"La mejor herencia que se le puede dar a un niño para que pueda hacer su propio camino, es permitir que camine por sí mismo." Isadora Duncan

"Estoy convencido que uno de los tesoros que guardan los años es la dicha de ser abuelo"
Abel Pérez Rojas

"No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela." Albert Einstein

Forman parte de la orquesta

Mostrando entradas con la etiqueta Fabulas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Fabulas. Mostrar todas las entradas

lunes, 1 de mayo de 2023

El samurái y su perro


Había una vez un samurái que solía tener la costumbre de pasear con su perro al cual tenía una gran estima.

Un día, su perro se alejó de él y jugueteaba con las hojas que caían de los árboles. Más grande fue la sorpresa del samurái, cuando de repente su perro se lanzó corriendo contra él con aire fiero y muchos deseos de morder.

El samurái, que estaba bien entrenado, desenvaino su espada y justo cuando el perro saltó le cortó la cabeza.

El samurái no entendió por qué de repente su fiel perro se puso en contra suya.

Entonces, elevó la cabeza y vio como una serpiente, que estaba en una rama, se estaba acercando peligrosamente a él. Cuando el samurái comprendió que lo que intentaba su perro era salvarle y no lastimarle, lloró amargamente.

Fue entonces cuando recordó una vieja enseñanza de su maestro:

"El sentido de una acción no siempre es fácil de interpretar. Por eso, antes de desenvainar tu espada, asegúrate que esa es tu única opción".


Fábula Japonesa

martes, 19 de agosto de 2014

La locura


"Quien se enamora de un alma bella permanecerá fiel toda la vida, porque ama algo permanente" (Platón)



La Locura resolvió invitar a sus amigos para tomar un café en su casa. Todos los invitados fueron. Después de tomar el café, la Locura propuso:
- Vamos a jugar al escondite
- Qué es eso? preguntó la Curiosidad.
- El escondite es un juego en el que yo cuento hasta cien y los voy a buscar. El primero en ser encontrado será el próximo a contar.
Todos aceptaron, menos el Miedo y el Prejuicio.
-1,2,3..., la Locura comenzó a contar.
La Prisa se escondió primero, en el primer lugar que encontró. La Timidez, tímida como siempre, se escondió en la copa del árbol. La Alegría corrió al centro del jardín y la Tristeza comenzó a llorar, pues no encontraba un lugar apropiado para esconderse. La Envidia acompañó al Triunfo y se escondió cerca de él, debajo de una piedra. La Locura seguía contando mientras sus amigos se iban escondiendo.
La Desesperanza quedó desesperada al ver a la Locura que ya estaba en: ...noventa y nueve, cien... Gritó Locura:
- Voy a comenzar a buscar un lugar para esconderme.
La primera en aparecer fue la Curiosidad ya que no aguantaba más, queriendo saber quien sería el próximo en contar.
Al mirar para un lado, la Locura vio a la Duda encima del muro, sin saber en cual de los lados se escondería mejor. Y así fueron apareciendo, la Alegría, la Tristeza, la Timidez ...
Cuando estaban todos reunidos, la Curiosidad preguntó:
-¿Dónde está el Amor?
Nadie lo había visto. La Locura comenzó a buscar. Buscó en la cima de la montaña, en los ríos, debajo de las piedras y nada. El amor no estaba. Buscando por todos lados, la Locura vio un rosal, dio un paso, comenzó a buscar entre los tallos, y de repente oyó un grito. Era el Amor, gritando por haberse pinchado el ojo con una espina.
La Locura no sabía qué hacer. Pidió disculpas, imploró por el perdón del Amor y hasta prometió servirlo para siempre.
El Amor aceptó las disculpas. Desde entonces y hasta el día de hoy.....

"El amor es ciego,
y la locura siempre
lo acompaña".





Felicidades a mi marido el día de nuestro aniversario de boda:-) Gracias por tu vida y por confiar en mi.

