Nuestra amiga
Mª José nos invita a rendir homenaje a las victimas del 11 de marzo poniendo una velita en nuestro blog para que no se apague su recuerdo.
Es realmente difícil olvidar algo de semejante magnitud. Algo tan horrible y sin sentido. Algo que solo sembró dolor e hizo derramar millones de lágrimas.
Aunque no sepamos que es lo que hicimos la semana pasada, todos sabemos con exactitud lo que estábamos haciendo cuando la noticia llego a nuestros oidos.
Estaba en casa, cuando sono el teléfono. Era mi madre. Me asuste, estaba llorando y lo único que conseguia entenderle era que pusiera la televisión. Cuando se puso en marcha comprení perfectamente porque no le salían las palabras. Pese al caos del principio y la ausencia de noticias de lo que había sucedido, el drama humano se veía en cada imagen de los informativos. Personas llenas de sangre, con la ropa rota, desorientados, sin saber que era lo que había truncado su viaje.
Esa fecha se nos quedo marcada a fuego en el alma a todos. Ese año se llevo a mucha gente, entre ellos a mi madre en el mes de septiembre. Todos los días rezo por que mis hijas no tengan que enfrentarse a noticias como esta.
Si tenéis un momento pinchad en la imagen.
