadanía: dos posturas
Ciudadanía digital
Metodología
Análisis de las estrategias metodológicas
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Conclusión
Fuentes consultadas
4. Una mirada a la reconfiguración del
espacio museográfico: aproximación a
las prácticas fotográficas que los visitantes
y usuarios de Instagram realizan en torno
al museo del siglo XXI en la Ciudad de México
Néstor Mazatl Segura Galván
Introducción
El desafío de los museos frente a la era de la información
Un acercamiento al Museo
Museo como lugar de encuentro
El usuario y la tecnología de época
Instagram y el poder de la imagen transmedia
La desmaterialización fotográfica
Conclusión
Fuentes consultadas
5 La conexión entre la digitalización
y el tiempo “postfactual” y su influencia
en la comunicación corporativa
Annika Meissner
Introducción: digitalización y tiempo postfactual
en contexto con las Relaciones Públicas
Desarrollo
El fenómeno de la digitalización
y la opinión de los comunicadores al respecto
Postfactualismo en éste tiempo postfactual. Confianza
en nuestros medios de comunicación cotidianos
y sus efectos en la política
¿Cómo la investigación anterior sobre la credibilidad
de los medios de comunicación se conecta
con el postfactualismo?
¿Cómo ven los profesionales el postfactualismo
en su vida laboral?
Conclusiones
Fuentes consultadas
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6 La experiencia de la vida cotidiana, el discurso
político y la constitución de la clase social
Nahum Abram Sánchez Martínez
Introducción
Thompson: clase y experiencia
Castells y la experiencia como metáfora
Laclau: identificación y cadenas de equivalencias
Antagonismo, el paso hacia la subjetivación política
de las experiencias
Articulación conceptual: encuentros y desencuentros
Conclusión
Fuentes consultadas
7 Un fantasma ha salido del clóset:
apuntes de la irrupción del movimiento lgbtttiqa
en México
Raúl Anthony Olmedo Neri
Introducción
Los ‘nuevos’ movimientos sociales
Medios de comunicación: entre la diferencia y la convergencia
Posmodernidad y vida cotidiana
El movimiento lgbtttiqa en México:
acción, política y comunicación
Conclusión: resistir, vivir y sobrevivir en la diversidad
Fuentes consultadas
8 Comportamientos religiosos en seguidores
de mitologías transmedia
Héctor Manuel Lujambio Valle
El pensamiento mítico-simbólico
y las estructuras del comportamiento religioso
Las mitologías transmedia y sus seguidores
Comportamientos religiosos en los seguidores
de mitologías transmedia
Conclusiones
Fuentes consultadas
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Introducción
El presente trabajo representa un esfuerzo colectivo por parte de investigadores de la comunicación para abordar distintas temáticas concernientes a este campo, tomando como punto de partida la comprensión de la comunicación como el
eje fundamental a través del cual los seres humanos significamos el mundo. Los investigadores participantes en este libro se preguntan y analizan el papel de la comunicación en diversos ámbitos de la vida cotidiana, su relación con las herramientas
sociotécnicas, así como los cambios que estas últimas han traído consigo en las maneras en las que nos comunicamos y por lo tanto en la forma en la que abordamos la
vida cotidiana.
En este sentido, en su capítulo 1 la obra plantea las perspectivas teóricas y reflexiones que dan pie a este texto. En él se discute cómo las herramientas sociotécnicas, en
específico las tecnologías digitales, han ocasionado en distintos ámbitos y lugares de
la vida cotidiana, así como en las maneras en las que la comunicación a partir de éstas
genera, cambios en la forma en la que significamos el mundo.
Emmanuel Galicia Martínez, en el capítulo 2 La dimensión axiológica del videojuego en la vida cotidiana. Caso la saga Assassin’s Creed, contextualiza con parte de su
investigación efectuada en el Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, el
impacto de los videojuegos en el ámbito axiológico en la vida cotidiana de los usuarios.
A través del estudio teórico de los valores e imaginario social, el autor descubre la inspiración y motivaciones que guían a los usuarios de esta franquicia en su cotidianeidad.
En el capítulo 3, El rompimiento de la seguridad ontológica de la vida cotidiana:
¿ciudadanía digital en el #19S?, Amílcar Chavarría, a partir de la catástrofe natural que
representó el sismo del 19 de septiembre de 2017 en la Ciudad de México, indaga sobre
el uso de las redes sociodigitales por parte de los afectados para expresar sus necesidades y organizarse, planteando la posibilidad del surgimiento de una ciudadanía digital
organizada ante un evento que disrumpe la cotidianeidad.
En el capítulo 4, Néstor Mazatl Segura Galván aborda la reconfiguración de las
prácticas fotográficas que los usuarios de la red sociodigital Instagram realizan en torno a su experiencia en museos, lo cual ha establecido nuevas relaciones con el espacio,
tiempo y lugar en donde se enuncian.
En el capítulo 5, Annika Meissner, a partir de entrevistas con expertos y personal
de corporativos realiza un interesante análisis del impacto que tiene el denominado
Introducción
9
fenómeno de la posverdad en los ambientes corporativos, su relación con la época digital y los retos que representa para la comunicación corporativa.
En el capítulo 6, Nahum Abram Sánchez realiza una importante revisión teórica sobre el discurso político en el ámbito de la vida cotidiana y como este se
relaciona con la constitución de las diferentes clases sociales. El autor revela las asimetrías en el discurso político y evidencia las relaciones de poder, muchas veces imperceptibles, que contiene.
Raúl Anthony Olmedo, en el capítulo 7, analiza las acciones que emprende el histórico
movimiento LGBTTTIQA para continuar con la lucha por la igualdad de derechos y el respeto de la diversidad sexual ante las nuevas tecnologías para incidir en la esfera pública. A
partir de un caso de estudio ahonda en la forma en la que una asociación civil encuentra
nuevas maneras de interactuar y participar en la esfera pública a través de Twitter.
Por último, Héctor Manuel Lujambio Valle aborda en el capítulo 8 Comportamientos religiosos en seguidores de mitologías transmedia. A través del análisis del pensamiento mítico-simbólico y las estructuras del comportamiento religioso, el autor sienta
las bases para destacar la importancia de la mitología transmedia, así como las formas
de actuar de los seguidores de estas formas míticas contemporáneas.
Así, desde la Comunicación, esta obra ofrece análisis de distintos fenómenos de
la vida cotidiana en la era digital; su relación con las herramientas sociotécnicas, así
como las formas en las que estas influyen y modifican los procesos de significación del
mundo, no solo evidenciando los distintos ámbitos de interés de la Comunicación, sino
también recalcando la importancia de esta para comprender la realidad social.
1 El papel de la comunicación y de las herramientas
sociotécnicas para la significación del mundo
Adolfo Gracia Vázquez
◗ Introducción
Diariamente los seres humanos se enfrentan a complejos fenómenos que forman parte
de la cultura y la sociedad, y ante estos, de manera consciente e inconsciente, en cada
momento se producen intercambios comunicativos significativos que modifican nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos. Al encender la televisión, escuchar la
radio, asistir a algún concierto o incluso charlar con un amigo, se cambia la forma en
que pensamos nuestra realidad. En este contexto, vale la pena resaltar que la mayor
parte de las prácticas comunicativas (digitales o analógicas) suceden en el terreno de
la vida cotidiana. Cuando se juega un videojuego, se observa una serie o se asiste a
una plaza comercial, diariamente las personas están expuestas a grandes cantidades
de información.
El presente texto busca presentar una reflexión sobre los conceptos centrales
que dan pie a este libro: comunicación, vida cotidiana y herramientas sociotécnicas
para la comunicación. Se busca generar un acercamiento teórico que ayude a comprender la manera en la que las herramientas sociotécnicas y la comunicación están siempre
presentes en la vida cotidiana de las personas, por lo que en un primer momento se
abordará el concepto de comunicación. De manera sintética (pero suficiente), se realizará una revisión sobre las diferentes perspectivas teóricas desde las que se ha abordado, para generar una definición del concepto.
Posteriormente, se generarán categorías y se definirá el concepto de vida cotidiana.
A partir de autores que tratan el tema, como Lefebvre, Agnes Heller y Roger Silverstone
(entre otros), se propone una definición de vida cotidiana y se definen ciertas categorías útiles para comprender los artículos de este libro. Por último, se definirá el papel
que juegan las herramientas sociotécnicas en relación con la comunicación y la vida
cotidiana. En este apartado se generará un panorama sobre las invenciones técnicas–
tecnológicas que ha creado el ser humano para comunicarse y cuál es la relación que
estas mantienen entre sí.
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1 EL PAPEL DE LA COMUNICACIÓN Y DE LAS HERRAMIENTAS SOCIOTÉCNICAS
PARA LA SIGNIFICACIÓN DEL MUNDO
Es importante mencionar que a lo largo de las siguientes páginas se analizarán diferentes objetos de estudio de naturalezas distintas, sin embargo, todos ellos son observados desde la perspectiva de la vida cotidiana y la comunicación, pues al ser plataformas,
espacios, medios e incluso protocolos que facilitan el flujo de información, son denominados herramientas sociotécnicas de la comunicación.
◗ Comunicación
El papel y el impacto de los medios de comunicación masiva en la sociedad promovieron el nacimiento de un campo de estudio multidisciplinario que retoma preceptos teóricos y conceptuales de la filosofía, la psicología, la antropología, las ciencias políticas
e incluso de las ciencias naturales, con el objetivo de estudiar el papel de la prensa, los
libros, la televisión y la radio en esta. Es casi comenzando la segunda mitad del siglo
XX, cuando Laswell se plantea la pregunta que se puede considerar fundacional para la
comunicación: “¿Quién / dice qué / en cuál canal / a quién / con cuál efecto?” (1948). La
investigación sobre los medios de comunicación masiva ocupó un papel central de esta
naciente disciplina con la aparición de diferentes escuelas, a menudo en constante desacuerdo la una con la otra. “A lo largo de su breve historia, el área de las investigaciones
sobre medios y comunicación ha sido un espacio de divisiones y, ocasionalmente, de
conflictos entre las facultades involucradas” (Bruhn Jensen, 2015: L. 117).
Actualmente los medios masivos siguen ocupando un lugar importante en los temas de estudio e investigación en la comunicación, mas la llegada de la denominada
revolución digital ha agregado un nuevo foco de atención: el estudio de la convergencia
mediática, el futuro de los medios de comunicación masiva, el uso de nuevas tecnologías y los cambios de paradigmas en la forma en la que las personas consumen información y entretenimiento, así como la forma en la que se comunican entre ellas.
Con el surgimiento en las últimas décadas de los “nuevos” medios digitales –internet
y los teléfonos móviles o celulares– y la digitalización continua de los “viejos” medios,
la importancia del campo en las prácticas políticas, económicas y culturales es más
importante y medular que nunca antes; a la vez que se esfuerza en prever qué vendrá
después de la comunicación de masas (Bruhn Jensen, 2015: L. 117).
Sin embargo, reducir la comunicación al estudio de los medios, es decir las tecnologías, a través de los cuales se transmite un mensaje, analizar únicamente el mensaje
y lo que este quiere decir o simplificarla a las personas que realizan las “actividades
comunicativas” en los medios masivos, los denominados “comunicadores” o en sus contrapartes digitales “influencers”, es ignorar el papel central y la relación inseparable que
Adolfo Gracia Vázquez
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tiene la comunicación con el ser humano, entendido como un actor social, y por ende
en la vida social.
La comunicación y su práctica son ejercidas por todos los actores sociales, sin importar el acceso a tecnologías o el alcance de esta, en todos los aspectos de la vida. “La
comunicación se descubre aquí no sólo como facultad antropomórfica, sino como cualidad ontológica, es decir, como una propiedad inalienable de todo actor social, tenga
o no acceso a las tecnologías especializadas para la reproducción del discurso” (López
Veneroni, 2013:18). Entendemos entonces que la comunicación es una cualidad ontológica del ser humano, y sobre el mismo orden de ideas, el uso y creación de herramientas socio–tecnológicas (para la comunicación o para cualquier otro fin) son de
igual manera una capacidad única e inherente al ser humano, concepto que se elaborará
más adelante.
Partiendo desde la perspectiva en la que la comunicación atraviesa todos los aspectos de la vida humana, vemos entonces que las preguntas que plantea Laswell en 1948
dejan fuera otras como: por qué, para qué, con qué objetivo, cómo se interpreta lo que
se dijo, en qué contexto, entre otras. Para ahondar sobre estas preguntas resumiremos
a la teoría de la acción comunicativa ya que como se verá más adelante nos permite examinar todos los aspectos de la vida donde la comunicación ocurre. Habermas plantea
que esta requiere de personas racionales que compartan un mundo de vida, donde los
actores tomando como contexto el mundo de vida, utilizan la práctica comunicativa
para alcanzar, sostener y revisar el consenso (Habermas, 1984).
En cuanto a la racionalidad inherente a la práctica comunicativa, Habermas refiere que está ligada al hecho de que los acuerdos comunicativos deben estar basados a
partir de la razón; y la racionalidad de los que participan en la práctica comunicativa se
pude determinar a partir de que en el caso de que sea necesario estos puedan presentar
razones para sus expresiones. Así mismo presupone que los participantes deben realizar expresiones simbólicas válidas, cuya validez está condicionada a un conocimiento
compartido intersubjetivamente por una comunidad comunicativa; y así mismo estas
expresiones racionales son sujetas a crítica, mejoramiento (Habermas, 1984).
Este concepto de racionalidad comunicativa lleva consigo connotaciones basadas en
última instancia sobre la experiencia central, sin restricciones, unificadora y creadora
de consenso que tiene la fuerza del discurso argumentativo, a través del cual diferentes
participantes superan sus visiones subjetivas, y debido a la mutualidad de una convicción racionalmente motivada, aseguran entre ellos al mismo tiempo tanto la unidad
del mundo objetivo como la intersubjetividad de su mundo de vida (Habermas, 1984:
L.943).
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1 EL PAPEL DE LA COMUNICACIÓN Y DE LAS HERRAMIENTAS SOCIOTÉCNICAS
PARA LA SIGNIFICACIÓN DEL MUNDO
En tanto el concepto de mundo de vida, uno de los primeros planteamientos fue
propuesto por Karl Popper quien dividía el mundo en 3 dominios: un primer mundo el
dominio de los objetos o estados físicos, un segundo mundo de la conciencia, lo mental
y la conducta; un tercer mundo que vincula los primeros dos mundos donde pueden
ocurrir los contextos objetivos del pensamiento (1972: 106). Posteriormente, Habermas retoma los conceptos planteados por Popper y Alfred Schultz y elabora dividiendo
el mundo de vida en tres dominios: un mundo social (intersubjetivo), un mundo objetivo y un mundo subjetivo (1984, 1987).
En primer lugar, es necesario comprender que los sujetos que están actuando comunicativamente lo hacen siempre dentro de los horizontes de un mundo de vida que
está formado por contextos, los cuales son compartidos y les sirven a los participantes
para definir las situaciones en las que se encuentran. Al mismo tiempo hay que agregar
la labor interpretativa de los actores donde estos determinan y marcan con claridad el
mundo objetivo, el mundo social intersubjetivamente compartido y los mundos subjetivos de los demás individuos. Es a partir de esta interpretación de los conceptos de
cada mundo que los sujetos actuando comunicativamente pueden referirse racionalmente a contextos y situaciones y llegar a acuerdos (Habermas, 1984).
En cuanto al funcionamiento de los tres dominios del mundo de vida podemos entender que en primer lugar el mundo objetivo es presupuesto como común a todos los participantes, característica necesaria para que este pueda ser tratado como objetivo entre una
comunidad de sujetos que hablan y actúan. El dominio de la subjetividad es de acceso privilegiado al actor es decir el mundo interno de cada actor, sin embargo, funciona de manera
complementaria al mundo externo pues sólo a través de este puede el actor presuponer que
el mundo objetivo y el social son compartidos. Mientras que el mundo social es también
presupuesto como común y es la suma de todas las relaciones interpersonales de los miembros las cuales son a su vez reconocidas como legítimas (Habermas, 1987: L.1763).
Los participantes en el acto comunicativo se involucran en un constante proceso
de definición y redefinición, correlacionando los contenidos de los distintos mundos
a través del uso del lenguaje. Menciona Habermas que: “Sólo el modelo de la acción
comunicativa presupone el lenguaje como el medio de comunicación sin cortes donde
los hablantes y los oyentes, a partir de los contextos de sus mundos de vida reinterpretados se refieren simultáneamente a cosas en el mundo objetivo, social y subjetivo con
la intención de negociar definiciones en común de la situación” (1984: L.2666). Esta
perspectiva de la acción comunicativa no sólo nos permite abordar y entender desde un
orden teleológico a la comunicación, así como los tres mundos y sus interacciones sobre
las que se puede realizar investigación.
Es importante notar que aun cuando el participante en la acción comunicativa toma
contextos del mundo de vida para la interpretación de las situaciones que suceden en su
Adolfo Gracia Vázquez
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vida cotidiana, los participantes en un mundo de vida no pueden entender algo que esté
fuera de los horizontes de este y no pueden referirse a este de la misma manera en la que
se refieren a los objetos o situaciones de los tres mundos. Habermas lo plantea de la siguiente manera: “Como intérpretes, ellos mismos pertenecen al mundo de vida, junto con
sus actos de habla, pero no se pueden referir a “algo en el mundo de vida” de la misma
manera en la que pueden referirse a hechos, normas o experiencias” (Habermas, 1987:
L.2961). El mundo de vida funciona como el marco referencial y contextual para que los
participantes en la comunicación puedan ser partícipes de esta en su vida cotidiana.
◗ Vida cotidiana
El estudio de las relaciones constitutivas de la vida cotidiana puede considerar los ámbitos de acción del individuo con su entorno, sus semejantes y con el mundo social. Por
lo tanto, se pueden considerar la esfera privada del sujeto, los espacios públicos o sociales con sus formas de expresión discursiva y relaciones de poder, capital y hegemonía;
así como la influencia de la publicidad, medios de comunicación masiva y desde luego la
cultura digital. Contextos donde la cotidianeidad cobra relevancia debido a las relaciones y cambios de valores, hábitos y prácticas producto de las transiciones generacionales y desde luego gracias a la incorporación y apropiación de ‘nuevas’ formas de comunicación que han modificado el sentido de expresión y mediación entre los individuos.
La vida cotidiana forma parte íntegra del estudio de la complejidad social, por lo
que desde diversas disciplinas es posible analizar las interacciones que los seres humanos han efectuado para un orden y estructura en sus vidas. A través de estas se busca
que estos puedan cumplir sus labores asignadas en la división social del trabajo, así
como la observación cabal de las costumbres y tradiciones reguladas por un sistema de
representaciones, con el objetivo de lograr la supervivencia de la comunidad (Heller,
1991: 19). Actividades que los seres humanos realizan según sus roles de clase, en los
cuales se constituyen y aprenden a ‘usar’ las cosas y a apropiarse de los sistemas de usos
(Heller, 1991: 21). El fin común de estas acciones es la constitución y efectividad de una
comunidad con valores y creencias comunes.
Es necesario destacar, que las actividades frecuentes de las sociedades previas a las
grandes revoluciones tecnológicas que ha vivido la humanidad se desarrollaban bajo el
contexto y sentido de la mejora, subsistencia y adaptación del grupo social a las condiciones ambientales, económicas y políticas que en cada caso les tocó vivir. De modo
que, al devenir los cambios y grandes avances tecnológicos, las guerras mundiales y los
procesos del capitalismo voraz, las condiciones de la vida cotidiana de las sociedades
a nivel mundial gradualmente han cambiado, incorporando variables en los sistemas
de usos y valores. Cambiando las actividades diarias de cada segmento social, en lo
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1 EL PAPEL DE LA COMUNICACIÓN Y DE LAS HERRAMIENTAS SOCIOTÉCNICAS
PARA LA SIGNIFICACIÓN DEL MUNDO
individual y en lo colectivo; los que han alcanzado a la religión, a los rubros de confianza de los sujetos, a la cultura política, las herramientas de comunicación que se utilizan
y desde luego el sentido de bienestar.
Àgnes Heller (1991) en su discusión sobre la vida cotidiana sugiere que, para su estudio y comprensión sociológica sea considerada la categoría de saber cotidiano, el cual
se conforma a partir de la suma de conocimientos sobre la realidad que utilizamos de un
mundo efectivo. El cual se comprende como una guía para las acciones que provienen
de un estrato social, de una época y son interiorizados por el individuo para moverse
en un ambiente o comunidad: lengua, usos elementales, particulares, etc. (1991: 317)
Saberes que están en un proceso de constante cambio debido a los avances tecnológicos que modifican la división del trabajo, en el que algunos de estos pueden extenderse o incluso desaparecer. En otras palabras, los conocimientos que nuestros abuelos o
bisabuelos tenían sobre las formas de comunicarse, las posibilidades tecnológicas, han
mutado y con estas reconfiguraciones también lo han hecho las costumbres y tradiciones.
Por lo tanto, el conocimiento o saber cotidiano aumenta desde la perspectiva de la modernidad que considera desde el saber a partir de la manera de vestir, el medio y la forma
para informarse de un individuo o incluso los hábitos políticos y de entretenimiento.
En palabras de Inglehart, esto ha originado un cambio intergeneracional de valores que
está transformando gradualmente la política, los espacios, las normas culturales, las expresiones y vínculos comunicativos de las sociedades (2001: 41).
Por otro lado, desde el punto de vista de la individualidad, parte del éxito de estos
procesos de transformación se debe a la estructura social en que se han desarrollado.
Donde la preocupación constante del individuo por atender y generar sentimientos
positivos que le brinden seguridad ontológica (Giddens, 1995) en su vida cotidiana
ahora no sólo conlleva el sentido de la supervivencia, sino que incluye otros factores
relacionados con los ámbitos de la vida moderna como son el lujo, el entretenimiento y
la distinción con sus semejantes.
Las sociedades modernas han generado actividades cotidianas comunes enfocadas
a mantener el lujo, el entretenimiento y la distinción con los semejantes. En un primer
momento la radio, seguida por la televisión y actualmente la gran variedad de herramientas que ofrecen las tecnologías digitales. Todas estas tecnologías han reconfigurado los hábitos cotidianos de las personas; por ejemplo, los cambios que provocó la
televisión en el consumo alimenticio, horarios de confort, así como los temas de conversación cotidianos construidos a diario por los noticieros, telenovelas, deportes, etc.
De igual manera, el espacio público se ha transformado ya que anteriormente las
actividades de la vida cotidiana podían transcurrir con relativa tranquilidad en el seno
de la comunidad. Hoy en día el espacio social o físico es el lugar designado como sinónimo de la modernidad de las grandes urbes y como sucede en la mayoría de los casos,
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el espacio físico es apropiado por la convergencia de poderes y capitales para construir,
delimitar y mantener un habitus en los individuos de las diversas clases sociales. Quienes a su vez han aceptado y asimilado los discursos hegemónicos de los espacios al integrarlos a la cotidianeidad de sus actividades sociales y económicas (Lefebvre, 2013).
Cabe mencionar que parte de los cambios en los espacios sociales se entienden a
través de la transgresión de los bordes sociales, ya que las interacciones entre estratos
sociales no se daban de manera tan frecuente debido a las limitantes de habitus, capital
económico y simbólico e incluso discurso. Con este argumento la injerencia digital ha
encontrado una variable para acercar individuos de polaridades de la clase en el plano
social que planteó Bourdieu (1997). Es decir, existe la posibilidad de confluir con otra
clase en ciertos puntos de la red o nodos, con los que además se puede compartir otro
tipo de gustos, usos, valores y hábitos dentro de la Red de redes; y esto desde luego
repercute en el accionar cotidiano de los sujetos.
En ambos espacios (privado y público) el individuo de manera constante pone en
práctica a través de la apropiación y uso del saber cotidiano, su conocimiento para establecer vínculos con otros individuos. Que tal y como sugiere Heller, las interacciones actuales han sido construidas con base en las relaciones de producción y laborales; aspecto que con los medios de comunicación al sugerir un consumo a través de la publicidad
es evidente. Además, hay que tener en cuenta, que con la apertura digital y la relación
entre la diferencia generacional y las actividades cotidianas entre generaciones es más
grande; por lo que progresivamente los comportamientos habituales están cambiando.
O en el peor de los casos, han desaparecido prácticas cotidianas tanto en el seno familiar del individuo como en su circulación en el espacio social.
Un accionar cotidiano que los medios de comunicación masiva ya habían modificado muchos años antes de la entrada de los contextos digitales; no obstante esta situación, que hoy en día sigue vigente, es importante considerar la creciente influencia e
incorporación de la cultura digital a las prácticas cotidianas, las cuales hoy no pueden
concebirse sin el uso de la tecnología, la apropiación y el imaginario en sus categorías:
Internet, redes sociodigitales, streaming, videojuegos, realidad virtual e incluso inteligencia artificial.
◗ Herramientas sociotécnicas para la comunicación
En relación con lo anterior, la comunicación humana es una característica ontológica del
ser humano. A partir de ella se crea comunidad y se organizan las sociedades. Dentro de
este marco, es importante mencionar que continuamente existe una mediación tecnológica en las prácticas humanas. La configuración y reconfiguración de la realidad social depende intrínsecamente de las herramientas desarrolladas por los actores sociales.
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1 EL PAPEL DE LA COMUNICACIÓN Y DE LAS HERRAMIENTAS SOCIOTÉCNICAS
PARA LA SIGNIFICACIÓN DEL MUNDO
Como menciona Michel A. Wilson, “el uso de la tecnología impacta nuestra experiencia
y nuestra comprensión del tiempo, espacio y cuerpo. Incrementa nuestra habilidad para
conectar con otros sin restricciones espaciales y temporales.” (2006: 15) En el mismo orden de ideas, la comunicación, pensada como actividad humana, requiere herramientas
que faciliten los flujos de información.
De esta manera, el presente libro retoma el concepto de herramientas sociotécnicas
para la comunicación, las cuales se definen como todas aquellas tecnologías desarrolladas por el ser humano con la finalidad de producir, reproducir y modificar los flujos de
comunicación.
Si bien en un primer momento se puede pensar en las herramientas sociotécnicas
como medios de comunicación, es importante mencionar que no precisamente se circunscriben exclusivamente a ellos, pues sería insensato pensar que los aparatos electrónicos y digitales son las únicas plataformas para la comunicación humana. Desde
medios analógicos, como pudiera ser un libro o un protocolo de transmisión de información, hasta espacios de interacción social, se denominan herramientas sociotécnicas
de comunicación debido a que son instrumentos que influyen en el proceso comunicativo. La misma lengua es considerada como herramienta sociotécnica debido a que es
un producto cultural que consiste en un sistema de signos y permite la comunicación
basada en la capacidad humana del habla. Como menciona Saussure: La lengua es el
conjunto de los hábitos lingüísticos que permiten a un sujeto comprender y hacerse
comprender (2011:103).
Ahora bien, es preciso mencionar que dichas herramientas son cruciales para llevar
a cabo procesos sociales básicos como la generación de comunidades, desarrollo de sentido de pertenencia o incluso la conformación de la identidad. De la misma forma, vale
la pena resaltar que la interacción de los actores sociales con las herramientas sociotécnicas evidentemente es limitada y condicionada por el contexto cultural, axiológico,
psicológico y de las habilidades que posea (entre otros). Por lo tanto, se trata de una
relación dialógica entre herramientas y actores. Como mencionan Lacerenza, Zajaz,
Savage y Salas: “Hay una relación entre la acción humana y el contexto tecnológico que
afecta la comunicación en línea y el intercambio de conocimientos dentro de las potencialidades y posibilidades de la tecnología” (2015:30).
Un aspecto relevante de las herramientas sociotécnicas es la capacidad que tienen
para producir y reproducir información, significados y sentido de vida. Las imágenes,
sonidos, textos y experiencias que fluyen a través de ellas, son portadoras de formas
simbólicas, es decir, de acciones, objetos y expresiones que representan algo para alguien (Thompson, 1998). Como menciona Thompson, “la cultura es el patrón de significados incorporados a las formas simbólicas –entre las que se incluyen acciones, enunciados y objetos significativos de diversos tipos– en virtud de los cuales, los individuos
Adolfo Gracia Vázquez
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se comunican y comparten sus experiencias, concepciones y creencias” (Thompson,
1998: 197).
De esta manera, se puede concluir que uno de los papeles más importantes de las
herramientas sociotécnicas es producir y reproducir la cultura. Todas aquellas imágenes, textos, acciones y (en general) representaciones que existen, son socialmente compartidas a través de espacios, plataformas, medios, canales y herramientas técnicas–
tecnológicas de comunicación.
Vale la pena resaltar que dicho proceso de creación y recreación de significación no
es un elemento aislado y condicionante por parte de las herramientas sociotécnicas,
sino más bien se trata de un proceso dialógico en donde los actores sociales, que poseen información previamente estructurada (creencias personales, tradiciones, anhelos, experiencias, conocimientos, etc.), apropian y adaptan dichas formas simbólicas,
de acuerdo con su contexto previo.
Otro elemento relevante dentro de las formas simbólicas es la creación de imaginarios sociales, los cuales se pueden entender como un conjunto de significaciones,
imágenes o figuras que refieren realidades particulares (Castoriadis, 1989). De esta
manera, son la base para la institucionalización de la experiencia espaciotemporal de
los individuos, e incluso de su contexto social. Como lo es en el caso de la cultura, los
imaginarios también son producidos y reproducidos por las herramientas sociotécnicas
de la comunicación.
Por lo tanto, la vida cotidiana, vista como el espacio donde se generan y comparten
significados comunes, no podría existir sin las herramientas sociotécnicas de la comunicación. El paradigma de dividir abismalmente los medios digitales de los (mal llamados) medios tradicionales de comunicación, es una perspectiva que pierde sentido en el
contexto actual. Tanto los medios de comunicación digitales (internet, redes sociales y
televisión, etc.) como los medios analógicos (libros, revistas, periódicos, espacios de socialización, etc.) son herramientas que convergen continuamente y se relacionan entre
sí; todos ellos forman parte del día a día de las personas y dan sentido a la vida.
El tratamiento de las herramientas sociotécnicas en un entorno digital abre una
gran cantidad de vetas para la investigación. Como es sabido, continuamente los avances tecnológicos (y con ello, las herramientas sociotécnicas) van cambiando. Las cualidades y posibilidades que la tecnología posee inevitablemente representan un impacto
en la interacción social, en la vida cotidiana y en nuestra concepción de la realidad.
La relevancia de tratar las herramientas sociotécnicas de comunicación es precisamente generar una perspectiva más amplia sobre el proceso comunicativo. A través
de las páginas de este libro se tratarán temas de diferente naturaleza, pues los autores
focalizan su atención en múltiples casos de estudio. Desde las plataformas interactivas
como los videojuegos, pasando por lugares físicos en los que se generan interacciones
20
1 EL PAPEL DE LA COMUNICACIÓN Y DE LAS HERRAMIENTAS SOCIOTÉCNICAS
PARA LA SIGNIFICACIÓN DEL MUNDO
sociales, hasta abordar procesos de relaciones públicas, las herramientas sociotécnicas
forman parte de la vida cotidiana. En ellas fluyen grandes cantidades de información y
gracias a eso se comparten significados, realidades y sentido.
Partir desde la perspectiva de que la comunicación es una cualidad ontológica del
ser humano, permite pensar en un actor social que participa en la práctica comunicativa
a partir de los contextos y las situaciones definidas por un mundo de vida compartido
(que incorpora el mundo social, el real y el subjetivo), permite analizar la comunicación
como un fenómeno transversal e inseparable en la vida humana.
Por otro lado, aun cuando el concepto de mundo de vida es útil para comprender los mundos desde los cuales un actor social toma contextos para interpretar las
situaciones, este es un concepto abstracto, por lo que resulta necesario recurrir a la
vida cotidiana, entendiendo a esta última como el lugar tiempo-espacial en el cual
sucede la acción comunicativa y que además considera el momento sociohistórico en el
que esta sucede.
En última instancia, las herramientas sociotécnicas nos permiten entender en
primer lugar el uso de tecnologías para transmitir y reproducir las formas simbólicas,
imaginarios, contextos y patrones culturales. El uso de estas en conjunto con la comunicación, en la vida cotidiana, permiten que los actores que participan en la práctica
comunicativa signifiquen y actúen en el mundo.
A lo largo de este capítulo se han planteado los conceptos principales desde los
cuales se abordarán los diferentes análisis que contiene esta obra. Este breve análisis
de conceptos busca, también, que se piense en la comunicación como la forma en la que
los actores sociales en su vida cotidiana se refieren al mundo y la manera en la que estos
pueden incidir en el mismo, para lo cual utilizan una serie de herramientas tecnológicas, siendo estas características antropomórficas para, por lo tanto, dejando de ver a las
herramientas tecnológicas que permiten la comunicación en masa o a las personas que
realizan la comunicación masiva como la comunicación.
◗ Fuentes consultadas
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España.
Bruhn Jensen, K. (Ed.). (2015). La comunicación y los medios. Metodologías de investigación cualitativa
y cuantitativa (Versión Kindle). Fondo de Cultura Económica. México.
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Giddens, A. (1995). La construcción de la sociedad. Bases para la teoría de la estructuración.
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Adolfo Gracia Vázquez
21
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Digital formations: Vol. 28. Peter Lang. New York.
2 La dimensión axiológica del videojuego en la vida
cotidiana Caso la saga Assassin’s Creed
Emmanuel Galicia Martínez
◗ Introducción
Desde un inicio la vida cotidiana del ser humano se ha relacionado con los múltiples
procesos, espacios, plataformas y medios de comunicación que son utilizados. La percepción del mundo y de sí mismo siempre ha estado intrínsecamente relacionada con
la educación familiar y social, así como el contenido mediático que consume. Asimismo,
como ha apuntado Marshall McLuhan (1996), cada elemento técnico transforma la visión de la realidad y una reconfiguración de las estructuras sociales.
Si bien es importante mencionar que evidentemente las industrias de comunicación y entretenimiento no influyen de manera directa y absoluta en el comportamiento
de las personas, es posible señalar que el espacio de la vida cotidiana está constantemente mediado por los elementos sociotécnicos de comunicación. En este contexto,
vale la pena preguntarse cuál es el impacto de los más recientes elementos sociotécnicos de la comunicación en la vida cotidiana.
El presente texto es un esfuerzo por actualizar dicho debate y analizar el impacto de los videojuegos en el ámbito axiológico en la vida cotidiana de los usuarios. Si
bien no se pretende brindar juicios deterministas (calificando a los videojuegos como
buenos o malos), a lo largo de las siguientes páginas se desarrollará un panorama teórico general sobre la importancia de los valores en los videojuegos y posteriormente se
expondrán los resultados de las técnicas de investigación aplicadas a los usuarios.
Cabe mencionar que la presente investigación se deriva del proyecto de posgrado
del autor del texto, titulado Análisis del discurso ideológico de “lo occidental” en el videojuego histórico. Caso la saga Assassin´s Creed, adscrito al programa de Maestría en Comunicación, en el Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Si bien los objetivos
de ambos trabajos son distintos, vale la pena mencionar que los resultados de las entrevistas en profundidad y los grupos de discusión aplicados en el proyecto de posgrado,
permitieron generar una discusión más amplia que se refleja en el presente texto.
