dimecres, 11 de desembre del 2024

Nuevo Proyecto: Relatos de los nuestros - Historias familiares y otras batallitas - " La bicicleta"

Hoy es el cumpleaños de una amiga y he querido aprovechar la fecha señalada para hacerle este pequeño regalo de cumpleaños.

Estuvimos charlando hace unas semanas sobre un nuevo proyecto que tengo en mente, de recopilar relatos de nuestros familiares, aquellas “batallitas” como llamamos de forma simpática a aquellas historias que nos explican nuestros padres, abuelos y que hemos oído cientos de veces, pero que en pocas ocasiones les damos la importancia que tienen.

Todas ellas de un valor incalculable, sobre todo cuando los narradores ya no están entre nosotros, y por ello creo que es importante hacerles un merecido homenaje a todos ellos por lo vivido y por lo excepcionales que son, y recopilar sus historias en un libro para el disfrute de ellos mismos y de todos los demás.

Así que aquí va una de las historias familiares que me contó en su día, espero que le guste y haber sabido captar la esencia de su relato.

¡Gracias por tu relato, un abrazote y feliz día amiga!

"LA BICICLETA"

Imagen: Pixabay


Paco, mi hermano pequeño, era el muchacho más guapo del pueblo, con sus diecinueve años recién cumplidos, las mozas suspiraban por él al verlo pasar. Muchas decían que de haber nacido en la capital y no en aquel pueblo habría podido ser sin duda un galán de cine. Todo lo que tenía de guapo, también lo tenía de travieso, y sin saber aún hoy en día cómo ocurrió todo, quizá debido a alguna apuesta envalentonada con sus amigos, cayó a un pozo. El día de su funeral estaba envuelto en un sudario, que no dejaba ver aquel bello rostro suyo, por el que suspiraban las muchachas en el pueblo. Así de desfigurado quedó el pobre en la caída.

Por las noches, al irnos a dormir, tras los primeros ronquidos de Juan, yo notaba una presencia a los pies de la cama, como si alguien se sentara suavemente en ella y se quedara allí vigilante, pendiente de mi sueño. La primera noche no le di importancia, aunque se repetía esa misma sensación cada noche. Finalmente, vencida por el cansancio y los nervios se lo acabé explicando a mi marido, que intentó quitarle importancia, debido a mi delicada situación tras la muerte de mi hermano.

Pasé muchas noches en vela. Aquella extraña presencia a los pies de mi cama, no me dejaba dormir con sus visitas nocturnas, y me mantenía inquieta recordándolo durante el día. Me vino a la mente aquello que decía siempre mi abuela, que los difuntos nos rondan siempre tras su muerte hasta que liquidaban sus asuntos pendientes. Entonces decidí averiguar si aquella suposición mía era real o pura imaginación.

Decidí recorrer el pueblo, en distintos negocios que sabía que Paco frecuentaba, como la cantina, el panadero, el sastre, pero todos me confirmaron que mi hermano no había dejado nada pendiente de recoger, llevar o pagar. Cuando ya no me quedaba ningún comercio al que preguntar pasé casualmente por la tienda de bicicletas. El señor Aurelio al verme salió de su taller y aprovechó para darme el pésame. Estuvimos un rato charlando y cuando ya me despedía para marcharme se me ocurrió preguntarle si por casualidad mi hermano le había pedido algún arreglo o reparación de su vieja bicicleta. Me confesó que el mes anterior tuvo un pinchazo en una de las ruedas, y que mi hermano le llevo la bicicleta para arreglar, aunque se lo dejó a deber para el mes siguiente. Enseguida se apresuró a aclarar que, por supuesto, no era necesario pagar la deuda, que para él ya había quedado saldada. Yo insistí al señor Aurelio, que en cuanto me fuera posible volvería a su taller a pagarle la reparación. La semana siguiente, en cuanto cobré el jornal, separé el dinero y se lo llevé a Don Aurelio que ante su negativa inicial finalmente conseguí que lo aceptara.

Aquella tarde regresé a casa, subida en la vieja bicicleta de mi hermano, y pasé por el pozo. No pude evitar que se me erizara el bello de la nuca mientras me asaltaba un enorme nubarrón de tristeza. Al anochecer estaba nerviosa. Por un lado, impaciente por meterme en la cama y comprobar que aquella creencia absurda se cumpliera. Por otro, temía que esa sensación nocturna desapareciera por siempre y ya no quedara finalmente nada de mi hermano a lo que aferrarme.

Y la noche llegó y después la madrugada y fue la última vez que noté su presencia, quiero pensar que a modo de despedida. Su deuda pendiente ya estaba saldada.



dijous, 5 de desembre del 2024

Concurso Diciembre - Tintero de Oro – Homenaje a John Le Carré y "El jardinero fiel" - "La teoría del hijo único"

Para acabar el año, nuestros amigos de "EL TINTERO DE ORO" para este mes de diciembre, nos proponen el siguiente reto:

Como homenaje a John Le Carré y su novela “El jardinero fiel”, escribiremos un relato que no supere las 900 palabras y en el que un personaje, sea principal o secundario, desenmascare una trama corrupta llevada por un estamento. Puede ser una gran multinacional, un organismo gubernamental o cualquier institución que se nos ocurra.

AQUI podreis encontrar el resto de relatos participantes:

"LA TEORÍA DEL HIJO ÚNICO"

Imagen: Pixabay


Aquel viernes, al salir de quirófano tras practicar una cesárea, me sentí mareado, me entraron náuseas. En los años que llevaba de residente había perdido la cuenta de las que había realizado, todas con buenos resultados. Pero aquel día fue distinto. Aunque me asistió como siempre el Doctor Liebe, una eminencia en el campo, tras verlo actuar en quirófano, mis sospechas se hicieron realidad.

Nada más acabar la intervención, me dirigí a los vestuarios, me cambié deprisa y salí corriendo del edificio. En las escaleras de entrada al Hospital, me entró flojera en las piernas y tuve que sentarme en los escalones. Fue en ese momento cuando me faltó el aire, fui víctima de un ataque de ansiedad y empecé a llorar, desconsolado como un niño.
 
