miércoles, 17 de noviembre de 2010
INFRAESTRUCTURAS PELIGROSAS PARA LAS AVES
Resultados del estudio llevado a cabo en la ZEPA de La Serena y Sierras Periféricas por ANSER.
1.- Introducción.
Desde siempre se han conocido casos de fauna accidentada en distintas infraestructuras (tendidos eléctricos, carreteras, alambradas, aerogeneradores, …), y hasta se ha tenido la sospecha de que en determinados lugares y en asociación a determinados accesorios y/o artilugios humanos el grado de accidentalidad para la avifauna podría ser considerable, pero hasta la fecha han sido muy pocos los estudios que se han emprendido con la intención de cuantificar los daños y evaluar posibles soluciones. En algunos campos como el de los tendidos eléctricos o los aerogeneradores se han publicado varios estudios, y en el primero de los casos se conocen ciertas medidas correctoras, algunas de las cuales se vienen poniendo en práctica en menor o mayor medida dependiendo de zonas y sobre todo de la implicación de las distintas administraciones regionales en materia de medio ambiente. En otros casos como las carreteras o las alambradas, la práctica ausencia de estudios ha hecho que sólo se adopten medidas correctoras de forma realmente escasa, muy puntualmente, y sin un seguimiento que permita validar su eficacia.
Durante 5 meses del presente año (Junio a Octubre inclusives) la Asociación Naturalista de Amigos de La Serena (ANSER), con el patrocinio de la Dirección General de Medio Natural de la Junta de Extremadura, ha llevado a cabo un estudio sobre la accidentalidad de la avifauna en tendidos eléctricos, alambradas y carreteras, dentro de la Zepa de “La Serena y Sierras Periféricas”. Los resultados globales de ese estudio son los que se exponen a continuación.
2.- Tendidos Eléctricos.
Antes de exponer datos conviene aclarar que el alto número de casos de predación entre los hallazgos encontrados nos hace pensar que algunas aves pudieran haber sido transportadas a una considerable distancia del lugar donde sufrieron el accidente y por tal motivo no se encontraron hallazgos, al tiempo que es obvio pensar que no todos los accidentes que se hayan producido como consecuencia de la colisión con los cables y la posterior caída al suelo habrían supuesto la muerte más o menos inmediata de las aves, sino que algunas (en número indeterminado) podrían haber sobrevivido al accidente y haberse desplazado en búsqueda de cobijo, alejándose de las zonas prospectadas.
Avutarda muerta por choque con tendido eléctrico.
Debido a lo indicado anteriormente, el número de hallazgos ha de verse como una mínima parte de los que podrían encontrarse si se realizaran prospecciones casi continuamente, luego es un número que consideramos totalmente infravalorado.
En cuanto a la procedencia de los hallazgos, podría pensarse que no todos corresponden a muertes por choque con las líneas, especialmente cuanto nos referimos a pequeñas aves, pero el hecho de que se localicen precisamente justo debajo de los cables eléctricos, y no en transectos de control, así como la circunstancia de que se produzcan hallazgos en determinados tendidos y no en otros (con casos verdaderamente significativos en cuanto al número de accidentes), nos hace pensar que todas las aves localizadas han muerto como consecuencia de choques con los cables, con excepción de los dos casos en que murieron por electrocución en los postes.
Restos de Avutarda muerta por choque con tendido eléctrico.
El total de kilómetros de tendidos prospectados ha sido de 292, repartidos en las siguientes categorías:
• Tendidos de baja tensión: 77 Kms.
• Tendidos de media tensión: 42 Kms.
• Tendidos de alta tensión, de tercera categoría: 82 Kms.
• Tendidos de alta tensión, de segunda categoría: 23 Kms.
• Tendidos de alta tensión, de primera categoría: 25 Kms.
• Tendidos de alta tensión, de categoría especial: 43 Kms.
• TOTAL KMS TENDIDOS RECORRIDOS: 292 Kms.
