ISSN 1851-9628 (en línea) / ISSN 0325-1217 (impresa)
Presentación del dossier Antropología Biológica [7-12]
Runa /43.2 julio - diciembre (2022)
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doi: 10.34096/runa.v43i2.11514
Editoras invitadas
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Cristina Beatriz Dejean,1 Virginia Ramallo2
y Rocío García-Mancuso3
1 Instituto de Ciencias Antropológicas, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Argentina.
2 Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas, CCT CONICET-CENPAT, Argentina.
3 CONICET, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de La Plata, Argentina.
Presentación dossier
Los procesos de construcción resultan un desafío gratificante si se transitan
en conjunto, y este dossier, dedicado a la antropología biológica, es resultado
de un trabajo plural. Desearíamos agradecer a las personas que permitieron
concretar el proyecto, comenzando por todo el equipo editorial de RUNA,
quienes nos convocaron a actuar como editoras invitadas, acompañaron la
idea desde sus inicios y facilitaron todas las tareas; a las y los autores que
respondieron a la convocatoria y eligieron a la revista como el medio para la
comunicación de sus artículos y, finalmente, a quienes aceptaron actuar como
pares evaluadores, y dedicaron tiempo y conocimiento en esta labor colectiva.
El estudio bioantropológico de las poblaciones humanas actuales y del pasado
es transversal, entrelaza diversos métodos y espacios de trabajo. Destaca los
procesos biológicos sin perder la orientación sociocultural de sus preguntas
e interpretaciones. Como resultado, existe una profusión histórica de líneas,
escuelas y canales de difusión del conocimiento. Buscamos reseñar esa diversidad propia de nuestra disciplina, para ofrecer una instantánea de la producción
científica actual.
Se identifican tres etapas en las producciones antropobiológicas en Argentina.
La primera, que se inicia en la segunda mitad del siglo XIX, estuvo fuertemente influenciada por las ideas darwinianas, fenómeno transversal a todas
las ciencias luego de la publicación de El origen de las especies. En la segunda
etapa, que se inicia hacia 1920, predominaron las ideas antievolucionistas
e hiperdifusionistas. La tercera se constituye en los años sesenta, momento
en que comienzan los estudios de genética de poblaciones humanas con un
enfoque multidisciplinar, para describir la variabilidad de nuestra especie en
sus particulares contextos históricos y sociales (Carnese y Pucciarelli, 2007).
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
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PRESENTACIÓN DEL DOSSIER
Antropología Biológica
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ISSN 1851-9628 (en línea) / ISSN 0325-1217 (impresa)
Runa /43.2 (2022)
[7-12] Cristina Beatriz Dejean, Virginia Ramallo y Rocío García-Mancus
doi: 10.34096/runa.v43i2.11514
Nos interesa destacar los aportes de la Sección Antropología Biológica del
Instituto de Ciencias Antropológicas (ICA - UBA), dirigida desde 1990 por el
Dr. Francisco Raúl Carnese, hasta su fallecimiento en 2019. Ha contribuido
a la disciplina con numerosos trabajos y, sobre todo, con la formación de
especialistas. En un principio, considerando diversos marcadores genéticos,
se enfocaba en la variabilidad de las poblaciones argentinas y los procesos
microevolutivos que las afectaban. También se llevaban a cabo tanto estudios de crecimiento y desarrollo como de bioarqueología, y se analizaban las
clasificaciones raciales de una manera crítica, en el marco de la genética de
poblaciones. Muchas investigaciones fueron desarrolladas en colaboración con
el grupo dirigido por el Dr. Héctor Pucciarelli de la Universidad Nacional de
La Plata, su colega y amigo. Producto de esta colaboración son las tablas de
crecimiento en poblaciones mapuches de la provincia de Chubut. Los estudios
iniciales con grupos sanguíneos ya relataban los eventos de mestizaje y daban
cuenta del flujo génico entre poblaciones nativas, europeas y la presencia de
variantes africanas en las distintas muestras poblacionales analizadas.