Mis manos temblorosas no atinaban ni a encenderme un cigarrillo. Al mirar al suelo vi reflejada la sombra alargada de alguien situado detrás de mí. Me quedé sin respiración al deducir que podría tratarse de él. Noté su presencia a mi lado y como se sentaba en el mismo escalón en el que yo estaba. Entonces empezó a hablar:

—Ciertas mentes pensantes e influyentes reflexionaban un día ocioso, sobre el mercado creciente y los recursos cada vez más escasos. Si seguía tal tendencia, los precios subirían y solo unos pocos podrían consumir la mayoría de la producción, por tanto, no era el escenario ideal, empresarialmente hablando. Pero, ¿y si el mercado se redujera aumentando también su poder adquisitivo? Todos comprarían de nuevo, por lo que la solución estaría en reducir el mercado global, ampliando el mercado potencial. Así se daría tiempo a recuperar ciertos recursos si es que hubiera vuelta atrás.

Alguien inspirado en antiguas prácticas del pasado en situaciones de superpoblación, recuperó la idea y pensó que sería acertado aplicarla a nivel mundial, pero con una pequeña diferencia: sería en secreto sin que la población fuera consciente de la ejecución de tan perverso plan.

Algunos dirigentes políticos estaban informados, del mismo modo que grandes gurús científicos y médicos. Entre todos ellos tomaron tan importante y drástica decisión.

Hacía años que millones de parejas veían frustrados sus deseos de tener un segundo hijo, y todo se achacaba a la contaminación, la mala alimentación y el estrés como culpables de la mala calidad del esperma y óvulos humanos. Por lo que todos llevaban años asumiendo que la caída de la natalidad era una realidad, así que cuando también afectó a otros continentes, históricamente con superpoblación, como Asia o África ya nadie se extrañó.

De lo que sí se dieron todos cuenta durante estas cuatro décadas que ya han pasado tras la puesta en práctica del experimento encubierto fue que, aunque la población se redujo a la cuarta parte, también lo han hecho la contaminación, el desempleo, la criminalidad, la enfermedad, la pobreza y la escasez de recursos. La orfandad ya es historia. Todo el mundo tiene acceso a buenos estudios, a cuidados médicos, a un trabajo digno y a disfrutar de una buena vida. ¿No crees que todo fue por una buena causa?

Con los ojos llenos de lágrimas y con un hilo de voz , casi inaudible, contesté:

—Pero profesor, ¿qué hay de la libre elección? De decidir cada uno sobre su propio cuerpo, como vivir su vida…

—Muchacho, cuando un problema es global y el ser humano es incapaz de responder positivamente de una forma individual a un dilema de estas proporciones, como es la supervivencia de nuestra especie y del planeta que nos envuelve, desgraciadamente la solución también pasa por ser global, y has podido comprobar que ha dado buenos resultados.

—Pero, ¿es que nadie tiene mala conciencia? ¿Ningún implicado en esta gran conspiración ha dado un paso al frente? ¿Ha confesado la traición que supone esta decisión? ¿Todos pueden dormir por las noches, acatando esta medida tan salvaje, sin rechistar?

—Verás, creo que todo médico al conocer esta práctica por primera vez ha reaccionado escandalizado, dolido, como lo has hecho tú hoy. Pero te ruego me escuches con atención. Esta noche al regresar a casa, date una ducha, cena e intenta descansar, aunque probablemente tu cabeza no te deje hacerlo. Tómate unos días de vacaciones, los necesitarás. Reflexiona sobre todo ello, de forma pausada, pensando cada una de las implicaciones que conlleva. Cuando estés sereno y hayas decidido realmente cual es tu postura al respecto, solo entonces, actúa. Pero no te precipites, hay mucho en juego.

Me puse en pie y bajé aquellas escaleras lentamente, con la firme idea de no volver a subirlas nunca más. Me fui a casa sintiéndome traicionado, me duché y me metí en la cama incapaz de probar bocado.
Estirado en la cama pensé en mi infancia feliz, como la de todos los hijos únicos de mi humilde entorno. En casa nunca sobró nada, pero tampoco faltó. Disfruté de las atenciones de mis padres y mis abuelos, y ellos de una larga vida plena y buena salud, hasta que decidieron unilateralmente según permitían nuestras leyes, despedirse de los suyos tan solo tomando una pastilla, ante un notario y su médico de confianza que se la suministraba.

Conquistamos decidir cuándo sería nuestra muerte, pero otros controlaban la vida. ¿Era justo? A cambio nos regalaban una vida sin sufrimiento, pero sin libertad. Aquella semana no dormí, pero cuando subí de nuevo las escaleras del hospital tuve claro cual sería mi misión en la vida. La que siempre fue.

AQUI podreis encontrar el resto de relatos participantes:






dijous, 28 de novembre del 2024

El Reto de "Néctares" - Tema: Los 7 pecados capitales - "7 hermanas virtuosas para 7 hermanos pecadores"


Nuestro amigo GUSTAB, que como todos sabeis es un "Libridinoso"desde su sugerente blog NÉCTARES nos lanza la siguiente propuesta:




"Soberbia, Avaricia, Lujuria, Ira, Gula, Envidia, Pereza" son las siete pasiones del alma que la tradición eclesiástica ha fijado como «pecados capitales». ¿Podemos imaginar el ser humano sin ellas? ¿El mundo sería mejor si estas inclinaciones no condicionaran nuestras actitudes?

El reto se tratará de escribir un texto de estilo y género literario libre, donde los nombremos literalmente con un límite de extensión de 345 palabras.


Este fue precisamente el tema principal del último libro que publicamos en nuestro TALLER de ESCRITURA con mis compañeros de EL VICI SOLITARI, por lo que os comparto uno de los relatos incluidos en este libro.

Puedes leer más relatos participantes AQUI:


"7 HERMANAS VIRTUOSAS PARA 7 HERMANOS PECADORES"



Dios hizo el paraíso para Adán y Eva, pero con la desobediencia de ella al probar aquella manzana prohibida, se condenaron ambos al sufrimiento eterno y a toda su descendencia.

Se dice que hasta aquel momento el paraíso fue perfecto, pero no hay que olvidar que la inocente y dulce Eva no pudo resistirse a aquella fruta pecaminosa que se le ofrecía.

Podríamos imaginar que tanto Adán como Eva, con tanto tiempo libre para disfrutar del paraíso eterno, pasarían de alguna manera el tiempo, y no precisamente jugando al escondite o paseándose inocentemente desnudos por aquel Jardín del Edén.

Parece ser que estudios recientes sobre la materia afirman que los siete pecados capitales ya existían antes de que ellos fueran castigados por su curiosidad y sed de conocimiento.

La Gula o la Lujuria ya las podemos dar por confirmadas, al mismo tiempo que la Pereza, ya que un mundo perfecto no da lugar a la necesidad de mejorar una vida de ensueño. Un día en el paraíso debe ser muy largo sin otra cosa que hacer que alguna siesta que otra bajo un manzano.