Restos de Cigüeña Común muerta por choque.
El número de hallazgos de aves accidentadas ha sido de 55, de las cuales 49 corresponden a 24 especies distintas, mientras que los 6 restantes, por el grado de deterioro y la escasez de restos pertenecen a especies que no ha sido posible identificar.
Alcaraván muerto por choque con cable eléctrico.
Por lo que respecta a la importancia de las especies halladas, vamos a establecer el grado de esta en base al Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura:
En Peligro de Extinción 1
Sensible a la Alteración de su Hábitat 14
Vulnerable 2
De Interés Especial 31
No incluida 1
No identificadas 6
El resultado del análisis de datos concluye que los tendidos con mayor incidencia suman, en distancia, un total de 86 kms dentro de la Zepa, es decir el 29,45% del total de tendidos, y sin embargo recogen 40 hallazgos, es decir el 72,72%. Estos datos son suficientemente preocupantes, pero las cifras se pueden acotar aún más, si tenemos en cuenta que dentro de los referidos tendidos existen tramos especialmente conflictivos. Así las cosas, en 40 kms de tendidos (13,7% del total) han aparecido 34 hallazgos, lo que supone el 61,81% de todos los casos.
Otra Avutarda muerta bajo tendido que supuestamente estaba bien señalizado.
El caso de las Avutardas es especialmente significativo, por pertenecer a esta especie 9 de los hallazgos, lo que equivale al 16,36% de la totalidad. Hemos de tener en cuenta que, (afortunadamente) ninguno de los tendidos atraviesa zonas de importancia vital para dicha especie, o núcleos poblacionales de gran tamaño, y que los tendidos peligrosos para estas aves discurren por los bordes de núcleos más bien reducidos, y que por lo tanto todos los hallazgos pertenecen a poblaciones ciertamente residuales, en las que durante los últimos años se viene apreciando una ligera disminución poblacional, que en buena parte podría atribuirse al grado de accidentalidad de las aves en los tendidos eléctricos.
Estos datos a nuestro entender son demoledores, y deberían ser más que suficientes para que la Dirección General de Medio Natural estudiara la posibilidad de proponer soluciones eficaces, como el enterramiento de algunos tramos y el aumento y/o modificación de las señalizaciones en el resto.
3.- Alambradas.
Es obvio que con los medios de que disponíamos no se podían prospectar todos los cerramientos existentes en la zona objeto de estudio, pues para hacerlo serían necesarios cientos de voluntarios durante un dilatado periodo de tiempo, motivo por el cual en el proyecto inicial se planteaba prospectar una muestra lo más representativa posible del conjunto. Los criterios para la selección de dicha muestra han sido muy sencillos, seleccionando para ello un total de 8 lugares, lo más representativos posible de la Zepa de La Serena y Sierras Periféricas. De esa muestra, 4 áreas estaban en parajes abiertos con pastizales naturales y contaban con la presencia de aves esteparias en las que se conoce la problemática por choque con alambradas (principalmente Avutardas), otras 2 zonas de paisaje estepario, pero con poca presencia de las citadas aves y predominio de campos de cultivo, 1 zona de ladera de sierra con matorral y arbolado y 1 zona de terreno adehesado.
De nuevo antes de exponer datos, conviene señalar que el alto número de casos de predación nos hace pensar que algunas aves pudieran haber sido transportadas a una considerable distancia y por tal motivo no se encontraron hallazgos, al tiempo que es obvio pensar que no todos los accidentes que se hayan producido como consecuencia de la colisión con las alambradas habrían supuesto la muerte más o menos inmediata de las aves, sino que algunas (en número indeterminado) podrían haber sobrevivido al accidente y haberse desplazado en búsqueda de cobijo, alejándose de las zonas prospectadas.
Restos de Avutarda muerta por choque con alambrada.
Debido a lo indicado anteriormente, el número de hallazgos ha de verse como una mínima parte de los que podrían encontrarse si se realizaran prospecciones casi continuamente, luego es un número que consideramos totalmente infravalorado.