Emmanuel Galicia Martínez
23
◗ Videojuegos, valores y vida cotidiana
Desde la década de los 70´s la producción, distribución y consumo de los juegos de
video ha crecido de manera constante y acelerada. Lo que en un principio era conceptualizado como un medio de ocio y entretenimiento “de moda” que en algún momento decaería, actualmente se ha convertido en una de las industrias más rentables del
planeta. Según datos de SuperData, la derrama económica anual de la industria de los
videojuegos en 2018 fue de 119 millones de dólares, lo cual representa un crecimiento
del 12.8% respecto al año anterior.1
Diariamente millones de jugadores en todo el mundo invierten numerosas horas frente
a una pantalla para jugar. Ya sea desde ordenadores, consolas o dispositivos móviles, los
videojuegos son consumidos en diferentes momentos de la vida cotidiana. De acuerdo con
el 2017 Global Games Market Report, publicado por NewZoo,2 una de las grandes tendencias
es el crecimiento del consumo de videojuegos en dispositivos móviles y México es el país
latinoamericano que mayores ganancias generó en el año (1.4 mil millones de dólares).
Lo anterior significa que el crecimiento de la adquisición de los dispositivos móviles, aunado con la posibilidad de inmediatez y conectividad que representan, hace
que las personas jueguen cada vez más videojuegos en su tiempo libre. Valdría la pena
preguntarse si realmente el fenómeno de los juegos de video corresponde únicamente
al ocio y entretenimiento o si existe un impacto más allá, que pudiera traspasar las
pantallas e influir de alguna manera en los jugadores. Ante todo, debe recordarse que
precisamente en el espacio de la cotidianidad es donde se produce y reproduce la realidad social de los sujetos.
Antes de continuar es importante mencionar que los videojuegos no son un fenómeno exclusivo de niño y adolescentes, pues actualmente un gran grueso de la población que juega es mayor de edad. La variedad y diversidad que existe en los juegos de
video presentan posibilidades para ser consumidos por chicos y grandes. Vale la pena
recordar que las generaciones que crecieron en los años 70 y 80 (a la par de la industria
de los videojuegos) ahora son padres de familia que fomentan la apropiación de estas
tecnologías. Precisamente, según cifras de The CIU, el promedio de los videojugadores
casuales en México es de 30 años (“Perfil de Videojugadores”, s/f).
Siguiendo este orden de ideas, los videojuegos deben ser dimensionados como
más que simples dispositivos electrónicos para entretenerse, pues a la fecha ya se
1
2
De acuerdo con el informe “2018 Year in Review. Digital Games and Interactive Media”, consultado en
https://bit.ly/2WlIT1H
Consultado en https://newzoo.com/insights/trend-reports/newzoo-global-games-market-report-2017-light-version/
24
2 LA DIMENSIÓN AXIOLÓGICA DEL VIDEOJUEGO EN LA VIDA COTIDIANA
han realizado diversos trabajos que profundizan y enfatizan las capacidades de
los videojuegos para diversos fines sociales. Trabajos como los de Carlos López Tardón
(Videojuegos para la Transformación Social: Aportaciones Conceptuales y Metodológicas) y
Jane McGonigal (Reality Is Broken: Why Games Make Us Better and How They Can Change
the World), son un claro ejemplo de los usos y repercusiones positivas de los videojuegos
en la época actual y cómo es que la integración de una visión de diseño de videojuegos al “diseño” de nuestra realidad es una inmediata respuesta a problemáticas reales
en el mundo.
De igual manera, con referencia a lo anterior, Iván Rodrigo Mendizábal, en su libro
Máquinas de pensar. Videojuegos, representaciones y simulaciones de poder, hace una interesante mención histórica de la propuesta que el monje mallorquino Ramón Llull le
hizo al Papa y a los monjes contemporáneos en el siglo XIII. El proyecto consistía en la
creación de un dispositivo (denominado “máquina de pensar”) diseñado para acelerar
la evangelización a los musulmanes y judíos, así como elevar el nivel de enseñanza en
los monasterios. Sin darse cuenta, Llull proponía la creación de un instrumento evangelizador que funcionaba con un software rudimentario (basado en esquemas y lenguaje binario) y que pretendía mostrar imágenes que contuvieran argumentos irrefutables
de la Verdad Cristiana.
En la actualidad podemos observar que la máquina de pensar es, para nosotros,
nada más ni nada menos que el prototipo y ejemplo del videojuego, pues, aunque en su
mayoría los videojuegos no tienen un propósito relacionado con el cristianismo ni con
tareas evangelizadoras, tienen un propósito similar: el de lograr “hacer hipótesis sobre
el mundo y hacer conformar al yo” (2004).
Por lo tanto, si los videojuegos son un importante medio para la constitución de la
realidad de los individuos, habría que pensar que el espacio en donde juegan es en la vida
cotidiana. Al retomar el concepto de vida cotidiana que propone Lefebvre, quien lo define como un espacio en donde se genera un feedback cultural y se reproduce la realidad
social (1984: 44–46), es posible dimensionar que los valores mismos se reproducen en el
espacio de la cotidianidad y del juego.
Si bien existen diversas categorías dentro de la vida cotidiana que pueden ser analizadas, el presente texto abordará la dimensión axiológica de los videojuegos. Como
menciona Juan Ramón Jiménez Sevilla, la formación de los valores tradicionalmente
se piensa que se enseña en la escuela, sin embargo, no hay que perder de vista que los
espacios donde de verdad se producen y reproducen son en los entornos de la vida cotidiana como esferas familiares, sociales y medios de comunicación.
Evidentemente, el centro educativo no es el único ámbito en el que se produce la formación en valores. Los familiares, las amistades y la sociedad en general inciden de
Emmanuel Galicia Martínez
25
forma poderosa en la socialización de las personas. En este sentido, juegan un papel
muy destacado en la transmisión de valores los medios de comunicación, la denominada escuela paralela (En Aguaded, 1997).
De igual manera, el autor resalta tres diferentes formas en que los medios de comunicación pueden emplearse para la transmisión y práctica de los valores éticos tradicionales:
En todos estos enfoques los medios de comunicación pueden emplearse de diferentes
formas:
a)
b)
c)
Como objetos de conocimiento, es decir, tomando sus contenidos como base para un
análisis de los valores que en la sociedad se proyectan (por ejemplo, se puede analizar
el tratamiento que dan los medios de comunicación a un determinado fenómeno, como
es la inmigración, los valores que se reflejan, el lenguaje que se emplea, con qué motivo
concreto se refleja como noticia, qué tipo de imágenes se proyectan, etc.).
Como recurso para la investigación del alumnado sobre temáticas más o menos realizadas con los valores sociales (la salud, el medio ambiente, la convivencia, etc.), recogiendo datos a partir de reportajes diversos de televisión (…) de revistas especializadas, de
las consultas a bases de datos de Internet, etc.
Como apoyo didáctico, es decir, emplear los medios de comunicación en el aula para el
tratamiento de los valores (numerosas organizaciones no gubernamentales han editado materiales didácticos adaptados a las diferentes etapas educativas) (En Aguaded,
1997: 21).
En este sentido, cuando se profundiza en las tres posibilidades que tienen los medios de comunicación con relación a los valores, se puede indicar que los videojuegos
presentan todas ellas y resultan ser herramientas utilizadas dentro del espacio de la
vida cotidiana que posee un alto potencial para difundir y practicar actitudes ético-morales. A continuación, se explicará cada una:
A) Videojuegos como conocimiento de valores. Tal cual lo propone Juan Ramón
Jiménez, el contenido de los videojuegos puede ser tomado como base para el análisis
de los valores que en la sociedad se proyectan. Dentro del contenido de las narrativas interactivas y audiovisuales se presentan personajes y situaciones que claramente
pueden ser retomados para analizar y ejemplificar ciertos valores o actitudes éticas
y morales.
Un ejemplo de esto es la saga de videojuegos The Legend of Zelda, la cual puede
ser utilizada para observar y analizar los valores implícitos en la narrativa. A grandes
26
2 LA DIMENSIÓN AXIOLÓGICA DEL VIDEOJUEGO EN LA VIDA COTIDIANA
rasgos, la narrativa trata sobre elfo llamado Link, el cual debe salvar a la princesa Zelda,
de un enemigo llamado Ganondorf. Generalmente, para vencer al enemigo, Link debe
hacer uso de la Trifuerza, el cual es un recurso mágico que agrupa a tres diferentes
aspectos: valor (valentía), sabiduría (inteligencia) y poder (fuerza). De acuerdo con la
narrativa, se puede observar que el videojuego transmite de manera implícita que para
resolver conflictos siempre es necesario usar estos tres valores específicos.
B) Videojuegos como recurso para la investigación sobre temáticas más o menos realizadas con los valores sociales. Otro aspecto relevante es que el contenido
presentado en los videojuegos puede servir como un punto de interés para que los jugadores tomen conciencia sobre temáticas sociales relevantes y enriquezcan su perspectiva crítica sobre los valores relacionados con ellas. Así como lo menciona el autor,
existen diferentes juegos que de manera directa o indirecta generan perspectivas sobre
el daño al medio ambiente, la migración, la discriminación, la salud, etc.
Un ejemplo de lo anterior es Wii Fit, el cual es un videojuego desarrollado por Nintendo, para la consola Wii, mediante el cual se fomenta la actividad física del jugador.
El videojuego consta de una plataforma llamada Wii Balance Board, mediante la cual el
jugador opera los diferentes minijuegos incluidos. El entrenamiento Wii Fit se divide
en cuatro categorías: Yoga, Tonificación, Ejercicios Aeróbicos y Equilibrio; cada una de
ellas ofrece un entrenamiento completo que busca fomentar la cultura del ejercicio físico en los jugadores.
Adicionalmente el videojuego tiene la opción de evaluar el estado físico del jugador,
así como calcular el peso, el punto de equilibrio y las calorías consumidas por el usuario
durante la sesión de juego. De esta manera, el videojuego es una herramienta que puede
ser incluida en la vida cotidiana como herramienta para fomentar el valor del cuidado
de la salud.
C) Videojuegos como apoyo didáctico para el tratamiento de valores. Uno de los
casos con mayor potencialidad de los videojuegos en la vida cotidiana es el de utilizarlos
como herramientas que permitan poner en práctica el ejercicio de valores. Esta categoría puede entenderse como un simulador práctico en donde le jugador debe responder
de manera interactiva a dilemas éticos y morales supuestos.
Un ejemplo de esto puede ser Splinter Cell: Double Agent, el cual es un videojuego
de acción y sigilo en donde el personaje principal es un agente secreto y espía que debe
tomar ciertas decisiones éticas y morales. Sam Fisher (el personaje principal) al ser
un agente encubierto, debe enfrentarse a tomar diferentes decisiones sobre cumplir
misiones que se verán reflejadas a la lealtad de las organizaciones para las que trabaja.
Por un lado, Third Echelon (la agencia de seguridad nacional a la que pertenece) y por
otro lado el JBA (siglas de John Brown Army, organización terrorista). Dependiendo de
las decisiones que tome, el jugador recibirá más o menos apoyo de cada organización
Emmanuel Galicia Martínez
27
(equipo, armas, munición, etc.); de igual manera, dependiendo del camino que se siga,
desembocará en diversos finales de la historia.
De esta manera, cada decisión tomada por el jugador es una oportunidad para poner en práctica, definir y fortalecer ciertos valore éticos y morales.
Es importante mencionar que una de las particularidades de los videojuegos reside
en que todos los niveles mencionados con anterioridad se generan dentro del espacio
de la cotidianidad y que la mayoría de las veces son procesos invisibles e imperceptibles,
muchas veces incluso poco detectados por los mismos jugadores. Es común escuchar
de manera empírica que muchos jugadores toman decisiones éticas y morales en su
vida, inspirados en pasajes o personajes de diferentes videojuegos.
En este orden de ideas, el presente texto analiza el impacto axiológico de la
saga Assassin´s Creed en la vida de los videojugadores. Dicha saga se explicará en el
siguiente apartado.
◗ La saga Assassin´s Creed
En la actualidad existen diferentes franquicias de videojuegos que son altamente consumidas por los jugadores a nivel mundial, una de las más famosas, por su contenido
histórico, es la saga Assassin´s Creed. Debido a que empíricamente esta saga mantiene
un tratamiento de valores éticos y morales a lo largo de su narrativa, al igual que las
opciones de jugabilidad que presenta, se ha decidido realizar el análisis de recepción
con jugadores de estos videojuegos.
A grandes rasgos, la narrativa de los videojuegos de Assassin´s Creed se basa en
diferentes épocas y personajes históricos reales para desarrollar una historia ficticia
en donde existe un conflicto ancestral entre dos sectas secretas: los Asesinos y los
Templarios. Mientras los Asesinos representan a los defensores de la humanidad, los
cuales luchan por ideales como libertad, democracia y paz, la Orden de los Caballeros
Templarios busca dominar el mundo con base en el ejercicio del poder hegemónico y la
tiranía. Asimismo, los Templarios son asociados con Occidente, modernidad, clases sociales altas y razón instrumental, mientras que el credo de los Asesinos se fundamenta
en doctrinas religiosas orientales y se asocia con conocimiento ancestral, misticismo y
cierta resistencia a las clases sociales altas.
Debido a que la franquicia de Assassin’s Creed cuenta con más de 16 videojuegos
diferentes, 11 novelas, 9 historietas, 3 animaciones, 2 películas y 2 tomos de manga,
en el presente trabajo se ha optado por delimitar el caso de estudio únicamente a tres
videojuegos: Assassin´s Creed II, Assassin´s Creed III y Assassin´s Creed IV: Black Flag. En
estos tres casos se abordan diferentes periodos históricos y se representan diferentes
personajes históricos famosos.
28
2 LA DIMENSIÓN AXIOLÓGICA DEL VIDEOJUEGO EN LA VIDA COTIDIANA
En primer lugar, la historia de Assassin´s Creed II se desarrolla durante el Renacimiento Italiano (siglos XV y XVI). El personaje principal es Ezio Auditore, quien es
descendiente de una familia de comerciantes italianos. Debido a problemas políticos,
su padre y hermano son sentenciados a muerte y ejecutados en una plaza pública, por
lo que Ezio debe huir de la Florencia con el fin de proteger a su hermana y madre. Posteriormente, motivado por venganza, se convierte en Asesino y logra asesinar a los
captores de su padre, quienes coincidentemente eran Caballeros de la Orden Templaria
y buscaban el ejercicio hegemónico del poder. A lo largo del videojuego, Ezio se relaciona con otros personajes históricos famosos, como Maquiavelo y Leonardo Da Vinci,
quienes son aliados de los Asesinos. De igual manera, en este videojuego se observa una
crítica muy fuerte a la religión católica, pues supuestamente esta iglesia es manejada
por la secta de los Templarios.
Posteriormente, Assassin’s Creed III se desarrolla en la época de la Independencia de
las 13 Colonias de Estados Unidos. El personaje principal es un Asesino llamado Connor Kenway, el cual es descendiente de una madre nativo–americana y un padre inglés
(este último es un líder Templario). A lo largo del juego, Connor busca reivindicar la situación de esclavitud y discriminación de su pueblo, e incidentalmente ayuda al ejército
de las colonias a logar la independencia. Al igual que en Assassin´s Creed II, el personaje
principal se relaciona con clases sociales bajas y discriminadas (prostitutas, rateros,
esclavos, etc.), y con personajes históricos reales, tales como George Washington, Benjamin Franklin, Charles Lee, etc. Específicamente en este videojuego, los enemigos son
asociados con el Imperio Inglés, mientras que los héroes son los nativos americanos.
De igual forma, Assassin´s Creed IV: Black Flag se desarrolla en la Edad de Oro de la
Piratería. En este videojuego el personaje principal es un corsario inglés llamado Edward Kenway que busca riqueza y aventura, pero que eventualmente se convierte al credo de los Asesinos. Si bien, en un comienzo la motivación de Edward es exclusivamente
económica, a lo largo del videojuego el personaje se compromete con otras casusas más
nobles, tales como la libertad y la democracia de la humanidad. Al igual que en los
demás videojuegos, los héroes y aliados de Edward son grupos sociales discriminados
(mayas, esclavos, piratas, prostitutas, etc.), mientras que los enemigos templarios son
referenciados a los imperios de esa época, como Inglaterra, España y Portugal. Un aspecto interesante dentro de este videojuego es que la jugabilidad permite al jugador
explorar diferentes islas del Caribe, buscar tesoros, así como navegar en mar abierto y
asaltar barcos de comercio. Evidentemente las opciones de gameplay3 generan mayores
posibilidades para la transmisión, reforzamiento y práctica de valores ético–morales.
3
El gameplay es definido como una particular forma lúdica de interacción que toma lugar entre el juego,
y el jugador durante el juego; es decir, lo que el jugador puede hacer dentro del juego (Mäyrä, 2008).
Emmanuel Galicia Martínez
29
Cabe mencionar que una de las características principales de los videojuegos de esta
saga es que son de mundo abierto, es decir, que el jugador tiene la posibilidad de explorar
el mundo virtual proporcionado por los diseñadores. Por lo tanto, además de realizar
misiones principales, los jugadores pueden visitar las ciudades, edificios, platicar con
personas, pescar, cazar animales, comerciar, etc.
En este sentido, en el contenido de todos los videojuegos se puede observar un tratamiento de diferentes dilemas éticos y morales en donde el jugador debe decidir qué
hacer, dependiendo del momento en que se encuentre.
Si bien ya se ha descrito el objeto de estudio, a continuación se proporcionarán
algunas precisiones metodológicas que se tomaron en cuenta para la realización de las
entrevistas en profundidad y el grupo de discusión con los videojugadores.
◗ Precisiones metodológicas
Como se ha mencionado con anterioridad, la presente investigación se deriva del trabajo de tesis de posgrado del autor. En este sentido, en un inicio se buscó la elucidación
de formas simbólicas de “lo occidental” en el discurso de videojuego, para lo que se
aplicaron dos técnicas de investigación diferentes: tres entrevistas en profundidad y un
grupo de discusión. A lo largo de la realización de ambas técnicas cualitativas se detectó
que abiertamente los jugadores manifestaban una fuerte inclinación por reforzar ciertos valores ético-morales que se trabajan en la narrativa y jugabilidad del videojuego,
por lo cual se optó por realizar un trabajo aparte enfocado en esta temática.
De igual forma, es importante mencionar que dentro de los criterios de inclusión se
contempló que los participantes conocieran la saga Assassin´s Creed, que hubieran jugado mínimo los tres videojuegos mencionados con anterioridad, un límite de edad de 17
a 30 años, sexo indistinto, grado académico de educación media superior y superior, y
que fuera habitantes de la Ciudad de México (debido a fines logísticos).4
Por un lado, las entrevistas en profundidad se realizaron con el fin de indagar sobre las apropiaciones y apreciaciones particulares de cada sujeto acerca de diferentes
tipos de valores éticos y morales tratados en el videojuego. De igual forma, el grupo de
discusión buscó elucidar las apropiaciones ético–morales de los jugadores, pero de manera general. En este sentido, ambas técnicas arrojaron resultados relevantes porque
se distinguió la apropiación axiológica de videojuego a nivel individual y grupal. Cabe
4
Para mayores referencias sobre los perfiles de los videojugadores, puede consultarse la tesis titulada
Análisis del discurso ideológico de “lo occidental” en el videojuego histórico. Caso la saga Assassin´s Creed, disponible en la página web de tesis de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM): http://oreon.
dgbiblio.unam.mx/F?RN=684615264
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2 LA DIMENSIÓN AXIOLÓGICA DEL VIDEOJUEGO EN LA VIDA COTIDIANA
mencionar que ambas técnicas de investigación se aplicaron en la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales (UNAM) durante los meses de febrero, marzo y abril de 2019
En el mismo orden de ideas, el objetivo principal de la investigación es dimensionar
la profundidad de apropiación del contenido axiológico del videojuego por parte de los
usuarios y su impacto en la vida cotidiana, para la cual se aplicaron tres categorías de
análisis: el videojuego como conocimiento de valores (1), el videojuego como recurso
para la investigación sobre temáticas más o menos realizadas con los valores sociales
(2) y el videojuego como apoyo didáctico para el tratamiento de valores (3).
De esta manera, a continuación se expondrán los resultados más relevantes registrados en la investigación.
◗ El contenido axiológico en la vida cotidiana
de los jugadores de Assassin´s Creed
De manera general se puede apuntar que el tratamiento de los valores ético–morales
de los videojuegos de Assassin´s Creed se pueden dividir en dos diferentes perspectivas. Por un lado, se encuentran los valores asociados con el Credo Asesino, los cuales
principalmente son libertad y democracia; mientras que, por el otro, la ética y moral
de los Templarios se asocia con el autoritarismo y el ejercicio hegemónico del poder.
Asimismo, resulta relevante mencionar que se pueden identificar ciertos valores que
son compartidos por ambas sectas, como la paz y la sabiduría, pero que son abordadas
desde puntos de vista diferentes; la diferencia entre las dos perspectivas reside en que
mientras los Asesinos buscan la paz a través de la libertad de todas las personas, los
Templarios buscan instaurar la paz con base en el control social. De igual manera, la
sabiduría es un valor compartido que para los Asesinos significa la difusión del conocimiento por las personas, mientras que los Templarios buscan monopolizarlo.
También vale la pena destacar que, aunque los Asesinos pudieran referirse a la concepción peyorativa del concepto “asesinato”, dentro de la narrativa de los videojuegos
los ubica como héroes, porque parte de su credo filosófico involucra no matar a inocentes y sólo pueden matar a los Templarios.
Dentro de los resultados de las entrevistas en profundidad, los entrevistados expresaron que los videojuegos de Assassin’s Creed han impactado su vida cotidiana en
múltiples sentidos, pues los principios éticos y morales de los Asesinos (el credo asesino) inspiran a realizar acciones a favor de las demás personas.
Aldo Araujo: “Yo sigo el credo asesino en cuanto a defender a los inocentes. Es una manera de ver la justicia que se debe llevar a cabo. Es una manera de hacerlo más interesante.”
Carlos Fabela: “De repente me pongo a tomar ejemplos de las maneras en que
actúan los personajes de la saga para actuar en la vida. Dependiendo de la situación,
Emmanuel Galicia Martínez
31
te puedes sentir identificado con cosas que te pasan. De algún modo me impactan al ser
una inspiración a seguir. (…) También en mi carrera, a partir de los videojuegos puedo
tomar cuestiones históricas para sacar temas de investigación.”
Diego Romero: “Los videojuegos de Assassin´s Creed afectan mi vida cotidiana porque me hacen una persona más atenta. Gracias a los videojuegos vas entrenando sentidos o percepciones que puedes tener sobre la vida. Además, me han orillado a tener un
deseo por aprender cosas nuevas, como historia, cultura, poder y libertad.”
En el mismo orden de ideas, los participantes del grupo de discusión comentaron
que los principales valores que observan son la responsabilidad, la justicia y la solidaridad. En el mismo sentido, expresaron que tanto Asesinos como Templarios practican
los mismos valores, pues ambas sectas son solidarias con los suyos, responsables de
sus acciones e incluso buscan la justicia y la paz, sin embargo, la interpretación de estos
valores es diferente, pues mientras los Asesinos buscan la paz a través de la libertad de
los seres humanos, los Templarios buscan el dominio hegemónico.
Santiago Cruz: “Los valores que tienen los Templarios son los mismos valores de
los Asesinos, pero interpretados de manera diferente. Hay una interpretación de los
valores, pero son interpretados de otra forma, por lo tanto, su manera de actuar es diferente. Los dos bandos luchan por la paz, pero toman la libertad como algo diferente; los
Templarios buscan dominar y los Asesinos creen en el libre albedrío de las personas.”
Respecto a la apropiación de valores ético-morales los hallazgos fueron similares
a los de las entrevistas en profundidad, pues se detectó que los videojuegos inspiran y
motivan a tomar ciertas decisiones morales en la vida real. Los participantes constantemente asociaban el contenido de la saga Assassin´s Creed con aspectos y experiencias
de su vida. Todos ellos manifestaron que cuando realizaban o tomaban cierta decisión,
se basaban en los valores de los videojuegos.
Brenda Solano: “Sobre todo, cuando jugué el dos, me motivó el valor de la familia,
porque cuando matan a los papas de Ezio, él los venga. (…) Creo que relaciono mucho el videojuego con mi familia, porque también somos muy unidos; aunque tengamos altibajos,
ahí estamos apoyándonos. También coincido con el sentido de responsabilidad, porque,
por ejemplo, mi responsabilidad es estudiar y salir bien en mis estudios porque mis papás
me están apoyando económicamente para la escuela; yo les demuestro que su apoyo sí
está funcionando. (…) Te ayudan a aprender valores, todo lo positivo, la manera en que te
comportes, y sobre todo cambiar tu ideología, como tus creencias respecto a la religión.”
César Sánchez: “Yo veo el valor de la familia y de responsabilidad. Por ejemplo, a
mis alumnos los considero como mi familia y mi responsabilidad es enseñarles. Así
como los maestros asesinos les enseñan a los aprendices, yo les trato de transmitir
el conocimiento a mis alumnos de la mejor manera. Tal vez cada uno de ellos esté buscando su propia armadura y yo quiero ayudarlos en su camino.”
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2 LA DIMENSIÓN AXIOLÓGICA DEL VIDEOJUEGO EN LA VIDA COTIDIANA
Iván Salvador: “A mí me han marcado principalmente los valores que se abordan,
porque siempre el personaje principal, sea el asesino que sea, te enseña a tener respeto
a los amigos, a los maestros, a la familia; siempre hay que luchar por el bien común,
siempre hay que tomar buenas decisiones y tomar consejos de los demás.”
Juan Manuel: “El año pasado yo me titulé, y todo el proceso y los trámites que hice,
yo lo pensé como si estuviera buscando una armadura en el videojuego, porque cada
trámite del título es un paso para cumplir mi misión. En cierta parte, el videojuego me
ayuda a madurar y a crecer, porque independientemente de que sea un juego, siempre
te va a poner retos, y así como en el videojuego te cuesta mucho trabajo pasar un jefe,
también te da satisfacción cumplir retos en la vida es la vida. (…) Ese aspecto de cumplir retos, de hacer las cosas, es lo que te inspira a ser una mejor persona.”
Es importante mencionar que en torno a este tema comenzaron a surgir múltiples hallazgos posterior al grupo de discusión, debido a que los participantes que decidieron seguir reuniéndose de manera periódica, expresaban las vivencias en el grupo
de conversación de WhatsApp y consultaban las decisiones que iban a tomar con sus
amigos, a lo cual los demás aconsejaban basándose y tomando en cuenta los valores
del Credo Asesino. De igual manera, en las reuniones periódicas (posteriores al grupo
de discusión) se pudo conversar con los participantes y ellos manifestaron que en diferentes ocasiones de su vida han tomado decisiones morales basándose en el código
moral de los Asesinos. Varios de ellos han manifestado que el Credo Asesino inspira
su vida y ha sido adoptado como una guía filosófica de vida. Si bien, son interesantes
y altamente relevantes dichos hallazgos, debido a las limitantes de tiempo de la presente investigación no se incluirán ni se documentarán, pues todas esas entrevistas se
realizaron de manera personal y sin consideraciones metodológicas previas, por lo que
carecen de rigor académico y científico; sin embargo, es importante mencionarlo, debido a que sirve para trazar posibles líneas de investigación para proyectos futuros.
Como se puede observar, generalmente se considera que el aporte de la saga
Assassin’s Creed reside en la información histórica que contiene y en las posibilidades
que esta tiene de ser aprehendida por los jugadores; sin embargo, se puede concluir que
más que enseñar historia, la saga transmite y fomenta valores filosóficos y éticos que
sirven de guía moral para el actuar diario de los jugadores.
◗ Conclusiones
Como se ha apuntado anteriormente los videojuegos resultan ser herramientas para
la producción de valores éticos y morales, en el contexto de la vida cotidiana. Es importante señalar que, aunque el peso de la enseñanza–aprendizaje de valores generalmente se piensa en núcleos familiares y escolares, los elementos sociotécnicos de la
Emmanuel Galicia Martínez
33
comunicación, en especial los videojuegos, obtienen un alto grado de relevancia para
dichos fines.
De igual manera, en el análisis hecho en el apartado anterior se puede identificar
que los videojuegos Assassin’s Creed cumplen con las tres funciones de propuestas por
Juan Ramón Jiménez:
En primer lugar, el contenido resulta ser una fuente para ejemplificar y conocer
valores, pues generalmente los jugadores analizan las acciones ético–morales que toman dentro del juego. En este sentido, se puede observar la función de conocimiento
de valores.
Posteriormente, el videojuego es utilizado como un recurso para la investigación
sobre temáticas más o menos realizadas con los valores sociales, fomentando el aprendizaje de temas como historia, cultura, poder y libertad.
Asimismo, los videojuegos de Assassin’s Creed resultan ser un apoyo didáctico para el
tratamiento de valores, pues en situaciones ficticias y simuladas en entornos virtuales,
los jugadores manifiestan actitudes ético–morales y analizan las decisiones que tomaron.
Siguiendo la misma línea, como se ha descrito anteriormente, uno de los hallazgos
más relevantes es que los jugadores fundamentan su actuar cotidiano en los valores
que se representan en los videojuegos. Asociar personajes ficticios e inspirarse en ellos
para tomar decisiones, es un fenómeno altamente relevante, sobre todo si se toma en
cuenta que el crecimiento de la industria es acelerado y cada vez más personas juegan
en diferente momento de su vida cotidiana.
Dicho lo anterior, es importante apuntar que se necesitan nuevas investigaciones
que proporcionen más hallazgos que permitan entender el fenómeno. Definitivamente
la apropiación de los videojuegos cada vez es mayor e inevitable. Habría que tener más
herramientas que apunten a aprovechar todas las potencialidades de los videojuegos
para fines sociales.
◗ Fuentes consultadas
Aguaded, J. A. (1997). Educación en Valores y Medios de Comunicación. COMUNICAR, 9, 219.
González, C. (2014). Videojuegos para la transformación social. Aportaciones conceptuales y
metodológicas. Bilbao: Universidad de Deusto.
Lefebvre, H. (1984). La vida cotidiana en el mundo moderno. Madrid: Alianza Editorial.
Mäyrä, F. (2008). An introduction to game studies: Games in culture. London: SAGE.
McGonigal, J. (2011). Reality is broken: Why games make us better and how they can change the world.
Recuperado de http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&scope=site&db=nlebk&db=nlabk&AN=1122580
34
2 LA DIMENSIÓN AXIOLÓGICA DEL VIDEOJUEGO EN LA VIDA COTIDIANA
McLuhan, M. (1996). Comprender los medios: Las extensiones del ser humano. Barcelona: Paidós.
Perfil de Videojugadores: Casuales e Intensivos. (s/f). Recuperado el 18 de junio de 2019, de The
CIU website: https://www.theciu.com/publicaciones-2/2018/4/24/perfil-de-videojugadorescasuales-e-intensivos
Rodrigo Mendizábal, I. (2004). Máquinas de pensar: Videojuegos, representaciones y simulaciones
de poder. Quito: Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador.
3 El rompimiento de la seguridad ontológica
de la vida cotidiana: ¿ciudadanía digital en el #19S?
Amílcar Chavarría Cruz
◗ Introducción
Estudiar las afectaciones del sismo del 19 de septiembre de 2017 desde la óptica de
la ciudadanía digital representa una oportunidad para conocer, desde una perspectiva sociocomunicativa, las prácticas, limitaciones y posibles oportunidades que dejó un
desastre de tal magnitud en los contextos cívicos de los ciudadanos de la Ciudad de
México en el espacio digital.
Como era de esperarse, producto de esta situación emergente, la ciudadanía respondió en aquel momento con acciones que se perfilaron al rescate y apoyo de heridos,
muertos y damnificados; no obstante, las consecuencias físicas, económicas, políticas e incluso comunicativas no se limitaron a estas necesidades inmediatas; también
a la posterior atención en los sinuosos procesos relacionados con la reconstrucción y
recuperación del patrimonio de miles de mexicanos afectados.
Como ha ocurrido en diversos países no solo en momentos de desastre, internet
se ha convertido en un medio que permite una comunicación coordinada de ciudadanos hacia diversas acciones en beneficio social. Asimismo, es importante tener en consideración que aún existen grandes limitantes que bien podrían complicar el sentido y
práctica de un ejercicio que pueda entenderse como una ciudadanía digital.
Por ello se plantea indagar en las prácticas y limitantes que existen para la conformación de la ciudadanía digital contextualizadas en individuos que de alguna manera
sufrieron el sismo del #19S, lo que además significó un rompimiento de su seguridad
ontológica, por lo cual a partir de ese día han modificado su sentido de apropiación de
Internet, específicamente la red social Twitter.
◗ Seguridad ontológica en el espacio social
Anthony Giddens sostiene que dentro de una estructura política, económica, educativa
o social, existen reglas de recursos organizados de manera recursiva. Por lo que analizar
36
3 EL ROMPIMIENTO DE LA SEGURIDAD ONTOLÓGICA DE LA VIDA COTIDIANA
la estructuración de sistemas sociales significa estudiar los modos en que esos sistemas, fundados en las actividades inteligentes de actores situados que aplican reglas y
recursos en la diversidad de contextos de acción, son producidos y reproducidos en una
interacción (1995:58). En otras palabras, interacciones que implican el establecimiento
de la socialización.
La interacción social o socialización implica que los integrantes de una sociedad mantengan relaciones motivadas a producir un resultado particular en común
recurriendo a estrategias que permitan actuar o pensar en concordancia con los
modos de actividad preestablecidos. Entonces, la interacción constante de los individuos o sujetos permite establecer comportamientos que con el tiempo son asimilados por las estructuras sociales, acciones que constantemente son puestas en
prácticas por lo que en consecuencia generan una rutina o disciplina que obtiene una
relativa estabilidad a partir de un orden. Dichas acciones, en mayor o menor grado permiten un cambio gradual en la estructura social en que se desarrollan, ejemplo de ello
es la obtención de un capital cultural de un sujeto o incluso las molestias ocasionadas
por la falta de servicios básicos a una comunidad. Es decir, el sujeto buscará establecer
o ampliar sus vínculos sociales con la motivación de lograr o conseguir un objetivo y
desde luego, su seguridad.
La seguridad antológica “denota la fe que la mayor parte de los seres humanos tiene
en la continuidad de su identidad propia y en la constancia de los medios circundantes
de acción social y material” (Giddens, 1990:92). Además, forma parte del sentimiento
de seguridad, hace referencia a la confianza que la mayoría de los seres humanos deposita en la continuidad de su autoidentidad y en la permanencia de sus entornos sociales
o materiales de acción (Araujo González, 2003). Por ello, la socialización constante genera confianza y a su vez rutina, lo cual resulta ser un elemento clave en la conformación de la seguridad ontológica.
Lo contrario ocurre cuando los individuos sufren cambios en relación con la aceptación y continuidad de las reglas o subjetividad de la estructura, ya que al no encontrar
una estabilidad en el orden establecido dentro del sistema, el sujeto puede optar por
cambiar o no esa rutina con el apoyo de estrategias. En otras palabras, el ciudadano,
al no encontrar respuesta por las vías establecidas administrativamente por parte del
Estado o municipio para la resolución de un problema de seguridad pública que amenaza su rutina, recurre a la búsqueda de estrategias dirigidas al restablecimiento de
seguridad ontológica.