Las malas lenguas dicen que Lucifer aprovechó aquel pequeño desliz de Dios – que parece ser que, aunque no era humano también se equivocaba – para soltar al resto de pecados, hermanos de los anteriores, en el Jardín del Edén. Así fueron desfilando por el paraíso perdido: Avaricia, Envidia, Ira y Soberbia, que enseguida encontraron en los hijos y nietos de la pareja unos buenos candidatos para colarse en los corazones de todo el mundo.

Dicen que había un octavo hermano, Vanidad, pero que por creerse mejor que el resto se quedó en el purgatorio para ser allí el máximo protagonista.

Lucifer no tardó en explicarle a Dios su travesura, y este disgustado y para buscar un equilibrio, envió a la tierra a las hermanas conocidas como las 7 Virtudes: Castidad, Templanza, Caridad, Diligencia, Paciencia, Benevolencia y Humildad. 

Hoy en día aún debaten si esta compensación fue suficiente o incluso necesaria. Está claro que el origen de todos ellos es tan incierto como el mismo universo.



Puedes leer más relatos participantes AQUI:


dissabte, 23 de novembre del 2024

Relatos con Ginebra Blonde en Varietés – “Tema: Terrorífica (mente) ” – “ La vida en llamas"

Nuestra amiga GINEBRA BLONDE desde su blog VARIETÉS nos propone un nuevo reto para este mes de Noviembre. Aprovechando las fechas en las que estamos, en las que todo lo concerniente al terror sale a pasear por nuestras calles y pantallas, dedicaremos este reto a la manera en la que pasar miedo con todo ello, repercute a nuestra mente.

Dependiendo de la temática, lo que ocasiona en quienes lo consumen, es una segregación de adrenalina, noradrenalina y cortisol, muy significativa. Es evidente que partimos desde la absoluta certeza de que lo que estamos viendo no es real, sin embrago, las emociones que sentimos y lo que éstas generan, sí lo son.

Como siempre, para ilustrar nuestras historias, Ginebra nos sugiere unas imágenes de distintos artistas, en esta ocasión todas bastante impactantes y terroríficas.

AQUÍ puedes encontrar el resto de imágenes y relatos participantes.


"LA VIDA EN LLAMAS"

Foto: Sally Mann


Cada año por estas fechas me ronda la misma visión. A veces me visita en sueños, en otras se cuela en aquel lugar de mi memoria, donde guardamos las cosas que no desean ser recordadas.

Era una noche de San Juan, tomábamos la cena en un picnic improvisado en el jardín de los Bertrand, los vecinos de la finca contigua a la nuestra. Los niños, tomábamos los postres tumbados en unas mantas observando el cielo, adornado por los fuegos artificiales. Mis padres no llegaban y los Bertrand llamaron a casa sin recibir respuesta. A lo lejos una columna de humo salía de nuestra casa y en minutos se convirtió en llamas, que ardieron con tal ferocidad que en pocos minutos la fachada de madera de nuestra casa centenaria se convirtió en una gran fogata. Los vecinos de los terrenos colindantes no dudaron en intentar sofocar el incendio por todos los medios a su alcance, pero para cuando llegaron los bomberos que tardaron una eternidad, ya no quedaba rastro de la casa.

Esa noche mi hermano y yo quedamos huérfanos y pasamos al cuidado del orfanato local, hasta que unas semanas más tarde nos encontraron una familia de acogida en un pueblo cercano. Mi hermano pareció encajar mejor que yo la muerte de mis padres, con más serenidad. A mí me llevó varios años de pesadillas y terapias superar su pérdida, sumida eternamente en una profunda depresión.

Si había algo que me inquietaba y me asustaba por encima de cualquier cosa era enterarme que en alguna finca vecina les había sorprendido un incendio. Solo conocer la noticia, me hacía revivir de nuevo nuestro drama familiar. No era extraño que hubiera de vez en cuando un incendio, en aquellas casas viejas y poco cuidadas, aquellos campos abandonados y secos, sobre todo cuando llegaba el verano. Después de la verbena de San Juan siempre había alguna desgracia que lamentar.

Por esas fechas siempre estaba más sensible al recordar nuestra tragedia. Nuestros padres dejaron un hueco difícil de llenar. Los Rizzo, la pareja que nos acogió en su casa durante años, nos cuidó muy bien, pero nunca podrían sustituir a nuestros padres. Esa noche del año tan especial, cuando más necesitaba a mi hermano, él siempre estaba ausente, decía que prefería pasar esa noche a solas, que no era buena compañía para nadie.

Foto: Ryan Muirhead

Esas noches temía meterme en la cama y quedarme dormida, era cuando me asaltaban aquellas horribles pesadillas. Entraba en nuestra vieja casa, nada más poner el pie se oía el crujir de la madera vieja. Parecía que no había nadie, mis padres aún no habían regresado de sus quehaceres en el campo, pero yo notaba una presencia. Subía a mi habitación y me tendía en la cama. De repente oía el chasquido de una cerrilla al encenderse y el olor inconfundible del fósforo y entraba volando en mi habitación justo antes de que la puerta se cerrara de golpe. Caía en la alfombra que se incendiaba en segundos mientras yo intentaba salir, pero la puerta no se abría, el picaporte no giraba. Me dirigía angustiada a la ventana, pero tampoco lograba abrirla. Entonces en medio de aquella humareda, mis ojos empezaban a llorar sin poder evitarlo y el humo se colaba en mis pulmones provocándome una tos descontrolada. Intentaba pedir auxilio, pero me faltaba el aire, y ya caída en el suelo intentaba arrastrarme, pero mi cuerpo pesaba y no avanzaba. Detrás de la puerta oía a mi hermano llamarme y golpear la puerta sin conseguir entrar y entonces perdía el conocimiento justo cuando despertaba del sueño. Entre lágrimas, asustada y faltándome la respiración, como en la pesadilla.

Ya habían pasado diez años desde el incendio en nuestra casa y no podía deshacerme de aquellas malditas pesadillas, me perseguían allá donde fuera. Fue después de aquel verano cuando llegó el momento de irme a estudiar a la universidad, pensé que sería bueno para mi cambiar de aires, quizá en la distancia, todo sería distinto y no me perseguirían mis viejos fantasmas.

El día que recibí la carta de admisión a la universidad que yo deseaba, subí corriendo las escaleras y entré en la habitación de mi hermano para darle la buena noticia. Me recibió como siempre con una gran sonrisa.

