Me dueles hasta la insensatez
En lo mas profundo de mi ser.
Siento como la soledad
Me crucifica el alma
Con clavos de acero,
Cuando no te tengo.
Eres la locura que me penetra
Por las rendijas de mis llagas,
Vinagre y sal,
Taladro y martirio
De mis sienes ceñidas
Por el agónico lazo de la muerte.
Otro día mas sin tenerte
Horas que se escapan inertes,
Que me dejan en las mejillas
Un enjambre de lágrimas,
En mi boca el sabor de la nada
Y mis manos temblando
En espasmo la rabia.
Me roe las entrañas
Tu ausencia,
La inacabable espera
De beberte entera,
Aunque no se miel
Sino veneno lo que beba,
Aunque ya solo me quede
Ver los ojos de la muerte.
Ya me cubre la noche,
La ceguera de la fe
El sudario blanquecino
De la desesperanza.
¡Una y otra vez.
Otra vez!
(José M. Huete Garcia. Marzo 2011)