L A H IS T O R IC ID A D
ANTOON
DEL SUBDESARRO LLO
DE BAETS
RQPONMLKJIHGFEDCBA
IN T R O D U C C IO N zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
Desde hace unos treinta años, se ha vuelto corriente hablar de "países desarrollados" y
"subdesarrollados". Ambas denominaciones abarcan los grupos de países caracterizados por
los conceptos de desarrollo y subdesarrollo.
¿Hasta qué punto es correcto el uso de tales conceptos?
Tienen sentido? Propiamente dicho, solo el concepto "desarrollo" existe, porque cualquier país ya está o todavía está
en desarrollo. Pero por una costumbre generalizada el término "desarrollo" sólo indica el de
los "países desarrollados" y el "subdesarrollo" el de los "países subdesarrollados". Aunque
imperfectos y etnocéntricos, ambos términos se usarán en este estudio por su notoriedad y
simetría y de ninguna manera para expresar mediante ellos un juicio moral de superioridad o
inferioridad cultural (1). Ambos conceptos conllevan claramente un factor histórico que
indica su extensión a través del tiempo y del espacio, y nuestra primera pregunta será
precisamente si los conceptos se pueden demarcar de una manera suficientemente precisa a
través del tiempo y del espacio.
.
é
A.
Problemas de la demarcación espacial del desarrollo y del subdesarrollo
¿Los "países desarrollados" y los "países subdesarrollados" son dos entidades monolíticas opuestas, o no? En otras palabras, ése están caracterizando los "países subdesarrollados" por la u n id a d o más bien por la d iv e r s id a d ? D e h e c h o } hay grandes d if e r e n c ia s de
un "país subdesarrollado" a otro y dentro de cada uno de ellos. La diferencia más grande,
probablemente la ¿'onstituye la práctica de unas estructuras socio-económicas capitalistas, o
bien, socialistas. El subdesarrollo no es idéntico en ningún país y probablemente no existen.
modelos de subdesarrollo, aunque los procesos como la colonización y el imperlaílsmo
impusieron más unidad estructural (bajo la forma de dependencia) al Tercer Mundo. Mejor
dicho, más bien son los "países desarrollados" los que en muchos aspectos, entre otros,
históricos, demuestran una mayor unidad. Obviamente, su número mucho más limitado, ya
orienta en esta dirección.
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R e v is ta E s tu d io s
A n i v e l m á s a b s t r a c t o , zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCB
las s e m e j a n z a s y experiencias comunes son suficientemente
importantes -a pesar de las diferencias- como para referirse con razón a un conjunto de
situaciones en el Tercer Mundo por medio de conceptos unificadores como aqu í con el caso
del término "subdesarrollo". El debate se revivió en el período actual de crisis, para singularizar a ciertos grupos de países en el Tercer Mundo, como los "países productores de
petróleo" ("OPEP"), los "países recién industrial izados" (en inglés: NICs), los "países menos
desarrollados" (en inglés: "LlDCs"). El debate tiene unas implicaciones importantes por la
posibilidad de clasificar a los países involucrados dentro de nuevos grupos o como parte de
otro grupo de pa ísesRQPONMLKJIHGFEDCBA
(2 ) Y porque a menudo esta evolución es aprovechada como argumento
para fragmentar la unida del Tercer Mundo.
De estas reflexiones se podría deducir que, los "países subdesarrollados", aunque muy
diversos internamente y entre sí, constituyen un c o n j u n t o d i f e r e n c i a d o ) que surgió históricamente frente a los "países desarrollados", ellos también muy diversos internamente y entre
sí (3). Más adelante, trataremos de demostrar esto impl ícitamente. Sin embargo, dos categorías de países únicamente -los "desarrollados" y los "subdesa •.rollados"- no bastan para
reflejar la agrupación espacial del mundo con suficientes matices (4).
.
B.
Problemas de la demarcación temporal del desarrollo y del subdesarrollo
Desde una perspectiva temporal, es posible observar al desarrollo y al subdesarrollo de
manera dialéctica: d i a c r ó n i c a por un lado, por lo cual son explicados el desarrollo y el
subdesarrollo como p r o c e s o s históricamente crecidos en determ inadas etapas, s i n c r ó n i c a por
otro, por lo cual el desarrollo y el subdesarrollo se describen como s i t u a c i o n e s específicas en
un momento dado del tiempo. De inmediato podemos pues formular algunas tesis sobre la
historicidad -la naturaleza histórica- del subdesarrollo.
Son seis tesis en total, las tres primeras sobre su r.aturaleza diacrónica, las tres últimas
sobre su naturaleza sincrónica:
a.
b.
c.
d.
e.
f.
El subdesarrollo no ha existido siempre (y no existirá siempre).
Donde ocurre, no se mantiene una situación idéntica durante años o siglos. El subdesarrollo está sujeto a la dialéctica de la continuidad y el cambio, aunque la medida en
que se pueden producir los cambios sierr.pre depende de la elasticidad semántica atribu (da al concepto. Como sea, los "países subdesarrollados" no son "países no-desarrollados, estancados, estáticos, arcaicos o atrasados".
Hay una relación entre los procesos de desarrollo y de subdesarrollo. El problema
consiste en saber si la relación siempre ha existido y si es decisiva para el subdesarrollo.
El subdesarrollo tiene comienzo (y fin).
El subdesarrollo - 1 0 se originó (y probablemente no terminará) simultáneamente en
todos los lugares.
Hoy día hay conciencia sobre el subdesarrollo.
Elaboremos aqu í estas tesis, la primera en la primera parte, la última en la tercera y las
demás en la segunda parte.
38
L a h is t o r ic id a d
1.
Subdesarrollo
d e l s u b d e s a r r o llo
zyxwvutsrq
y Pobreza
El subdesarrollo
no ha existido siempre. De lo contrario, si existiera desde siempre,
éno se hubiera asimilado con situaciones muy antiguas o eternas de pobreza y de hambre? Si
la pobreza (o el subdesarrollo)
fuera eterna o muy antigua, en otras palabras si existiera y
hubiese de existir siempre únicamente en los "países subdesarrollados",
entonces los "países
desarrollados"
deberían mostrar siempre ventaja en su prosperidad en comparación con los
demás, una ventaja que además siempre conservarían:
La primera afirmación (sobre el pasado) no es correcta, y la segunda (sobre el futuro) no resulta probable y, en consideración de
la experiencia histórica, casi totalmente imposible (5). Expliquémonos.
Por una parte, hay "países subdesarrollados"
que conocieron antes períodos relativamente prósperos. Algunos países (como los países árabes, la India, China) tuvieron durante
siglos un nivel económico comparable y no muy raras veces más alto que los "países desarrollados" en aquel tiempo.
Por otra parte, los "países desarrollados"
conocieron muchos períodos de gran pobreza, a menudo mayor que los "países subdesarrollados"
de antes. Sólo a partir de su industrialización, construyeron
un nivel material más elevado.
La pobreza es un fenómeno menos ligado a los pa íses que a los grupos sociales. Por
eso, el desarrollo no excluye la pobreza, y el subdesarrollo tampoco la prosperidad. Algunos
grupos sociales (y no solamente grupos marginados) en los "países desarrollados"
todavía
son pobres, y algunos grupos sociales privilegiados en los "países subdesarrollados"
son muy
prósperos.
La misma manera de razonar que entiende por subdesarrollo una situación de pobreza
eterna, induce a menudo a pensar que esta pobreza (este subdesarrollo)
se debe a causas
permanentes
o eternas, en vez de encontrar su causa en el contexto social (h istórico y
cambiable pues). Estas causas se situarían dentro o fuera del grupo de los pobres, Aqu í
enumeramos las más frecuentes, dos de ellas situadas fuera y tres dentro del grupo de los
pobres, y las refutamos, o bien completamente,
o bien en su formulación absoluta y por eso
determinista.
Primero,ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
l a r e l i g i ó n . Los países con una religión
"que frena el desarrollo",
serían
"subdesarrollados"
y los países de religión "que estimula el desarrollo", serían desarrollados,
dice el argumento. Pero en vez de frenar o estimular ella misma el desarrollo, la religión más
bien está determinada -principalmente
en lo que se refiere a su carácter y función- por la
situación social, la cual, desde un punto de vista histórico es como indicamos, muy variable
en todos los países.
Segundo, e l c l i m a y e l a m b i e n t e f / s i c o . Los países (sub) tropicales serían "subdesarrollados" y los países de clima más templado "desarrollados".
Pero no todos los países o
regiones (sub) tropicales son "subdesarrollados"
(por ejemplo, el sur de los EEUU, Australia), y, al revés, no todos los "países subdesarrollados"
son países (sub) tropicales (por
ejemplo Carea, China del norte). Además, en el pasado el clima no constituyó un obstáculo
para las culturas prósperas en muchos países ahora "subdesarrollados"
(como los Aztecas, los
[mer, los Egipcios) (6). En cuanto al ambiente físico (recursos naturales y alimentos), los
"países subdesarrollados"
no son necesariamente
pobres (por ejemplo, la OPEP) y los
"países desarrollados"
no necesariamente ricos (por ejemplo el Japón).
Tercero, l a s d e f i c i e n c i a s p e r s o n a l e s (por ejemplo, la pereza) de la población del Tercer
Mundo. Según el argumento, un pueblo se volvió subdesarrollado
por perezoso. La refuta-
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R e v is ta E s tu d io s
zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
ción del argumento consiste en dos partes. Primero, la norma de llamar perezoso a alguien es
muy subjetiva. Además, aunque sea posible acusar a uno o a muchos individuos de ser
perezosos, de ninguna manera es posible acusar a todo un pueblo o a continentes enteros sin
excepción, porque así se excluirían las diversas circunstancias
geográficas, históricas y sociológicas, lo que conduce al racismo.
Cuarto, l a r a z a . Los pueblos "de color" serían "subdesarrollados",
los pueblos "blancos" serían "desarrollados".
Aun si fuera posible clasificar homogéneamente
a los países
según las razas -lo que queda totalmente
excluído-,
no todos "los países no blancos" se
identificarán
con el subdesarrollo
(por ejemplo al Japón), y, al revés, no todos los "países
subdesarrollados"
se identificarán
con los "de color" (por ejemplo, Africa del Norte, el
Medio Oriente, India del Norte, los criollos latinoamericanos).
y e l r itm o d e s u c r e c im ie n to .