—Me alegro un montón por ti, canija. Yo también tengo buenas noticias para ti. Hoy he entregado mi solicitud para ingresar en el cuerpo de bomberos.

En aquel momento, al mirarle vi algo en sus ojos, y un escalofrío recorrió mi cuerpo de arriba a abajo. Me dejó sin respiración. Algo en mi interior siempre lo había sospechado. ¿Sería él el culpable de todos aquellos misteriosos incendios locales? Y lo que definitivamente me heló la sangre y casi me hizo perder el conocimiento fue pensar que tuviera algo que ver en el incendio de nuestra casa.

Era mi hermano gemelo, lo conocía tan bien como si fuera yo misma. En ese mismo instante, al cambiar su semblante, puede que al leer en mi cara desencajada, que yo quizá sospechara algo, lo supe.

Foto: Kyle Thompson


AQUÍ puedes encontrar el resto de imágenes y relatos participantes.



Hace unas semanas, mis amigos del grupo literario “EL VICI SOLITARI” han estrenado su sección “REFUGI POÉTIC” para los amantes de la poesía. Si a tí también te gusta, cada semana puedes encontrar un nuevo poema AQUÍ.





dimecres, 13 de novembre del 2024

Microrreto Noviembre "El Tintero de Oro" - Tema: El personaje y su entorno - "Invisible"

Para este mes de Noviembre, los amigos de EL TINTERO DE ORO nos proponen el siguiente microreto desde su blog:

Consistirá en escribir un microrrelato en el que el entorno refleje las emociones del personaje. Es decir, el factor en el que vamos a centrarnos es el estado de ánimo del personaje. Por ejemplo: Personaje triste en un paisaje nublado y lluvioso, Personaje alegre en un lugar muy soleado, Personaje asustado en un sitio terrorífico, etc.

La idea es profundizar en las emociones del personaje también a través de su entorno, creando así otra dimensión más. Por supuesto, el género del microrrelato es libre y no podrá superar las 250 palabras.

Podeis encontrar más microrelatos de este reto AQUI:

"INVISIBLE"

Imagen: Pixabay


Siempre fui el rey de las discusiones. No había tema que se me resistiera, grande o pequeño, siempre tenía respuesta para todo. En alguna ocasión quizá me pasara de la raya y no respetara la opinión de los otros, incluso los desprecié descalificando sus comentarios, posiblemente más fundados que los míos.

Esa fue la razón de que muchos compañeros, amigos y familiares rehuyeran mi compañía, me evitan hace tiempo, ya no cuentan conmigo para salir y divertirnos. Reventé más de una cena por provocar una discusión repartiendo mis palabras ofensivas.

Hace un tiempo que siento algo extraño, tengo la sensación que cuando camino por la calle la gente no me ve. Se tropiezan conmigo si no me aparto de su camino. En los pasos de cebra, coches y peatones tampoco me ven. Incluso las puertas automáticas no me detectan, siempre me golpean al entrar justo delante de otra persona, nunca captan mi presencia.

En casa, ya puedo hablar largo y tendido de cualquier tema, que ella va arriba y abajo, tendiendo la lavadora, recogiéndola, cocinando, guardando la compra, no hay manera que me responda ni participe en la conversación. Imagino que no le interesa y mira que la provoco con los temas que la ponen nerviosa, no hay manera. Sale y entra de casa, para ir a comprar, con las amigas o al cine y nunca me pregunta si quiero venir. Tampoco me da ni un beso de buenas noches ni los buenos días. Definitivamente es como si fuera invisible.


Puedes encontrar más microrelatos de este reto AQUI:



Hace unas semanas, mis amigos del grupo literario “EL VICI SOLITARI” han estrenado su sección “REFUGI POÉTIC” para los amantes de la poesía. Si a tí también te gusta, cada semana puedes encontrar un nuevo poema AQUÍ.




dilluns, 28 d’octubre del 2024

Cada jueves, un relato - Tema: “Nubes” – “El nubarrón”

Aquí estamos nuevamente con otro desafío Juevero, esta semana de la mano de ROSANA Y PATRICIA desde su Blog SOMOS ARTESANOS DE LA PALABRA. Nos invitan a dejar volar nuestra imaginación hasta el cielo, hasta las mismas nubes. Caprichosas, juegan a imitar encerrando en su juego cierta magia.

Nos proponen liberar la mente, que la imaginación vuele como las mismas nubes creando historias.

 

AQUÍ podréis encontrar el resto de relatos participantes.


"EL NUBARRÓN"

Fotografía: Fina Esquerda Duaigüez


Había días que resultaban ser así. Empezaban con una mañana soleada, para ir tapándose en el transcurso del día y llegada la tarde se colaba un oscuro nubarrón que lo estropeaba todo por completo.

Aquella mañana se levantó pronto como de costumbre, y tras un ligero desayuno, bajó a caminar por la playa inmensa y silenciosa. A mediodía tras finalizar su rutina de ejercicio, pasó por el mercado y compró algunas cosas para preparar su guiso preferido.

Disfrutó de su receta favorita para el almuerzo, le entró cierta modorra tras aquella copiosa comida, y decidió estirarse para hacer la siesta. Pero su descanso fue breve, ya que empezó a oír ruido en la calle: coches y furgonetas arriba y abajo, descargando material y gente chillando, por lo visto se avecinaba alguna celebración y todo aquello formaba parte de su organización.

Durante la tarde, intentó seguir su serie favorita sin conseguirlo tampoco, ya que empezaba a oírse como la gente atraída por la música de tan ruidoso evento, se acumulaba en la plaza y el gentío no paraba de crecer. Igual que su inquietud que poco a poco fue aumentando hasta que acabó con sus nervios. Siempre que tenía esa sensación pensaba en ella, pero aquel día se decidió. Se levantó del sillón para ir al altillo, bajar una vieja caja y al abrirla, allí estaba “Paz”. Le pasó un paño y mientras le regalaba un beso recordó su aroma. Se dirige a la ventana y de camino introduce la munición, y sin pensarlo apunta al primer transeúnte escandaloso que pasa por la calle y dispara.

Al oír los gritos de la multitud, cerró la ventana, tiró de la cortina y fue al altillo, donde acomodó a “Paz” de nuevo en su caja. Ya más calmado, se sentó en su sillón, apoyó su cabeza en el alto respaldo y cerró los ojos, mientras oía a los lejos sirenas. La plaza estaba desierta, la multitud aterrorizada se había dispersado. Esbozó una sonrisa mientras caía en un profundo sueño.

