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jueves, febrero 09, 2023

Velam Isetta de Altaya









Los automóviles conocidos como microcoches, pequeños turismos con capacidad para dos pasajeros y motor de motocicleta o derivado, tuvieron su momento en la década inmediatamente posterior al fin de la II Guerra Mundial. La mayoría de las fábricas de los principales productores de Europa habían sido destruidas o sufrían graves carencias operativas; la carestía de las materiales primas y que el ciudadano medio no podía afrontar con sus precarios ingresos el coste de un coche, abrieron el camino a estos pequeñines que a mediados de la década de los 50 y con la aparición de nuevos y modernos utilitarios como el Renault 4/4 CV o los Fiat 600 y 500 fueron desapareciendo con la misma celeridad que emergieron. 

Quizás entre esta pléyade de diminutos ingenios mecánicos, el más célebre y popular de todos fue el Isetta creado por el industrial italiano Renzo Rivolta y su empresa Iso. Pero lo cierto es que el éxito del pequeño huevo con ruedas no vino por sus ventas, si no por la hábil maniobra de Rivolta de vender su licencia de fabricación a terceros como fue el caso de BMW, que para combatir la crisis financiera que vivía adquirió una licencia para fabricar y vender los Isetta en Alemania y Reino Unido; y la francesa Velam. Precisamente nos vamos a detener en el capítulo dedicado a los Isetta fabricados por Velam para el país galo y su área de influencia. 

La Francia de la posguerra resultó uno de los mercados más idóneos para estos microcoches de los que venimos hablando. En un claro ambiente de fuerte crisis económica y con la industria devastada, el hecho de poseer un automóvil para las clases más populares resultaba algo imposible, máxime cuando la industria automotriz francesa tenía serios problemas para comenzar a funcionar de nuevo. El 30 de abril de 1955, la revista Auto Italiana publicaba en sus páginas que la empresa Iso SPA, con sede en Milán, había llegado a acuerdo para que BMW en Alemania y Velam en Francia fabricasen bajo licencia el pequeño automóvil Isetta. 

Realmente Velam había adquirido los derechos para fabricar bajo licencia el Isetta y venderlo además de en su país, en España y Bélgica, en 1953, en el Salón del Automóvil de Turín. Velam, que es el acrónimo de Vehículo Ligero a Motor -Vehicle Leger a Moteur-, había sido creada por Michel Cromback ex profeso para producir el microcoche en cuestión y se constituyó como sociedad en el número 11 de la rue Ledoux de París. Para poder fabricar su versión del Isetta, Velam llega a un acuerdo con Henry Lago para emplear las instalaciones de su empresa, Talbot Lago, en Suresnes, en las inmediaciones de la capital gala, ya que no disponía de capacidad para ello. Talbot Lago, fabricante de automóviles deportivos y de lujo que vivió su esplendor en la década de los 30, tenía infrautilizada su fábrica ya que tras la guerra sólo producía un modelo, el Coupé Grand Sport, un automóvil espléndido, pero muy caro que no se vendía bien, máxime cuando el Gobierno del Frente Popular había establecido una política muy severa hacia los coches de alta gama. Henry Lago halló en el acuerdo con Velam una buena forma de sanear sus finanzas. 

El Velam Isetta fue presentado en sociedad en el XLI Salón del Automóvil de París, celebrado en octubre de 1954. En el aspecto estético tenía leves diferencias respecto a los Isetta italiano y alemán, sobre todo en las aletas delanteras, que eran desmontables, y las traseras, de forma más recta y menos estilizada. La leyenda Velam en su puerta delantera era su rasgo más diferenciador. Fue apodado popularmente como 'yogur con ruedas'. Tenía chasis monocasco, contrariamente a la versión alemana y al igual que el italiano. Tenía un precio de 297.000 francos y la producción se inició en 1955 tras la firma del acuerdo de utilización de la fábrica de Talbot Lago. La producción diaria rondaba los 20 ejemplares. Velam creó una red de 150 concesionarios para su distribución.

En el plano mecánico, el Velam Isetta equipada un motor monocilíndrico de dos tiempos y 236 cc, que erogaba 10 CV de potencia. Precisamente fue uno de los puntos flacos del Velam Isetta respecto al BMW, que funcionaba con un más moderno y potente motor de cuatro tiempos derivados de sus motocicletas. En 1955 se habían fabricado 1224 coches; 4.886 en 1956 y 1.005 en 1957. El Velam Isetta no lograba los objetivos comerciales deseados pese a que cada año se trataba de solventar las deficiencias que se le iban notando. Para 1958 Michel Cromback lanza el Velam Ecrin, más equipado, lujoso y confortable, fácilmente reconocible por su carrocería bicolor. Sólo se vendieron 500 unidades dado que su precio era de 380.000 francos, una cuantía superior al coste de un Citroen 2CV y cercana al precio de un Renault 4/4 de segunda mano, al fin y al cabo, dos automóviles con todas las de la ley. A la postre, el Velam Isetta tuvo un final muy similar al de su homólogo italiano, que se vio muy desplazado con la llegada de los Fiat 600 y 500. Por tanto, ese año de 1958 la aventura de Michel Cromback y el Velam Isetta llegó a su final.