Quinto, el argumento de l a p o b l a c i ó n , s u n ú m e r o ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCB
Los países o regiones superpoblados
serían países o regiones "subdesarrollados",
y las
regiones no superpobladas
serían "desarrolladas".
Pero no todos los países o regiones superpoblados son "subdesarrollados"
(por ejemplo, algunas aglomeraciones
urbanas en los
"países desarrollados"),
y, a: revés, no todos los "países subdesarrollados"
están superpoblados, a -veces están más bien subpoblados (por ejemplo, Gabón). La taza de crecimiento
tampoco es una causa necesariaa del subdesarrollo.
Los "países desarrollados"
conocían un
ritmo de crecimiento rápido en el siglo XIX, y sin embargo, hoy no son "subdesarrollados".
Este ritmo de crecimiento mismo es determinado más bien por el contexto social, más que lo
contrario y por consigu iente hay que buscar allá la causa, aunque es cierto que el problema
de la población ayuda fuertemente
a consolidar el subdesarrollo en un círculo vicioso. Pero
es entre otros la función económicamente
importante
de la labor de niños, en el Tercer
Mundo y antes en los "países desarrollados"
la que hace crecer la población(8).
Tales explicaciones de la pobreza, como las cinco arriba mencionadas, se han utilizado
corrientemente
para justificar las situaciones sociales en las colonias (y algunas de ellas
también para las situaciones sociales basadas en los mismos "países desarrollados"},
pero se
mantienen tenazmante
en la opinión pública, aplicadas ahora al subdesarrollo.
Examinen a
los "países desarrollados"
o "prósperos"
de toda responsabilidad,
ya que una lucha eventual
contra la pobreza (o el su bdesarrollo) mediante una poi ítica social no tendr ía sentido; según
estas teorías, las causas de la pobreza son eternas. En esta visión, sólo hay que evitar las
consecuencias indeseables de la pobreza (o el subdesarrollo) -el pauperismo y las rebeliones
de hambremediante una asistencia pública (ayuda al desarrollo), como rescate a pagar por
su propia seguridad y para tener la conciencia tranqu ila (9).
Hemos rechazado el carácter absoluto de estas explicaciones con base en argumentos
históricos y geográficos: la refutación de sus implicaciones nos mostró que nunca ha existido
una congruencia
completa ni en el tiempo ni en el espacio entre la pobreza y el subdesarrollo. Obviamente,
la pobreza y el hambre pueden coincidir con el subdesarrollo
y de
hecho coinciden por lo general fácilmente, pero no son sólo exclusividad de los "países
subdesarrollados",
por ser fenómenos
de todas las épocas y todas las sociedades y porque
han caracterizado
períudos muy largos del pasado en todos los países. Vista históricamente,
la pobreza por así decirlo permanente de la mayoría de la población en cualquier sociedad,
casi siempre indica una m a r g i n a c i ó n de ella, lo que implica el funcionamiento
de f u e r z a s
s o c ia /e s .
Nuestra conclusión es muy clara: el desarrollo y el subdesarrollo no son ni inevitables
ni inexplicables, ni casuales, ni eternos: son las consecuencias de relaciones históricas.
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L a h is t o r ic id a d
d e l s u b d e s a r r o llo
11.zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
El Subdesarrollo y el Desarrollo Histórico Mundial
Primera Parte. Las Semejanzas
Históricas
Durante la época que se sitúa entre la Revolución Neol ítica y la Revolución Industrial,
el mundo se caracterizaba por un perfil social-económico
diferenciado. No obstante esto, se
presentaron los mismos problemas elementales en todas partes (10), y las sociedades tenían
un nivel de desarrollo económico comparable, con excepción de las sociedades técnicamente
primitivas (sin agricultura), las cuales ocupaban mucha superficie del globo, pero no tenían
importancia demográfica.ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
P a u l B a i r o c h nos proporciona
datos sobre el nivel de vida en los "países desarrollados"
é p o c a l l ' ' . Resulta
que las diferencias internacionales
del
y "subdesarrollados"
de aquellaRQPONMLKJIHGFEDCBA
nivel de desarrollo económico entre la mayoría de los "países desarrollados" y de los "países
subdesarrollados"
(medidas por el ingreso real medio.por habitante) y las diferencias internacionales en cuanto al nivel de vida medio de sus ciudadanos eran m ! n i m a s durante siglos y
hasta antes de la Revolución Industrial (icon una proporción de 1 a máximo 1,5 o 1,6
solamente! ) y r e v e r s i b l e s . Existieron diferencias mayores en el interior mismo de países
actualmente "desarrollados"
y "subdesarrollados".
Por supuesto, estas son indicaciones muy generales sobre econom (as sustancialmente
o
parcialmente
no-monetarias,
donde las diferencias culturales pueden dar sentidos muy distintos a un m ismo nivel de vida. Por lo demás, las cifras sobre los ingresos medios no nos
dicen nada sobre la posesión real de cada habitante o de la repartición real de los ingresos.
No obstante, precisamente
por el nivel de vida tan comparable,
estas sociedades preindustriales no pueden llamarse "subdesarrolladas",
sino t r a d i c i o n a l e s , en otras palabras,
agrarias, con una población esencialmente campesina, más allá de la fase de la recolección, la
caza y la pesca, pero todavía sin una mejora sustancial de sus circunstancias materiales. No
hay que idealizar esta situación. Los ingresos se gastaban sobre todo en alimentos. Los
modos de producción, es decir las maneras de producir bienes y servicios necesarios para la
conservación del ser humano como individuo, solo permitían un sobrante económico muy
modesto, y según jo h n M . K e y n e s , el desarrollo nunca superó los 50 a 100% (12). En tal
situación, las crisis y el hambre se presentaban con gran frecuencia. La repartición de trabajo
entre el campo (agricultura y ganadería) y la ciudad (industria, comercio y servicios) era muy
modesta. En un contexto semejante las diferencias pequeñas entre las sociedades, aparentemente, podr ían bastar en un momento cr ítico como para transformarse
en patrones de
dominación
a largo plazo. Es posible que esto ocurriera entre Europa y el resto del
mundo (13l. La pregunta por cuáles procesos se hicieron subdesarrollados
los "países subdesarrollados"
y desarrollados
los "países desarrollados",
es muy compleja. En lo que sigue
sólo señalamos algu nos problemas e hipótesis a nivel muy teórico y general.
Segunda Parte. Las Diferencias
A.
Históricas - Los "Países Desarrollados"
Feudalismo
Es posible que la Europa Occidental haya conocido ya bien temprano una experiencia
histórica relativamente
única en aquel período de regresión en el cual el "modo de pro41
R e v is ta E s tu d io s
zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
ducción esclavista" antiguo y el "modo de producción germánico",
más individual izado,
chocaron y se mezclaron entera o parcialmente.
Esta experiencia la llamamos el f e u d a l i s m o .
El modo de producción feudal consiste esencialmente en la correlación de tres grupos sociales: los campesinos, la nobleza y la burguesía, dentro del marco de un estado fuertemente
descentralizado.
A partir del siglo XI ocurrió urn diferenciación notoria en la repartición de
trabajo entre la ciudadRQPONMLKJIHGFEDCBA
y el campo, y es posible decir que en ella se desarrollaron
también las
primeras f o r m a s c a p i t a l i s t a s europeas (entre otros, la orientación hacia el mercado y hacia las
ganancias, y el trabajo asalariado).
No nos es posible elaborar este tema aqu í (14). La
contracción
económica generalizada del siglo XIV y XV inició un proceso de defeudalización
por el cual un reajuste del poder se impon ía. Los tres grupos encontraron
un equilibrio
nuevo pero relativo dentro del marco del Estado nacional, central izado y absolutista, en el
cual segu ían oponiéndose
el uno al otro, pero, paradójicamente;
hasta cierto punto también
se un ían.
B.
La transición
hacia el capitalismo
Fue en este marco relativamente
tr a n s ic ió n
de un m odo
d e p r o d u c c ió n
único que, entre los siglos XIV y XVIII, se
fe u d a l h a c ia u n m o d o
d e p r o d u c c ió n
c u m p lió
la
Del
para nuestro
c a p ita lis ta .
debate muy grande sobre esta transición, sacamos dos problemas importantes
tema: la duración de la transición y sus causas.
La d u r a c i ó n d e l a t r a n s i c i ó n es muy larga (de 4 a 5 siglos) y conduce a problemas de
demarcación:
antes del siglo XIV, las sociedades de Europa Occidental todavía no son
capitalistas; después del siglo XVIII ya no son feudales. Sobre la naturaleza de los siglos
intermedios no hay consenso, y la línea de separación entre feudalismo y capitalismo es
flexible, hasta cierta altura.
Las c a u s a s d e l a t r a n s i c i ó n son complejas. Nos limitamos a tres preguntas.
Sí, porPrimero: zera p o s i b l e la transición desde el feudalismo hacia el capitalismo?
que en efecto así ocurrió desde un momento determinado.
Segundo:
¿era n e c e s a r i o el feudalismo?
Esta es una pregunta difícil, tomando en
cuenta el hecho de que el modo de producción capitalista sólo una vez nació en forma
autónoma. No obstante, opinamos por un lado que hubiera podido nacer casi seguro también
a partir de otro modo de producción
no-capitalista
(ver más abajo); por otro lado, del
feudalismo hubiera podido nacer otro modo de producción no-capitalista, o sea de índole
distinta.
Aparentemente
el feudalismo era potencialmente
-pero
no intencionalmenteun
fondo favorable para el capitalismo.
éera s u f i c i e n t e el feudalismo?
Intentemos dos hipótesis. Si el feudalismo,
Tercero:
como opinan algunos, hubiera siao un modo de producción universal, presente en todas
partes, la respuesta sería claramente no, porque no se puede explicar por qué el capitalismo
nació precisamente
en Europa Occidental y no en otra parte. Si el feudalismo, como opinamos nosotros, era relativamente único, tampoco hay respuesta directa, porque la relación
entre la caída del feudalismo y el ascenso del capitalismo es más que nada indirecta. El
problema consiste pues en saber hasta qué punto las formas capitalistas se vieron estimuladas
más en el feudalismo europeo que en otra pate, de modo que después, y a pesar de la crisis
feudal -en la cual también los sectores capitalistas más avanzados se vieron involucrados ( 1 5 ) - , pudieron evolucionar hacia un modo de producción digno de este nombre.