Esa tarde, el nubarrón se coló en su cabeza, pero al anochecer ya se había despejado…

Fotografía: Fina Esquerda Duaigüez


dimarts, 22 d’octubre del 2024

Cada jueves, un relato - Tema: “Collage Juevero” – “La señora”

Esta semana nuestra amiga MÓNICA desde su Blog NEOGÉMINIS, nos propone como tema para el Reto Juevero de esta semana crear un relato a partir de las palabras que ha incluido en el siguiente collage. Pueden ser todas o algunas de ellas, en el estilo o género que cada uno prefiera.

AQUÍ podréis encontrar el resto de relatos participantes.


"LA SEÑORA"

Imagen: Pixabay

Siempre tuvo todo lo que uno puede soñar. Era hija de una buena familia, que residía en un palacete en el barrio gótico de la ciudad. Su padre hizo fortuna, gracias a su instinto, sabiendo siempre donde invertir su dinero, convirtiéndose en uno de los hombres más ricos de la península.

Cuando faltaron sus padres se convirtió en la heredera universal de todos los negocios, pero cometió el error de seguir las indicaciones del abogado de la familia y su marido, supuestos magos de las finanzas y con los años su fortuna fue menguando. Pero eso no le impidió disfrutar de la vida. Grandes viajes alrededor del mundo y toda clase de lujos sin un mínimo gesto de contención.

Al morir su marido empezó a vender algunas propiedades: las acciones de su empresa, un olivar en el sur del país que ni siquiera sabía de su existencia, y una excelente colección de pinturas de arte oriental de una gran delicadeza. Y aunque tenían una calidad excepcional y un valor especial para ella, al hacerse efectiva la venta tan solo pudo cobrar un mínimo de su valor real. La necesidad apretaba y debía conseguir el dinero de forma inmediata.

Con los años que vio obligada a despedir a algunos empleados, empezó por la plantilla masculina, el chófer, y el vigilante de seguridad. Con los meses también prescindió de la cocinera y el resto del servicio doméstico. Así redujo sus gastos, pero no era suficiente, por lo que empezó a vender poco a poco muebles, cuberterías de plata, vajillas de porcelana y sus últimas joyas. Tan solo le quedaba su más preciada posesión, la casa familiar. En más de una ocasión tuvo la tentación de venderla, y así poder vivir al nivel que estaba habituada.

Ahora ya es una mujer mayor. Con la casa completamente vacía y sentada en una de las terrazas del ático, a medianoche, mientras contempla las estrellas, su futuro se revela incierto. Se lleva a la boca unas almendras y unas piezas de fruta como única cena. Su universo se desmorona, y piensa durante cuanto tiempo más podrá aparentar y mantener su secreto.


AQUÍ podréis encontrar el resto de relatos participantes.


diumenge, 20 d’octubre del 2024

Relatos con Ginebra Blonde en Varietés – Tema: Mosaico – “Secretos que guardas”

Nuestra amiga GINEBRA BLONDE desde su blog VARIETÉS nos propone un nuevo reto para este mes de Octubre.

Esta vez nos propone unas obras de SARAH JONCAS, una artista especialista en el arte del Mosaico, para que nos sirvan de inspiración para crear nuestros relatos. Deberemos escoger 3 o más obras y utilizarlas para ilustrar el relato y además incluir sus títulos en la historia.
 

AQUÍ puedes encontrar el resto de imágenes y relatos participantes.

" SECRETOS QUE GUARDAS"



Y de repente, desperté. No podía hacerme una idea del tiempo que llevaba allí, en aquel luga. Intenté hacer memoria, aclarar mis ideas, esforzarme por recordar vagamente algún detalle borroso. Fue uno de esos días extraños, pero aquella situación aun lo era más. Notaba una venda en los ojos y una mordaza en la boca. También estaba atada de pies y manos. Todo en un silencio sepulcral.

Y como un flash, vino todo a mi mente. La noche anterior estuve con los compañeros de trabajo, celebrando mi graduación como agente de policía. Era la única mujer de aquella comisaria. Eso me hacía ser distinta al resto, en algunas cosas para bien y en la mayoría no tanto. Salimos a cenar y a tomar algo después, y fue allí en el karaoke donde la noche se desmadró entre copa y copa, haciendo que perdiera el sentido en algún momento de la velada.

Mientras intentaba recordar donde estaba y cómo había llegado hasta allí, de repente oí acercarse las voces de dos hombres, que no conseguí reconocer. ¿De qué se trataría todo aquello? ¿Un secuestro, quizá una confusión? Yo no soy de una buena familia que pudiera pagar un rescate, ni tampoco había participado en ningún caso importante como para tener enemigos que quisieran vengarse.

Uno de los hombres se me acercó y me susurró al oído que ya quedaba poco para que todo acabase y noté como me desataba de pies y manos, para colocarme unas esposas y anclarme con ellas a una tubería cercana.

Al oír sus palabras entré en pánico y antes de que cogiera mi otra mano para esposarme, que quité la venda de la cara y pude ver a dos encapuchados, el que estaba frente a mi agachado y otro de pie más alejado. Le di un cabezazo al que tenía al lado y enseguida vi una pistola colgando de su cinturón, que no dude en arrebatarle mientras quedaba petrificado, supongo que por la sorpresa, no lo vio venir.

Apunté al que estaba de pie y cuando hizo gesto de desenfundar también su pistola, le disparé sin vacilar. Entre gritos y con los nervios de la situación apunté al que estaba a mi lado rogándome que me tranquilizara y no hiciera tonterías cuando algo dentro de mi me dictó que era una amenaza y también le disparé para defenderme.

De golpe el silencio, notaba la sangre que resbalaba por mi frente y me di un par de segundos para respirar y pensar que tenía que hacer ahora. Rebusqué entre los bolsillos de aquel hombre y encontré las llaves de las esposas de las que me liberé enseguida para colocárselas a mi raptor. Estaba inconsciente, pero se desangraba, igual que el otro hombre que sollozaba al fondo de la habitación. Me acerqué a él rápidamente para desarmarlo y también encontré en su cinturón unas esposas que le puse para inmovilizarlo.

De repente una sombra vino a mi mente, y solo pensé en quitarles la capucha a mis captores. Y la sorpresa que me llevé fue mayúscula. Se trataba de dos compañeros de la comisaría. Entonces oí como el que se desangraba a mis pies gritaba: “Solo fue una broma, no queríamos hacerte daño”. Por favor, llama a una ambulancia.