sábado, 14 de mayo de 2011

Aprender por aprender


¿Saben de qué les voy a hablar?
Esta historia comienza cuando Nasrudin llega a un pequeño pueblo en algún lugar lejano de Medio Oriente.
Era la primera vez que estaba en ese pueblo y una multitud se había reunido en un auditorio para escucharlo. Nasrudin, que en verdad no sabia que decir, porque él sabía que nada sabía, se propuso improvisar algo y así intentar salir del atolladero en el que se encontraba.
Entró muy seguro y se paró frente a la gente. Abrió las manos y dijo:
-Supongo que si ustedes están aquí, ya sabrán que es lo que yo tengo para decirles.
La gente dijo:
-No... ¿Qué es lo que tienes para decirnos? No lo sabemos ¡Háblanos! ¡Queremos escucharte!
Nasrudin contestó:
-Si ustedes vinieron hasta aquí sin saber que es lo que yo vengo a decirles, entonces no están preparados para escucharlo.
Dicho esto, se levantó y se fue.
La gente se quedó sorprendida. Todos habían venido esa mañana para escucharlo y el hombre se iba simplemente diciéndoles eso. Habría sido un fracaso total si no fuera porque uno de los presentes -nunca falta uno- mientras Nasrudin se alejaba, dijo en voz alta:
-¡Qué inteligente!
Y como siempre sucede, cuando uno no entiende nada y otro dice "¡qué inteligente!", para no sentirse un idiota uno repite: "¡si, claro, qué inteligente!". Y entonces, todos empezaron a repetir:
-Qué inteligente.
-Qué inteligente.
Hasta que uno añadió:
-Si, qué inteligente, pero... qué breve.
Y otro agrego:
-Tiene la brevedad y la síntesis de los sabios. Porque tiene razón. ¿Cómo nosotros vamos a venir acá sin siquiera saber qué venimos a escuchar? Qué estúpidos que hemos sido. Hemos perdido una oportunidad maravillosa. Qué iluminación, qué sabiduría. Vamos a pedirle a este hombre que dé una segunda conferencia.
Entonces fueron a ver a Nasrudin. La gente había quedado tan asombrada con lo que había pasado en la primera reunión, que algunos habían empezado a decir que el conocimiento de Él era demasiado para reunirlo en una sola conferencia.
Nasrudin dijo:
-No, es justo al revés, están equivocados. Mi conocimiento apenas alcanza para una conferencia. Jamás podría dar dos.
La gente dijo:
-¡Qué humilde!
Y cuanto más Nasrudin insistía en que no tenia nada para decir, con mayor razón la gente insistía en que querían escucharlo una vez más. Finalmente, después de mucho empeño, Nasrudin accedió a dar una segunda conferencia.
Al día siguiente, el supuesto iluminado regresó al lugar de reunión, donde había más gente aún, pues todos sabían del éxito de la conferencia anterior. Nasrudin se paró frente al público e insistió con su técnica:
-Supongo que ustedes ya sabrán que he venido a decirles.
La gente estaba avisada para cuidarse de no ofender al maestro con la infantil respuesta de la anterior conferencia; así que todos dijeron:
-Si, claro, por supuesto lo sabemos. Por eso hemos venido.
Nasrudin bajó la cabeza y entonces añadió:
-Bueno, si todos ya saben qué es lo que vengo a decirles, yo no veo la necesidad de repetir.
Se levantó y se volvió a ir.
La gente se quedó estupefacta; porque aunque ahora habían dicho otra cosa, el resultado había sido exactamente el mismo. Hasta que alguien, otro alguien, gritó:
-¡Brillante!
Y cuando todos oyeron que alguien había dicho "¡brillante!", el resto comenzó a decir:
-¡Si, claro, este es el complemento de la sabiduría de la conferencia de ayer!
-Qué maravilloso
-Qué espectacular
-Qué sensacional, qué bárbaro
Hasta que alguien dijo:
-Si, pero... mucha brevedad.
-Es cierto- se quejó otro
-Capacidad de síntesis- justificó un tercero.
Y en seguida se oyó:
-Queremos más, queremos escucharlo más. ¡Queremos que este hombre nos de más de su sabiduría!
Entonces, una delegación de los notables fue a ver a Nasrudin para pedirle que diera una tercera y definitiva conferencia. Nasrudin dijo que no, que de ninguna manera; que él no tenia conocimientos para dar tres conferencias y que, además, ya tenia que regresar a su ciudad de origen.
La gente le imploró, le suplicó, le pidió una y otra vez; por sus ancestros, por su progenie, por todos los santos, por lo que fuera. Aquella persistencia lo persuadió y, finalmente, Nasrudin aceptó temblando dar la tercera y definitiva conferencia.
Por tercera vez se paró frente al publico, que ya eran multitudes, y les dijo:
-Supongo que ustedes ya sabrán de qué les voy a hablar.
Esta vez, la gente se había puesto de acuerdo: sólo el intendente del poblado contestaría. El hombre de primera fila dijo:
-Algunos si y otros no.
En ese momento, un largo silencio estremeció al auditorio. Todos, incluso los jóvenes, siguieron a Nasrudin con la mirada.
Entonces el maestro respondió:
-En ese caso, los que saben... cuéntenles a los que no saben.
Se levantó y se fue.

(Idries Shah " Aprender a Aprender" )


Cuando observas todo lo que no eres y cuando conscientemente no te identificas, ni te involucras con ello, entonces, comienzas a ser lo que sí eres:
La manifestación perfecta del ser que mora dentro de ti.