La incorporación de marcadores de ADN de linajes uniparentales (maternos
y paternos) y de marcadores informativos de ancestría demuestra la presencia de las tres poblaciones parentales en todas las poblaciones cosmopolitas
estudiadas, que conforman un acervo génico diverso. Desde 2004, los estudios
de paleogenética han contribuido al conocimiento de los primeros pobladores
de nuestro territorio, lo que complementa los datos arqueológicos y permite
establecer relaciones entre los individuos de las distintas regiones de Argentina
y de Sudamérica. Todos los datos surgidos de estos análisis aportan a comprender el origen de las poblaciones y a reconocer la diversidad. Más allá de
estos resultados, remarcan que la identidad de los individuos y de los grupos humanos no está necesariamente ligada a su ancestría genética, sino a su
entorno sociocultural, un proceso en constante construcción.
En la actualidad, las líneas de trabajo en antropología biológica abarcan diferentes campos: antropología forense, etnobioarqueología, evolución y genética
de poblaciones antiguas y contemporáneas, análisis a partir de apellidos, biodemografía, estudios de crecimiento y desarrollo, además de investigaciones
sobre normativas y recomendaciones éticas a aplicar en nuestra disciplina
(Cesani, Sardi, Colantonio y Avena, 2014). La compilación de este dossier busca
ser representativa de esta multiplicidad.
Algunos de los artículos estudian restos óseos en contextos modernos y arqueológicos, actualizando las técnicas y abordajes y vinculando nuevas informaciones de disciplinas afines, como estudios de biomecánica y morfología
funcional. A esta línea apunta el trabajo que abre el dossier, “El estudio del
estrés mecánico en sociedades actuales y pasadas. Una aproximación desde
la morfología ósea y los cambios entésicos”, de Bárbara Mazza, que destaca
la importancia de contar con métodos estadísticos adecuados para analizar
la complejidad de los cambios entésicos e interpretar de manera más integral
las características esqueletarias, ya sea para inferir edad, historias de vida u
ocupaciones laborales. A continuación, Lumila Menéndez y colaboradoras
plantean un análisis comparativo de la morfología craneofacial de individuos
arqueológicos de Sudamérica y Norteamérica, a fin de discutir las dinámicas
de dispersión y expansión a lo largo del continente durante el Holoceno temprano y medio, utilizando técnicas de ordenamiento multivariado y cálculo
de distancias biológicas. Un complemento muy interesante a la discusión de
estos modelos poblacionales son los estudios de isótopos estables, que se han
convertido en una potente herramienta para abordar el uso de los recursos
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naturales, los patrones alimenticios o la paleomovilidad geográfica. Violeta
Killian Galván y colaboradoras sintetizan cómo los análisis isotópicos permitieron ampliar nuestro conocimiento sobre estrategias de producción y consumo
de cultivos de las sociedades prehispánicas del Noroeste argentino, especialmente los cambios en los sistemas económicos macrorregionales a lo largo
del tiempo. Como vemos, la alimentación es una de las principales fuentes
de variación en la morfología esquelética. El trabajo de Carolina Paschetta y
Rolando González-José integra estas dimensiones, con el estudio mediante
morfometría geométrica del efecto plástico de las diferencias en la fuerza de
mordida en poblaciones en transición económica y sus cambios al incorporar
nuevos alimentos y tecnologías de elaboración asociadas a dietas más blandas.
Los estudios de crecimiento y desarrollo abarcan cambios morfológicos y
fisiológicos, en directa relación con aspectos biológicos individuales y con
un universo colectivo compartido: las dimensiones sociocultural y ambiental
del medio en que las personas viven y crecen. Este enfoque antropobiológico
también incluye el análisis de fenómenos como la desnutrición o la obesidad
relacionada con el estilo de vida actual, y procesos como la transición alimentaria. Los indicadores del estado nutricional han variado con el tiempo,
y el trabajo de Anahí Ruderman y Alejandra Nuñez-de la Mora se ocupa de
analizarlos, a partir de una exploración documental en revistas científicas
publicadas en los últimos diez años. Rastreando el concepto de seguridad
alimentaria, repasan el estado actual de la situación nutricional; e incorporan
también información referente a las consecuencias del confinamiento por la
pandemia a la vez que ofrecen una extensa revisión de la investigación existente. Detallan los diferentes indicadores utilizados en diferentes países, tanto
para población infantil como adulta y alertan que, en esta última, la población
femenina es uno de los grupos más afectados en Latinoamérica.