42
L a h is t o r ic id a d
C.
d e l s u b d e s a r r o llo
zyxwvuts
Periferias hoy y ayer
Desde el mismo momento en que hay formas capitalistas, también se introduce la
esencia del capitalismo: desigualdad y jerarquización.
Ambos se extendieron en Europa del
Oeste. Resulta pues que, a diferencia. de épocas anteriores y de otros lugares, allá y en aquel
momento se combinaron aparentemente
las condiciones para crear una llamada "econorn ía
mundo" es decir una parte del planeta económicamente
autónoma. Semejante econom ía
F ernand
mundial tiene un solo centro (a veces varios), una serniperiferia y una periferia.ZYXWVUTSRQPO
B r a u d e l describió algunas de sus características
más importantesRQPONMLKJIHGFEDCBA
(6 ):
Primero es coherente en ~u dimensión espacial, a pesar de la débil comunicación
de
entonces.
Segundo a través del tiempo evoluciona probablemente
según unas tendencias rnultiseculares y se reestructura en crisis sucesivas.
Tercero, sus distintas zonas (centro, semiperiferia, periferia) dependen una de otra
mediante una repartición de trabajo internacional que "imoone " a cada zona un cierto tipo
de producción y de clases sociales.
Esta "econorn ía mundial" capitalista se ampliaba a su vez geográficamente
y en el siglo
XX abarcaba o influenciaba la mayor parte del globo, salvo algunas regiones aisladas.
Por lo que sigue es esencial entender que l a p e r i f e r i a d e e s t a " e c o n o m i a m u n d o "
e u r o p e a a n t e s d e l s i g l o X X n o s e i d e n t i f i c a b a c o n e l " T e r c e r M u n d o " d e h o y . Por un lado,
muchos países ahora "desarrollados"
(por ejemplo, Europa del Este, América del Norte)
pertenecieron
a ella, cumplieron
por lo general un papel más importante que el Tercer
Mundo en aquella época, y pertenecen ahora a menudo al mismo centro. Por otro lado,
muchos países ahora "subdesarrollados"
no pertenecían a ella sino que eran regiones externas a ella, a veces ellos mismos incorporados
en otra "economía
mundo" no-europea Y
competitiva, como centro o como periferia (por ejemplo, China era el centro de una "econom ía mundo", es decir de un mundo económico sustancialmente
autónomo, hasta el siglo
XIX).
Según B r a u d e l, la Europa del siglo XVIII ya está extrayendo una parte considerable
-¿una parte decisiva? - de su sustancia y su fuerza del mundo entero. Europa ni siquiera era
tan rica como el universo que estaba explotando.
D.
Contribución
del Tercer Mundo en el despegue de la Revolución
Industrial
Desde finales del siglo XVIII, se inicia un proceso de i n d u s t r i a l i z a c i ó n c a p i t a l i s t a en la
Gran Bretaña, que se extiende a todos los actuales "países desarrollados"
en el siglo XIX.
Antes que nada, tenemos que reafirmar más expl ícitamente que el capitalismo no está ligado
necesariamente
a la industrialización
(o tampoco a la colonización, por ejemplo) y que ha
existido un capitalismo preindustrial,
De la discusión muy amplia sobre la Revolución Industrial, sólo comentaremos
aquí la pregunta si el Tercer Mundo aportó una contribución
decisiva en sus fases primeras (a fi nales del siglo XV III - com ienzos del siglo X IX) y si es as í,
¿de qué manera y cuán decisiva (' 7)?
i n d i r e c t a del Tercer Mundo en la Revolución
Primero: éha existido una contribución
Industrial: Sí y no. No, porque muchas investigaciones indican que el Tercer Mundo de hoy
43
R e v is te E s tu d io s
zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
no constitu ía un mercado ni un abastecedor de materia prima ni una zona para inversiones,
de carácter i n d i s p e n s a b l e (18). Sí, porque el mismo Tercer Mundo de aquella época -por
razones que se explicarán más tarde- n o se ha industrializado,
pues -como cualquier otra
región no-industrial
no pudo competir con los países que s í se estaban industrial izando.
Estos constitu ían países cuyo desarrollo probablemente
se vió facilitado por este hecho.
Segundo: éha existido una contribución d i r e c t a ? Hacemos tres preguntas.
Primera: ¿era p o s i b l e una contribución
directa?
Para muchas facetas de la industrialización, no lo era, pero sí lo era por ejemplo para la a c u m u l a c i ó n d e c a p i t a l a través de la
transferencia de ganancias. Sin embargo, no hay que exagerar las ganancias que se hicieron en
el Tercer Mundo y que se transfirieron a Europa en aquel tiempo, y tampoco la rapidez de
los mecanismos de transferencia financiera.
directa? No lo era, porque resulta que para
Segundo: ¿era n e c e s a r i a una contribución
industrializarse
no era indispensable una acumulación
de capital tan grande como para buscarlo fuera del mismo país o fuera de los países del centro. Por supuesto, no es porque los
sobrantes originarios del Tercer Mundo no eran necesarios, que no han jugado efectivamente
un papel. Sin embargo, esto no es tan probable en la mayor ía de los casos, por dos razones.
Estos sobrantes transferidos
no siempre se invirtieron productivamente,
al contrario, con
frecuencia se utilizaron improductivamente
(en productos de lujo) o simplemente
se derrocharon. Aún cuando se invirtieron productivamente,
no siempre fue en el sector industrial y
en particular no siempre exactamente
en sectores claves -como la rama del textil y el sector
metalúrgicoque jugaron un papel central en el despegue de la industrialización.
Mucho
sobrante se invirtió por ejemplo en las tierras o en casas y probablemente
volvió a ser
invertido en el comercio. Todavía falta mucho por investigar, sobre todo en cuanto a la
situación concreta británica en los años 1760.
Tercera pregunta:
¿era s u f i c i e n t e una contribución
directa?
No. Los sobrantes de
cualquier origen ten ían que llegar finalmente a manos de una clase capitalista, netamente la
que han llamado la "burguesía
industrial" que ha realizado la "Revolución
Industrial ". El
origen de las personas de esta clase, y el problema de la (dis) continuidad entre las burguesías
comerciales y industriales en particular, constituye un problema importante en sí mismo, en
el que no podemos profundizar aqu í.
Nuestra conclusión será que el Tercer Mundo no proporcionó
de ninguna manera una
contribución
decisiva al origen de la Revolución Industrial en la mayoría de los "países
desarrollados",
incluído el primer país Gran-Bretaña,
aunque posiblemente
haya habido
contribuciones
importantes
de algunos "países subdesarrollados"
(sobre todo colonias) a
algunos "países desarrollados"
d e s p u é s del despegue de su industria en el transcurso
del siglo
XIX, y sobre todo en el siglo XX.
Tercera parte. Las Diferencias
A.
El período
precolonial
Históricas
- Los Países Subdesarrollados
del Tercer Mundo
Hasta la fecha, la historia del Tercer Mundo se ha estudiado de manera muy incompleta y etnocéntrica.
En cuanto alZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
p e r io d o p r e c o l o n i a l d e l T e r c e r M u n d o indicaremos
dos
evidencias ampliamente
divulgadas pero falsas, una sobre el carácter espacial, otro sobre el
(1 9 ).
carácter temporal del Tercer Mundo de aquella épocaRQPONMLKJIHGFEDCBA
44
L a h is to r ic id a d
d e l s u b d e s a r r o llo
zyxwvuts
El Tercer Mundo de aquella época no era uniforme, espacialmente
hablando, sino
totalmente
heterogéneo.
[nventar alguna categoría residual y uniforme para las zonas fuera
de Europa, que supuestamente
explicaría su no-desarrollo
es un signo de etnocentrismo.
Como vimos, el Tercer Mundo no muestra una imposibilidad inherente (contínua) hacia "el
desarrollo",
por ser un fenómeno que puede realizarse en varios y variados contextos sociales. Entonces, el Tercer Mundo no se ha distinguido en aquella época por medio de un
solo modo de producción, como por ejemplo el llamado "modo de producción asiático" o
como el llamado "modo de producción tributario".
De opinarasí,
sería muy difícil explicar
las diferencias
importantes
en el desarrollo y el estilo de vida de los lipa íses subdesarrollados" entre sí. Tampoco es fácil considerar al feudalismo como un modo de producción
más o menos universal. Dentro de los modos de producción
precapitalistas
del Tercer
Mundo, importaba sobre todo el desarrollo interno. A menudo, las relaciones externas eran
solamente marginales y no siempre necesarias. Estos modos de producción eran muy diversos
entre sí, pero en conjunto contrastaban
agudamente con el modo de. producción capitalista
propiamente
dicho.
Aparentemente
no eran típicamente
feudales,
salvo en el Japón, es decir
exactamente
con el grado de decentralización
y exactamente tales relaciones sociales, a pesar
de que a menudo se presentaron formas y tendencias feudales.
En contra de la segunda evidencia falsa, la del tiempo -a saber el argumento según el
cual el Tercer Mundo· no tiene historia-,
se puede afirmar que el Tercer Mundo siempre ha
tenido una historicidad. Su desarrollo histórico no se caracterizó por el caos o por la estagnación permanente.
Allá ten ían los mismos problemas que en Europa, la misma dinámica de
desarrollo y actividad económica, aunque bajo circunstancias
históricas distintas y probablemente de manera menos concentrada
-a causa de la comunicación
muy difícil en territorios muy extendidos. También se presentaron
tendencias capitalistas, a menudo con poca
importancia, a veces con mucha relevancia en ciertos momentos dados (por ejemplo, en la
China y la India), sin que desembocaran
en una industrialización
generalizada. Esto puede
llamarse un fenómeno de r e g r e s i ó n h i s t ó r i c a y de desarrollo descontrnuo,
observado en determinado momento en la historia de todos los países. Ahora, épor qué abortaron los despegues
capitalistas allá?