Dichas estrategias pueden orientarse en dos direcciones denominadas por Giddens, conciencia recursiva y conciencia discursiva; la primera relacionada con la capacidad racional y recursos que el sujeto posee o puede obtener bajo la orientación
de lograr mover, obtener, negociar sus objetivos con el menor riesgo posible; y como
Amílcar Chavarría Cruz
37
se ha descrito, con la intención de recuperar su seguridad antológica el individuo
desde el momento del rompimiento o amenaza de la rutina, toma relativa conciencia de la amenaza y por ello decide establecer ciertas acciones que le devuelvan parte o la continuidad de esa confianza. Esto ocurre de manera frecuente en diversos
estratos sociales de México, los cuales al no obtener un acceso a la estabilidad económica deciden efectuar prácticas para lograr una estabilidad: comercio informal,
delincuencia, etc.
Por otro lado, la conciencia orientada a lo discursivo a partir de la amenaza de rompimiento de su seguridad ontológica considera utilizar como recurso la capacidad para
objetivar la estrategia a través de una racionalización lingüística apoyada en el discurso.
Esto puede lograrse a través de una construcción narrativa que otorgue sentido y razón
a lo que está haciendo o solicitando el individuo; a diferencia de la conciencia recursiva,
lo discursivo pone en práctica elementos que necesitan de la negociación y tolerancia
con el matiz del capital social, económico y cultural.
En la estructura social las acciones políticas generan formas con las cuales los sujetos interactúan de manera armónica o conflictiva, pero, ¿qué ocurre cuando la seguridad ontológica se rompe a consecuencia de un desastre de índole natural como un
sismo? ¿Es posible generar estrategias recursivas y discursivas que permitan regresar
la confianza y la rutina a los sujetos afectados?
Por otra parte, es necesario contextualizar dónde se realizan esas prácticas rutinarias y de confianza, las cuales también se vinculan con otros ámbitos de dominación
y conflicto. Para ello Pierre Bourdieu (2010) en su amplia construcción teórica definió
conceptos que pueden ser de utilidad para la explicación de la influencia y el poder
que se ejerce en los denominados espacios sociales; lo cual podría ser de utilidad considerando que la conformación de la ciudadanía en el espacio social es resultado de la
interacción constante de los individuos.
Es decir, las relaciones permeadas por el poder se ejercen gracias a la posesión o
carencia de capitales, ya que el individuo al poseer principalmente un capital económico tiene más oportunidades de controlar su ubicación en el espacio social, así como los
medios y estrategias por los cuales puede mejorar su posición social. Dichas acciones
incluirán o rechazarán a todos aquellos individuos que tenga o no posean las cualidades
propias de cada clase, lo que limita en principio la construcción de un sentido ciudadano de colaboración debido a los sesgos ya mencionados.
Bourdieu (1997) afirma que el espacio social gracias a esta convergencia de capitales produce habitus y a través de una relación simbiótica, el habitus producirá y dará
sentido al espacio social; lo cual podrá reflejarse en la formación y reproducción de los
mismos capitales, así como en el movimiento de los sujetos a través de trayectorias a
otras posiciones que le permitan mejorar su ubicación en la clase social.
38
3 EL ROMPIMIENTO DE LA SEGURIDAD ONTOLÓGICA DE LA VIDA COTIDIANA
Estas interacciones al desarrollarse en el campo social producen conflictos o una
competencia constante entre los sujetos que participan en el mismo campo y que se someten a las regulaciones que el espacio social determina. Lo interesante desde el punto
de vista del desastre o el rompimiento del espacio social, es analizar como el individuo
afectado se ve obligado a establecer algún tipo de red o lazo que aumente su sentido del
capital social, principalmente con la finalidad de recuperar un poco de lo que ha perdido
por consecuencia de un evento natural.
En suma, la importancia del espacio social y las relaciones que contiene pueden dar
pie a la conformación de la ciudadanía, pero sobre todo al ejercicio de los ámbitos de participación hacia la toma de decisiones en pro de las sociedades. No obstante, al afectar su
presencia en el espacio social y más aún, al generar desconfianza por los actos políticos,
el individuo gradualmente ha optado por replegarse a su esfera privada lo que inevitablemente afectará la calidad de la ciudadanía y la cultura política.
◗ Categorías para el estudio del desastre
Contrario al pensamiento popular, un desastre ocasionado por un fenómeno natural
como una inundación o un sismo que afecta a los soportes y el actuar social, no es
resultado de un castigo divino, sino de una conjunción de determinadas condiciones
políticas, económicas y sociales de un país o sociedad, las cuales afectan directamente
el accionar social del individuo afectado.
Pliego Carrasco (1994), en su análisis de desastres urbanos, propone algunas categorías para entender la complejidad de los fenómenos y sus afectaciones a las estructuras sociales. Entre las más importantes se encuentran:
Los soportes físicos que configuran el actuar social, ligan al sujeto a lo territorial y
a sus fuerzas geológicas, meteorológicas y biológicas (Pliego Carrasco, 1994:12). Estos
soportes son susceptibles a la posición de clase de los individuos. Son objeto de corrupción de funcionarios, así como de políticas neoliberales (Janoschka, 2014).
Estructura urbana que aloja el concepto de aglomeración social como el nivel más
inmediato de la praxis social de las clases, así como el ámbito de la vida cotidiana.
Gracias a la conjunción de estos conceptos, el entender la consecuencia de un desastre natural en la ciudad es la modificación de la vida social como resultado del cambio
abrupto, inmediato de los efectos estructurales y referenciales de los soportes físicos
que la sustentan (Pliego Carrasco,1994:17).
Georgina Calderón sugiere que existen situaciones generadas a partir del neoliberalismo y la globalización que tienen consecuencias en dos vertientes: la primera debido a la sobreexplotación de los recursos por parte de empresas transnacionales, y la
segunda, que alude principalmente a la agudización de la pobreza y al quebranto de
Amílcar Chavarría Cruz
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la vulnerabilidad ambiental y de la población que ve disminuidas las posibilidades de
contener cualquier cambio social (2001:34)
La vulnerabilidad está directamente relacionada con la pobreza, y desde el establecimiento del modelo neoliberal en México, los espacios se han diferenciado cada
vez más, empobreciendo, como se dijo anteriormente, de manera significativa a la población lo que se puede considerar como una causa del aumento de las situaciones de
desastre (Calderón 2001:35).
Por otro lado, es preciso señalar que además de los altos costes que la sociedad ha
tenido que pagar en lo económico y social, a partir de la apertura de las políticas neoliberales, ha generado una afectación real a los espacios sociales en las grandes ciudades
latinoamericanas lo que ha repercutido incluso en la pérdida de vidas humanas.
◗ Neoliberalismo en el espacio social
Michael Janoschka (2014) al referirse al proceso de neoliberación urbana sostiene que
las ciudades han adquirido una posición e importancia central en las políticas neoliberales implementadas formalmente en Latinoamérica a partir de los años setenta y
ochenta, así como también la globalización con su orientación cultural, por lo que las
metrópolis de los países subordinados se convierten en nodos de transmisión de valor
(2014:15).
Es decir, los procesos de expropiación, desplazamiento y privatización descritos
por Georgina Calderón son más frecuentes en los países subdesarrollados ya que ahora
cuentan con el apoyo directo de los Estados. Lo que importa en estas ciudades es la generación y circulación del capital, sin considerar las consecuencias sociales, económicas
y ambientales, así como su repercusión en amplios sectores de la población originaria
o citadina.
De esta manera, el espacio social está diseñado, gentrificado y orientado hacia
la producción de un sujeto que modifica y amplifica su cotidianeidad hacia un ámbito de privacidad e intimidad, constituyendo un proceso donde el sujeto se vuelve
objeto de consumo en el espacio social, con el matiz de la privatización de este último,
la sobreexplotación de servicios básicos y la alteración de las relaciones sociales del
sujeto que devienen en una tendencia individualista.
Si el espacio social construye o por lo menos promueve lazos sociales, solidaridad
y prácticas ciudadanas, al privatizarlo se modifica la vida cotidiana y las prácticas sociales, se individualiza al sujeto y se le limita al acceso a dichos espacios incluso en los
ámbitos significativos. Sennet, al referirse al espacio público es tajante al decir que este
ha muerto y es una razón, la más concreta, para que las personas busquen en el terreno
íntimo lo que se les ha negado en un plano ajeno (1997:30).
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3 EL ROMPIMIENTO DE LA SEGURIDAD ONTOLÓGICA DE LA VIDA COTIDIANA
◗ Ciudadanía: dos posturas
El estudio de la ciudadanía, así como su práctica en las sociedades contemporáneas,
es una tarea que se ha abordado desde diversas disciplinas como lo son la Política, la Filosofía, la Sociología e incluso en tiempos más recientes, la Comunicación. Las diversas
acepciones existentes contextualizan el uso y aplicación de las obligaciones y derechos
que individuos tienen a partir del reconocimiento en los contextos sociales, políticos o
incluso jurídicos por parte de un Estado o nación.
Esta constitución de derechos, obligaciones y reconocimientos del y los individuos,
son el resultado de una discusión que puede contextualizarse desde la conformación y
consolidación de los estados griegos que arranca en Esparta y llega hasta nuestros días;
(Heater, 2007:9) que, además, interactúa de manera permanente con otros términos
que complementan y le dan sentido a su accionar político y social, como lo son democracia y cultura política.
Con un salto cuántico, la irrupción de los medios denominados de masas en el siglo
pasado, lo político inevitablemente hoy trastoca la vida cotidiana de las sociedades en
el contexto de la denominada modernidad, lo cual ha modificado el sentido racional
de la acción dirigida a la inicial supervivencia del grupo social para llevarla más allá de
un cambio de valores, actividades, hábitos y desde luego el sentido de bienestar social
e individual.
Como resultado de la intervención de los medios de comunicación en la vida política, la configuración de su concepto encontró nuevas interpretaciones y apropiaciones,
las cuales gradualmente abrieron diversas aristas hacia otros temas y problemáticas
que evidenciaron lo precario o limitado de los términos utilizados para contextualizar
la cultura política y la ciudadanía. Temas como la migración, derechos humanos, movimientos sociales, entre otros, aparecieron en la escena mundial demandando el reconocimiento de los individuos que más allá de sus ideologías, ahora se habían apropiado
de las tecnologías digitales que se desarrollaron a finales del siglo XX.
Con este argumento, el concepto de ciudadanía hoy en día intenta definirse entre
dos posturas o prácticas: la primera aludiendo a los aspectos apegados a las regulaciones, leyes y normas que los estados y naciones construyen para salvaguardar su estabilidad, hegemonía y constitucionalidad con la base del reconocimiento de los individuos
a través de derechos y obligaciones; la segunda postura se constituye a partir de las
demandas y el reconocimiento del individuo como ser político que con sus acciones intenta modificar su entorno social a través de la manifestación política, los movimientos
sociales, la construcción y difusión de información de manera alternativa; así como la
ayuda a sus semejantes en situación de eventos ambientales, como lo es una inundación, huracán o un sismo.
Amílcar Chavarría Cruz
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En ambas posturas, los medios masivos, pero sobre todo los digitales, hoy en día
son parte esencial del ecosistema de información que complementan y nutren de diversas maneras y con diversos contenidos a los individuos, quienes a partir de esto
constituyen un grado de cultura política y en consecuencia su ciudadanía. Esta situación, además de generar diversas reflexiones también genera preguntas respecto del
entendimiento y ejercicio de la ciudadanía, así como su desarrollo o limitantes en los
contextos digitales y su impacto en la cultura política.
Asimismo, debido a las circunstancias actuales económicas, políticas y sociales,
el concepto de ciudadanía comprendido como una herramienta normativa creada
por el Estado para proteger algunos intereses ciudadanos, reconocerlos como miembros, distinguirlos de quienes no lo son e identificar lo más claramente posible cuáles
son las normas de este país que determinan su situación jurídica (Lara y Camacho,
2014: 40), gradualmente ha considerado extenderse más allá del ideal teorizado de un
contrato armónico entre el Estado y el sujeto debido a lo incompleto e insuficiente que
resulta adecuar la ciudadanía a la actualidad de las sociedades contemporáneas.
Gracias a la universalización del concepto de ciudadano como sujeto con derechos,
así como el discurso retórico construido alrededor de las etapas históricas en que se ubique al ciudadano occidental, se concibe que la ciudadanía sea susceptible a las transformaciones y dinámicas globales, la globalización, la digitalización o la migración masiva.
Es decir, los cambios que el concepto de ciudadanía históricamente ha vivido, hoy
demandan una apertura que va más allá de las características que el Estado-nación otorga a los individuos, como son derechos y obligaciones, nacionalidad, naturalización,
derecho al voto, reconocimiento de derechos humanos y ciudadanos, entre otros. Una
apertura que puede alojarse en la categoría de “no formalizados” (Sassen, 2016:113)
que considera a diversos actores y situaciones emergentes, que en cierta forma son
consecuencia de las democracias liberales (pág. 114).
Es decir, si la lógica del Estado benefactor generaba vínculos colaborativos con los
ciudadanos, actualmente el desempleo desproporcionado entre las personas principalmente jóvenes así como el hecho de que muchos de ellos desarrollan lazos débiles con
el mercado laboral, afectará aún más la lealtad y el sentido de reciprocidad entre futuros
adultos y el Estado (Sassen, 2016 :115), más aún cuando el Estado gradualmente ha
dejado de ejercer funciones claves para el desarrollo social.
◗ Ciudadanía digital
Con el incentivo de la inclusión de nuevas valoraciones, es pertinente citar la aportación a la conceptualización de la ciudadanía digital elaborada por José Manuel Robles
quien plantea: individuo, ciudadano o no de otra comunidad o Estado, que ejerce la to-
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3 EL ROMPIMIENTO DE LA SEGURIDAD ONTOLÓGICA DE LA VIDA COTIDIANA
talidad de sus derechos políticos o sociales a través de internet de forma independiente
o por medio de su permanencia a una comunidad virtual (2009:55). Robles incluye
puntos necesarios para el desarrollo de la noción ciudadana y su relación con la red,
pero es necesario extender los argumentos más allá de las premisas de la resolución de
los problemas de la brecha digital y enfocarlos más allá de las posturas clásicas y abrir
a la práctica el concepto dejando atrás cuestionamientos que se quedan sólo en la definición de un problema.
Por otra parte, Bustamante (2007), Bennett (2008) y Sierra (2013) coinciden en
que para la consolidación y puesta en práctica de la ciudadanía, es necesario atender
toda una serie de limitantes que deben ser resueltas:
•
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•
•
•
•
Brechas digitales
Alfabetización digital
Inclusión digital
Generación de confianza entre usuarios
Apropiación de los espacios digitales por parte de usuarios
Neutralidad y privacidad en la Red
Derechos humanos
Software libre
Lo anterior, ya que es imprescindible tomar en cuenta que las prácticas habituales
o comunes por las cuales se entiende a la ciudadanía convencional, en lo digital toman
otras dimensiones e incluso se revitalizan, ya que el individuo al “adquirir habilidades
en este contexto contribuye al desarrollo de las identidades cívicas de manera más amplia que en las conceptualizaciones tradicionales de la ciudadanía” (Couldry, Stephansen y Fotopoulou, 2014), como puede ser el ejercer el voto en una elección política.
Por ello Sassen sugiere la orientación ciudadana de individuos “no formalizados”
con lo cual se podría construir un argumento que conciba a una ciudadanía digital,
la que también debe ir más allá de postulados y argumentos retóricos para centrarse
en la apropiación tecnológica y confianza de los usuarios vinculados por situaciones
que los incorporan a los espacios digitales. Esto con la intención de extender sus vínculos para la obtención de beneficios individuales y colectivos.
Por ello, es necesaria la inclusión digital, así como la educación y la enseñanza de
habilidades en lo digital, ya que al no atenderse dejan fuera a individuos que no tengan
las oportunidades para integrarse a lo digital, por ende, quedan excluidos de las posibilidades de la construcción de la ciudadanía digital, por lo que el término en la práctica
podría volverse excluyente al igual y como sucede con otras nociones como son: espacio
público, e–democracia o gobiernos digitales.
Amílcar Chavarría Cruz
43
Al mismo tiempo y de acuerdo con los argumentos de Sierra, Bennett y Dalhgren,
hay que poner especial énfasis en las prácticas digitales dirigidas e incluso construidas
por los discursos deterministas hacia el consumo como antesala de las acciones democráticas en la Red, lo cual podría reflejarse en la construcción de limitantes para el
ejercicio de la cultura cívica y la ciudadanía formal.
Aunado a esta exclusión digital, existen diversas problemáticas como la sugerencia
de continuidad de estudios con orientación a los derechos humanos debido a las afectaciones económicas y su impacto en lo digital; esto sin dejar de lado la neutralidad,
privacidad, el software libre y uso de redes sociales digitales, debido a que estos ámbitos tienen repercusiones legibles en usuarios sobre todo en los contextos políticos y de
participación.
Otra arista para el estudio de la ciudadanía es la confianza, como un elemento imprescindible en el desarrollo de los lazos y vínculos entre los individuos. Aunque se
trate de un concepto alojado en lo digital, hay que tener presente que su origen indiscutiblemente se vincula a los comportamientos de los individuos en lo offline, por ello y
al igual que ocurre con la política convencional, la pérdida de confianza y el aumento de
desconfianza es un factor que afectará la consolidación de la ciudadanía.
◗ Metodología
Estrategia metodológica 1. Análisis descriptivo de una muestra de tuits: @DUCDMX
Bernard Lahire argumenta, respecto a los objetos de estudio, que sólo tienen pertinencia sociológica aquellas descripciones basadas en un trabajo de observación sistemática
de comportamientos cuyo conjunto de resultados se le ofrecen al lector; esas que forman parte de un corpus teórico y metodológicamente construido (2006: 37). Con base
en ello se presenta una descripción inicial del objeto observado en la red social Twitter
del usuario @DUCDMX.
Meses después del sismo del 19 de septiembre de 2017 en la Ciudad de México,
usuarios organizados o damnificados utilizan la red social Twitter como un recurso que
les permite expresar y difundir sus demandas en el espacio público digital. La cuenta
en la red social Twitter @DUCDMX ostenta el nombre Damnificados Unidos Ciudad de
México, fue abierta en noviembre de 2017. En la información de su biografía argumentan: “Las y los damnificados del #19S luchamos por reconstrucción digna, segura y con
fondos públicos.”
Al momento de la elaboración de este escrito, había emitido 3133 tuits y sigue a
461 usuarios, tiene 5534 seguidores y han publicado en sus tuits 944 fotos y videos
de las diversas actividades de los afectados por el sismo. Su avatar conlleva un diseño
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3 EL ROMPIMIENTO DE LA SEGURIDAD ONTOLÓGICA DE LA VIDA COTIDIANA
sencillo y agradable en colores grises y blancos, con los contornos de edificios de la
Ciudad de México con la leyenda “Damnificados” bajo la bandera de México. Su imagen
de portada alude a montañas o volcanes con relieve sobre negro y con dos soles. La leyenda “Si hay damnificados hay emergencia” destaca en la composición.
En su línea de tiempo se pueden observar los diversos tuits que la cuenta emite, y
en el lugar designado para el “Tweet fijado” se encuentra uno emitido el día 9 de junio
de 2019, que da constancia de su comunicado de prensa titulado: “Constructoras deben
responder ante irregularidades en reconstrucción; rechazamos división que promueve
Cravioto”. El tuit tiene seis respuestas y 60 réplicas o retuit, así como 40 Me gusta por
parte de diversos usuarios de la cuenta.
A diferencia de otras cuentas utilizadas por agrupaciones de damnificados como
@CIUDADania19S, @DUCDMX es una cuenta activa que además utiliza los diversos
recursos de la red y las tecnologías digitales, ya que contextualizan con imágenes, videos e infografías, las diversas actividades, demandas, inconformidades y molestias de
las que son presa los damnificados identificados con esta organización. Además, otro
aspecto del uso de esta cuenta consiste en que los administradores vinculan a usuarios
identificados como funcionarios y responsables de los procesos de la reconstrucción
física de sus espacios, entre ellos la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México @Claudiashein y @craviotocesar, titular de la Comisión para la Reconstrucción.
En una muestra de tuits recogida a través de captura de pantalla del 10 al 14 de
junio, la cuenta @DUCDMX emitió y replicó 21 tuits de los cuales:
14 son retuits de sitios informativos que exponen información respecto de las acciones que Damnificados Unidos efectuara ante la falta de respuesta de las autoridades de la CDMX por las irregularidades cometidas por las empresas asignadas en el
proceso de reconstrucción de la Ciudad de México. Mientras que siete tuits son mensajes enviados por la cuenta.
De los 21 mensajes emitidos, 20 contienen imágenes, o video, así como hashtags y
en algunos casos vínculos con usuarios como @Claudiashein, @craviotocesar, @GobCDMX y @Insurgentes1260. Entre los hashtags están: #SanBorja, #Hogar, #19S, #reconstrucción, #nacional, #CDMX y #JusticiaParaNorberto. En estos mensajes la cuenta
informa de la situación, abandono y desinterés por parte de las autoridades hacia los
procesos de reconstrucción.
La muestra elegida, casi su totalidad (solo uno que refiere a #JusticiaParaNorbeto),
consta de mensajes en los que la cuenta se refiere a la situación que prevalece respecto
de la desatención a la reconstrucción, la negativa de las autoridades a la negociación y
diálogo, la exigencia en la transparencia de los recursos asignados a este proceso, la responsabilidad y retraso de las constructoras en las obras de reconstrucción y el anuncio
de marchas y bloqueos en avenidas principales de la Ciudad de México.
Amílcar Chavarría Cruz
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Estrategia 2: Encuesta digital
A través de la aplicación de una encuesta digital (59 encuestas) a jóvenes estudiantes
de 18 a 25 años de edad de las licenciaturas en Ciencia Política, Comunicación, Sociología y Relaciones Internacionales, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de
la UNAM, se plantearon cuestionamientos con base en la ciudadanía, vida cotidiana
y la seguridad ontológica. A continuación se presentan los cuestionamientos más relevantes y los resultados obtenidos:
• El 63% de los encuestados son mujeres y 37% son hombres.
• La principal red social digital utilizada por este segmento es Facebook (44.07%),
seguida de Instragram (35.59%), Whatsapp (13.56%) y Twitter (6.78%).
• Ante la pregunta: Si comparte información política a través de alguna plataforma digital, ¿de qué tipo es? El 67,24% lo hace de sitios periodísticos seguido de
un 18,97% que comparte memes y un 6,90% replica boletines informativos.
• Ante la pregunta: Para usted, ¿cuál es la principal característica de la ciudadanía
mexicana? El 33,90% eligió la opción de la nacionalidad, seguida del ejercicio de
derechos y obligaciones con un 30,51% y 23,73% correspondiente a la opción
Ser mayor de 18 años.
• En el cuestionamiento: Para usted, ¿cuál es el principal derecho que tiene un ciudadano mexicano? El 52,54% eligió votar en las elecciones seguido de la opción
Asociarse individual y libremente, con 27,12%.
• En la pregunta: Posterior al sismo del 19 de septiembre de 2017, si tuviste acceso a internet, ¿qué uso le diste a la red social o websites? Se obtuvieron los
siguientes resultados: 57,63% replicó información (Retuit, compartir, enviar,
etc.), seguido de un 13,56% que mencionó No utilizar la red después del sismo,
y con 11,86% la opción Creación y difusión de información (imágenes, videos,
infografías, memes, etc.)
• Al preguntar ¿Has dado seguimiento a los procesos de reconstrucción y asignación de recursos a los ciudadanos afectados por el #19S? El 45,76% dijo que
No, 23,73% eligió la opción Sí, a través de redes sociales digitales, y un 20,34%
escogió la opción Sí, a través de sitios y medios periodísticos.
• Finalmente, ante la pregunta: Después del sismo del 19 de septiembre de 2017,
¿consideras que has recuperado tus actividades cotidianas? Un 44,07% eligió
la opción Sí, nada cambió; a la par con Sí, con reservas y mayor prevención con
44,07%, y un 10,17% con Gradualmente me he recuperado.
46
3 EL ROMPIMIENTO DE LA SEGURIDAD ONTOLÓGICA DE LA VIDA COTIDIANA
◗ Análisis de las estrategias metodológicas
Estrategia metodológica 1. Análisis descriptivo de una muestra de tuits: @DUCDMX
La cuenta @DUCDMX en Twitter se abre como una estrategia discursiva por parte de los
administradores y como una alternativa complementaria a las acciones recursivas habituales: la protesta en el espacio social y público, la cual tiene el firme objetivo de lograr una
efectiva reconstrucción de sus hogares con apoyo del Gobierno de la CDMX o, en otras
palabras, recuperar la intimidad que la seguridad ontológica les brindaba antes del evento.
La muestra recuperada (en captura de pantalla) coincidió con un evento particular
del accionar ciudadano informal: la protesta u ocupación del espacio público y social. Tal
y como Sassen sugiere, los damnificados se han convertido en una ciudadanía de grado
informal que busca, ante la negativa o desconocimiento del Estado, maneras o formas de
establecer el reconocimiento y atención de sus demandas a través de estrategias discursivas y recursivas, las cuales encuentran en el espacio digital una amplificación efectiva
por lo menos entre usuarios que simpatizan con la causa de la cuenta. No obstante, el
conocimiento, habilidades y competencias de los administradores de la cuenta (aspecto
que se observa por los recursos digitales que utilizan de manera constante: video, infografías e imágenes principalmente) no consigue posicionar y difundir los temas para llamar la atención de la situación en la que viven los ciudadanos desplazados por el sismo.
De los 21 tuits emitidos en la semana de la muestra elegida, 14 corresponden a réplicas o retuits de medios informativos, entre los que destaca la @LaJornada, donde se
constatan las actividades a efectuar, entre las que se habla de bloqueos a avenidas importantes de la ciudad. La urgencia por recuperar la seguridad ontológica es evidente y
ello se muestra en el uso de estrategias recursivas, como imágenes, hashtags, así como el
vínculo a usuarios del Gobierno de la Ciudad de México, lo cual se entiende como complemento a sus acciones físicas en el espacio público.
Desde la perspectiva de la conformación de una ciudadanía digital, y de acuerdo con
el ámbito de Sassen de la informalidad ciudadana como una orientación que entiende
que el ejercicio de su sentido ciudadano va más allá de los aspectos legales y jurídicos, que
la ciudadanía tradicional o democrática debe partir de la lógica de la apropiación y habilidades tecnológicas citadas por diversos autores en este texto como necesarias para,
con ello, posteriormente expresar mensajes que demuestren una construcción ciudadana. Existe un sentido del ejercicio ciudadano, de la apropiación de capitales en un
campo digital y espacio social que intenta extenderse con el apoyo de un capital informacional, no abordado en este trabajo.
La ciudadanía, por ende, con base en lo expuesto con anterioridad, no debe limitarse al ejercicio exclusivo de los derechos y obligaciones registradas por la Constitución,
Amílcar Chavarría Cruz
47
sino que se debe considerar la práctica de la ciudadanía en otros aspectos que amparen
al individuo hacia sus derechos y obligaciones. Esto con la intención de abrigarlo y brindarle protección, lo que repercutiría en el mejoramiento de la sociedad.
Estrategia 2: Encuesta digital
La encuesta aplicada a casi 60 estudiantes de licenciatura permite ofrecer algunas conjeturas respecto a la apreciación del sentido ciudadano y su práctica. Los
jóvenes consideran que parte del ejercicio ciudadano en su mayoría tiene que ver con
el derecho al voto, aspecto que se considera en las aristas de la ciudadanía jurídica y
convencional; es decir, un acto al que la propia ciudadanía se ha reducido. No hay una
apreciación hacia el concepto como una opción para exponer relaciones o vínculos sociales que estén considerados fuera de los aspectos jurídicos.
Los jóvenes encuestados, en su mayoría, entienden que la ciudadanía tiene como
principal característica a la nacionalidad (33,90%) y la principal obligación del individuo es votar en las elecciones (89,83%), lo cual demuestra que el sentido ciudadano no
concibe el uso de esta institución como una alternativa para la expresión y organización
fuera de los vínculos políticos habituales.
Además, los jóvenes expresan un uso de redes sociales, principalmente Facebook e
Instagram, redes que la estadística indica (44,07%) siguen siendo predominantes entre
los individuos de esa edad. Redes que, a partir del caos suscitado por un evento natural,
no dudaron en recurrir, a través de los diversos vínculos informativos, principalmente
sitios periodísticos (67,24%) e incluso memes (18,97%). Esta replicación sugiere que,
aunque los individuos tienen habilidades, competencias y acceso digital, estos no son
utilizados en los aspectos ciudadanos tal y como constata la pregunta alusiva al uso de
la red posterior al #19S, donde los encuestados manifestaron usar la red para replicar
información del desastre (57,63%), contrario a la producción o creación de materiales
propios (11,86%).
Respecto al seguimiento de los actos, información y problemática producto del
#19S, la muestra en su mayoría afirma no dar seguimiento a los procesos de reconstrucción (45,76%), y con la cotidianeidad el 44,07% respondió que han recuperado
sus actividades cotidianas y nada ha cambiado, mientras que un 44,07% refiere que
sí, ha cambiado y tiene mayor sentido de prevención. Estos datos podrían ser un indicador que sugiere que al momento de continuar o recuperar su seguridad ontológica,
los individuos que sufrieron pocas o nulas consecuencias del acontecimiento natural
retomaron sus prácticas habituales, las cuales están alejadas de la política y los aspectos ciudadanos de colaboración por lo que el proceso de reconstrucción no es de su
interés particular.
48
3 EL ROMPIMIENTO DE LA SEGURIDAD ONTOLÓGICA DE LA VIDA COTIDIANA
◗ Conclusión
El rompimiento de la seguridad ontológica puede significar dos orientaciones, la
primera enfocada a individuos que se han visto afectados por el desastre y necesitan a toda costa recuperar sus espacios privados e intimidad. Estos individuos que
recurren a las formas habituales de protesta, también han encontrado en la red una
extensión y difusión de sus actos; no obstante, por lo menos en la muestra analizada, la cuenta @DUCDMX se utiliza sólo para promocionar actos, replicar información y lo más importante es que no interactúan con otros usuarios más que por
el vínculo de otros usuarios (@Claudiashein, @craviotocesar, @GobCDMX y @Insurgentes1260). Y aunque su uso podría considerarse un aspecto de la ciudadanía digital desde un sentido determinista, la realidad es que para hacer efectiva la estrategia digital (amenazas de marchas y bloqueos) tiene que existir una acción real en
lo tangible que quizás pueda repercutir en las esferas políticas y ciudadanas ajenas
a la situación.
La segunda orientación demuestra que los individuos afectados por el #19S, pero
que no tuvieron mayores complicaciones, gradualmente recuperaron su cotidianidad,
dejando de lado el apoyo o aspecto informativo del sismo; por ello, sus prácticas digitales no están vinculadas a la información, apoyo o difusión de las actividades de
los damnificados. Al recuperar su seguridad ontológica sus estrategias recursivas se
han limitado a sólo informarse y no actuar de manera física en favor de los implicados. El regresar a la cotidianidad ha significado a esta muestra el desinterés por el
ejercicio de las prácticas ciudadanas con el apoyo de la Red, lo cual puede significar
la pérdida de una oportunidad para sentar precedente y ejercicio de la ciudadanía
en lo digital.
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Amílcar Chavarría Cruz
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4. Una mirada a la reconfiguración del espacio
museográfico: aproximación a las prácticas
fotográficas que los visitantes y usuarios de
Instagram realizan en torno al museo del siglo XXI
en la Ciudad de México
Néstor Mazatl Segura Galván
◗ Introducción
Conforme se consolida la Era de la Información y Comunicación se observa la emergencia de prácticas que reconfiguran algunos campos sociales. Dentro del abanico de
ejercicios comunicativos desarrollados a la luz del siglo XXI, la construcción simbólica del museo requiere enfrentar desafíos creativos en un mundo contemporáneo
tan exigente.
El propósito central de este trabajo es brindar una aproximación a las prácticas
fotográficas que los visitantes y usuarios de Instagram realizan en torno al Museo, no
sólo en las características básicas de las imágenes generadas y posteadas en plataformas sociodigitales, sino como instrumento de observación de nosotros mismos en un
entorno híbrido entre la realidad online y offline, donde se manifiesta parte de la naturaleza humana que se entreteje con los paralelismos de nuestra propia relación con el
arte y sus espacios de exposición y resguardo.
El auge de las plataformas sociodigitales ha traído consigo la reconfiguración de las
prácticas comunicativas de los museos, estableciendo nuevas relaciones con el espacio,
tiempo y lugar en donde se enuncian, entrelazándose con las conexiones sociales que
se establecen en sus alrededores y quedan enmarcadas en registros fotográficos que se
suben a plataformas sociodigitales. Estas prácticas coinciden con la proliferación del
uso de los smartphones y otros dispositivos móviles que poseen cámaras de fotos integradas, además de acceso a Internet más rápido y prácticamente en cualquier lugar de
la Ciudad de México.
Néstor Mazatl Segura Galván
51
◗ El desafío de los museos frente a la era de la información
The camera is an instrument that teaches people how to see without a camera.
Dorothea Lange
Desde la llegada de la fotografía, la comunicación visual ha interpretado como un medio para descubrir lo desconocido, tejiendo conexiones entre culturas, sociedades y maneras de ver. Martin Heidegger (1977) consideraba que, en la era moderna, un evento
fundamental para comprender su complejidad fue el uso de la cámara pues permitió
“La conquista del mundo como imagen”, describiendo el acercamiento a las visualidades de lo antes invisible, como un aspecto cognitivo determinante. Si le sumamos la
digitalización, se genera una perspectiva para nuevos escenarios, basados en la tensión
inherente, entre realidad y representación.
John Berger, escribió en su libro Modos de ver que, en una era de reproducción
pictórica, la significación de los cuadros ya no está ligada a los propios cuadros, estos
cuadros pierden su esencia de piezas únicas y transmiten estas significaciones, es decir,
“se convierte en información de cierto tipo, y como toda información, cabe utilizarla o
ignorarla; la información no comporta ninguna autoridad especial.” (2012:15). No obstante miles de turistas en todo el mundo se siguen congregando entorno a los museos
para tomar fotografías, pero con total perspicacia sobre el valor de pieza únicas, como
“la falsa religiosidad que ahora rodea las obras de arte originales”, según Berger, dependen en última instancia de “su valor de mercado” y “se ha convertido en el sustituto de
las pinturas que se perdieron cuando la cámara las hizo reproducibles” (2012: 14).
Se puede observar que actualmente la cámara se ha fusionado con otras tecnologías,
entre ellas las del móvil. La proliferación extrema de dispositivos que permiten el registro audiovisual y la posibilidad de compartir imágenes ha generado que el escenario
de la vida cotidiana adopte una calidad de espectáculo, sujetas a reglas atravesadas por
internet. A través del intercambio en línea, que amplía el concepto de reproducibilidad
técnica elaborada por Benjamin (2003), la oposición entre original y copia es remplazada por la duplicación, y la representación es remplazada por la lógica de la repetición.
A su vez, parece que el concepto de reproducibilidad de Benjamin es sustituido por el
potencial de viralidad en plataformas sociodigítales y que se suma a la permanente conectividad de Internet, crucial en la configuración del compartir información.
Las demandas de la era de la información, exige que se renueven practicas institucionales, en el caso de los museos, han pasado de ser proveedores de información a proporcionar recursos utilizables y al mismo tiempo herramientas para que los visitantes
exploren sus propias ideas y en el mejor de los casos, lleguen a sus propias conclusiones. En este sentido los museos reconfiguran su labor central y se van convirtiendo en
52
4 UNA MIRADA A LA RECONFIGURACIÓN DEL ESPACIO MUSEOGRÁFICO
mediadores sociales, interfaces entre la información, la narrativa y el diseño de experiencia de usuario.
