Making use of a thirty year archive of satellite imagery available through the Regional Visualiza... more Making use of a thirty year archive of satellite imagery available through the Regional Visualization & Monitoring System (SERVIR), the forest cover of Belize was analyzed at the national level, providing information never before available on deforestation rates in the Central American nation with the highest relative forest cover. A multi-temporal maximum likelihood classification was conducted on satellite image mosaics for the years 1980, 1989, 1994, 2000, 2004, and 2010, putting to use part of the extensive archive of data collected by the Landsat series of satellites since July 1972. The results of this assessment adjust down previous estimates of Belize's deforestation rate, such as the UN Food & Agriculture Organization (FAO)'s estimate of ~89,000 acres / year (2.3%). This study assesses Belize's deforestation rate between 1980 and 2010 to be under 25,000 acres / year (0.6%). Additionally, where estimates of Belize's forest cover have ranged widely, from 79% (Fairweather & Gray 1994) to 61.6% (Meerman et al 2010), this study estimates that the country's forest cover declined from approximately 75.9% in 1980 to 62.7% as of February 2010. With a short turnaround time between image acquisition and the generation of forest cover data, this study demonstrates SERVIR's capacities for rapidly converting satellite data into information, and has synergies with the current Forest Carbon Tracking Task occurring in the context of the Group on Earth Observations. The information generated is intended to be of use as an input to processes ranging from Reducing Emissions from Deforestation & Forest Degradation (REDD+) to the UN Millennium Development Goals.
with the vision of constructing with Panamanian society a country characterized by a healthy envi... more with the vision of constructing with Panamanian society a country characterized by a healthy environment and a culture of sustainability promoting attainment of a high level of human development. The mission is to spearhead, facilitate, oversee and administer environmental management for sustainable development, with the goal of conserving, protecting, restoring and improving the environment and the natural resource base, and promoting Panama's environmental competitive advantage. In order to achieve our proposed mission, institutions and agencies with environmental mandates are guided and coordinated; policies, laws, standards and instruments for environmental management are proposed; environmental information is provided and a culture of sustainability and capacity-building is promoted; new styles of development are defined and encouraged; advice is provided on the best use of resources; controls, follow-up, oversight, incentives and sanctions are provided. All this is for the benefit of the Panamanian State, society and ecosystems. In accordance with this concept, our entire National Environment Strategy is clearly focused on an environmental management program in collaboration with the communities for the protection of our forest ecosystems and sea coasts. Our Strategy therefore obviously includes among its components the following objectives of a strategy for the reduction of emissions from deforestation and forest degradations: Development objective: Incentives for increasing technical assistance and revenue for rural communities through environmental businesses, thus promoting adaptation to change, forest conservation, and biodiversity, thereby contributing to mitigation efforts.
América Latina y el Caribe: Atlas de un Ambiente en Trasformación, 2010
El Atlas de un Ambiente en Transformación recopila más de 200 imágenes que muestran los principal... more El Atlas de un Ambiente en Transformación recopila más de 200 imágenes que muestran los principales problemas ambientales de la región de América Latina y el Caribe. Mucho más que un libro de mapas, esta publicación supone el primer esfuerzo de análisis de las transformaciones que está experimentando el medio ambiente de la región, combinando precisas e espectaculares imágenes con el análisis riguroso de datos.
Las imágenes aquí recopiladas permiten observar la riqueza de diversidad de ambientes, ecosistemas, especies y paisajes de la región. Pero también muestra como la riqueza natural y humana se encuentra actualmente muy presionada por las pautas de los modelos de desarrollo económico predominantes que aunque han generado crecimiento económico, han producido cambios sociales y ambientales importantes.
Este Atlas constituye una herramienta imprescindible para reflexionar sobre las acciones futuras y las políticas públicas necesarias para hacer realidad un desarrollo más sostenible para la América Latina y el Caribe.
Plan Nacional de Seguridad Hídrica 2015-2050: Agua para todos, 2016
La República de Panamá cuenta con un patrimonio hidrológico extraordinario, sustentado por una pr... more La República de Panamá cuenta con un patrimonio hidrológico extraordinario, sustentado por una precipitación media anual de 2,924 litros de lluvia por metro cuadrado; con más de 500 ríos que dividen nuestro territorio naturalmente en 52 cuencas hidrográficas y nos proporcionan una disponibilidad de agua de 119 mil millones de metros cúbicos, resultando en aproximadamente 29,000 metros cúbicos de agua dulce per cápita dispo¬nibles. Este patrimonio ubica a nuestro país como uno de los mejores ejemplos en la escala global de un país impulsado por el agua.
