Libros/Capítulos de libros by Javiera Novoa
Colección L del Metalibro, 2021
Los días siguientes al 18 de octubre de 2019 fui incapaz de salir con la cámara. Sentía una neces... more Los días siguientes al 18 de octubre de 2019 fui incapaz de salir con la cámara. Sentía una necesidad muy profunda de solamente estar e impregnarme de esa sensación única que cientos de miles estábamos viviendo simultáneamente. De alguna manera, posicionarse como fotógrafx implica tomar distancia, abstraerse de la situación y buscar como depredador eso que instintivamente nos sacia. Pero no podía. Debía ser parte de esa masa indómita y fundirme entre elles para sentir lo eternos que éramos. Que somos.
Tuvo que pasar al menos una semana para decidir ponerle rollo a una cámara y salir con ella colgando desde el cuello. Entonces me mareé. No sabía para dónde mirar, todo seguía tan vertiginoso como las jornadas anteriores -y las siguientes- que realmente no sabía qué estaba buscando. La presencia de incontables otres fotógrafes me intimidó y llenó de inseguridades respecto a la importancia de mi visión personal. Hasta que no pude aguantarme. Después de ver los primeros resultados de mis registros en Plaza de la Dignidad, supe que tenía que ser honesto conmigo y hacer lo que realmente quería. Desde entonces me encargué de registrar cada viernes y hasta el 13 de marzo (último día antes de que se suspendieran las manifestaciones por la pandemia) a algunos de las personas que hacían acto de presencia en el epicentro de las protestas por un país más justo y que reclama dignidad. Desde jóvenes de la primera línea hasta intrépidas señoras con sus dosificadores con agua y bicarbonato.
Mi aproximación a la fotografía muchas veces tiene que ver con una excusa para satisfacer ciertas pulsiones. De las ganas irresistibles de inmortalizar a alguien y querer saber quién es, qué hace y por qué. El uso de la cámara analógica, además de razones estéticas, me permite generar una situación que facilita dicha inmersión. Y ahí estaba yo: sosteniendo una cámara de tres kilos con una sola mano, mientras intentaba no perder un ojo, no intoxicarme con los gases lacrimógenos o salvándome, casi milagrosamente, de recibir agua que después me dejaría enronchado y con la piel ardiendo como nunca. Mirar por el visor, enfocar, contar hasta tres y disparar. La mayoría de las veces solo un intento por toma, casi siempre exitoso, afortunadamente.
“Trato de ir todos los días” fue una frase que me dijo uno de los jóvenes a los que retraté en medio de la algarabía del Chile despertó, oración que luego de la sugerencia de Gracia, diseñadora de este libro, quedó como el título para esta propuesta que no tiene más pretensiones que dejar un registro honesto y en honor a las personas que, movilizadas por sus sueños, por su rabia, por su amor, iban todos los días -o los que pudieran- al epicentro del fenómeno más transformador que muchos hemos vivido en nuestras vidas. Arriba lxs que luchan.
Diego Urbina Vega
Metalibro es una edición independiente, hecha a mano, y dedicada a la fotografía contemporánea y ... more Metalibro es una edición independiente, hecha a mano, y dedicada a la fotografía contemporánea y otras vainas. Cada Letra es una Colección. La Meta 2018-2019 es llegar a la META.
A octubre de 2018 se han elaborado 4 números. M está dedicada a la fotografía de: Víctor Salgado, Cristián Ordóñez, Emilio Sepúlveda, Javiera Novoa. En los textos Mónica Salinero.
Books by Javiera Novoa
Ediciones Observatorio de Políticas Culturales, 2021
Estudio que analiza las condiciones en que se desarrolla el teatro en Chile desde dos perspectiva... more Estudio que analiza las condiciones en que se desarrolla el teatro en Chile desde dos perspectivas: en un primer apartado, sistematiza toda la bibliografía disponible y la analiza de acuerdo a las distintas etapas de la cadena de valor o ciclo cultural del teatro; y, en una segunda sección, se adentra en la comprensión de las racionalidades que se ponen en juego en cada etapa del proceso de producción de una obra teatral a partir de un estudio de casos. Se disecciona, etapa por etapa, cuáles son las condiciones que posibilitan que una obra se ideara, en primer lugar; se produjera, en segundo; y, finalmente, se montara, exhibiera y circulara en distintos escenarios y territorios. Qué factores materiales y simbólicos se ponen en juego para la concreción de una obra teatral.
Papers by Javiera Novoa
Revista musical chilena, 2021
El círculo vicioso de la invisibilidad femenina: inequidades de género en el campo musical chilen... more El círculo vicioso de la invisibilidad femenina: inequidades de género en el campo musical chileno The vicious circle of female invisibility: Gender inequities in the Chilean musical field
Revista musical chilena, 2021
Revista Musical Chilena, 2021
Este artículo busca describir y documentar las formas específicas que la inequidad de género adqu... more Este artículo busca describir y documentar las formas específicas que la inequidad de género adquiere en el campo musical de las ciudades de Santiago y Valparaíso, dando protagonismo a las voces de las mujeres que se desenvuelven profesionalmente en estos, con especial énfasis en la interpretación y la composición. A base de un estudio cualitativo que contempló revisión documental, entrevistas en profundidad y focus group, planteamos aquí que en el mundo de la música local persisten arraigados discursos y prácticas androcéntricas, que dan lugar a un círculo vicioso de la invisibilidad femenina. Poniendo en relación nuestros hallazgos empíricos con otros desarrollos conceptuales nacionales e internacionales, este texto intenta ofrecer una reflexión crítica en torno a los mecanismos de exclusión de las mujeres de los espacios de poder y reconocimiento del campo musical, que contribuya a comprender sus límites y deconstruir sus fundamentos ideológicos.
