Jimena Roldán
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Papers by Jimena Roldán
unos pocos tiestos dispersos, algunos muy escasos en estratigrafía y las herramientas de laboreo no suelen quedar abandonadas en estos campos. De este modo, las actividades que predominan son a) las vinculadas al acondicionamiento y mantenimiento de los campo, b) de laboreo de suelos, que dejan improntas específicas de acuerdo a la capacidad técnica de los agricultores y las condiciones ambientales, y c) extractivas, dadas por el efecto que sobre suelos tienen las cosechas continuas, que pueden ser tanto positivos como negativos. En gran medida, el peso de unos u otros depende de las habilidades de manejo, la capacidad tecnológica de la sociedad en cuestión y la estabilidad ambiental del medio donde se realizó la actividad. Cada una de estas actividades deja una impronta específica que no es abordable a través
de métodos de la arqueología tradicional, pero constituyen un campo de trabajo excepcional para la geoarqueología.
Si consideramos los aspectos más relevantes relacionados con
el manejo de las tierras de cultivo en escala decreciente, se verifica que: 1) a escala de ecosistema/ paisaje/cuenca hay cambios en la distribución de los patrones de erosión y de vegetación; 2) a escala de la parcela de cultivo se registran cambios de pendiente local, acumulación de sedimentos finos (arenas finas a arcillas), la presencia de las estructuras agrícolas puede afectar la escorrentía normal del terreno produciendo concentración de flujos superficiales que dan origen a surcos (rills) y cárcavas (gullies) localmente y subsuperficiales que generan piping; 3) a escala de las características internas de las tierras de cultivo (horizontes y capas) puede darse erosión o engrosamiento del horizonte superficial del suelo y cambios en la capacidad de almacenamiento de agua por laboreo e irrigación; 4) a escala de las propiedades micromorfológicas de las tierras de cultivo se produce degradación de la estructura, cambios de textura y color (normalmente asociados a cambios en la presencia de materia orgánica) y compactación (impidiendo la correcta aireación de raíces y desarrollo
de las mismas); (5) finalmente, a escala de las propiedades fisicoquímicas y biológicas se producen cambios en la biodisponibilidad de nutrientes y en los contenidos del carbono orgánico (HOMBURG; SANDOR, 2011).
Un trabajo de esta magnitud y escala, porque suele trabajarse
a escala regional, necesita cierto grado de orden metodológico. Esto significa que los métodos y técnicas utilizadas deben de ser abordadas en cierta secuencia a lo largo de la investigación para evitar la pérdida de tiempo y dinero, y alcanzar los objetivos buscados.
Por los motivos expuestos, el objetivo de ese trabajo es proponer una metodología pormenorizada de abordaje para zonas agrarias establecidas en terrenos áridos y semiáridos. Como ejemplo de ellos se tomará en cuenta lo realizado en sitios arqueológicos ubicados en los valles de Tafí y de Santa María (prov. de Tucumán-Argentina)
Este estudio consistía en determinar las alteraciones antrópicas producidas por el uso sostenido de los suelos agrarios prehispánicos en los valles Calchaquíes y su relación con las condiciones ambientales típicas de cada momento de ocupación así como el modo de apropiación de los espacios productivos en relación a la oferta geomorfológica de la región.
Para ello se fotointerpretaron las unidades de paisaje que no habían sido mapeadas anteriormente y que presentaban estructuras agrícolas de algún tipo, el fin era definir cuáles serían los lugares más propicios para excavar las calicatas de las cuales se extraerían las muestras que serían analizadas en laboratorio. En el valle de Tafí se muestrearon el cono glacis de El Tolar (sitio netamente formativo), el glacis cubierto de El Potrerillo (sitio formativo también) y el abanico aluvial de La Costa 2 (sitio formativo, pero con evidencia de haber sido reutilizado durante el tardío). En el valle de Santa María se muestrearon el abanico aluvial de Molle Yaco (sitio formativo) y el glacis cubierto de Yasyamayo (sitio tardío).
En laboratorio se realizaron análisis pedológicos, sedimentológicos y geoquímicos de dichas muestras, donde las técnicas geoquímicas tuvieron que ser adaptadas al estudio que se llevaría a cabo ya que era la primera vez que se realizaba un trabajo de este tipo.
Los resultados mostraron que existen claras diferencias entre los suelos naturales o testigo y los suelos antrópicos, e incluso se observaron diferencias entre suelos antrópicos donde se desarrollaron actividades diferentes (domésticas o agrícolas), es decir que el accionar humano deja distintas improntas en el suelo que habita dependiendo del tipo de actividad que en él realiza. También pudo concluirse que existen claras diferencias entre los perfiles excavados dentro de una misma terraza de cultivo y similitudes entre perfiles excavados en el mismo lugar en terrazas diferentes, todo lo cual ratifica las cualidades que se le han atribuido a las estructuras agrícolas en relación con el tipo de suelos que en ellas se desarrollan.