Dentro de la perspectiva relativa a estudios nutricionales, el trabajo de María
Fernanda Torres y colaboradores, “Influencia del nivel educativo materno
sobre el estado nutricional infantil y adolescente de La Plata (Buenos Aires,
Argentina)”, aborda una pregunta diferente. Con sólidos antecedentes y un
importante número muestral, evidencian que el estado nutricional de grupos
vulnerables como niños, niñas y adolescentes no está determinado solo por la
disponibilidad de alimentos. Lejos de ello, está fuertemente relacionado con el
estatus socioeconómico, al acceso a suministros de alta calidad nutricional y
servicios públicos de salud y saneamiento. Los múltiples déficits intergeneracionales impactan negativamente en los procesos de crecimiento y desarrollo
de las infancias actuales.
Las investigaciones sobre diversidad a través de polimorfismos genéticos han
ido de la mano de los avances en las técnicas moleculares, primero a partir
de proteínas, hasta la posibilidad de analizar el genoma humano completo
en asociación con su expresión fenotípica. El artículo “Estudio de variantes
de los genes OPRM1 y COMT en una población de la provincia de Chaco
(Argentina)”, de Rebeca González y colaboradoras, estudia la variación de
dichos genes moduladores de la transmisión de la sensación dolorosa, en una
región de nuestro país con gran diversidad poblacional. La expresión de este
fenotipo complejo varía según la ancestría y procedencia geográfica de las
poblaciones; contar con este conocimiento permite entender mejor la respuesta
a terapias analgésicas y destaca la importancia de construir bases de datos
población específicas, esencial para el desarrollo de la medicina genómica
personalizada.
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Un aporte fundamental de la antropología biológica, por medio de los estudios
con marcadores de ADN nuclear, mitocondrial o de cromosoma Y, ha sido
objetar las ideas de raza y racismo, la ruptura con el discurso hegemónico de
una única visión de nuestro origen como descendientes de los barcos y el cuestionamiento al mito de la Argentina blanca. Por supuesto, estas construcciones
discursivas no son exclusivas de nuestro país; la historia de Latinoamérica se
ha escrito con deliberadas omisiones. El trabajo de Camila Sala y colaboradores
utiliza polimorfismos de cromosoma Y para determinar los linajes paternos
presentes en una muestra de voluntarios de la ciudad de Trujillo, Perú, y los
compara en contexto con datos ya publicados de otras poblaciones peruanas y
argentinas. Los haplogrupos identificados tuvieron frecuencias y orígenes muy
diversos, lo que evidencia un mestizaje asimétrico que comprende variantes
nativas de América y de diferentes regiones de Europa, África e incluso Asia,
coincidente con los datos demográficos y censales de un alto porcentaje de la
población de Perú que es segunda o tercera generación de descendientes de
migrantes de China y Japón.
Otro interesante eje analítico es el sesgo de género. Numerosas investigaciones,
tanto en comunidades de pueblos originarios como en poblaciones cosmopolitas, han demostrado la persistencia de linajes maternos nativos americanos en
altas frecuencias, recuperando también aquellos linajes maternos africanos que
se postulaban como desaparecidos. El artículo de Mónica Sans “Invisibilidad
indígena en el Uruguay: Genética, Historia y Género” aborda el proceso de
construcción de la sociedad colonial y poscolonial uruguaya y las consecuencias que tiene en el imaginario poblacional actual, comparando información
genética, documental, arqueológica y censal de Uruguay, Argentina, Chile y
Brasil. Con matices, en toda la región se observa un procedimiento similar de
invisibilización, de acuerdo con el cual la ancestría indígena es eventualmente
recuperada a través de la memoria oral y familiar. Tener una mirada crítica
sobre los relatos fundantes de los Estados-nación es parte esencial de nuestro
compromiso como investigadores e investigadoras, y nos permite abarcar esta
compleja historia de genocidios e inequidades.