El aumento en el uso de Internet y las evanescentes prácticas del uso de redes sociales ha incrementado la necesidad de que los museos entiendan no solamente a los
públicos que usan Internet, sino también a atender el cómo y por qué lo usan dentro
del museo. Un desafío adicional para los museos es considerar la relación entre los visitantes en línea y los públicos físicos, sus características, comportamientos y relaciones
que establecen entre ambos.
◗ Un acercamiento al Museo
En el trompe-l’œil no hay naturaleza, no hay paisaje,
no hay cielo, no hay línea de fuga ni luz natural. Aquí todo es artefacto.
Jean Baudrillard
El museo del siglo XXI es un espacio de interacción mediática a diversos niveles. Las
formas en que las audiencias se involucran, participan, revisan y critican las prácticas
museísticas se ligan a un ámbito entre los medios de comunicación en línea y el espacio
físico. La noción de un museo mediatizado surge del incremento en el uso de las nuevas
tecnologías en el entorno museístico y la rápida apropiación de redes sociales de los
públicos que los visitan.
Podemos observar que en un Museo confluyen diversas prácticas a las que se les
pueden sumar diferentes perspectivas de abordaje que van desde la configuración en
el paisaje de la ciudad, atractivo turístico o edificio contenedor de una amplia gama
de profesionales que ejercen su trabajo, por ejemplo: el artista que expone su obra, el
curador, el arquitecto, además de actividades que se generan dentro y fuera del museo.
A la luz del siglo XXI, la comunicación de los Museos está frente a un desafío trascendental y su evolución simbólica es un tema actual y muy relevante para todos los profesionales que se involucran en esta institución cultural, pues aquí también, como en
otros espacios, se manifiestan conflictos, se establecen jerarquías y diferentes actores
ponen en juego sus capitales simbólicos (Bourdieu, 2003), además de generar una red
de conversaciones, representaciones e interacciones que confluyen en un esquema de
comunicación muy amplio.
Asumiendo que se registran diversas prácticas comunicativas a varias escalas de
colaboración, el museo también integra diferentes relaciones con sus visitantes. En las
últimas décadas, la forma de comunicación en los museos se ha modificado, las prácticas de relaciones públicas, patrocinios, comunicados de prensa y conferencias han cedido el paso a un nuevo esquema de trabajo que otorga un gran valor en la comunicación
Néstor Mazatl Segura Galván
53
en Internet y las redes sociales como Twitter, Facebook, Snapchat, Instagram y muchas
otras plataformas sociodigitales que proponen un nuevo modelo de interacción comunicativa con sus públicos.
Las redes sociales han sido utilizadas por los museos desde que hicieron su aparición a principios de siglo, sobre todo como parte de sus canales de comunicación en
línea que informaban de las actividades dentro de la institución. No obstante, se han
identificado tres marcos de acción principales, dentro de las redes sociales que se utilizan por los museos (Kidd, 2011): el primero es el vinculado con el marketing, que
promueve la imagen pública del museo e incentiva el consumo cultural; el segundo es el
marco de inclusión, que tiene como objetivo crear una comunidad en línea de usuarios
que comparten los mismos intereses, afinidades o marcos interpretativos; y el tercero, el marco colaborativo, que va más allá de la comunicación y promueve un esfuerzo
participativo real entre los usuarios, otras instituciones que promueven la creación de
nuevos contenidos culturalmente relevantes para las propias instituciones, que hacen
de los recintos museos mediatizados.
No obstante, todavía son contados los museos que de manera particular están utilizando estas plataformas de comunicación para acercarse a la idea de museo social o museo 2.0, por referirse a un punto de inflexión donde se pretende expandir la experiencia
de los visitantes más allá del espacio físico para transformarse en una plataforma de
creación, debate y negociación entre la institución y los visitantes.
A nivel internacional se pueden observar casos emblemáticos que están cambiando
su forma de comunicarse con sus públicos como el Museo de Louvre en París, Francia
que cuenta con más de 3 millones de seguidores en Instagram, integra en su estrategia de comunicación en las plataformas sociodigitales obras icónicas de la cultura y
fotografías tomadas por visitantes tanto dentro como fuera del recinto. Por otro lado,
el Museo de Arte Moderno de Nueva York, recientemente generó una serie donde el
personal y los visitantes del MoMA reflexionan sobre “los propósitos del arte moderno: como ayuda para despejar la mente, símbolos de cambio social o como imágenes
abstractas que pueden formar enlaces entre dos completos extraños” (The Museum of
Modern Art, 2017), es decir, un espacio que genere una relación interconectada entre
diversas plataformas donde el centro del debate gira en torno al contenido, su relación
con los visitantes y el lugar de encuentro.
◗ El museo como lugar de encuentro
Con la llegada del siglo XXI, se han diversificado las maneras de observar al museo. No
obstante, en muchos casos, el museo preponderantemente es valorado como espacio
de construcción y lugar de encuentro. Michel de Certeau, desarrolla que un lugar es
54
4 UNA MIRADA A LA RECONFIGURACIÓN DEL ESPACIO MUSEOGRÁFICO
principalmente “el orden (cualquiera que sea) según el cual los elementos se distribuyen en relaciones de coexistencia”; en un museo, “hay espacio en cuanto que se toman
en consideración los vectores de dirección, las cantidades de velocidad y la variable de
tiempo” (De Certeau, 2007: 129). Eric Gordon y Adriana de Souza e Silva, en su libro
de 2011 Net Locality, sugieren un nuevo espacio híbrido “compuesto por una mezcla de
información digital y localidades físicas, es decir una forma de distribuciones heterogéneas o, dicho de otra forma, por Manuel Castells (2015), un “espacio de flujos”, más
que un “espacio de lugares”.
Hoy las nociones centrales de lugar y espacio, están íntegramente ligadas a la igualdad de nociones centrales de comunidad y cultura. Sin embargo, todos estos isomorfos
conceptos tienen puntos de discusión, debate y afinidad. Si consideramos la validez de
lugares en videojuegos como Second Life, o incluso cuando se considera la sincronización de tecnologías de comunicación digitales como Skype, el lugar se convierte en ese
punto de intersección indeterminado dentro de una red global de usuarios; es decir, el
espacio se encuentra entre lo virtual y lo real, se desdobla. «Estamos donde nuestros
dispositivos se encuentran», afirman Gordon y de Souza e Silva (2011). Para describir
esta naturaleza móvil de hiperconexión social debido a las tecnologías en línea, Mary
Chayko (2008) usa el término comunidades portátiles, que son “agrupaciones que usan
tecnologías de comunicación pequeñas, inalámbricas, fácilmente transportables (tecnologías portátiles) para facilitar la conexión interpersonal y para hacer y compartir
un identidad colectiva y cultural” (2008: 8). En este contexto, se pueden observar dos
razones principales por las cuales el lugar se ha trasformado para el museo moderno:
uno muy tangible y global, centrado en mediación tecnológica y el otro, más local e
intangible, centrado en la estimulación sensitiva y experiencial.
Durante los últimos años, la idea clásica del espacio museístico como una sala repleta de vitrinas va dejando paso al concepto de entorno en el que el visitante no sólo
lee y contempla, sino que interactúa e interpreta. Hilda Hein sostiene que a medida
que los museos se convirtieron en experiencias, se volvieron menos conectados al lugar pues los objetos se convirtieron en “vehículos para la entrega de experiencia en
lugar de fines en sí mismos” (2006, p. x). Ambas posturas están relacionadas, sin embargo, a medida que las diversas tecnologías digitales permiten nuevos tipos de experiencias, generan un ciclo bastante continuo de interdependencia que contrasta con la
idea de que el museo se refiere exclusivamente a la arquitectura (Newhouse, 1998), es
decir, cada vez menos domina estructura y forma, sobre contenido y fondo.
La experiencia del visitante todavía puede estar centrada en crear experiencias
dentro de sus espacios físicos, pero en última instancia, las experiencias son definidas
por el individuo que recibe la experiencia de una manera única, y menos por intenciones
institucionales. No hay que perder de vista que, en el sistema, la totalidad organizada
Néstor Mazatl Segura Galván
55
es superior a la suma de las individualidades y cada elemento cuenta para fortalecer la
experiencia. Las innovaciones en medios digitales están cambiando profundamente
las experiencias vividas en el museo y facilitando al arte un espacio natural para interpretar lo visible y lo oculto con una gran flexibilidad de formatos y lenguajes. Si
el lugar en la era digital ya no implica fisicalidad, localidad o permanencia, sino más
bien una forma diferenciada de inmersión, entonces su resurgimiento en la era digital
permite una relación asociante con la experiencia.
◗ El usuario y la tecnología de época
Como hemos observado, el museo visto como núcleo creativo, conglomera representaciones artísticas, elementos éticos, estéticos, relaciones de poder y aspiraciones socioeconómicas, pero finalmente es el visitante el que le confiere relevancia al
espacio donde se unen todos estos conceptos. Hasta hace poco no era muy clara la
integración del usuario a un sistema de comunicación que conectara la estrategia
comunicativa del museo; no obstante, el uso de tecnologías móviles para generar fotografías ha resignificado el trabajo del museo, pues poco a poco se adaptan a nuevos
mecanismos y estrategias de comunicación eficaces para lograr un mayor aprovechamiento de su acervo, poder de retroalimentación, sensibilización y generador de juicio
crítico frente a las obras expuestas.
De manera contraria al optimismo tecnológico y la integración que supone en juego, Baudrillard diría que se trata de un “éxtasis de la comunicación, y este éxtasis es
obsceno. Lo obsceno es lo que acaba con todo espejo, toda mirada, toda imagen: lo
obsceno pone fin a toda representación” (1988), lo cual resuena cuando se trata de observar la relación fotográfica que los usuarios de redes sociales realizan dentro y fuera
de los museos, los aparatos móviles de acceso a las redes informáticas y los modos de
vida que ellos muestran, pues este éxtasis, muchas veces genera exceso de imágenes generadas, que no manifiestan una capacidad reflexiva frente a lo que están observando
los usuarios, sino que su percepción visual está siendo progresivamente automatizada,
asistida electrónicamente. La fotografía pierde su matiz de acontecimiento único y se
va uniendo a lo ordinario, que se presenta en momentos de plenitud, fiesta y felicidad,
y se va ligando más a un compromiso por mantener la memoria de lo acontecido.
El valor de la memoria se vincula al peso que han ejercido estas instituciones como
protectoras de la cultura y memoria, permitiendo reinventar el funcionamiento de la
institución al acentuar su lugar en este mundo cada vez más digitalizado. Ahí observamos cómo algunos museos buscan preservar el valor de sus piezas, no permitiendo
tomar fotografías, restringiendo la compatibilidad con las subjetividades de algunos
visitantes, y otros incentivando la práctica.
56
4 UNA MIRADA A LA RECONFIGURACIÓN DEL ESPACIO MUSEOGRÁFICO
Esto se ve manifestado en la dificultad de la adopción de un nuevo modelo de gestión de sus públicos en los museos mexicanos pues se encuentra en desarrollo y la exigencia de los visitantes es latente ya que existe la necesidad del museo de establecer
conversaciones dinámicas con los asistentes y participar activamente en debates no
generados por la propia organización, pues muchas veces se trata de comunidades en
línea que terminan por reflejarse en exigencias para estos recintos, es decir, no precisamente se adaptan a procurar ser más lúdicos e interactivos, sino que persiste en
esquemas rígidos y quizás un tanto ortodoxos. De esta manera, se pierde la riqueza de
la comunicación en plataformas sociodigitales, la que puede ser mucho más activa que
su comunicación tradicional, siempre que se haga de una forma participativa y dialógica. Aquí el cambio de paradigma radica en tomar más en cuenta lo que se quiere escuchar de los públicos que lo enunciado por el museo.
Si bien los espacios culturales también invitan a sus receptores a enviar material
que permita expandir el relato informativo, cuando se trata de procesos naturales de
generación de imágenes los visitantes tienen sus propias maneras de significación,
creación y circulación. En este sentido, los museos son espacios de memoria social,
centros de interpretación y de reflexión constante en donde fluyen diversas miradas
que los resignifican constantemente.
En 1999, a finales del siglo pasado, Stephen Weil, teórico norteamericano, declaró
que los museos deben transformarse de “ser sobre algo para ser para alguien” (Weil,
1999), actualmente nuestras relaciones de conexión se han trasformado y un espacio
monolítico ahora puede ser parte de un juego de interconexiones donde ha pasado a ser
fotografiado más como un alguien que como algo pues es un organismo vivo.
Las formas en que los museos se comunican e interactúan con sus audiencias se
han sometido a una rápida y profunda transformación, aunque los temas de fondo reflexionan en torno a cómo formar públicos y generar un consumo cultural sustentable por el que instituciones, promotores y asociaciones civiles han buscado durante
años, para que las personas tengan acceso a los recintos culturales y los vean como un
acompañante cotidiano. Por lo que los mismos visitantes han presionado para que los
museos de la ciudad integren plataformas digitales a sus comunicaciones con los públicos, donde el visitante es el más importante y la estrategia de comunicación se ajusta a
las exigencias de estos usuarios.
Si bien no se puede negar que existe una amplia brecha digital entre los que tienen
y no tienen acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), es real
que un sector considerable de la población las utiliza y, con ello, ha modificado la manera de interactuar socialmente en diferentes ámbitos de la vida. La apropiación de las
TIC para el desarrollo profesional en la aplicación de proyectos particulares puede ser
de gran beneficio si se tiene un conocimiento amplio del ciberespacio y sus enormes po-
Néstor Mazatl Segura Galván
57
tencialidades, pues hoy no se pueden entender el desarrollo y la gestión interculturales
sin considerar al ámbito digital.
Observamos entonces los vínculos de sociedad y cultura digital, donde los produsuarios mediáticos se encuentran interconectados a través de dispositivos de comunicación móvil pero que es necesario se acompañen de una innovación social que
según el sociólogo William Ogburn, rescatado de un texto de Innerarity (2011), argumenta que tendría que venir conducida por dos culturas complementarias: la cultura
material (los artefactos y proyectos tecnológicos) y la cultura inmaterial (las reglas y
las prácticas que caracterizan nuestra relación con la tecnología). En este sentido es
interesante explorar como las tecnologías se inscriben con autoridad; en ciertos sistemas, procesos, usos y resultados, pero observando un nuevo tipo de esfera pública
que podría tener la cultura como centro latente donde los visitantes interaccionan con
su espacio y donde las fotografías juegan un papel central para acoplarse e interrelacionarse, pues las innovaciones requieren determinadas condiciones sociales que no
se explican exclusivamente en virtud de las innovaciones técnicas. Innerarity (2011)
pone el dedo en el renglón, al señalar que los artefactos tecnológicos contienen tanto la
materialidad como “el saber simbólico codificado” y ese saber simbólico podría acuñar
nuevos perfiles dentro del museo que se encarguen justo de integrar a sus públicos
dentro de sus prácticas, sin perder de vista las interacciones tecnológicas que tienen en
plataformas sociodigitales.
La tecnología no sólo crea aplicaciones y programas, sino que también permea,
reconfigura y evidencia los comportamientos humanos. Hemos entrado en la próxima
ola de la revolución digital, que se alinea más estrechamente con creatividad humana e
innovación en el arte, la cultura y la tecnología, la fuerza de vida social del museo. Este
cambio digital será quizás el mayor desafío para los museos a medida que avanzan hacia
el futuro, especialmente porque los museos tienen mucho que ver con la proyección de
la identidad humana expresada a través del arte y la ciencia, un lugar donde artistas,
curadores y diseñadores crean narrativas sobre los muchos estados de ser y existencia
que educa, inspira, ilumina y da sentido a la vida misma.
◗ Instagram y el poder de la imagen transmedia
Las plataformas sociales, definidas en términos generales como un grupo de aplicaciones de Internet construidas sobre cimientos ideológicos y tecnológicos de la web 2.0
(O’Reilly, T., 2005) para permitir la creación e intercambio de contenido generado por
los usuarios, son parte de un engranaje de la vida cotidiana donde confluye la interacción humana a nivel individual y comunitario, al tiempo que los mundos online y offline
se encuentran cada vez más entrelazados.
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4 UNA MIRADA A LA RECONFIGURACIÓN DEL ESPACIO MUSEOGRÁFICO
La edición 14º del Estudio sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en México
2018, destacó que en México hay 79.1 millones de usuarios de internet, lo que representa una penetración de 67% de la población. Según cifras del The Competitive Intelligence Unit (CIU, 2016) se pudo observar que durante el tercer trimestre de este 2018,
las redes sociales, alcanzaron una penetración de 93.6% del total de internautas, es decir, 64.7 millones de personas. En gran medida atribuye esta alza a la oferta de algunos
servicios de telefonía móvil que ofrecen acceso gratuito a redes sociales y la creciente
adopción de teléfonos inteligentes. Según cifras la encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH, 2017) el
número de usuarios de teléfonos inteligentes o smartphones creció de 50.6 millones a
60.6 millones entre 2015 y 2016. En este contexto, las cifras evidencian que durante la
primera mitad de 2016 tanto Instagram como Snapchat experimentaron crecimiento
en usuarios, pero todo apunta a que el mayor crecimiento durante 2018 se lo llevará
Instagram (CUI, 2017).
En este contexto la red social Instagram se ha convertido en una de las herramientas más utilizadas para desarrollar estrategias comunicativas en el entorno on–line. Por
tratarse de una red social de preponderancia visual los usos estratégicos de comunicación deben desarrollarse de forma distinta a redes sociales como Twiter o Facebook por
su capacidad de unificar audiencias y amplificar mensajes, con un grado de lectura de
textos menor, pero con un grado de narrativa visual individual mayor. Una plataforma
como Instagram, coincide con la naturaleza simbólica de los museos. El arte, la arquitectura, la luz, el color y el poder de la imagen son elementos tanto de la red social como
de lo que representa en el imaginario de un museo.
Asimismo, no solo la arquitectura se redefine sino los contenidos del museo, como
afirma, Dolores Galindo en de socialMuseum.net, pues considera que “los objetos de
museo son los fetiches de los rituales narrativos modernos y desconocer ese poder es
un error que daña la conservación y el conocimiento” (2014). Los curadores de la obra
ahora también pueden pensar en la realización de estrategias transmediáticas. Scolari,
(2013) definen el concepto de narrativa transmedia como: “relatos que se expanden a
través de múltiples medios y plataformas con la complicidad de sus receptores”, ahora
produsuarios por ser productores y consumidores del producto comunicacional.
La rápida difusión que permiten las plataformas sociodigitales ofrecen a los museos
la oportunidad de redefinir relaciones con sus audiencias y ahora proporcionan oportunidades para mejorar estas interacciones y paulatinamente crear mundos transmedia
en el entorno digital. Marie–Laure Ryan (2015), define a los mundos transmediales
como “sistemas abstractos de contenido a partir de los cuales un repertorio de historias
de ficción y personajes puede ser actualizado o derivado hacia una variedad de formas
mediáticas”, en este caso Instagram entra en el juego de las narrativas transmedia dado
Néstor Mazatl Segura Galván
59
el carácter activo de los usuarios, pues establece un entramado de nuevas conexiones
sociales y diálogos online, que se van enriqueciendo con sus aportaciones o propuestas por parte del relato curatorial del museo, es decir, los museos que buscan integrar
un sistema de escucha de audiencias y observación contante de sus públicos a través
de integrar las dinámicas fotográficas a sus prácticas comunicativa puede apoyarse se
estas plataformas sociodigitales para enriquecer el punto de vista con que se exponen
las obras. Como afirma Scolari (2013) lo interesante de este tipo de narrativa es que
el relato se expande gracias a las incorporaciones de nuevos personajes y situaciones,
aunque Scolari se refiere a relatos de ficción, bien se puede aplicar a expansiones narrativas que juegan relaciones con los objetos del museo.
Existen varios elementos digitales que, de manera paulatina, ha cobrado notable
relevancia y parecen convertirse en una especie de actividades y prácticas cotidianas
que cruzan muchas de las relaciones sociales y rebasan el fin con la que alguna tecnología fue creada. Es el caso de Instagram, que puede servir de herramienta para los
museos con el fin de crear contenido que ayude a la divulgación artística aprovechando
las oportunidades que ofrecen las narrativas transmedia en el entorno digital con la
intención de generar comunidad virtual. Sin embargo, no hay que perder de vista que
la tecnología no es neutral y como apunta Hopenhayn (2003) “ejerce un determinismo
fuerte sobre los sujetos”, lo que no deja de aplicarse a los teléfonos móviles, creados
por compañías que tienen sus propios intereses y que están detrás de cada código y
algoritmo al que se vaya adecuando la plataforma sociodigital, sin perder de vista que
son “las grandes matrices culturales las que orientan el desarrollo del conocimiento y la
producción, que a su vez van generando y desplazado la frontera tecnológica”, Hopenhayn (2003).
Se ha observado que con el aumento del uso del celular e Instragram en la misma ecuación, también aumentan las prácticas fotográficas que se organizan en torno
a cierto entendimiento cotidiano, pues los dispositivos tecnológicos ocupan un lugar
en la vida diaria y su uso comparte un imaginario común que todo el tiempo está generando datos. Mucha de la información generada por los usuarios muestra de manera
indirecta la expresión de sus gustos, creencias, afinidades, opiniones políticas y sentimientos, todos ellos susceptibles de ser analizados, mercantilizados e intercambiados.
Dentro de los retos a los que nos enfrentamos actualmente en las ciencias sociales,
uno de ellos es el encontrar el equilibrio adecuado entre hacer uso conveniente de los
datos disponibles y la privacidad del usuario. Se manifiesta lo que Bauman sugiriera al
referirse que “lo privado es lo que coloniza el espacio público, exprimiendo y expulsando todo lo que no se pueda traducir totalmente y sin residuos al lenguaje de los intereses y ocupaciones privadas” (2001), pues en plataformas como Instagram se comparten
experiencias cotidianas y se comunican con los demás.
60
4 UNA MIRADA A LA RECONFIGURACIÓN DEL ESPACIO MUSEOGRÁFICO
En los museos es evidente este cambio, pues ha perdido su antiguo papel de lugar
de encuentro y diálogo público, para ser parte de un sistema de cuestiones privadas
manifestadas en las redes pero que se visibilizan a través de fotografías, textos o información generada por el usuario que se genera para ser público, un juego de espejos
donde gana el sentido más íntimo. Los fuertes vínculos entre los públicos y el museo,
así como como entre visitantes individuales, se basan en un interés compartido en un
museo, eso a su vez fortalece a la comunidad en general. La mayoría de las comunidades
de interés están en línea debido a la capacidad de Internet para conectar a personas de
ideas afines alrededor del mundo.
◗ La desmaterialización fotográfica
Instagram soporta en su plataforma imágenes que están almacenadas en la nube, donde la materialidad de la fotografía tradicional se reconfigura en lo digital y el soporte de
memoria está condicionado por bits. No obstante, la realidad inmaterial juega un papel
importante en la configuración de este espacio social que desterritorializa al mismo
tiempo que afianza el lugar pues al pasar una fotografía a redes sociales de perfiles
públicos, puede ser observada por cualquier persona en el mundo, pero ese arraigo de
quien toma la fotografía en el lugar genera vínculos más sólidos con sus memoria e
historia de vida.
En la mayoría de las fotos tomadas cerca de museos, hay una constante representación de lo cotidiano, donde los visitantes aprovechaban para mostrar caras de felicidad, relaciones humanas de juego o en su caso selfies que reafirmaban su relación con
el momento que estaban viviendo al asistir al museo. Además, hay un entramado de
prácticas fotográficas que resignifican el espacio en el museo que van desde tomarse
fotos en los edificios de la zona y aludir al hastag del museo, hasta evidenciar su visita
y sentimiento hacia la exposición, la obra o el autor, aunque no siempre reflexionando,
criticando o proponiendo, sino más bien en un plano auto–referencial y sin centrarse
en algo concreto sino en prácticas imitativas y simultáneas que reproducen ciertos patrones de apropiación. Los usuarios de Instagram generan imágenes interconectadas
entre internet, datos y procesos digitales de visión; lo primordial ya no es imprimir la
imagen o tener registro material de ella, sino enviarla a otros usuarios, integrándola en un proceso conversacional con otras imágenes, tanto de su timeline como en la
red de contactos, lo que traduce al museo en una interacción más con la hiperconectividad de los visitantes.
Se manifiesta una suerte de coleccionismo por el espacio vivido y la experiencia
se centra en el énfasis que gira hacia la serie, desplazando el interés por las relaciones
íntimas y poniendo en primer plano el espacio vivido frente a la experiencia mostrada
Néstor Mazatl Segura Galván
61
en las fotos, de ahí mucho de la necesidad por retratar cada rincón alrededor de la experiencia que se refuerza con los emojis de amor, alegría, emoción y los comentarios de
lo que significó para ellos la experiencia vivida y fotografiada más que la reflexión que
suscita la obra expuesta en los museos.
Si como afirma Mirzoeff (2016) la cultura visual es algo en lo que “nos involucramos como una manera activa de provocar cambios, no solo una forma de ver lo que
acontece”, en Instagram se manifiesta, más bien quienes reproducen una especie de
rutinas gráficas que no necesariamente buscan provocar cambios e incluso no necesariamente buscan ser originales, pues no buscan denunciar o mostrar sus ideas sobre
el mundo sino más bien mostrar parte de su vida íntima y sus relaciones sociales con
los demás. Se destaca la idea de presente y de relación con el yo de manera constante
pues se observa que dentro de la mayoría de las imágenes se muestra la relación con el
tiempo en el que se toma la imagen, que afirma las experiencias vividas o por vivir, una
experiencia editada, filtrada, trabajada o relacionada con la propia fotografía tomada,
donde incluso se nota qua hay un diálogo entre diferentes visitantes en el mismo espacio, pero donde el museo queda como escenario de sus acciones.
Ansel Adams (2002), uno de los fotógrafos más influyentes del siglo pasado comentaba en sus reflexiones que no se hacen fotografía sólo con la cámara, se “hacen
con todas las imágenes que has visto, con todos los libros que has leído, con toda la
música que has escuchado, y con toda la gente a la que has amado”. Se puede decir que
los espacios públicos que son fotografiados en una plataforma socio digital asumen
entonces una resignificación frente a la mirada subjetiva del fotógrafo en este caso
del usuario de redes sociales y al mismo tiempo visitante del museo, es decir, ahora la
obra se puede convertir en una oportunidad de interacción con todo este imaginario de
creación que bien puede ser aprovechado por el museo.
En el museo no es suficiente con estimular la utilización de dispositivos móviles
sino proyectar historias que se pueden ir amalgamando con las prácticas fotográficas que provoquen no sólo la observación sino la participación en el contexto que se
encuentran las fotografías tomadas por el visitante. Las exposiciones permanentes y
temporales que conducen a la participación, inmersión, experiencia y sociabilidad se
han convertido en pieza central dentro de un paisaje cultural que se ha trasformado.
La intervención con medios digitales, es vital en la carrera para “probar” el valor público, impacto, responsabilidad y relevancia del museo, pero también plantea preguntas
sobre la brecha potencial entre la retórica y las realidades del trabajo participativo con
los visitantes, pues las audiencias se encuentran en constante trasformación, acceso
invariable a una gran riqueza de información y sublimes experiencias interactivas.
Un museo suele ser sinónimo de contenido visual, e Instagram es la plataforma sociodigital idónea para difundir este contenido. En un museo conviven diversos niveles de
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4 UNA MIRADA A LA RECONFIGURACIÓN DEL ESPACIO MUSEOGRÁFICO
intersección de significados que se manifiestan en un intercambio mediado por una narrativa amplia que soporte la interacción. Dolores Galindo (2014) en de socialMuseum.
net dice “la narración es la herramienta más poderosa que podemos manejar. Y la mezcla
de narración transmedia con objetos museísticos tiene un poder mágico”, es decir, si únicamente se muestra una obra desde el punto de vista del museo, el usuario se quedará con
esa idea y nada más, si tienes una colección amplia y puede observar discursos múltiples
que hagan descubrir al visitante toda la riqueza de tu museo será una experiencia enriquecedora, donde el museo se trasforma en un prescritor de sentidos pues su espacio arquitectónico se convierte en parte del detonante de inspiración y flujo de imágenes, se puede
pensar en creación colaborativa, interactividad a través de la creación del propio público.
El usuario ya no es el que era antes y las instituciones deben adaptarse a la necesidad de los nuevos públicos, para generar interacciones no precisamente masivas, sino
significativas. Si bien es cierto que para que se genere la innovación, se deben procurar
las condiciones sociales, políticas y culturales. La labor del museo puede incidir en este
aspecto, so pena de correr el riesgo de quedar obsoleto. Es necesario entonces generar
un ecosistema organizado que se efectúa a partir de las interacciones entre los asistentes, los curadores, el espacio y el museo.
◗ Conclusión
Los museos de forma paulatina se han interesado por el uso de Instagram a medida que
toma relevancia para los usuarios, pues les permite afirmar una parte de su carácter
social, como instituciones al servicio de las comunidades que congregan, pero aún falta
mucho para que aprovechen el poder bidireccional de estas herramientas, como generar visibilidad, crear contenido más especial y generar tráfico a sus otras plataformas.
A pesar de ser considerada por el público como una red social más, Instagram es una
herramienta que facilita las narrativas transmedia gracias a sus particularidades: el dominio de la imagen o la interactividad posible.
El uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación y usos derivados de
ellas, como el uso de mensajes de texto han provocado un cambio sustantivo en el lenguaje escrito, pero ¿qué sucede con el lenguaje visual? Por ser una red social que va
adquiriendo cada vez más seguidores seguro dará más de que hablar en el futuro. Actualmente las prácticas fotográficas que giran en torno al museo estimulan el flujo de
acción y lo siguen manteniendo como un organismo vivo pero que necesita trasformación significativa frente a visitantes que buscan cada vez más interacción.
Nos encontramos inmersos en un nuevo ecosistema mediático cultural. Experimentamos un cambio donde la comunicación digital genera un impacto profundo en
las formas tradicionales de informar, consumir, estudiar y relacionarse con distintos
Néstor Mazatl Segura Galván
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públicos. Este nuevo escenario complejo de lo comunicacional repercute en las maneras de comunicar los actos. Los internautas usuarios de las plataformas digitales hacen
uso y se apropian de las tecnologías de la información y la comunicación de manera
distintiva para agruparse, compartir ideas, valores, acuerdos e imaginarios artísticos.
Ahora el ecosistema digital tiene a la comunicación como centro y se presenta como un
escenario complejo, fugaz, interconectado, aunque esto no exenta de diferencias que
marcan las brechas digitales y cognitivas sino quizás las evidencia aún más.
Como nunca antes, los museos están vinculados al flujo constante de interacciones
de la vida cotidiana. Las instituciones culturales se vuelven parte de un ecosistema
común entre lo nacional, global y local, coexistiendo en un vaivén de realidades digitales compartidas. A medida que habitamos los espacios entre el ser físico y la vida
digital, la identidad parece fusionarse con la autopista de la información. Las relaciones
y prácticas de los visitantes con los museos pueden servir para generar experiencias
que favorezcan la interrelación, así como mejorar la promoción cultural de recintos que
se centre en la observancia del usuario y esto auxilie esquemas favorables de políticas
públicas de la industria cultural.
◗ Fuentes consultadas
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5 La conexión entre la digitalización y el tiempo
“postfactual” y su influencia en la comunicación
corporativa1
Annika Meissner
◗ Introducción: digitalización y tiempo postfactual
en contexto con las Relaciones Públicas
De acuerdo con la Sociedad de Relaciones Públicas de América, la definición misma
de Relaciones Públicas se refiere a un proceso de comunicación estratégica que construye relaciones mutuamente beneficiosas entre las organizaciones y sus públicos
(PRSA, 2017), implica directamente que tiene un impacto en la sociedad y que crear
relaciones es el corazón del campo de las relaciones públicas. Grunig también destacó
la importancia de las relaciones en su Estudio de Excelencia de 1992 y afirmó que la
confianza es uno de los principales indicadores para una relación sólida y de largo plazo
(Grunig, 1993).
La confianza se refiere a la creencia de que alguien [o algo] es bueno y honesto y no
te hará daño, o que algo es seguro y confiable (Cambridge Dictionary, 2017). Un científico alemán en el campo de la comunicación, Matthias Kohring, agregó el aspecto de
una discrepancia de conocimiento entre las dos partes involucradas (Kohring, 2004).
Por lo tanto, la palabra confianza, como se entiende en este ensayo, se refiere a creer
en alguien o algo, por el supuesto de que una parte sabe menos que la otra parte, de la
cual también se cree que tiene buenas intenciones. Concentrarse en la confianza y en
cómo mantenerla, plantea la cuestión de ¿qué podría arruinarla, hacia dónde conduce
y qué importancia tienen los medios que usamos en nuestra vida cotidiana hoy en día?
Cómo el trabajo de Relaciones Públicas utiliza los canales del periodismo, depende
de los medios de comunicación disponibles. Las grandes organizaciones internaciona1
Por razones de legibilidad, la diferenciación específica de género no se utiliza en este capítulo. Los términos correspondientes se aplican a ambos sexos en el sentido de la igualdad de trato.
66
5 LA CONEXIÓN ENTRE LA DIGITALIZACIÓN Y EL TIEMPO “POSTFACTUAL”
les se enfrentan cada vez más a sus retos en los medios digitales de hoy en día. La digitalización como figura de colores brillantes de nuestra sociedad actual es también un
gran reto para la comunicación corporativa. Es un catalizador de problemas recurrentes como la falta de veracidad en el contenido de los medios de comunicación, ya que
el contenido se difunde cada vez más rápida e irreflexivamente (Westebbe, 2017).
En las elecciones de 2016, por ejemplo, en las que Donald Trump se convirtió en
el 45º presidente de Estados Unidos, sus afirmaciones y acciones, durante su campaña
y sus primeros días en el cargo, estuvieron guiadas por la acusación de no ser fáctico,
retomando el término de “postfactualism” o “post–truth politics” (Blake, 2017). Según
Carl Bybee, la era postfactual es un tiempo en el que la frontera entre realidad y ficción,
noticias y entretenimiento, información y publicidad se ha vuelto cada vez más borrosa
(Bybee, 1999). Esto cambia directamente la percepción de confianza en los medios de
comunicación y en el propio periodismo.
Y así se cierra el círculo de dinámicas, como el postfactualismo, reforzado por la digitalización, que influye en la política actual, lo que a su vez tiene un impacto directo en
nuestra vida cotidiana. Aplicando esta construcción, el presente capítulo se ocupa de la
cuestión de cómo las organizaciones de un país europeo industrializado enfrentan las
amenazas actuales. Los resultados de un estudio cualitativo entre ocho comunicadores
del Grupo BMW, Daimler AG y Allianz SE parcialmente serán presentados y resumidos.
◗ Desarrollo
La contribución de la comunicación a la creación de valor agregado (capital social de
un país) es un tema frecuentemente estudiado que ha sido probado positivamente en
muchos estudios (Zerfaß, Moreno, Tench, Verčič & Verhoeven, 2013). La internacionalización de las empresas y el aumento de las plataformas de comunicación amplían
exponencialmente este hallazgo (Zerfaß, et al., 2013). La relevancia de las comunicaciones corporativas para nuestra sociedad también se refleja en la descripción de Günter
Bentele de las tareas de relaciones públicas. Según Bentele, la comunicación de información a los respectivos grupos de interés como la adopción de posiciones de las partes
interesadas y los debates públicos (2015, p. 177) son competencia de los profesionales
de las relaciones públicas. Esto incluye no sólo las esferas públicas fuera de una empresa,
sino también, por ejemplo, los empleados que también representan a un público dentro
de su empresa (Röttger, 2009). Por esta razón, tanto los comunicadores internos como
los externos fueron entrevistados durante la encuesta cualitativa que se resume en parte
en este capítulo. Este estudio se realizó en el marco de una maestría, entregada en la
Ludwigs Maximilians Universität de Munich en 2018.
