Tu risa profunda,
la que llega hasta el techo,
la que luego rebota,
la que sientes saltar en tu pecho.
Una sonrisa que define
tus hoyuelos, los más bonitos
mientras tú sigues sonriendo,
y tu carisma alcanza el cielo.
Entre algodones de varias nubes,
tú sigues riendo,
Sigues saltando en tu pecho,
y tu alma sigue latiendo.
El agua más cristalina,
no alcanza para la pureza de esa, tu risa,
que solo con oírla,
puedo sentirla mía.
Los minutos se disipan en el tiempo,
y tú vives la eternidad sonriendo,
en lo que otros lamentan, no haber tenido,
más minutos, que ellos mismos perdieron.
Tú eres mi espejo favorito,
en el que siempre me veo sonriendo,
Tu reflejo el más bonito,
con tu risa en el pecho latiendo.
La misma sonrisa que siempre será un secreto,
que mientras la felicidad no es eterna,
ella siempre lo ha sido,
y lo seguirá siendo.
Dile a la risa, que vive en tu pecho,
Que nunca deje de ser, y siga latiendo,
que siga dando vida,
que siga sonriendo.
. La risa es el mejor estilo de vida. Esa risa que sientes danzar por tu pecho, que rebota
por todo tu cuerpo, la que sientes profunda, como un bonito chasquido, que despierta
toda la felicidad del alma. Esa risa que cuando descansa, deja un rastro, y
te da la sensación de estar en el más bonito de los cielos.
Yo quiero reír cada día, y sentir ese cosquilleo de felicidad, y de estar a gusto.
Gracias a todos los ingenieros de mi risa, por ayudarme a cumplirlo.
Autor del poema Silvia Soñadora.
Me ha encantado este poema, que forma tan bonita de describir la alegria, la vida.
Gracias por hacer parte de mi risa.
Mil besos
Loreen