Visité y disfruté Peñafiel, cuna de la "Ribera de Duero"y Señorío del Infante Don Juan Manuel.
Sorprenden al visitante sus ritos, tradiciones, su casco histórico, su patrimonio y su gastronomía. Tierra de sabores y de hsitoria.
Son motivos suficientemente gratos y atractivos para visitar las Bodegas Protos (del griego, Protos- Primero), bodega medieval de crianza, cuya visita transcurre a lo largo 2 Km. de galerías subterráneas excavadas en las entrañas de la montaña donde se asienta el Castillo, y la bodega nueva, diseñada por el arquitecto Richard Rogers. Al final de la visita se hace una degustación de vinos y nos obsequian de recuerdo las copas.
El Castillo de Peñafiel, en lo alto de un cerro, es el mejor testigo de su historia medieval, su silueta se asemeja a un gigantesco barco, donde se encuentra el Museo de Vino.
La plateresca capilla mortuoria del Infante Don Juan Manuel, autor del libro "El Conde Lucanor", en el convento mudéjar de San Pablo.
La plaza del Coso, con sus tradicionales balcones medievales de madera, donde se celebran corridas de toros y su fiesta declarada de Interés Turístico, La Bajada del Ángel.
El convento de Santa Clara convertido en un confortable hotel a la orilla del río Duero que vertebra la localidad.
La estrella de los fogones de la Ribera del Duero, el lechazo asado en horno de leña, acompañado del vino de la tierra.
Todos los aspectos del interés y la motivación a través del mundo del vino: paisaje, naturaleza, patrimonio cultural, artístico e histórico y por supuesto su exquisita gastronomía