67
Annika Meissner
◗ El fenómeno de la digitalización
y la opinión de los comunicadores al respecto
Esta parte de la encuesta se centró en la evaluación general del reto de la digitalización
y en el enfoque conjunto de la comunicación interna y externa sobre este tema. Pero,
¿qué significa exactamente la digitalización? Se entiende que el término digitalización
incluye la conversión digital y la representación o implementación de la información y
la comunicación (Bendel, 2018). Con la digitalización, la abundancia de información
en la comunicación y, en particular, la velocidad a la que se produce la comunicación
han aumentado y, por lo tanto, representan un reto importante (Zerfaß, Tench, Vercic, Verhoeven & Moreno, 2014). Como resultado, las exigencias de la digitalización
en la última década han influido en el desarrollo de la profesión de relaciones públicas. Otra parte del concepto de digitalización es la modificación digital de instrumentos, dispositivos y vehículos (Bendel, 2018). Esta revolución digital también se llama
computarización y describe un cambio digital (Bendel, 2018)
Entrevistado
Experto A
CE
BI
DI
GE
FI
EE
HE
Género
Mas.
Fem.
Mas.
Fem.
Fem.
Fem.
Mas.
Fem.
Fecha
16.05.18
18.05.18
08.06.18
08.06.18
14.06.18
15.06.18
18.06.18
20.06.18
Duración, Idioma
01:11:07 min, alemán
53:26 min, alemán
32:14 min, alemán
42:57 min, alemán
49:12 min, alemán
47:56 min, alemán
01:05:21 min, alemán
01:04:12 min, inglés
Empresa
Grupo DAX 30
BMW Group
BMW Group
BMW Group
Daimler AG
Daimler AG
BMW Group
Allianz SE
Formulario de entrevista, lugar
En persona, Múnich
En persona, Múnich
En persona, Múnich
En persona, Múnich
Por teléfono, Stuttgart
Por teléfono, Stuttgart
En persona, Múnich
Por teléfono, Londres
Tabla 1: Lista de Entrevistados Fuente: elaboración propia
Por un lado, la creciente importancia de los medios sociales como parte de la digitalización en la comunicación (Villwock, 2010) está teniendo un fuerte impacto en las
actividades de los comunicadores externos al abrir nuevos canales de comunicación.
Por otro lado, a través del carácter interactivo de estos nuevos medios, los empleados de estos mismos canales pueden convertirse en comunicadores. Por lo tanto, la
digitalización es un tema importante, que está “escrito en mayúsculas en la estrategia
corporativa” (CE, 2018: 139). Los entrevistados están de acuerdo en esto. Citan numerosos ejemplos de su trabajo diario que asocian con este tema (CE, 2018: 135; DI, 2018:
108– 112; BI, 2018: 89).
Allí también teníamos un proyecto en el departamento de RRHH, donde en realidad
se trataba de reestructurar un área en el primer paso y eso era un reto interno muy
grande. En realidad, se trata de la gente misma sobre estas sensibilidades, pero eso
68
5 LA CONEXIÓN ENTRE LA DIGITALIZACIÓN Y EL TIEMPO “POSTFACTUAL”
todavía no es un problema externo, porque los medios de comunicación hablan más de
la digitalización en sí misma que de la conexión, lo que en realidad significa eso para
los empleados. (DI, 2018: 107)
Este ejemplo muestra claramente que los encuestados reconocen que la digitalización es un impulso de cambio en una empresa (DI, 2018, 103). Además del progreso
técnico y los nuevos requisitos que trae consigo la digitalización (GE, 2018: 139; FI,
2018: 158), BI describe el impacto de la digitalización en las comunicaciones corporativas con las siguientes palabras:
En última instancia, la digitalización significa que [...] la sociedad en su conjunto
se encuentra en una fase de agitación. Las empresas necesitan desarrollar nuevas estrategias, reposicionarse, ser rápidas y flexibles. Y cuanto más grande se vuelve una
unidad, más difícil es movilizar una enorme fuerza de trabajo para estas cosas. Creo que
el papel de la comunicación interna se utilizará mucho más intensamente en el futuro”.
(BI, 2018: 125)
La digitalización se menciona como uno de los posibles desencadenantes, por lo
que la comunicación interna es cada vez más relevante (EE, 2018: 174). La digitalización y los nuevos medios de comunicación están permitiendo a los empleados dirigirse
a una audiencia mucho mayor que la de los habituales hace unas décadas (EE, 2018:
162). Los efectos comunicativos sobre los empleados han crecido y, como consecuencia
lógica, también lo ha hecho la comunicación interna.
Creo que cuando empecé hace 18 años, el foco estaba puesto en las comunicaciones externas [...]. Ahora eso cambió, justo antes de la crisis financiera de 2008. En
realidad, desde la crisis financiera, el énfasis se ha puesto en las comunicaciones internas. Cuando empecé a trabajar [la comunicación interna] era casi un papel administrativo. No como secretaria, sino como una especie de comunicación administrativa
interna. Eso cambia significativamente en los últimos 10 años. Y creo que la crisis financiera fue uno de los grandes impulsores de ese cambio. De repente, las funciones
de comunicación interna se han vuelto mucho más importantes que las de comunicación externa. Y ahora te das cuenta de que hay muchas más [...] personas, especializadas en comunicaciones puramente internas. Hay algo de eso, eso también se debe
al hecho de que, no sé cómo es en Alemania, pero ciertamente en los países anglosajones, la lectura de los periódicos ha disminuido. Así que los periodistas no son tan
importantes. Incluso si informan de una historia que no es grande, no mucha gente la va a leer, mientras que las comunicaciones internas, a causa de la crisis financiera, muchas empresas pasaron por transformaciones, cambios, cambios de cultura,
por lo que creo que hay un gran auge en el crecimiento de la gente de comunicaciones
internas. (HE, 2018: 151)
Annika Meissner
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La entrevistada describe una disminución de la relevancia y una disminución de la
estima por parte de la comunicación externa, lo que, en su opinión, va acompañado de
un crecimiento opuesto por parte de la comunicación interna. Ella ve este desarrollo,
entre otras cosas, como resultado de la digitalización (HE, 2018: 160). Herramientas
sociotécnicas de comunicación producen y reproducen cultura. De este modo, la digitalización ofrece a los empleados, como miembros de nuestra sociedad y actores de
nuestra vida cotidiana, la oportunidad de actuar como comunicadores externos, lo que
automáticamente otorga a la comunicación interna una mayor relevancia estratégica.
El experto en comunicaciones entrevistado como parte de este estudio declaró al principio de la encuesta que el empleado medio goza del doble de credibilidad que el CEO
de una empresa (Experto A, 2018: 41). También añadió: “Para mí, la verdadera tarea de
los comunicadores corporativos, junto con los de RRHH y ejecutivos, es asegurar que
todos los empleados estén capacitados y facultados para ser embajadores de la empresa” (Experto A, 2018: 41).
◗ Post factualismo en este tiempo postfactual. Confianza en nuestros
medios de comunicación cotidianos y sus efectos en la política
Según el famoso periodista norteamericano Walter Lippman, “la opinión de la gente
de nuestra sociedad puede ser fabricada” (Bybee, 1999: 29) y hoy, más que nunca, por
los canales de los medios modernos. Es importante entender la confianza en el campo
de la comunicación, así como ser conscientes del hecho de que los medios de comunicación desempeñan un papel crucial para cualquier democracia al informar al público
(Bybee, 1999). Surge una pregunta importante sobre la influencia que la disminución
de la confianza en los medios de comunicación tiene en la política, acompañada por el
postfactualismo.
En 1993, Grunig afirmó que la confianza es uno de los principales indicadores de relaciones sólidas y duraderas entre las organizaciones y el público (Grunig,
1993). Los trabajos de investigación de otras procedencias también afirman que
la confianza es el aspecto más importante cuando se trata de las dimensiones de la
relación para una relación cualitativa y efectiva, seguido por el control de la mutualidad, el compromiso, la satisfacción, la cara y el favor, la participación local y comunitaria y la reputación (O’Neil, 2008) (Huang, 2001) (Kim 2001). En 2008, Julie O’Neil realizó su investigación sobre el caso especial de la comunicación en las
organizaciones no gubernamentales (ONG), un campo que depende en gran medida de la creación y el mantenimiento de la confianza. Afirmó que la comunicación es la fuerza motriz a la hora de crear confianza, seguida de la satisfacción y el
compromiso (O’Neil, 2008).
70
5 LA CONEXIÓN ENTRE LA DIGITALIZACIÓN Y EL TIEMPO “POSTFACTUAL”
La comunicación es un factor importante para crear y mantener la confianza. Pero
¿qué sucede si la comunicación como tal sufre problemas de credibilidad? Al mismo
tiempo, la conciencia de cómo crear y mantener la construcción elemental de la confianza en las relaciones públicas plantea la cuestión de qué hacen los profesionales de
las relaciones públicas para que no destruyan esto.
Contrario a lo que se supone erróneamente, el manejo postfactual de la información no es un problema nuevo en el siglo XXI. Walter Lippmann y John Dewey ya trataron el mismo tema en una disputa en Estados Unidos en los dorados años veinte (Bybee, 1999). En ese momento, los medios de comunicación también sufrieron una fuerte
pérdida de confianza, que fue acompañada de prácticas democráticas poco fiables (Bybee, 1999). Una mirada más de cerca a los tiempos postfactuales del siglo pasado revela
que siempre ocurren en combinación con una pérdida de confianza, especialmente en
la prensa y la política. Walter Lippmann formuló entonces el desarrollo ulterior de la
ciencia como remedio para el postfactualismo (Bybee, 1999). Para él, el periodismo y
la política basada en hechos científicos son necesarios para contrarrestar los tiempos
postfactuales y para construir y mantener la confianza en los medios de comunicación
que utilizamos en nuestra vida cotidiana.
◗ Cómo la investigación anterior sobre la credibilidad
de los medios de comunicación se conecta con el postfactualismo
Los estudios de Thomas J. Johnson y Barbara K. Kaye han investigado la evolución
de la disminución de la confianza en los medios de comunicación, lo que probablemente condujo en parte al actual debate postfactual, particularmente en los Estados Unidos. De muchas maneras, su investigación puede ser utilizada para entender este desarrollo desde una perspectiva de antemano. Como ya dijimos al analizar
la historia del postfactualismo, la confianza en los medios de comunicación siempre ha jugado un papel fundamental en el desarrollo del postfactualismo. Es por eso
que la investigación de Johnson y Kaye sobre la credibilidad de los medios de comunicación de los últimos años podría darnos una idea de cómo puede surgir una
era postfactual.
En abril de 2003, Johnson y Kaye distribuyeron un cuestionario entre los usuarios
de blogs para investigar la credibilidad percibida de los blogs en comparación con la credibilidad de los medios tradicionales. Investigaciones anteriores sobre la credibilidad
de los medios de comunicación, inmediatamente después del surgimiento de la televisión y la radio, se han centrado casi exclusivamente en los medios de comunicación
dominantes, en particular los periódicos (Johnson & Kaye, 2004: 623). A continuación,
después del cambio de milenio, la investigación se centró cada vez más en la credibili-
Annika Meissner
71
dad de los medios de comunicación tradicionales en comparación con la credibilidad del
nuevo fenómeno llamado Internet.
Internet, como plataforma mundial y constantemente actualizada, cambió muchos
aspectos de nuestras vidas. Uno de ellos es el campo del periodismo, que tuvo que adaptarse al rápido ritmo de la difusión de la información a través de la World Wide Web.
Cuando hablamos de física, sabemos que el poder es igual al trabajo dividido por el
tiempo. Sin embargo, en el caso del periodismo, un término más apropiado para describir esta ecuación es “desempeño”. En una época en la que el periodismo tiene que ser
mucho más rápido debido a los estándares de Internet, el resultado lógico es que los
periodistas se ven impedidos de comprobar adecuadamente toda la información que
reciben a tiempo y, por lo tanto, su rendimiento se ve afectado. Esto crea el potencial
para la difusión de noticias falsas, por ejemplo, la historia de la violación de una niña
rusa en Alemania, que fue recogida por los medios de comunicación alemanes y rusos,
sólo para demostrar que es falsa (Connolly, 2016).
Además de ser veraces, los periodistas también deben ser objetivos. Sin embargo, la
investigación ha encontrado que los receptores tienden más bien a creer a los presentadores de programas de radio o televisión, ya que son más abiertos sobre sus prejuicios
que los periodistas tradicionales, que interponen sutilmente sus puntos de vista en sus
historias (Johnson & Kaye, 2004: 623). Mientras que a los periodistas se les niega su
objetividad, la interacción directa y transparente y la proximidad percibida de un programa de radio o televisión son los principales criterios para que el público confíe en
ciertas ofertas de medios más que en otras. Un discurso libre de soberanía (Habermas,
1981) como este, ofrece una conversación simétrica e inmediata como la de la mesa de
un comensal y demuestra que las conversaciones directas y de opinión son más efectivas para generar confianza que la cobertura de los medios de comunicación. La recepción selectiva de contenido de diagnóstico que apoye los puntos de vista de alguien es
un resultado probable y crea la oportunidad para que se confíe en el contenido no real.
Cuanto más el estilo y el contenido de un blog reflejan las opiniones del usuario, más
creíble es la clasificación del blog (Johnson & Kaye, 2004).
Los blogs comparten el atributo de ser accesibles para la gente al ofrecer un canal
para intercambiar opiniones. Además, los bloggers de entonces no formaban parte de
una empresa o de un periódico, sino que eran escritores autónomos y en su mayoría
no anónimos. Por estas razones, los entrevistados percibieron los blogs como altamente creíbles en comparación con los medios de comunicación tradicionales. Lo absurdo
de esto es el hecho de que los bloggers, que no son periodistas de investigación, utilizan principalmente contenido de los medios tradicionales (Johnson & Kaye 2004).
Además, los bloggers a menudo tratan de dar autoridad a sus sitios proporcionando
enlaces a sitios de medios tradicionales (Johnson & Kaye 2004: 625). Esta observación
72
5 LA CONEXIÓN ENTRE LA DIGITALIZACIÓN Y EL TIEMPO “POSTFACTUAL”
funciona como un ejemplo clásico del flujo de comunicación de dos pasos de Lazarsfeld
(Lazarsfeld et al., 1944). Los blogueros se dedican a un determinado tema, utilizando
información de los medios de comunicación tradicionales y formulando esta información en artículos de opinión que son leídos y adaptados por las amplias masas. Los
blogueros se benefician de la falta de confianza en los medios de comunicación tradicionales y, por lo tanto, pueden actuar como líderes de opinión.
Después de haber demostrado que las fuentes de Internet como los blogs gozan de
cierta credibilidad, Johnson y Kaye se preguntaron qué influencia tiene la distribución
de la confianza entre los diferentes medios y canales de noticias en ciertas decisiones
políticas. El movimiento político en el centro de atención fue la guerra de Estados Unidos en Irak. Los dos científicos construyeron su investigación de una manera que les
permitió trazar una línea a sus investigaciones del 2003 y crear una imagen de antes y
durante la guerra de Irak.
Al comparar los resultados de su cuestionario de 2003 con el que enviaron más o
menos en la misma época del año 2007, Johnson y Kaye descubrieron que los blogs ganaron credibilidad y popularidad durante la guerra de Irak por varias razones (Johnson
y Kaye, 2010: 317). Los blogs ya no fueron escritos sólo por gente común y corriente
que proclama su opinión, sino que cada vez más blogs fueron escritos por soldados en
el campo de batalla (Johnson & Kaye, 2010: 317). La creciente credibilidad de los blogs
se remonta al hecho de que un soldado en el frente de batalla puede proporcionar una
visión mucho más perceptiblemente “realista” y más profunda de los acontecimientos
que están ocurriendo y la experiencia es una gran influencia para que una fuente sea
considerada creíble (Johnson & Kaye, 2010: 317).
Teniendo en cuenta el hecho de que la experiencia es un factor crucial para crear
credibilidad y confianza, se pueden establecer conexiones con la razón por la que el
pueblo estadounidense juzgó a Donald J. Trump como lo suficientemente creíble como
para convertirse en su presidente. Según Carmen Fishwick, la experiencia de Trump
como empresario permitirá que[el] país opere con mayor eficacia a la hora de gestionar[su] dinero (Fishwick, 2016). Esta es una creencia común entre los partidarios de
Donald Trump. Su experiencia percibida en esta área de su vida creó confianza entre
un gran número de personas que creen que Trump tiene más conocimiento sobre las
finanzas que ellos y por lo tanto actúan sobre la discrepancia de conocimiento y confían
en él (Kohring, 2004).
Johnson y Kaye afirman que los periodistas dependen en su mayoría de fuentes
gubernamentales cuando se trata de informes políticos y, como consecuencia lógica,
la cobertura de la guerra de Irak suele reflejar las políticas del gobierno (Johnson y
Kaye, 2010: 317). Además de este factor, que llevó a una información desequilibrada
sobre la guerra, la prensa dominante había reducido tanto su presencia en Irak como la
Annika Meissner
73
cantidad de espacio que le dedicaba (Johnson & Kaye, 2010: 326), en un momento en
el que el interés por la guerra aumentaba y el apoyo a la misma disminuía notablemente
(Johnson & Kaye, 2010). El creciente interés llevó a un mayor uso de los blogs, sin embargo, los blogs siguen siendo positivos acerca de la guerra. Por lo tanto, la dependencia
de los blogs disminuyó ligeramente entre 2003 y 2007, ya que los usuarios buscaban
fuentes más equilibradas (Johnson & Kaye, 2010).
El establecimiento de la agenda, que influye en la percepción de la importancia de
los temas cubiertos por los principales medios de comunicación (McCombs y Shaw,
1972), no funcionó en este ejemplo. Esto probablemente condujo a la querella hacia los
medios de comunicación estadounidenses entre las personas que no recibieron la cantidad de información con la profundidad que deseaban. En conclusión, se puede decir
que la experiencia y la profundidad de la información son dos de los principales factores para que las personas evalúen una fuente como creíble (Johnson & Kaye, 2010).
Mientras Johnson y Kaye investigaban la conexión entre los medios y las fuentes
gubernamentales con respecto al contenido en 2007, descubrieron que esta conexión
continúa en el área de confianza. Una disminución de la confianza en los medios tradicionales y un aumento de la confianza en fuentes en línea como los blogs y los medios
sociales tuvieron un efecto significativo en la confianza en el gobierno.
Johnson y Kaye encontraron una fuerte disminución de la confianza en los medios
tradicionales (periódicos, noticias de difusión y noticias por cable) del 53% en 1997
al 40% en 2012 (Johnson y Kaye, 2015: 128), antes de caer aún más hasta el 32% en
2016, lo que es muy preocupante (Swift, 2016). Como resultado, los dos científicos
investigaron los efectos políticos que este desarrollo ha tenido hasta ahora. La cuestión
es si la confianza en ciertos canales de los medios sociales tiene o no un efecto en la
confianza en las instituciones gubernamentales. Además de los resultados sobre cómo
ciertas plataformas de medios sociales tienen una influencia diferente en la confianza
de los receptores en el gobierno que otras, Johnson y Kaye expresaron grandes preocupaciones sobre esta compleja relación entre los medios tradicionales, los medios sociales, el gobierno y la confianza. Debido a que se confía mucho en los medios de comunicación para obtener noticias políticas (Graber, 2006), incluso una pequeña pérdida de
confianza puede interferir con la capacidad de discernir entre cuestiones importantes
y triviales, comprender las diferencias matizadas entre los candidatos y determinar si
los funcionarios públicos están diciendo la verdad (Dautrich y Hartley, 1999) (Johnson
y Kaye, 2015: 128). Se demostró que la gente que dependía de canales de noticias como
CNN y MSNBC tenía más confianza en la oficina del presidente que la gente que confiaba en Fox News (Johnson & Kaye, 2015). Sin embargo, estos resultados provienen
de un período en el que un candidato demócrata era el presidente estadounidense y canales como Fox News se consideran más conservadores que liberales (Lockridge, 2016).
74
5 LA CONEXIÓN ENTRE LA DIGITALIZACIÓN Y EL TIEMPO “POSTFACTUAL”
Considerando la discusión política sobre Donald Trump y cómo se dice que ha hecho
una sorprendente cantidad de afirmaciones y acusaciones falsas (Blake, 2017), Johnson
y Kaye ya habían predicho en 2015 cómo una menor confianza en los medios de comunicación puede conducir a contenidos equivocados y, por lo tanto, a públicos equivocados
(Johnson & Kaye, 2015). El público ya no es capaz de distinguir entre afirmaciones verdaderas y falsas o información importante y sin importancia y, por lo tanto, vota por un
candidato determinado por razones que no sean el conocimiento de los hechos.
Los medios sociales seguramente aumentan el compromiso con el proceso político
(Johnson & Kaye, 2015), pero Johnson y Kaye estaban preocupados por su influencia
real en los valores democráticos. En 2005, ya fueron testigos de cómo el Partido Republicano había trabajado en su presencia en los medios sociales después de la segunda
elección de Barack Obama (Johnson & Kaye, 2015), que retrospectivamente resultó ser
un éxito para ellos. Este hecho invita a preguntarse si es más probable que el postfactualismo funcione positivamente para los populistas.
◗ ¿Cómo ven los profesionales el postfactualismo en su vida laboral?
El hecho de que hoy en día se recoja y publique anualmente el Edelman Trust Barometer muestra la actualidad y relevancia del tema de la credibilidad no sólo en el campo
de la política sino también en el de los negocios, a los ojos de las comunicaciones corporativas (Edelman Trust Barometer, 2018). Por lo tanto, se plantea la cuestión de qué
consecuencias tendrá para el trabajo de los profesionales de las relaciones públicas la
reaparición del tema posterior a las elecciones de 2016.
“Todos los datos que tengo dicen que la credibilidad de las relaciones públicas sigue
siendo la de las prostitutas del puerto de Esmirna, tan baja”. (Experto A, 2018: 41).
Según esta declaración del experto A, el RP como tal tiene un problema de credibilidad.
E incluso las relaciones públicas más veraces siempre dependen de la credibilidad de la
prensa sobre la que se comunica (CE, 2018:51).
Porque se te ocurre la mejor idea, pero si no es interesante para los medios de comunicación, o si no es creíble –incluso peor–, entonces no llegarás a ninguna parte. Entonces puedes incluso dañar a la compañía. Si realmente tratas de vender o presentar
algo totalmente increíble, entonces tienes un problema. (CE, 2018: 51)
En los tiempos postfactuales, el periodismo lucha por su propia credibilidad, lo
que, en consecuencia, también se hace sentir entre los encuestados de los profesionales
de relaciones públicas externos. La comunicación interna, sin embargo, parece estar
menos afectada por la pérdida de credibilidad (BI, 2018: 105; DI, 2018: 120), ya que la
mayoría de los empleados tienen interés en creer en su propia empresa. “Tenemos que
lidiar con las noticias falsas de otros” (DI, 2018: 120). Así que para la comunicación
Annika Meissner
75
interna parece ser principalmente relevante exponer noticias falsas que circulan en el
mundo exterior ante los ojos de los empleados y aclarar el tema. Sin embargo, el tema
sólo afecta marginalmente el trabajo real de los profesionales de las relaciones públicas
(CE, 2018: 175). Sin embargo, hay ejemplos de medidas correctivas por parte de la
comunicación interna. Estos incluyen, por ejemplo, folletos informativos que se pegan
en los periódicos de la empresa para proporcionar información sobre temas controvertidos. “Los empleados ya son multiplicadores y comunicadores muy, muy importantes
para la empresa” (CE, 2018: 138).
DI considera que la apariencia de los propietarios o miembros del consejo de administración de una organización es la responsable de crear y mantener la credibilidad de
una empresa (DI, 2018: 120). También describe la tarea de ambas unidades de comunicación de la siguiente manera:
Si decimos algo, es una cuestión de manos y pies. Así que, y estas dos cosas están
apoyadas por una buena comunicación, ahí es donde entramos nosotros. También tengo la impresión de que todos somos comunicadores que estamos comunicando en este
momento y que realmente intentamos ser muy abiertos y estar dispuestos a acoger a
los periodistas tanto externos como internos y a apoyarlos. (DI, 2018: 120)
Su contraparte externa, EE, ve las responsabilidades de ambas partes de manera
muy similar y las añade a esto:
Hasta ahora es un reto para la comunicación interna salvar o fortalecer la confianza de
los empleados en su empleador. Pero si no lo hacen en estrecha colaboración con la comunicación externa, existe un alto riesgo de que haya mensajes contradictorios y que
lo que se dice a los empleados y lo que llega al mundo exterior a través de los medios de
comunicación ya no encaje. Y luego la confianza se ha ido, en el mes. (EE, 2018: 174)
La cooperación entre las dos unidades de comunicación se limita en última instancia al requisito de comunicarse de manera uniforme y transparente (GE, 2018: 119;
EE, 2018: 174; FI, 2018: 128; HE, 2018: 124) y de responder con la mayor profundidad
posible a los informes falsos y tomar tiempo suficiente para los periodistas en este momento (FI, 2018: 134). Pero también hubo otras perspectivas entre los encuestados que
arrojan una luz positiva sobre la existencia de esta dinámica:
Creo que es otra palabra de moda que la gente ha captado. Personalmente, no creo
que las mentiras sean verdades posteriores. Veo gente cuestionando las viejas formas
de hacer las cosas, veo gente cuestionando la misma institución – ya sabes, la gente está
cuestionando a los medios de comunicación [...]. (HE, 2018: 132)
Sin embargo, en última instancia, esta afirmación de HE (HE, 2018: 132) plantea la
pregunta de cuál podría ser el posible propósito positivo de estos tiempos recurrentes
76
5 LA CONEXIÓN ENTRE LA DIGITALIZACIÓN Y EL TIEMPO “POSTFACTUAL”
postfactuales para la comunicación corporativa si cuestionan lo familiar y lo evidente,
lo desafían y, por lo tanto, tal vez conducen a un cambio que la sociedad parece desear.
◗ Conclusiones
Quedó claro que estas cuestiones, con distinta intensidad, conforman tanto la vida laboral de los comunicadores como la cultura de la sociedad contemporánea. Fue interesante observar que la digitalización es la fuerza motriz que impulsa el crecimiento de la
relevancia de las comunicaciones corporativas internas –ya que la digitalización ofrece
a los empleados la oportunidad de actuar como comunicadores externos, lo que automáticamente otorga a las comunicaciones internas una mayor relevancia estratégica.
Además, fue emocionante presentar el desarrollo de canales de medios bastante
nuevos como los blogs web en un análisis y derivar la dinámica de ello. Sin embargo,
es un esfuerzo muy complejo analizar la conexión de la digitalización, la confianza y el
postfactualismo, especialmente cuando se trata de dibujar la conexión con la política.
¿Cómo pueden las reivindicaciones postfactuales destruir la confianza en algunas personas u organizaciones, mientras que no perjudican o incluso ayudan a otros a prosperar y a “desfilar”? (Sirota, 2007)
Estados Unidos es un ejemplo particularmente interesante para esta cuestión de
la confianza en los tiempos postfactuales, no sólo por sus recientes cambios políticos,
sino también por la forma en que la democracia del país se basa en la libertad de expresión en la primera enmienda de su Constitución. Sin embargo, cualquier enfoque sobre
América y su política en el contexto del postfactualismo en este trabajo no debe excluir
a otros países del tema del postfactualismo o de cualquier otro tema mencionado. Sería igualmente interesante tener en cuenta la perspectiva de los países de Europa para
analizar la confianza en un contexto postfactual también en estas regiones. Europa
también adolece de contenidos informativos no reales distribuidos y supuestamente
creados por el gobierno ruso y sus medios de comunicación (Gebauer, 2017).
Son desarrollos como el postfactualismo los que demuestran lo complejo que puede
llegar a ser un problema generado por la comunicación cuando debilita campos como la
ciencia y la política. El postfactualismo sigue siendo bastante inexplorado entre todas las
ciencias relacionadas con él y, por lo tanto, carece de teorías construidas y de investigación
cuantitativa sobre él. En última instancia, el elemento de emoción podría jugar un papel
más importante de lo esperado. Cuando cosas racionales como la honestidad desaparecen
en la comunicación postfactual, los argumentos se utilizan por irracionalidad y lo más probable es que se crean por razones emocionales (Cavna, 2016). El ejemplo de Donald Trump
lleva a la suposición de que las personas que ganan confianza en los tiempos post–factuales
son las que conocen los miedos irracionales del público y se aprovechan de sus emociones.
Annika Meissner
77
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6 La experiencia de la vida cotidiana,
el discurso político y la constitución de la clase social
Nahum Abram Sánchez Martínez
◗ Introducción
El presente trabajo tiene como finalidad realizar un acercamiento teórico a la vida cotidiana, su relación con el discurso político y la constitución de una clase social. Se parte
de la idea de Henri Lefebvre (1980) de que la vida cotidiana es el espacio nuclear de las
prácticas sociales que proporciona una cierta estabilidad provisional a las relaciones
sociales constituidas, pero también el lugar desde donde es posible el surgimiento de
“desequilibrios amenazadores” que ponen en peligro dichas relaciones. En otras palabras, se trata de un sitio de tensiones posibles que pueden dar paso al cuestionamiento
del orden existente. Si llega a darse este cuestionamiento podríamos decir que se trata
de un acto realizado por un sujeto político.
Ahora bien, existen dos posibilidades que pueden darse para el surgimiento de
esta subjetividad política a partir de las tensiones dadas en el espacio de la vida cotidiana: por un lado, que las tensiones sean provocadas por una ruptura de la cotidianidad y, por otro lado, que sea la misma cotidianidad la que, a causa de las prácticas que en ella se comparten, conforme un sujeto colectivo con intereses propios
enfrentados con los de un “otro” y, por tanto, que sea capaz de señalar a un antagonista, un enemigo parecido al que menciona Schmitt (2009), contra el cual se
active políticamente.
Aquí nos interesa enfocarnos en la segunda. Más aún, nos interesa la constitución
de una colectividad política con carácter de clase. Ahora bien, si partimos de lo anterior, debemos preguntarnos cómo se da el proceso en el que las experiencias de la vida
cotidiana dan paso a la constitución de esta colectividad. E. P. Thompson, en su obra La
formación de la clase obrera en Inglaterra, estudiaría la formación de esta como un proceso histórico en el que la materia prima resulta ser las experiencias compartidas de sus
miembros. Resulta similar a lo que en su momento Pierre Bourdieu (1997) afirmaría,
acerca de que la constitución de una clase es más o menos probable, dependiendo de
la proximidad en el espacio social de los agentes que la vayan a agrupar, por lo que se
80
6 LA EXPERIENCIA DE LA VIDA COTIDIANA, EL DISCURSO POLÍTICO
plantea que hay un espacio más o menos compartido, con experiencias más o menos
compartidas por la mayoría de sus integrantes.
En ese sentido, la comunicación, entendida como el proceso por medio del cual el
ser humano es capaz de compartir los sentimientos, ideas, conocimientos, etc., que se
producen en las experiencias, es una herramienta fundamental para poder abordar el
problema que aquí se nos presenta. La comunicación, como señala Castells (2012), se
produce cuando las mentes de los individuos se activan para compartir significado. Las
experiencias (y las explicaciones que de ellas nos damos) compartidas en la vida cotidiana por medio de este proceso pueden dar paso a la constitución de un discurso colectivo que se torne político. Así, el discurso político, fundamentado en las experiencias
compartidas por distintos sujetos, puede dar paso a la construcción de una colectividad
política con carácter de clase.
Afirmamos que es posible encontrar un punto de encuentro entre autores como
Manuel Castells, Ernesto Laclau y Antonio Negri, que contribuya a entender mejor las
aportaciones que Thompson dio acerca de la clase social, especialmente del elemento
de la experiencia como puente entre las condiciones materiales de vida y la construcción de una colectividad política, así como su relación con la comunicación.
En primer lugar, se abordará el pensamiento de Thompson en torno a la clase social
como proceso histórico, así como sus principales características. Luego, se desarrollará
el concepto de experiencia retomando la idea de Aristóteles al respecto, para después
introducirnos en el trabajo de Castells, desde el cual profundizaremos en la relación
entre experiencia y comunicación. Posteriormente, con la ayuda de ciertas premisas
presentes en la obra de Laclau, profundizaremos en el papel que estas tienen en la
construcción de una colectividad. Después, nos apoyaremos en el pensamiento de Negri para plantear el tema del antagonismo como momento a partir del cual se consolida
una colectividad política de clase. Finalmente, se tratará de dar cuenta de los puntos
de encuentro y desencuentro conceptuales entre los diferentes autores expuestos, así
como una propuesta de articulación de las ideas aquí presentadas.
◗ Thompson: clase y experiencia
Dentro de las aportaciones contemporáneas más importantes al concepto de clase social está la de E.P. Thompson. La obra de este autor que más repercusión tuvo al respecto es La formación de la clase obrera en Inglaterra, en donde se interesa principalmente
por las acciones cotidianas de la clase trabajadora. Fundamentándose en este conocimiento pretendió buscar las claves elementales para la constitución de las clases sociales. Es así como la experiencia, construida en la cotidianidad, tiene para él un papel
central en la constitución de una clase.
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Las clases sociales no solo se constituyen por el hecho de la existencia de unas condiciones objetivas de explotación capitalistas, sino que las personas viven, y por tanto
experimentan, de diferentes formas estas mismas condiciones. En ese sentido, expresan de forma culturalmente diferente unas mismas condiciones materiales y objetivas.
Así, Thompson nos dice que una clase es:
(…) un fenómeno histórico que unifica una serie de sucesos dispares y aparentemente
desconectados en lo que se refiere tanto a la materia prima de la experiencia como a
la conciencia. Y subrayo que se trata de un fenómeno histórico. No veo la clase como
una “estructura”, ni siquiera como una “categoría”, sino como algo que tiene lugar de
hecho –y se puede demostrar que ha ocurrido– en las relaciones humanas (Thompson,
2012: 27).
En ese sentido, la constitución de la clase es un proceso de unificación de experiencias, cuya naturaleza va más allá de los conceptos teóricos, y que es, por tanto, un
hecho que resulta de las relaciones entre personas que viven unas mismas condiciones
materiales. Por tanto, una clase solo puede ser estudiada como un proceso histórico.
Thompson detalla el proceso de constitución de una clase social de la siguiente manera: cuando las mismas experiencias comienzan a ser compartidas y a convertirse en
algo colectivo, se identifican intereses comunes y es aquí donde una identidad de clase
comienza a ser forjada (Modonesi, García Vela, & Vignau Loría, 2017). Ahora bien,
es por medio de la constitución de esta identidad que pueden ser señalados aquellos
intereses contrapuestos a los suyos, reconociendo cuerpos sociales antagonistas con
los que entran en conflicto, y en el cual se reconocen como una clase social. En otras
palabras, el proceso se cristaliza cuando la identidad constituida por las experiencias
compartidas se expresa política y culturalmente.