El agua además de ser un recurso abundante en nuestro país representa un elemento estratégico, debido a que el Canal depende de éste para el funcionamiento óptimo y eficiente de sus operaciones. Nuestro Canal constituye un importante pilar del comercio internacional, que sustenta actividades comerciales, logísticas, y servicios financieros. Ahora con un Canal ampliado, contamos con un motor adicional para seguir impulsando nuestro crecimiento socioeconómico. La agricultura, la energía y el turismo, también están direc¬tamente relacionados con la gestión del recurso agua (abastecimiento de agua, belleza escénica, Sin embargo, en los últimos años este escenario de abun¬dancia ha sido puesto en duda, debido al aumento de los conflictos por el uso del agua. El crecimiento poblacional, el rápido desarrollo económico, la urbanización, los efectos adversos del cambio climático global y el propio deterioro ambiental continúan aumentando la presión sobre los recursos hídricos, de tal manera que se registran ya condiciones de aparente escasez, particularmente en zonas rurales y periurbanas con baja o inexis-tente inversión pública en segu¬ridad hídrica.
La gestión sostenible del agua, las infraestructuras del agua y el acceso a un suministro seguro, fiable y asequible de agua y servicios de saneamiento adecuados mejoran el nivel de vida, expanden las economías locales y promueven una mayor inclusión social. La gestión sostenible del agua es también un motor esencial para el creci¬miento verde y el desarrollo sostenible (UNESCO, 2016). Para ello, a nivel de país se ha previsto una serie de inver¬siones entre las que sobresalen el Plan de Sanidad Básica 100/0, Plan Maestro del Agro, Plan Energético Nacional, Alianza por el Millón de Hectáreas, y muchas otras iniciativas a fin de asegurar la sostenibilidad del recurso hídrico y contribuir a mejorar el bienestar social y el desarrollo económico de todos los sectores de nuestro país.
En este contexto, a fin de consolidar todas estas iniciativas, como primera medida, mediante Resolución de Gabinete No. 84 de 11 de agosto de 2015, el Gobierno de Panamá declaró el Estado de Emergencia y creó el Comité de Alto Nivel de Seguridad Hídrica, integrado por los Ministerios de Ambiente, Desarrollo Agropecuario, Obras Públicas y Salud, los Administradores Generales de la Autoridad del Canal Panamá y la Autoridad de los Servicios Públicos, la Directora del Instituto de Acueductos y Alcantarillados, el Director del Sistema Nacional de Protección Civil y el Secretario Ejecutivo de Metas Presidenciales, como los responsables de coordinar las acciones de prevención y mitigación durante el período de emergencia. De igual manera, se le asignó al Comité de Alto Nivel la prepa¬ración del Plan Nacional de Seguridad Hídrica 2015–2050: “Agua para Todos” el cual se vislumbra como la hoja de ruta solidaria que como país debemos seguir para que el agua mejore nuestra calidad de vida, respalde nuestro crecimiento socioeconómico inclu-sivo y asegure la integridad de nuestro ambiente. El trabajo coordinado por el Comité de Alto Nivel, ha diseñado las cinco metas que se espera atender con este Plan, y han definido los retos y metas a alcanzar a corto, mediano y largo plazo.
El Plan Nacional de Seguridad Hídrica está sustentado en un diagnóstico, elaborado con la participación de 19 insti¬tuciones, representantes de todos los niveles de la admi¬nistración central y entidades descentralizadas, responsables del manejo, administración, protección y regulación los recursos hídricos, presentados y validados en foros públicos de consulta abierta con representantes de todos los sectores que utilizan el agua. El mismo contiene un diagnóstico sobre la situación de los recursos hídricos en el país y los retos que se deben enfrentar a corto, mediano y largo plazo para garantizar la provisión de agua en cantidad y calidad aceptable para todos los usuarios. Derivado de los hallazgos y necesidades de intervención se ha definido un plan de acción a largo plazo que responde a cinco metas alcanzables en un horizonte de 35 años, que son Meta No. 1: Acceso universal a agua de calidad y servicios de saneamiento. Meta No. 2: Agua para el crecimiento socioeconómico inclusivo. Meta No. 3: Gestión preventiva de los riesgos relacionados con el agua. Meta No. 4: Cuencas hidrográficas saludables. Meta No. 5: Sostenibilidad hídrica.
Para cada una se definieron acciones concretas y los respectivos proyectos y/o actividades que deben precisar las inversiones y prioridades a realizarse a corto, mediano y largo plazo para garantizar las fuentes hídricas y el suministro de agua que necesita Panamá para seguir creciendo equitativamente en un ambiente sano.
Informe de Gestión 2014-2019 del Ministerio de Ambiente
Se prensenta el informe de gestión quinquenal 2014-2019 del Ministerio de Ambiente de la Repúblic... more Se prensenta el informe de gestión quinquenal 2014-2019 del Ministerio de Ambiente de la República de Panamá.
América Latina y el Caribe: Atlas de un Ambiente en Transformación, 2010
El Atlas de un Ambiente en Transformación recopila más de 200 imagenes que muestran los principal... more El Atlas de un Ambiente en Transformación recopila más de 200 imagenes que muestran los principales problemas ambientales de la región. Mucho más que un libro de mapas, esta publicación supone el primer esfuerzo de análisis de las transformaciones que está experimentando el medio ambiente de la región, combinando precisas y espectaculares imágenes con el análisis de datos rigurosos.
