Academia.eduAcademia.edu

La Historicidad del subdesarrollo

1985, Revista Estudios

L A H IS T O R IC ID A D ANTOON DEL SUBDESARRO LLO DE BAETS RQPONMLKJIHGFEDCBA IN T R O D U C C IO N zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA Desde hace unos treinta años, se ha vuelto corriente hablar de "países desarrollados" y "subdesarrollados". Ambas denominaciones abarcan los grupos de países caracterizados por los conceptos de desarrollo y subdesarrollo. ¿Hasta qué punto es correcto el uso de tales conceptos? Tienen sentido? Propiamente dicho, solo el concepto "desarrollo" existe, porque cualquier país ya está o todavía está en desarrollo. Pero por una costumbre generalizada el término "desarrollo" sólo indica el de los "países desarrollados" y el "subdesarrollo" el de los "países subdesarrollados". Aunque imperfectos y etnocéntricos, ambos términos se usarán en este estudio por su notoriedad y simetría y de ninguna manera para expresar mediante ellos un juicio moral de superioridad o inferioridad cultural (1). Ambos conceptos conllevan claramente un factor histórico que indica su extensión a través del tiempo y del espacio, y nuestra primera pregunta será precisamente si los conceptos se pueden demarcar de una manera suficientemente precisa a través del tiempo y del espacio. . é A. Problemas de la demarcación espacial del desarrollo y del subdesarrollo ¿Los "países desarrollados" y los "países subdesarrollados" son dos entidades monolíticas opuestas, o no? En otras palabras, ése están caracterizando los "países subdesarrollados" por la u n id a d o más bien por la d iv e r s id a d ? D e h e c h o } hay grandes d if e r e n c ia s de un "país subdesarrollado" a otro y dentro de cada uno de ellos. La diferencia más grande, probablemente la ¿'onstituye la práctica de unas estructuras socio-económicas capitalistas, o bien, socialistas. El subdesarrollo no es idéntico en ningún país y probablemente no existen. modelos de subdesarrollo, aunque los procesos como la colonización y el imperlaílsmo impusieron más unidad estructural (bajo la forma de dependencia) al Tercer Mundo. Mejor dicho, más bien son los "países desarrollados" los que en muchos aspectos, entre otros, históricos, demuestran una mayor unidad. Obviamente, su número mucho más limitado, ya orienta en esta dirección. 37 R e v is ta E s tu d io s A n i v e l m á s a b s t r a c t o , zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCB las s e m e j a n z a s y experiencias comunes son suficientemente importantes -a pesar de las diferencias- como para referirse con razón a un conjunto de situaciones en el Tercer Mundo por medio de conceptos unificadores como aqu í con el caso del término "subdesarrollo". El debate se revivió en el período actual de crisis, para singularizar a ciertos grupos de países en el Tercer Mundo, como los "países productores de petróleo" ("OPEP"), los "países recién industrial izados" (en inglés: NICs), los "países menos desarrollados" (en inglés: "LlDCs"). El debate tiene unas implicaciones importantes por la posibilidad de clasificar a los países involucrados dentro de nuevos grupos o como parte de otro grupo de pa ísesRQPONMLKJIHGFEDCBA (2 ) Y porque a menudo esta evolución es aprovechada como argumento para fragmentar la unida del Tercer Mundo. De estas reflexiones se podría deducir que, los "países subdesarrollados", aunque muy diversos internamente y entre sí, constituyen un c o n j u n t o d i f e r e n c i a d o ) que surgió históricamente frente a los "países desarrollados", ellos también muy diversos internamente y entre sí (3). Más adelante, trataremos de demostrar esto impl ícitamente. Sin embargo, dos categorías de países únicamente -los "desarrollados" y los "subdesa •.rollados"- no bastan para reflejar la agrupación espacial del mundo con suficientes matices (4). . B. Problemas de la demarcación temporal del desarrollo y del subdesarrollo Desde una perspectiva temporal, es posible observar al desarrollo y al subdesarrollo de manera dialéctica: d i a c r ó n i c a por un lado, por lo cual son explicados el desarrollo y el subdesarrollo como p r o c e s o s históricamente crecidos en determ inadas etapas, s i n c r ó n i c a por otro, por lo cual el desarrollo y el subdesarrollo se describen como s i t u a c i o n e s específicas en un momento dado del tiempo. De inmediato podemos pues formular algunas tesis sobre la historicidad -la naturaleza histórica- del subdesarrollo. Son seis tesis en total, las tres primeras sobre su r.aturaleza diacrónica, las tres últimas sobre su naturaleza sincrónica: a. b. c. d. e. f. El subdesarrollo no ha existido siempre (y no existirá siempre). Donde ocurre, no se mantiene una situación idéntica durante años o siglos. El subdesarrollo está sujeto a la dialéctica de la continuidad y el cambio, aunque la medida en que se pueden producir los cambios sierr.pre depende de la elasticidad semántica atribu (da al concepto. Como sea, los "países subdesarrollados" no son "países no-desarrollados, estancados, estáticos, arcaicos o atrasados". Hay una relación entre los procesos de desarrollo y de subdesarrollo. El problema consiste en saber si la relación siempre ha existido y si es decisiva para el subdesarrollo. El subdesarrollo tiene comienzo (y fin). El subdesarrollo - 1 0 se originó (y probablemente no terminará) simultáneamente en todos los lugares. Hoy día hay conciencia sobre el subdesarrollo. Elaboremos aqu í estas tesis, la primera en la primera parte, la última en la tercera y las demás en la segunda parte. 38 L a h is t o r ic id a d 1. Subdesarrollo d e l s u b d e s a r r o llo zyxwvutsrq y Pobreza El subdesarrollo no ha existido siempre. De lo contrario, si existiera desde siempre, éno se hubiera asimilado con situaciones muy antiguas o eternas de pobreza y de hambre? Si la pobreza (o el subdesarrollo) fuera eterna o muy antigua, en otras palabras si existiera y hubiese de existir siempre únicamente en los "países subdesarrollados", entonces los "países desarrollados" deberían mostrar siempre ventaja en su prosperidad en comparación con los demás, una ventaja que además siempre conservarían: La primera afirmación (sobre el pasado) no es correcta, y la segunda (sobre el futuro) no resulta probable y, en consideración de la experiencia histórica, casi totalmente imposible (5). Expliquémonos. Por una parte, hay "países subdesarrollados" que conocieron antes períodos relativamente prósperos. Algunos países (como los países árabes, la India, China) tuvieron durante siglos un nivel económico comparable y no muy raras veces más alto que los "países desarrollados" en aquel tiempo. Por otra parte, los "países desarrollados" conocieron muchos períodos de gran pobreza, a menudo mayor que los "países subdesarrollados" de antes. Sólo a partir de su industrialización, construyeron un nivel material más elevado. La pobreza es un fenómeno menos ligado a los pa íses que a los grupos sociales. Por eso, el desarrollo no excluye la pobreza, y el subdesarrollo tampoco la prosperidad. Algunos grupos sociales (y no solamente grupos marginados) en los "países desarrollados" todavía son pobres, y algunos grupos sociales privilegiados en los "países subdesarrollados" son muy prósperos. La misma manera de razonar que entiende por subdesarrollo una situación de pobreza eterna, induce a menudo a pensar que esta pobreza (este subdesarrollo) se debe a causas permanentes o eternas, en vez de encontrar su causa en el contexto social (h istórico y cambiable pues). Estas causas se situarían dentro o fuera del grupo de los pobres, Aqu í enumeramos las más frecuentes, dos de ellas situadas fuera y tres dentro del grupo de los pobres, y las refutamos, o bien completamente, o bien en su formulación absoluta y por eso determinista. Primero,ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA l a r e l i g i ó n . Los países con una religión "que frena el desarrollo", serían "subdesarrollados" y los países de religión "que estimula el desarrollo", serían desarrollados, dice el argumento. Pero en vez de frenar o estimular ella misma el desarrollo, la religión más bien está determinada -principalmente en lo que se refiere a su carácter y función- por la situación social, la cual, desde un punto de vista histórico es como indicamos, muy variable en todos los países. Segundo, e l c l i m a y e l a m b i e n t e f / s i c o . Los países (sub) tropicales serían "subdesarrollados" y los países de clima más templado "desarrollados". Pero no todos los países o regiones (sub) tropicales son "subdesarrollados" (por ejemplo, el sur de los EEUU, Australia), y, al revés, no todos los "países subdesarrollados" son países (sub) tropicales (por ejemplo Carea, China del norte). Además, en el pasado el clima no constituyó un obstáculo para las culturas prósperas en muchos países ahora "subdesarrollados" (como los Aztecas, los [mer, los Egipcios) (6). En cuanto al ambiente físico (recursos naturales y alimentos), los "países subdesarrollados" no son necesariamente pobres (por ejemplo, la OPEP) y los "países desarrollados" no necesariamente ricos (por ejemplo el Japón). Tercero, l a s d e f i c i e n c i a s p e r s o n a l e s (por ejemplo, la pereza) de la población del Tercer Mundo. Según el argumento, un pueblo se volvió subdesarrollado por perezoso. La refuta- 39 R e v is ta E s tu d io s zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA ción del argumento consiste en dos partes. Primero, la norma de llamar perezoso a alguien es muy subjetiva. Además, aunque sea posible acusar a uno o a muchos individuos de ser perezosos, de ninguna manera es posible acusar a todo un pueblo o a continentes enteros sin excepción, porque así se excluirían las diversas circunstancias geográficas, históricas y