Ahora bien, María Vignau Loría (2017) afirma que existen cinco características del
concepto de clase de Thompson que conviene que sean tomadas en cuenta. La primera
tiene que ver con la manera en que debe abordarse el estudio de una clase social, partiendo de la premisa thompsoniana de que se trata de un proceso histórico, es decir diacrónico. Thompson advierte que es posible realizar el estudio de un momento concreto de la
clase social, siempre y cuando se tenga en cuenta que se trata de un proceso inacabado,
y de que no se olvide que hubo hechos anteriores a ese momento que lo determinaron.
La segunda tiene que ver con el argumento de Thompson acerca de que no debe reducirse la clase social a un mero concepto, sino que debe ser estudiada desde un contexto real
que permita al investigador observar directamente el proceso histórico y sus relaciones.
En tercer lugar, el concepto de clase social en Thompson hace referencia a relaciones sociales, en contraposición a la idea de que existen estructuras a las que los sujetos
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6 LA EXPERIENCIA DE LA VIDA COTIDIANA, EL DISCURSO POLÍTICO
se adhieren y en donde se desenvuelven. Por ello, las relaciones entre dominados y
dominantes, o entre explotados y explotadores, tienen que ser los elementos para estudiar la clase social.
La cuarta característica es que la cultura de una determinada clase social no es
el resultado de un enajenamiento, sino de experiencias vividas en ciertas condiciones
materiales expresadas por medio de valores, ideas, prácticas, comportamientos, etc.
Finalmente, la noción de experiencia en la clase social resultaría ser una mediación
que se da entre las condiciones materiales vividas por las personas y su subjetivación.
Sin embargo, Thompson no señala de manera clara en que consiste esta mediación, es
decir, no explica la noción de experiencia, de la que solamente menciona que se trata de
un diálogo en el que se retroalimentan ambas partes.
◗ Castells y la experiencia como metáfora
Aristóteles (Obras filosóficas , 1974) señalaba que “la experiencia proviene de la memoria. En efecto, muchos recuerdos de una misma cosa constituyen una experiencia” (Pág.
4). Es decir, la experiencia proviene de la repetición de ciertos hechos que se van acumulando en la memoria y que después nos son útiles para interactuar con la realidad
en la que vivimos. A partir de aquí, sabemos que es lo que podemos esperar de ciertas
acciones y hechos.
El trabajo de Manuel Castells nos permite profundizar más en el tema de las experiencias y la forma en la que las explicamos; nos señala que el proceso de comunicación
es fundamental a la hora de entender la forma en la que compartimos nuestras experiencias, ya que es a través de ella que compartimos significados. Para él, le damos un
significado a la realidad que percibimos al construir un marco de interpretación, que, a
su vez, nos permite desenvolvernos en ella. Se trata de un proceso que generalmente se
da de forma inconsciente.
“Construimos la realidad como reacción ante acontecimientos reales, internos o
externos, pero nuestro cerebro no se limita a reflejar dichos acontecimientos, sino que
los procesa de acuerdo con sus propios modelos (…) Así pues, para nosotros la realidad
no es objetiva ni subjetiva, sino una construcción material de imágenes que mezclan lo
que sucede en el mundo físico (fuera y dentro de nosotros) con la inscripción material
de la experiencia en la circuitería de nuestro cerebro.” (Castells, 2012: 193).
Estas imágenes o representaciones, que podemos compartir gracias al proceso comunicativo, nos llevan a tomar decisiones basadas en lo que nos producen, ya sea a
nivel racional, emocional o sentimental. De acuerdo con Castells, existen seis elementos básicos que conforman el nivel emocional: miedo, asco, sorpresa, tristeza, alegría e
ira. Por otro lado, los sentimientos se relacionan con las percepciones que determinan
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un estado particular de nuestro cuerpo. Los sentimientos se encargan de procesar las
emociones de acuerdo con un acontecimiento guardado en nuestra memoria. Por ejemplo, en el caso de una persona que tiene miedo al ver un perro puesto que le recuerda
el sentimiento que tuvo al ser mordido por uno tiempo atrás. En este sentido, nuestra
mente se activa cuando se accede a los sentimientos y emociones producidos por diversas situaciones, las cuales funcionan como representaciones que conforman un marco
de interpretación en nuestro cerebro.
Así, estos marcos, por medio de los cuales interactuamos con la realidad que nos rodea, están determinados en gran parte por acontecimientos del pasado que relacionamos
con sentimientos y emociones. Desde esta perspectiva, la metáfora puede ser entendida
como un elemento fundamental para la comprensión del desenvolvimiento humano1. Definimos la metáfora como la comparación no explícita de una cosa por otra (Garza Cuarón,
1998). Es por medio de la comparación de un acontecimiento dado en el pasado (una experiencia) con una situación actual que tomamos la mayoría de nuestras decisiones.
Es necesario decir que el papel que la racionalidad juega en nuestra toma de decisiones no es contradictorio con el de los sentimientos y las emociones. Entre estas
y la racionalidad se crea una conexión que actúa en casos particulares, dependiendo de
la manera en la que estos se acoplen. Por ejemplo, la racionalidad puede emerger en el
momento en el que se procesa cierta información en nuestro cerebro que produce ansiedad. Cuando esto sucede, la toma de decisiones se fundamenta en la racionalidad. En
el caso de que la ansiedad no se produzca, terminamos reproduciendo modelos rutinarios que tienen una conexión con experiencias pasadas, es decir, actuamos por costumbre sin poner en duda nuestras acciones. “Una mayor ansiedad indica incertidumbre, y
la incertidumbre se asocia con la racionalidad” (Castells, pág. 203).
Existen además de la ansiedad otras emociones que son importantes para nuestro
comportamiento. Al respecto, Castells afirma que existen dos sistemas emocionales
relacionados con esto:
El sistema de predisposiciones. Este induce el entusiasmo y organiza el comportamiento alrededor de este sentimiento que lo empuja a conseguir sus objetivos.
El sistema de vigilancia. Este se activa cuando se experimenta un sentimiento de
ansiedad o miedo que conlleva a evaluar la situación de manera razonada con el objetivo de adaptarse mejor a ella.
Pero Castells nos advierte que es importante considerar que las emociones negativas no siempre tienen el mismo resultado en nosotros. Cuando la ira se presenta tendemos a actuar de forma imprudente a la hora de tomar una decisión. Sin embargo, cuan1
Para una mayor profundización al respecto del papel de las metáforas en la vida cotidiana, véase Lakoff,
G. y Johnson, M. (2003). Metaphors we live by. Chicago: University of Chicago.
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6 LA EXPERIENCIA DE LA VIDA COTIDIANA, EL DISCURSO POLÍTICO
do la intensidad de la amenaza que la provoca no es alta, podemos prestar más atención
a la información que se nos presenta al respecto. Además, cuando la ansiedad no es tan
potente el aprendizaje no se activa, pero si resulta ser demasiada este se dificulta.
Podemos concluir de lo anterior varias cosas. En primer lugar, que las experiencias
se dan en la repetición de hechos de una misma cosa que la memoria acumula. En segundo lugar, que se presentan en nosotros en forma de representaciones que somos
capaces de compartir a través del proceso de la comunicación. En tercer lugar, que estas imágenes producen en nosotros ciertos sentimientos y emociones que nos llevan a
tomar decisiones más o menos cimentadas en la racionalidad. Y, en cuarto lugar, que
la metáfora es una herramienta que nos ayuda a explicar la forma en la que representamos nuestras experiencias pasadas. Así, nuestras costumbres y tradiciones se fundamentan en nuestra capacidad de rememorar estas experiencias en forma de imágenes
que somos capaces de comunicar.
◗ Laclau: identificación y cadenas de equivalencias
Hasta ahora hemos expuesto el papel que las emociones y los sentimientos juegan en la
forma en la que nos explicamos nuestras experiencias, la importancia de la metáfora
como una figura a la que el ser humano recurre para construir estas, de manera regularmente inconsciente, y lo determinante que esto resulta en la toma de decisiones de
los sujetos. Sin embargo, aún tenemos una perspectiva limitada puesto que no hemos
llegado a ver de qué manera las experiencias se articulan en una colectividad, más aún,
en una colectividad política.
Al respecto, me parece que las aportaciones de Ernesto Laclau pueden sernos útiles. Uno de los enfoques de este autor se centra en la forma en la que un discurso es
capaz de constituir una colectividad política. Sin embargo, este autor no se interesa por
la constitución de una clase social derivada, fundamentalmente, de las condiciones materiales de vida, sino de la posibilidad de constitución de identidades políticas originadas a partir de elementos provenientes de muy diversas y heterogéneas características
sociales, culturales, religiosas, etc.
Él va a llamar discurso a “la totalidad estructurada resultante de la práctica articulatoria” (2001: 143) y articulación a “toda práctica articulatoria que establece una
relación tal entre elementos que modifican la identidad de estos” (p. 143). En otras
palabras, el discurso es el resultado de una práctica articulatoria que une distintos elementos modificando, a su vez, la propia identidad de estos. El funcionamiento de esta
práctica articularia es lo que se abordará en este apartado.
La Teoría del Discurso (TD), surgida de los trabajos de Laclau, “se centra en la idea
de que todos los objetos y prácticas tienen un significado, y que los significados sociales
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son contextuales, relacionales y contingentes” (Howarth, 2005: 39) Así, para la TD en
el concepto de discurso están contenidas la acción y la representación.
Por lo anterior, conviene puntualizar ciertas características esenciales de esta teoría.
Primero, que la TD no concibe que los elementos del discurso se reduzcan a una lógica
interna del mismo, puesto que estos pueden adoptar distintas formas o, como les llama
Laclau, momentos, de acuerdo con el discurso en el que se inscriban. Como la TD sostiene que todo discurso es siempre contingente, los elementos que lo conforman adoptan
diversos momentos. Segundo, que no es correcta la distinción entre practicas discursivas y no discursivas, puesto que todo objeto es constituido como objeto de discurso.
Esto no significa que se caiga en el problema del realismo vs idealismo. La existencia de
una catástrofe natural no es negada, pero hay la posibilidad de que sea explicada por
medio de diferentes discursos: un discurso religioso quizá dirá que fue debido a la ira
de Dios; un discurso científico lo explicará por medio de fenómenos naturales. Así, todo
discurso tiene un carácter material. “En Wittgenstein los juegos del lenguaje funden en
una totalidad indisoluble el lenguaje y las acciones con las que guarda relación” (Laclau
& Mouffe, 2001: 147). Y tercero, que cualquier totalidad discursiva no está constituida
como una positividad bien delimitada y con una lógica total, sino que esta lógica existente entre sus elementos es siempre incompleta dado su carácter contingente, y que el
anclaje de ciertos elementos en un discurso nunca se realiza de forma completa, por lo
cual la posibilidad de (re)articulación de estos siempre existe. Con lo visto hasta aquí, se
reafirma lo visto con Castells, que la representación y la acción son parte de un proceso
conjunto en el que no es posible realizar una separación.
Ahora bien, la TD se apoya en conceptos de diversas disciplinas, aquí nos interesa
señalar solamente dos de ellas: la teoría psicoanalítica y el estudio de la retórica. A la TD
le interesa el psicoanálisis por las aportaciones que este puede tener respecto del comportamiento humano, ya sea de forma individual o colectiva. En Psicología de las masas
y análisis del yo, Freud sostiene que en el vínculo social es donde el individuo se desarrolla y se constituye, por lo que toda psicología es una psicología social. Este vínculo
primordial estaría fundamentado por procesos narcisistas. Estos procesos estarían relacionados directamente con la libido (concepto ligado a la idea de amor), por medio
del cual se dan pulsiones que tienden hacia la unión sexual con el objeto amado. Sin
embargo, en ciertas circunstancias estas pulsiones se desvían de su finalidad sexual,
dando paso a otro tipo de relaciones que no tienen esta como su principal motivación.
Así, el narcisismo, esto es, el amor que uno siente por sí mismo, puede trasladarse hacia
el amor por lo ajeno, por otros objetos o sujetos. En otras palabras, vamos a amar lo que
de nosotros vemos en otros.
Surge entonces un lazo que une a los sujetos en diversas relaciones. A este lazo se le
conoce como enamoramiento. Cuando esta pulsión de amor se desvía de su meta origi-
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6 LA EXPERIENCIA DE LA VIDA COTIDIANA, EL DISCURSO POLÍTICO
nal, es decir, el acto sexual, da paso a lo que Freud denomina proceso de identificación.
Para este autor, se trata de la forma más temprana en la que se exterioriza un lazo afectivo con otra persona. Existirían tres formas de identificación: la primera que se da con
el padre, la segunda con el objeto de elección amorosa, y el tercero, cuando percibimos
que hay una cualidad común con otra persona que no es objeto de una pulsión sexual
(Laclau, 2006: 78). Esto es lo que se da en los grupos, colectivos o multitudes.
Ahora bien, en cuanto al estudio de la retórica, la TD se interesa principalmente en
la capacidad que figuras como la metáfora tienen para representar lo innombrable o lo
ausente, hecho que resulta fundamental para la constitución de un sujeto colectivo. La
metáfora, como ya vimos, resulta básica para el proceso mental por medio del cual se
constituyen marcos de interpretación. Con Castells nos quedamos en la parte individual, a la TD le interesa la metáfora como un cimiento de sujetos colectivos.
Laclau sostiene que “la política es una articulación de elementos heterogéneos,
y tal articulación es esencialmente tropológica, ya que presupone la dualidad entre la
institución y la subversión de posiciones diferenciales que encontramos definiendo
la intervención retórica” (2014: 85). Así, las figuras retóricas harían posible la articulación de sujetos heterogéneos al consolidar, siempre de manera contingente, una
unidad simbólica (discurso político) que daría paso a una identidad colectiva. De tal
manera, la metáfora, y otras figuras retóricas, pueden ayudarnos a entender la forma
en la que se articula una colectividad política.
La unidad simbólica en torno a la cual estos elementos heterogéneos se constituyen en un sujeto colectivo depende de ciertos puntos de encuentro tropológicos. Estos
se dan a partir de lo que Laclau denomina demanda social. El término inglés demand
resulta ser ambiguo: por un lado, se traduce como petición y, por otro, como reclamo.
Esta ambigüedad nos ayuda a entender las dos posibles caras de la demanda social;
cuando se habla de demandas social como una petición, se entiende que se canaliza por
medio de las instituciones encargadas de satisfacerla (instituciones políticas, sociales,
etc.), sin embargo, cuando esta no es satisfecha por las instituciones determinadas para
dichas tareas, la demanda se entiende como reclamo. En otras palabras, la demanda
social como reclamo se produce cuando la armonía social se rompe por la debilidad de
sus propias instituciones.
Por tanto, existirían dos lógicas articulatorias de las demandas sociales: la
lógica de la diferencia, identificada con la demanda social como petición e insertada
dentro de un orden social; y la lógica de la equivalencia, identificada con la demanda
social como reclamo ante la incapacidad del orden de darle una respuesta. En la primera, la demanda es particular y aislada de otras puesto que su satisfacción depende del
orden existente (al estilo de las ventanillas burocráticas encargadas de atender cada
asunto en particular). En la segunda, la demanda es capaz de superar su particularidad
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al identificarse con otras que padecen por la misma incapacidad del orden para satisfacerlas. Es en este punto que la constitución de un sujeto colectivo comienza a darse.
Las demandas, como señala Laclau, comenzarán a juntarse en lo que él define como
cadena de equivalencias. Las distintas demandas sociales presentadas como reclamo se
unifican, pero lo hacen en torno a una que es capaz de representar a todas las demás debido a que en ella se encarna la imagen de lo ausente, es decir, de la satisfacción de cada
una de ellas. Es en este sentido que se hacen equivalentes. Para recurrir a un ejemplo
actual al respecto, pensemos en la demanda Make America Great Again (Hacer América
Grande Otra Vez o MAGA), que fue central durante la campaña presidencial de Donald
Trump en 2016. En torno a ella, elementos tan heterogéneos como las demandas de
ciertos sectores de la clase trabajadora blanca, de grupos afroamericanos, de mujeres,
de campesinos, e incluso de latinos de segunda o tercera generación que ahora se identifican más con los valores estadounidenses que con sus raíces latinas, se unificarían
ante la incapacidad del orden existente de responder a sus demandas de trabajo y mejores salarios, de oportunidades para los “verdaderos” americanos y de un acceso asequible a servicios de salud. Así, a la lucha contra el establishment, que según el discurso
de Trump era el causante de todos los males de “América”, se volcaron toda una serie de
sujetos que se encontraron, identificaron y que votaron por el candidato republicano.
Como vemos, el MAGA actúa como metáfora que logra representar a los diferentes
sujetos que, desde su perspectiva y experiencias, se encuentran marginados por el estatus
quo estadounidense. Podemos observar también que hay un componente antagónico en
la constitución de una colectividad política. Sin embargo, para Laclau este componente
no tendrá, necesariamente, un carácter de clase. Para abordar este tema, en el siguiente
apartado nos apoyaremos en el pensamiento de Antonio Negri. Por ahora, conviene decir
que, visto todo lo anterior, lo que nos interesa fundamentalmente del trabajo de Laclau
son las siguientes premisas: que el proceso de identificación es un medio por el cual compartimos nuestras experiencias; y que las figuras retóricas, como la metáfora, son una
forma de articulación y de explicación de esas experiencias compartidas.
◗ Antagonismo, el paso hacia la subjetivación política de las experiencias
Marx dio al antagonismo una dimensión subjetiva, como menciona Modonesi (2010),
en el siguiente pasaje de El Capital en el que indica que se trata de:
(…) el conjunto de los medios de producción monopolizados por una determinada
parte de la sociedad, los productos y condiciones de ejercicio de la fuerza de trabajo
vivo enfrente de esta fuerza de trabajo que este antagonismo personifica como capital
(Marx,1999, Tomo 3, cap. 48, citado en Modonesi, 2010).
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6 LA EXPERIENCIA DE LA VIDA COTIDIANA, EL DISCURSO POLÍTICO
En este pasaje, Marx asume que la contraposición no es entre estructuras o ideas,
sino entre subjetividades que asumen un rol particular dentro de las relaciones de producción en el sistema capitalista. Esta es una consideración importante, puesto que si
no se tratara de subjetividades en disputa no podríamos hablar de una constitución
subjetiva de clase social, y en todo caso, el antagonismo se reduciría a una situación
estructural, independiente de cualquier consciencia de clase. Aun así, Marx no hizo un
desarrollo más profundo sobre el tema.
El marxista que desarrollaría más a fondo el tema del antagonismo desde una perspectiva subjetivista sería Antonio Negri. Como señala Modonesi:
(…) la principal contribución de Negri (…) reside en el uso y el desarrollo teórico del
concepto de antagonismo en una acepción agencial subjetiva, no solo como sinónimo
de conflicto sino fundamentalmente como característica de la clase en lucha, como
proceso de subjetivación política, como interiorización de la experiencia del conflicto,
la lucha y la insubordinación (Modonesi, 2010: 60).
Negri nutre su concepto de antagonismo de la teoría y experiencia obrerista en
Italia. Veía en el antagonismo que ejercía la clase trabajadora en contra del capital el
elemento que empujaba al mismo a desarrollar todos sus procesos con el fin de contenerla, además de considerar que la radicalización de las demandas sociales era el paso
necesario para la constitución de un sujeto de clase.
Su concepto parte de la idea de que la semilla del antagonismo se encuentra en las
contradicciones que se encuentran en las experiencias de las condiciones materiales
de vida, pero para que esta pueda germinar y construirse continuamente es necesaria
la lucha. Es ahí donde se hace patente el antagonismo. Podemos ver, entonces, que el
antagonismo es el momento de activación de los intereses compartidos en una colectividad política. Como señala Modonesi:
(…) plantea al antagonismo como proceso de subjetivación política –como conformación de la subjetividad desde el conflicto, a partir de la incorporación de la experiencia
de la lucha y la insubordinación– se mantiene en continuidad con la tradición marxista
al desplegar las implicaciones subjetivas de la lucha de clases y al tratar de captar el
pasaje de la estructura a la acción (Modonesi, 2010: 96–97).
De lo anterior debemos tomar en cuenta lo siguiente: que el antagonismo se trata
de un proceso subjetivo y no estructural; que implica un proceso de acción política; y
que se nutre de las contradicciones entre intereses contrapuestos dados por unas condiciones materiales de vida.
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◗ Articulación conceptual: encuentros y desencuentros
En este trabajo hemos explorado diversas perspectivas con el objetivo de completar el
mapa presentado por Thompson en su concepto de clase social. Conviene recordar que,
para él, una clase social supone la conexión de experiencias dispersas dadas en unas
condiciones materiales de existencia particulares, que se unifican en tanto que encuentran intereses en común y un antagonista que se opone a ellos.
Sin embargo, como dijimos al inicio de este trabajo, la experiencia como tal no es
trabajada a fondo por Thompson. Por ello, se realizaron, de manera muy breve, algunas consideraciones sobre la experiencia y la forma en las que pueden funcionar como
puente entre las condiciones materiales de vida y la constitución de la clase social.
Al respecto, se dijo que la experiencia es la repetición de hechos que se acumulan en
la memoria y que después nos sirven para desenvolvernos en la realidad. Apoyados en el
trabajo de Manuel Castells, dijimos que las experiencias que teníamos en nuestra vida
cotidiana eran filtradas en nuestra mente por medio de representaciones. Estas activaban ciertas emociones que nos llevaban a tomar ciertas decisiones, y que estas, a su vez,
estaban conectadas con la racionalidad. Además, las experiencias, procesadas como representaciones en nuestra mente, podían ser compartidas por medio de la comunicación.
En ese sentido, las representaciones servían como metáforas de las experiencias vividas,
es decir, como la actualización de un hecho pasado y experimentado por el sujeto, que
después le daba una pauta para seguir en su comportamiento cotidiano.
Pero la visión de Castells se limitaba a explicarnos este proceso en un sujeto individual, por lo cual, acudimos al trabajo de Laclau con el fin de que nos dotara de fundamentos para entender la forma en la que las experiencias podían ser compartidas y dar
paso a la constitución de una colectividad política. Uno de estos fundamentos es del
proceso de identificación, en el cual el narcisismo es desviado del individuo en sí mismo
y se fija en un objeto o sujeto en donde se encuentra un rasgo en común, es decir, que
el sujeto se une a otro en una colectividad porque percibe que existe algo que los hace
similares. En este sentido, la metáfora como comparación de una cosa por otra, o para
decirlo de otra manera, de la representación de una experiencia por otra, sirve como
fundamento para la unificación de una colectividad que empieza a tener una identidad.
Por último, retomamos el trabajo de Antonio Negri con el que nos apoyamos para
definir el momento en que una colectividad se convierte en una clase social. Para esto,
comprendimos que no se trata de un elemento estructural, sino de un proceso subjetivo que se construye en la lucha y que parte de las contradicciones dadas por la contraposición de intereses colectivos. En ese sentido, el antagonismo es el paso que da la
identidad social hacía la constitución de una clase social, entendiendo esta última como
fenómeno político.
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6 LA EXPERIENCIA DE LA VIDA COTIDIANA, EL DISCURSO POLÍTICO
Así, después de este breve recorrido, conviene observar los posibles desencuentros que se pueden derivar de las diferentes perspectivas aquí presentadas. Sobre todo,
las que pueden existir entre la visión posmarxista de Laclau y la neomarxista de Thompson, que es el punto de contraposición que más problemas puede causar a la hora de
articular cada uno de los conceptos aquí expuestos.
En el caso de las aportaciones que hemos retomado de Manuel Castells, nos parece
que, aunque no parten de un fundamento marxista, posmarxista o neomarxista, no
implican, en sí mismas, contradicciones conceptuales que sean de interés para este trabajo, el cual es dar una explicación más amplia sobre el fenómeno de las experiencias y
sus implicaciones en la construcción de una colectividad.
Por tanto, en cuanto a los desencuentros entre Laclau y Thompson, hay que decir, en primer lugar, que, de acuerdo con el proceso de constitución de una clase social
dada en la perspectiva thompsoniana, se recalca que el elemento clave es el de las experiencias montadas sobre unas condiciones de existencia materiales, puesto que son estas
las que le van a revestir de un sentido de clase. Lo anterior contrasta con el interés de Laclau de explicar el surgimiento de colectividades políticas que no necesariamente poseen
un cariz clasista. En otras palabras, mientras que Thompson piensa la construcción de
una clase social en términos de contradicciones creadas por las relaciones de producción
capitalistas, Laclau piensa la constitución de identidades políticas no ligadas necesariamente a estas (heterogéneas en términos estructurales).
Laclau no ve como determinantes en la formación de una colectividad política las
condiciones materiales de vida, sino que ve en ellas tan solo la expresión de una posibilidad de articulación entre muchas otras. Es por ello por lo que en Laclau el surgimiento de una colectividad política depende de las demandas en forma de reclamos, es
decir, que se trata de un momento que puede escindirse de las experiencias dadas en
unas condiciones materiales de vida. En él, la constitución antagonista se funda en las
demandas, en Thompson esta se encuentra latente desde las experiencias vividas en
unas condiciones materiales.
En cuanto al concepto de antagonismo que hemos adoptado y que fue trabajado
por parte de Antonio Negri, no nos parece que haya desencuentro, por cuanto comparte con Thompson el interés por explicar de qué forma las condiciones materiales
de vida, y sus contradicciones, pueden devenir en una subjetividad política de clase.
El desencuentro, en todo caso, se da con las premisas de Laclau, pero las diferencias pueden ser explicadas en los mismos términos en los que lo hemos hecho en el
caso de Thompson.
Ahora bien, un punto en el que me parece que las premisas de todos los autores
que hemos retomado pueden coincidir, es en el de que las subjetividades políticas son
construidas, más allá de condiciones estructurales, por experiencias y prácticas que,
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en algún momento, devienen políticas. El matiz sería que, a diferencia de Thompson
o Negri, Laclau ve la constitución de una subjetividad política como un proceso que
puede estar escindido de las experiencias dadas en las condiciones materiales de vida.
Veamos de qué manera, entonces, podríamos articular los conceptos aquí expuestos para explicar la forma en la que una colectividad política con carácter de clase puede
constituirse, tomando en cuenta todo lo anterior. En primer lugar, la experiencia, como
puente entre las condiciones materiales de vida y la constitución de una clase social,
podría definirse como las repeticiones de hechos naturales o sociales a los cuales les
damos una explicación que termina siendo siempre social, y que son representadas por
medio de imágenes en nuestras mentes, las cuales activan ciertos sentimientos en los
sujetos y que sirven como filtro para la toma de decisiones.
Asimismo, estas experiencias podrían ser compartidas por medio de la comunicación,
en tanto que se tratan de imágenes en nuestra mente. Además, estas pueden ser articuladas en una metáfora que actúe como su sustituto de una dimensión social de convivencia,
es decir, en forma de un discurso que la represente. Para que este acto de comunicación y el
discurso cristalicen en una identidad social, es necesario que haya un proceso de identificación en donde los sujetos encuentren un rasgo común entre ellos, que, en este caso, serían
las experiencias vividas en unas condiciones materiales de vida similares.
Para que una identidad social puede devenir una clase social es necesario un elemento antagónico que explique sus experiencias compartidas y, así, las politice. Esto se
da cuando, a partir de las experiencias vividas en unas condiciones materiales de vida
particulares y compartidas metafóricamente, encuentran unos intereses en común a
los que se contrapone otro sujeto colectivo. Es en este proceso que las clases sociales
son forjadas.
◗ Conclusión
En este trabajo pudimos ver la forma en la que cada uno de los conceptos aquí presentados nos pueden ayudar a comprender mejor el proceso de constitución de una clase
social, sobre todo a entender cómo funciona la experiencia de la vida cotidiana y su
papel en este. Así, se trata de aportar al problema de la constitución de una clase social,
entendiendo que el problema parecería haber quedado relegado en la actualidad, sobre
todo debido a la derrota que en términos políticos parece haber sufrido el marxismo.
Cabría aún la posibilidad de profundizar más en la comunicación como herramienta de
construcción de colectividades. Además, el momento del quiebre antagónico queda sin
explicar a fondo, en términos operativos. Asimismo, pueden aparecer errores que deberán ser señalados en su momento, partiendo de un debate abierto en el que se proponga
aportar un mejor entendimiento de los problemas aquí planteados.
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6 LA EXPERIENCIA DE LA VIDA COTIDIANA, EL DISCURSO POLÍTICO
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Pasqualini, M. (2016). Psicoanálisis y teoría social. Inconsciente y sociedad de Freud a Zizek. Buenos
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Sánchez, N. (2019). La contribución del discurso político a la construcción de identidades políticas:
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Schmitt, C. (2009). El concepto de lo político. Madrid. Alianza Editorial.
Thompson, E. (2012). La formación de la clase obrera en Inglaterra. Madrid. Capitán Swing.
7 Un fantasma ha salido del clóset:
apuntes de la irrupción del movimiento LGBTTTIQA
en México
Raúl Anthony Olmedo Neri
¡No hay libertad política, si no hay libertad sexual!
¡Nadie es libre hasta que todos seamos libres!
¡Lesbianas y Homosexuales, estamos por todas partes!
Consignas en la Primera Marcha del Orgullo Homosexual en México
◗ Introducción
Analizar los movimientos sociales de las últimas décadas implica entender la relación entre tres elementos que en su interacción dan pauta a la conformación de acciones, movilizaciones y materialización de demandas que se ciernen, todas ellas,
en la vida cotidiana a través de prácticas culturales. El movimiento Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Travesti, Transgénero, Intersexual, Queer, Asexual (LGBTTTIQA)
es un claro ejemplo de cómo se pueden realizar cambios a través de la organización y
movilización social.
Por ello, el presente trabajo analiza la emergencia de este movimiento a partir de
tres elementos que le dan forma y estructura: el primero son las características del movimiento que le dan herramientas para exigir demandas de orden social y político; el segundo factor son los medios de comunicación a través de la colocación de la diversidad
sexual en la esfera pública; y el tercer elemento tiene que ver con el cambio en el mundo
de la vida derivado de los efectos de la interacción entre los dos elementos anteriores,
lo cual permitió que el movimiento surgiera, creciera y se consolidara en el país.
Estos tres elementos han permitido que el movimiento cambie de objetivos
y acciones; particularmente el uso de las redes sociodigitales en donde se analiza el
caso de una campaña promovida por una asociación civil a través de Twitter, dando paso a nuevas formas de interactuar y participar en la esfera pública, así como
potenciar el alcance de las demandas que poseen los diferentes grupos dentro de la
diversidad sexual.
94
7 UN FANTASMA HA SALIDO DEL CLÓSET
◗ Los ‘nuevos’ movimientos sociales
Entender la sociedad actual implica contemplarla en su conjunto e identificar una serie
de elementos que se introducen para modificar la forma en que se producen y reproducen las relaciones sociales de producción e interacción. De esta manera se podrá observar que los cambios emanados del seno social a través de los ‘nuevos’ movimientos sociales no sólo responden a un proceso de reivindicación, sino que encuentran cabida en
un contexto particular en un tiempo y espacio determinado que les permite emerger,
desarrollarse y materializar sus demandas dentro del también denominado ‘mundo de
la vida’ (Lebenswelt).
Así, comprender y analizar los movimientos sociales como el de la diversidad sexual
implica conocerlo en esencia e identificar el contexto histórico, social, político y cultural
que le dan origen y forma dentro de la sociedad mexicana, la cual, de manera particular,
pero que se pueden identificar rasgos similares en otras sociedades latinoamericanas, a
pesar de ser “devotamente católica y machista ha sido testigo de una ampliación sin precedentes de los derechos sexuales en un periodo relativamente breve” (Díez, 2018: 363).
Este proceso de búsqueda de transformaciones en la vida cotidiana, sin embargo,
no siempre se da de manera pacífica y homogénea, ya que en ocasiones se requiere de
organización social para insertar y asimilar dichos cambios ante la aparente resistencia
a los mismos. Allí reside en primera instancia una característica del dinamismo interno
de la sociedad: el conflicto. Esta relación de tensión entre quienes intentan transformar el statu quo y quienes ven en ese cambio la disolución de sus privilegios simbólicos, sociales y culturales, es lo que permite que la sociedad se desarrolle en un proceso
constante de negociación y aceptación, donde la muestra de fuerza e incidencia social y
política, así como la construcción de redes de acción y movilización (para reivindicar o
preservar un contexto) se vuelven un recurso estratégico.
Partiendo de este hecho, el movimiento LGBTTTIQA es identificado dentro de lo
que se ha denominado como ‘nuevos’ movimientos sociales, debido a que están “especialmente preocupados por la realización humana del yo (…) algunos de ellos tienen
como objetivo prioritario alcanzar un adecuado reconocimiento social de la identidad
de sus miembros” (Monferrer, 2010: 5), por lo tanto, este tipo de movimientos tienen
un carácter identitario emanado de la necesidad de transformar y cambiar la reproducción de la exclusión y marginación en la vida cotidiana por parte de la sociedad y del
Estado.
Así, “los movimientos de la diversidad sexual, pacifistas, antinucleares, feministas,
entre otros, concatenan sus discursos a partir de la necesidad de reivindicar la pluralidad
en una sociedad donde puede –y debe– haber más sociedades” (Olmedo, 2019: 31). Los
objetivos que persiguen estos movimientos sociales poseen una aplicación práctica a
Raúl Anthony Olmedo Neri
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corto y largo plazo, toda vez que intentan cambiar de facto las prácticas discriminatorias,
generar concienciación y con ello impulsar cambios en el ámbito social, cultural, político
y normativo, como los derechos al matrimonio igualitario la generación de políticas que
fomenten el desarrollo compatible, la materialización de condiciones laborales equitativas para mujeres y la constante defensa del territorio ante megaproyectos, por ejemplo.
Así, estas “acciones colectivas han sido decisivas para la consolidación de los estados modernos, en la construcción de la democracia, en el desarrollo social, en la participación y expresión de la sociedad civil” (Moreno, 2014: 95). Sin embargo, este tipo de
participación no es espontánea, sino que responde a un proceso interno e internacional
en el que se reconfiguran los papeles y funciones entre el individuo, la sociedad y el
Estado, por lo que entender esa efervescencia social de movilización, acción y comunicación responde a un contexto desgastado por el discurso de la Modernidad, el cual se
vuelve coyuntural a finales de la década de los sesenta e inicios de los años setenta del
siglo pasado.
Es en ese periodo en que autores como Lefebvre (1972), Lipovetsky (2002), Inglehart (2001) y Harvey (2008) identifican un cambio tanto en los valores como en las
relaciones sociales de (post)producción que se dan entre los individuos, lo que detona
un cuestionamiento de aquellas metanarrativas o grandes relatos que se venían produciendo y reproduciendo sin objeción por parte de los individuos.
En todo caso, estos nuevos movimientos sociales encarnan una demanda en común: la necesidad de reivindicar la diversidad dentro de la pluralidad que las sociedades
democráticas anuncian en el texto y que en muchas ocasiones no encuentran su concreción por las (re)acciones de la resistencia. Es allí donde la movilización se vuelve acción
y donde la acción se vuelve revolución.