Biográfía
Idries Shah nació en 1924 en Simla (India), en el seno de la familia hachemita Jan Fishani, descendientes directos del Profeta y cuna de grandes sabios sufis. El vínculo de la familia Jan Fishani con Occidente data de varias generaciones; ya su abuelo, Sayed Amjad Ali Shah, estableció en la primera mitad del siglo veinte una escuela sufi donde se familiarizaba a los estudiantes con el pensamiento occidental contemporáneo y las posibilidades que se abrían en Occidente con el desarrollo de las ciencias humanistas y la psicología. Su padre, Sirdar Ikbal Ali Shah, dedicó grandes esfuerzos a establecer puentes culturales entre Oriente y Occidente, destacando en especial en el campo de la literatura y la diplomacia.
(Wikipedia.)

miércoles, 6 de abril de 2011

Diógenes


DIÓGENES
Estaba el filósofo Diógenes cenando lentejas cuando le vio el filósofo Aristipo, que vivía confortablemente a base de adular al rey.

Y le dijo Aristipo:
-"Si aprendieras a ser sumiso al rey, no tendrías que comer esa basura de lentejas".

A lo que replicó Diógenes:
-"Si hubieras tú aprendido a comer lentejas, no tendrías que adular al rey".
(
Anthony de Mello)

lunes, 14 de marzo de 2011

La Zorra y la Cigüeña (La Fontaine)

Paseando en mi retiro intentando llenar mis maltrechos pulmones de aire puro, me fijé en un hermoso cedro que me evocó las hermosas imágenes de los cedros del Líbano.
Acababa de hacer la foto al inmenso cedro, cuando sentí un aleteo encima de mi cabeza que me hizo girar y vi una inmensa cigüeña posándose encima de la copa.
Me quedé un buen rato observando como se arreglaba las plumas algo mojadas por la fina lluvia que acababa de caer. y me sorprendió que no se inmutara ante mi presencia.
Mientras hacía las fotos fue inevitable recordar esta conocida fábula de La Fontaine que os dejo a continuación. Es una buena reflexión sin duda.






La Zorra y la Cigüeña La fontaine
Sintiéndose un día muy generosa, invitó doña zorra a cenar a doña cigüeña. La comida fue breve y sin mayores preparativos. La astuta raposa, por su mejor menú, tenía un caldo ralo, pues vivía pobremente, y se lo presentó a la cigüeña servido en un plato poco profundo. Esta no pudo probar ni un sólo sorbo, debido a su largo pico. La zorra en cambio, lo lamió todo en un instante.
Para vengarse de esa burla, decidió la cigüeña invitar a doña zorra.
-- Encantada -- dijo --, yo no soy protocolaria con mis amistades.
Llegada la hora corrió a casa de la cigüeña, encontrando la cena servida y con un apetito del que nunca están escasas las señoras zorras. El olorcito de la carne, partida en finos pedazos, la entusiasmó aún más. Pero para su desdicha, la encontró servida en una copa de cuello alto y de estrecha boca, por el cual pasaba perfectamente el pico de doña cigüeña, pero el hocico de doña zorra, como era de mayor medida, no alcanzó a tocar nada, ni con la punta de la lengua. Así, doña zorra tuvo que marcharse en ayunas, toda avergonzada y engañada, con las orejas gachas y apretando su cola.
Para vosotros escribo, embusteros: ¡ Esperad la misma suerte !

No engañes a otros, pues bien conocen tus debilidades y te harán pagar tu daño en la forma que más te afectará.
Jean de La Fontaine (n. Château-Thierry, Aisne, 8 de julio de 1621 - † París, 13 de abril de 1695) fue un reconocido poeta francés
Perteneció a destacado grupo literario-filosófico francés en el que figuraban los dramaturgos Molière y Racine, y el crítico y poeta Nicolas Boileau-Despréaux. posteriormente publicó nuevos volúmenes de Cuentos y relatos en verso (1667-1674) y tres colecciones de sus Fábulas (1668-1694), las que lo convirtieron en uno de los hombres de letras franceses más eminentes de la época. En 1683 fue elegido miembro de la Academia Francesa.

sábado, 2 de octubre de 2010

Ocho minutos


Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en los brazos, pasando delante de una caverna escuchó una voz misteriosa que allá adentro le decía: "Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal.
Recuerda algo: Después que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo principal....."
La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro y por las joyas, puso al niño en el piso y empezó a juntar, ansiosamente, todo lo que podía en su delantal.
La voz misteriosa habló nuevamente.
"Tienes solo ocho minutos"
Agotados los ocho minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas, corrió hacia fuera de la caverna y la puerta se cerró... recordó, entonces, que el niño se quedó dentro y la puerta estaba cerrada para siempre.


La riqueza duro poco y la desesperación, para siempre.
Lo mismo ocurre, a veces, con nosotros. Tenemos unos 75 años para vivir en este mundo como promedio, y una voz nos advierte:
"¡No te olvides de lo principal!"
Y lo principal son los valores espirituales, la vigilancia, La familia, los amigos, la vida...