El futuro pasó ante mis ojos. Debería despedirme de lo que tenía planeado, adiós a mi carrera, todo se había arruinado. Por culpa de dos imbéciles y una novatada violenta que rayaba el abuso. ¿En qué posición me dejaba? Se me fue la mano en mi “autodefensa”. Tanto si decía la verdad como si me inventaba una mentira, tendría los días contados como policía, podría ir preparando mi carta de renuncia.



Y justo mientras pensaba en ello, me pasó por la mente la posibilidad de preparar mi versión de los hechos y un nuevo escenario. Miré sus móviles para comprobar si su perverso plan era exclusivamente idea de aquel par de idiotas o bien era extensivo a algún otro cómplice más. En los chats había algunas bochornosas fotos de la velada en el karaoke que compartieron con el resto de compañeros, pero ningún comentario respecto a mi secuestro.

Entonces pensé en mi verdad. Sería víctima de un secuestro y mis compañeros habrían venido en mi busca, pero los secuestradores les esperaban y no dudaron en quitarlos de enmedio. En la confusión del momento y el tiroteo, solo yo conseguí escapar. Así que preparé el escenario acorde a mi versión. Limpié lo mejor que pude mis huellas de las armas, las esposas y los móviles, aunque me quedé uno de ellos para pedir auxilio. Eché un vistazo a aquel lugar que parecía un taller abandonado, y antes de marcharme me aseguré de que ya no respiraban. Salí al exterior y vi que me encontraba en la mitad del campo, en una casa que parecía abandonada al margen de la carretera. Nadie habría oído los disparos.

Mientras iba caminando por el arcén de la carretera, en la hora más oscura de mi vida, ya de madrugada, divisé a lo lejos un coche aparcado en un saliente de la carretera tras unos árboles. Al llegar allí ya me di cuenta que era de uno de mis amigos secuestradores por una de las pegatinas. ¿Qué pretendían con su plan? ¿Hasta donde querían llegar? Dejar su coche alejado de la casa donde me retenían no auguraba buenas intenciones. Seguí caminando por la carretera mientras marcaba el número de la comisaria y cuando contestaron a mi llamada, con la voz entrecortada y acelerada empecé a relatarles mi versión de los hechos. Esa noche sería una parte oculta de mi vida, esos secretos que guardas solo para ti, y que nadie más debería conocer.




dimarts, 15 d’octubre del 2024

Cada jueves, un relato - Tema: “El lobo feroz” – “Yo, el lobo”

Esta semana nuestra amiga NURIA ESPINOSA desde su Blog BITÁCORA LITERARIA, nos propone como tema para el Reto Juevero de esta semana “El lobo feroz”.

Su leyenda ha sido contada a lo largo de generaciones: un ser astuto, temido y lleno de misterio. Pero ¿es el lobo realmente el villano que todos creen? ¿O detrás de sus afilados colmillos hay una historia que aún no ha sido contada?

Reimaginemos este icónico personaje. Hagamos otra versión: un depredador o una víctima, un héroe inesperado o algo más allá de la imaginación, siempre que el lobo sea el centro de tu historia.


AQUÍ podréis encontrar el resto de relatos participantes.


"YO, EL LOBO"

Imagen: Pixabay



En mi juventud fui feliz en aquellos bosques, llenos de vegetación y sonidos mágicos e inconfundibles para todos aquellos que hemos nacido en él. Vivía con mis hermanos de manada, como lo habían hecho los nuestros durante generaciones.

Pero hubo un momento en que nuestro grupo empezó a menguar. Una mañana faltaba uno de los nuestros, pasados unos días desaparecía otro, y así durante meses, hasta que finalmente me quedé solo.

Los humanos empezaron a meter sus narices en nuestro territorio, y pensaron que era un buen lugar para vivir. Como odio a los leñadores, destrozan el bosque sin piedad, todo para construir sus improvisadas cabañas que luego convierten en sus moradas para siempre. Tímidamente, construyen una aquí, otra por allá.

No aguanto a las niñas que se pasean canturreando por el bosque, despertándome de mi plácido sueño y luego tras perderse gimotean desconsoladas. No me queda otra que acompañarlas hasta los alrededores de alguna casa. No me acerco demasiado porque allí me esperan siempre en el porche con la escopeta cargada.

O las dulces abuelitas que cocinan sus pasteles de carne o tartas de manzana y las dejan reposar en la ventana, pensando que allí estarán cuando regresen. Luego se inventan cuentos e historias perversas para contar a sus nietos, como que nos comemos a los niños, o tiramos abajo sus casas resoplando.

Lo único que nos comemos alguna vez es una pieza de su ganado y cuando está mal vigilado. Pero eso no es culpa más que suya, si no se dedicaran a arrasar el bosque cazando cualquier pequeño animal que me sirve de sustento, no tendría que ir yo a sus casas a robarles el suyo. Como veis somos criaturas malditas y tras tantas leyendas negras sobre nosotros, poca cosa se puede hacer ya para limpiar nuestro nombre. Eso sí, se inventan la figura del “hombre lobo” para descargar así sus maldades en nuestro nombre. Solo espero que el día que muera el último de nosotros se lamenten mientras releen entre sollozos sus viejas y falsas leyendas. ¿A quién culparán de sus desgracias?





dissabte, 12 d’octubre del 2024

Concurso Octubre - Tintero de Oro – Homenaje a Miguel Delibes y “El camino”– “Casio, el dentista “

Empezamos un nuevo curso de la mano de nuestros amigos de "EL TINTERO DE ORO". Este mes de Octubre, nos proponen el siguiente reto:

Escribir un relato donde el protagonista sea el entorno rural. Que nuestra historia transcurra ambientado en el mundo rural o donde la Naturaleza desempeñe un papel fundamental.

AQUI podreis encontrar el resto de relatos participantes:


"CASIO, EL DENTISTA"

Imagen: Pixabay


Nunca me cansaré de escuchar aquella historia. De cuando mi madre era niña y estuvo un par de días rabiando en casa con un tremendo dolor de muelas. La abuela, que conocía la mala fama del dentista del pueblo se resistía a ir a su consulta, pero como el dolor era insoportable y de noche incluso se le iba la cabeza de la misma fiebre, al tercer día, armándose de valor decidieron llevar a mi madre.

Ella siempre había oído que a Don Casio le llamaban el Carnicero, convencida que tendría un negocio donde despachaban carne en algún pueblo cercano y lo de sacar muelas era un más a más que hacía para sacarse un dinerillo. Porque lo que eran dentistas, por aquel tiempo y por aquellos lares, no había demasiados.