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Libros/Capítulos de libros by Javiera Novoa
Tuvo que pasar al menos una semana para decidir ponerle rollo a una cámara y salir con ella colgando desde el cuello. Entonces me mareé. No sabía para dónde mirar, todo seguía tan vertiginoso como las jornadas anteriores -y las siguientes- que realmente no sabía qué estaba buscando. La presencia de incontables otres fotógrafes me intimidó y llenó de inseguridades respecto a la importancia de mi visión personal. Hasta que no pude aguantarme. Después de ver los primeros resultados de mis registros en Plaza de la Dignidad, supe que tenía que ser honesto conmigo y hacer lo que realmente quería. Desde entonces me encargué de registrar cada viernes y hasta el 13 de marzo (último día antes de que se suspendieran las manifestaciones por la pandemia) a algunos de las personas que hacían acto de presencia en el epicentro de las protestas por un país más justo y que reclama dignidad. Desde jóvenes de la primera línea hasta intrépidas señoras con sus dosificadores con agua y bicarbonato.
Mi aproximación a la fotografía muchas veces tiene que ver con una excusa para satisfacer ciertas pulsiones. De las ganas irresistibles de inmortalizar a alguien y querer saber quién es, qué hace y por qué. El uso de la cámara analógica, además de razones estéticas, me permite generar una situación que facilita dicha inmersión. Y ahí estaba yo: sosteniendo una cámara de tres kilos con una sola mano, mientras intentaba no perder un ojo, no intoxicarme con los gases lacrimógenos o salvándome, casi milagrosamente, de recibir agua que después me dejaría enronchado y con la piel ardiendo como nunca. Mirar por el visor, enfocar, contar hasta tres y disparar. La mayoría de las veces solo un intento por toma, casi siempre exitoso, afortunadamente.
“Trato de ir todos los días” fue una frase que me dijo uno de los jóvenes a los que retraté en medio de la algarabía del Chile despertó, oración que luego de la sugerencia de Gracia, diseñadora de este libro, quedó como el título para esta propuesta que no tiene más pretensiones que dejar un registro honesto y en honor a las personas que, movilizadas por sus sueños, por su rabia, por su amor, iban todos los días -o los que pudieran- al epicentro del fenómeno más transformador que muchos hemos vivido en nuestras vidas. Arriba lxs que luchan.
Diego Urbina Vega
A octubre de 2018 se han elaborado 4 números. M está dedicada a la fotografía de: Víctor Salgado, Cristián Ordóñez, Emilio Sepúlveda, Javiera Novoa. En los textos Mónica Salinero.
Books by Javiera Novoa
Papers by Javiera Novoa
Tuvo que pasar al menos una semana para decidir ponerle rollo a una cámara y salir con ella colgando desde el cuello. Entonces me mareé. No sabía para dónde mirar, todo seguía tan vertiginoso como las jornadas anteriores -y las siguientes- que realmente no sabía qué estaba buscando. La presencia de incontables otres fotógrafes me intimidó y llenó de inseguridades respecto a la importancia de mi visión personal. Hasta que no pude aguantarme. Después de ver los primeros resultados de mis registros en Plaza de la Dignidad, supe que tenía que ser honesto conmigo y hacer lo que realmente quería. Desde entonces me encargué de registrar cada viernes y hasta el 13 de marzo (último día antes de que se suspendieran las manifestaciones por la pandemia) a algunos de las personas que hacían acto de presencia en el epicentro de las protestas por un país más justo y que reclama dignidad. Desde jóvenes de la primera línea hasta intrépidas señoras con sus dosificadores con agua y bicarbonato.
Mi aproximación a la fotografía muchas veces tiene que ver con una excusa para satisfacer ciertas pulsiones. De las ganas irresistibles de inmortalizar a alguien y querer saber quién es, qué hace y por qué. El uso de la cámara analógica, además de razones estéticas, me permite generar una situación que facilita dicha inmersión. Y ahí estaba yo: sosteniendo una cámara de tres kilos con una sola mano, mientras intentaba no perder un ojo, no intoxicarme con los gases lacrimógenos o salvándome, casi milagrosamente, de recibir agua que después me dejaría enronchado y con la piel ardiendo como nunca. Mirar por el visor, enfocar, contar hasta tres y disparar. La mayoría de las veces solo un intento por toma, casi siempre exitoso, afortunadamente.
“Trato de ir todos los días” fue una frase que me dijo uno de los jóvenes a los que retraté en medio de la algarabía del Chile despertó, oración que luego de la sugerencia de Gracia, diseñadora de este libro, quedó como el título para esta propuesta que no tiene más pretensiones que dejar un registro honesto y en honor a las personas que, movilizadas por sus sueños, por su rabia, por su amor, iban todos los días -o los que pudieran- al epicentro del fenómeno más transformador que muchos hemos vivido en nuestras vidas. Arriba lxs que luchan.
Diego Urbina Vega
A octubre de 2018 se han elaborado 4 números. M está dedicada a la fotografía de: Víctor Salgado, Cristián Ordóñez, Emilio Sepúlveda, Javiera Novoa. En los textos Mónica Salinero.