Rudolp Wasinky, desde el
observatorio del Monte Palomar descubrió una pequeña galaxia muy similar a la
nuestra, la misma se sitúa entre Cirius
y Andrómena, en ella se destaca un planeta azul al que se bautizó como RW
5487.
Tamaño descubrimiento motivó
a la comunidad científica y a la misma NASA a múltiples conferencias y
simposios, de los que se decidió enviar una misión al mismo, con la esperanza
que podrían encontrar vida en el.
Germán es un tipo por
demás despelotado, y no hablar de sus condiciones como conductor, al punto de
que su productor de seguros ante el riesgo de perder su trabajo, tomó la
decisión de revocarle la póliza. En su carpeta se contabilizaban múltiples
accidentes, fruto de su impericia y falta de reflejos, eran dos o tres siniestros
mensuales.
En el último causó un
múltiple choque entre cinco vehículos y fue el único que salió ileso, razón por
la que le retiraron el registro de conductor y su automóvil fue remitido al
corralón.
De a pié y sin mucho para
hacer, pasaba sus días, cuando se enteró que la NASA buscaba voluntarios para
viajar al espacio, no dudó, aunque no tenía idea de que se trataba.
El hecho de ser el único
que se presentó, lo convirtió en astronauta. Tras varios meses de preparación y
múltiples dolores de cabeza para sus instructores, se decidió la fecha de la
partida.
Para evitar posibles
fallas, y a pedido de los instructores la misma se realizaría en forma
automática, Germán debía concentrarse en la radio.
A la hora señalada y con
mil recomendaciones, partió desde Cabo Cañaveral. Pudo sentir la fuerza de gravedad empujándolo
contra el asiento, recién cuando salió de la atmósfera pudo moverse y espiar
por el ojo de buey, la tierra se alejaba muy velozmente. Recién en ese momento
comprendió la gravedad de su decisión, le esperaba un largo viaje.
Tuvo la suerte de pasar a
muy pocos millones de kilómetros de Saturno y
admirar su majestuosidad, y un tiempo más tarde dejando atrás a Urano
salió de la galaxia internándose en lo infinito del espacio.
Diariamente mantenía
contacto con la tierra, informando novedades, y matando su aburrimiento, el
espacio en la nave era bastante estrecho, había perdido noción del tiempo, ya
que no tenía días y noches, cada momento era similar al anterior, siempre el
mismo paisaje en su ojo de buey. Pero un extraño suceso, lo sobresaltó, de
pronto la nave dio un respingo como si su velocidad hubiese sido aumentada
cientos de veces, después todo cambió, la vista que le ofrecía su pequeña
ventana era diferente, el espacio no era negro, aparecía como tornasolado, entre
violáceos y rojizos, y a lo lejos divisó
un raro planeta, muy refulgente que a medida que transcurrían las horas y se
acercaba adquiría un tono azulado, no podía creer lo que se presentaba frente a
sus ojos, era más de lo que le dijeron que encontraría.
A medida que se acercaba
pudo ver mas detalles del mismo, teniendo en cuenta que la comunicación era muy
lenta, dado la enorme distancia, no pudieron comunicarle que comenzaba el
descenso, la nave comenzó a perder altura, Germán creyó que era una falla del
equipo, por lo que tomó los mandos.
La atmósfera del planeta era menos densa que la nuestra,
por lo que penetrarla fue menos
preocupante y el calor generado menor.
Nuestro astronauta al
mando de la nave continuó la maniobra de descenso, controlando todo, excepto la
velocidad, la que al ser tan alta le impedía anticipar la maniobra.
Ante su estupor apareció
ante sus ojos un intenso tráfico de naves de toda medida, en el cual se
encontró inmerso, por suerte su nave era pequeña y eso le facilitaba en parte
las maniobras, pero eso no impidió que rozara a varias produciendo múltiples accidentes.
Cundió la alarma, de
inmediato se monto un operativo para detener tamaña amenaza, involucrando a una
fuerza descomunal, nunca vista antes.
Tras ser detenido, Germán
y su nave fueron sometidos a diversas
pruebas, dado que era un raro espécimen para aquellos seres evolucionados, tras
un largo periodo de análisis lograron averiguar su procedencia, y su
peligrosidad como conductor.
Mientras tanto en la
tierra Germán había sido dado por perdido, además la misión que ya llevaba
muchos años fue desestimada y quedó en el olvido.
Donde no se podía olvidar
era en RW5487, que decidieron por considerarlo una amenaza poner a Germán y su
nave en una órbita lejana a su planeta y para evitar nuevos riesgos destruir su
origen.
La tierra no llegó a
entender la razón de tal devastación, aquellas naves llegaron de improviso y
casi nada quedo en pie, muy pocos humanos pudieron huir de aquellos seres, que
luego de su ataque se retiraron tan rápido como habían llegado.
Mientras tanto Germán a
la deriva, trata infructuosamente de comunicarse, solo la estática se oye en su
trasmisor, ya no tiene donde anotar los múltiples encuentros que ha tenido en
su viaje, para colmo su vejez le está trayendo problemas.
Aparentemente su fama ha
transpuesto las galaxias porque desde naves que cruzan su camino lo saludan.
Ahora me pregunto, si en
la tierra no ha quedado nadie. ¿Quién va a leer esto?