sociológicas, lo que conduce al racismo. Cuarto, l a r a z a . Los pueblos "de color" serían "subdesarrollados", los pueblos "blancos" serían "desarrollados". Aun si fuera posible clasificar homogéneamente a los países según las razas -lo que queda totalmente excluído-, no todos "los países no blancos" se identificarán con el subdesarrollo (por ejemplo al Japón), y, al revés, no todos los "países subdesarrollados" se identificarán con los "de color" (por ejemplo, Africa del Norte, el Medio Oriente, India del Norte, los criollos latinoamericanos). y e l r itm o d e s u c r e c im ie n to . Quinto, el argumento de l a p o b l a c i ó n , s u n ú m e r o ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCB Los países o regiones superpoblados serían países o regiones "subdesarrollados", y las regiones no superpobladas serían "desarrolladas". Pero no todos los países o regiones superpoblados son "subdesarrollados" (por ejemplo, algunas aglomeraciones urbanas en los "países desarrollados"), y, a: revés, no todos los "países subdesarrollados" están superpoblados, a -veces están más bien subpoblados (por ejemplo, Gabón). La taza de crecimiento tampoco es una causa necesariaa del subdesarrollo. Los "países desarrollados" conocían un ritmo de crecimiento rápido en el siglo XIX, y sin embargo, hoy no son "subdesarrollados". Este ritmo de crecimiento mismo es determinado más bien por el contexto social, más que lo contrario y por consigu iente hay que buscar allá la causa, aunque es cierto que el problema de la población ayuda fuertemente a consolidar el subdesarrollo en un círculo vicioso. Pero es entre otros la función económicamente importante de la labor de niños, en el Tercer Mundo y antes en los "países desarrollados" la que hace crecer la población(8). Tales explicaciones de la pobreza, como las cinco arriba mencionadas, se han utilizado corrientemente para justificar las situaciones sociales en las colonias (y algunas de ellas también para las situaciones sociales basadas en los mismos "países desarrollados"}, pero se mantienen tenazmante en la opinión pública, aplicadas ahora al subdesarrollo. Examinen a los "países desarrollados" o "prósperos" de toda responsabilidad, ya que una lucha eventual contra la pobreza (o el su bdesarrollo) mediante una poi ítica social no tendr ía sentido; según estas teorías, las causas de la pobreza son eternas. En esta visión, sólo hay que evitar las consecuencias indeseables de la pobreza (o el subdesarrollo) -el pauperismo y las rebeliones de hambremediante una asistencia pública (ayuda al desarrollo), como rescate a pagar por su propia seguridad y para tener la conciencia tranqu ila (9). Hemos rechazado el carácter absoluto de estas explicaciones con base en argumentos históricos y geográficos: la refutación de sus implicaciones nos mostró que nunca ha existido una congruencia completa ni en el tiempo ni en el espacio entre la pobreza y el subdesarrollo. Obviamente, la pobreza y el hambre pueden coincidir con el subdesarrollo y de hecho coinciden por lo general fácilmente, pero no son sólo exclusividad de los "países subdesarrollados", por ser fenómenos de todas las épocas y todas las sociedades y porque han caracterizado períudos muy largos del pasado en todos los países. Vista históricamente, la pobreza por así decirlo permanente de la mayoría de la población en cualquier sociedad, casi siempre indica una m a r g i n a c i ó n de ella, lo que implica el funcionamiento de f u e r z a s s o c ia /e s . Nuestra conclusión es muy clara: el desarrollo y el subdesarrollo no son ni inevitables ni inexplicables, ni casuales, ni eternos: son las consecuencias de relaciones históricas. 40 L a h is t o r ic id a d d e l s u b d e s a r r o llo 11.zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA El Subdesarrollo y el Desarrollo Histórico Mundial Primera Parte. Las Semejanzas Históricas Durante la época que se sitúa entre la Revolución Neol ítica y la Revolución Industrial, el mundo se caracterizaba por un perfil social-económico diferenciado. No obstante esto, se presentaron los mismos problemas elementales en todas partes (10), y las sociedades tenían un nivel de desarrollo económico comparable, con excepción de las sociedades técnicamente primitivas (sin agricultura), las cuales ocupaban mucha superficie del globo, pero no tenían importancia demográfica.ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA P a u l B a i r o c h nos proporciona datos sobre el nivel de vida en los "países desarrollados" é p o c a l l ' ' . Resulta que las diferencias internacionales del y "subdesarrollados" de aquellaRQPONMLKJIHGFEDCBA nivel de desarrollo económico entre la mayoría de los "países desarrollados" y de los "países subdesarrollados" (medidas por el ingreso real medio.por habitante) y las diferencias internacionales en cuanto al nivel de vida medio de sus ciudadanos eran m ! n i m a s durante siglos y hasta antes de la Revolución Industrial (icon una proporción de 1 a máximo 1,5 o 1,6 solamente! ) y r e v e r s i b l e s . Existieron diferencias mayores en el interior mismo de países actualmente "desarrollados" y "subdesarrollados". Por supuesto, estas son indicaciones muy generales sobre econom (as sustancialmente o parcialmente no-monetarias, donde las diferencias culturales pueden dar sentidos muy distintos a un m ismo nivel de vida. Por lo demás, las cifras sobre los ingresos medios no nos dicen nada sobre la posesión real de cada habitante o de la repartición real de los ingresos. No obstante, precisamente por el nivel de vida tan comparable, estas sociedades preindustriales no pueden llamarse "subdesarrolladas", sino t r a d i c i o n a l e s , en otras palabras, agrarias, con una población esencialmente campesina, más allá de la fase de la recolección, la caza y la pesca, pero todavía sin una mejora sustancial de sus circunstancias materiales. No hay que idealizar esta situación. Los ingresos se gastaban sobre todo en alimentos. Los modos de producción, es decir las maneras de producir bienes y servicios necesarios para la conservación del ser humano como individuo, solo permitían un sobrante económico muy modesto, y según jo h n M . K e y n e s , el desarrollo nunca superó los 50 a 100% (12). En tal situación, las crisis y el hambre se presentaban con gran frecuencia. La repartición de trabajo entre el campo (agricultura y ganadería) y la ciudad (industria, comercio y servicios) era muy modesta. En un contexto semejante las diferencias pequeñas entre las sociedades, aparentemente, podr ían bastar en un momento cr ítico como para transformarse en patrones de dominación a largo plazo. Es posible que esto ocurriera entre Europa y el resto del mundo (13l. La pregunta por cuáles procesos se hicieron subdesarrollados los "países subdesarrollados" y desarrollados los "países desarrollados", es muy compleja. En lo que sigue sólo señalamos algu nos problemas e hipótesis a nivel muy teórico y general. Segunda Parte. Las Diferencias A. Históricas - Los "Países Desarrollados" Feudalismo Es posible que la Europa Occidental haya conocido ya bien temprano una experiencia histórica relativamente única en aquel período de regresión en el cual el "modo de pro41 R e v is ta E s tu d io s zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA ducción esclavista" antiguo y el "modo de producción germánico", más individual izado, chocaron y se mezclaron entera o parcialmente. Esta experiencia la llamamos el f e u d a l i s m o . El modo de producción feudal consiste esencialmente en la correlación de tres grupos sociales: los campesinos, la nobleza y la burguesía, dentro del marco de un estado fuertemente descentralizado. A partir del siglo XI ocurrió urn diferenciación notoria en la repartición de trabajo entre la ciudadRQPONMLKJIHGFEDCBA y el campo, y es posible decir que en ella se desarrollaron también las primeras f o r m a s c a p i t a l i s t a s europeas (entre otros, la orientación hacia el mercado y hacia las ganancias, y el trabajo asalariado). No nos es posible elaborar este tema aqu í (14). La contracción económica generalizada del siglo XIV y XV inició un proceso de defeudalización por el cual un reajuste del poder se impon ía. Los tres grupos encontraron un equilibrio nuevo pero relativo dentro del marco del Estado nacional, central izado y absolutista, en el cual segu ían oponiéndose el uno al otro, pero, paradójicamente; hasta cierto punto también se un ían. B. La transición hacia el capitalismo Fue en este marco relativamente tr a n s ic ió n de un m odo d e p r o d u c c ió n único que, entre los siglos XIV y XVIII, se fe u d a l h a c ia u n m o d o d e p r o d u c c ió n c u m p lió la Del para nuestro c a p ita lis ta . debate muy grande sobre esta transición, sacamos dos problemas importantes tema: la duración de la transición y sus causas. La d u r a c i ó n d e l a t r a n s i c i ó n es muy larga (de 4 a 5 siglos) y conduce a problemas de demarcación: antes del siglo XIV, las sociedades de Europa Occidental todavía no son capitalistas; después del siglo XVIII ya no son feudales. Sobre la naturaleza de los siglos intermedios no hay consenso, y la línea de separación entre feudalismo y capitalismo es flexible, hasta cierta altura. Las c a u s a s d e l a t r a n s i c i ó n son complejas. Nos limitamos a tres preguntas. Sí, porPrimero: zera p o s i b l e la transición desde el feudalismo hacia el capitalismo? que en efecto así ocurrió desde un momento determinado. Segundo: ¿era n e c e s a r i o el feudalismo? Esta es una pregunta difícil, tomando en cuenta el hecho de que el modo de producción capitalista sólo una vez nació en forma autónoma. No obstante, opinamos por un lado que hubiera podido nacer casi seguro también a partir de otro modo de producción no-capitalista (ver más abajo); por otro lado, del feudalismo hubiera podido nacer otro modo de producción no-capitalista, o sea de índole distinta. Aparentemente el feudalismo era potencialmente -pero no intencionalmenteun fondo favorable para el capitalismo. éera s u f i c i e n t e el feudalismo? Intentemos dos hipótesis. Si el feudalismo, Tercero: como opinan algunos, hubiera siao un modo de producción universal, presente en todas partes, la respuesta sería claramente no, porque no se puede explicar por qué el capitalismo nació precisamente en Europa Occidental y no en otra parte. Si el feudalismo, como opinamos nosotros, era relativamente único, tampoco hay respuesta directa, porque la relación entre la caída del feudalismo y el ascenso del capitalismo es más que nada indirecta. El problema consiste pues en saber hasta qué punto las formas capitalistas se vieron estimuladas más en el feudalismo europeo que en otra pate, de modo que después, y a pesar de la crisis feudal -en la cual también los sectores capitalistas más avanzados se vieron involucrados ( 1 5 ) - , pudieron evolucionar hacia un modo de producción digno de este nombre. 