Pero el amo dinero, las riquezas, los placeres materiales nos fascinan tanto que lo principal siempre se queda a un lado.
Así agotamos nuestro tiempo aquí, y dejamos a un lado lo esencial: "¡Los tesoros del alma!". No debemos olvidar que la vida en este mundo, pasa rápido y que la muerte llega cuando menos lo esperemos. Cuando la puerta de esta vida se cierre, de nada valdrán las lamentaciones.

Vivimos en un mundo lleno de problemas, angustias, corrupción, vandalismo, injusticias, donde cada día mueren niños inocentes, padres de familia con stress, pero todo es porque hemos olvidado lo principal:
Nuestros valores. Intentemos en la mediada de lo posible no olvidarnos de ellos. Nos hacen crecer, ser mejores y mejorar lo que nos rodea.

miércoles, 23 de junio de 2010

Metáfora de la rana hervida


Para leer y meditar.Desde la alegoría de la Caverna de Platón a Matrix, pasando por la fábula de La Fontaine, el lenguaje simbólico es un medio privilegiado para inducir a la reflexión y transmitir las ideas.
Olivier Clerc, escritor y filósofo, en este breve cuento suyo, a través de la metáfora, pone en evidencia las funestas consecuencias de la no conciencia del lento cambiar, que infecta nuestra salud, nuestras relaciones, la evolución social y el ambiente. Un condensado de vida y de sabiduría que cada uno podrá plantar en su propio jardín para gozar sus frutos.



La ranita que no sabía que estaba cocinandose Imagínate una cacerola llena de agua fría en la cual nada tranquilamente una pequeña ranita. Un pequeño fuego se enciende bajo la cacerola, y el agua se calienta lentamente.
El agua despacio, despacio se va poniendo tibia, y la ranita encuentra esto más bien agradable, y continúa nadando.
La temperatura del agua sigue subiendo...
Ahora el agua está caliente, más de lo que la ranita pueda gozar, se siente un poco cansada pero no obstante eso no le asusta. La temperatura continúa subiendo, hasta cuando la ranita termina simplemente... cocinándose y muriendo.
Si la misma ranita hubiese estado metida directamente en el agua a 50 grados, con un golpe de sus patas hubiera inmediatamente saltado fuera de la cacerola.
Esto demuestra que, cuando un cambio viene de un modo suficientemente lento escapa a la conciencia, y no provoca en la mayor parte de los casos ninguna reacción, ninguna oposición, ninguna revuelta…
Si miramos lo que sucede en nuestra sociedad desde algunas décadas, podemos ver que estamos sufriendo una lenta deriva a la cual nos estamos habituando.
Una cantidad de cosas que nos habrían hecho horrorizar 20, 30 o 40 años atras fueron poco a poco banalizadas, y hoy disturban apenas o dejan directa y completamente indiferente a la mayor parte de las personas.
En nombre del progreso, de la ciencia y del aprovechamiento se efectúan continuos ataques a las libertades individuales, a la dignidad, a la integridad de la naturaleza, a la belleza y a la felicidad de vivir, lentamente pero inexorablemente, con la constante complicidad de las víctimas, de vivir inconscientes o quizás incapaces de defenderse.
Las negras previsiones para nuestro futuro en vez de suscitar reacciones y medidas preventivas, no hacen más que preparar psicológicamente a la gente para aceptar las condiciones de vida decadentes, y también dramáticas.
El martilleo continuo de informaciones de parte de los medios satura los cerebros, que no están ya mas en grado de distinguir las cosas. Cuando he hablado de esto por primera vez, era para un mañana... Ahora es para HOY !!!Debemos elegir ente conciencia o cocciòn. Entonces, si no sois como la ranita ya medio cocinados, den un saludable golpe con sus patas antes que sea demasiado tarde.


ESTAMOS MEDIO COCINADOS, ¿O NO?

viernes, 13 de noviembre de 2009

Lo bueno de ser sordo


Era una vez una carrera .... ...de sapos !El objetivo era llegar a lo alto de una gran torre.

Había en el lugar una gran multitud. Mucha gente para vibrar y gritar por ellos. Comenzó la competición...

Pero como la multitud no creía que pudieran alcanzar la cima de aquella torre, lo que más se escuchaba era "Que pena !!! esos sapos no lo van a conseguir ...no lo van a conseguir..."





La multitud continuaba gritando : "... que pena !!! vosotros no lo vais a conseguir!..."

Los sapitos comenzaron a desistir. Pero había uno que persistía y continuaba subiendo en busca de la cima Y los sapitos estaban dándose por vencidos salvo aquel sapito que seguía y seguía tranquilo y ahora cada vez más con más fuerza.

