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Nota española sobre el cine primitivo

Secuencias

Este breve texto viene suscitado por las vueltas que André Gaudreault da en su sugerente trabajo a los términos franceses e ingleses con los que, durante un siglo, se ha nombrado el cine "primitivo", "de los inicios" o "de los orígenes" (en catalán: cinema yrimitiu", "dels primen temps", "dels or&ms"). Se trata aquí, por tanto de rastrear sumariamente el uso que dichos términos tienen en el ámbito español jr ver hasta qué punto convergen o divergen respecto al sentido de los términos originales discutidos por Gaudreault: "cinémaprimitifif', "cinéma des premien temps", "cinéma des origines".. . 'primititle cinema", "ea~lfilml cinema", "cinema at its source". Tal como veremos, el sentido y uso de los términos en el ámbito español no es un reflejo exacto de la historiografía francesa e inglesa. Y sólo desde esta soterrada desviación puede entenderse de forma precisa el recorrido filológico y la propuesta epistemológica realizadas por el historiador canadiense. Así, resumiendo el repaso de Gaudreault, cabe decir que durante el período clásico de la historia e historiografía del cine, más o menos entre 1930 y 1960, la expresión dominante para hablar del cine entre 1895 y 1915, es la de "cinéma prirnitr / 'primitire cinema". En ese período, dicha denominación era usada casi siempre en un tono peyorativo (asociado a lo burdo, lo tentativo, lo imperfecto, lo anacrónico.. .), aunque a veces deja traslucir un tono laudatorio (asociado a lo primigenio, lo inocente, lo perdido.. .). Ambos extremos parten de la ambigüedad existente en el término de base v en todas las lenguas aquí barajadas. Pero a partir del acta kindacional de un campo de estudios sobre el primer devenir del 'LUIS ALONSO GARCÍA es profesor titular de Historia del Cine. loi .\ledios y la Comunicación en la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid). Entre sus trabajos relacionados con el tema de esta nota cahe destacnr, por su aportacihn a un posible debate. "La Trapala Atnpada en la Trampa de las ,4rtes3' en /'Or(qm del Cinema i les Imntqes del s. M,!' (Girona, hluseu tiel Cinema, 2001).

Luis Alonso García * Este breve texto viene suscitado por las vueltas que André Gaudreault da en su sugerente trabajo a los términos franceses e ingleses con los que, durante un siglo, se ha nombrado el cine "primitivo", "de los inicios" o "de los orígenes" (en catalán: cinema yrimitiu", "dels primen temps","delsor&ms"). Se trata aquí, por tanto de rastrear sumariamenteel uso que dichos términos tienen en el ámbito español jr ver hasta qué punto convergen o divergen respecto al sentido de los términos originales discutidos por Gaudreault: "cinémaprimitifif', "cinéma des premien temps", "cinéma des origines".. . 'primititle cinema", " e a ~ l f i l m l cinema", "cinemaat its source". Tal como veremos, el sentido y uso de los términos en el ámbito español no es un reflejo exacto de la historiografía francesa e inglesa. Y sólo desde esta soterrada desviación puede entenderse de forma precisa el recorrido filológico y la propuesta epistemológica realizadas por el historiador canadiense. Así, resumiendo el repaso de Gaudreault, cabe decir que durante el período clásico de la historia e historiografía del cine, más o menos entre 1930 y 1960,la expresión dominante para hablar del cine entre 1895 y 1915, es la de "cinémaprirnitr / 'primitire cinema". En ese período, dicha denominación era usada casi siempre en un tono peyorativo (asociado a lo burdo, lo tentativo, lo imperfecto, lo anacrónico.. .), aunque a veces deja traslucir un tono laudatorio (asociado a lo primigenio, lo inocente, lo perdido.. .). Ambos extremos parten de la ambigüedad existente en el término de base v en todas las lenguas aquí barajadas. Pero a partir del acta kindacional de un campo de estudios sobre el primer devenir del cine (el Congreso de Brighton de 1978), se impone rápidamente, en el ámbito internacional, las expresiones "cinémades premiers temps" / "earlycinema", tal como se deduce del fundada en 1985: "Société nombre completo de la asociación internacional DOMITOR, Intemationale dÉtudes sur le Cinema des Premiws Tenzps / International Sociepfor the Studv of Earlv Cinema".Dicha rápida consolidación, sin embargo. no debe hacer olvidar su previa aparición ocasional en autores como Christian Metz a principios de los setenta y, por supuesto, la resistencia al cambio (J; por tanto, el mantenimiento del término 'primitiiir'e primitif') en autores tan destacables como Noel Burch (a principios de los ochenta) o Jacques Aumont (a finales, aún, de los noventa). De este modo, son las expresiones "cinéma despremiers temnps" / "ear!v cinema" los términos contra los que Gaudreault dirige centralmente su critica, al estar cargados, a pesar de su aparente neutralidad, del mismo linealismo y teleologismo que el ya académicamente anacrónico "cine primitivo". A pesar de todo lo dicho, a ningún lector en castellano se le escapa que, en español, el término estándar que nombra dicho objeto y 'LUIS ALONSO GARCÍAes profesor titular de Historia del Cine. loi .