42 L a h is t o r ic id a d C. d e l s u b d e s a r r o llo zyxwvuts Periferias hoy y ayer Desde el mismo momento en que hay formas capitalistas, también se introduce la esencia del capitalismo: desigualdad y jerarquización. Ambos se extendieron en Europa del Oeste. Resulta pues que, a diferencia. de épocas anteriores y de otros lugares, allá y en aquel momento se combinaron aparentemente las condiciones para crear una llamada "econorn ía mundo" es decir una parte del planeta económicamente autónoma. Semejante econom ía F ernand mundial tiene un solo centro (a veces varios), una serniperiferia y una periferia.ZYXWVUTSRQPO B r a u d e l describió algunas de sus características más importantesRQPONMLKJIHGFEDCBA (6 ): Primero es coherente en ~u dimensión espacial, a pesar de la débil comunicación de entonces. Segundo a través del tiempo evoluciona probablemente según unas tendencias rnultiseculares y se reestructura en crisis sucesivas. Tercero, sus distintas zonas (centro, semiperiferia, periferia) dependen una de otra mediante una repartición de trabajo internacional que "imoone " a cada zona un cierto tipo de producción y de clases sociales. Esta "econorn ía mundial" capitalista se ampliaba a su vez geográficamente y en el siglo XX abarcaba o influenciaba la mayor parte del globo, salvo algunas regiones aisladas. Por lo que sigue es esencial entender que l a p e r i f e r i a d e e s t a " e c o n o m i a m u n d o " e u r o p e a a n t e s d e l s i g l o X X n o s e i d e n t i f i c a b a c o n e l " T e r c e r M u n d o " d e h o y . Por un lado, muchos países ahora "desarrollados" (por ejemplo, Europa del Este, América del Norte) pertenecieron a ella, cumplieron por lo general un papel más importante que el Tercer Mundo en aquella época, y pertenecen ahora a menudo al mismo centro. Por otro lado, muchos países ahora "subdesarrollados" no pertenecían a ella sino que eran regiones externas a ella, a veces ellos mismos incorporados en otra "economía mundo" no-europea Y competitiva, como centro o como periferia (por ejemplo, China era el centro de una "econom ía mundo", es decir de un mundo económico sustancialmente autónomo, hasta el siglo XIX). Según B r a u d e l, la Europa del siglo XVIII ya está extrayendo una parte considerable -¿una parte decisiva? - de su sustancia y su fuerza del mundo entero. Europa ni siquiera era tan rica como el universo que estaba explotando. D. Contribución del Tercer Mundo en el despegue de la Revolución Industrial Desde finales del siglo XVIII, se inicia un proceso de i n d u s t r i a l i z a c i ó n c a p i t a l i s t a en la Gran Bretaña, que se extiende a todos los actuales "países desarrollados" en el siglo XIX. Antes que nada, tenemos que reafirmar más expl ícitamente que el capitalismo no está ligado necesariamente a la industrialización (o tampoco a la colonización, por ejemplo) y que ha existido un capitalismo preindustrial, De la discusión muy amplia sobre la Revolución Industrial, sólo comentaremos aquí la pregunta si el Tercer Mundo aportó una contribución decisiva en sus fases primeras (a fi nales del siglo XV III - com ienzos del siglo X IX) y si es as í, ¿de qué manera y cuán decisiva (' 7)? i n d i r e c t a del Tercer Mundo en la Revolución Primero: éha existido una contribución Industrial: Sí y no. No, porque muchas investigaciones indican que el Tercer Mundo de hoy 43 R e v is te E s tu d io s zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA no constitu ía un mercado ni un abastecedor de materia prima ni una zona para inversiones, de carácter i n d i s p e n s a b l e (18). Sí, porque el mismo Tercer Mundo de aquella época -por razones que se explicarán más tarde- n o se ha industrializado, pues -como cualquier otra región no-industrial no pudo competir con los países que s í se estaban industrial izando. Estos constitu ían países cuyo desarrollo probablemente se vió facilitado por este hecho. Segundo: éha existido una contribución d i r e c t a ? Hacemos tres preguntas. Primera: ¿era p o s i b l e una contribución directa? Para muchas facetas de la industrialización, no lo era, pero sí lo era por ejemplo para la a c u m u l a c i ó n d e c a p i t a l a través de la transferencia de ganancias. Sin embargo, no hay que exagerar las ganancias que se hicieron en el Tercer Mundo y que se transfirieron a Europa en aquel tiempo, y tampoco la rapidez de los mecanismos de transferencia financiera. directa? No lo era, porque resulta que para Segundo: ¿era n e c e s a r i a una contribución industrializarse no era indispensable una acumulación de capital tan grande como para buscarlo fuera del mismo país o fuera de los países del centro. Por supuesto, no es porque los sobrantes originarios del Tercer Mundo no eran necesarios, que no han jugado efectivamente un papel. Sin embargo, esto no es tan probable en la mayor ía de los casos, por dos razones. Estos sobrantes transferidos no siempre se invirtieron productivamente, al contrario, con frecuencia se utilizaron improductivamente (en productos de lujo) o simplemente se derrocharon. Aún cuando se invirtieron productivamente, no siempre fue en el sector industrial y en particular no siempre exactamente en sectores claves -como la rama del textil y el sector metalúrgicoque jugaron un papel central en el despegue de la industrialización. Mucho sobrante se invirtió por ejemplo en las tierras o en casas y probablemente volvió a ser invertido en el comercio. Todavía falta mucho por investigar, sobre todo en cuanto a la situación concreta británica en los años 1760. Tercera pregunta: ¿era s u f i c i e n t e una contribución directa? No. Los sobrantes de cualquier origen ten ían que llegar finalmente a manos de una clase capitalista, netamente la que han llamado la "burguesía industrial" que ha realizado la "Revolución Industrial ". El origen de las personas de esta clase, y el problema de la (dis) continuidad entre las burguesías comerciales y industriales en particular, constituye un problema importante en sí mismo, en el que no podemos profundizar aqu í. Nuestra conclusión será que el Tercer Mundo no proporcionó de ninguna manera una contribución decisiva al origen de la Revolución Industrial en la mayoría de los "países desarrollados", incluído el primer país Gran-Bretaña, aunque posiblemente haya habido contribuciones importantes de algunos "países subdesarrollados" (sobre todo colonias) a algunos "países desarrollados" d e s p u é s del despegue de su industria en el transcurso del siglo XIX, y sobre todo en el siglo XX. Tercera parte. Las Diferencias A. El período precolonial Históricas - Los Países Subdesarrollados del Tercer Mundo Hasta la fecha, la historia del Tercer Mundo se ha estudiado de manera muy incompleta y etnocéntrica. En cuanto alZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA p e r io d o p r e c o l o n i a l d e l T e r c e r M u n d o indicaremos dos evidencias ampliamente divulgadas pero falsas, una sobre el carácter espacial, otro sobre el (1 9 ). carácter temporal del Tercer Mundo de aquella épocaRQPONMLKJIHGFEDCBA 44 L a h is to r ic id a d d e l s u b d e s a r r o llo zyxwvuts El Tercer Mundo de aquella época no era uniforme, espacialmente hablando, sino totalmente heterogéneo. [nventar alguna categoría residual y uniforme para las zonas fuera de Europa, que supuestamente explicaría su no-desarrollo es un signo de etnocentrismo. Como vimos, el Tercer Mundo no muestra una imposibilidad inherente (contínua) hacia "el desarrollo", por ser un fenómeno que puede realizarse en varios y variados contextos sociales. Entonces, el Tercer Mundo no se ha distinguido en aquella época por medio de un solo modo de producción, como por ejemplo el llamado "modo de producción asiático" o como el llamado "modo de producción tributario". De opinarasí, sería muy difícil explicar las diferencias importantes en el desarrollo y el estilo de vida de los lipa íses subdesarrollados" entre sí. Tampoco es fácil considerar al feudalismo como un modo de producción más o menos universal. Dentro de los modos de producción precapitalistas del Tercer Mundo, importaba sobre todo el desarrollo interno. A menudo, las relaciones externas eran solamente marginales y no siempre necesarias. Estos modos de producción eran muy diversos entre sí, pero en conjunto contrastaban agudamente con el modo de. producción capitalista propiamente dicho. Aparentemente no eran típicamente feudales, salvo en el Japón, es decir exactamente con el grado de decentralización y exactamente tales relaciones sociales, a pesar de que a menudo se presentaron formas