Ya llegando el final de la competición todos desistieron, menos ese sapito que curiosamente en contra de todos, seguía. Llegó a la cima con todo su esfuerzo.
Los otros querían saber que le había pasado. Un sapito le fue a preguntar como él había conseguido concluir la prueba.Y descubrieron que era sordo



No permitas que personas con pésimos hábitos de ser negativos derrumben las mejores y mas sabias esperanzas de tu corazón

Recuerda siempre: El poder que tienen las palabras que escuchas. Por lo tanto, preocúpate siempre en ser POSITIVO !

sábado, 7 de noviembre de 2009

Pequeños detalles


El alumno,según él, había terminado el cuadro. Llamó a su maestro para que lo evaluara. Se acercó el maestro y observó la obra con detenimiento y concentración durante un rato. Entonces, le pidió al alumno la paleta y los pinceles. Con gran destreza dio unos cuantos trazos aquí y allá.
Cuando el maestro le regresó las pinturas al alumno el cuadro había cambiado notablemente.
El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime. Casi con reverencia le dijo al maestro:
-¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro?
- Es que en esos pequeños detalles está el arte. Contestó el maestro. Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la vida son detalles. Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver esos pequeños milagros que nos rodean cada día.
Un ave que canta, una flor que se abre, el beso de un hijo en nuestra mejilla, son ejemplos de pequeños detalles que al sumarse pueden hacer diferente nuestra existencia.
Todas las relaciones -familia, matrimonio, noviazgo o amistad- se basan en detalles.
Nadie espera que remontes el Océano Atlántico por él, aunque probablemente sí que le hables el día de su cumpleaños. Nadie te pedirá que escales el Monte Everest para probar tu amistad, pero sí que lo visites durante unos minutos cuando sabes que está enfermo.
Hay quienes se pasan el tiempo esperando una oportunidad para demostrar de forma heroica su amor por alguien. Lo triste es que mientras esperan esa gran ocasión dejan pasar muchas otras, modestas pero significativas.
Se puede pasar la vida sin que la otra persona necesitara jamás que le donaras un riñón, aunque se quedó esperando que le devolvieras la llamada.
Se piensa a veces que la felicidad es como sacarse la lotería, un suceso majestuoso que de la noche a la mañana cambiará una vida miserable por una llena de dicha. Esto es falso, en verdad la felicidad se finca en pequeñeces, en detalles que sazonan día a día nuestra existencia.
Nos dejamos engañar con demasiada facilidad por la aparente simpleza. NO desestimes jamás el poder de las cosas pequeñas: una flor, una carta, una palmada en el hombro, una palabra de aliento o unas cuantas líneas en una tarjeta. Todas estas pueden parecer poca cosa, pero no pienses que son insignificantes.
En los momentos de mayor dicha o de mayor dolor se convierten en el cemento que une los ladrillos de esa construcción que llamamos relación. La flor se marchitará, las palabras quizá se las llevará el viento, pero el recuerdo de ambas permanecerá durante mucho tiempo en la mente y el corazón de quien las recibió.
¿Qué esperas entonces? Escribe esa carta, haz esa visita, levanta el teléfono. Hazlo ahora, mientras la oportunidad aún es tuya.
NO lo dejes para después por parecerte poca cosa. En las relaciones no hay cosas pequeñas, únicamente existen las que se hicieron y las que se quedaron en buenas intenciones...

domingo, 2 de agosto de 2009

La Roca


Un hombre dormía en su cabaña cuando de repente una luz iluminó la habitación y apareció Dios.
El Señor le dijo que tenía un trabajo para él y le enseñó una gran roca frente a la cabaña.
Le explicó que debía empujar la piedra con todas sus fuerzas. El hombre hizo lo que el Señor le pidió. Por muchos años, día a día, desde que salía el sol hasta el ocaso, el hombre empujaba la fría piedra con todas sus fuerzas... y ésta no se movía.
Todas las noches el hombre regresaba a su cabaña muy cansado y sintiendo que todos sus esfuerzos eran en vano.
Como el hombre empezó a sentirse frustrado, Satanás decidió entrar en el juego trayendo
pensamientos a su mente:
"Has estado empujando esa roca por mucho tiempo, y no se ha movido" Le dio al hombre la impresión que la tarea que le había sido encomendada era imposible de realizar y que él era un fracaso. Estos pensamientos incrementaron su sentimiento de frustración y desilusión.
Satanás le dijo:
"¿Por qué esforzarte todo el día en esta tarea imposible? Sólo haz un mínimo esfuerzo y será suficiente"
El hombre pensó en poner en práctica esto pero antes decidió elevar una oración al Señor
y confesarle sus sentimientos:
"Señor, he trabajado duro por mucho tiempo a tu servicio. He empleado toda mi fuerza para conseguir lo que me pediste, pero aún así, no he podido mover la roca ni un milímetro
¿Qué pasa? ¿Por qué he fracasado? "
El Señor le respondió con compasión y ternura:
"Querido amigo, cuando te pedí que me sirvieras y tú aceptaste, te dije que tu tarea era empujar contra la roca con todas tus fuerzas, y lo has hecho. Nunca dije que esperaba que la movieras.
Tu tarea era empujar. Ahora vienes a mí sin fuerzas a decirme que has fracasado, pero, ¿en realidad fracasaste?
Mírate ahora, tus brazos están fuertes y musculosos, tu espalda fuerte y bronceada, tus manos callosas por la constante presión, tus piernas se han vuelto duras. A pesar de la adversidad has crecido mucho y tus habilidades ahora son mayores que las que tuviste alguna vez.
Cierto, no has movido la roca, pero tu misión era empujar y confiar en mí. Eso lo has conseguido. Ahora, querido amigo, Yo moveré la roca"
Algunas veces, cuando escuchamos la palabra del Señor, tratamos de utilizar nuestro intelecto para descifrar su voluntad, cuando en realidad Dios sólo nos pide confianza en Él.
Debemos ejercitar nuestra fe que mueve montañas, pero conscientes que es Dios quien al final logra moverlas.
Cuando todo parezca ir mal ... ¡ SÓLO EMPUJA !Cuando estés agotado por el trabajo ... ¡ SÓLO EMPUJA !Cuando la gente no se comporte de la manera que te parece que debería ...
¡ SÓLO EMPUJA !Cuando no tienes más dinero para pagar tus cuentas ... ¡ SÓLO EMPUJA !
Cuando la gente simplemente no te comprende ... ¡ SÓLO EMPUJA !Cuando te sientas agotado y sin fuerzas ... SIGUE EMPUJANDO