En cuanto a la procedencia de los hallazgos, podría pensarse que no todos corresponden a muertes por choque con las vallas, especialmente cuanto nos referimos a pequeñas aves, pero el hecho de que precisamente la totalidad de las aves se localicen precisamente justo en el mismo borde de las alambradas y no en recorridos de control, y que sólo se encuentren en determinadas vallas y no en otras, nos hace pensar que todas las aves localizadas han muerto como consecuencia de accidentes por choques con las vallas.
Polla de Agua muerta por enganche con alambre de espino.
Por otra parte, en el proyecto inicial estaba previsto establecer una comparación entre los cerramientos señalizados y los que no, eligiendo para ello dentro de la muestra una parte de los cerramientos que fueron señalizados durante la realización del Proyecto LIFE “Gestión de la ZEPA-LIC de La Serena y Sierras Periféricas” llevado a cabo por la Dirección General de Medio Natural de la Junta de Extremadura durante los años 2002 a 2004. Sin embargo no se pudo establecer dicha comparación de forma válida por el hecho de que en todos los casos se había producido tal grado de deterioro en las señales (placas de material plástico), que era difícil encontrar alguna en las alambradas, pues casi en su totalidad estaban rotas y en el suelo, a veces visibles y otras ocultas por el pastizal, pero en cualquier caso no realizando función alguna, por todo lo cual se optó por no establecer comparación alguna al entender que si en los resultados finales aparecía algún tipo de diferencia esta sólo sería atribuible al azar.
El total de kilómetros prospectados a pie ha ascendido a 102, siendo localizados un total de 35 hallazgos, distribuidos de la siguiente forma:
Tipo de Área Nº registros localizados % sobre el total
Zona esteparia con pastizales 28 80,00
Zona esteparia con cereales 2 5,71
Zona de ladera con matorrales 2 5,71
Zona de dehesa 3 8,58
TOTAL 35 100
Buho Real accidentado en alambrada de espino. Las heridas le mantuvieron en un centro de recuperación más de un año.
Por lo que respecta a la importancia de las especies halladas, vamos a establecer el grado de esta en base al Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura:
En Peligro de Extinción 0
Sensible a la Alteración de su Hábitat 10
Vulnerable 1
De Interés Especial 23
No incluida 1
El gesto de dolor de esta Avutarda enganchada por el cuello al cruzar la valla, lo dice todo.
Si tenemos en cuenta que recorriendo un total de 102 kms (consideramos perfectamente válida la muestra) han aparecido 35 aves, y si tenemos en cuenta que el total de kilómetros de vallado de la Zepa puede estimarse en una horquilla entre 1.800 y 2.300, podría darse el caso de que el número total de aves accidentadas estaría entre 582 y 744. En lo referente a la Avutarda, de nuevo la especie más afectada en número, con 7 hallazgos (20% del total), si esos 7 hallazgos aparecieron en un total de 54 kms de vallados prospectados en terrenos propicios para estas aves, y si calculamos que dentro de la Zepa objeto de estudio pueden existir entre 270 y 320 kilómetros de vallados en espacios frecuentados por las Avutardas, el número de estas que podría localizarse sería de 35 a 41, lo cual consideramos que son cifras verdaderamente escandalosas.
Grulla muerta al engancharse en alambrada que intentaba cruzar con un pequeño vuelo.
Estos datos a nuestro entender son demoledores, y deberían ser más que suficientes para que la Dirección General de Medio Natural estudiara la posibilidad de proponer soluciones eficaces, como la correcta señalización de todos los vallados existentes en zonas con alto potencial de aves esteparias, y por supuesto la exigencia de evaluación de impacto ambiental y aplicación de medidas correctoras apropiadas, tales como obligatoriedad de señalización de las vallas con materiales apropiados (metálicos) y la creación de pasos para aves, a la hora de la instalación de nuevos cerramientos.