Tras atravesar la mies de varios vecinos, a zancadas mi abuela, y a rastras mi madre, llegaron al caserío. Al abrirles la puerta su mujer e invitarlas a entrar en lo que muy generosamente ella llamó la consulta, ya se dieron cuenta que distaba mucho del dispensario médico donde las atendían habitualmente el doctor y su enfermera en Marina de Cudeyo, a unos kilómetros de allí.

Era un cuarto con un ventanuco alto y pequeño que no dejaba ver el exterior ni entrar luz al interior. Mi madre se sentó en aquella silla, que en mejores tiempos habría sido de un buen dentista, y esperó nerviosa a Don Casio.

Llegó tras un buen rato, saludando sonoramente al entrar y se dirigió directamente a la consulta donde su esposa le había anunciado que estaban esperandole. Se quitó rápidamente la chaqueta, se arremangó la camisa y mientras le preguntaba a la abuela, sentada en un rincón cual era el problema, sin lavarse las manos se puso manos a la obra pidiéndole a mi madre que abriera la boca y le señalara la muela que le dolía.

Le acercó una potente luz a la cara que la cegó por unos minutos mientras le daba un vaso con un enjuague según dijo para adormecer la muela, aunque por el olor a ella le recordó los licores que corrían por casa los domingos.

Se encontró enseguida unas tenazas enormes en la boca con las que él pretendía tirar fuerte para extraer aquella dolorosa muela. Cada vez que el bruto de Don Casio tiraba de ella, mi madre le seguía levantando todo su cuerpo de la silla, y así varias veces porque aquella muela no quería salir. Don Casio empezó a ponerse nervioso al ver que la operación se eternizaría de aquella manera. Decidido colocó una rodilla sobre el regazo de mi madre sorprendida, mientras que con un brazo la sujetaba a la altura del pecho frenando su avance, con el otro tiraba con todas sus fuerzas, sin demasiado buen resultado. En el último tirón, al extraer por fin aquella maldita muela, mi madre entre sollozos soltó un buen grito al notar un corte en el labio. Mi abuela agarró a mi madre del brazo y la sacó de allí mientras con una retahíla de insultos se despedía de Don Casio camino al dispensario. Allí le cosieron la herida con varios puntos que hoy tras cuarenta años, aún se le nota la cicatriz.

Después de semejante aventura, mi familia tardó en volver a visitar a Don Casio. Cuando pensaban que nunca más volverían a solicitar sus servicios, un par de años más tarde, Caridad, la hermana pequeña de mi madre, tuvo una emergencia una tarde de domingo. Sin vacilar y debido a la urgencia, mi abuela acudió al dispensario de Don Casio de nuevo. Les abrió la puerta su esposa, tan amable como siempre y les ofreció un café mientras esperaban a que él regresara. Uno de sus hijos fue a buscarlo a la bodega del pueblo, donde estaba tomando unos vinos con algunos vecinos mientras echaba una partida al mus.

Caridad era pequeña, pero algo había oído sobre la mala fama de Don Casio. Iba asustada, pero estaba alerta y vigilante a lo que pasara en aquella consulta. Don Casio tan pronto llegó, repitió su ritual habitual: se quitó la chaqueta, se arremangó la camisa y mientras preguntaba a mi abuela cual era el problema, llenaba un vaso con el supuesto enjuague y se lo tendió a la pequeña Caridad. Nada más oler aquel licor, la pequeña tiró su cabeza para atrás negando con la cabeza y apartando el vaso que Don Casio le ofrecía. Éste acercó la potente luz a la cara de la niña mientras intentaba que abriera la boca. Caridad se asustó al ver la cara de Don Casio tan cerca de la suya, con aquellas pobladas y negras cejas y su fuerte aliento a vino, y aún hoy nadie sabe que fue primero, si el mordisco que le propinó en la mano al dentista o la patada que recibió éste en su entrepierna.

Ni que decir tiene que ningún miembro de la familia se le permitió volver a la consulta de Don Casio, ni tampoco pasar por los alrededores de su casa. Únicamente coincidían los domingos en la iglesia, y se intercambiaban miradas llenas de rencor y desprecio desde lejos.

“Justicia divina” decía la abuela al salir por última vez de aquella consulta, y aún lo sigue diciendo con una leve sonrisilla cuando nos cuenta su historia.


*Mies: En Cantabria, conjunto de sembrados de un valle.



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dimarts, 8 d’octubre del 2024

Cada jueves, un relato - Tema: “Piezas de Ajedrez – “La partida”

Esta semana nuestra compañera MARIANA desde su Blog HACIA EL ÚLTIMO ESCALÓN DE LA MAGIA ... nos propone como tema para el Reto Juevero de esta semana escribir en torno al juego del Ajedrez. Podemos nombrar el juego o bien elegir una o varias piezas de las que se compone, para relatar nuestra historia.

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" LA PARTIDA"

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Mientras mis pasos avanzaban por las elegantes baldosas blancas y negras, que lucían siempre brillantes en mi librería favorita “El Alfil”, sabía que había empezado el juego de verdad. Aunque estábamos en mi terreno, no podía evitar sentirme nerviosa. Accedí a aquel encuentro por curiosidad, y si soy sincera, por pura vanidad.

Había pasado más de un año desde que iniciamos nuestro primer contacto, en un conocido juego “On line”, quizá una manera muy atípica e informal de conocerse. Tras finalizar nuestras largas y desafiantes partidas, encontrábamos un momento para comentarlas por el chat de forma relajada, después de nuestra ardua lucha sobre el tablero.

Al principio solo hablábamos del juego, estrategias y trucos para las próximas partidas. Con las semanas ampliamos nuestros temas de conversación a cosas más mundanas, como nuestras aficiones, gustos, trabajos o ciudades de origen, y así fuimos desnudándonos poco a poco el uno frente al otro, aunque en la distancia.

Tu trabajas en una importante multinacional, al otro lado del charco, como técnico de sistemas, y digamos que por aquellas casualidades o quizá debido a alguna elaborada estrategia, te encuentras de viaje en mi ciudad. Cuando propusiste conocernos enseguida sentí que debía arriesgarme y aceptar.

Quizá seas el rey de las mentiras, cuando semanas antes prometías que, si accedía a conocerte y por cosas del destino, llegaras a gustarme, me regalarías una gran vida de comodidades, sin privaciones, solo diversión y me cuidarías como una reina.

Hasta entonces, aquella vida ajetreada, viviendo a caballo entre varias ciudades, continuos viajes de aquí a allá, sin acabar de conectar nunca con nadie, no te había importado. Pero ahora no te conformabas con ser un peón más, aspirabas a algo mejor, y si tu entrevista de trabajo en mi ciudad te salía bien, todo cambiaría, quizá para los dos.