sábado, 1 de agosto de 2009

La casa de los mil espejos

"No eres responsable de la cara que tienes, eres responsable de la cara que pones"

Se dice que hace tiempo,en un pequeño y lejano pueblo,había una casa abandonada.
Cierto día,un perrito buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero
de una de las puertas de dicha casa.
El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subirlas se topó con una puerta semi-abierta; lentamente se adentro en el cuarto.
Para su sorpresa,se dio cuenta que dentro de ese cuarto habían 1000 perritos más,
observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.
El perrito comenzó a mover la cola, y a levantar sus orejas poco a poco. Los 1000 perritos hicieron lo mismo.
Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los 1000 perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él. Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para si mismo:
"¡Qué lugar tan agradable... voy a venir más seguido a visitarlo!"
Tiempo después,otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró en el mismo cuarto. Pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros 1000 perritos del cuarto se sintió amenazado ya que lo estaban viendo de una manera agresiva.
Posteriormente empezó a gruñir, obviamente vio como los 1000 perritos le gruñían a él.
Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 100 perritos le ladraron también a él.
Cuando este perrito salió del cuarto pensó:
"¡Qué lugar tan horrible es éste... nunca más volveré a entrar allí!".

En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía:
La casa de los 1000 espejos

Todos los rostros del mundo son espejos. Tu decides cuál rostro llevarás por dentro y ese será el que mostrarás. El reflejo de tus gestos y acciones es lo que proyectas ante los demás.
Las cosas más bellas del mundo no se ven ni se tocan, sólo se sienten con el corazón.

”El dinero no nos proporciona amigos, sino enemigos de mejor calidad.”

sábado, 18 de julio de 2009

El zapatero rico


Un día bajó el Señor a la tierra en forma de mendigo y se acerco a casa de un zapatero pobre y le dijo:
-"Hermano, hace tiempo que no como y me siento muy cansado, aunque no tengo ni una sola moneda quisiera pedirte que me arreglaras mis sandalias para poder seguir caminando".
El zapatero le respondió:
-"¡Yo soy muy pobre y ya estoy cansado que todo el mundo viene a pedir y nadie viene a dar!" El Señor le contestó:
- "Yo puedo darte lo que tu quieras" El zapatero le pregunto:
-"¿Dinero inclusive? El Señor le respondió:
-"Yo puedo darte 10 millones de dólares, pero a cambio de tus piernas"
-"¿Para que quiero yo 10 millones de dólares si no voy a poder caminar, bailar, moverme libremente?" dijo el zapatero. Entonces el Señor replicó:
-"Esta bien, te podría dar 100 millones de dólares, a cambio de tus brazos". El zapatero le contestó:
- "¿Para que quiero yo 100 millones de dólares si no voy a poder comer solo, trabajar, jugar con mis hijos?" Entonces el Señor le dijo:
-"En ese caso, yo te puedo dar 1000 millones de dólares a cambio de tus ojos". El zapatero respondió asustado: "
-¿Para que me sirven 1000 millones de dólares si no voy a poder ver el amanecer, ni a mi familia y mis amigos, ni todas las cosas que me rodean?" Entonces el Señor le dijo:
- "Ah hermano mío, ya ves que fortuna tienes y no te das cuenta".