4.- Carreteras.
Como en los casos anteriores se estima que el número de hallazgos es sólo una pequeña parte de los casos reales, por contarse sólo los que aparecieron en la calzada (durante los recorridos era prácticamente imposible ver los que pudieran estar en las cunetas), así como por el hecho de todos conocido, que prácticamente cualquier animal víctima de la carretera acaba siendo predado, o en su defecto completamente destruido por los neumáticos de los vehículos.
En este caso particular, además de anotar los hallazgos correspondientes a aves, se aprovechó para anotar los correspondientes a mamíferos y reptiles.
Carraca muerta por atropello en carretera.
El número total de kilómetros recorridos fue de 164, lo que multiplicado por las 4 prospecciones distintas que se llegaron a hacer asciende a un total de 656 kilómetros por carreteras, y un total de 24 kilómetros por pistas de tierra, que multiplicado por las 4 prospecciones suponen 96 kilómetros. La suma total de kilómetros prospectados es de 752.
El número total de animales muertos localizados (incluyendo aves) es de 97, de los cuales fueron identificados 81 y el resto (16) no fue posible su identificación. De estos animales 71 fueron aves, 20 fueron mamíferos y 6 fueron reptiles.
Por lo que respecta a la importancia de las especies halladas, una vez más vamos a establecer el grado de esta en base al Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura:
Joven de Aguilucho Cenizo muerto por atropello en carretera secundaria. Un caso más frecuente de lo que pudiera parecer.
A) Aves:
En Peligro de Extinción 0
Sensible a la Alteración de su Hábitat 2
Vulnerable 2
De Interés Especial 49
No incluida 2
B) Mamíferos:
En Peligro de Extinción 0
Sensible a la Alteración de su Hábitat 0
Vulnerable 1
De Interés Especial 1
No incluida 2
C) Reptiles:
En Peligro de Extinción 0
Sensible a la Alteración de su Hábitat 0
Vulnerable 0
De Interés Especial 6
5.- Conclusiones Generales.
A la vista de los resultados que se han mostrado anteriormente, se puede concluir sin ningún tipo de reservas, que las infraestructuras analizadas (tendidos eléctricos, alambradas y carreteras) afectan de forma seria a la avifauna del enclave “Zepa de La Serena y Sierras Periféricas”. Habida cuenta de la considerable mortandad de aves pertenecientes a distintas especies y de la importancia de las mismas, consideramos que deben emprenderse lo más rápidamente posible todas aquellas acciones encaminadas a minimizar los problemas descritos, en especial los referentes a los dos primeros apartados (tendidos eléctricos y alambradas), procediendo al enterramiento de los tramos peligrosos de tendidos y a la señalización efectiva de todas las alambradas peligrosas para la avifauna esteparia.
De igual modo, y a pesar de la validez de los datos obtenidos, se considera imprescindible repetir las prospecciones en un futuro para determinar con mayor precisión el verdadero alcance de las problemáticas descritas, máxime si se llevan a cabo actividades encaminadas a minimizar o solucionar esos problemas.
Por otra parte, y aunque los resultados obtenidos puedan ser válidos y extrapolables a otras zonas de Extremadura, creemos que convendría realizar estudios similares en otros espacios protegidos para determinar el alcance de la accidentalidad en los mismos, donde las infraestructuras pueden ser o no las mismas, y en menor o mayor cuantía.
El futuro de las poblaciones de Avutardas en zonas con explotaciones ganaderas, como es el caso de La Serena, pasa por una completa adecuación y señalización de las alambradas, que en la actualidad suponen un auténtico sumidero.
Finalmente añadir que estos datos deberían tenerse muy en cuenta a la hora de realizar evaluaciones de impacto ambiental para el trazado de nuevas líneas eléctricas, y para exigir que en un futuro sea preceptiva la realización de este tipo de informes de impacto ambiental, y la consiguiente aplicación de medidas correctoras, a la hora de instalar nuevos cerramientos, al menos en zonas con presencia de Avutarda.
