Es un buen ejercicio redundar en lo banal. Detallando todo lo accesorio y jamás la sustancia, igual que las asas curvas sugieren la convexidad del jarrón que escoltan, se forman vacíos donde la esencia expresa sus dimensiones. Por eso es imposible dar por cerrado o creer abandonado un espacio; apenas podemos dejarlo en otro tiempo del mismo espacio.
Manifiesto o descifrado, aún definido por ausencia, la ornamenta describe lo concreto… mientras en una primera lectura, la que puede llegar a pretenderse durante una ración abundante de tiempo, todo parecía indicar que lo más importante se quedó afuera.
9 comentarios:
Discrepo con su conclusión. Lo más importante se quedó adentro, en los detalles, en sus pasos en falso, en lo banal, en las asas curvas. Porque el tronco discursivo son los laterales, definitivamente. Y eso, Ud., lo maneja con eficacia. Nunca creí que un espacio (llamémosle X) estuviera abandonado o cerrado,era una mera cuestión de sincronicidad.
Y qué se quedo adentro, después de todo este tiempo?
mar
Solo si lo mas importante queda afuera estaremos libres de lidiar con nuestra conciencia, bueno, los que la tienen.
Abrazos
Me voy de vacaciones, y cuando regreso, me encuentro esto...Vengo a pedirle explicaciones.
Eso sí, que no falte un beso.
Los ornamentos, lo banal, los detalles conforman la esencia. Pienso que van de la mano y se complementan.
saludos
Justo que vuelvo, vos te fuiste!
Bien por ello!
Abrazo.
no puedo lamentar el fin de tu blog porque siempre dijiste que lo cerrarías cuando pase algo más importante en lo que no quedarte afuera.
besitos!!!!
pau
ah!
sigo emocionada con tu visita a mi ciudad y NOTICIA: el 20 llego a la tuya!!!!!!
Pobre blog, abandonado vilmente...
Publicar un comentario