jueves, 28 de mayo de 2009

Así se cultiva una amistad


Era una vez una flor ...
Era una vez una flor que nació en medio de piedras. Quién sabe como, consiguió crecer y ser una señal de vida en medio de tanta tristeza...
Pasó una joven y quedó admirada con la flor. Luego pensó en Dios. Cortó la flor y la llevó a la iglesia. Una semana más tarde la flor habia muerto.
Pasó un hombre, vió una flor, pensó en Dios, agradeció y la dejó allí; no quiso cortarla para no matarla. Mas, días despues, vino una tempestad y la flor murió...
Pasó un niña y vió que aquella flor era parecida a ella: bonita, pero sola. Decidió volver todos los días. Un día la regó, otro día le trajo tierra, otro día la podó, después le hizo una
jardinera y la abono... Un mes despué s, donde solo había piedras y una flor, hoy existía um hermoso jardín
ASÍ SE CULTIVA UNA AMISTAD . . .
Y como no siempre la distancia nos permite cultivar las amistades como nos gustaria, confio que esta fábula contribuya a recordarnos cómo cuidar un poquito con el abono de nuestro cariño y tiempo a nuestras amistades para que estás nunca mueran por falta de cultivo ...
(ignoro autoría)

lunes, 25 de mayo de 2009

Un ciego con luz


Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida.
En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce. Se da cuenta de que es el ciego del pueblo. Entonces, le dice:
-¿Qué haces , tú ciego, con una lámpara en la mano? Si tú no ves...
El ciego le responde:
-Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi...
No solo es importante la luz que me sirve a mí, sino también la que yo uso para que otros puedan también servirse de ella.

Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite. Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil. .Muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el camino de los demás: A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento...
Sería estupendo sí todos ilumináramos los caminos de los demás, llevando la luz y ayudando a disipar la posible oscuridad de sus vidas.
Si todos encendiéramos una luz el mundo entero estaría iluminado y brillaría día a día con mayor intensidad...
Muchas veces pasamos por situaciones difíciles en determinados momentos de nuestra vida pero debemos intentar en lo posible no proyectar nuestro dolor cuando alguien acude a nosotros.
Nuestro dolor es importante pero se minimiza si ayudamos a otros a sobrellevar el suyo.

Una máxima a recordar: "Siempre recibimos el doble de lo que damos"

lunes, 4 de mayo de 2009

La mariposa azul


Hace tiempo vivía un viudo con sus dos hijas pequeñas. Eran inteligentes y curiosas, porque siempre andaban haciendo muchas preguntas. Algunas él las sabía responder, pero otras escapaban a su conocimiento. Como pretendía ofrecerles la mejor educación, envió a las niñas de vacaciones a casa de un sabio que vivía en lo alto de una colina.
El sabio siempre respondía a todas las preguntas sin ni siquiera dudar nunca. Impacientes con el sabio, las niñas decidieron inventar una pregunta que él no supiera responder. Un día la mayor apareció con una linda mariposa azul que usaría para tratar de engañar al sabio.
-¿Qué vas a hacer? preguntó la hermana.
-Voy a esconder la mariposa entre mis manos y preguntarle al sabio si está viva o muerta .Si él dice que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva, la apretaré y la aplastaré. Así, cualquiera que sea su respuesta,¡será una respuesta equivocada! Las dos niñas fueron a buscar al sabio, que estaba meditando tranquilamente.
- Tengo aquí una mariposa azul. Dígame sabio, ¿está viva o muerta?
Muy calmadamente el sabio sonrió y respondió:
-Depende de ti.... Ella está en tus manos.

Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debemos culpar a nadie cuando algo falla. Nosotros somos los responsables por aquello que conquistamos o no conquistamos. Nuestra vida está en nuestras manos, como la mariposa azul. Nos toca a nosotros escoger qué hacer con ella.
(Autor desconocido)

martes, 28 de abril de 2009

La felicidad de no depender


La historia se refiere a un individuo que se mudó de aldea, en la India, y se encontró con lo que allí llaman un sennyasi. Este es un mendicante errante, una persona que, tras haber alcanzado la iluminación, comprende que el mundo entero es su hogar, el cielo su techo y Dios su Padre, que cuidará de él. Entonces se traslada de un lugar al otro. Tal como tú y yo nos trasladaríamos de una habitación a otra de nuestro hogar.
Al encontrarse con el sennyasi, el aldeano dijo: "¡No lo puedo creer! Anoche soñé con usted. Soñé que el Señor me decía:
-Mañana por la mañana abandonarás la aldea, hacia las once, y te encontrarás con este sennyasi errante- y aquí me encontré con usted."
"¿Qué más le dijo el Señor?" Preguntó el sennyasi.
-Me dijo: "Si el hombre te da una piedra preciosa que posée, serás el hombre más rico del mundo ... ¿Me daría usted la piedra?"
Entonces el sennyasi revolvió en un pequeño zurrón que llevaba y dijo:
-"¿Será ésta la piedra de la cual usted hablaba?"
El aldeano no podía dar crédito a sus ojos, porque era un diamante, el diamante más grande del mundo. "¿Podría quedármelo?"
-"Por supuesto, puede conservarlo; lo encontré en un bosque. Es para usted."
Siguió su camino y se sentó bajo un árbol, en las afueras de la aldea. El aldeano tomó el diamante y ¡qué inmensa fue su dicha! Como lo es la nuestra el día en que obtenemos algo que realmente deseamos. El aldeano en vez de ir a su hogar, se sentó bajo un árbol y permaneció todo el día sentado, sumido en meditación. Al caer la tarde, se dirigió al árbol bajo el cual estaba sentado el sennyasi, le devolvió a éste el diamante y dijo: -"¿Podría hacerme un favor?"
-"¿Cuál?" le pregunto el sennyasi.
-"Podría darme la riqueza que le permite a usted deshacerse de esta piedra preciosa tan fácilmente?"