◗ Medios de comunicación: entre la diferencia y la convergencia
El desarrollo tecnológico que se ha dado en los últimos años es quizá más visible dentro de la vida cotidiana ya que su inserción ha traído transformaciones no sólo en la
forma de comunicar, sino en la reducción espacial para la práctica comunicativa entre los individuos y la resignificación del tiempo como un recurso que se ve acelerado
con los medios sociodigitales1 (Jensen, 2014; Fuchs, 2015; Han, 2016). Con estos
1
Aunque existe el término en inglés social media, la traducción al español ha estado vertido en caracterizar
ciertos elementos de esos nuevos medios. Algunos autores traducen este término como ‘medios sociales’
y otros más como ‘medios digitales’, no obstante, más allá de una caracterización, tanto lo social como lo
técnico tienen la misma cabida en estos nuevos medios, por lo que el término ‘sociodigital’ intenta abarcar
y complementar la base social cuya materialidad está en la realidad concreta, la cual se proyecta y potencia
en el mundo digital a través de estos medios. Esto no quiere decir que el medio se vuelve un condicio-
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7 UN FANTASMA HA SALIDO DEL CLÓSET
medios de comunicación que se desarrollan en la Internet deviene un cambio en el sentido propio de la Comunicación ya que los medios dejan de responder a su acepción de
vehículo/transporte de mensajes y adquieren el de ambiente/espacio-no-físico donde
se desarrolla la comunicación a través de la interacción de los individuos.
Esta es una característica particular del desarrollo tecnológico sobre la Comunicación; ya no es más un proceso, sino un espacio de interacción entre individuos que
saturan el espacio-no-físico de información y comunicación, lo cual da pauta a la generación de ruido, el cual interviene el fin comunicativo. Esto no ocurría en el caso de los
medios tradicionales como la prensa, radio, televisión y cine, donde existía un proceso
de control y filtro en la interacción entre el corporativo mediático y los receptores; actualmente, esta asimetría de poder se desvanece en los medios sociodigitales ya que a
pesar que los medios tradicionales han generado una versión digital para mantener su
alcance ‘masivo’, “la comunicación digital se distingue por el hecho de que las informaciones se producen, envían y reciben sin mediación de los intermediarios” (Han, 2016:
33); ellos siguen teniendo un alcance mayor en comparación a un usuario, no obstante,
su control en el proceso de retroalimentación se elimina a través de los likes, el número
de personas que comparten la noticia, y los comentarios que se desatan bajo la noticia
publicada por el medio.
En ambos casos, sean tradicionales o sociodigitales, estos medios se han atribuido
un papel importante dentro de la vida cotidiana: alimentar la esfera pública. De hecho,
actualmente no sólo la alimentan, sino que ellos mismos se han convertido en parte de
esa esfera pública, la cual es entendida:
… como un conjunto de procesos sociales que desarrollan la democracia, es decir, que
promueven la igualdad y la participación más completa posible en la variedad más
completa posible de la toma de decisiones económicas, políticas, sociales y culturales
(Mosco, 2009: 249).
De allí que su esencia sea bien delimitada e identificada por los movimientos sociales, ya que a través de los medios de comunicación se puede generar no sólo mayor visibilidad de la lucha y las demandas, sino politizar la discriminación para dar paso a una
reforma normativa por parte del Estado y una modificación sociocultural en la sociedad.
Lo anterior no implica que los medios de comunicación sean neutrales y objetivos
al tratar las demandas de la diversidad sexual como el matrimonio igualitario o el derenante de organización, sino que permite ampliar el alcance, hacer alianzas y posibilitar la reproducción del
movimiento en otros espacios geográficos siempre y cuando exista esa base social que pueda realizarlo y
sostenerlo a lo largo del tiempo.
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cho a la adopción, porque incluso dentro de ellos (y sus responsables) subyacen los restos de las construcciones sociales de las metanarrativas (heteronormativas y religiosas)
generadas en la Modernidad. Es necesario, entonces mencionar que “la representación
social de los homosexuales en los medios atraviesa por visiones machistas y heteronormativas que imponen formas de ser desde los espacios de comunicación” (Medina,
2015: 13), por ello la lucha no sólo se da a nivel social (organización y movilización) y
cultural (prácticas, ritos y costumbres), sino a nivel comunicativo (presentación y representación mediáticas) en la esfera pública.
Esta lucha a nivel comunicativo se dio a inicios del movimiento LGBTTTIQA, donde se buscaba la representación de la diversidad sexual como una forma más de la identidad y no como algo atípico y anormal, como lo hizo ver la medicina hasta 1990. No
obstante, con la llegada de los medios sociodigitales se da un proceso sui géneris ya que
han sido apropiados por estos movimientos sociales para potenciar su alcance, construir alianzas con activistas, líderes de opinión y otras organizaciones, así como hacer
comunidad en otros espacios donde se replica la lucha por los derechos de este amplio
grupo de la diversidad sexual.
Esta apropiación no significa que se centren exclusivamente en los medios sociodigitales, pero a través de estos pueden crear, compartir y coadyuvar en la representación de la diversidad sexual desde su quehacer cotidiano. Además, estos
medios, al estar insertados en mayor medida en la vida cotidiana, no requieren de
trámites administrativos ante el Estado para poder operarlos (como una concesión
en el caso de la radio y la televisión), ni de grandes cantidades de inversión en fuerza de trabajo y máquinas para la producción de la información (como el caso de la
prensa o el cine), por lo que se convierten en medios alternativos que coadyuvan a
movimientos emergentes en su proceso de reivindicación. En ese momento se puede hablar de la comunicación emergente, es decir, en el proceso de apropiación de
los medios de comunicación (sean tradicionales o digitales) por parte de los movimientos sociales que dan pauta a difundir sus demandas y acciones en favor de
sus intereses.
En esta comunicación emergente, no obstante, no sólo responde a aquellos movimientos sociales que buscan transformaciones radicales (que van a la raíz), sino
también para aquellos contramovimientos (Monferrer, 2010; Cadena–Roa 2016) que
reconocen esas modificaciones contrarias a los objetivos que ellos persiguen; los contramovimientos también deben ser considerados en este proceso de comunicación
emergente en tanto han participado en la presentación mediática de sus demandas y
también se han apropiado de los desarrollos tecnológicos para dar voz a la percepción
del mundo social que poseen.
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7 UN FANTASMA HA SALIDO DEL CLÓSET
◗ Posmodernidad y vida cotidiana
Tanto la emergencia de estos movimientos sociales como la apertura mediática que supone el desarrollo tecnológico en la comunicación responden a un contexto específico:
la posmodernidad. En ella se describe el resultado del desgaste de esas meta narrativas
que antaño dieron estabilidad a los individuos en su actuar; con el derrumbe de este
modo/estilo de vida, se da paso a una liberación (que puede terminar en libertinaje) del
sujeto; ya no más el anquilosamiento de lo socialmente aceptado, sino la reivindicación
del individuo en la complejidad social.
El concepto ‘posmodernidad’ ha sido criticado por la falta de sustanciación epistémica (Berman, 2011), no obstante, más que una falta de construcción teórico–conceptual, la cual “quizá sea el filósofo italiano Gianni Vattimo el único que se ha ocupado
de mostrar los supuestos teóricos de la posmodernidad” (Rivas, 2013: 10), es un término que explica los procesos transformativos que resultan del desgaste de las meta
narrativas que se venían desarrollando en la sociedad desde la búsqueda de un mundo mejor por y desde el Estado–Nación; esa búsqueda infinita y llena de sacrificios
para conseguir la utopía terminó imponiendo la idea que “el crecimiento humano tiene
sus costes humanos; todo el que lo desee deberá pagar el precio, y el precio es alto”
(Berman, 2011: 49).
El papel preponderante que tenía el Estado a inicios del siglo XX, fue disminuyendo
conforme se implantó el neoliberalismo en la práctica política y económica; así particularmente en los años sesenta y setenta del siglo pasado, se llevaron a cabo movimientos
sociales internacionales que dieron paso no sólo al cuestionamiento, sino a una nueva
forma de ser/estar en sociedad a través de lo que Lipovetsky (2002: 6) define como el
‘proceso de personalización’, con el que “[se] designa la línea directriz, el sentido de lo
nuevo, el tipo de organización y de control social que nos arranca del orden disciplinario–revolucionario–convencional que prevaleció hasta los años cincuenta”.
Este proceso interno genera cambios ya que “la realidad de la vida cotidiana se me
presenta además como un mundo intersubjetivo, un mundo que comparto con otros”
(Berger y Luckman, 2015: 38), por lo que este proceso de individualización implica una
transformación problemática de un elemento que antes no se presentaba con tal fuerza
que requiriera atención. Cuando las demandas del movimiento LGBTTTIQA fueron
puestas en la esfera pública de la sociedad mexicana supuso una irrupción dentro de
las múltiples realidades y particularmente en la realidad de la vida cotidiana, la cual es
la realidad suprema (Berger y Luckmann, 2015), por lo que estos movimientos son el
última instancia un proceso de reconfiguración de esa realidad suprema que se fractura
ante las pluralidad de la diversidad que supone el proceso de personalización dentro de
la posmodernidad.
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Este proceso de transformación, que más tarde será revolucionario por los cambios
subyacentes que acarrea, convierte la vida cotidiana en un espacio por demás estratégico ya que “la transformación social no ocurre sólo en la vida cotidiana, pero, si
no ocurre ahí, no podemos hablar de un verdadero cambio o transformación” (Millán,
2019: 159). Así, la vida cotidiana adquiere relevancia no sólo por el efecto de la individualización de la sociedad, sino por la reconstrucción de la realidad de la vida cotidiana
en un conjunto de cúmulos que le dan sentido por parte de los diferentes sujetos que la
objetivan y legitiman.
Así, la vida cotidiana, dentro de su aparente repetición, que más bien es un proceso de reproducción, se vuelve un espacio que da cabida a las prácticas culturales de
la diversidad sexual que antaño permanecían tanto en la intimidad del individuo y la
delimitación de su hogar y que hoy se desbordan hacia el espacio público.
◗ El movimiento LGBTTTIQA en México:
acción, política y comunicación
Si bien, el movimiento tiene inicios precisos en 1971 con la creación del Frente de Liberación Homosexual (FLH), el cual estuvo precedido por intelectuales como Nancy Cárdenas y Carlos Monsiváis, lo cierto es que existen dos eventos fundamentales anteriores
a este grupo que dan visibilidad a la diversidad sexual. El primero de ellos es la “Redada
de los 41”, ocurrida el 20 de noviembre de 1901 en la 4ta calle de Plata (actualmente calle
Ezequiel Montes) en la Colonia Tabacalera, Alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México,
donde una fiesta realizada por personas de la clase media del Porfiriato fue terminada por
la policía. En ella había hombres vestidos con prendas femeninas; el destino de aquellos
hombres fue diferente, ya que “(…) los humildes fueron sentenciados, encarcelados y obligados a realizar trabajos forzados en las fincas henequeneras de Yucatán; y los ricos purgaron “su vergüenza” con el desprestigio el resto de sus vidas” (Medina, 2015: 32). Quien
resultó salvado de este evento y el linchamiento mediático fue, se presume, el yerno de
Porfirio Díaz.
Así, se puede observar que en esta primera aparición no sólo medió la comunicación, sino la política, por lo que no constituyó un espacio fértil para el desarrollo de un
movimiento social de esta índole.
Ese acontecimiento representa la primera vez en que la homosexualidad se sitúa en
la esfera pública, ya que “la homosexualidad era aceptada en general entre ciertos sectores de la sociedad como intelectuales y sectores de la clase obrera, siempre y cuando
no se reconociera públicamente” (Díez, 2018: 151), por lo que este evento en los medios de comunicación “(…) para muchos constituye en gran medida nuestro Stonewall”
(Capistrán, 2018: 47). No obstante, esta primera aparición no forjó el movimiento en
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7 UN FANTASMA HA SALIDO DEL CLÓSET
tanto existía un Estado regulador de la vida social, económica y política del país, así
como un discurso progresista y modernizador que no permitía la disidencia (en cualquier sentido).
Figura 1: Portada Gaceta callejera, 20 de noviembre de 1901
Fuente: Baltazar (2018)
Desde este momento, las apariciones de la diversidad sexual en la esfera pública
estuvieron marcados por la discriminación y la homofobia ya que “la herencia de ese
estigma se replicó todo el siglo XX en los medios de comunicación; primero en los periódicos con grabados y fotografías, después en la radio, el cine; y a principios de los años
50, en la televisión” (Medina, 2015: 32)
El segundo evento tuvo efecto en enero de 1971, donde el evento más que tener
una relación comunicación–política, fue en la interacción comunicación–vida cotidiana, ya que se publicó una nota periodística en la que “un empleado de Sears, Roebuck
& Co. fue despedido por exhibir una conducta homosexual” (Díez, 2018: 148); Fernando
Vigortto sin saberlo, se volvió en la trasgresión que puso fin a la pasividad de la diversidad sexual. En este entonces, no sólo se tenía de antecedente lo ocurrido en 1901, sino
los movimientos internacionales como el Mayo Francés y el Movimiento Estudiantil en
México que, ambos ocurridos en 1968, permearon a que se formara y trabajara, primero en la clandestinidad y luego en la movilización, el FLH.
Raúl Anthony Olmedo Neri
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El FLH se desintegró por diferencias entre sus militantes, pero de él surgió el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR, creado en 1978) que aglutinaba en
su mayoría a homosexuales, que junto a Oikabeth2 (1978), que se caracterizaba por
ser mayoritariamente de lesbianas y Lambda (1978) “el primer grupo realmente mixto
también feminista, también socialista pero plural (calificados por los otros como “pequeños burgueses”)” (Lizarraga, 2018: 353), realizaron los primeros actos de apropiación del espacio público.
El 26 de julio de 1978 un contingente formado por integrantes del FHAR participó
en la conmemoración de la Revolución Cubana. La nota periodística del siguiente día
no hablaba de razzias3 o asesinatos por homofobia, sino por un acto de solidaridad
con un hecho revolucionario internacional. De ello derivó la realización en 1979 de la
primera marcha del orgullo homosexual en México. Esa primera marcha es descrita por
Xabier Lizarraga (2018), fundador del grupo Lambda, como:
… [una] marcha un poco tímida y “chamaqueada” por la policía que nos desvió por la
calle de Lerma, lateral al Paseo de la Reforma, y que concluyó en la hoy desparecida
Plaza Carlos Finlay, a un costado y atrás del Monumento a la Madre, donde, quizá para
borrar de la memoria nuestra osadía, construyeron el edificio del Registro Público de la
Propiedad y de Comercio del Distrito Federal (hoy Ciudad de México)(355).
Aunque es el primer evento, los activistas de aquella época lo consideran el segundo
ya que el contingente del FHAR en 1978 fue, para ellos, el parteaguas en que no sólo se
apropiaron de los medios de comunicación, sino del espacio público en su forma terrenal
y temporal. Una vez en la esfera pública, la homosexualidad fue politizada para demandar derechos dentro de la vida cotidiana; primero fue la aceptación, después la inclusión.
A partir de este momento, el movimiento LGBTTTIQA ha cambiado de objetivos
conforme el contexto y sus propias necesidades han surgido: por ejemplo, el caso de
la propagación de VIH–Sida en México repercutió severamente en las organizaciones
del movimiento, por lo que algunas desaparecieron y otras más centraron sus acciones
hacia la comunidad para dar atención, información y acompañamiento a una enfermedad que en esos momentos (los primeros casos aparecieron en 1983) era desconocida
y mortífera.
2
3
Juego de siglas de las siguientes palabras mayas Olín Ikispan Katuntah Bebezah Thoth, cuyo significado
es “Movimiento de Mujeres Guerreras que abren camino y esparcen flores”.
Redadas ilegales realizadas por la policía del entonces Distrito Federal (hoy Ciudad de México) donde
detenían homosexuales, quienes eran llevados a las estaciones de policía donde eran humillados y extorsionados para no delatar sus ‘gustos’ ante sus respectivas familias.
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Figura 2: Cartel de Marcha del Orgullo Homosexual, 28 de junio de 1979. Fuente: Villasana, Garnica e Hidalgo (2018).
Dentro de las acciones hacia la comunidad del movimiento de la diversidad sexual
se encuentra la realización de sesiones informativas en espacios socialmente aceptados
por los integrantes de la comunidad que no necesariamente eran oficiales o estatales.
Uno de ellos fue la implementación de “El Taller de los Martes” cuya primera presentación fue el 14 de abril de 1987 en Zona Rosa, donde se dio información a la comunidad
de una manera amena y sin emplear el argot médico que ello suponía. Con el flujo de
información al respecto, se sensibilizó a la población en general, y se alejó el estigma
que dicha enfermedad, denominada por grupos conservadores como “el cáncer gay” o
“cáncer rosa”, era propagada por los homosexuales y que sólo les afectaba a ellos. En la
siguiente tabla se observa el movimiento LGBTTTIQA en estos 40 años de activismo
político, social y cultural.
Actualmente, el movimiento LGBTTTIQA ha encontrado en sí una diversificación
de las demandas y acciones, por lo que su campo de acción se ha ampliado por las diferentes organizaciones civiles que desarrollan actividades en beneficio de la comunidad
de la diversidad sexual, por lo que más que “el movimiento” en realidad, actualmente se
debe hablar de “los movimientos” LGBTTTIQA.
De esta manera los objetivos de cada organización civil no necesariamente concuerdan con los de otras asociaciones. No obstante, más que la concordancia, que puede ser
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Raúl Anthony Olmedo Neri
importante, mas no debe ser la regla en tanto que hay pluralidad dentro de la propia
diversidad, existe un proceso de apropiación de los medios sociodigitales que permiten
visualizar los objetivos que devienen del actual contexto, y que deben ser considerados
como una nueva forma de irrumpir y participar en la esfera pública (digital o análoga).
TABLA 1 Historia del Movimiento LGBTTTIQA
Fuente: Salinas (2017: 97).
Figura 3: Red sociodigital a partir del Hashtag
#NoMásECOSIG. Fuente: Ackland (2005).
Uno de ellos es la denuncia por parte de
diferentes colectivos sobre los Esfuerzos para
Corregir la Orientación Sexual y de Identidad
de Género (ECOSIG) que grupos conservadores
han promovido con base en la idea de antaño sobre la diversidad sexual como ‘enfermedad curable’. La campaña en contra de los ECOSIG ha
sido implementada por parte de la Asociación
Civil Yaaj México a través de redes sociodigitales
como Twitter y Facebook, por lo que analizar su
impacto requiere el uso de software que permita recopilar y jerarquizar información de dichos
medios sociodigitales.
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7 UN FANTASMA HA SALIDO DEL CLÓSET
Para este análisis se utilizó el software desarrollado en la Universidad Nacional de
Australia, el Virtual Observatory for the Study of Online Networks (VOSON), el cual
“puede mapear la estructura de las redes y los sitios involucrados, así como identificar
qué sitios son más importantes dentro de una red y cuál es la dirección de los flujos
de información entre los sitios” (Gunter, 2014: 422). Con VOSON se realizó una recolección de tweets y retweets del Hashtag #NoMásECOSIG, obteniendo 742 tweets
recolectados, de los cuales 687 fueron retweets y donde 655 usuarios participaron en la
difusión o comentando al respecto.
En la figura 4 se puede observar la construcción de la red sociodigital en torno a
este Hashtag.
Figura 4: Relación de significados alrededor del Hashtag #NoMásECOSIG
Fuente: Ackland (2005).
Dentro de esta red sociodigital se observa el impacto de un usuario que potenció
el alcance del Hashtag (recuadro negro). El usuario @Pat_MercadoC hizo que al menos
399 personas interactuaran con su retweet y que de ellas 397 lo compartieran en sus
respectivos perfiles. Esta usuaria es senadora por Movimiento Ciudadano, por lo que
su posición en el ámbito político es un factor que le dio la posibilidad de generar un
alcance de tal magnitud.
En este ejemplo, la relación comunicación-política no es la misma que la ocurrida
en 1901, por el contrario, esta nueva relación de interacción-comunicación dio paso a
la formación si no de alianza, sí de difusión ante un problema que identifican y comparten: los procesos de conversión que lejos de ayudar, incitan a la represión de la identidad disidente a la heteronorma socialmente reproducida.
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Esta información, puede presentar la relación de significados que se da alrededor
de este Hashtag, que lejos de ser la simple suma de sus partes (letras) adquiere una
concatenación de significados acordes al contexto de su publicación y difusión, lo que
genera un conjunto de relaciones paradigmáticas (significación).
Como se puede observar, más allá de la frase generada con el Hashtag, lo cierto es
que se construyeron al menos tres Hashtag más, a saber: #noestoyenfermx;#nadaquecorregir; y #nomásecosig (similar al original). Con esto se puede inferir que esta representación no sólo generó impacto en términos de alcance, sino también en términos
de significación ya que dio paso a la conformación de más Hashtags, los cuales dan el
mismo sentido al que pretendía la campaña iniciada por Yaaj México: denunciar los
ECOSIG como formas de represión y tortura promovidas por grupos reaccionarios, que
en conjunto conforman el contramovimiento, hacia personas que deciden aceptarse y
asumirse como diferente.
Finalmente, este breve análisis de una campaña en una red sociodigital da paso
a corroborar que los movimientos de la diversidad sexual están apropiándose de los
medios de comunicación sociodigitales para incrementar su alcance, identificar aliados
y sobre todo de formar parte de la esfera pública a través de la presentación y representación mediática de la diversidad sexual en la sociedad mexicana.
◗ Conclusión: resistir, vivir y sobrevivir en la diversidad
A lo largo del presente trabajo, se ha visto que el movimiento LGBTTTIQA, los medios
de comunicación y el contexto posmoderno que aquí se han explicado son elementos
que en su relación van generando un proceso de interacción–comunicación, el cual en
suma ha derivado en visibilizar la injusticia, difundir las demandas y materializar la
lucha a través de cambios específicos que poco a poco se vuelven parte de la realidad de
la vida cotidiana.
Además, conforme se ha desarrollado el movimiento, sus objetivos también han
cambiado ya sea por el contexto, por la llegada de nuevos retos, de la propia resistencia emanada de los contra movimientos o de la propia diversificación de un colectivo
amplio que comparten la diversidad de su identidad y la represión vivida en distintos
ámbitos por las meta narrativas basadas en la heteronormatividad.
Si el contexto es importante para poder evidenciar el cambio en la forma de ser/
estar en sociedad, las innovaciones tecnológicas en el plano de la Comunicación suponen nuevas formas de crear alianzas, difundir mensajes y organizar acciones, sin
embargo, hay que mencionar que estas nuevas y fascinantes formas de socialización
no desplazan las anteriores, sino que sirven para abrir espacios de comunicación que
tienen en última instancia una base social, material y real que sustentan las acciones
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en los medios sociodigitales. Inhibir este hecho remitiría al discurso del determinismo
tecnológico, lo cual desde este trabajo representa un error conceptual y discursivo, ya
que los cambios no se dan (ni se darán) por las revoluciones tecnológicas en las formas
de comunicación, sino en el nivel y modo de apropiación de estos desarrollos tecnológicos por parte de organizaciones y colectivos que se encuentran dentro del movimiento
social y que han visto en estos medios sociodigitales otras formas de insertarse en la
esfera pública (digital o análoga) más allá de aparecer y ser presentados de una forma.
Hoy, los colectivos organizados en favor de la diversidad sexual tienen la posibilidad de presentarse y representarse desde su accionar en la vida cotidiana, contribuyendo desde sus trincheras a realizar esos cambios en las formas de ser/estar en sociedad,
mostrando que quien debe salir del clóset no es la diversidad sexual, sino la propia
sociedad… ya que lo normal es ser diferente.
◗ Fuentes consultadas
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Obtenido de El Universal: http://www.eluniversal.com.mx/colaboracion/mochilazo-en-eltiempo/nacion/sociedad/40-anos-de-las-marchas-gay
8 Comportamientos religiosos
en seguidores de mitologías transmedia
Héctor Manuel Lujambio Valle
El mito es el fundamento de la vida, el esquema inmemorial, la fórmula piadosa
en que fluye la vida cuando este reproduce sus rasgos fuera del inconsciente.
Thomas Mann
El presente texto tiene como objetivo exponer y hacer un breve análisis de varias de las
formas de comportamiento de tipo religioso que manifiestan los seguidores de mitologías transmedia en su vida cotidiana. En el primer apartado se abordará lo referente
al pensamiento mítico–simbólico y las estructuras del comportamiento religioso, así
como una reflexión de lo que significa lo sagrado per se y, por ende, la esencia de lo que
se considera religioso. Posteriormente, se explicará de manera breve qué es una mitología transmedia y se expondrán los distintos comportamientos y formas de actuar de los
seguidores de estas formas míticas y, para ello, será recurrente el uso de comparativas
de tipo histórico, social y antropológico entre los que siguen mitologías contemporáneas y aquellos que se suscriben a aquellas provenientes de la tradición.
◗ El pensamiento mítico-simbólico
y las estructuras del comportamiento religioso
El ser humano tiene dos formas elementales de pensamiento: el lógico-racional y el
mítico-simbólico. El primero basado en operaciones relacionales y de tipo matemático; el segundo, basado en símbolos y narrativas. Ernst Cassirer afirma que en lugar de
definir al hombre como un animal racional lo definiremos como un animal simbólico (Cassirer, 1968), debido al hecho de que los seres humanos no sólo tenemos la necesidad de
expresar nuestra esencia más profunda a través de construcciones simbólicas, sino que
forma parte inherente de nuestra naturaleza el simbolizar nuestro mundo para darle
sentido y significado. Por otra parte, Jean Pierre Vernant asevera que lo que es verdad
en la razón no lo es menos en el mito (Vernant, 1992), haciendo una defensa de las manifestaciones del pensamiento mítico como una forma válida de comprender la realidad y
hacernos camino en ella en nuestra vida cotidiana.
Héctor Manuel Lujambio Valle
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Lo cierto es que los seres humanos no podemos desapegarnos ni alejarnos del
mythos y todo lo que conlleva en forma de comportamientos, acciones y hechos concretos. Esto debido a que es una estructura propia de nuestra especie, una parte fundamental de nuestra naturaleza. Y a pesar de que, en la actualidad, nos consideramos
dentro de sociedades racionales y desmitificadas, lo cierto es que los elementos mítico–
simbólicos siguen expresándose, ya sea de forma latente o bajo formas novedosas que
pasan desapercibidas. La fuerza de lo mitológico sigue presente y activa, muy a pesar
del devenir histórico occidental en el que la Ilustración y el Positivismo trataron de
aferrarse al logos y dejar de lado al mito y sus manifestaciones.
Resulta importante aclarar que, desde la Antigüedad hasta el Renacimiento, el pensamiento mítico–simbólico tenía la hegemonía y permeaba en todas las esferas de la
actividad humana, mientras el pensamiento lógico estaba supeditado a este. Pero posterior a las oleadas ilustradas, esto se revirtió en gran medida y el mythos paso a estar
oculto bajo la hegemonía de la razón. Su existencia continúa, pero ahora en formas
veladas, latentes o inconscientes.
Actualmente, podemos hablar de un ser humano “desmitificado” o “arreligioso”,
esto visto desde un sentido muy estricto y cerrado con lo que podemos considerar “religión”. Sin embargo, debemos tener en cuenta que este es descendiente y heredero del
Homo religiosus, mencionado por Eliade (Eliade, 2017). Y, en menor o mayor medida, esa
semilla sigue inserta en nuestra esencia, pues a pesar de la aparente desmitificación y
alejamiento de lo “sagrado”, seguimos presentando comportamientos y estructuras de
tipo religioso. Los hombres y mujeres modernos se consideran en general como seres racionales e históricos, rechazando la trascendencia de mundos espirituales o sobrenaturales. Y mientras se piensan a sí mismos como entes libres por no tener creencias como
sus antepasados, la realidad es que arrastran imágenes, emociones y comportamientos
del pasado, aún después de, ilusoriamente, desapegarse de aquello considerado “sacro”.
A este respecto, Eliade afirma:
El hombre arreligioso en estado puro es un fenómeno más bien raro, incluso en la más
desacralizada de las sociedades modernas. La mayoría de los hombres “sin religión”
se siguen comportando religiosamente sin saberlo. […] El hombre moderno que se
siente y pretende ser arreligioso dispone aún de toda una mitología camuflada y de
numerosos ritualismos degradados. […] La gran mayoría de los “sin religión” no se han
liberado, propiamente hablando, de los comportamientos religiosos, de las teologías y
mitologías. (Eliade, 2017)
Haciendo un análisis de lo que significa ser religioso, hay que acotar que esto no necesariamente involucra de forma directa la participación de divinidades o entidades so-
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8 COMPORTAMIENTOS RELIGIOSOS EN SEGUIDORES DE MITOLOGÍAS TRANSMEDIA
brenaturales y que muchos de los comportamientos que entran dentro de esta esfera se
manifiestan en muchas otras que parecen ajenas a ello. Giorgio Agamben expresa que:
Es posible definir la religión como aquello que sustrae cosas, lugares, animales o personas del
uso común y los transfiere a una esfera separada. No sólo no hay religión sin separación, sino
que toda separación contiene o conserva en sí un núcleo auténticamente religioso (Agamben,
2011). En este sentido, lo sagrado es todo aquello que se sustrae del mundo ordinario
y se le otorga una importancia especial. Puede ser un objeto, un espacio, un animal,
persona o institución.
Lo religioso es una estructura, una forma arquetípica y es importante recordar que
la existencia del arquetipo tiene un fundamento biológico. […] los seres humanos poseemos
una psique preformada, propia de la especie, que es transmitida por la herencia biológica
(Amador, 1999). Como tal, lo mítico y lo religioso son elementos inherentes a nuestra
naturaleza humana. Es por ello que el comportamiento religioso se manifiesta en otras
esferas que no son propiamente religiosas. En las identidades nacionales donde los ciudadanos se identifican con ciertos símbolos y narrativas míticas, donde los héroes, la
bandera y la carta magna son elementos de gran poder. Lo mismo sucede en ideologías,
movimientos o formas tales como el marxismo, el capitalismo o el socialismo. En las
distintas expresiones deportivas y artísticas donde hay ídolos y grandes personajes que
son llamados “íconos”, “leyendas”, “mitos”. En todos esos casos nos referimos a narrativas, símbolos, prácticas, comunidades y elementos “sacralizados”, que son separados
de lo común y adquieren un significado trascendente para muchos en su vida cotidiana.
Independientemente de que una mitología tenga o no relación con lo que estrictamente conocemos como religión, puede representar algo sagrado si una persona o colectividad le dota ese sentido, si lo aparta de lo común y le da una importancia especial. Un trozo de madera se sacraliza si formó parte de la cruz de Cristo, lo
mismo que un peine deja de ser ordinario si fue propiedad de María Félix o la emperatriz Carlota. Lo mismo ocurre con otros objetos, situaciones o personajes que se
vuelven centros de una forma de culto, aunque esta no entre en lo que se considera
estrictamente religioso.
Es importante recordar que el ser humano moderno, aunque se presume, se siente
y pretende ser arreligioso, aún conserva estructuras y comportamientos míticos, pues
estos forman parte innata de su ser. Por eso afirma Eliade que Ciertos comportamientos
míticos perduran aún ante nuestros ojos. No se trata de «supervivencias» de una mentalidad
arcaica, sino que ciertos aspectos y funciones del pensamiento mítico son constitutivos del
ser humano (Eliade, 1994). Y en este caso, los universos narrativos que se expresan a
través de las industrias creativas están llenando ese aparente vacío de sentido que ha
dejado el distanciamiento y desuso de los mitos tradicionales. Los seguidores de dichos
relatos presentan formas de actuar equiparables a las de sociedades tradicionales con
Héctor Manuel Lujambio Valle
111
sus mitos. Esto porque estos universos narrativos constituyen verdaderas mitologías
contemporáneas en las que aquellos que las siguen pueden identificarse y proyectar
sus valores.
◗ Las mitologías transmedia y sus seguidores
Antes de proseguir, debemos tener en claro nuestro concepto de mito, que será abordado como una construcción comunicativa compleja de carácter narrativo y simbólico,
que presenta personajes, escenarios, objetos y hazañas extraordinarias. Un relato que a
pesar de su autonomía está siempre ligado a otras historias dentro de un universo narrativo que puede expandirse o transformarse, ya sea con la temporalidad o la espacialidad. Este va a ser siempre aprehendido por una colectividad que lo va a interiorizar y
que va a proyectar sus valores en él y en sus símbolos. De modo que, aunque alejado de
elementos tradicionales o estrictamente religiosos (relacionados con la fe), lo mitológico es una estructura presente en la actualidad y se sigue repitiendo, sobre todo en nuestros relatos. Como Jung afirma: El hombre siempre ha vivido en el mito y ahora creemos
que podemos nacer y vivir sin mitos [...] Eso es una mutilación del ser humano (Jung, 1957).
Basándonos en lo anterior, es posible afirmar que existen mitologías tradicionales, donde la noción de lo religioso y lo sagrado es explícito y estrictamente ligado a la
creencia de cuestiones trascendentes; lo mismo que hay mitologías contemporáneas,
donde estos elementos sacros se hallan degradados o latentes y no hay una expresión
abierta de creencia en lo trascendente. En un principio, la construcción de las mitologías modernas radicaba en los productores de contenidos que ideaban las historias y los
soportes en que iban a materializarse. Mientras tanto, el público simplemente seguía
sus relatos y lograba identificarse de algún modo con los símbolos y narrativas que se
presentaban en un medio u otro. Pero los personajes, temas y narrativas más significativos empezaron a saltar a otros soportes comunicativos. Se empezaba a constituir
la base de una mitología transmedia, con figuras mítico–simbólicas que se repetían
constantemente en diferentes medios y soportes de comunicación. No es fortuito que
las historias de personajes como Superman, Batman, el Capitán América hayan trascendido la época en que se crearon y aún después de varias décadas sigan tan vigentes
(o incluso más) que en sus primeros tiempos.
Ahora bien, entendemos como mitología transmedia a la forma contemporánea
del mito, en que el universo narrativo se expresa a través de múltiples medios de comunicación y formas de significación; se construye por la interacción dialógica entre las
diferentes historias, las plataformas y soportes digitales y tradicionales, los creadores
de contenido y los seguidores. Las narrativas míticas pueden consumirse de forma autónoma en un soporte o plataforma particular, sin embargo, forman parte de una red
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8 COMPORTAMIENTOS RELIGIOSOS EN SEGUIDORES DE MITOLOGÍAS TRANSMEDIA
de relatos más amplia y en constante expansión. Estas formas mitológicas poseen una
narratividad en forma de diálogo y se dan a través de la interrelación de sus partes,
esencialmente por la participación de las comunidades que hacen uso de los medios
digitales como espacios para la comunicación convergente.
Existen tres ejes fundamentales que constituyen la mitología transmedia. El primero de ellos es la transmedialidad, la capacidad de expresión y representación de las
narrativas a través de diversos medios, soportes y lenguajes. El segundo es lo mítico,
que engloba los aspectos simbólicos y narrativos manifestados en los distintos relatos.
El tercero es la comunidad de seguidores, mismos que comparten espacios en lo fáctico
y lo digital, pero que, sobre todo, comparten valores que están expresos en el universo narrativo al que están afiliados. Estos tres ejes están íntimamente relacionados y
son indisociables uno del otro, pues mientras el aspecto mítico constituye lo que debe
ser expresado, el transmediático es lo que se está expresando en sus distintas formas,
mientras la comunidad da sentido a la mitología, la hace vivir y la recrea constantemente a partir de diversas prácticas de tipo ritual.