B.
Causas de despegue
capitalista
abortados
en el Tercer Mundo
Presentamos a continuación dos series de causas, la primera más importante inicialmente,
la segunda más importante después. La primera serie contiene causas internas. Es muy difícil
precisar cuales causas inherentes a estas m ismas sociedades jugaron u n papel, por las siguientes
razones: el no-especialista, que no conoce suficientemente
esta parte de la historia, debe tener
mucho cuidado ;se necesita además mucha más investigación sobre aquella época; y finalmente,
es muy complejo el estudio de cosas que no han ocurrido, pero que pudieran haber ocurrido.
Sin embargo, a nivel muy general sí podemos decir que entre estas causas se encuentran
obstáculos
estructurales
y crisis, que perm itieron a las autoridades
frenar las inversiones
productivas o las tendencias feudales y capital istas,RQPONMLKJIHGFEDCBA
y forzar la integración
de grupos sociales
"progresivos"
en la élite establecida.
La segunda serie de causas es de índole externa y se
p e r/o d o c o lo n ia l d e l T e r c e r M u n d o .
sitúa e n e l ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
45
R e v is ta E s tu d io s
zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
Entre los siglos XV y XX la gran mayoría de las regiones no-europeas se incorpora
gradualmente
en la periferia de la "econom ía mundo" capitalista, a veces de manera informal, a menudo de manera formal (mediante la colonización). Los cambios sufridos por estas
regiones a consecuencia de lo anterior tendrán una influencia muy desigual en su desarrollo
ulterior según varíe el tipo de incorparación
y el tipo de modo de producción precapitalista.
El t i p o d e i n c o r p o r a c i ó n depende a su vez del t i p o d e s o c i e d a d (en Europa). Antes de
la Revolución Industrial, la colonización europea ten ía los límites de la sociedad tradicional
europea misma y no tenía características
fundamentalmente
distintas de las de otras colonizaciones no-europeas(20).
Las colonias no pudieron tener gran importancia en el contexto
de una econom ía tradicional. Esto iría cambiando en la época de la Revolución Industrial y
de la comunicación
más intensa, hechos por los cuales la brecha entre el centro y la periferia
(ambos identificándose
más y más a través del siglo XX respectivamente
con los actuales
"países desarrollados" y "subdesarrollados"),
se fue agravando.
En cuanto al t i p o d e m o d o d e p r o d u c c i ó n p r e c a p i t a l i s t a , había la siguiente alternativa.
Sea que se destruyeran completamente
los modos de producción "indígenas" a causa de la
desaparición
o la eliminación de la población original y se instalaran después modos de
producción totalmente nuevos (por ejemplo en los EEUU, Canadá, Nueva Zelandia, Austracapitalista
lia); sea que el modo de producción
local s e a c o p l a r a al modo de producción
dominante del centro colonizador, y luego se fortaleció o se debilitó según la presión(21). En
ambos casos, lo que finalmente ten ía prioridad eran las necesidades del centro. En el Tercer
Mundo se introdujo el capitalismo desde afuera v ligado a la dominación. Por esta razón
tenía un efecto distinto comparado con las regiones europeas donde nació autónornamente:
encontró en los diversos grupos sociales sea una resistencia sea una colaboración,
lo que
cambió profundamente
el esquema de alianzas y conflictos de clase. Como regla, la colonización quebró la propia dinámica interna en estas sociedades -tan buena o tan mala como
pudiera haber sido ésta para la población -y creaba paulatinamente
una periferia dependiente.RQPONM
C.
Colonización
y subdesarrollo/industrialización
No entramos ahora en los problemas de las motivaciones, las posibilidades, las épocas y
los ejecutores de la colonización europea. Sin embargo, hay dos relaciones que nos parecen
muy interesantes aqu í: la relación entre la colonización y el subdesarrollo por una parte, y
entre la colonización y la industrialización
por otra.
Primero, la relación colonización
- subdesarrollo.
Sin duda, la relación entre ambos fenómenos es muy grande, pero no absoluta, porque
no se cubren por completo ni en el tiempo, ni en el espacio.
+Veamos por qué no en el tiempo. No es posible explicar el subdesarrollo de América
Latina sólo por la colonización,
ya terrni-iada hace más de 150 años, a menos que se esté
pensando en una U otra forma de imperialismo económico aún activo. En forma paralela,
comprobamos
que la descolonización
de Africa y de Asia no trajo consigo el fin del subdesa46
L a h is t o r ic id a d
d e l s u b d e s a r r o llo
zyxwvuts
rrollo. De otro lado, hay elementos del subdesarrollo
actual que tienen su origen en situaciones netamente anteriores o posteriores a la colonización.
-Veamos
ahora por qué no en el espacio. Por un lado, no todos los países ahora
"subdesarrollados"
han sido colonizados
(por ejemplo Tailandia, Afganistán); algunos de
estos países han sido ellos mismos colonialistas e imperialistas (por ejemplo Turquía). Por
otro lado, no todas las colonias de antes se volvieron subdesarrolladas,
algunas de ellas
pertenecen
ahora incluso a los países más "desarrollados"
del mundo (por ejemplo, los
EEUU).ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
We
dónde viene esta diferencia?
A ndré
G u n d e r F r a n k intentó
dar dos explicaciones estrechamente
Iigadas(2 2). Primero, entre más rica era una región como colonia,
más subdesarrollada
es ahora, y viceversa. Segundo, entre más estrecha la relación de una
región con el centro (factor deducido de la primera tesis), más dependiente
es ahora, y
viceversa.
Según F r a n k , se ha creado el subdesarrollo donde era necesario para el centro y sólo se
volvió posible el desarrollo, donde no era necesario el subdesarrollo.
Estas tesis nos parecen
valiosas, pero no suficientes porque son demasiado amplias: es posible encontrar en la
periferia, histórica de Europa también algunos países ahora "desarrollados"
y sin embargo
1 1 0 1 " qué América
Latina se volvió "subdesainclu ídos en su tesis. Al hacer preguntas como,RQPONMLKJIHGFEDCBA
rrollada" y América del Norte "desarrollada"
a pes>r oe que ambas fueron colonizadas, y por
qué la China se volvió "subdesarrollada"
y el Japón "desarrollado"
a pesar de que ambos no
fueron colonizados,
hay que investigar, aparte de las relaciones con el sistema mundial
creciente y cada vez más influyente, también y mucho más las estructuras internas de estas
regiones, sus posibilidades y las respuestas distintas que dieron a la presión europea.
Segundo,
la relación colonización
- industrialización
Aqu í volvemos brevemente a la discusión anterior sobre la contribución
del Tercer
Mundo en la Revolución Industrial. La colonización no constituye una causa suficiente para
la industrialización
(del país colonizador),
porque si fuera así, los primeros países en industrializarse habrían sido España y Portugal. Ahora pertenecen más bien a la semiperiferia. La
colonización
tampoco era necesaria para la industrialización,
porque si fuera así, muchos
menos países que ahora se hubieran industrial izado. También hay países que se industrializaron sin colonias o con colonias sin valor económico [conocldo], por ejemplo Escandinavia o Suiza que jamás tuvieron colonias, o Bélgica antes de tenerlas. A menudo estos
- países sin colonias se industrial izaron incluso/antes que otros países con colonias y tenían un
crecimiento económico más rápido. Hay varios países que tenían colonias (como los Países
Bajos, España y Portugal) que se industrializaron
más r á p id o ( iy no más lento! ) a partir de
la independencia de sus colonias.
D.
Ventajas y desventajas
de la colonización
Para nuestra problemática
el debate de las ventajas y desventajas resulta por supuesto
muy importante.
Lo trataremos muy en general aqu í y sólo en su aspecto económico. Para
comenzar señalamos claramente el principio de que las desventajas ocasionadas en un lado no
conllevan necesariamente ventajas para al otro. A continuación,
algunas reflexiones.
47
R e v is ta E s tu d io s
1 . L a s d e s v e n t a j a s p a r a l o s " p a / s e s s u b d e s a r r o l l a d o s " , zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVU
son enormes desde el punto de
vista de la gran mayoría de la población, a veces (sobre todo en América Latina y las regiones
esclavistas africanas) ya afligidas antes de la Revolución Industrial. P a u l B a i r o c h las resumió (23). Primero, una baja en el nivel de vida medio y un empobrecimiento absoluto (24).
Segundo, la conversión de una agricultura de alimentos en la de comercio, por lo cual
se vieron amenazados el papel vital de la agricultura en el abastecimiento autónomo de
alimentos, aparte de otras tareas esenciales ligadas al sector industrial. Tercero, después de la
Revolución Industrial, los colonizadores frenaron conscientemente cada intento de industrialización, cada competencia de las colonias, e incluso donde era necesario efectuaron una
desindustrialización
(como en la India en el siglo XIX). Después de la descolonización,
algunos países han iniciado un proceso de industrialización, pero normalmente se trata de un
proceso muy incompleto y poco coherente con irradiación débil hacia el resto de la econom ía nacional y en el interés de empresas transnacionales, razones por las cuales a menudo se
ha agudizado el subdesarrollo.
El sistema mundial capitalista impuso al Tercer Mundo u n a d i v i s i ó n d e t r a b a j o i n t e r n a c i o n a l , lo que significa, en su forma colonial, que el Tercer Mundo produjo sobre todo las
materias primas (alimentos y minerales) a cambio de productos elaborados (bienes de capital y
de consumo) suministrados por los países industrial izados. Después de la descolonización, la
dependencia muy grande del Tercer Mundo que conllevaba esta división de trabajo, se
perpetuó en un comercio mundial basado en un intercambio desigual. En sí mismo, este tipo
de dependencia externa no constituye una explicación suficiente para el subdesarrollo. Casi
todos los "países desarrollados" fuera de Europa del Oeste se encontraron en esta situación,
aunque en una época en que resultaba mucho más simple industrializarse que ahora. En el
Tercer Mundo, la dependencia ha sido por lo general de una duración muy larga: no hay que
olvidar que varios países casi siempre han sido dependientes, también antes de la colonización europea. La dependencia se hace también intensidad creciente, ya que el inicio de una
industrialización se hace cada día más difícil (25).