1.- Introducción.
Desde siempre se han conocido casos de fauna accidentada en distintas infraestructuras (tendidos eléctricos, carreteras, alambradas, aerogeneradores, …), y hasta se ha tenido la sospecha de que en determinados lugares y en asociación a determinados accesorios y/o artilugios humanos el grado de accidentalidad para la avifauna podría ser considerable, pero hasta la fecha han sido muy pocos los estudios que se han emprendido con la intención de cuantificar los daños y evaluar posibles soluciones. En algunos campos como el de los tendidos eléctricos o los aerogeneradores se han publicado varios estudios, y en el primero de los casos se conocen ciertas medidas correctoras, algunas de las cuales se vienen poniendo en práctica en menor o mayor medida dependiendo de zonas y sobre todo de la implicación de las distintas administraciones regionales en materia de medio ambiente. En otros casos como las carreteras o las alambradas, la práctica ausencia de estudios ha hecho que sólo se adopten medidas correctoras de forma realmente escasa, muy puntualmente, y sin un seguimiento que permita validar su eficacia.
Durante 5 meses del presente año (Junio a Octubre inclusives) la Asociación Naturalista de Amigos de La Serena (ANSER), con el patrocinio de la Dirección General de Medio Natural de la Junta de Extremadura, ha llevado a cabo un estudio sobre la accidentalidad de la avifauna en tendidos eléctricos, alambradas y carreteras, dentro de la Zepa de “La Serena y Sierras Periféricas”. Los resultados globales de ese estudio son los que se exponen a continuación.
2.- Tendidos Eléctricos.
Antes de exponer datos conviene aclarar que el alto número de casos de predación entre los hallazgos encontrados nos hace pensar que algunas aves pudieran haber sido transportadas a una considerable distancia del lugar donde sufrieron el accidente y por tal motivo no se encontraron hallazgos, al tiempo que es obvio pensar que no todos los accidentes que se hayan producido como consecuencia de la colisión con los cables y la posterior caída al suelo habrían supuesto la muerte más o menos inmediata de las aves, sino que algunas (en número indeterminado) podrían haber sobrevivido al accidente y haberse desplazado en búsqueda de cobijo, alejándose de las zonas prospectadas.
Avutarda muerta por choque con tendido eléctrico.
Debido a lo indicado anteriormente, el número de hallazgos ha de verse como una mínima parte de los que podrían encontrarse si se realizaran prospecciones casi continuamente, luego es un número que consideramos totalmente infravalorado.
En cuanto a la procedencia de los hallazgos, podría pensarse que no todos corresponden a muertes por choque con las líneas, especialmente cuanto nos referimos a pequeñas aves, pero el hecho de que se localicen precisamente justo debajo de los cables eléctricos, y no en transectos de control, así como la circunstancia de que se produzcan hallazgos en determinados tendidos y no en otros (con casos verdaderamente significativos en cuanto al número de accidentes), nos hace pensar que todas las aves localizadas han muerto como consecuencia de choques con los cables, con excepción de los dos casos en que murieron por electrocución en los postes.
Restos de Avutarda muerta por choque con tendido eléctrico.
El total de kilómetros de tendidos prospectados ha sido de 292, repartidos en las siguientes categorías:
• Tendidos de baja tensión: 77 Kms.
• Tendidos de media tensión: 42 Kms.
• Tendidos de alta tensión, de tercera categoría: 82 Kms.
• Tendidos de alta tensión, de segunda categoría: 23 Kms.
• Tendidos de alta tensión, de primera categoría: 25 Kms.
• Tendidos de alta tensión, de categoría especial: 43 Kms.
• TOTAL KMS TENDIDOS RECORRIDOS: 292 Kms.
Restos de Cigüeña Común muerta por choque.