y tendencias feudales. En contra de la segunda evidencia falsa, la del tiempo -a saber el argumento según el cual el Tercer Mundo· no tiene historia-, se puede afirmar que el Tercer Mundo siempre ha tenido una historicidad. Su desarrollo histórico no se caracterizó por el caos o por la estagnación permanente. Allá ten ían los mismos problemas que en Europa, la misma dinámica de desarrollo y actividad económica, aunque bajo circunstancias históricas distintas y probablemente de manera menos concentrada -a causa de la comunicación muy difícil en territorios muy extendidos. También se presentaron tendencias capitalistas, a menudo con poca importancia, a veces con mucha relevancia en ciertos momentos dados (por ejemplo, en la China y la India), sin que desembocaran en una industrialización generalizada. Esto puede llamarse un fenómeno de r e g r e s i ó n h i s t ó r i c a y de desarrollo descontrnuo, observado en determinado momento en la historia de todos los países. Ahora, épor qué abortaron los despegues capitalistas allá? B. Causas de despegue capitalista abortados en el Tercer Mundo Presentamos a continuación dos series de causas, la primera más importante inicialmente, la segunda más importante después. La primera serie contiene causas internas. Es muy difícil precisar cuales causas inherentes a estas m ismas sociedades jugaron u n papel, por las siguientes razones: el no-especialista, que no conoce suficientemente esta parte de la historia, debe tener mucho cuidado ;se necesita además mucha más investigación sobre aquella época; y finalmente, es muy complejo el estudio de cosas que no han ocurrido, pero que pudieran haber ocurrido. Sin embargo, a nivel muy general sí podemos decir que entre estas causas se encuentran obstáculos estructurales y crisis, que perm itieron a las autoridades frenar las inversiones productivas o las tendencias feudales y capital istas,RQPONMLKJIHGFEDCBA y forzar la integración de grupos sociales "progresivos" en la élite establecida. La segunda serie de causas es de índole externa y se p e r/o d o c o lo n ia l d e l T e r c e r M u n d o . sitúa e n e l ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA 45 R e v is ta E s tu d io s zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA Entre los siglos XV y XX la gran mayoría de las regiones no-europeas se incorpora gradualmente en la periferia de la "econom ía mundo" capitalista, a veces de manera informal, a menudo de manera formal (mediante la colonización). Los cambios sufridos por estas regiones a consecuencia de lo anterior tendrán una influencia muy desigual en su desarrollo ulterior según varíe el tipo de incorparación y el tipo de modo de producción precapitalista. El t i p o d e i n c o r p o r a c i ó n depende a su vez del t i p o d e s o c i e d a d (en Europa). Antes de la Revolución Industrial, la colonización europea ten ía los límites de la sociedad tradicional europea misma y no tenía características fundamentalmente distintas de las de otras colonizaciones no-europeas(20). Las colonias no pudieron tener gran importancia en el contexto de una econom ía tradicional. Esto iría cambiando en la época de la Revolución Industrial y de la comunicación más intensa, hechos por los cuales la brecha entre el centro y la periferia (ambos identificándose más y más a través del siglo XX respectivamente con los actuales "países desarrollados" y "subdesarrollados"), se fue agravando. En cuanto al t i p o d e m o d o d e p r o d u c c i ó n p r e c a p i t a l i s t a , había la siguiente alternativa. Sea que se destruyeran completamente los modos de producción "indígenas" a causa de la desaparición o la eliminación de la población original y se instalaran después modos de producción totalmente nuevos (por ejemplo en los EEUU, Canadá, Nueva Zelandia, Austracapitalista lia); sea que el modo de producción local s e a c o p l a r a al modo de producción dominante del centro colonizador, y luego se fortaleció o se debilitó según la presión(21). En ambos casos, lo que finalmente ten ía prioridad eran las necesidades del centro. En el Tercer Mundo se introdujo el capitalismo desde afuera v ligado a la dominación. Por esta razón tenía un efecto distinto comparado con las regiones europeas donde nació autónornamente: encontró en los diversos grupos sociales sea una resistencia sea una colaboración, lo que cambió profundamente el esquema de alianzas y conflictos de clase. Como regla, la colonización quebró la propia dinámica interna en estas sociedades -tan buena o tan mala como pudiera haber sido ésta para la población -y creaba paulatinamente una periferia dependiente.RQPONM C. Colonización y subdesarrollo/industrialización No entramos ahora en los problemas de las motivaciones, las posibilidades, las épocas y los ejecutores de la colonización europea. Sin embargo, hay dos relaciones que nos parecen muy interesantes aqu í: la relación entre la colonización y el subdesarrollo por una parte, y entre la colonización y la industrialización por otra. Primero, la relación colonización - subdesarrollo. Sin duda, la relación entre ambos fenómenos es muy grande, pero no absoluta, porque no se cubren por completo ni en el tiempo, ni en el espacio. +Veamos por qué no en el tiempo. No es posible explicar el subdesarrollo de América Latina sólo por la colonización, ya terrni-iada hace más de 150 años, a menos que se esté pensando en una U otra forma de imperialismo económico aún activo. En forma paralela, comprobamos que la descolonización de Africa y de Asia no trajo consigo el fin del subdesa46 L a h is t o r ic id a d d e l s u b d e s a r r o llo zyxwvuts rrollo. De otro lado, hay elementos del subdesarrollo actual que tienen su origen en situaciones netamente anteriores o posteriores a la colonización. -Veamos ahora por qué no en el espacio. Por un lado, no todos los países ahora "subdesarrollados" han sido colonizados (por ejemplo Tailandia, Afganistán); algunos de estos países han sido ellos mismos colonialistas e imperialistas (por ejemplo Turquía). Por otro lado, no todas las colonias de antes se volvieron subdesarrolladas, algunas de ellas pertenecen ahora incluso a los países más "desarrollados" del mundo (por ejemplo, los EEUU).ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA We dónde viene esta diferencia? A ndré G u n d e r F r a n k intentó dar dos explicaciones estrechamente Iigadas(2 2). Primero, entre más rica era una región como colonia, más subdesarrollada es ahora, y viceversa. Segundo, entre más estrecha la relación de una región con el centro (factor deducido de la primera tesis), más dependiente es ahora, y viceversa. Según F r a n k , se ha creado el subdesarrollo donde era necesario para el centro y sólo se volvió posible el desarrollo, donde no era necesario el subdesarrollo. Estas tesis nos parecen valiosas, pero no suficientes porque son demasiado amplias: es posible encontrar en la periferia, histórica de Europa también algunos países ahora "desarrollados" y sin embargo 1 1 0 1 " qué América Latina se volvió "subdesainclu ídos en su tesis. Al hacer preguntas como,RQPONMLKJIHGFEDCBA rrollada" y América del Norte "desarrollada" a pes>r oe que ambas fueron colonizadas, y por qué la China se volvió "subdesarrollada" y el Japón "desarrollado" a pesar de que ambos no fueron colonizados, hay que investigar, aparte de las relaciones con el sistema mundial creciente y cada vez más influyente, también y mucho más las estructuras internas de estas regiones, sus posibilidades y las respuestas distintas que dieron a la presión europea. Segundo, la relación colonización - industrialización Aqu í volvemos brevemente a la discusión anterior sobre la contribución del Tercer Mundo en la Revolución Industrial. La colonización no constituye una causa suficiente para la industrialización (del país colonizador), porque si fuera así, los primeros países en industrializarse habrían sido España y Portugal. Ahora pertenecen más bien a la semiperiferia. La colonización tampoco era necesaria para la industrialización, porque si fuera así, muchos menos países que ahora se hubieran industrial izado. También hay países que se industrializaron sin colonias o con colonias sin valor económico [conocldo], por ejemplo Escandinavia o Suiza que jamás tuvieron colonias, o Bélgica antes de tenerlas. A menudo estos - países sin colonias se industrial izaron incluso/antes que otros países con colonias y tenían un crecimiento económico más rápido. Hay varios países que tenían colonias (como los Países Bajos, España y Portugal) que se industrializaron más r á p id o ( iy no más lento! ) a partir de la independencia de sus colonias. D. Ventajas y desventajas de la colonización Para nuestra problemática el debate de las ventajas y desventajas resulta por supuesto muy importante. Lo trataremos muy en general aqu í y sólo en su aspecto económico. Para comenzar señalamos claramente el principio de que las desventajas ocasionadas en un lado no conllevan necesariamente ventajas para al otro. A continuación, algunas reflexiones. 