En resumen, si los mismos factores externos influyen en distintos tipos de países,
entonces hay que comparar los factores internos de cada uno y quizá sobre todo el contexto
temporal (que puede ser diferente, o más amplio que otros comparando un caso con otro) en
el cual todos estos factores son activos, para explicar las diferencias. Es cierto que la colonización no era el camino hacia un desarrollo económico auténtico para el Tercer Mundo, a
pesar de todas las pretensiones de los medios coloniales de antaño. Por otro lado, los países
industrializados siempre y hasta la fecha se han visto confrontados con la paradoja de que
cuanto más deseaban explotar el Tercer Mundo, hubiesen tenido que desarrollarlo más,
porque de regiones "subdesarrolladas" extrae uno mucho menosRQPONMLKJIHGFEDCBA
(2 6 )
2. En cuanto a l a s d e s v e n t a j a s p a r a l o s " p a í s e s d e s a r r o l l a d o s " , hay que ver los gastos
que trajo consigo la colonización. Estos corrían por cuenta de la misma colonia, o de toda la
nación colonizadora (en otras palabras de los contribuyentes) y sólo en menor medida de
aquellos que sacaron las ganancias. Otra reflexión consiste en el hecho de que el mercado
protegido creado por la colonización ayudó a que empresas no-competidoras de la metrópoli
sobrevivieran, lo que a veces provocó el envejecim iento de la econom ía metropolitana con
todas sus consecuencias.
3 . L a s v e n ta ja s p a r a lo s " p a is e s s u b d e s a r r o lla d o s "
se presentaron, en gran medida, sin
la intención expl ícita de beneficiar a las colonias. A menudo se realizaron en el beneficio del
mismo colonizador y eventualmente también de la élite ind ígena que colaboró con él.
48
L a h is t o r ic id a d
d e l s u b d e s a r r o llo
zyxwvutsrq
Además es posible hacerse la pregunta si las ventajas reales de la colonización para la población del Tercer Mundo, como por ejemplo,-las carreteras, no pudieran haber sido obtenidas
sin la colonización
(y la misma pregunta puede formularse por lo demás para las desventajas
- ver abajo).
la s v e n ta ja s p a r a lo s " p a ís e s d e s a r r o lla d o s " ,
se puede decir que los
4. En cuanto aZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
beneficios en cuanto a materia prima, mercados y oportunidades
de inversión por lo general
no eran muy decisivos, al contrario de lo que pasar ía en la época poscolonial (ver nota 18).
Las ventajas iban específicamente
hacia algunos grupos sociales privilegiados en la colonia o
para algunos accionistas en la metrópoli y, después de 1945, sobre todo para las empresas
transnacionales.
Por supuesto es posible que la estimulación económica recibida por algunas
empresas haya repercutido indirectamente
en el empleo de la metrópoli, lo que en definitiva
puede haber redundado en beneficio de la población. En todo caso, es un hecho que el ritmo
de desarrollo económico de la metrópoli casi nunca y en casi ninguna parte se aceleró de
manera notoria a raíz de estas estimaciones.
Igualmente es un mito creer que la colonización
haya aumentado
el nivel de vida
medio en Occidente. Es fácil refutar este mito por dos razones: 1. Cronológicamente:
el
inicio del proceso socio-económico
generalizado de alzadefnivel de vida en Europa Occidental se sitúa en la fase de depresión de los años 1870-1895.
Precede a la tendencia hacia la
concentración
de empresas y la monopolización
de finales de siglo XIX y comienzos del XX.
Esta tendencia provocó indudablemente
un período de ganancias gigantescas. Por otra parte
no hay que sobreestimar
las ganancias de origen colonial e n c o m p a r a c i ó n c o n las de otras
inversiones o préstamos extranjeros. Además, aún si hubieran sido más importantes, siempre
queda como suposición el que de verdad dieron una gran inyección a la econom ía de la
metrópoli. 2. Geográficamente:
por un lado también los países sin colonias conocieron la
misma mejora en cuanto a nivel de vida; por otro lado se ha demostrado que la tendencia
hacia la concentración,
responsable de las grandes ganancias, se ha destacado rná. en las
empresas de países no t a n inclinados hacia el colonialismo, como por ejemplo el caso de los
EEUU y el de Alemania.
E.
Alternativas
cqué
h u b ie r a p a s a d o s in la c o lo n iz a c ió n ?
Para concluir
hipotéticas
queremos
hacer la pregunta
acerca de la
a k e m a tiv a
h is tó r ic a h ip o té tic a :
como lo h izo el Japón?
1 , ¿ S e h a b r/a n in d u s tr ia llz a d o
lo s " p a ís e s s u b d e s a r r o lla d o s " ,
Algunos países, sobre todo en Asia, quizá sí, pero la mayoría de los países todavía no habían
alcanzado tal punto a la víspera de su colonización.
En cuanto a algunos de estos países,
sobre todo aquellos que pertenecían
a una u otra periferia, es posible afirmar que, en el
momento en que finalmente hubieran alcanzado tal punto, se les habrían adelantado tantos
otros pa íses, de modo que su situación de partida para industrial izarse probablemente
no
hubiera sido más fácil que hoy. La razón se encuentra en el hecho de que las "economías
mundo" no-europeas -es decir, los conjuntos económicamente
autónomos fuera de Europa- habrían provocado, ellas también, un desarrollo diferenciado entre s u s centrosRQPONMLKJI
y sus
periferias. Sea como sea, la colonización cambió prematuramente
el paso de su desarrollo,
pero no lo mejoró. Por eso, descolonizarse
ha sido necesario +pero en sí mismo no suficiente- para desarrollarse econórnicarneru
. Resulta que también después de la descolonización, el Tercer Mundo siguió siendo la periferia, sin necesidad de dom inación poi ítica. Esta
49
R e v is ta E s tu d io s
zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
situación nos hace plantear la pregunta si la colonización
ha sido realmente necesaria y si la
dominación económica no hubiera sido suficiente para lograr el mismo resultado. Hoy, esto
es un hecho, pero aparentemente
en el comienzo de la dominación y quizá hasta mucho
tiempo después no era así, por lo general. Muy esclarecedora podría resultar una investigación acerca de las motivaciones que existieron para colonizar y descolonizar en cada caso.
2 . ¿ S e h a b r i a n ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
in d u s t r t a liz a d o
l o s " p a i s e s d e s a r r o l l a d o s " ? . Es probable que sí, porque
el peso y la dinámica de explotación
necesarias para efectuarlo,
se encontraban
en los
m ismos países europeos (ver arriba). Es posible que en ciertos momentos el ritmo de su
desarrollo hubiera sido más lento y más débil. Pero, por. otro lado, su industrialización
hubiera tenido tal vez menos c~ñsecuencias
negativas en el comienzo y hasta el momento
difícilmente
u bicable en el siglo XX en que la sociedad industrial de todos modos habr ía
comenzado
de manera inevitable a influenciar intensamente
el mundo no industrial. Sea
como sea, de este modo el ¡ñundo se habría dividido menos rápidamente
y menos profundamente en "países subdesarrollados"
y "países desarrollados".
F.
SolucionesRQPONMLKJIHGFEDCBA
•
¿ D ó n d e s e e n c u e n tr a n la s s o lu c io n e s p a r a e l s u b d e s a r r o llo ?
él.os "países subdesarroTendrjan
liados" tendrían que buscar+su lugar d e n t r o de la economía mundial capitalista?
que tratar de pertenecer al centro y, de ser así, de qué manera? ¿O tienen que desarrollarse
al máximo f u e r a de la economía
mundial capitalista y escoger el socialismo?
¿Impidió
semejante opción la evolución hacia el subdesarrollo en la Unión Soviética? Hoy vemos que
en el Tercer Mundo ambas posibilidades tienen sus adictos.
é
111.
El Subdesarrollo
y la Conciencia
del Subdesarrollo
Mucho tiempo tomó formarse una clara conciencia, ahora llamada el "subdesarollo",
para el proceso en el cual se vio involucrado
el Tercer Mundo. Dos series de factores
recientes, relacionados con los cambios de la realidad y con la percepción de ella, determi(2 7
naron la concientización
Se presentaron
tres cambios poi íticos y económicos importantes,
como consecuencia
de la Segunda Guerra Mundial:
Primero, la descolonización
abolió el silecio de los colonizadores.
Estos por miedo a las
críticas, no decían nada sobre el hambre y la pobreza de las poblaciones que crecieron
explosivamente
en las colonias. Segundo, la Guerra Fría, en la cual el nuevo Tercer Mundo
tenía que decidir sobre su posición, y, tercero, la industrialización
naciente en algunos
"países subdesarrollados".
Estos cambios llevaron forzosamente
hacia una reubicación profunda del Tercer Mundo en el contexto mundial.
Al mismo tiempo, el progreso en cuanto a la comunicación
moderna (los medios de
comunicación
y el transporte)
agudizó súbitamente
y a escala mundial la percepción de esta
realidad. El estilo de vida en los "países desarrollados"
trajo consigo un "efecto de demostración" en cuanto a las necesidades y las aspiraciones de los pueblos en el Tercer Mundo y
reveló el carácter no-obvio, injusto y eliminable de su propia situación.
50
/
LaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFE
h is t o r ic id a d
d e l s u b d e s a r r o llo zyxwvutsrq
,
Las reacciones a esta concientización
son diversas: en los "países desarrollados"
los
medios poi íticos y económicos
intentan integrar al Tercer Mundo en el orden mundial
existente mediante el comercio y la "ayuda", a un costo m ínimo. En los "países subdesarrollados" muchos viven el subdesarrollo como situación deZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
c r i s i s profunda,
en la cual se
sienten reducidos a la explotación y de la cual desean emanciparse. Aunque la conciencia del
subdesarrollo
no es necesariamente
la más aguda all í donde más grave es el subdesarrollo,
resulta indispensable para su problematización
y la lucha en su contra.
Conclusión
Volvemos a las hipótesis de nuestra
diacrónico y como situación sincrónica.
introducción
sobre el subdesarrollo
como proceso
1 . E l s u b d e s a r r o l l o n o h a e x i s t i d o s i e m p r e y n o e s a h i s t ó r i c o . De afirmar lo contrario
se negaría la evolución histórica tanto de los países ahora "desarrollados"
como de los ahora
"subdesarrollados"
y sus procesos mutuamente
comparables hasta la Revolución Industrial.
