- Me he propuesto no llorar si no es de pura felicidad, hasta mi próximo cumpleaños (mínimo).
- Me he propuesto que cuando note un lazo opresor en la garganta, lo desanudaré a fuerza de carcajadas.
- Y cuando unos ojos mentirosos me sonrían sardónicos; les devolveré la sonrisa, sarcástica.
- Y cuando no tenga sentido reír; recordaré todas las veces que sí lo tuvo, y reiré.
- Y cuando me pidáis que baile con vosotros, se me olvidará que no sé.
- Y cuando reine el orden, sembraré un poco de sano caos.
- Y siempre, siempre, siempre; tendré a punto unas gotas de dorado alborozo con las que perfumar un día lluvioso.
¿Y tú, qué te propones?