El número de hallazgos de aves accidentadas ha sido de 55, de las cuales 49 corresponden a 24 especies distintas, mientras que los 6 restantes, por el grado de deterioro y la escasez de restos pertenecen a especies que no ha sido posible identificar.
Alcaraván muerto por choque con cable eléctrico.
Por lo que respecta a la importancia de las especies halladas, vamos a establecer el grado de esta en base al Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura:
En Peligro de Extinción 1
Sensible a la Alteración de su Hábitat 14
Vulnerable 2
De Interés Especial 31
No incluida 1
No identificadas 6
El resultado del análisis de datos concluye que los tendidos con mayor incidencia suman, en distancia, un total de 86 kms dentro de la Zepa, es decir el 29,45% del total de tendidos, y sin embargo recogen 40 hallazgos, es decir el 72,72%. Estos datos son suficientemente preocupantes, pero las cifras se pueden acotar aún más, si tenemos en cuenta que dentro de los referidos tendidos existen tramos especialmente conflictivos. Así las cosas, en 40 kms de tendidos (13,7% del total) han aparecido 34 hallazgos, lo que supone el 61,81% de todos los casos.
Otra Avutarda muerta bajo tendido que supuestamente estaba bien señalizado.
El caso de las Avutardas es especialmente significativo, por pertenecer a esta especie 9 de los hallazgos, lo que equivale al 16,36% de la totalidad. Hemos de tener en cuenta que, (afortunadamente) ninguno de los tendidos atraviesa zonas de importancia vital para dicha especie, o núcleos poblacionales de gran tamaño, y que los tendidos peligrosos para estas aves discurren por los bordes de núcleos más bien reducidos, y que por lo tanto todos los hallazgos pertenecen a poblaciones ciertamente residuales, en las que durante los últimos años se viene apreciando una ligera disminución poblacional, que en buena parte podría atribuirse al grado de accidentalidad de las aves en los tendidos eléctricos.
Estos datos a nuestro entender son demoledores, y deberían ser más que suficientes para que la Dirección General de Medio Natural estudiara la posibilidad de proponer soluciones eficaces, como el enterramiento de algunos tramos y el aumento y/o modificación de las señalizaciones en el resto.
3.- Alambradas.
Es obvio que con los medios de que disponíamos no se podían prospectar todos los cerramientos existentes en la zona objeto de estudio, pues para hacerlo serían necesarios cientos de voluntarios durante un dilatado periodo de tiempo, motivo por el cual en el proyecto inicial se planteaba prospectar una muestra lo más representativa posible del conjunto. Los criterios para la selección de dicha muestra han sido muy sencillos, seleccionando para ello un total de 8 lugares, lo más representativos posible de la Zepa de La Serena y Sierras Periféricas. De esa muestra, 4 áreas estaban en parajes abiertos con pastizales naturales y contaban con la presencia de aves esteparias en las que se conoce la problemática por choque con alambradas (principalmente Avutardas), otras 2 zonas de paisaje estepario, pero con poca presencia de las citadas aves y predominio de campos de cultivo, 1 zona de ladera de sierra con matorral y arbolado y 1 zona de terreno adehesado.
De nuevo antes de exponer datos, conviene señalar que el alto número de casos de predación nos hace pensar que algunas aves pudieran haber sido transportadas a una considerable distancia y por tal motivo no se encontraron hallazgos, al tiempo que es obvio pensar que no todos los accidentes que se hayan producido como consecuencia de la colisión con las alambradas habrían supuesto la muerte más o menos inmediata de las aves, sino que algunas (en número indeterminado) podrían haber sobrevivido al accidente y haberse desplazado en búsqueda de cobijo, alejándose de las zonas prospectadas.
Restos de Avutarda muerta por choque con alambrada.
Debido a lo indicado anteriormente, el número de hallazgos ha de verse como una mínima parte de los que podrían encontrarse si se realizaran prospecciones casi continuamente, luego es un número que consideramos totalmente infravalorado.