2 . E l s u b d e s a r r o llo im p lic ó u n p r o c e s o h is tó r ic o la r g o y d is c o n tin u o .
Es un proceso
complicado, formado por dos elementos. Hay un núcleo i n t e r n o : la marginalización
larga,
masiva y cotidiana de los pueblos del Tercer Mundo por parte de élites muy poderosas. Esto
se expresa por lo general muy concretamente
en los enormes contrastes entre opulencia y
miseria. Además de estas relaciones internas, existen fuerzas e x t e r n a s consecutivas provenientes de los "países ahora desarrollados".
Esta influencia se hace sentir principalmente
de
manera indirecta mediante las élites nacionales.
El subdesarrollo
no tiene una sola causa, sino v a r i a s . Cada una es muy distinta de la
otra y el resultado de muchas Influencias. Cada una está influenciando
a las demás y al
conjunto de las causas en grados y ritmos desiguales. El conjunto forma una combinación de
factores antiguos (a veces ya no activos) y factores recientes que aisladamente
quizá no
podrían causar el subdesarrollo pero sí en su interacción histórica.
El subdesarrollo
es un fenómeno g l o b a l . Los puntos de vista que niegan los factores
internos o externos n'o solamente son etnocéntricos,
sino que también esconden segundas
intenciones poi íticas. Si se descuidan los factores internos, se está negando la dinámica
nistórica del mismo Tercer Mundo, poniendo como absoluta la de los "países desarrollados";
si se descuidan los factores externos, se está negando la influencia que ha tenido la dinámica
histórica del mundo "desarrollado"
en el Tercer Mundo.
3 . E l s u b d e s a r r o llo
m a r s e .q u e
e s tá s itu a d o
e n e l c o n te x to
e n r ig o r n o e x is te m á s q u e u n p r o c e s o
m u n d ia l.
¿ E n q u é m e d id a
ú n ic o , d e d e s a r r o llo d iv e r g e n te ,
puede
a tir -
en el cual el
Es cierto
e l s u b d e s a r r o llo c o n s titu y e n
s u m u tu a c o n d ic ió n d e e x is te n c ia (2 8 )?
que en los comienzos el desarrollo y el subdesarrollo no se realizaban en forma interdependiente. Pero, por un lado, la colonización ha determinado en gran medida el subdesarrollo
desde sus comienzos y principalmente
a partir del siglo XIX (cuando se llevó a cabo por
países industrial izados) y, por otro lado, la dependencia de los "países desarrollados"
del
Tercer Mundo, antes relativamente modesta, ha crecido mucho en el siglo X X , especialmente
después de la Segunda Guerra Mundial.
En el sistema mundial, integrado y jerárquico, el desarrollo y el subdesarrollo se han
vuelto más y más interdependientes.
Esta mutua dependencia solo desde hace poco se hizo
decisiva. Decisiva pero no absoluta. El centro resulta más necesario para la periferia que al
d e s a r r o llo y
51
R e v is ta E s tu d io s
zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
revés. Por eso no hay propiamente
una dialéctica entre el desarrollo y el subdesarrollo,
porque para lograr ésta, los polos del sistema tendrían que estar opuestos no obstante que
equivalentes.
Un centro y una periferia no son como aquellos polos. Un centr ~ siempre
explota más a su periferia que lo que ella misma -por grande que sea- pudiera contribuir al
desarrollo de éste.
4 . E l s u b d e s a r r o l l o t i e n e u n c o m i e n z o . Esto va impl ícito en lo que precede.
5 . E l s u b d e s a r r o llo s e o r ig in ó e n m o m e n to s
d i f e r e n t e s s e g ú n c a d a r e g i ó n . La pregunta
acerca de c u a n d o n a c i ó p r e c i s a m e n t e e l s u b d e s a r r o l l o y hasta dónde hay que retroceder para
encontrar este punto en el tiempo tiene una respuesta distinta según la región específica y la
graduación de causas diversas en ella. Sin embargo, pensamos que no será fácil encontrar el
su bdesarrollo como tal antes del período de la industrial ización de los "países desarrollados", porque es precisamente
este fenómeno
el que fortaleció mucho los factores ya
presentes, como el de la colonización.
Solo en el momento en que el centro industrial
comienza a influir en la periferia tradicional de manera intensa, voluminosa, rápidaRQPONMLKJI
y duradera, puede afirmarse que nace la tendencia decisiva hacia el subdesarrollo, que se acelera y
conduce hacia una crisis profunda y general (29). Esto no es restrictivo: es defendible la tesis
según la cual el subdesarrollo de algunas zonas de América Latina y Africa nació antes, si se
tiene en cuenta la brusca repercusión de la intervención europea en estas zonas.
Tarde o temprano terminará el subdesarrollo, y es un hecho que también el fin estará
diferenciado
(ia menos que un desastre nuclear pusiera fin a todo! ). La discusión actual
sobre las fronteras geográficas del subdesarrollo
solo implica la reflexión de cambios relativamente recientes en este sentido. Se puede proyectar un punto en un futuro lejano, o
quién sabe? -cercano
en que los cambios sean tan fundamentales,
que conceptos tales
como el de subdesarrollo
ya no tengan sentido. Así queda muy claro por una parte que
algunos de los países actualmente
"subdesarrollados"
podrían liberarse del subdesarrollo
mediante un desarrollo dentro o fuera de la econom ía mundial. Por otro lado, algunos de los
"países desarrollados"
podrían caer en la periferia después de un período de crisis, pero esta
situación difícilmente
apenas podrá llamarse "subdesarrollo".
A esta altura estaremos confrontados con relaciones de centro a periferia casi totalmente nuevas, en las cuales la categoría de "Tercer Mundo" como la entendemos
ahora, ya no existirá. La naturaleza de la
periferia habrá cambiado demasiado y ya no se identificará exclusiva o enteramente con los
"pa íses ahora su bdesarrollados".
é
6.
V is to d e s d e u n a p e r s p e c tiv a
c o n te m p o r á n e a ,
e l s u b d e s a r r o llo
c o n s titu y e
u n a p r o b le -
El subdesarrollo es original y nuevo
en el sentido de que la p o s i b i l i d a d d e c o m p a r a c i o n e s con otras situaciones históricas -sobre
todo con las de los "países desarrollados"
de ·antañoestá limitada. Lo mismo puede
afirmarse en cuanto a las conclusiones a sacar de semejantes comparaciones en ambas direcciones. ¿Por qué? En un sistema mu ndial, las partes interdependientes
no pueden aislarse en
el espacio para hacer comparaciones en el tiempo(30).
El contexto de hoy con sus relaciones
intensas constituye un contexto muy distinto para el Tercer Mundo frente al de antes para
los "países desarrollados".
La existencia pura y simple de los mismos "países desarrollados"
ha cambiado el ambiente
para los "países subdesarrollados".
En el caso de la industrialización por ejemplo, los numerosos, "países subdesarrollados"
están retrasados, y se ven
obligados a realizar pronto y al mismo tiempo este proceso, hoy eo día mucho más complejo
en un mundo muy integrado. Además, el Tercer Mundo tiene que industrializarse hoy en
tanto periferia y no como centro, a diferencia de los "países desarrollados"
en la época
m á tic a
52
o r ig in a l y
nueva, por
la c o n c ie n tiz a c ió n
r e c ie n te .
R e v is ta E s tu d io s
zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
revés. Por eso no hay propiamente
una dialéctica entre el desarrollo y el subdesarrollo,
porque para lograr ésta, los polos del sistema tendrían que estar opuestos no obstante que
equivalentes.
Un centro y una periferia no son como aquellos polos. Un cent'~ siempre
explota más a su periferia que lo que ella misma -por grande que sea- pudiera contribuir al
desarrollo de éste.
4 . E l s u b d e s a r r o l l o t i e n e u n c o m i e n z o . Esto va implícito en lo que precede.
5 . E l s u b d e s a r r o llo s e o r ig in ó e n m o m e n to s
d i f e r e n t e s s e g ú n c a d a r e g i ó n . La pregunta
acerca de c u a n d o n a c i ó p r e c i s a m e n t e e l s u b d e s a r r o l l o y hasta dónde hay que retroceder para
encontrar este punto en el tiempo tiene una respuesta distinta según la región específica y la
graduación de causas diversas en ella. Sin embargo, pensamos que no será fácil encontrar el
subdesarrollo
como tal antes del período de la industrialización
de los "países desarrollados", porque es precisamente
este fenómeno el que fortaleció mucho los factores ya
presentes, como el de la colonización.
Solo en el momento en que el centro industrial
comienza a influir en la periferia tradicional de manera intensa, voluminosa, rápida y duradera, puede afirmarse que nace la tendencia decisiva hacia el subdesarrollo, que se acelera y
conduce hacia una crisis profunda y general (29). Esto no es restrictivo: es defendible la tesis
según la cual el subdesarrollo de algunas zonas de América Latina y Africa nació antes, si se
tiene en cuenta la brusca repercusión de la intervención europea en estas zonas.
Tarde o temprano terminará el subdesarrollo, y es un hecho que también el fin estará
diferenciado
(ia menos que un desastre nuclear pusiera fin a todo! ). La discusión actual
sobre las fronteras geográficas del subdesarrollo
solo implica la reflexión de cambios relativamente recientes en este sentido. Se puede proyectar un punto en un futuro lejano, o
z qulén sabe? -cercano
en que los cambios sean tan fundamentales,
que conceptos tales
como el de subdesarrollo
ya no tengan sentido. Así queda muy claro por una parte que
algunos de los países actualmente
"subdesarrollados"
podrían liberarse del subdesarrollo
mediante un desarrollo dentro o fuera de la econom ía mundial. Por otro lado, algunos de los
"países desarrollados"
podrían caer en la periferia después de un período de crisis, pero esta
situación difícilmente
apenas podrá llamarse "subdesarrollo".
A esta altura estaremos confrontados con relaciones de centro a periferia casi totalmente nuevas, en las cuales la categoría de "Tercer Mundo" como la entendemos
ahora, ya no existirá. La naturaleza de la
periferia habrá cambiado demasiado y ya no se identificará exclusiva o enteramente con los
"países ahora subdesarrollados".