\ledios y la Comunicación en la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid). Entre sus trabajos relacionados con el tema de esta nota cahe destacnr, por su aportacihn a un posible debate. "La Trapala Atnpada en la Trampa de las ,4rtes3'en /'Or(qmdel Cinema i les Imntqes del s. M,!'(Girona,hluseu tiel Cinema, 2001). campo de estudios y que, por tanto. traduce las nuevas expresiones de "cinéma des premiers tenlps" o ..earlil cinema" ha sido el de "cine primitivo", por más que sea detectable en los últimos anos el progresivo cambio hacia las más correctas etiqzretas de "cine de los primeros tiempos", "de los inicios" o "de los orígenes". Merece así la pena destacar las dos causas de esta numantina resistencia a un salto terminológico que. fuera de nuestras fronteras. traducía precisamente u n salto epistemológico en la consideración del cine anterior a 1915. Cna primera causa viene dada por los primeros desarrol llos de dichos estudios en el panorama espa~iola finales de los y tiene mucho que ver con el excesivo peso (por 1 ochenta exclusivo) de los textos delprimitirlistaNoel Burch: de la inj! augural traducción de su trabajo de 1980. "Porter o la 1 .imbivalencia" (en el fcifizilie Wladerrios de Cine. n" 7. T ? i hlencia. 1982). a SU breve pero intensa monografia de 1986, El tragahtz del i?~fi?iito (Lladrid, Cátedra. 1987). Así, cuando r 1 1k T la recién funtlada revista Arc/7ir10sde la Filmoteca dedique sus primeras páginas al tema (no 3, 1989),parecerá totalmenl te lógico reunir diversos trabajos bajo el epígrafe de "Itinerarios , , del Cine Primitivo;\mericano, 1895-1915"'.Y ello a pesar de la incorporación en dicho dossier de un trabajo de Tom Gunning (donde se usan las nuevas etiquetas, en correcta traducción) o de la breve pero severa crítica que, en el mismo dossier, ; 1 hace Vicente José Benet del viejo término -muy en consonancia con la planreacla ahora por Gaudreault-. término que, .,~, . . sin embargo. Benet y luan .\ligue1 Company utilizan y. por tanto, fijan en el uso español De forma hano ciiriosa, la incorporacihn española al camCariaIs Fernández po de estudios tlel "cine primitivo" mantiiro el término contra el que la corriente internaCuenca. Historia del cional estahn construyendo sii nuevo obieto; incluso. en aquellos especialistas españoles cine. 1945 que escapaban al poderoso influio clel libro cle Soel Biirch. Este extraño comportamiento se explica por un curioso iuego de las tratliciones historiogrlficas en lo$ ciiversos iciiomas. Para la hi~toriografíaclisica francesa e inglesa. "cine primitivo" era una etiqueta precisa que nombraba el período anterior a 1915. Aiinque el cacícter despreciativo dominara sobre el apreciatiro, dicho término perfil:iba -y. por tanto. valoraba- un definitlo y delimitarlo lapso tie la historia (le las formas filmicas y las pricticas cinematográficas. Añadamos que, por haber sido educado en su interior. este mínimo pero básico carictrr ~alorativode lo "primiti\.o" como objeto tliferenciadose le escapa a Gaudreaiilt. al mismo tiempo que explica el n1:intenimiento de la tlenominacicín en autores como Burch u Aumont. Pero para la historioprafia esp:iñolri anterior a los años 90, lo "primitivo" es, casi exclusi\~ameiite.el carácter despecti\.o con el que se cataloga iin tiempn fallitlo. anterior y exterior al "verdaclero cine", iiiiiversal o esp:iñol. De ahí las tlenoniin;iciones. en lo.; manuales de metliados (le siglo. (le "I:i Etiad Heroica (1Sq5-1914i" refericl:~31 cine uni\-ersal (en Carlos Fernánclez Cuenca, 1945) o "la Prehistoria (lX?!;-l?l(;i" referida al cine español (en Fernando lléndez Leite. 