Tras casi dos años de ausencia por nuestro “cuartel general”, el 31 de mayo nos volvimos a reunir
alrededor de la poesía en una de las aulas de nuestro querido CC Paco Rabal.
Nueve poetas, un par de amigas que quisieron acompañarnos en esta ocasión tan
especial, más algunas compañeras vía internet –durante la pandemia hemos aprendido
a compartir ratos poéticos a través de Zoom— abrimos con esperanza un nuevo ciclo
de tertulias presenciales donde hablar de literatura, eventos, poesía y… nuestras cosas.
Durante este periodo de ausencia hemos perdido a dos queridísimos compañeros y
amigos, Maribel Alonso y Sebastián Galán, a los que recordaremos el próximo día de
tertulia.
Comenzó la ronda poética Julián, Desplegando las alas; y para hacer honor a su
recitado partió pronto de la reunión. Le siguió Teresa con El dolor del alba,
contándonos entre sus versos cómo… las curvas de la memoria van cavando una
zanja… Posteriormente, Yago, nos dejó claro que sigue enamorado, y compartió sus
violines y atardeces: …la locura de amarte con locura; concluía su poesía. JASCA tiró de
recursos –falto de poemas nuevos escritos--, y tiró del antiguo compañero Nino; y de
su último poemario, Hondura, nos recitó Llantera. Lindo y duro poema sobre niños
trabajadores en Honduras. Martín, tanto de lo mismo o parecido, echó mano a sus
escrituras pasadas; y compartió versos con aroma terrenal: …he salido a oler la tierra
mojada… Elena González, con su habitual tono reivindicativo y dramático, nos aportó
su poema Subterránea, hablando por los que …caminan resignados. Gonzalo nos trajo
la lírica urbanita con Viajo por las ciudades, y entre sus versos, alguno tan gráfico
como: …tu voz se confunde con el sabor del tacto.
Martín Lozano ha creado estas cucharas de madera y nos las ha regalado a todos los poekas
Nuestra amiga Adriana, de Amnistía Internacional, con la que hemos compartido
eventos, tuvo el detalle de acercarnos un libro recopilatorio de poetas navarros SOTTO
VOCE, que han querido regalarnos a la tertulia PoeKas, y del que leyó el poema
intimista Autoretrato, de Tasús Burguete Lacalle.
También, pero vía online, Elena Moratalla nos aportó un microrrelato, El secreto de mi
voz, que seguro contará, o ya ha contado, a su nieta Iris. Koncha, desde su casa, nos
habló de un Longines propiedad de su abuelo Paco, y con el que …la comida y la cena,
a la hora en punto… les decía. Yoli intentó trasladarnos aires de irlanda con Eire, de
Eavan Boland; pero la conexión caducó y nos quedamos a medias.
Bueno, a medias no, porque salimos con las pilas bien recargadas para seguir con
nuestra pasión poética que compartiremos con todos los presentes los últimos
martes de mes en nuestra Tertulia PoeKas.
Cerca y lejos, PoeKas en Madrid, en La Coruña y en El Picazo (Cuenca)