6.
V is to d e s d e u n a p e r s p e c tiv a
c o n te m p o r á n e a ,
e l s u b d e s a r r o llo
c o n s titu y e
u n a p r o b le -
El subdesarrollo es original y nuevo
en el sentido de que la p o s i b i l i d a d d e c o m p a r a c i o n e s con otras situaciones históricas -sobre
todo con las de los "países desarrollados"
de 'antañoestá limitada. Lo mismo 'puede
afirmarse en cuanto a las conclusiones a sacar de semejantes comparaciones en ambas direcciones. ¿Por qué? En un sistema mundial, las partes interdependientes
no pueden aislarse en
el espacio para hacer comparaciones en el tiempo! 30). El contexto de hoy con sus relaciones
intensas constituye un contexto muy distinto para el Tercer Mundo frente al de antes para
los "países desarrollados".
La existencia pura y simple de los mismos "países desarrollados"
ha cambiado
el ambiente para los "países subdesarrollados".
En el caso de la industrialización por ejemplo, los numerosos, "países subdesarrollados"
están retrasados, y se v'en
obligados a realizar pronto y al mismo tiempo este proceso, hoy e!J día mucho más complejo
en un mundo muy integrado. Además, el Tercer Mundo tiene que industrializarse hoy en
tanto periferiaRQPONMLKJIHGFEDCBA
y no como centro,
a diferencia de los "países desarrollados"
en la época
m á tic a
52
o r ig in a l y
nueva, por
la c o n c ie n tiz a c ió n
r e c ie n te .
L a h is t o r ic id a d
d e l s u b d e s a r r o llo
zyxwvutsrqp
"comparable". El desarrollo y el subdesarrollo no constituyen entonces fases consecutivas a
lo largo de un contínuo desarrollo, y el desarrollo no es, por así decirlo, el simple reverso del
subdesarrollo, una situación sin problemas; muy al contrario. La crítica múltiple que le
formulan sus adversarios indica precisamente que el desarrollo tiene un carácter imperfecto e
histórico, y que el mismo concepto es relativo. Cada transferencia de modelos que se basa en
la comparabilidad completa del subdesarrollo ahora y el desarrollo antes desde una visión
lineal, fracasará por su naturaleza ahistórica (31 ).ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
E l s u b d e s a r r o llo
es, pues,
o r ig in a l y -n u e v o ,
cpero
o r ig in a l y
nuevo
h a s ta q u é p u n to ?
Al hacer esta última pregunta, tenemos que indicar dos diagnósticos erróneos.
Primero, e l s u b d e s a r r o l l o n o e s u n f e n ó m e n o v i e j o y f a m i l i a r , y " r e n o v a d o " l i g e r a m e n t e . Al pensar así, se reduce el subdesarrollo a un problema reconocible y familiar, que
tendría remedio con las soluciones eventualmente un poco adaptadas de versiones más
antiguas del problema. Tal visión (por lo general derechista) impl ica que sería posible p r o y e c de subdesarrollo hacia el pasado de los "países desarrollados" y que, al
t a r el concepto
haberse desarrollado éstos gradualmente, también lo haría el Tercer Mundo. Pero los "países
desarrollados" nunca han sido subdesarrollados -en cambio sí han sido tradicionales- y
además en este argumento se excluye claramente la mutua influencia del desarrollo y del
su bdesarrollo en sus evoluciones históricas. As í, queda libre el cam ino para la perpetuación
del subdesarrollo.
Segundo, e l s u b d e s a r r o l l o n o e s u n f e n ó m e n o t o t a l m e n t e n u e v o . En este caso los
antecedentes históricos y las experiencias de situaciones periféricas similares perderían su
valor. Tal visión (por lo general izquierdista) implica que el subdesarrollo es inmanejable y
algo a lo que no podemos hacer frente, a menos si no se aplica una medida también
totalmente nueva: la revolución mundial armada.
El subdesarrollo se sitúa entre ambos puntos. En el debate sobre el subdesarrollo hay
que refutar los puntos de vista ahistóricos que prestan una falsa historicidad o simplemente
ninguna historicidad al subdesarrollo. El subdesarrollo sólo se vuelve una problemática que se
puede combatir si intentamos presentarlo de manera racional e históricamente correcta.
También el fin del subdesarrollo estará determinado históricamente y se llevará a cabo por
grupos sociales. Para estos grupos, la gran utilidad de una discusión sobre la historicidad del
subdesarrollo se encuentra en las indicaciones impl ícitas que nos puede dar en cuanto a los
límites dentro de los cuales se situarán las estrategias que pondrán fin al subdesarrollo.
53
NOTASRQPONMLKJIHGFEDCBA
En este estudio nos referiremos únicamente al desarrollo social-económico.
Se utilizarán también
sinónimos corrientes (como "Tercer Mundo" ... ).
D e v e lo p Ver 1. S. Abdalla, Heterogeneity and differentiation.
The end for the Third World? , en:ZYXWVUTSRQ
(2 ) zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
m e n t D ia lo g u e , 1978, nr.2, pp. 3-10,18-21;
Y también
la discusión en T h ir d W o r ld O u e r t e lv ,
1979-1980-1981.
(3 )
Y. Lacoste, H e t v ie r d e m ilja r d . D e t o e k o m s t d e r o n d e r o n t w ik k e ld e la n d e n . (El cuarto millar. El
futuro de los países subdesarrollados),
Meppel, 1968, 2nda ed , (original en francés, Les pays-sousdéveloppés, collección Que sais-je? Paris, PUF. 1959. Existe traducción española), págs. 83-87.
(4 )
Oónde tendrían que claslflcarse países como Argentina, Africa del Sur, Israel, e incluso Japón?
¿Dónde la China y otros países socialistas? ¿Dónde la Europa meridional y oriental? Nociones
tales como la "semiperiferia"
otorgan solidez estructural a estos casos ambiguos. Ver Y. Lacoste,
G é o g r a p h ie d u ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
s o u s -d é v e lo p p e m e n t.
G é o p o lit iq u e
d 'u n e c r is e . Paris, PUF, 1976 (tercera edición
totalmente revisada), págs. 243-254,276-283.
(Resumen de este libro en: Y. Lacoste, Les pavs
sous-développés. Sexta edición totalmente revisada, colección Que sais-je? .París, PUF, 1979).
Y. l.acoste, G é o g r a p h ie . . . , o. c., págs. 255-257.
(5 )
Aunque .admitimos sin más que la prosperidad de estas culturas por lo general era muy relativa
(6 )
desde el punto de vista del ciudadano común. Pero esto es verdad para todas las culturas de antes.
Ver A. Memmi, P o r t r a it d u c o lo n is é , p r é c é d é d e P o r t r a it d u C o lo n is a t e u r et d 'u n e P r é f a c e d e
(7 )
Traducción en inglés: The Colonieer
J e a n - P a u l S s r t r e . Paris, Payot, 1973, 3ra ed., págs. 109-113.
and the Colonized, Boston, 1967.
Y. Lacoste, G é o g r a p h ie . . . ,o. c., págs. 101-104.
(8 )
Ver P. Matthias, Adam's Burden: diagnoses of poverty in post-medieval Europe and the Third
(9 )
G e s c h ie d e n is (Revista de Historia), .1976, N° 2, págs. 149-160.
World now,en: T ijid s c h r if t v o o r
(10) Ver P. Bairoch, L e t i e r s - m o n d e d a n s t 'i m p e s s e . L e d é m a r r a g e é c o n o m í q u e d u X V I / le a u X X e s i é c t e .
Paris, Gallimard, 1971, págs. 9-22 (versión en castellano: El Tercer Mundo en la Encrucijada.
Madrid. Alianza ed. Buenos Aires, Emecé eds. El Libro de Bolsillo N° 454). A. G. Frank, W o r ld
A c c u m u la t io n
1492-1789, Londres, The Macmillan Press, 1978, págs. 26-36.
(1 1 )
P. Bairoch, Ecarts internationaux
des niveaux de vie avant la Révolution Industrielle, en: A n n a le s
P. Bairoch, Les grandes tendances des disparités économiques
E . S . C . , 1980, enero, págs. 145-171;
nationales depuis 1" révolution industrielle (mimeo, 1978), también en: M. Flinn ( e d . ) , P r o c e e d in g s
o f t h e 7 t h I n t e r n a t io n a l
E c o n o m ic H is t o r y C o n g r e s s . Edinburgh,
1978, págs. 175-186 (publicado
en español como: P. Bairoch, Las grandes tendencias de las disparidades económicas nacionales
después de la revolución industrial, en: Historia económica: nuevos enfoques y nuevos problemas.
Comunicaciones
al Séptimo Congreso Internacional de Historia Económica, Barcelona, Editorial
Crítica (Grijalbo), 1981, págs. 196-213);
y P. Bairoch, Le bilan économique du colonialisme:
mythes et réalités. En: I t in e r a r io , 1980, N° 1. (History and Underdevelopment),
págs. 32-33.
(1 )'
é
54
L a h is t o r ic id a d
(12)
(13)
(14)
(15)
(16)
(17)
(18)
(19)
(20)
d e l s u b d e s a r r o llo
zyxwvut
U. Melotti, M a r x a n d ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
t h e T h ir d W o r ld , Londres
The Macmillan Press 1977 (original de italiano,
1972), pág. 104.
Paul Bairoch calculó un presupuesto t í p ic o para grupos sociales con los ingresos más bajos en las
sociedades preindustrlales,
como sigue: alimentos: 67-73%; ropa: 11-15%; vivienda: 9-13% (más
alumbrado
1 a 2% y calefacción 3 a 5% en Europa); otros: 4-8%. Ver P. Bairoch. E c a r t s . . . ,art.
.
cit., 1980, págs. 149-153.
Ver entre otros F. Braudel, C iv ilis a t io n m a t é r ie lle , é c o n o m ie e t c a p it a lis m e . Paris, Colin, 1979,
segunda parte, L e s je u x d e I 'é c h a n g e , págs. 110-113,522; Y tercera parte, L e t e m p s d u m o n d e ,
págs. 66, 223, 254-261, 331-332,460-469,510-;-511;RQPONMLKJIHGFEDCBA
Y A.G. Frank, O n c a p it a lis t u n d e r d e v e lo p m e n t , Bombay, Oxford University Press, 1975 (original de 1963), págs. 10, 14, 17.
