NdR: La épocas suelen ofrecernos algunos indicadores, algunos hechos que pueden servir para ejemplificarlas. A veces las simples crónicas policiales nos permiten un mejor acercamiento a las diversas realidades que decena de discursos y estadísticas. En Punta Lara una familia vivía en condiciones deplorables, alguien conmovido por la situación hace una denuncia a la policía y cuando ésta arriba al lugar se encuentra con un grupo de niños viviendo solos prácticamente a la intemperie, sin adultos que los protejan, en una zona casi selvática, en una vivienda precaria sin puertas ni ventanas y sin alimento ni agua potable. Parece increíble pero es una historia que sucede en nuestro país a una hora de la capital de la nación, de una crueldad inusitada y que nos hace reflexionar acerca de la desesperación, del dolor, de la indiferencia y la impotencia. En estos tiempos en que la crisis se apuntala en la resistencia de los que menos tienen es bueno darse cuenta qué les estamos pidiendo...