47 R e v is ta E s tu d io s 1 . L a s d e s v e n t a j a s p a r a l o s " p a / s e s s u b d e s a r r o l l a d o s " , zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVU son enormes desde el punto de vista de la gran mayoría de la población, a veces (sobre todo en América Latina y las regiones esclavistas africanas) ya afligidas antes de la Revolución Industrial. P a u l B a i r o c h las resumió (23). Primero, una baja en el nivel de vida medio y un empobrecimiento absoluto (24). Segundo, la conversión de una agricultura de alimentos en la de comercio, por lo cual se vieron amenazados el papel vital de la agricultura en el abastecimiento autónomo de alimentos, aparte de otras tareas esenciales ligadas al sector industrial. Tercero, después de la Revolución Industrial, los colonizadores frenaron conscientemente cada intento de industrialización, cada competencia de las colonias, e incluso donde era necesario efectuaron una desindustrialización (como en la India en el siglo XIX). Después de la descolonización, algunos países han iniciado un proceso de industrialización, pero normalmente se trata de un proceso muy incompleto y poco coherente con irradiación débil hacia el resto de la econom ía nacional y en el interés de empresas transnacionales, razones por las cuales a menudo se ha agudizado el subdesarrollo. El sistema mundial capitalista impuso al Tercer Mundo u n a d i v i s i ó n d e t r a b a j o i n t e r n a c i o n a l , lo que significa, en su forma colonial, que el Tercer Mundo produjo sobre todo las materias primas (alimentos y minerales) a cambio de productos elaborados (bienes de capital y de consumo) suministrados por los países industrial izados. Después de la descolonización, la dependencia muy grande del Tercer Mundo que conllevaba esta división de trabajo, se perpetuó en un comercio mundial basado en un intercambio desigual. En sí mismo, este tipo de dependencia externa no constituye una explicación suficiente para el subdesarrollo. Casi todos los "países desarrollados" fuera de Europa del Oeste se encontraron en esta situación, aunque en una época en que resultaba mucho más simple industrializarse que ahora. En el Tercer Mundo, la dependencia ha sido por lo general de una duración muy larga: no hay que olvidar que varios países casi siempre han sido dependientes, también antes de la colonización europea. La dependencia se hace también intensidad creciente, ya que el inicio de una industrialización se hace cada día más difícil (25). En resumen, si los mismos factores externos influyen en distintos tipos de países, entonces hay que comparar los factores internos de cada uno y quizá sobre todo el contexto temporal (que puede ser diferente, o más amplio que otros comparando un caso con otro) en el cual todos estos factores son activos, para explicar las diferencias. Es cierto que la colonización no era el camino hacia un desarrollo económico auténtico para el Tercer Mundo, a pesar de todas las pretensiones de los medios coloniales de antaño. Por otro lado, los países industrializados siempre y hasta la fecha se han visto confrontados con la paradoja de que cuanto más deseaban explotar el Tercer Mundo, hubiesen tenido que desarrollarlo más, porque de regiones "subdesarrolladas" extrae uno mucho menosRQPONMLKJIHGFEDCBA (2 6 ) 2. En cuanto a l a s d e s v e n t a j a s p a r a l o s " p a í s e s d e s a r r o l l a d o s " , hay que ver los gastos que trajo consigo la colonización. Estos corrían por cuenta de la misma colonia, o de toda la nación colonizadora (en otras palabras de los contribuyentes) y sólo en menor medida de aquellos que sacaron las ganancias. Otra reflexión consiste en el hecho de que el mercado protegido creado por la colonización ayudó a que empresas no-competidoras de la metrópoli sobrevivieran, lo que a veces provocó el envejecim iento de la econom ía metropolitana con todas sus consecuencias. 3 . L a s v e n ta ja s p a r a lo s " p a is e s s u b d e s a r r o lla d o s " se presentaron, en gran medida, sin la intención expl ícita de beneficiar a las colonias. A menudo se realizaron en el beneficio del mismo colonizador y eventualmente también de la élite ind ígena que colaboró con él. 48 L a h is t o r ic id a d d e l s u b d e s a r r o llo zyxwvutsrq Además es posible hacerse la pregunta si las ventajas reales de la colonización para la población del Tercer Mundo, como por ejemplo,-las carreteras, no pudieran haber sido obtenidas sin la colonización (y la misma pregunta puede formularse por lo demás para las desventajas - ver abajo). la s v e n ta ja s p a r a lo s " p a ís e s d e s a r r o lla d o s " , se puede decir que los 4. En cuanto aZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA beneficios en cuanto a materia prima, mercados y oportunidades de inversión por lo general no eran muy decisivos, al contrario de lo que pasar ía en la época poscolonial (ver nota 18). Las ventajas iban específicamente hacia algunos grupos sociales privilegiados en la colonia o para algunos accionistas en la metrópoli y, después de 1945, sobre todo para las empresas transnacionales. Por supuesto es posible que la estimulación económica recibida por algunas empresas haya repercutido indirectamente en el empleo de la metrópoli, lo que en definitiva puede haber redundado en beneficio de la población. En todo caso, es un hecho que el ritmo de desarrollo económico de la metrópoli casi nunca y en casi ninguna parte se aceleró de manera notoria a raíz de estas estimaciones. Igualmente es un mito creer que la colonización haya aumentado el nivel de vida medio en Occidente. Es fácil refutar este mito por dos razones: 1. Cronológicamente: el inicio del proceso socio-económico generalizado de alzadefnivel de vida en Europa Occidental se sitúa en la fase de depresión de los años 1870-1895. Precede a la tendencia hacia la concentración de empresas y la monopolización de finales de siglo XIX y comienzos del XX. Esta tendencia provocó indudablemente un período de ganancias gigantescas. Por otra parte no hay que sobreestimar las ganancias de origen colonial e n c o m p a r a c i ó n c o n las de otras inversiones o préstamos extranjeros. Además, aún si hubieran sido más importantes, siempre queda como suposición el que de verdad dieron una gran inyección a la econom ía de la metrópoli. 2. Geográficamente: por un lado también los países sin colonias conocieron la misma mejora en cuanto a nivel de vida; por otro lado se ha demostrado que la tendencia hacia la concentración, responsable de las grandes ganancias, se ha destacado rná. en las empresas de países no t a n inclinados hacia el colonialismo, como por ejemplo el caso de los EEUU y el de Alemania. E. Alternativas cqué h u b ie r a p a s a d o s in la c o lo n iz a c ió n ? Para concluir hipotéticas queremos hacer la pregunta acerca de la a k e m a tiv a h is tó r ic a h ip o té tic a : como lo h izo el Japón? 1 , ¿ S e h a b r/a n in d u s tr ia llz a d o lo s " p a ís e s s u b d e s a r r o lla d o s " , Algunos países, sobre todo en Asia, quizá sí, pero la mayoría de los países todavía no habían alcanzado tal punto a la víspera de su colonización. En cuanto a algunos de estos países, sobre todo aquellos que pertenecían a una u otra periferia, es posible afirmar que, en el momento en que finalmente hubieran alcanzado tal punto, se les habrían adelantado tantos otros pa íses, de modo que su situación de partida para industrial izarse probablemente no hubiera sido más fácil que hoy. La razón se encuentra en el hecho de que las "economías mundo" no-europeas -es decir, los conjuntos económicamente autónomos fuera de Europa- habrían provocado, ellas también, un desarrollo diferenciado entre s u s centrosRQPONMLKJI y sus periferias. Sea como sea, la colonización cambió prematuramente el paso de su desarrollo, pero no lo mejoró. Por eso, descolonizarse ha sido necesario +pero en sí mismo no suficiente- para desarrollarse econórnicarneru . Resulta que también después de la descolonización, el Tercer Mundo siguió siendo la periferia, sin necesidad de dom inación poi ítica. Esta 49 R e v is ta E s tu d io s zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA situación nos hace plantear la pregunta si la colonización ha sido realmente necesaria y si la dominación económica no hubiera sido suficiente para lograr el mismo resultado. Hoy, esto es un hecho, pero aparentemente en el comienzo de la dominación y quizá hasta mucho tiempo después no era así, por lo general. Muy esclarecedora podría resultar una investigación acerca de las motivaciones que existieron para colonizar y descolonizar en cada caso. 2 . ¿ S e h a b r i a n ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA in d u s t r t a liz a d o l o s " p a i s e s d e s a r r o l l a d o s " ? . Es probable que sí, porque el peso y la dinámica de explotación necesarias para efectuarlo, se encontraban en los m ismos países europeos (ver arriba). Es posible que en ciertos momentos el ritmo de su desarrollo hubiera sido más lento y más débil. Pero, por. otro lado, su industrialización hubiera tenido tal vez menos c~ñsecuencias negativas en el comienzo y hasta el momento difícilmente u bicable en el siglo XX en que la sociedad industrial de todos modos habr ía comenzado de manera inevitable a influenciar intensamente el mundo no industrial. Sea como sea, de este modo el ¡ñundo se habría dividido menos rápidamente y menos profundamente en "países subdesarrollados" y "países desarrollados". F. SolucionesRQPONMLKJIHGFEDCBA • ¿ D ó n d e s e e n c u e n tr a n la s s o lu c io n e s p a r a e l s u b d e s a r r o llo ? él.os "países subdesarroTendrjan liados" tendrían que buscar+su lugar d e n t r o de la economía mundial capitalista? que tratar de pertenecer al centro y, de ser así, de qué manera? ¿O tienen que desarrollarse al máximo f u e r a de la economía mundial capitalista y escoger el socialismo? ¿Impidió semejante opción la evolución hacia el subdesarrollo en la Unión Soviética? Hoy vemos que en el Tercer Mundo ambas posibilidades tienen sus adictos. é 111. El Subdesarrollo y la Conciencia del Subdesarrollo Mucho tiempo tomó formarse una clara conciencia, ahora llamada el "subdesarollo", para el proceso en el cual se vio involucrado el Tercer Mundo. Dos series de factores recientes, relacionados con los cambios de la realidad y con la percepción de ella, determi(2 7 naron la concientización Se presentaron tres cambios poi íticos y económicos importantes, como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial: Primero, la descolonización abolió el silecio de los colonizadores. Estos por miedo a las críticas, no decían nada sobre el hambre y la pobreza de las poblaciones que crecieron explosivamente en las colonias. Segundo, la Guerra Fría, en la cual el nuevo Tercer Mundo tenía que decidir sobre su posición, y, tercero, la industrialización naciente en algunos "países subdesarrollados". Estos cambios llevaron forzosamente hacia una reubicación profunda del Tercer Mundo en el contexto mundial. Al mismo tiempo, el progreso en cuanto a la comunicación moderna (los medios de comunicación y el transporte) agudizó súbitamente y a escala mundial la percepción de esta realidad. El estilo de vida en los "países desarrollados" trajo consigo un "efecto de demostración" en cuanto a las necesidades y las aspiraciones de los pueblos en el Tercer Mundo y reveló el carácter no-obvio, injusto y eliminable de su propia situación. 