En cuanto a la procedencia de los hallazgos, podría pensarse que no todos corresponden a muertes por choque con las vallas, especialmente cuanto nos referimos a pequeñas aves, pero el hecho de que precisamente la totalidad de las aves se localicen precisamente justo en el mismo borde de las alambradas y no en recorridos de control, y que sólo se encuentren en determinadas vallas y no en otras, nos hace pensar que todas las aves localizadas han muerto como consecuencia de accidentes por choques con las vallas.
Polla de Agua muerta por enganche con alambre de espino.
Por otra parte, en el proyecto inicial estaba previsto establecer una comparación entre los cerramientos señalizados y los que no, eligiendo para ello dentro de la muestra una parte de los cerramientos que fueron señalizados durante la realización del Proyecto LIFE “Gestión de la ZEPA-LIC de La Serena y Sierras Periféricas” llevado a cabo por la Dirección General de Medio Natural de la Junta de Extremadura durante los años 2002 a 2004. Sin embargo no se pudo establecer dicha comparación de forma válida por el hecho de que en todos los casos se había producido tal grado de deterioro en las señales (placas de material plástico), que era difícil encontrar alguna en las alambradas, pues casi en su totalidad estaban rotas y en el suelo, a veces visibles y otras ocultas por el pastizal, pero en cualquier caso no realizando función alguna, por todo lo cual se optó por no establecer comparación alguna al entender que si en los resultados finales aparecía algún tipo de diferencia esta sólo sería atribuible al azar.
El total de kilómetros prospectados a pie ha ascendido a 102, siendo localizados un total de 35 hallazgos, distribuidos de la siguiente forma:
Tipo de Área Nº registros localizados % sobre el total
Zona esteparia con pastizales 28 80,00
Zona esteparia con cereales 2 5,71
Zona de ladera con matorrales 2 5,71
Zona de dehesa 3 8,58
TOTAL 35 100
Buho Real accidentado en alambrada de espino. Las heridas le mantuvieron en un centro de recuperación más de un año.
Por lo que respecta a la importancia de las especies halladas, vamos a establecer el grado de esta en base al Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura:
En Peligro de Extinción 0
Sensible a la Alteración de su Hábitat 10
Vulnerable 1
De Interés Especial 23
No incluida 1
El gesto de dolor de esta Avutarda enganchada por el cuello al cruzar la valla, lo dice todo.
Si tenemos en cuenta que recorriendo un total de 102 kms (consideramos perfectamente válida la muestra) han aparecido 35 aves, y si tenemos en cuenta que el total de kilómetros de vallado de la Zepa puede estimarse en una horquilla entre 1.800 y 2.300, podría darse el caso de que el número total de aves accidentadas estaría entre 582 y 744. En lo referente a la Avutarda, de nuevo la especie más afectada en número, con 7 hallazgos (20% del total), si esos 7 hallazgos aparecieron en un total de 54 kms de vallados prospectados en terrenos propicios para estas aves, y si calculamos que dentro de la Zepa objeto de estudio pueden existir entre 270 y 320 kilómetros de vallados en espacios frecuentados por las Avutardas, el número de estas que podría localizarse sería de 35 a 41, lo cual consideramos que son cifras verdaderamente escandalosas.
Grulla muerta al engancharse en alambrada que intentaba cruzar con un pequeño vuelo.
Estos datos a nuestro entender son demoledores, y deberían ser más que suficientes para que la Dirección General de Medio Natural estudiara la posibilidad de proponer soluciones eficaces, como la correcta señalización de todos los vallados existentes en zonas con alto potencial de aves esteparias, y por supuesto la exigencia de evaluación de impacto ambiental y aplicación de medidas correctoras apropiadas, tales como obligatoriedad de señalización de las vallas con materiales apropiados (metálicos) y la creación de pasos para aves, a la hora de la instalación de nuevos cerramientos.
4.- Carreteras.
