PLANES DE BOLONIA: ATAQUE A LA UNIVERSIDAD PÚBLICA
¿Qué son los planes de Bolonia?
Estos planes nos han sido presentados a los estudiantes como una modernización de la enseñanza, con el objetivo de crear una educación universitaria común en toda europa. Estas bonitas palabras son la cortina de humo tras la nos encontramos con un proceso de elitización y privatización de la universidad. Olvidemos los discursos para la galería y veamos lo que realmente se está implantando. El pasado 26 de Octubre se aprobó el Real Decreto de Ordenación de Enseñanzas Universitarias, que introduce los siguientes cambios en la universidad.
Para empezar, se acabaron las diplomaturas y las licenciaturas. Se implanta el grado, que en vez de 5 años durará sólo 4. Si ya en la actualidad muchísimos licenciados tienen enormes problemas para encontrar un trabajo que les permita emanciparse, con una formación aun menor serán aun más carne de contrato basura. Y a la reducción de un año de estudios se añade que en algunas ramas, como en las ciencias, se está planteando que el primer año sea común a todas. Es decir, los físicos estudiarán el primer año de grado lo mismo que los biólogos, por lo que los físicos estudiarán menos física y los biólogos menos biología. La deficiente preparación del grado se completaría con el posgrado. Pero este posgrado, de uno o dos años, no es más que el actual master, lo que significa que muy pocos podrán pagárselo. El resultado de todo esto es que saldremos de la universidad con una formación más básica y por lo tanto el mercado laboral será más duro, con peores salarios y condiciones de trabajo.
En algunas universidades, como en la Pablo de Olavide de Sevilla, ya estamos sufriendo el llamado eurocrédito. Ahora ya no solo tenemos que pagar por las clases que recibimos en la universidad pública, ahora pagamos por eurocréditos, que incluyen el tiempo que estamos en tutorías, en la biblioteca, o incluso estudiando en casa. Puede sonar ridículo, pero así es. En algunas carreras en las que antes se daba clase de lunes a viernes, ahora solo se da de lunes a jueves. Y en vez de abaratarse la matrícula, se ha encarecido. Además, el eurocrédito establece una gran cantidad de clases de asistencia obligatoria, lo que supone que el que no pueda permitirse ser estudiante a tiempo completo, como los que tienen que trabajar para pagarse los estudios, tendrán que dejar la universidad.
Si las empresas ya condicionan indirectamente lo que nos enseñan en nuestras carreras, ahora lo harán aun más y de manera directa. Los empresarios pasarán a tener voz y voto en los consejos que deciden los planes de estudio, lo que favorece que aprendamos solo lo que a ellos les convenga para que los enriquezcamos con nuestro trabajo en el futuro.
El actual sistema de becas va a ser sustituído por las becas-prestamo. Si ya las becas son escasas, y los estudios van a encarecerse con el eurocrédito, ahora las becas que recibamos serán realmente préstamos que tendremos que devolver. Por si las asfixiantes hipotecas que pagamos para enriquecer a los empresarios de la banca y la especulación inmobiliaria no fueran suficientes, ahora los jóvenes tendremos que pagar una universidad más cara, u obtener una beca con la que estaremos endeudados antes siquiera de acabar nuestra formación y haber pensado en independizarnos.
Y todo esto en el mejor de los casos. Si tu carrera no es rentable para el mercado, disminuirá progresivamente su financiación por lo que tenderá a desaparecer o a quedar reducida a un amago de carrera. Más concretamente, la Ley de Financiación universitaria de la Junta de Andalucía establece un reparto de la financiación según criterios como cuantos titulados formen una empresa propia en los tres años siguientes a su graduación. Filosofía, las filologías, Humanidades, Historia, y muchas otras verán radicalmente disminuída su financiación, lo que devaluará aun más su calidad o incluso las hará desaparecer.
No a bolonia
Una universidad más cara supondrá que menos hijos de trabajadores puedan acceder a ella. Además, los que accedan tendrán una peor formación, condicionada además por los empresarios. Es fácil deducir de esto que la actual situación de los jóvenes, con grandes problemas para encontrar un trabajo estable con un salario que nos permita cubrir necesidades tan básicas como la vivienda, no va a mejorar sino a empeorar. Con peor formación universitaria o sin haber podido siquiera acceder a ella, sufriremos más explotación a cambio de menor salario.
En el 2001 la derecha creyó que conseguiría que los estudiantes pasásemos por el aro de la reforma elitizadora y privatizadora que es la LOU. Grave error, las masivas manifestaciones contra la LOU, unidas a las del Prestige y la Guerra, en las que la juventud fue también punta de lanza, permitieron la derrota de la derecha en las elecciones. Pero ahora el PSOE, a quien millones de personas votaron para librarse de la derecha reaccionaria, trata de llevar adelante los planes de Bolonia, que perjudican precisamente a quienes le votaron. Otro grave error. Los estudiantes han salido a la calle contra Bolonia de Santiago a Barcelona pasando por Madrid. Por todo el estado los jóvenes nos estamos informando sobre Bolonia y movilizándonos contra ella. En la Universidad de Sevilla (US) y la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla se ha levantado un nuevo movimiento, los “Grupos de Trabajo No a Bolonia” constituidos en base a aspectos concretos del proceso. Donde el año pasado no existía prácticamente nada, ahora hay grupos estables de activistas capaces de organizar encierros masivos como los del 5 de marzo, paralizar por completo la universidad y sacar a más de 3.000 estudiantes a la calle al día siguiente. La huelga que mantuvieron los profesores de la US contra la precariedad el curso pasado pone de relieve que dentro de la universidad también hay espacio para la actuación conjunta de estudiantes, docentes e investigadores. De hecho, existen plataformas de profesores, aunque poco activas, que potencialmente podrían sumarse a la lucha estudiantil. Así mismo aislar la lucha estudiantil de la obrera es un grave error que estamos cometiendo los estudiantes, los obreros nos tienen que acompañar en esta lucha pues los hijos, parientes y amigos de los trabajadores serán los que sufran esta reforma.
Y ahora ¿Qué?
La experiencia de 20 años de historia del Sindicato de Estudiantes nos permiten saber qué solo la movilización puede evitar Bolonia. En capitalismo cualquier mejora para los trabajadores o sus hijos solo puede ser lograda por la movilización. Sólo así logramos el bachiller gratuito en los años 80, solo así logramos que se sacaran las tropas de Irak, y solo así frenaremos Bolonia. Para ello es necesario que muchos estudiantes que aun no son conscientes de lo que se nos viene encima se enteren, y que los que algo sabemos estemos totalmente informados para hacer frente a la campaña de cuentos y propaganda pro-Bolonia que vamos a sufrir por parte del gobierno. Viendo la naturaleza de los planes de Bolonia, y la gran movilización del día 6, estamos seguros de que el movimiento va en aumento y continuará esta tendencia con más fuerza cuando los cambios y las experiencias piloto se den en más facultades. La lucha sirve, la lucha sigue.