50 / LaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFE h is t o r ic id a d d e l s u b d e s a r r o llo zyxwvutsrq , Las reacciones a esta concientización son diversas: en los "países desarrollados" los medios poi íticos y económicos intentan integrar al Tercer Mundo en el orden mundial existente mediante el comercio y la "ayuda", a un costo m ínimo. En los "países subdesarrollados" muchos viven el subdesarrollo como situación deZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA c r i s i s profunda, en la cual se sienten reducidos a la explotación y de la cual desean emanciparse. Aunque la conciencia del subdesarrollo no es necesariamente la más aguda all í donde más grave es el subdesarrollo, resulta indispensable para su problematización y la lucha en su contra. Conclusión Volvemos a las hipótesis de nuestra diacrónico y como situación sincrónica. introducción sobre el subdesarrollo como proceso 1 . E l s u b d e s a r r o l l o n o h a e x i s t i d o s i e m p r e y n o e s a h i s t ó r i c o . De afirmar lo contrario se negaría la evolución histórica tanto de los países ahora "desarrollados" como de los ahora "subdesarrollados" y sus procesos mutuamente comparables hasta la Revolución Industrial. 2 . E l s u b d e s a r r o llo im p lic ó u n p r o c e s o h is tó r ic o la r g o y d is c o n tin u o . Es un proceso complicado, formado por dos elementos. Hay un núcleo i n t e r n o : la marginalización larga, masiva y cotidiana de los pueblos del Tercer Mundo por parte de élites muy poderosas. Esto se expresa por lo general muy concretamente en los enormes contrastes entre opulencia y miseria. Además de estas relaciones internas, existen fuerzas e x t e r n a s consecutivas provenientes de los "países ahora desarrollados". Esta influencia se hace sentir principalmente de manera indirecta mediante las élites nacionales. El subdesarrollo no tiene una sola causa, sino v a r i a s . Cada una es muy distinta de la otra y el resultado de muchas Influencias. Cada una está influenciando a las demás y al conjunto de las causas en grados y ritmos desiguales. El conjunto forma una combinación de factores antiguos (a veces ya no activos) y factores recientes que aisladamente quizá no podrían causar el subdesarrollo pero sí en su interacción histórica. El subdesarrollo es un fenómeno g l o b a l . Los puntos de vista que niegan los factores internos o externos n'o solamente son etnocéntricos, sino que también esconden segundas intenciones poi íticas. Si se descuidan los factores internos, se está negando la dinámica nistórica del mismo Tercer Mundo, poniendo como absoluta la de los "países desarrollados"; si se descuidan los factores externos, se está negando la influencia que ha tenido la dinámica histórica del mundo "desarrollado" en el Tercer Mundo. 3 . E l s u b d e s a r r o llo m a r s e .q u e e s tá s itu a d o e n e l c o n te x to e n r ig o r n o e x is te m á s q u e u n p r o c e s o m u n d ia l. ¿ E n q u é m e d id a ú n ic o , d e d e s a r r o llo d iv e r g e n te , puede a tir - en el cual el Es cierto e l s u b d e s a r r o llo c o n s titu y e n s u m u tu a c o n d ic ió n d e e x is te n c ia (2 8 )? que en los comienzos el desarrollo y el subdesarrollo no se realizaban en forma interdependiente. Pero, por un lado, la colonización ha determinado en gran medida el subdesarrollo desde sus comienzos y principalmente a partir del siglo XIX (cuando se llevó a cabo por países industrial izados) y, por otro lado, la dependencia de los "países desarrollados" del Tercer Mundo, antes relativamente modesta, ha crecido mucho en el siglo X X , especialmente después de la Segunda Guerra Mundial. En el sistema mundial, integrado y jerárquico, el desarrollo y el subdesarrollo se han vuelto más y más interdependientes. Esta mutua dependencia solo desde hace poco se hizo decisiva. Decisiva pero no absoluta. El centro resulta más necesario para la periferia que al d e s a r r o llo y 51 R e v is ta E s tu d io s zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA revés. Por eso no hay propiamente una dialéctica entre el desarrollo y el subdesarrollo, porque para lograr ésta, los polos del sistema tendrían que estar opuestos no obstante que equivalentes. Un centro y una periferia no son como aquellos polos. Un centr ~ siempre explota más a su periferia que lo que ella misma -por grande que sea- pudiera contribuir al desarrollo de éste. 4 . E l s u b d e s a r r o l l o t i e n e u n c o m i e n z o . Esto va impl ícito en lo que precede. 5 . E l s u b d e s a r r o llo s e o r ig in ó e n m o m e n to s d i f e r e n t e s s e g ú n c a d a r e g i ó n . La pregunta acerca de c u a n d o n a c i ó p r e c i s a m e n t e e l s u b d e s a r r o l l o y hasta dónde hay que retroceder para encontrar este punto en el tiempo tiene una respuesta distinta según la región específica y la graduación de causas diversas en ella. Sin embargo, pensamos que no será fácil encontrar el su bdesarrollo como tal antes del período de la industrial ización de los "países desarrollados", porque es precisamente este fenómeno el que fortaleció mucho los factores ya presentes, como el de la colonización. Solo en el momento en que el centro industrial comienza a influir en la periferia tradicional de manera intensa, voluminosa, rápidaRQPONMLKJI y duradera, puede afirmarse que nace la tendencia decisiva hacia el subdesarrollo, que se acelera y conduce hacia una crisis profunda y general (29). Esto no es restrictivo: es defendible la tesis según la cual el subdesarrollo de algunas zonas de América Latina y Africa nació antes, si se tiene en cuenta la brusca repercusión de la intervención europea en estas zonas. Tarde o temprano terminará el subdesarrollo, y es un hecho que también el fin estará diferenciado (ia menos que un desastre nuclear pusiera fin a todo! ). La discusión actual sobre las fronteras geográficas del subdesarrollo solo implica la reflexión de cambios relativamente recientes en este sentido. Se puede proyectar un punto en un futuro lejano, o quién sabe? -cercano en que los cambios sean tan fundamentales, que conceptos tales como el de subdesarrollo ya no tengan sentido. Así queda muy claro por una parte que algunos de los países actualmente "subdesarrollados" podrían liberarse del subdesarrollo mediante un desarrollo dentro o fuera de la econom ía mundial. Por otro lado, algunos de los "países desarrollados" podrían caer en la periferia después de un período de crisis, pero esta situación difícilmente apenas podrá llamarse "subdesarrollo". A esta altura estaremos confrontados con relaciones de centro a periferia casi totalmente nuevas, en las cuales la categoría de "Tercer Mundo" como la entendemos ahora, ya no existirá. La naturaleza de la periferia habrá cambiado demasiado y ya no se identificará exclusiva o enteramente con los "pa íses ahora su bdesarrollados". é 6. V is to d e s d e u n a p e r s p e c tiv a c o n te m p o r á n e a , e l s u b d e s a r r o llo c o n s titu y e u n a p r o b le - El subdesarrollo es original y nuevo en el sentido de que la p o s i b i l i d a d d e c o m p a r a c i o n e s con otras situaciones históricas -sobre todo con las de los "países desarrollados" de ·antañoestá limitada. Lo mismo puede afirmarse en cuanto a las conclusiones a sacar de semejantes comparaciones en ambas direcciones. ¿Por qué? En un sistema mu ndial, las partes interdependientes no pueden aislarse en el espacio para hacer comparaciones en el tiempo(30). El contexto de hoy con sus relaciones intensas constituye un contexto muy distinto para el Tercer Mundo frente al de antes para los "países desarrollados". La existencia pura y simple de los mismos "países desarrollados" ha cambiado el ambiente para los "países subdesarrollados". En el caso de la industrialización por ejemplo, los numerosos, "países subdesarrollados" están retrasados, y se ven obligados a realizar pronto y al mismo tiempo este proceso, hoy eo día mucho más complejo en un mundo muy integrado. Además, el Tercer Mundo tiene que industrializarse hoy en tanto periferia y no como centro, a diferencia de los "países desarrollados" en la época m á tic a 52 o r ig in a l y nueva, por la c o n c ie n tiz a c ió n r e c ie n te . R e v is ta E s tu d io s zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA revés. Por eso no hay propiamente una dialéctica entre el desarrollo y el subdesarrollo, porque para lograr ésta, los polos del sistema tendrían que estar opuestos no obstante que equivalentes. Un centro y una periferia no son como aquellos polos. Un cent'~ siempre explota más a su periferia que lo que ella misma -por grande que sea- pudiera contribuir al desarrollo de éste. 4 . E l s u b d e s a r r o l l o t i e n e u n c o m i e n z o . Esto va implícito en lo que precede. 