Los estudios biodemográficos también se orientan a entender este dinamismo
latinoamericano, en tanto describen indicadores de cambio de las comunidades, como la fecundidad diferencial a lo largo del tiempo, las tasas de mortalidad, las migraciones y sus sentidos. Son complementarios a los estudios
de isonimia, que toman los apellidos como unidades analíticas para abordar
aspectos como la consanguinidad o las pautas matrimoniales, incluso de comunidades actualmente desaparecidas. Este dossier reúne dos artículos en esta
línea de investigación. El primero, “Selección de pareja y estructura poblacional en el Valle de Calamuchita (provincia de Córdoba), período 1896-1950”,
de Darío Demarchi y colaboradoras, aborda la estructura genética de dicha
población, utilizando la información de las actas matrimoniales del Registro
Civil. Concluyen que la clase socioeconómica fue una variable de peso en la
preferencia de ciertas uniones por sobre otras, con una tendencia a la endogamia que explica la subdivisión poblacional. También basadas en documentos
históricos, Daniela Peña Aguilera y Emma Alfaro Gómez estudian las dinámicas familiares de los individuos registrados en el Censo Virreinal de 1778-1779
y el Padrón de tributarios de 1786 para Casabindo y Cochinoca, Puna de Jujuy.
Este análisis les ha permitido reconstruir información demográfica sensible,
en una transición poblacional desde la estabilidad de los grupos domésticos
a una desagregación de estas unidades por fallecimiento de varios miembros,
en grupos etarios específicos. Esta situación podría estar relacionada con una
epidemia u otras circunstancias adversas, desconocidas hasta ahora.
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Finalmente, los dos trabajos que cierran el dossier nos invitan a reflexionar
sobre el presente y el futuro de nuestra disciplina en dos ámbitos particulares:
la ética en la investigación con restos humanos, y la relación entre los pueblos
y la naturaleza.
El primero “Ética, bioarqueología y publicaciones científicas: un estudio de
caso”, de Kirsty Squires y colaboradores, examina la aprobación ética requerida
en publicaciones sobre restos humanos en diferentes revistas de Argentina y
Chile. Este trabajo considera diferentes aristas. Por un lado, que la realización
del trabajo científico sea abordada de manera ética; por otro, la aprobación
de los proyectos por parte de los comités de ética y la explicitación de estos
puntos en la producción académica como política editorial desde las revistas
científicas. El artículo resume aspectos y antecedentes legales, destaca la importancia de la divulgación científica y ofrece una serie de recomendaciones que,
en el futuro inmediato, pueden guiar el quehacer del proceso de investigación.
Por último, el trabajo de Guillermo Germán Joosten y colaboradoras, titulado
“‘Si usted es antropólogo, bueno, hablemos del viento’: el rol de la antropología biológica en el Antropoceno y el cambio climático”, reflexiona sobre
la participación de profesionales de la antropología, en especial de la antropología biológica, en el contexto de las nuevas problemáticas ambientales y
territoriales, las modificaciones futuras y su impacto en la vida cotidiana de
sus habitantes. Retoman conceptos evolutivos como adaptación, selección y
construcción del nicho, entendiendo que abordar este conocimiento implica la
participación activa de todos los sectores involucrados: incluyendo a quienes
investigamos desde una ciencia social, en un marco legal y ético, en un contexto
sociohistórico específico.
Les deseamos buenas lecturas y esperamos que los artículos sean disparadores
de nuevas ideas y nuevos proyectos.
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Referencias bibliográficas
» Carnese, F. R., Pucciarelli, H. M. (2007). Investigaciones Antropobiológicas en Argentina, desde la década de 1930 hasta la actualidad. Relaciones de la Sociedad Argentina de
Antropología, XXII, 243- 263.
» Cesani, M. F., Sardi, M., Colantonio, S. y Avena, S. (2014). Líneas de investigación actuales de la Antropología Biológica Argentina. Revista Argentina de Antropología Biológica,
16(1), 31-37.