La editorial Altaya ha lanzado recientemente en España el coleccionable 'Microcoches de Antaño', que viene editándose en Francia hace un año. El primer número de la colección incluye una bonita miniatura del Velam Isetta. Como es habitual, los modelos a escala de Altaya vienen fabricados por la empresa PCT, o sea, Ixo. Quizás el gran atractivo de este Velam Isetta es un molde nuevo diferente al Iso Isetta que se publicó hace ya 18 años en el coleccionables 'Nuestros Queridos Coches', también de Altaya. No obstante, comparando ambas miniaturas, hay un notable salto de calidad. En la foto número seis de esta entrada pueden verse los dos modelos cara a cara. Esta colección de Altaya está repleta de modelos inéditos e interesantes, entre ellos algunos microcoches españoles, por lo que habrá que estar atentos a los futuros lanzamientos.

sábado, marzo 12, 2016

Iso Isetta de Altaya






El industrial italiano Renzo Rivolta, que inició su actividad empresarial con la construcción de sistemas de refrigeración y calefacción -de ahí el nombre Iso, por 'Isothermos & Renzo'-, diversificó su negocio tras la II Guerra Mundial orientándolo hacia la fabricación de motos y triciclos para el trabajo, el popular Isocarro, entre ellos. A principios de la década de los 50 se produjo una caída en la venta de sus motocicletas debido a la competencia que supuso la aparición de las nuevas Vespa y Lambretta. Rivolta decidió entonces contraatacar a sus rivales produciendo un microcoche, vehículos muy en auge en la Europa de posguerra dada la delicada situación económica que aún se vivía.

Para el desarrollo de este nuevo y ambicioso proyecto, Renzo Rivolta se hizo con los servicios del joven ingeniero aeronáutico Ermenegildo Petri, al que dio prácticamente carta blanca para su ejecución, siendo la única premisa innegociable el uso del motor de dos tiempos que empleaban las motos Iso, basado en la mecánica austríaca Puch. Petri se inspiró en las formas de la cabina de un helicóptero para el diseño del nuevo coche, destacando especialmente su gran superficie acristalada y su acceso mediante una puerta de apertura frontal. El bastidor trapezoidal fue dotado en un principio con tres ruedas, pero finalmente fueron cuatro para mejorar la estabilidad. El motor iba colocado en posición central ligeramente hacia la derecha, mecánica de de dos cilindros y dos tiempos de 236 cc idéntica a la del Isocarro que erogaba 9,5 cv de potencia. Además de ser robusto y fiable permitía alcanzar los 80 Km/H con un consumo de apenas cuatro litros a los 100 Km.

El Iso Isetta se presentó en el Salón de Turín de 1953 y para nada pasó desapercibido, sobre todo porque dio pie a todo tipo de comentarios jocosos, además de ganarse un apodo con el que se le identificaría siempre, 'Egg Car' o 'Coche Huevo'. Concebido con vocación de coche urbano y alternativa a las motos, comercialmente no alcanzó los objetivos que el señor Rivolta se planteó, puesto que un turismo un poco más grande y con cuatro asientos como el Fiat Topolino costaba sólo un 15 por ciento más. 

Rivolta ideó una serie estrategias para tratar de relanzar sus ventas: una de ellas fue que tomara parte en la prestigiosa carrera de la Mille Miglia, pero sin duda el acierto pleno fue la venta de licencias para su fabricación en otros mercados, sobre todo la concedida a la firma alemana BMW, que fabricó el Isetta dotándolo del motor de dos cilindros bóxer de 250 cc de sus motos. La firma de Munich logró un importante éxito con la venta del Isetta, nada más y nada menos que su salvación de la bancarrota, de hecho, desarrollaron su propia versión, el Isetta 300 con la carrocería rediseñada, además de un derivado de cuatro plazas, el BMW 600. Rivolta también concedió la licencia de fabricación a la empresa francesa Velam para el mercado galo así como a la brasileña Romi para su venta en Sudamérica.

