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martes, 2 de octubre de 2007
El Canto Gregoriano
El canto gregoriano
Se denomina canto gregoriano a la música religiosa de los cristianos. El canto gregoriano obtiene este nombre en honor al papa Gregorio I (San Gregorio Magno) quien comienza una reforma de la liturgia romana y también recopila y ordena todas las melodías religiosas existentes hasta entonces para darles una configuración más sencilla o llana. El canto gregoriano cuenta con varias características:
1. El canto litúrgico o gregoriano es la música oficial de la Iglesia Romana.
2. Es un canto monódico.
3. Su letra está en la lengua oficial eclesiástica: el latín.
4. El ritmo no tiene una pulsación predeterminada ya que los acentos rítmicos son los naturales del texto.
5. Se canta a "capella"
6. Su sistema musical es de 8 modos gregorianos o eclesiásticos y éstos provienen de los modos griegos.
7. En su interpretación solo pueden intervenir voces masculinas.
8. Su finalidad es destacar aún más la oración.
9. Su origen está en los primeros cristianos.
10. Es la música del Románico.
jueves, 27 de septiembre de 2007
Los orígenes de la notación musical
La transmisión oral de la música conlleva cambios en la misma. De ahí que se hiciera necesario el buscar una manera efectiva de escribirla. Veamos un ejemplo al respecto:
Pero, ¿cómo representar algo tan complejo? Recordemos que el sonido tiene 4 cualidades de las que participa la música, y si queremos escribirla, deberemos tener en cuenta:
1. La altura del sonido, es decir, su frecuencia. Si es aguda o grave. Qué nota en concreto queremos representar.
2. La duración. Si es más o menos larga.
3. La intensidad. Si tiene más o menos potencia o fuerza sonora.
4. El timbre. El tipo de instrumento o voz que suena, la orquestación.
Desde luego, los comienzos de la escritura musical no abarcaron todas las cualidades de golpe.
Sobre el texto empezaron a escribir una serie de acentos que indicaban si el sonido era más o menos agudo, y en qué dirección se movía. Pero era un modo de indicarlo muy impreciso. Este tipo de escritura es la que conocemos como notación neumática, y data aproximadamente del siglo VIII.
Pero debido a la imprecisión en la altura de los sonidos, idearon un nuevo recurso que consistía en añadir líneas que servían de referencia para una altura determinada.
La primera línea que se incluyó era roja, y representaba a la nota FA.
La segunda línea que se añadió era amarilla, y representaba a la nota DO.
Una tercera línea, en medio de las dos anteriores, representó al LA.
El iniciador de este sistema de líneas de colores fue el monje Hucbaldo, y posteriormente Guido d'Arezzo lo perfeccionó.
Pero Guido d'Arezzo además de eso hizo algo muy importante. Ideó un método para recordar las distintas alturas de los sonidos, poniéndoles nombre.
Los nombres de las notas musicales derivan del poema Ut queant laxis, específicamente de las sílabas iniciales del Himno a San Juan Bautista. Las frases, en latín, de este himno rezan así:
Ut queant laxis
Re sonare fibris
Mira gestorum
Famuli torum
Solve polluti
Labii reatum
Sancte Ioannes
(en español, esto equivale a "Para que tus siervos puedan exaltar a plenos pulmones las maravillas de tus milagros perdona la falta de labios impuros, San Juan").
Durante el siglo XIII comenzó a usarse la notación mensural con la cual se indicó por primera vez el valor exacto de las notas y silencios mediante símbolos, en oposición al canto gregoriano, de ritmo libre (el ritmo en el canto gregoriano venía dado por la letra, en latín).
Hasta 1230 se utilizó notación cuadrada o modal con grupos de notas y ligaduras. Luego se introdujeron los signos de notas simples (máxima, larga, breve, semibreve, mínima, semimínima, fusa y semifusa) solas o en grupos de ligaduras. Esta notación mensuralista fue motivada por la polifonía vocal.
Hasta aquí tenemos más o menos solucionado el problema de representar dos de las cualidades del sonido: La altura y la duración. Pero el sistema actual no llegó hasta unos siglos más adelante, aproximadamente durante el siglo XVI. Y podemos decir que sigue en constante evolución, al igual que la música.
Pero, ¿cómo representar algo tan complejo? Recordemos que el sonido tiene 4 cualidades de las que participa la música, y si queremos escribirla, deberemos tener en cuenta:
1. La altura del sonido, es decir, su frecuencia. Si es aguda o grave. Qué nota en concreto queremos representar.
2. La duración. Si es más o menos larga.
3. La intensidad. Si tiene más o menos potencia o fuerza sonora.
4. El timbre. El tipo de instrumento o voz que suena, la orquestación.
Desde luego, los comienzos de la escritura musical no abarcaron todas las cualidades de golpe.
