jueves, 11 de abril de 2013

La cifra puede contener una aritmética de nubes,



















                                                          

  Luego llueve un hilo azul sobre los números. 

                                                                                                                
  L.Miñana



La cifra puede contener una aritmética de nubes,
lo cierto es que enfrentados al valor doble de las cosas antiguas
no tenemos más música que la que el objeto ha sabido darnos,
un silencio incontenible.
Ella era de todas las maneras la lluvia de mis días,
todo lo que me traía en sus manos tenía de nuevo significado:
un viaje de fin de semana al pueblo de su familia,
un botón desprendido de la camisa más querida
o una película en el día del espectador.
La argucia es decorar los recuerdos de flores tapizantes.




sábado, 9 de marzo de 2013

Nadie me besó al llegar a París




Nadie me besó al llegar a París
a pesar de que en la Gare d´Austerlitz
las mujeres tuvieran su mirada puesta en lejanías
y sus labios rojos todavía hubieran podido detenerse en mí.
Mi mochila anunciaba un viaje sin regreso
y aunque me perdí en los muelles pulcros de Ámsterdam
y en sus luces rojas
encontrara reflejos dulces por todas las bocas,
nadie, que yo recuerde,
selló el tatuaje de mi pecho.
Ni siquiera cuando en Marsella
sus sombras tenían color de arena
y eran sus cuerpos un oasis traído del desierto.
Tampoco en Génova bajo la luz del este
que anunciaba en sus ojos el adviento.
Ni siquiera en El Pireo mi rastro fue más allá de una noche,
la que puede durar un paquete de cigarrillos turcos
y una botella de metaxa.