Ver para eso por ejemplo P. A n d e r s o n , P a s s a g e s f r o m a n t iq u it y t o f e u d a lis m , Londres, Verso, 1978;
P. Anderson, L in e a g e s o f t h e e b s o t u t i s t s t a t e , Londres, Verso, 1979; R. Feddema y F. Tichelman,
D e d o o r b r a a k v a n h e t k a p it a lis m e . H ls t o r ls c h e v o o r w a a r d e n v o o r e e n i n d u s t r i é l e r e v o l u t i e , Boom,
Meppel, 1978 (El despegue del capitalismo. Condiciones históricas para una revolución industrial);
R. Hilton (ed.), T h e t r a n s it io n f r o m f e u d a lis m t o c a p it a lis m , Londres, 1978 (lra ed. 1976) (versión
en castellano: Transición del feudalismo al capitalismo. Edición ampliada. Bogotá, ed. Latina,
1977, 309 págs. 1. Wallerstein, T h e m o d e r n w o r t d - s v s t e m . C a p it a lis t A g r ic u lt u r e a n d t h e D r ig in s o f
Press, 1974, págs.
t h e E u r o p e a n W o r ld - E c o n o m y
in t h e S ix t e e n t h C e n t u r v , N¡- v York, Academic
15-63; E. Hobsbawm, Introduction,
en: K. Marx, P r e - c e p it e t is t e c o n o m ic f o r m a t io n s . New York,
International Publishers, 1977 (lera ed. 1964), págs. 28-29, 41-48, 52-57 (versión en castellano:
Formaciones económicas precapitalistas. Ed. Crítica, Grijalbo, Barcelona, 1979, 183 págs.).
E. Hobsbawm, From feudalism to capitalism, en: R. Hilton (ed.], o . c . , pág. 163.
F. Braudel, L e t e m p s d u m o n d e , o.c., primer capítulo; y F. Braudel, The expansion of Europe and
the "Iongue durée ", en: H. Wesseling (ed.), E x p a n s io n a n d R e a c t io n . E s s a y s o n E u r o p e a n E x p a n s io n a n d R e a c t io n in A s ia a n d A f r ic a , Leiden, Leiden U niversity Press, 1978, págs. 17-27.
Ver por ejemplo R. Brenner, The origins of capitalist development:
a critique of Neo-Smithian
marxism, en: N e w L e f t R e v i e w , 1977, jupo-agosto, N° 104, págs. 66-67; P. Bairoch, R é v o lu t io n
in d u s t r ie lle
e t s o u s -d é v e to p p e m e n t,
Paris, Mouton, 1974 (cuarta ed., 1963 primera ed.; existe
et genése de la
versión española), págs. 45~70, 201-202; P. Bairoch, Commerce international
révolution industrielle anglaise, en: A n n a le s E . S . C . , 1973, N° 2, págs. 567-570; P. Bairoch, Le
bilan ... , a r t . c i t . , págs. 38-39.
Ver por ejemplo P. Bairoch, Le bilan ... , a r t . c it . , págs. 36-38.
Ver P. Anderson,
L in e a g e s . . .
, o.c.,
págs. 403-404, 472-474, 482-495, 547-549; E.
Hobsbawm, Introduction, a r t . c i t . , págs. 57-65. Acerca del modo de producción asiático, ver, entre
otros, U. Melotti, o . c .
P. Bairoch, Le bilan ... , a r t . c it . , págs. 29-32.
En este estudio, colonización significa "incorporación
poi (tica", imperialismo "dominación econó-
mica".
(21)
(22)
(23)
Ver A. Foster-Carter, The modes of production controversy, en: N e w L e f t R e v i e w , 1978, enerofebrero, N° 107, págs. 47-77.
A.G. Frank, L o m p e n b o u r g e o is ie e n lo m p e n o n t w ik k e lin g . A f h a n k e lijk h e id e n K le s s e n s t r u k t u u r v a n
L a t ijn s A m e r ik a ,
Amsterdam, 1975 (original: Lumpenburguesia:
Lumpendesarrollo,
Ediciones de
1970), págs. 24, 28; A.G. Frank, Le développement
du sousla Banda Oriental, Montevideo,
-développement,
en: C r it iq u e s d e I 'é c o n o m ie p o lit iq u e , 1971, abril-junio, N° 3, págs. 10-13 (original en inglés, 1966); ver también A.G. Frank, D e p e n d e n t A c c u m u la t io n a n d U n d e r d e v e t o p m e n t ,
Londres, Monthly Review Press, 1979, por ejemplo págs. 17-24; y A.G. Frank, W o r ld . . . ,0.C.; y
A.G. Frank. Hacia una teoría histórica del subdesarrollo capitalista en Asia, Africa y América
Latina, en: Vitale, Baqui De Armas, Olmedo, Mandel, Frank, Feudalismo, capitalismo subdesarrollo, Madrid, Akal ed., 1977, págs. 195-229.
Ver P. Bairoch, Le bilan ... , a r t . c t t . , págs. 33-35; P. Bairoch, L e t ie r s - m o n d e . . . , o.c., págs.
113-161; P. Bairoch, R é v o lu t io n . . . , o.c., págs. 140-143; y por ejemplo, G. Myrdal, A s ia n
Century Fund, 1968,
d r a m a . A n in q u ir y
in t o t n e p o v e r t y o f n a t io n s . New York, The Twentieth
págs. 144-146; J. Goldthorpe,
T h e s o c io lo g y o f t h e T h ir d W o r ld . D is p a r it y a n d in v o lv e m e n t .
Londres, Cambridge University Press, 1975, págs. 65-69; D. Fieldhouse, I m p e r ia lis m e (Imperialismo), Bussum, Fibula-Van Dishoeck, 1975 (original en inglés), capit. 5 y págs. 47-59.
55
R e v is t a E s t u d io s
(24)
(25)
(26)
(27)
(28)
(29)
(30)
(31)
(*)
56
zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
Para ejemplos, ver: K. Griffin, U n d e r d e v e t o p m e n t in S p a n is h A m e r ie a . A n in t e r p r e t a t io n . Londres,
Allen and Unwin, 1971 (2nda ed., 1 era ed.: 1969), págs. 37-50
("Fragments
of History").
Estas son las tesis de A. Gerschenkron,
que se encuentran
especialmente
en E e o n o m ie b a e k w a r d n e s s in h is t o r ie a l
p e r s p e e t iv e . A b o o k
ofZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
e s s e y s . , Cambridge,
1962, págs. 5-30,
aplicadas a la
industrializaci6n
del Tercer Mundo por R. Sutcliffe, entre otros (ver su: I n d u s t r y a n d u n d e r d e Londres, 1971). Para un resumen de estos datos, ver A. De Baets, V e r g e lijk b a a r h e id
v e lo p m e n t ,
t u s s e n " o n d e r o n t w ik k e t d e
ts n d e n "
n u e n " o n t w ik k e ld e
t e n d e n " v r o e g e r (Comparabilidad
entre los
"países subdesarrollados"
ahora y los "países desarrollados"
antes), Memoria sin publicar, Gante,
1978, págs. 34-36.
I m p e r ia lis m ,
Harmondsworth,
Penguin,
1977 (1 ra ed. 1971),
págs. 129,
Ver G. lichtheim,
136-137;
Y E. Mandel, De Theorie van Marx over de oorspronkelijke
akkumulatie
en de industrialisering van de Derde Wereld (La teoría marxiana de la acumulaci6n
primitiva y la industrialización
del Tercer Mundo. Versión española en: Vital e, Bagu etc., o.c. nota 22, págs. 167-194).
Sobre la acumulación
original y la industrializaci6n
del Tercer Mundo
en: W a t is im p e r ia lis m e ?
(¿Qué es imperialismo?).
Nijmegen, SUN, 1974 (original en alemán, 1967), pág. 62.
profundaHasta donde alcance nuestro conocimiento
al respecto,
sólo Y, Lacoste ha estudiado
mente las causas de la concientización
sobre el subdesarrollo,
ver G é o g r a p h ie . • . , O.C., cap. 1 y
págs. 81-86;
y Y. Lacoste, G é o g r a p h ie d u s o u s - d é v e lo p p e m e n t ,
Paris, PU F, 1965, págs. 150-164;
ver también
A. De Baets, De Belgische publieke opinie over de Derde Wereld, 1945-1964.
(La
opinión pública belga sobre el Tercer Mundo), en: S p ie g e l H is t o r ia e l, 1981, febrero, págs. 91-97.
Ver también H. Wesseling, Introduction,
en: I t in e r a r io , 1980, N° 1, págs. 1-5.
Este carácter de crisis, lo analizó Y. Lacoste en: G é o g r a p h ie . • . , o.c., 1976, cap. 9 y en: Les pays
sous-développés,
Paris, PUF, 1979 (6ta ed, totalmente
revisada), cap. 7.
1. Wallerstein, o . c . , págs. 3-11,
describe muy bién cómo choca con este problema al buscar su
exacta unidad de análisis.
Sin embargo, este evolucionismo
linear constituye
la visión -consciente
o no- de la mayoría de las
instancias poi íticas y opiniones públicas en los "países desarrollados".
Para el problema entero de
la comparabilidad,
ver A. De Baets, V e r g e lijk b a a r h e id . • . ,o.c. (85 págs.).
El primer borrador
de este estudio lleva fecha agosto de 1978. Agradecemos
a William Blondeel,
Ruddy Doorn, Hugo Soly y el Profesor [ef Van Bilsen por su lectura crítica del segundo borrador
con fecha diciembre de 1979. La versión definitiva estaba lista en noviembre de 1980 y se public6
en T ijd s e h r if t v o o r D ip lo m a t ie (Revista de Diplomacia),
19S1, junio, págs: 602-615,
bajo el título:
De historiciteit
van de onderontwikkeling.
La traducción
española, alistada en-la primera mitad de
1983 y amablemente
corregida por Leda D íaz y Adriana Torres, contiene algunos pequeños cambios, adiciones y omisiones.
P a is a je u r b a n o