5 . E l s u b d e s a r r o llo s e o r ig in ó e n m o m e n to s d i f e r e n t e s s e g ú n c a d a r e g i ó n . La pregunta acerca de c u a n d o n a c i ó p r e c i s a m e n t e e l s u b d e s a r r o l l o y hasta dónde hay que retroceder para encontrar este punto en el tiempo tiene una respuesta distinta según la región específica y la graduación de causas diversas en ella. Sin embargo, pensamos que no será fácil encontrar el subdesarrollo como tal antes del período de la industrialización de los "países desarrollados", porque es precisamente este fenómeno el que fortaleció mucho los factores ya presentes, como el de la colonización. Solo en el momento en que el centro industrial comienza a influir en la periferia tradicional de manera intensa, voluminosa, rápida y duradera, puede afirmarse que nace la tendencia decisiva hacia el subdesarrollo, que se acelera y conduce hacia una crisis profunda y general (29). Esto no es restrictivo: es defendible la tesis según la cual el subdesarrollo de algunas zonas de América Latina y Africa nació antes, si se tiene en cuenta la brusca repercusión de la intervención europea en estas zonas. Tarde o temprano terminará el subdesarrollo, y es un hecho que también el fin estará diferenciado (ia menos que un desastre nuclear pusiera fin a todo! ). La discusión actual sobre las fronteras geográficas del subdesarrollo solo implica la reflexión de cambios relativamente recientes en este sentido. Se puede proyectar un punto en un futuro lejano, o z qulén sabe? -cercano en que los cambios sean tan fundamentales, que conceptos tales como el de subdesarrollo ya no tengan sentido. Así queda muy claro por una parte que algunos de los países actualmente "subdesarrollados" podrían liberarse del subdesarrollo mediante un desarrollo dentro o fuera de la econom ía mundial. Por otro lado, algunos de los "países desarrollados" podrían caer en la periferia después de un período de crisis, pero esta situación difícilmente apenas podrá llamarse "subdesarrollo". A esta altura estaremos confrontados con relaciones de centro a periferia casi totalmente nuevas, en las cuales la categoría de "Tercer Mundo" como la entendemos ahora, ya no existirá. La naturaleza de la periferia habrá cambiado demasiado y ya no se identificará exclusiva o enteramente con los "países ahora subdesarrollados". 6. V is to d e s d e u n a p e r s p e c tiv a c o n te m p o r á n e a , e l s u b d e s a r r o llo c o n s titu y e u n a p r o b le - El subdesarrollo es original y nuevo en el sentido de que la p o s i b i l i d a d d e c o m p a r a c i o n e s con otras situaciones históricas -sobre todo con las de los "países desarrollados" de 'antañoestá limitada. Lo mismo 'puede afirmarse en cuanto a las conclusiones a sacar de semejantes comparaciones en ambas direcciones. ¿Por qué? En un sistema mundial, las partes interdependientes no pueden aislarse en el espacio para hacer comparaciones en el tiempo! 30). El contexto de hoy con sus relaciones intensas constituye un contexto muy distinto para el Tercer Mundo frente al de antes para los "países desarrollados". La existencia pura y simple de los mismos "países desarrollados" ha cambiado el ambiente para los "países subdesarrollados". En el caso de la industrialización por ejemplo, los numerosos, "países subdesarrollados" están retrasados, y se v'en obligados a realizar pronto y al mismo tiempo este proceso, hoy e!J día mucho más complejo en un mundo muy integrado. Además, el Tercer Mundo tiene que industrializarse hoy en tanto periferiaRQPONMLKJIHGFEDCBA y no como centro, a diferencia de los "países desarrollados" en la época m á tic a 52 o r ig in a l y nueva, por la c o n c ie n tiz a c ió n r e c ie n te . L a h is t o r ic id a d d e l s u b d e s a r r o llo zyxwvutsrqp "comparable". El desarrollo y el subdesarrollo no constituyen entonces fases consecutivas a lo largo de un contínuo desarrollo, y el desarrollo no es, por así decirlo, el simple reverso del subdesarrollo, una situación sin problemas; muy al contrario. La crítica múltiple que le formulan sus adversarios indica precisamente que el desarrollo tiene un carácter imperfecto e histórico, y que el mismo concepto es relativo. Cada transferencia de modelos que se basa en la comparabilidad completa del subdesarrollo ahora y el desarrollo antes desde una visión lineal, fracasará por su naturaleza ahistórica (31 ).ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA E l s u b d e s a r r o llo es, pues, o r ig in a l y -n u e v o , cpero o r ig in a l y nuevo h a s ta q u é p u n to ? Al hacer esta última pregunta, tenemos que indicar dos diagnósticos erróneos. Primero, e l s u b d e s a r r o l l o n o e s u n f e n ó m e n o v i e j o y f a m i l i a r , y " r e n o v a d o " l i g e r a m e n t e . Al pensar así, se reduce el subdesarrollo a un problema reconocible y familiar, que tendría remedio con las soluciones eventualmente un poco adaptadas de versiones más antiguas del problema. Tal visión (por lo general derechista) impl ica que sería posible p r o y e c de subdesarrollo hacia el pasado de los "países desarrollados" y que, al t a r el concepto haberse desarrollado éstos gradualmente, también lo haría el Tercer Mundo. Pero los "países desarrollados" nunca han sido subdesarrollados -en cambio sí han sido tradicionales- y además en este argumento se excluye claramente la mutua influencia del desarrollo y del su bdesarrollo en sus evoluciones históricas. As í, queda libre el cam ino para la perpetuación del subdesarrollo. Segundo, e l s u b d e s a r r o l l o n o e s u n f e n ó m e n o t o t a l m e n t e n u e v o . En este caso los antecedentes históricos y las experiencias de situaciones periféricas similares perderían su valor. Tal visión (por lo general izquierdista) implica que el subdesarrollo es inmanejable y algo a lo que no podemos hacer frente, a menos si no se aplica una medida también totalmente nueva: la revolución mundial armada. El subdesarrollo se sitúa entre ambos puntos. En el debate sobre el subdesarrollo hay que refutar los puntos de vista ahistóricos que prestan una falsa historicidad o simplemente ninguna historicidad al subdesarrollo. El subdesarrollo sólo se vuelve una problemática que se puede combatir si intentamos presentarlo de manera racional e históricamente correcta. También el fin del subdesarrollo estará determinado históricamente y se llevará a cabo por grupos sociales. Para estos grupos, la gran utilidad de una discusión sobre la historicidad del subdesarrollo se encuentra en las indicaciones impl ícitas que nos puede dar en cuanto a los límites dentro de los cuales se situarán las estrategias que pondrán fin al subdesarrollo. 53 NOTASRQPONMLKJIHGFEDCBA En este estudio nos referiremos únicamente al desarrollo social-económico. Se utilizarán también sinónimos corrientes (como "Tercer Mundo" ... ). D e v e lo p Ver 1. S. Abdalla, Heterogeneity and differentiation. The end for the Third World? , en:ZYXWVUTSRQ (2 ) zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA m e n t D ia lo g u e , 1978, nr.2, pp. 3-10,18-21; Y también la discusión en T h ir d W o r ld O u e r t e lv , 1979-1980-1981. (3 ) Y. Lacoste, H e t v ie r d e m ilja r d . D e t o e k o m s t d e r o n d e r o n t w ik k e ld e la n d e n . (El cuarto millar. El futuro de los países subdesarrollados), Meppel, 1968, 2nda ed , (original en francés, Les pays-sousdéveloppés, collección Que sais-je? Paris, PUF. 1959. Existe traducción española), págs. 83-87. (4 ) Oónde tendrían que claslflcarse países como Argentina, Africa del Sur, Israel, e incluso Japón? ¿Dónde la China y otros países socialistas? ¿Dónde la Europa meridional y oriental? Nociones tales como la "semiperiferia" otorgan solidez estructural a estos casos ambiguos. Ver Y. Lacoste, G é o g r a p h ie d u ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA s o u s -d é v e lo p p e m e n t. G é o p o lit iq u e d 'u n e c r is e . Paris, PUF, 1976 (tercera edición totalmente revisada), págs. 243-254,276-283. (Resumen de este libro en: Y. Lacoste, Les pavs sous-développés. Sexta edición totalmente revisada, colección Que sais-je? .París, PUF, 1979). Y. l.acoste, G é o g r a p h ie . . . , o. c., págs. 255-257. (5 ) Aunque .admitimos sin más que la prosperidad de estas culturas por lo general era muy relativa (6 ) desde el punto de vista del ciudadano común. Pero esto es verdad para todas las culturas de antes. Ver A. Memmi, P o r t r a it d u c o lo n is é , p r é c é d é d e P o r t r a it d u C o lo n is a t e u r et d 'u n e P r é f a c e d e (7 ) Traducción en inglés: The Colonieer J e a n - P a u l S s r t r e . Paris, Payot, 1973, 3ra ed., págs. 109-113. and the Colonized, Boston, 1967. Y. Lacoste, G é o g r a p h ie . . . ,o. c., págs. 101-104. (8 ) Ver P. Matthias, Adam's Burden: diagnoses of poverty in post-medieval Europe and the Third (9 ) G e s c h ie d e n is (Revista de Historia), .1976, N° 2, págs. 149-160. World now,en: T ijid s c h r if t v o o r (10) Ver P. Bairoch, L e t i e r s - m o n d e d a n s t 'i m p e s s e . L e d é m a r r a g e é c o n o m í q u e d u X V I / le a u X X e s i é c t e . Paris, Gallimard, 1971, págs. 9-22 (versión en castellano: El Tercer Mundo en la Encrucijada. Madrid. Alianza ed. Buenos Aires, Emecé eds. El Libro de Bolsillo N° 454). A. G. Frank, W o r ld A c c u m u la t io n 1492-1789, Londres, The Macmillan Press, 1978, págs. 26-36. (1 1 ) P. Bairoch, Ecarts internationaux des niveaux de vie avant la Révolution Industrielle, en: A n n a le s P. Bairoch, Les grandes tendances des disparités économiques E . S . C . , 1980, enero, págs. 145-171; nationales depuis 1" révolution industrielle (mimeo, 