De alguna manera hay que conseguir lidiar con las batallas perdidas,
o por lo menos, no abrazar demasiado fuerte las derrotas,
a veces solo basta con recordar las heridas, sufrir el luto y
volver a dibujar sonrisas en los amaneceres,
de la alegria de nuestro despertar,dependera la belleza de la proxima noche.
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