Sobre el texto empezaron a escribir una serie de acentos que indicaban si el sonido era más o menos agudo, y en qué dirección se movía. Pero era un modo de indicarlo muy impreciso. Este tipo de escritura es la que conocemos como notación neumática, y data aproximadamente del siglo VIII.
Pero debido a la imprecisión en la altura de los sonidos, idearon un nuevo recurso que consistía en añadir líneas que servían de referencia para una altura determinada.
La primera línea que se incluyó era roja, y representaba a la nota FA.
La segunda línea que se añadió era amarilla, y representaba a la nota DO.
Una tercera línea, en medio de las dos anteriores, representó al LA.
El iniciador de este sistema de líneas de colores fue el monje Hucbaldo, y posteriormente Guido d'Arezzo lo perfeccionó.
Pero Guido d'Arezzo además de eso hizo algo muy importante. Ideó un método para recordar las distintas alturas de los sonidos, poniéndoles nombre.
Los nombres de las notas musicales derivan del poema Ut queant laxis, específicamente de las sílabas iniciales del Himno a San Juan Bautista. Las frases, en latín, de este himno rezan así:
Ut queant laxis
Re sonare fibris
Mira gestorum
Famuli torum
Solve polluti
Labii reatum
Sancte Ioannes
(en español, esto equivale a "Para que tus siervos puedan exaltar a plenos pulmones las maravillas de tus milagros perdona la falta de labios impuros, San Juan").
Durante el siglo XIII comenzó a usarse la notación mensural con la cual se indicó por primera vez el valor exacto de las notas y silencios mediante símbolos, en oposición al canto gregoriano, de ritmo libre (el ritmo en el canto gregoriano venía dado por la letra, en latín).
Hasta 1230 se utilizó notación cuadrada o modal con grupos de notas y ligaduras. Luego se introdujeron los signos de notas simples (máxima, larga, breve, semibreve, mínima, semimínima, fusa y semifusa) solas o en grupos de ligaduras. Esta notación mensuralista fue motivada por la polifonía vocal.
Hasta aquí tenemos más o menos solucionado el problema de representar dos de las cualidades del sonido: La altura y la duración. Pero el sistema actual no llegó hasta unos siglos más adelante, aproximadamente durante el siglo XVI. Y podemos decir que sigue en constante evolución, al igual que la música.
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viernes, 18 de mayo de 2007
LA MÚSICA, LA MÁS COMPLETA
INTERRELACIÓN DE LA MÚSICA
La asignatura de música es una de las más complejas, ricas, variadas y abarcantes que uno pueda imaginar. Cuando uno va avanzando en su carrera musical es cuando va advirtiendo cómo se interrelaciona prácticamente con todos los otros campos del conocimiento.
Veamos a grandes rasgos su implicación en otros campos:
Música y lenguaje:
Son dos disciplinas que emplean el sonido y, por tanto, el acto de comunicación es similar y así se estudia tanto en una como en otra. Por ello estudiamos que el acto de comunicación necesita de un emisor y un receptor, un canal y un código.
Música y literatura:
En sus inicios históricos, música y poesía iban de la mano, existiendo conjuntamente, nunca por separado. Su métrica, su ritmo, su entonación eran un todo. Podemos hablar de música vocal que puede utilizar libretos, poesía, textos en prosa…
Música y lenguas extranjeras:
Desde el momento que la música es empleada por diversas culturas (¡TODAS!), y en diferentes idiomas, nos encontramos ante el reto de comprender lo que se nos está cantando. Por ello en innumerables ocasiones vemos cómo los profesores de inglés, francés, valenciano, etc. Inician a sus alumnos en un nuevo idioma a través de canciones populares, o como continúan su aprendizaje mediante la traducción de las canciones que tanto les gustan de sus ídolos pop. Pero además, el estudiante de música hace sus pinitos con cierto vocabulario en italiano (utilizado para los matices y el tempo), aunque a veces en francés o en alemán, dependiendo de ciertos compositores más aferrados a su propio idioma. Si hablamos de ópera, de oratorios, deberemos acercarnos más al alemán y al inglés.
Música y cultura clásica:
El estudiante de música se acerca al latín mediante el canto gregoriano. Pero también mediante el ritmo, ya que el latín tiene su propio ritmo. Fue precisamente en clase de latín donde empecé a saber del ritmo anapesto, ditirambo, trocaico… que más tarde debería estudiar en música.
