Hoy se terminan estas fiestas tan entrañables y familiares para mí.
Tengo la suerte de que con el paso del tiempo son unas fechas que aún
conservan un algo en mi corazón y me hacen recordar que todavía cuento con
personas muy queridas a mi alrededor y sobre todo mi nieto Pau.
Hoy día de Reyes, Pau a la hora de comer el roscón me ha puesto la corona y
me he sentido como una "reina", reina madre o reina abuela, qué más
da.
Cada felicitación que recibo por whatsApp, facebook, postal ó teléfono es
una gozada, huyo de los tópicos que dicen que son formas de felicitar muy frías,
me refiero a las redes sociales, pero cuidado, para mí han sido un hallazgo que
me ha hecho, en primer lugar, aprender y descubrir formas de expresar todo lo
que como persona llevo dentro y demostrarme a mí misma que se puede ir
madurando e incluso envejeciendo recordando con cariño vivencias…
Si hace unos años me hubiesen dicho que llegaría a sentarme ante el teclado
y las letras me fluirían casi por sí solas, creería que me estaban tomando el
pelo.
Fui hasta los catorce años al colegio, aunque tengo que reconocer que,
además de ser un poco despistada, faltaba mucho a clase debido a la mala salud
de mi madre. El caso es que podría extenderme largo y tendido dando
explicaciones de por qué tenía tan mala letra y tantas faltas de ortografía, no
lo haré, sólo que después de tener muchos complejos a la hora de ponerme
delante de una cuartilla para, por ejemplo, escribir una carta o cualquier
nota, hoy soy feliz delante del teclado.
Al principio tenía que usar el corrector continuamente y, poco a
poco, leyendo y escribiendo he mejorado mucho y necesito corregir mucho menos.
En cuanto a lo lenta que era manejando las teclas, ahora sigo con dos dedos
pero mucho más rápida.
Siempre he sido muy extrovertida y esto me ha ayudado mucho a la hora de
rodearme de personas interesantes en todos los sentidos, he procurado ser amiga
de todas las personas que en cada etapa de mi vida tenía cerca, he conocido
mucha gente dado que no siempre he vivido en el mismo lugar y la verdad
es que mi vida está llena de anécdotas.
Ahora paso mi vida entre Lleida y Lagunaseca, en ambas ciudades soy feliz y
cuento con amistades muy queridas y disfruto con ello.
Bueno, lo que quería expresar hablando de las Navidades, han pasado y
empezamos un nuevo año, 2016, me gusta esta terminación, será porque un día 6
nací o porque el pasado año estuvo lleno de cosas que duelen a cualquier
persona de bien: los refugiados sin ser atendidos, viendo cómo las
desigualdades están en todas partes. Nos volvemos insensibles y no reaccionamos
ante noticias tristes que en estos tiempos no tendrían que existir,
parece que todo nos da lo mismo, estamos encerrados en nuestro mundo y son
pocas las personas que se desviven por los demás.
El terrorismo, que nos tiene con el alma
en vilo, no comprendo cómo hay gente que por matar está dispuesta a morir, no
lo comprendo todo en nombre de una religión..
Josefina