1965').,.V contraiio que en el contesto frances o ingles, lo ',primitivo"no aludía en la bihliografia española de aqiiel tiempo a un periodo concreto (le I:i historia del cine: era sólo una marca negntia referirla a un tiempo oscuro e informe, el (le los "precursores" (del pre-cine) y los 1 OR1 1 1 1 T ~ , h c , , , , . r m , F,,," A,,,. ,<F*%Il' ~ 7 ~ z , n , L ~ 1 obre el tema In (3.2 Ciie* rt e firman. r n "pioneros" (del primitivo cine), previo a la verdadera llegada del cine/cine tras el genio de David Wark Griffith. Este segundo contexto es el que, creo, explica esa inicial conservación espatiola de la etiqueta de "cine primitivo" como traducción de las expresiones "cinéma des premiers temps" / "early cinema". Consciente o inconscientemente, el mantenimiento del término un necesario ajuste de "cine primitivo" era, en los autores españoles del entorno ( de cuentas con la propia tradición historiográfica,actualizando lo que había sido norma en la tradición internacional. Antes de ! poder analizar la autonomía v diferencia del "cine primitivo" respecto al "cine clásico", resultaba imprescindible dotar al primero de unos perfdes y rasgos concretos. no tanto en cuanto "primitivo" (cambiando lo despreciativo por lo apreciativol sino en cuanto "cine" (marcando su anterioridad e interioridad respecto al cine por venir). Sin duda. desde finales de los noventa es difícil encontrar !a un autor, en castellano o catalán. que mantenga y defienda la denominación de "cine primitivo" i d e b o decir que soy uno de ellos?- sin que parezca un tic o un lapsus'. Y, por supuesto. dicha denominación permitió descarríos como el de plantear una historización de los "modos de representación"-de nuevo el dominio Burch- bajo adjetivaciones tales como "primitivo'., "clásico", "alternativo" o "moderno", con el caso paradigmático de una colaboración, creo que consciente de su propio exceso y límite, de José Enrique ilonterde en el volumen IX de la Histo?irrgeneraldel cine (Madrid. Citedra. 1996). -4 pesar de todo, sigo pensando que "cine primitivo" es la mejor denominación para el período entre 1895 1915 ( 5a fin de cuentas. tlejando a un lado el francés 'prenliers tenlps", es Noel Burch. El una traducción correcta del inglés "errfli-").La ventaia (te mantener lo '.priniitivo" como t,galorinfinito, caricter central de dicho períotlo de la historia del cine -y creo que eso es lo que lnte tras 1987 la defensa ultramontana de Burch o Aumont- es, precisamente. hacer consciente y mostrar aquello que esconden (y hacen inconsciente) los dhrersos términos o circiinloquios institucionalizados a partir del Congreso de Brighton de 19'8: que el "cine primitivolpremien temps/errrly" era, siempre, un objeto definido por su relación con el cine por venir. Diclio de forma más clara, los estudios (le cine primitivo han siclo esencialmente (dunnte al menos la mitad de su recorrido, hasta principios de los noventa) una investigación de cómo el "cine primitivo" devino "cine clásico": de forma obvia (11 molesta) en Burch, tle forma oscura (y cómoda) en Gunning o Gaudreault; de ahí. por ejemplo. la final conclu4ión de aniboc de una periodización basada en la dupla "atracción mostratha~integraciónnarrativa". Desde este punto de vista, el cambio terminológico !. episternológico pmpiiesto por Gaudreault -en su apuesta por la "cinematografía-atracci(ínn'- viene precisamente a recoger y revelar el objeto escondido durante mucho tiempo, tal como puede rastrearse en las actas de los congresos de DO3IITOR. aunque su origen deba remitirse. al menos, a la obra inaugiiral de John L. Fell en 19-i. Elfilme j 1 10 trrrdición nrrrmtil'a (Buenos Aires, Tres I1 ' -4tal fin, bastn repasar la.; dos rcvist3.; ncadérnic~sde cine. ;\rcl?ii~oscit. I i Filrriotecn !. 9cr1etfcin.i.los priniero.; voli~menes(le 13 flistorin Grtleml clcl Citle dr Citedn prnrno!icla con el centenario n lo<cinco lihrns tic acta.; tlc 10.; cerninario.; tle Girona .;obre "el<;\nrecetk~~tr/~ i 017yt~r?c (/el Cirirtnn" ("lo.: :-nrecetlenrei y Orixene.; tlel Cine"). ipos. 1 9 7 . Dicho nuevo obieto es. claro está. el de las complejas relaciones que el cine mantiene con el resto de fenómenos cornunicacionales,anteriores, coetáneos y posteriores. .Uli donde el complejoprimitir~odel cinonatógrqfo es sólo un caso ejemplar (ailn no agotado su estudio) del enmarañado mundo de las formas ex~resivasy las prácticas comunicatiras que definen cualquier momento histórico y del que emeqe, entre otros fenómenos posibles. el sistema institiciontrl de las prácticas y discursos sobre el cinekine. De ahí, para concluir. la pertinencia del debate que abre el trabajo aquí comentado. ICT. The nf:ver-ending English-French debate about the doubts and dangers aroused by the inaugural terms in the research field of the "cinéma primitif" / "primitive cinema" and its variants -"early cinema" / "cinéma des premier tempsW-, after a revision of their uses in Spanish bibliography, provokes a defense of the rnost negatively marked term of all: "cine primitivo". Never questioning the value of the opening proposal made by André Gaudreault concerning the term of "kine-attractionography", keeping the expression "cine primitivo" is a way of acklowledging consciously that such a concept was the one that arranged and directed our understanding of a complex of cultural forms and practises which in a way were only noticed when they led to an autonomous and closed understanding of cinema. 3