La película no es nada del otro mundo, su mayor atractivo es una Emilia Clarke en todo su esplendor, guapa a rabiar, la Khaleesi de Juego de Tronos, nos muestra a una chica, Louisa, alegre, jovial, con un futuro prometedor pero encerrada en su destino marcado por un novio manipulador y una familia con pocos recursos, y William, un banquero millonario exitoso que tiene un accidente que lo deja cuatraplejico.
El necesita una enfermera porque, por su mal carácter, todas se marchan, está marcado por su estado y hace sentir mal a todos los que le rodean, la gracia y la torpeza de Lou hacen que, poco a poco, se lo vaya ganando trabajando para él.
Este es el planteamiento principal, como cambiarán sus vidas al conocerse y ENAMORARSE, es el entramado de historia que te hace reflexionar sobre como te puedes llegar a sentir con los cambios y su desenlace, y como siempre, como el AMOR, hace su trabajo. El destino crea el resto.
"Hay amores que sólo se pueden vivir en tu corazón no en tu vida"
“Lo odio por hacerme sentir así.
Por darme esperanzas y luego tirar todo por la borda”. Lou
“¿Sabes algo, Clark? Eres lo único que hace que me levante por las mañanas”.
"Las lágrimas son palabras que el corazón no puede decir."
“Lo besé, respirando el aroma de su piel, sintiendo su suave pelo bajo los dedos y cuando me devolvió el beso todo desapareció y quedamos únicamente Will y yo, en una isla en medio de ninguna parte, bajo miles de estrellas tirilantes”.
"Nunca guardes nada para una ocasión especial, estar vivo es la ocasión especial"
“¿Por qué esta vida no es suficiente para ti? ¿Por qué no soy yo suficiente para ti? ¿Por qué no confiaste en mí? Sí hubiéramos tenido más tiempo, ¿habría sido diferente?”.
Quise apretar mi cuerpo por completo contra él. Quise inspirarle un deseo. Quise entregarle toda la vida que sentía y obligarle a vivir. Comprendí que tenía miedo de vivir sin él. ¿Cómo es que tienes el derecho a destrozarme la vida, pero yo no tengo ningún poder en la tuya?
“Dibujé el mundo que él había creado para mí, lleno de maravillas y posibilidades. Le hice saber que una herida había sido curada de un modo que él no podía ni imaginar, y sólo por eso siempre habría una parte de mí que le estaría agradecida”.