Nuestro encuentro me tiene en jaque, desde el piso de arriba te observo entrar, como una doncella desde su torre. Ojalá surja la magia entre nosotros. Siento que esta es la partida definitiva, mi movimiento final decidirá si te quedas o te vas.


Imagen: Pixabay

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dimarts, 1 d’octubre del 2024

Cada jueves, un relato - Tema: Cumpleaños – “Solo números”

Esta semana nuestra compañera ALMA LEONOR desde su Blog HELICON, nos propone como tema para el Reto Juevero de esta semana escribir en torno a la idea de un Cumpleaños, o al menos que la palabra aparezca en algún momento del relato.

¡Así que con esta genial propuesta celebraremos su cumpleaños que parece ser que es el próximo sábado 5 de OCTUBRE, así que por adelantado le deseamos un muy feliz día!


¡FELIZ CUMPLEAÑOS JUEVERO, ALMA LEONOR!

¡Que cumplas y escribas durante muchos años más!


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"SOLO NÚMEROS"



Con la excusa de un sorteo extraordinario, mis compañeras de trabajo me convencieron de nuevo para comprar un décimo de lotería. Aunque escéptica como cada año, el día del sorteo puse la radio para escucharlo mientras teletrabajaba en casa, y el número ganador del primer premio me resultó bastante familiar.

Lo recordé enseguida, era el 25976. Lo compró mi compañera Victoria por coincidir con su fecha de nacimiento. No me lo podía creer. ¡Éramos millonarias por fin! Después de tantos años insistiendo, la suerte nos acompañaba. Podríamos olvidarnos de trabajar. ¡Que ganas de ser libres y no madrugar nunca más!

Lo primero que haría sería liquidar mi hipoteca y vender mi piso de escasos cincuenta metros y comprarme uno más grande y con ascensor. O mejor todavía, una casita en un pueblo tranquilo. Y otra para mi madre, así no tendría que sufrir pagando cada mes el alquiler con su precaria pensión.

Jubilaría mi coche de dieciocho años y me compraría uno eléctrico de esos tan ecológicos. Y haría un gran viaje para visitar los cinco continentes. ¡Mi sueño hecho realidad! Con un poco de suerte, después de todo esto aún me quedaría algún dinero, que si supiera administrarlo bien, podría vivir de renta.

Escribí enseguida al grupo de wsap de mis compañeras para decirles que nuestro número era el ganador del primer premio, una millonada. Mi compañera Victoria respondió en un tono algo seco y poco emocionada, que sentía decirme que no nos había tocado la lotería, porque su fecha de cumpleaños era el día 26 de septiembre, y no el 25.

Por un momento me pareció que me tomaba el pelo. ¡Victoria, siempre tan bromista! Viendo que nadie más respondía, busqué nerviosa mi décimo y efectivamente nuestro número 26976, no era el premiado.

¡Qué rabia! ¡Viví mi cuento de la lechera particular, por unos minutos, mis sueños por los suelos, por solo una cifra!

Sospecho que Victoria no volverá a compartir conmigo ningún décimo más de lotería. No sé si estaba más molesta porque no nos tocara el premio o por confundirme en su fecha de cumpleaños.


dimarts, 24 de setembre del 2024

Cada jueves, un relato - Tema: Carterooo!!! - "El aprendiz"

Esta semana ROSANA y PATRICIA desde su Blog SOMOS ARTESANOS DE LA PALABRA, nos propone como tema para el Reto Juevero de esta semana la siguiente idea:

“Vamos lentamente conduciendo, pedaleando o caminando y de pronto algo o alguien se descompone o le sucede algo que requiere detener la marcha. Justamente donde nos detenemos hay un bosque y en él una bella cabaña vacía para que se pueda pasar la noche.

La noche llega y en algún momento, se decide abrir la puerta y ¡Oh sorpresa!, llegan hasta allí, cual hojas de otoño una cantidad de sobres que contienen cartas. Y justo ahí, estará el punto en cuestión: ¿Qué dicen las cartas?, ¿Quién las han enviado? ¿Para quién? ¿Desde dónde?

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"EL APRENDIZ"



Llevaba meses sin trabajo, no había manera de encontrar nada. Eran malas fechas, el verano ya había pasado. Para despejarme y levantarme el ánimo, un amigo me propuso una excursión por la montaña para el fin de semana.

Nos levantamos muy pronto aquel sábado y cogimos carretera hasta llegar a las montañas, allí nos alojamos en una casa rural muy tranquila y acogedora. Dejamos nuestras cosas en la habitación, y nos pusimos en marcha llevando exclusivamente una mochila con un par de bocadillos y dos botellines de agua cada uno. Disfruté mucho de aquella excursión con aquellos paisajes mágicos. Aquel cansancio me recordó lo bien que lo pasábamos años atrás en aquellas escapadas y en que baja forma nos encontrábamos. Debido a que estábamos algo desentrenados calculamos mal y la noche se nos echó encima antes de lo esperado.

A lo lejos vimos una ventana de la que salía luz y nos acercamos a preguntar. Se trataba de una pequeña cabaña, al llegar picamos a la puerta, pero nadie respondió por lo que decimos entrar. La cabaña parecía estar vacía y nos lo confirmó una nota que decía: “Regreso en 5 minutos”.

Estuvimos allí esperando en unos cómodos sillones delante de la cálida chimenea y parece ser que del cansancio nos quedamos dormidos. De madrugada nos despertamos sobresaltados, un estruendo que venía de fuera de la cabaña nos asustó, parecía como si un camión hubiera chocado contra un árbol. Al salir fuera vimos como centenares de cartas volaban por los aires. Un viejete de edad indeterminada se bajaba de una carroza tirada por unos cuantos renos que parecían agotados.

El anciano, bastante rollizo y con unas mejillas algo sofocadas, se había estampado contra un abeto gigante y se apeó torpemente de su carroza mientras nos decía sonriente:

—¡Parece mentira! Estamos en octubre y mirad cuantas cartas he recibido ya. Creo que este año se me acumula el trabajo de nuevo y es que cada vez me llegan más pronto. Por cierto, chicos ¿os interesaría un buen empleo?






Nuevo Proyecto: Relatos de los nuestros - Historias familiares y otras batallitas - " La bicicleta"

Hoy es el cumpleaños de una amiga y he querido aprovechar la fecha señalada para hacerle este pequeño regalo de cumpleaños. Estuvimos charla...