lunes, 27 de abril de 2009

El elefante del circo


Es una maravillosa fábula que nos puede hacer reflexionar sobre nuestros condicionamientos, tantos noes que decimos constantemente, no puedo cambiar, no puedo hacer esto o lo otro, no puedo soportar el dolor, la indiferencia, el desamor etc.

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso,tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de tajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?
Pregunté a algún maestro, a mi padre o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: "El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño".
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvía a probar, y también al otro y al que seguía... hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este
elefante enorme y poderoso no escapa porque CREE QUE NO PUEDE.
Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que se siente poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos hacer" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos.
Grabamos en nuestro recuerdo "no puedo... no puedo y nunca podré", perdiendo una de las mayores bendiciones con que puede contar un ser humano: la Fe.
La única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento TODO NUESTRO CORAZÓN y todo nuestro esfuerzo como si todo dependiera de nosotros,pero al mismo tiempo, confiando totalmente en Dios como si todo dependiera de Él.

(Autor desconocido)

domingo, 26 de abril de 2009

El secreto de la felicidad


A la niña Elena le encantaba pasearse sola en el bosque cercano a la población. Un día vio una mariposa atrapada en un zarzal. Con mucho cuidado para no romperle las alas, la dejó libre. La mariposa se alejó feliz, pero pronto volvió, y le dijo a Elena:
-Vengo a agradecerte; a cambio de tus atenciones, te concederé lo que más deseas
Elena pensó un momento y le contestó:
-Lo que más deseo es ser feliz
La mariposa le sopló algo en el oído, y se fue.
Elena creció, se hizo mujer y nadie en la población era tan feliz como ella. Si alguien le preguntaba cuál era el secreto de su felicidad, Elena contestaba sonriendo:
-He seguido el consejo de una... mariposa.
Pasaron los años. Elena ya anciana, seguía siendo la persona más feliz. Sus nietos y vecinos no querían que Elena muriera sin comunicarles el fabuloso secreto de la felicidad, y le insistieron:
-¿Qué fue, qué fue lo que te dijo la mariposa?
Finalmente Elena les explicó:
-La mariposa me aseguró que todos necesitaban de mis servicios y de mi amor

sábado, 25 de abril de 2009

El árbol confundido


Había una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos.
Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: "No sabía quién era."
-Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano, si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. "¿Ves que fácil es?"
-No lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y "¿Ves que bellas son?"
Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.
Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó:
- No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución: "No dediques tu vida a ser como
los demás quieran que seas... Sé tu mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior." Y dicho esto, el búho desapareció.
¿Mi voz interior...? ¿Ser yo mismo...? ¿Conocerme...? Se preguntaba el árbol desesperado, cuándo de pronto, comprendió... Y cerrando los ojos y los oídos,abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole: "Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje... Tienes una misión "Cúmplela".
Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.

lunes, 20 de abril de 2009

El vendedor de semillas

Un joven soñó que entraba en un supermercado recién inaugurado y, para su sorpresa, descubrió que Jesucristo se encontraba detrás del mostrador.
- ¿Que vendes aquí? - le preguntó.
- Todo lo que tu corazón desee - respondió Jesucristo.
Sin atreverse a creer lo que estaba oyendo, el joven emocionado se decidió a pedir lo mejor que un ser humano podría desear:
- Quiero tener amor, felicidad, sabiduría, paz de espíritu y ausencia de todo temor dijo el joven. Deseo que en el mundo se acaben las guerras, el terrorismo, el narcotráfico, las injusticias sociales, la corrupción y las violaciones a los derechos humanos.
Cuando el joven terminó de hablar, Jesucristo le dice:
- Amigo, creo que no me has entendido. Aquí no vendemos frutos; solamente vendemos semillas.

Convierte en frutos las semillas que hay en tí y la forma de hacerlo es sembrar y trabajar para que crezcan todos esos valores y podamos dar el fruto deseado.

“EL TIEMPO QUE PERDISTE POR TU ROSA HACE QUE TU ROSA SEA TAN IMPORTANTE”. Saint-Exupéry

“EL TIEMPO QUE PERDISTE POR TU ROSA HACE QUE TU ROSA SEA TAN IMPORTANTE”. Saint-Exupéry
Powered By Blogger