Es en este contexto en el que el empresario español Sinforiano Echeverría firma un acuerdo en 1951con Iso Autoveicoli SPA para la fabricación en España de los vehículos ligeros Isocarro e Isoscooter. La empresa Iso Motor Italia SA , de capital mixto italiano y español y con sede en Carabanchel (Madrid), solicitó en 1954 al Ministerio de Industria la producción en suelo español bajo licencia del microcoche Isetta. Los Iso Isetta madrileños se fabricaban con componentes nacionales a excepción del cilindro, que era importado debido al revestimiento interior de cromo duro que demandaba, un proceso que aún no se realizaba en España. Con un precio de 45.000 pesetas y largos plazos de espera para su entrega -las primeras unidades se entregaron en 1957, un año después de los planes iniciales-, en comparación con las 20.000 pesetas que costaba el nuevo Seat 600 N introducido el mismo año condenaron al Isetta al fracaso, optando Iso Motor Italia por dejarlo de producir en 1962 y centrándose en los Isocarro.

La colección 'Nuestros Queridos Coches' de la editada hace más de una década por Altaya ofreció a los coleccionistas españoles un considerable número de miniaturas inéditas, muy interesantes y con una calidad razonable. Si bien es cierto que muchas de ellas tenían fallos, errores de concepto e incorrecciones, otras fueron excelentes. Y la que protagoniza la entrada de hoy en 'El Kekomóvil' es una de ellas. Se trata de la reproducción del Iso Isetta, entrega número 32 de la citada colección. Es una miniatura que puede definirse como "perfecta" siendo lo más objetivo que se puede ser: representa fielmente al coche en cuestión, cuenta con un molde y un acabado sin fallo -formas correctas, detallado abundante, pintura bien aplicada-, y todo a un precio más que razonable de 10 euros por el que no sería ético pedir más en este caso. Y además es el Isetta español. Nada más que añadir.

miércoles, febrero 06, 2008

BMW Isetta de Schuco






A mediados de los años 50, la crisis del Canal Suez provocó que una gran mayoría de automovilistas europeos optasen por los denominados microcoches, que consumían poco combustible pero permitían un grado mayor de confort que una motocicleta o un scooter. Uno de los micros más famosos de la historia de la automoción fue el inimitable Isetta italiano, una idea del industrial transalpino Renzo Rivolta, propietario de la empresa Iso. 

Mientras en Munich, BMW era consciente de que necesitaba un producto económico y popular que ayudase a introducir dinero en la empresa, pues los grandes 'Barroque Angels' no estaban teniendo el éxito esperado. En una operación similar a la que hiciese en la década de los 20 con el Dixi, un Austin Seven producido bajo licencia, BMW contactó con Iso para negociar la producción del Isetta en similares condiciones, como hacía la empresa gala Velam para Francia. 

El acuerdo se materializó y BMW comenzó a fabricar el Isetta en Alemania y en Gran Bretaña bajo sus siglas. El "motocoupé" debutó en Frankfurt en 1955 con un motor bicilíndrico bóxer de 250 cc de la motocicleta R25, que un año más tarde evolucionaría hasta los 300 cc. Así pues la denominación de los pequeñines italobávaros fue la de BMW Isetta 250 y BMW Isetta 300. Se fabricaron 161.000 Isettas en ocho años. 

Cabe destacar como curiosidad que los Isetta del mercado británico tenían tres ruedas por motivos fiscales. No se puede obviar el famoso sistema de entrada y salida en el coche, con una sola puerta frontal que se abría y cerraba con la columna de la dirección. BMW intentó ir más allá y presentó el BMW 600, una versión más grande del Isetta para cubrir el hueco entre éste y los grandes sedanes V8. El 600, ya con dos puertas pero más costoso que el Volkswagen Escarabajo, no tuvo el éxito de su hermano pequeño, aunque esta ya es otra historia. 

El Isetta ha sido un coche muy querido por el imaginario popular. Es destacable su papel protagonista en un video musical del grupo pop de los 80 Depeche Mode. Tampoco se puede olvidar la serie humorística americana 'Cosas de casa', donde su protagonista, Steve Urkell, conducía uno rojo y blanco. Incluso hubo entusiastas que compitieron con él, como es el caso de la Mille Miglia de 1955, carrera en la que terminó en la posición 267.

No se puede decir que el Isetta no haya sido reproducido en miniatura. Este modelo corresponde a la versión que la marca alemana Schuco destina a la Boutique BMW. Aparte de la finura general del coche, lo más destacable es que es el único Isetta en escala 1/43 que se le abre la puerta. La inclusión del clásico remolque tipo camping, al igual que en el Goggomobil, convierte el conjunto en un producto muy simpático y atractivo.