Yo que creí que la luz era mía.
Precipitado en la sombra me veo.
Ascua solar, sideral alegría,
ígnea, de espuma, de luz, de deseo.
Falta el espacio. Se ha hundido la risa.
Ya no es posible lanzarse a la altura.
El corazón quiere ser más de prisa,
fuerza que ensancha la estrecha negrura.
Turbia es la lucha sin sed de mañana.
¡Qué lejanía de opacos latidos!
Soy una cárcel con una ventana,
ante una gran soledad de rugidos.
Soy una abierta ventana que escucha.
Por donde va tenebrosa la vida.
Pero hay un rayo de sol en la lucha,
que siempre deja la sombra vencida.
Preciosos versos, María Pilar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Chema. Por este recorrido de tantos años que llevamos juntos, por estar siempre, y por ese espíritu jocoso que te caracteriza. Cuántas veces he salido de tu blog con una sonrisa de oreja a oreja. Ahora que en mi vida se ha instalado la enfermedad, al menos esto, quiero decírtelo.
EliminarUn abrazo.
Creo que es el último de sus poemas. Joven de edad, pero maduro como escritor se aprecia en los versos de este poema de entrañable autenticidad. Abrazos
ResponderEliminarGracias, Ester, por estar siempre y por ese conocimiento literario que te lleva a aportar tanto en tus comentarios. Versos entrañables y tan auténticos como la vida frente a la intolerancia que le tocó vivir. En sus palabras nos deja un gran legado.
Eliminar¡Abrazos!
Si la luz vence a las tinieblas es que vamos bien.
ResponderEliminarBesos.
Hola, Alfred, gracias por estar siempre. Creo que esa esperanza de que la luz venza a las tinieblas es lo que mantiene al hombre en la lucha.
EliminarBesos.
Me gusto mucho este poema. Te mando un beso.
ResponderEliminarHola, Citu, qué alegría encontrarte siempre por aquí. Me alegro de que te haya gustado el poema. Aunque triste en su desarrollo, tiene un final esperanzador.
EliminarUn beso de vuelta para tí.
Hermosa poesía,abrazos
ResponderEliminarHola, Fiaris. ¡Cuántos años recorriendo estás autopistas blogueras! Gracias por ser tan acogedora siempre.
EliminarAbrazos.
María Pilar, dices que la enfermedad se ha instalado en tu vida, lo importante es que no dejes que se adueñe de ella.
ResponderEliminarEsta poesía es vigente hoy, vivimos en un mundo lleno de intolerancias.
Muchas gracias por tu trabajo de compartir. Cuídate. Bstes.
En eso estamos, Emma. Gracias por comentar. Besos.
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