Años después de haberle perdido en aquella trágica expedición al Amazonas, encontré a mi buen amigo y colega de profesión Jon Satrústegui cuando paseaba por un mercadillo a las afueras de Quito. Reconocí al momento sus nobles facciones, que tomé entre las manos mientras la emoción se desbordaba en un raudal de lágrimas. Estaba muy estropeada, y reducida en exceso; tanto, que tras arduo regateo pude adquirirla como colgante por un módico precio.
© Alberto Corujo
España
http://odys69.wordpress.com/
9 comentarios:
Pobre hombre reducido a mini cabeza.
Jeje.
Me ha gustado tu micro.
Saludos desde el aire
Qué suerte, un amigo de bolsillo.
Los Satrústegui siempre han tenido muy poca cabeza.
Saludos
Gab
Agggg, qué repeluco. Buen micro y buen comentario el de Gabriel, je, je.
Qué fuerte!!!!!!!!!!!!
Buenísimo micro, ja jaja
Abrazo
Guau, genial
saludos
Un corujo de vendaval, en volandas, titiritero. Como siempre, un placer de los grandes.
Ja ja ja Me subo a la idea de Gabriel de los amigos de bolsillo o mejor. Amigos llavero.
Lo siento pero es que me ha dado una grima..........
Ja ja ja Necesito algún amigo así, para llevármelo a todas partes.
Gracias por mandarlo
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