1978), también en: M. Flinn ( e d . ) , P r o c e e d in g s o f t h e 7 t h I n t e r n a t io n a l E c o n o m ic H is t o r y C o n g r e s s . Edinburgh, 1978, págs. 175-186 (publicado en español como: P. Bairoch, Las grandes tendencias de las disparidades económicas nacionales después de la revolución industrial, en: Historia económica: nuevos enfoques y nuevos problemas. Comunicaciones al Séptimo Congreso Internacional de Historia Económica, Barcelona, Editorial Crítica (Grijalbo), 1981, págs. 196-213); y P. Bairoch, Le bilan économique du colonialisme: mythes et réalités. En: I t in e r a r io , 1980, N° 1. (History and Underdevelopment), págs. 32-33. (1 )' é 54 L a h is t o r ic id a d (12) (13) (14) (15) (16) (17) (18) (19) (20) d e l s u b d e s a r r o llo zyxwvut U. Melotti, M a r x a n d ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA t h e T h ir d W o r ld , Londres The Macmillan Press 1977 (original de italiano, 1972), pág. 104. Paul Bairoch calculó un presupuesto t í p ic o para grupos sociales con los ingresos más bajos en las sociedades preindustrlales, como sigue: alimentos: 67-73%; ropa: 11-15%; vivienda: 9-13% (más alumbrado 1 a 2% y calefacción 3 a 5% en Europa); otros: 4-8%. Ver P. Bairoch. E c a r t s . . . ,art. . cit., 1980, págs. 149-153. Ver entre otros F. Braudel, C iv ilis a t io n m a t é r ie lle , é c o n o m ie e t c a p it a lis m e . Paris, Colin, 1979, segunda parte, L e s je u x d e I 'é c h a n g e , págs. 110-113,522; Y tercera parte, L e t e m p s d u m o n d e , págs. 66, 223, 254-261, 331-332,460-469,510-;-511;RQPONMLKJIHGFEDCBA Y A.G. Frank, O n c a p it a lis t u n d e r d e v e lo p m e n t , Bombay, Oxford University Press, 1975 (original de 1963), págs. 10, 14, 17. Ver para eso por ejemplo P. A n d e r s o n , P a s s a g e s f r o m a n t iq u it y t o f e u d a lis m , Londres, Verso, 1978; P. Anderson, L in e a g e s o f t h e e b s o t u t i s t s t a t e , Londres, Verso, 1979; R. Feddema y F. Tichelman, D e d o o r b r a a k v a n h e t k a p it a lis m e . H ls t o r ls c h e v o o r w a a r d e n v o o r e e n i n d u s t r i é l e r e v o l u t i e , Boom, Meppel, 1978 (El despegue del capitalismo. Condiciones históricas para una revolución industrial); R. Hilton (ed.), T h e t r a n s it io n f r o m f e u d a lis m t o c a p it a lis m , Londres, 1978 (lra ed. 1976) (versión en castellano: Transición del feudalismo al capitalismo. Edición ampliada. Bogotá, ed. Latina, 1977, 309 págs. 1. Wallerstein, T h e m o d e r n w o r t d - s v s t e m . C a p it a lis t A g r ic u lt u r e a n d t h e D r ig in s o f Press, 1974, págs. t h e E u r o p e a n W o r ld - E c o n o m y in t h e S ix t e e n t h C e n t u r v , N¡- v York, Academic 15-63; E. Hobsbawm, Introduction, en: K. Marx, P r e - c e p it e t is t e c o n o m ic f o r m a t io n s . New York, International Publishers, 1977 (lera ed. 1964), págs. 28-29, 41-48, 52-57 (versión en castellano: Formaciones económicas precapitalistas. Ed. Crítica, Grijalbo, Barcelona, 1979, 183 págs.). E. Hobsbawm, From feudalism to capitalism, en: R. Hilton (ed.], o . c . , pág. 163. F. Braudel, L e t e m p s d u m o n d e , o.c., primer capítulo; y F. Braudel, The expansion of Europe and the "Iongue durée ", en: H. Wesseling (ed.), E x p a n s io n a n d R e a c t io n . E s s a y s o n E u r o p e a n E x p a n s io n a n d R e a c t io n in A s ia a n d A f r ic a , Leiden, Leiden U niversity Press, 1978, págs. 17-27. Ver por ejemplo R. Brenner, The origins of capitalist development: a critique of Neo-Smithian marxism, en: N e w L e f t R e v i e w , 1977, jupo-agosto, N° 104, págs. 66-67; P. Bairoch, R é v o lu t io n in d u s t r ie lle e t s o u s -d é v e to p p e m e n t, Paris, Mouton, 1974 (cuarta ed., 1963 primera ed.; existe et genése de la versión española), págs. 45~70, 201-202; P. Bairoch, Commerce international révolution industrielle anglaise, en: A n n a le s E . S . C . , 1973, N° 2, págs. 567-570; P. Bairoch, Le bilan ... , a r t . c i t . , págs. 38-39. Ver por ejemplo P. Bairoch, Le bilan ... , a r t . c it . , págs. 36-38. Ver P. Anderson, L in e a g e s . . . , o.c., págs. 403-404, 472-474, 482-495, 547-549; E. Hobsbawm, Introduction, a r t . c i t . , págs. 57-65. Acerca del modo de producción asiático, ver, entre otros, U. Melotti, o . c . P. Bairoch, Le bilan ... , a r t . c it . , págs. 29-32. En este estudio, colonización significa "incorporación poi (tica", imperialismo "dominación econó- mica". (21) (22) (23) Ver A. Foster-Carter, The modes of production controversy, en: N e w L e f t R e v i e w , 1978, enerofebrero, N° 107, págs. 47-77. A.G. Frank, L o m p e n b o u r g e o is ie e n lo m p e n o n t w ik k e lin g . A f h a n k e lijk h e id e n K le s s e n s t r u k t u u r v a n L a t ijn s A m e r ik a , Amsterdam, 1975 (original: Lumpenburguesia: Lumpendesarrollo, Ediciones de 1970), págs. 24, 28; A.G. Frank, Le développement du sousla Banda Oriental, Montevideo, -développement, en: C r it iq u e s d e I 'é c o n o m ie p o lit iq u e , 1971, abril-junio, N° 3, págs. 10-13 (original en inglés, 1966); ver también A.G. Frank, D e p e n d e n t A c c u m u la t io n a n d U n d e r d e v e t o p m e n t , Londres, Monthly Review Press, 1979, por ejemplo págs. 17-24; y A.G. Frank, W o r ld . . . ,0.C.; y A.G. Frank. Hacia una teoría histórica del subdesarrollo capitalista en Asia, Africa y América Latina, en: Vitale, Baqui De Armas, Olmedo, Mandel, Frank, Feudalismo, capitalismo subdesarrollo, Madrid, Akal ed., 1977, págs. 195-229. Ver P. Bairoch, Le bilan ... , a r t . c t t . , págs. 33-35; P. Bairoch, L e t ie r s - m o n d e . . . , o.c., págs. 113-161; P. Bairoch, R é v o lu t io n . . . , o.c., págs. 140-143; y por ejemplo, G. Myrdal, A s ia n Century Fund, 1968, d r a m a . A n in q u ir y in t o t n e p o v e r t y o f n a t io n s . New York, The Twentieth págs. 144-146; J. Goldthorpe, T h e s o c io lo g y o f t h e T h ir d W o r ld . D is p a r it y a n d in v o lv e m e n t . Londres, Cambridge University Press, 1975, págs. 65-69; D. Fieldhouse, I m p e r ia lis m e (Imperialismo), Bussum, Fibula-Van Dishoeck, 1975 (original en inglés), capit. 5 y págs. 47-59. 55 R e v is t a E s t u d io s (24) (25) (26) (27) (28) (29) (30) (31) (*) 56 zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA Para ejemplos, ver: K. Griffin, U n d e r d e v e t o p m e n t in S p a n is h A m e r ie a . A n in t e r p r e t a t io n . Londres, Allen and Unwin, 1971 (2nda ed., 1 era ed.: 1969), págs. 37-50 ("Fragments of History"). Estas son las tesis de A. Gerschenkron, que se encuentran especialmente en E e o n o m ie b a e k w a r d n e s s in h is t o r ie a l p e r s p e e t iv e . A b o o k ofZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA e s s e y s . , Cambridge, 1962, págs. 5-30, aplicadas a la industrializaci6n del Tercer Mundo por R. Sutcliffe, entre otros (ver su: I n d u s t r y a n d u n d e r d e Londres, 1971). Para un resumen de estos datos, ver A. De Baets, V e r g e lijk b a a r h e id v e lo p m e n t , t u s s e n " o n d e r o n t w ik k e t d e ts n d e n " n u e n " o n t w ik k e ld e t e n d e n " v r o e g e r (Comparabilidad entre los "países subdesarrollados" ahora y los "países desarrollados" antes), Memoria sin publicar, Gante, 1978, págs. 34-36. I m p e r ia lis m , Harmondsworth, Penguin, 1977 (1 ra ed. 1971), págs. 129, Ver G. lichtheim, 136-137; Y E. Mandel, De Theorie van Marx over de oorspronkelijke akkumulatie en de industrialisering van de Derde Wereld (La teoría marxiana de la acumulaci6n primitiva y la industrialización del Tercer Mundo. Versión española en: Vital e, Bagu etc., o.c. nota 22, págs. 167-194). Sobre la acumulación original y la industrializaci6n del Tercer Mundo en: W a t is im p e r ia lis m e ? (¿Qué es imperialismo?). Nijmegen, SUN, 1974 (original en alemán, 1967), pág. 62. profundaHasta donde alcance nuestro conocimiento al respecto, sólo Y, Lacoste ha estudiado mente las causas de la concientización sobre el subdesarrollo, ver G é o g r a p h ie . • . , O.C., cap. 1 y págs. 81-86; y Y. Lacoste, G é o g r a p h ie d u s o u s - d é v e lo p p e m e n t , Paris, PU F, 1965, págs. 150-164; ver también A. De Baets, De Belgische publieke opinie over de Derde Wereld, 1945-1964. (La opinión pública belga sobre el Tercer Mundo), en: S p ie g e l H is t o r ia e l, 1981, febrero, págs. 91-97. Ver también H. Wesseling, Introduction, en: I t in e r a r io , 1980, N° 1, págs. 1-5. Este carácter de crisis, lo analizó Y. Lacoste en: G é o g r a p h ie . • . , o.c., 1976, cap. 9 y en: Les pays sous-développés, Paris, PUF, 1979 (6ta ed, totalmente revisada), cap. 7. 1. Wallerstein, o . c . , págs. 3-11, describe muy bién cómo choca con este problema al buscar su exacta unidad de análisis. Sin embargo, este evolucionismo linear constituye la visión -consciente o no- de la mayoría de las instancias poi íticas y opiniones públicas en los "países desarrollados". Para el problema entero de la comparabilidad, ver A. De Baets, V e r g e lijk b a a r h e id . • . ,o.c. (85 págs.). El primer borrador de este estudio lleva fecha agosto de 1978. Agradecemos a William Blondeel, Ruddy Doorn, Hugo Soly y el Profesor [ef Van Bilsen por su lectura crítica del segundo borrador con fecha diciembre de 1979. La versión definitiva estaba lista en noviembre de 1980 y se public6 en T ijd s e h r if t v o o r D ip lo m a t ie (Revista de Diplomacia), 19S1, junio, págs: 602-615, bajo el título: De historiciteit van de onderontwikkeling. La traducción española, alistada en-la primera mitad de 1983 y amablemente corregida por Leda D íaz y Adriana Torres, contiene algunos pequeños cambios, adiciones y omisiones. P a is a je u r b a n o