Las mitologías transmedia dan sentido a ciertas colectividades que se forman tanto
en espacios digitales como físicos. Nuevas nociones de sentido, significado e identidad
surgen y se dan de manera simultánea a las nociones tradicionales. Y aunque el concepto pudiera extenderse a cuestiones muy diversas como los artistas pop, los deportistas
o la política, en nuestro caso vamos a centrarnos en aquellos universos narrativos que
han nacido del seno de las industrias creativas, tales como Star Wars, el Legendarium
de Tolkien, los mundos de Marvel y DC, Game of Thrones y Harry Potter. Esto debido al
hecho de que todos estos relatos que están contenidos en libros, comics, programas de
radio, seres de televisión, películas y demás soportes, han trascendido sus plataformas
y medios de comunicación para integrarse en la vida de millones de seguidores que se
identifican con ellos a un nivel profundo.
Para una mejor observación del fenómeno transmedia en las mitologías contemporáneas, recapitularemos brevemente algunas de las más relevantes en la actualidad:
Star Wars, el Legendarium, Marvel y Game of Thrones.
Star Wars se ha consolidado como un universo transmediático que comenzó en
1977 con sus narrativas cinematográficas escritas por George Lucas, donde tenemos,
hasta la fecha, la saga principal, compuesta por la trilogía original –Ep.IV: Una nueva esperanza (1977), El Imperio contraataca (1980), Ep.VI: El regreso del Jedi (1983)–,
las precuelas– Ep.I: La amenaza fantasma (1999), Ep.II: El ataque de los clones (2002),
Ep.III: La venganza de los Sith (2005)– la nueva trilogía –Ep. VII: El despertar de la Fuerza
(2015), Ep.VIII: Los últimos Jedi, Ep.IX: El ascenso de Skywalker (2019)–, la película de
Rogue One (2016) , Han Solo (2018) y la animada de Clone Wars (2008). Los relatos del
cine se complementan y amplían con las series animadas de Clone Wars de 2003 y 2008;
Héctor Manuel Lujambio Valle
113
con las novelas gráficas y cómics lanzados en su mayor parte por Dark Horse (Tales
of the Jedi (1994), Dark Empire (1991), Star Wars Tales (1999), entre otros) y Marvel
(Star Wars (2015), Darth Vader (2015), Princess Leia (2015), y demás; las numerosas novelas, principalmente publicadas por Lucas Books (como Jedi Apprentice (1992), Darth
Plagueis (2012), Tarkin (2015), entre varias obras más); videojuegos como Rogue Squadron (1998), Empire at War (2006), la saga de Battlefront (2004–2017), The Old Republic
(2011) y el recién estrenado Jedi Fallen Order (2019), entre otros títulos. En internet
hallamos la Wookiepedia, una enciclopedia wiki alimentada con información recopilada por los seguidores y en redes sociales como Facebook encontramos comunidades
digitales como Star Wars, Star Wars coleccionistas/collectors y Star Wars México, con 19
millones, 77 mil y 76 mil miembros respectivamente. En Youtube, los principales canales –realizados por seguidores– que explican, teorizan y profundizan en esta mitología
son Star Wars Theory (1.86 millones de suscriptores), Star Wars Reading Club (264 mil
suscriptores), La Sombra del Imperio (434 mil suscriptores) y Jeshua Revan (247 mil suscriptores), entre varios otros.
Otra mitología que se ha consolidado en lo transmedia ha sido el Legendarium que
inició en 1937 con los trabajos literarios de John R. R. Tolkien entre los que destacan
El Silmarillion (1977), El Hobbit (1937), El Señor de los Anillos (1954), Los Cuentos Inconclusos de Númenor y la Tierra Media (1980) y La caída de Gondolín (2018). El Señor de los
Anillos pasó al cine como película animada en 1978 y como live action en la trilogía de
Peter Jackson de 2001 a 2003, que también lanzó la trilogía de El Hobbit (2012–2014),
historia que se retoma de nuevo en la novela gráfica de Chuck Dixon y David T. Wenzel
y, gracias a cuyo éxito, vieron la luz los cómics siguientes de El Señor de los Anillos entre
1979 y 1981. Los videojuegos amplían el universo de Tolkien con títulos como TLOTR: The Third Age (2004), TLOTR: War of the Ring (2003), Shadows of Angmar (2007),
Shadow of Mordor (2014) y Shadows of War (2017), entre otros varios. Mientras que
en Internet nos encontramos con sitios wikis como Tolkenpedia, Lord of the Rings Wiki,
Tolkiendili.com y Tolkien Gateway como los más importantes; en tanto que hallamos las
comunidades digitales The Lord of the Rings, The Lord of the Rings Trilogy, Middle–earth:
Tolkien’s Legendarium; Tolkien es mi Religión, El Silmarillion es mi Biblia; y Eru, mi Dios con
4.6 millones, 13 millones, 85 mil y 28 mil miembros respectivamente. En Youtube, los
principales canales que tratan de las narrativas son Kai47 (554 mil suscriptores), Men
of the West (224 mil suscriptores) y La Orden de los Istari (252 mil suscriptores), entre
otros. Actualmente, Amazon está en fase de preproducción para la serie The Lord of the
Rings de la que han confirmado dos temporadas y que se prevé su estreno para 2021.
El caso de Marvel comenzó en 1939 con los cómics y las novelas gráficas con distintos
títulos de héroes o agrupaciones heroicas tales como Capitán América, Thor, Ironman, Spiderman, Fantastic Four, X–Men y Los Vengadores que se ubican dentro del mismo universo.
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8 COMPORTAMIENTOS RELIGIOSOS EN SEGUIDORES DE MITOLOGÍAS TRANSMEDIA
En la televisión se han adaptado exitosamente varias series relatando las aventuras de los
personajes de esta mitología; en live action tenemos The Incredible Hulk (1977), Daredevil
(2015), Punisher (2017), The Defenders (2017), entre muchas otras; en animación encontramos Marvel Superheroes (1966), Fantastic Four (1968), Ironman (1966) y varias versiones de
X–Men (1993, 2000, 2014) y Spiderman (1967, 1994, 2003, 2008, 2017, 2018), entre otros
programas. En el cine, Fox aportó sus propias narrativas como las sagas de X–Men (2000–
2019), Wolverine (2009–2017) y Fantastic Four (2005–2007); mientras Sony desarrolló la
trilogía (de 2002 a 2007) de Spiderman y posteriormente las entregas The Amazing Spiderman 1 y 2 (2012 y 2014, respectivamente), la animada Spider–Man: Into the Spider–Verse
(2018), y los filmes Spider–Man: Homecoming (2017) y Spider–Man: Far from home (2019)
que realizó en alianza con Marvel Studios. Esta última ha creado una unidad narrativa,
conocida como Marvel Cinematic Universe (MCU) que se compone de películas que abordan
a sus principales superhéroes: Capitán América (2011–2016), Ironman (2008–2013), Thor
(2011–2017), Hulk (2003, 2008), Dr. Strange (2016), Capitana Marvel (2019), Guardianes
de la Galaxia (2014,2017) y Black Panther (2018), y que culminan con Avengers Infinity War
(2018) y Avengers Endgame (2019). Los videojuegos nos ofrecen variados títulos como
Marvel Ultimate Alliance (2006), Marvel Strike Force (2018), X–Men (1992), Hulk: Ultimate
Destruction (2005), X–Men 2: Clone Wars (1995) y la trilogía de Spiderman (2002–2007). En
lo que respecta a las comunidades digitales tenemos entre las principales a Marvel, Marvel
Studios Avengers, Avengers, Spiderman y X–Men con 32 millones, 5.4 millones, 15 millones,
20 millones y 14 millones de seguidores respectivamente. En Youtube encontramos canales que explican y profundizan las narrativas como son The Top Comics (3.55 millones de
suscriptores), Comics Explained (1.77 millones de suscriptores), The Comic Awakens (43.9
mil suscriptores) y Comics Fan (10.5 mil suscriptores), entre varios otros.
En el caso de la mitología de Game of Thrones o Canción de Hielo y Fuego, inició con la
saga literaria de George R.R. Martin A Song of Ice and Fire, que cuenta con cinco títulos
publicados: Game of Thrones (1996), A Clash of Kings (1998), A Storm of Swords (2000) y
A Feast for Crows (2005); y dos más por venir: The Winds of Winter y A Dream of Spring.
Además, se suman obras como A Knight of the Seven Kingdoms (2015), Fire & Blood
(2018) y The World of Ice & Fire: The Untold History of Westeros and the Game of Thrones
(2014). Pero su mayor impacto fue logrado con la serie Game of Thrones, producida
por HBO y estrenada en 2011. De esta se derivaron las cinemáticas animadas Game of
Thrones History and Lore (2011) que profundizan y explican muchos aspectos de este
universo y la película animada Game of Thrones Conquest and Rebellion: An Animated
History of the Seven Kingdoms (2017). Se abordan otras perspectivas en las series de
novelas gráficas A Game of Thrones: The Graphic Novel (2011) y A Clash of Kings (2017)
que tratan lo de los dos primeros libros y se espera que se continúe con el resto de la
saga en los años posteriores. En lo que respecta a videojuegos, tenemos el RPG Game of
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Thrones (2012), Game of Thrones: A Telltale Games Series (2014), Game of Thrones: Genesis (2011) y Reigns: Game of Thrones (2018). Podemos hallar sitios wikis como Game of
Thrones Wiki, A Wiki of Ice and Fire, Hielo y Fuego Wiki, sitios enciclopédicos realizados
por los seguidores. En Facebook tenemos varias comunidades Game of Thrones, Game of
Thrones Fans, Juego de Tronos Club y Universo Canción de Hielo y Fuego, con 23 millones,
832 mil, 821 mil y 241 mil miembros. Mientras en Youtube encontramos canales muy
representativos que abordan las narrativas de este universo como son Alt Shift X (1.14
millones de suscriptores), Jag Durán (299 mil suscriptores), Kai47 (554 mil suscriptores) y Talking Thrones (598 mil suscriptores) entre otros.
Como podemos observar, las mitologías ya no se transmiten solamente en un único soporte, sino que las diferentes narrativas se van expresando y expandiendo en diversos medios, conjugándose unas con otras en un proceso de interacción dialógica
donde es el seguidor el que va interpretando y reinterpretando su universo. De esta
forma, los seguidores integran esos relatos y sus símbolos en su interior y los llevan a
su vida cotidiana. La mitología transmedia adquiere relevancia en cuanto a elemento
cultural e instrumento de cohesión social de manera semejante a como lo hicieron los
mitos tradicionales en la antigüedad.
◗ Comportamientos religiosos en los seguidores de mitologías transmedia
Las explicaciones que se darán a continuación se realizan con base en la observación
de comunidades digitales en Facebook y YouTube y convenciones como La Mole (2018);
además del seguimiento de sucesos noticiosos concernientes a las mitologías transmedia y sus seguidores. Aunque, antes de proseguir al análisis, resulta pertinente definir
el concepto de seguidor que se usará en este texto. Cualquiera puede mirar u oír una
narrativa, pero no todos logran conectar con ella, identificarse con sus significados y
proyectar sus valores. Ahí está la diferencia entre un consumidor casual y un seguidor.
Los seguidores de mitologías transmedia son partícipes de un mitologizar activo, no se
limitan a observar los contenidos de sus relatos, sino que los interiorizan y los hacen
parte de su quehacer cotidiano. Para ellos, las historias de sus héroes y sus aventuras
no son meras formas de arte o entretenimiento, sino mitos que, de alguna u otra manera, se conectan con lo más profundo de su psique y logran dar sentido a su existencia.
Si bien, es cierto que no existe como tal una creencia en las narrativas, estas excitan
centros vitales de su ser y pueden tomarse tan en serio como un devoto de cualquier
acepción religiosa. Por ello, estamos hablando en términos de Eliade de mitologías degradadas del aspecto sagrado, de la dimensión de la fe; pues, aunque los seguidores no
pueden considerar conscientemente sus narrativas como verdaderas, lo cierto es que
logran conectar con ellos en un nivel inconsciente.
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8 COMPORTAMIENTOS RELIGIOSOS EN SEGUIDORES DE MITOLOGÍAS TRANSMEDIA
A este respecto, Joseph Campbell asegura:
En el contexto de una mitología tradicional, los símbolos se presentan en ritos mantenidos socialmente a través de los cuales el individuo deberá experimentar, o pretenderá
haber experimentado, ciertos sentimientos, intuiciones y compromisos. […] [En las
mitologías contemporáneas] el orden se invierte: el individuo tiene una experiencia
propia –de orden, horror, belleza o incluso mera alegría– que trata de comunicar mediante signos; y si su vivencia ha sido de cierta profundidad y significado, su comunicación tendrá el valor y la fuerza del mito vivo –es decir, para aquellos que la reciban
y respondan a ella por sí mismos, con reconocimiento, sin coacción (Campbell, 1992).
Los seguidores son fieles a los símbolos y narrativas que ofrecen sus mitologías, no
por obligación sociocultural, sino por una identificación y proyección en sus formas míticas. Se crean grandes comunidades que comparten los relatos y los apropian para darse
identidad. Aquí cabe destacar que no podemos hablar de una, ni dos, ni tres, sino una
galaxia de mitologías –tantas, podríamos decir, como la multitud de sus genios. […] un tipo
totalmente nuevo de revelación no teológica, de gran alcance, gran profundidad e infinita variedad, se ha convertido en la verdadera guía espiritual y fuerza estructurante de la civilización
(Campbell, 1992). A pesar de la diversidad, cada universo mítico logra trascender sus
medios y conectar con sus seguidores, coexistiendo en el interior de cada uno de ellos.
Nos encontramos entonces con una forma de comportamiento religioso (que debemos recordar, es estructural y puede aplicarse fuera de lo que estrictamente se considera religioso) un tipo de henoteísmo múltiple. Este fenómeno fue común para los
romanos, quienes podían elegir entre todas las divinidades y héroes de los distintos
panteones dentro del imperio, para adorar a aquellos con quienes sintieran mayor afinidad. Un ciudadano podía hacer sacrificios a Júpiter y a Isis, al tiempo que veneraba a
Belenos y Adonis. En el caso de las mitologías transmedia, el seguidor cuenta con una
amplia variedad y sabe de su existencia, y de igual forma que hace dos mil años, elige
aquellas que son más de su agrado e interés. Se crean panteones personales únicos en
donde pueden convivir Darth Vader, Spiderman y Dumbledore o Spock, Flash y Gandalf, entre una infinidad de combinaciones distintas.
El hecho de adscribirse a varias mitologías transmedia de forma simultánea no significa que las conexiones con ellas sean menos intensas ni profundas. Por lo contrario,
el seguidor incluso es capaz de crear amalgamas entre universos, como es posible ver en
videos e imágenes que circulan por la red, en donde podemos ver escenas de los Simpson con una superposición de personajes de El Señor de los Anillos o Los Vengadores.
Sumado a esto, los mismos creadores de contenido en interacción con las comunidades
de seguidores, han hecho posible que universos totalmente distintos se encuentren en
Héctor Manuel Lujambio Valle
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ciertos eventos narrativos, y así tenemos el entrecruzamiento de la Liga de la Justicia y
los Power Rangers (Justice League/Mighty Morphin Power Rangers, 2017) o He–Man y los
Thundercats (He–Man/ThunderCats, 2016).
En la mayor parte, sino es que en todas las mitologías transmedia, los seguidores
no se limitan a consumir las narrativas en libros, cómics, series de televisión, películas
y contenidos de internet, sino que observan con gran detalle de los relatos. Ponen suma
atención en cada evento y hecho acontecido, en las palabras exactas y las más pequeñas
acciones de los personajes, como si encerraran un significado críptico que debiera ser
interpretado, así como los devotos tenían que descifrar los misterios de los oráculos de
la Antigüedad. Al igual que en las religiones de libro, como el judaísmo, el cristianismo
y el islam, se hacen referencias a pasajes exactos acontecidos en los distintos medios,
ya sean visuales, sonoros, audiovisuales o interactivos, para responder las múltiples incógnitas que se suscitan dentro de la mitología. Y, con base en ellos, también elaboran
distintas teorías de lo que ya ha ocurrido y de lo que está por venir. Evidentemente,
existen grandes discrepancias entre los que toman una historia en un determinado
medio y otro, entre las distintas versiones que pueden existir de un mismo hecho.
Esto es posible de observar en la mitología transmedia de Game of Thrones en la
comunidad digital de Universo Canción de Hielo y Fuego cuando se discute la Profecía del
valonqar, una que establece que la reina Cersei Lannister morirá a manos de un valonqar (hermano pequeño en valyrio), tema que se discutió en seis ocasiones en el 2019 y
con la participación de 107 seguidores; mientras que en Youtube, canales como Kai47,
Caballero del Árbol Sonriente y bridge4 trataron también este tema con una participación
de 693, 943 y 471 comentarios en los que, los seguidores desmenuzaban las tramas y
conversaciones de los libros para dilucidarlo e interpretar lo que pasará.
Las mitologías transmedia, al ser en su mayor parte, producto de occidente, reciben una influencia muy marcada de la tradición judeocristiana y, es por ello, que se
retoma el concepto de canon. Este se refiere a “la norma recta”, aquello que se considera
correcto o verdadero. En el cristianismo, por ejemplo, son canónicos aquellos libros y
relatos que han sido aprobados y autorizados por la iglesia; estos son los únicos que se
tienen por revelaciones divinas, en contraste con el resto, que se toman como historias
apócrifas. En las mitologías transmedia ocurre algo semejante: se considera canónico
aquello que ha sido creado directamente por su autor o que esté autorizado por él; aunque en muchos casos, esto resulta más complejo que eso, pues hablamos de que algunos
universos narrativos tienen más de 50 años desde su origen y han sido formados por
varios autores en distintas épocas.
Pero lo más relevante del canon es la determinación que muestran muchos de los
seguidores de defenderlo como “aquello que realmente ocurrió”. Aquí podemos hacer la
observación de que, a pesar de no creer en la veracidad de sus mitos, el seguidor, cual fiel
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devoto, los toma por ciertos y tienen un significado de suma importancia para él. Los
héroes de las mitologías transmedia Encarnan hasta tal punto el ideal de una gran parte
de la sociedad, que los eventuales retoques impuestos a su conducta o, aún peor, a su muerte
provocan verdaderas crisis entre los lectores (Eliade, 1994). Para los seguidores, el seguir las
aventuras de sus “divinidades” los hace partícipes de acciones peligrosas y heroicas que
los impulsan en su día a día. La defensa o ataque hacia ciertos símbolos y narrativas de
sus mitos, es causada por una intensa y profunda conexión con ellos, que puede hacer
que un seguidor acepte o rechace rotundamente como si fuera una verdad última.
Aunque en lo meramente mitológico, no podemos hablar de un canon rígido o impuesto. No es posible que sólo exista una línea narrativa (que podríamos llamar monoteísta) sino de una multitud de narraciones con distintas versiones (politeísta). Esto
porque en el mitologizar activo del seguidor, este debe lograr identificarse con los elementos del relato e interiorizarlos, independientemente de si es algo aprobado por la
comunidad o su creador. Esto puede observarse con los fan fictions del Potterverse, que
tuvieron que ser tomados en cuenta por la misma J. K. Rowling o con el universo de Star
Wars, donde se reestructuró el canon y muchas de las historias pasaron a convertirse en
“leyenda”, una línea paralela y alterna, “no oficial”. Lo mismo podemos ver con los constantes reboots, remakes y reimaginaciones de distintas mitologías transmedia, como en
DC y Marvel, donde incluso, existe de forma establecida la idea de los multiversos.
Ejemplos concretos de esto los podemos ver claramente en el caso de la mitología
transmedia de Star Wars, donde existe un Canon y un Legends. Siendo el primero, todo
lo que actualmente se encuentra aceptado de manera oficial, en este caso por Lucas Films
que pertenece a Disney. Si uno accede a la Wookiepedia observará que todos los artículos
despliegan dos pestañas, una que aborda las narrativas que se consideran canónicas y
otra las que ya son parte de la leyenda, de una versión alterna que no es oficial, pero
enriquece los mitos. Otro caso es el del Legendarium, en donde se considera no canónico
todo aquello que Tolkien no concibió. En Youtube podemos encontrar en los vlogs de
Los Orcos de la Tierra Media (2017), Los Dragones de la Tierra Media (2017), Sombras de
Mordor #1 [ANALISIS] (2019) de Kai47 (un líder de opinión de esta mitología) donde
hace expresiones interesantes y llenas de emoción: (con respecto a la reproducción y
origen de los orcos) “Esto no es verdad”, “¡Esto es mentira!”; (de los dragones) “fue un
fallo tremendo que Smaug en El Hobbit fuera representado como un dragón que tiene
las alas pegadas en las patas”, “En la Tierra Media, los dragones de Tolkien tienen las
alas separadas siempre de las patas”; (con respecto al videojuego Sombras de Mordor)
“Talión es un nombre inventado por los del videojuego, Ioreth es un nombre real de
una mujer […]; Dirhael es un nombre real […]”. Aquí podemos observar como las líneas
que separan la verdad de la mentira, lo inventado de lo real, se mueven y se perciben
distinto, más si analizamos la convicción y emoción con que se hacen dichas expresio-
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nes. No por nada Christopher Tolkien afirmó en una entrevista que, “Por extraño que
parezca, yo crecí en el mundo que él [John R.R. Tolkien] creó. Para mí, las ciudades de
‘El Silmarillion’ son más reales que Babilonia” (Tolkien, 2015).
Las comunidades dan espacio para compartir ideas e inquietudes, lo mismo que
teorías y creaciones. En muchos casos, hay una gran divergencia en cuanto a las opiniones de los seguidores, pues el lenguaje simbólico en el que se expresan los relatos
míticos tiene un sinfín de interpretaciones. Así mismo, también resulta relevante la
variedad de perspectivas y afinidades que existen en torno a los personajes, acciones y
hechos de las narrativas. Aquí chocan las visiones de unos y otros. Y si bien, el seguidor
en lo general demuestra comportamientos gregarios, también los tiene sectarios.
La comunidad no es una entidad homogénea sino diversa, y al igual que con las
instituciones religiosas, se divide en sectas que defienden tales o cuales ideas con respecto a su mitología. En el universo de Game of Thrones los subgrupos vistos en las
comunidades digitales de Game of Thrones, Game of Thrones Fans, Juego de Tronos Club y
Universo Canción de Hielo y Fuego, se crean en torno a las principales casas nobles: Stark,
Targaryen, Lannister y Baratheon, donde los que se identifican con un símbolo u otro
los defienden con mucho compromiso.
De hecho, aunque no se demuestra de forma explícita, con nombramientos, existe
una forma de jerarquizar entre los seguidores de acuerdo al conocimiento que tienen de
sus mitologías. Es posible observar que, a medida que el seguidor va conociendo más
de sus mitos y aprehendiendo para sí mismo sus contenidos, va obteniendo, a la par,
mayor autoridad para interpretar dentro de la comunidad. Haciendo una comparativa
con la estructura jerárquica de algunas comunidades religiosas, como las del Antiguo
Egipto o Sumeria (Schuré, 1975), podemos trazar una línea que va desde los “neófitos”
(aquellos seguidores que apenas comienzan a adentrarse en las narrativas míticas y
que están aprendiendo de otros), pasando por los “adeptos” (miembros de la comunidad que ya tienen mayor conocimiento de los relatos y sus símbolos y que pueden
hacer afirmaciones o negaciones con cierto valor de aceptación), hasta los “sacerdotes” o “profetas” (personas que tienen un dominio vasto en los universos narrativos y
que tanto neófitos como adeptos siguen como una especie de maestros). Estos últimos
funcionan a manera de líderes de opinión, que tienen seguidores que se adhieren a sus
perspectivas e ideas y pueden confrontarse con otros que sostengan ideas distintas.
En lo que respecta a la transmisión de sus mitos, los seguidores tienen necesidad
de congregarse, no sólo de forma digital, sino en el mundo fáctico. Se reúnen en nuevos
templos que pueden ser desde hogares particulares o salas de cine hasta tiendas de
cómics, librerías, cafeterías o bares. En muchos casos, resulta muy importante estar
presentes en ciertos eventos que se observan de manera religiosa: El estreno de una
película o un capítulo de una serie, el lanzamiento de un libro o cómic, entre otros.
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Pongamos por ejemplo a Game of Thrones, cuyos episodios, además, se estrenaban
los domingos, un día de importancia en la tradición occidental judeocristiana por ser
consagrado a Dios. Los seguidores se reúnen de manera estricta en sus hogares en torno a sus televisores (tal como en la antigüedad se reunían alrededor de una hoguera)
o en restaurantes, bares o cafeterías que transmiten el programa y que fungen por un
rato como templos a esta mitología.
Otro caso claro fue el estreno de Avengers: Endgame (2019), en donde la euforia de
los seguidores alcanzó tal nivel, que hubo cientos de miles de manifestaciones de frustración y enojo en redes como Twitter y Facebook al no poder acceder a la compra de
los boletos en línea; filas interminables para obtener un pase directamente en los cines
e incluso reventas de boletos que llegaron a alcanzar de los cinco mil a los diez mil pesos. Una demostración de una devoción y fanatismo equiparable al de manifestaciones
religiosas donde lo importante es el evento, el presenciar y ser partícipe de algo que se
siente como insuperable.
La relevancia de poder presenciar un evento de esta categoría resulta sumamente
relevante para el seguidor. Es un acto importante en el que se comparte el mito en comunidad y con él, una catarsis en el que están inmersas todas las emociones que estos
símbolos y narrativas despiertan. Esta kátharsis es semejante a la que se daba en el público al presenciar una ceremonia ritual: los griegos con las tragedias, los cristianos con
la eucaristía o en otras formas religiosas similares. Los seguidores pierden la noción de
la realidad fáctica en que están insertos y entran en un proceso de inmersión en que lo
que presencian se vuelve una manifestación de una verdad profunda que conecta con
las raíces de su psique.
A este respecto, es pertinente hablar de la observación participante que se realizó
en el restaurant–bar MacCarthys Cuernavaca el 14 de abril de 2019 para el estreno de
la octava temporada del Juego de Tronos. Aunque la hora de comienzo del episodio era
a las 20:00 horas, los seguidores llegaron al lugar de reunión (que estaba adornado
con estandartes de las principales casas de la serie) desde dos horas antes, muchos de
ellos con playeras y distintivos (pulseras o dijes) alusivos a esta mitología. El mismo
restaurant–bar ofreció por única ocasión dos bebidas creadas para el estreno: El “White
Walker” y el “Guardia de la Noche”. Al aparecer los personajes, los presentes gritaban,
aplaudían, golpeaban las mesas y lanzaban silbidos. En las partes más emotivas se dejaban escapar suspiros y expresiones que empatizaban con lo que se mostraba en pantalla; hubo risas y carcajadas, pero también expresiones de enojo y descontento genuino
al presenciar la vileza de algunos personajes. Pero la constante fue ese sentimiento de
formar parte de una comunidad y de poder estar presente en los relatos de una mitología con la que existe una conexión, que era visto en la interacción casi completamente
homogénea del público.
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Por otro lado, se sacraliza el consumo de las mercancías de las mitologías transmedia, viéndose estas como algo sagrado, separado de la esfera de lo común y ordinario
que toma un carácter importante, especial y trascendente. Los objetos obtenidos no
son sólo eso, sino que se convierten en contactos con los símbolos y relatos míticos.
Esto en artículos muy diversos: libros, videojuegos, figuras de acción, ropa y accesorios,
juegos de mesa, entre muchas otras cosas. Con esto se traen los símbolos míticos a la
vida cotidiana, integrándolos a la experiencia personal y expresando la pertenencia
de los seguidores a su mitología. El rito es siempre una reinterpretación del mito, una
acción por la cual este permanece vivo y activo. El poseer objetos que se relacionan con
los mitos se vuelve una práctica ritual, es decir, una forma en la que la narrativa mítica
se trae al mundo cotidiano y se hace presente en él. El consumo de mercancía no busca
demostrar poder económico sino ganar status como seguidor y, más que eso, tener un
objeto “sagrado” (en el sentido de Agamben) que se relaciona con nuestro ser interior.
El consumo de mercancías entre los seguidores sirve también a un propósito de
identificación y pertenencia, pues existe un sentimiento de comunión con otros que
ostentan elementos míticos semejantes y se crea un sentido de aceptación. Para alguien
ajeno a la mitología transmedia, los objetos, historias, símbolos y eventos pueden parecer insignificantes, pero para el seguidor son elementos de suma importancia. Una
forma de expresar en su día a día su adscripción a sus mitos, darles vida y hacerlos
presentes en su vida cotidiana.
En convenciones de industrias creativas y cultura pop, de fantasía y ciencia ficción,
festivales y eventos especiales, donde puedan caber las distintas mitologías transmedia (tales como Comic–Con en California o La Mole en Ciudad de México), los seguidores usan ropa y accesorios que remiten a sus mitos. Muchos de ellos incluso se caracterizan como sus héroes y comparten su pasión por sus narrativas y sus símbolos.
La cuestión del juego, el rito y el mito se entrelazan y los miembros de la comunidad
tienen la oportunidad de vivir su mitología y, al mismo tiempo, darle vida a esta. Todos estos comportamientos y acciones forman parte de un mitologizar activo que sigue
presente en las mitologías transmedia, mismo que se da a través de la actualización de los
mitos en las representaciones rituales.
El poder representar en carne propia a un personaje con un trasfondo mítico–simbólico y conectar con otros seguidores resulta en un proceso catártico inigualable, pues
entonces, la mitología transmedia pasa de ser anecdótica a vivencial. Esto mismo pasa
con el juego, donde se adopta un rol determinado y se toma como verdadero mientras
dure la inmersión. Ya no estamos observando qué es lo que pasa con el héroe, sino que
nosotros lo encarnamos y actuamos con base en nuestro criterio y habilidad para sortear los peligros y superar las adversidades. Esto es posible de observar en juegos de rol
como Dungeons and Dragons; de mesa como Risk de Star Wars, El Señor de los Anillos
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8 COMPORTAMIENTOS RELIGIOSOS EN SEGUIDORES DE MITOLOGÍAS TRANSMEDIA
o Game of Thrones y, en la mayor parte de los videojuegos narrativos, como Legend of
Zelda, Diablo o Resident Evil.
Pero una de las características más importantes de la comunidad es la creatividad
y la capacidad no sólo de interpretar, sino de reinterpretar los mitos en distintas formas de representación. Esto puede observarse, sobre todo, en los sitios y comunidades
digitales, donde vemos creaciones originales de los personajes, símbolos y eventos de
las distintas mitologías transmedia. En sitios como Pinterest, DeviantArt e Instagram
podemos encontrar muchas obras visuales, entre pinturas, fotografías, dibujos y arte
digital, todas realizadas por seguidores y en donde nos presentan diferentes expresiones de emblemas, personajes y situaciones que se dan en su mitología.
En Youtube nos encontramos con muchos videos que profundizan en los distintos
aspectos de los universos narrativos; otros que sintetizan elementos de las historias o
de algún personaje; incluso hay videos que, acompañados por música con una temática
determinada, nos presentan momentos de la narrativa que nos reflejan dicho tema.
Las creaciones de la comunidad emulan a las originales y, en ocasiones, incluso las superan y son apropiadas por los seguidores e incluso, los propios creadores, que expanden su mitología. Ejemplos de vlogs explicativos tenemos los de Star Wars Theory, Men
of the West y The Top Comics que abordan respectivamente las mitologías transmedia
de Star Wars, Legendarium y Marvel y DC; de videos de síntesis, podemos encontrar
los canales de Zurik23 y The Garo Studios entre varios otros que pueden dedicarse a un
solo universo narrativo como Game of Thrones, y ahondar en algún aspecto o personaje, como en el video (GoT) Cersei Lannister||Hear me roar (2016) o (GoT) Jon Snow|King In The North (2016) o hacer collages audiovisuales de varias mitologías como es
el caso de Multifandom || Dear God (2016). Mientras que entre los canales que realizan contenido original se encuentran batinthesun, HeroSmashers y DEATH BATTLE!,
entre otros.
◗ Conclusiones
Las mitologías transmedia tienen lugar como tal porque existe una comunidad que se
creó en torno suyo y se identifica con sus símbolos y narrativas a un nivel profundo. Un
grupo de personas alrededor del mundo, con diferentes tradiciones culturales, con lenguas y modos de ser distintos, que están unidos por sus mitos, que los hacen comulgar
unos con otros y que encuentran en sus relatos un sentido y significado para su vida, de
forma consciente o inconsciente. Los seguidores dan vida a los símbolos y narrativas
míticos al interpretar y reinterpretar, al crear y recrear, en un proceso que se manifiesta
en comportamientos religiosos, en actos que son en sí un mitologizar activo que forma
parte inherente de nosotros como humanidad.
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En este proceso de apropiación, el seguidor manifiesta una profunda conexión con
los símbolos y narrativas de su mitología, ya sea que estos se expresen en una película,
un cómic, una serie, un videojuego o un libro. Las distintas formas cobran sentido por
su carácter simbólico y arquetípico que mueve los centros primordiales de la psique y
dan sentido al mundo de aquel que se apega a sus mitos. No importa que estemos inscritos en una sociedad gobernada por lo racional, lo mítico–simbólico sigue teniendo
una gran influencia en nuestros comportamientos y acciones como hace mil, dos mil
o cinco mil años. Con ello, una serie de manifestaciones de carácter estructuralmente
religioso se despliegan y siguen trabajando, no obstante de existir bajo el dominio del
pensamiento racional occidental.
Sin embargo, desde el simple hecho de construir narrativas fantásticas con personajes ejemplares que llevan a cabo hazañas extraordinarias, mitos a final de cuentas,
podemos observar que los comportamientos religiosos siguen vigentes. Más aún cuando, a pesar de no creer en su veracidad de manera consciente, son defendidas ferozmente como verdades por aquellos que están inmersos en ellas. Y es que, en el fondo, los relatos míticos transmedia siguen expresando las grandes enseñanzas de la humanidad.
El héroe sigue luchando contra el villano para salvar al mundo y regresar con el tesoro.
Antiguamente era Perseo o Herakles, ahora son Batman y Hulk.
La humanidad continúa construyendo lugares de culto para sus nuevas divinidades.
Se erigen templos en donde se realizan rituales que, de alguna u otra forma, emulan a
aquellos que se realizaban antaño. Si bien, antes los mitos eran transmitidos principalmente de forma verbal, ahora las pantallas del cine, la televisión, los videojuegos y las
redes sociales son las formas preferidas de la expresión mítica. Los seguidores siguen
experimentando ese asombro, terror, alegría y éxtasis propios de la travesía heroica; una
catarsis en la que se enfrentan a las adversidades y peligros para salir victoriosos. El Capitán América, Harry Potter y Jon Snow se convierten en las nuevas figuras de culto con
millones de seguidores que buscan emular su ejemplo y trascender de alguna manera.
El comportamiento religioso sigue manifestándose porque a pesar de la aparente
desmitificación de nuestro mundo, el pensamiento mítico-simbólico y sus expresiones
siguen siendo parte inherente de nuestro ser. Las congregaciones, los sectarismos, los
consumos y las manifestaciones rituales de los seguidores de mitologías transmedia
siguen siendo parte de un mitologizar activo, tan vivo hoy como en las antiguas tradiciones míticas.
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La primera edición electrónica de Comunicación
y vida cotidiana en la era digital, realizada por la
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM,
se finalizó el 31 de marzo de 2023. La producción de
esta obra estuvo a cargo de Guimark Total Quality
S. A. de C. V. Carolina 98-101, colonia Ciudad de los
Deportes Alcaldía Benito Juárez, C. P. 03710, Ciudad
de México. En su composición se utilizó la tipografía
Dashiell Bright 10:12. Cuidado de la edición a cargo
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Publicaciones, FCPYS.