Separado está el precipicio, encarado del otro lado. Un río de medianil va cruzando, derretido y cantando.
Tierra mojada, que quiere y que no puede.
Cargado va el arroyo de ramas y placeres. Agua sucia, carácter y mujeres. El Sol llora al ver que mi corazón se ahogó.
El precipicio, que quiere y que no puede.
Entre los dos precipicios va un riachuelo,
que se lleva mi amor y mis sueños.
Un riachuelo poco aconsejable pues se lleva lo más importante que tenemos las personas: el amor y los sueños. Saludos
ResponderEliminarEs un micro precioso, tiene brillo y exquisitez!
ResponderEliminarMe encantó.
Un saludo.