Música e historia:
Parte fundamental de la música es el estudio de la historia de la música. Pero ninguna historia puede estudiarse aislada de los demás acontecimientos de cada época. Por ello, además de los estilos y los compositores es necesario saber qué ocurría en cada momento en cada sociedad.
Música y geografía:
Puesto que la música es un arte universal, pero cada país y cada cultura poseen una variedad y una riqueza enorme, al estudiar música debemos ubicar geográficamente tanto melodías, como instrumentos y músicos, desde el lejano Japón, hasta el pueblito más cercano de nuestra provincia.
Música y matemáticas:
Desde los pitagóricos ya mezclamos la matemática en la música (o incluso antes), puesto que el sonido es susceptible de medición, tanto de forma tonal, como rítmica o armónica. Utilizamos las matemáticas en los problemas de acústica (he citado ya la acústica como parte de la ciencia directamente relacionada con la música?)
Música y educación física:
Un buen mantenimiento de nuestro organismo es indispensable para un músico. Especialmente en lo que se refiere a la respiración y a la relajación. Si no respiramos correctamente no podemos producir un sonido adecuado, no solo con la voz, sino con cualquier instrumento.
Música y plástica:
La pintura y la música también han ido de la mano durante casi toda su historia. Los diversos estilos pictóricos han tenido sus homólogos musicales, con características similares, pero partiendo de soportes diferentes.
Música y filosofía:
Una de las partes importantes de la música es el estudio de la Estética musical. El significado de lo bello, lo feo, el arte. Para más información hay un libro muy completo: La estética musical de Enrico Fubini.
Música y biología:
En música debemos estudiar a fondo el aparato fonador, el oído y la mano; tanto su anatomía como su fisiología.
Música y religión:
Evidente que la música está presente en todas las religiones, y ya en el génesis se nos menciona al padre de la música: Jubal. Gran parte de la música vocal que tenemos es religiosa. Y una religión sin cantos de loor, alabanza, júbilo, (y también tristeza en otras ocasiones), no sé si la hay, pero sería una pobre religión.
Música y tecnología e informática:
La música se ha informatizado bastante en el último tiempo, especialmente en lo que compete a grabación y reproducción sonora, y también en cuanto a edición de partituras. En el aula se pueden utilizar cámaras de vídeo para grabar las actuaciones, micrófonos, cadena de música, sintetizadores, ordenador conectado a la red para buscar información, mp3 y un largo etc.
Podría seguir la lista con muchas más interrelaciones, pero ya sólo con estas, no pensáis que la música es un arte extremadamente rico, y que con las horas que damos de clase en nuestro país no llegamos ni a la décima parte de todo lo que se podría hacer?
La asignatura de música es una de las más complejas, ricas, variadas y abarcantes que uno pueda imaginar. Cuando uno va avanzando en su carrera musical es cuando va advirtiendo cómo se interrelaciona prácticamente con todos los otros campos del conocimiento.
Veamos a grandes rasgos su implicación en otros campos:
Música y lenguaje:
Son dos disciplinas que emplean el sonido y, por tanto, el acto de comunicación es similar y así se estudia tanto en una como en otra. Por ello estudiamos que el acto de comunicación necesita de un emisor y un receptor, un canal y un código.
Música y literatura:
En sus inicios históricos, música y poesía iban de la mano, existiendo conjuntamente, nunca por separado. Su métrica, su ritmo, su entonación eran un todo. Podemos hablar de música vocal que puede utilizar libretos, poesía, textos en prosa…
Música y lenguas extranjeras:
Desde el momento que la música es empleada por diversas culturas (¡TODAS!), y en diferentes idiomas, nos encontramos ante el reto de comprender lo que se nos está cantando. Por ello en innumerables ocasiones vemos cómo los profesores de inglés, francés, valenciano, etc. Inician a sus alumnos en un nuevo idioma a través de canciones populares, o como continúan su aprendizaje mediante la traducción de las canciones que tanto les gustan de sus ídolos pop. Pero además, el estudiante de música hace sus pinitos con cierto vocabulario en italiano (utilizado para los matices y el tempo), aunque a veces en francés o en alemán, dependiendo de ciertos compositores más aferrados a su propio idioma. Si hablamos de ópera, de oratorios, deberemos acercarnos más al alemán y al inglés.
Música y cultura clásica:
El estudiante de música se acerca al latín mediante el canto gregoriano. Pero también mediante el ritmo, ya que el latín tiene su propio ritmo. Fue precisamente en clase de latín donde empecé a saber del ritmo anapesto, ditirambo, trocaico… que más tarde debería estudiar en música.
