Esto no tiene que ver directamente con mis manualidades, pero con cosas que pasan a mi alrededor a diario.
Es algo raro, según yo, lo que pasa en nuestra sociedad.
Esto de vivir en Santiago también influye. No entiendo por qué no se puede confiar en la gente. Todos tienen algo "por detrás" hasta cuando te ofrecen un producto hay mentiras de las que te vienes a enterar después...
Pero, gracias a Dios, igual siguen existiendo personas en las que se puede confiar, incluso sin siquiera conocerlas!
Gracias al facebook (oh si, increíble pero es cierto) he conocido a otras personas, personas realmente valiosas, en las que he podido llegar a confiar sin siquiera conocerlas en persona, ni hablar por teléfono.
Sólo la comunicación impersonal que te da una pantalla y las teclitas del note. Pero hay gente que ha confiado en mi y otras en las que yo he confiado y ha funcionado perfecto!
Hago este comentario pues quise comprar un artefacto (ya lo verán!) a una persona que vive en Temuco. Ella me lo ha enviado, sin costo y más encima sin que yo se lo haya pagado aun, pues de hecho, le pedí que me lo guardara para el fin de mes, cuando Gardel da sus mejores recitales! Pero ella insistió en enviarmelo así, de confianza.
Para mi un gesto así es impresionante, sobretodo cuando día a día vemos gente inescrupulosa que estafa sin vergüenza. He visto páginas como "La lista negra de las que compran y venden en face" dónde un loc@ los amenazaba porque le funaron las estafas! O sea, Hello.com!!! cómo tanto! Hay que ser muy careraja. Pero así y todo, investigaciones por medio, igual hay gente confiable.
Gracias a esa gente por existir, aparecen en los momentos en los que pienso que este mundo no tiene vuelta y como que me "arrepiento" de ser Mami porque cómo cresta se me ocurrió traer a una inocente a un mmundo tan como el ajo (como diría mi papito). Pero no, resulta que aun hay gente respetable, confiable y que confía. Y son pequeños gestos como este los que me dicen que vivo en la ciudad equivocada, o que al menos igual hay una esperanza!
Igual, si eres "provinciano" viviendo en la capital (que yo soy de la playa!) te invito a aportar con tu granito de arena y a no contaminarte del Santiaguino "tipo". Ese loco gris, fome, incomunicado y que no te da confianza. El tipo de persona estresada que no se detiene a mirar al que tiene al lado, que le molesta el batido de cola de un perro desconocido y que te tira el auto encima cuando paseas con un cochecito. O ese que es incapaz de ceder su asiento a una señora que podría ser su abuelita en el metro o en esas cosas-monstruo que son las micros. Y que alegan porque les suben el pasaje, cuando el resto de Chile paga la otra mitad de su pasaje para que ellos evadan felices... ese, esa... uf así no soy yo!