Como en los casos anteriores se estima que el número de hallazgos es sólo una pequeña parte de los casos reales, por contarse sólo los que aparecieron en la calzada (durante los recorridos era prácticamente imposible ver los que pudieran estar en las cunetas), así como por el hecho de todos conocido, que prácticamente cualquier animal víctima de la carretera acaba siendo predado, o en su defecto completamente destruido por los neumáticos de los vehículos.
En este caso particular, además de anotar los hallazgos correspondientes a aves, se aprovechó para anotar los correspondientes a mamíferos y reptiles.
Carraca muerta por atropello en carretera.
El número total de kilómetros recorridos fue de 164, lo que multiplicado por las 4 prospecciones distintas que se llegaron a hacer asciende a un total de 656 kilómetros por carreteras, y un total de 24 kilómetros por pistas de tierra, que multiplicado por las 4 prospecciones suponen 96 kilómetros. La suma total de kilómetros prospectados es de 752.
El número total de animales muertos localizados (incluyendo aves) es de 97, de los cuales fueron identificados 81 y el resto (16) no fue posible su identificación. De estos animales 71 fueron aves, 20 fueron mamíferos y 6 fueron reptiles.
Por lo que respecta a la importancia de las especies halladas, una vez más vamos a establecer el grado de esta en base al Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura:
Joven de Aguilucho Cenizo muerto por atropello en carretera secundaria. Un caso más frecuente de lo que pudiera parecer.
A) Aves:
En Peligro de Extinción 0
Sensible a la Alteración de su Hábitat 2
Vulnerable 2
De Interés Especial 49
No incluida 2
B) Mamíferos:
En Peligro de Extinción 0
Sensible a la Alteración de su Hábitat 0
Vulnerable 1
De Interés Especial 1
No incluida 2
C) Reptiles:
En Peligro de Extinción 0
Sensible a la Alteración de su Hábitat 0
Vulnerable 0
De Interés Especial 6
5.- Conclusiones Generales.
A la vista de los resultados que se han mostrado anteriormente, se puede concluir sin ningún tipo de reservas, que las infraestructuras analizadas (tendidos eléctricos, alambradas y carreteras) afectan de forma seria a la avifauna del enclave “Zepa de La Serena y Sierras Periféricas”. Habida cuenta de la considerable mortandad de aves pertenecientes a distintas especies y de la importancia de las mismas, consideramos que deben emprenderse lo más rápidamente posible todas aquellas acciones encaminadas a minimizar los problemas descritos, en especial los referentes a los dos primeros apartados (tendidos eléctricos y alambradas), procediendo al enterramiento de los tramos peligrosos de tendidos y a la señalización efectiva de todas las alambradas peligrosas para la avifauna esteparia.
De igual modo, y a pesar de la validez de los datos obtenidos, se considera imprescindible repetir las prospecciones en un futuro para determinar con mayor precisión el verdadero alcance de las problemáticas descritas, máxime si se llevan a cabo actividades encaminadas a minimizar o solucionar esos problemas.
Por otra parte, y aunque los resultados obtenidos puedan ser válidos y extrapolables a otras zonas de Extremadura, creemos que convendría realizar estudios similares en otros espacios protegidos para determinar el alcance de la accidentalidad en los mismos, donde las infraestructuras pueden ser o no las mismas, y en menor o mayor cuantía.
El futuro de las poblaciones de Avutardas en zonas con explotaciones ganaderas, como es el caso de La Serena, pasa por una completa adecuación y señalización de las alambradas, que en la actualidad suponen un auténtico sumidero.
Finalmente añadir que estos datos deberían tenerse muy en cuenta a la hora de realizar evaluaciones de impacto ambiental para el trazado de nuevas líneas eléctricas, y para exigir que en un futuro sea preceptiva la realización de este tipo de informes de impacto ambiental, y la consiguiente aplicación de medidas correctoras, a la hora de instalar nuevos cerramientos, al menos en zonas con presencia de Avutarda.
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