Música e historia:
Parte fundamental de la música es el estudio de la historia de la música. Pero ninguna historia puede estudiarse aislada de los demás acontecimientos de cada época. Por ello, además de los estilos y los compositores es necesario saber qué ocurría en cada momento en cada sociedad.
Música y geografía:
Puesto que la música es un arte universal, pero cada país y cada cultura poseen una variedad y una riqueza enorme, al estudiar música debemos ubicar geográficamente tanto melodías, como instrumentos y músicos, desde el lejano Japón, hasta el pueblito más cercano de nuestra provincia.
Música y matemáticas:
Desde los pitagóricos ya mezclamos la matemática en la música (o incluso antes), puesto que el sonido es susceptible de medición, tanto de forma tonal, como rítmica o armónica. Utilizamos las matemáticas en los problemas de acústica (he citado ya la acústica como parte de la ciencia directamente relacionada con la música?)
Música y educación física:
Un buen mantenimiento de nuestro organismo es indispensable para un músico. Especialmente en lo que se refiere a la respiración y a la relajación. Si no respiramos correctamente no podemos producir un sonido adecuado, no solo con la voz, sino con cualquier instrumento.
Música y plástica:
La pintura y la música también han ido de la mano durante casi toda su historia. Los diversos estilos pictóricos han tenido sus homólogos musicales, con características similares, pero partiendo de soportes diferentes.
Música y filosofía:
Una de las partes importantes de la música es el estudio de la Estética musical. El significado de lo bello, lo feo, el arte. Para más información hay un libro muy completo: La estética musical de Enrico Fubini.
Música y biología:
En música debemos estudiar a fondo el aparato fonador, el oído y la mano; tanto su anatomía como su fisiología.
Música y religión:
Evidente que la música está presente en todas las religiones, y ya en el génesis se nos menciona al padre de la música: Jubal. Gran parte de la música vocal que tenemos es religiosa. Y una religión sin cantos de loor, alabanza, júbilo, (y también tristeza en otras ocasiones), no sé si la hay, pero sería una pobre religión.
Música y tecnología e informática:
La música se ha informatizado bastante en el último tiempo, especialmente en lo que compete a grabación y reproducción sonora, y también en cuanto a edición de partituras. En el aula se pueden utilizar cámaras de vídeo para grabar las actuaciones, micrófonos, cadena de música, sintetizadores, ordenador conectado a la red para buscar información, mp3 y un largo etc.
Podría seguir la lista con muchas más interrelaciones, pero ya sólo con estas, no pensáis que la música es un arte extremadamente rico, y que con las horas que damos de clase en nuestro país no llegamos ni a la décima parte de todo lo que se podría hacer?
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jueves, 22 de marzo de 2007
3º ESO: Trabajo para la 3ª Evaluación
Vamos adelantándonos un poco, y aquí os propongo las bases para el trabajo que deberéis realizar en la última evaluación los alumnos de 3º:
- El trabajo será individual.
- Podréis acceder en el aula a diferentes fuentes de información, tanto en internet como en la biblioteca de aula. Dedicaremos varias sesiones de clase a ello.
- El trabajo se entregará escrito a mano (ojo con las faltas de ortografía) y tendrá una extensión de 5 folios por las dos caras. (Muchos os preguntáis que por qué a mano, y es que estoy harta de corregir lo que vuestra impresora saca directamente de la Encarta o de internet sin que lo hayáis leído previamente. Eso no es un trabajo, ¿vale?).
- A los 5 folios añadiréis una portada y la Bibliografía. Es decir: 7 hojas en total. La portada y la Bibliografía no me importa que las hagáis con el ordenador.
- La nota se pondrá a partir del trabajo escrito y de la exposición oral en clase.
Podéis escoger entre 6 temas diferentes para vuestro trabajo, pero deberéis repartirlos de forma que no quede ningún tema sin trabajar en cada clase. Los temas son los siguientes:
1. Música culta del siglo XX (impresionismo, neoclasicismo, expresionismo, atonalismo, dodecafonismo, música aleatoria, música concreta, electrónica, electroacústica, serial...).
2. Aplicación de la tecnología a la música. (Composición, interpretación, manipulación sonora, grabación de sonido, instrumentos y aparatos electrónicos...).
3. El jazz (historia, estilos, autores).
4. El pop internacional desde los 60.
5. El pop español desde los 60.
6. Historia del cine y bandas sonoras más destacadas.
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