Hoy te extrañé, mucho más. Él, con esa particular simpatía burlona, me recordó tanto a vos... Como siempre, salí a buscar refugio en las estrellas. Me detuve en una de ellas, "la que más brillaba"... (...como en aquellos tiempos.) Y en un instante, se pintó un lazo plateado en el cielo... Un instante tan mágico, como increíble... Y sonreí..una vez más. Y sentí ese beso en la frente... Y ahora, duele un poco menos. (Hoy te supe cerca, como siempre.)
...y uno de “esos” días caes en que casi todo va queriendo ser recuerdo.
Y ya no está, ya no vuelve.
Y ya no tenés su beso en la frente…
Ni su tan profundo “¿Cómo estás, nena...?”
Y definitivamente, te hacés grande. (...porque para nadie más sos eternamente pequeña como lo eras para El.)
Y te abrazás a ese orgullo inconmensurable que sentía por vos... A esa mirada llena de ternura y amor... y volvés a sonreír mientras se te estruja el alma.
Y vas sabiendo de finales, pero sobretodo de re-comienzos.
Discursos que
celebran los derechos conquistados, las batallas ganadas; recuerdos dolorosos de los GOLPES recibidos a la democracia
alguna vez arrebata.
Bandera
compartida por la lucha inquebrantable por los derechos humanos, por la vida. Por
la vida en democracia...
…Por la
democracia, la igualdad, la justicia y la equidad. Bandera de Lucha por un “para todas y todos” real...
...Esa
misma lucha por unos otros tantos que, muy probablemente, no hayan festejado porque estaban haciendo lo de todos los días…eso de
conquistar lo supuestamente adquirido…
…Y a ellos elijo yo aferrarme. A ellos
y a esa indignación que genera lo desigual, lo
injusto…y me abrazo a la indignación como impulso para seguir peleando por la construcción de
un mundo justo y equitativo...
Y en
eso, vuelvo a elegir una y otra vez, ser y hacer Trabajo Social...
Porque
en la fuerza, en la lucha, en las transformaciones, en las revoluciones cotidianas de aquellos que
no necesariamente son “todos y todas” se encuentra lo esencial para seguir
apostando a construir eso que se
proclama y dícese llamar derechos humanos.
Porque
es en esa mirada que busca y se (te)
reconoce, en esos sueños que no se desvanecen aun en las peores pesadillas y
tormentas, en ese creer y apostar a un mañana incansable, en ese abrazo que
encuentra, en esa palabra que enseña, en esa esperanza que aun brilla…es dónde
uno reafirma la convicción de que aún se puede, de que es posible…
…Y
los ideales devienen en discursos, los discursos en acciones, las acciones en
pasos, y los pasos se encuentran acompañados de otros tantos…otros con quienes andamos
en la misma dirección, con quiénes seguimos marcando y haciendo el camino…un
camino hacia y en la construcción de un
mundo mejor.
"Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar
con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no
tuviera necesidad de soñarlas".
Martín Luther King.
Día de los Derechos Humanos. “Día de la
democracia”. Día del Trabajador/a Social.
...Se hace necesario
volver a aquellos lugares en los que uno
se reencuentra con uno, con los otros, con los encuentros…
…los encuentros que
pretenden des-cubrir esos espacios en
los que el aire huele a primavera… esos que pintan de verde del andar, un verde que es algo más, que tan sólo esperanza y utopía…
Y en eso, las primaveras son una oportunidad privilegiada
para recordar aquello de “podrán cortar
las flores…” y resurgir, renacer, florecer…siempre.
Y entre “fresias
y jazmines”, acá estamos, volviendo a aquello de respirar primaveras…