Las imágienes aquí recopiladas permiten observar la riqueza y diversidad de ambientes, ecosistemas, especies y paisajes de la región. Pero también muestran como esta riqueza natural y humana se encuentra actualemente muy presionada por las pautas del los modelos de desarrollo económico predominantes, que aunque han generado recimiento económico, han producido cambios sociales y ambientales importantes.
Este Atlas constituye una herramienta imprescindible para refleccionar sobre las acciones futuras de las políticas públicas necesarias para hacer realidad un desarrollo más sostenible.
Estrategia Nacional de Cambio Climático 2050, 2019
Cambio Climático es la consecuencia de las acciones antropogénicas que ocurren debido a un aument... more Cambio Climático es la consecuencia de las acciones antropogénicas que ocurren debido a un aumento en las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera. En los pasados 20 años, tres cuartos de las emisiones de dióxido de carbono globales provienen de la quema de combustibles fósiles.
En la actualidad, Panamá, se prepara para hacerle frente al Cambio Climático elaborando una Estrategia Nacional al 2050, la cual busca establecer una hoja de ruta que nos conduzca hacia una economía baja en carbono con acciones de mitigación y adaptación los cuales a su vez nos permitirá contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Es por ello, que hemos estado realizando una serie de adecuaciones a la legislación ambiental para hacer frente a los nuevos retos ambientales; el cual busca fortalecer al país en materia de adaptación y mitigación del cambio climático. De igual forma, el Gobierno de Panamá inicio una serie de medidas para mitigar el cambio climático tales como: la Alianza por el millón, la Estrategia Nacional de REDD+, que están consideradas en la Estrategia Nacional Forestal.
Con esta Estrategia, Panamá se encamina hacia una economía verde como parte de la agenda climática de país, la cual debe continuar consolidándose sobre la base de una política pública nacional que mantenga el balance entre el crecimiento económico, la integración social y la gestión ambiental como ejes que impulsan el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
Tercera Comunicación Nacional sobre Cambio Climático, 2019
La Tercera Comunicación Nacional (TCN) de Panamá sobre Cambio Climático se presenta como parte de... more La Tercera Comunicación Nacional (TCN) de Panamá sobre Cambio Climático se presenta como parte de los compro¬misos adquiridos por el país ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Panamá presenta a su vez, el Primer Informe Bienal de Actualización (PIBA) ante la CMNUCC, en un esfuerzo conjunto con la TCN y en donde ambos documentos presentan medidas de mitigación actualizadas. Una de las diferencias entre dichos documentos recae principal¬mente en el año de referencia para la elaboración de los Inventarios Nacionales de Gases de Efecto invernadero (INGEI), ya que dentro de la TCN los años seleccionados fueron 2005 y 2010 mientras que para el PIBA fue el 2013. La experiencia adquirida por Panamá para hacer frente al cambio climático, propicia un verdadero manejo compar¬tido, incluyente y abarcador entre todos los actores involucrados, así como facilita las acciones de mitigación y adaptación que a su vez permiten un mayor alcance en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En ese sentido, el grupo de trabajo coordinado por la Dirección de Cambio Climático (DCC) del Ministerio de Ambiente (MIAMBIENTE) es un reflejo del fortalecimiento tanto de la capacidad técnica como institucional para el cumplimiento de las obligaciones nacionales ante la Convención de Cambio Climático. La TCN, expone las evidencias sobre la vulnerabilidad frente a los efectos del cambio climático, y su relación con los procesos de cambio de uso, uso de la tierra y la silvicultura (UTCUTS) que son uno de los principales responsables de las emisiones de Gases de Efecto inverna¬dero (GEI). También destaca la evaluación de la transición de la República de Panamá hacia una Economía Baja en Emisiones de Carbono. La Tercera Comunicación Nacional (TCN) de Panamá sobre Cambio Climático se presenta como parte de los compro¬misos adquiridos por el país ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Panamá presenta a su vez, el Primer Informe Bienal de Actualización (PIBA) ante la CMNUCC, en un esfuerzo conjunto con la TCN y en donde ambos documentos presentan medidas de mitigación actualizadas. Una de las diferencias entre dichos documentos recae principal¬mente en el año de referencia para la elaboración de los Inventarios Nacionales de Gases de Efecto invernadero (INGEI), ya que dentro de la TCN los años seleccionados fueron 2005 y 2010 mientras que para el PIBA fue el 2013. La experiencia adquirida por Panamá para hacer frente al cambio climático, propicia un verdadero manejo compar¬tido, incluyente y abarcador entre todos los actores involucrados, así como facilita las acciones de mitigación y adaptación que a su vez permiten un mayor alcance en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En ese sentido,el grupo de trabajo coordinado por la Dirección de Cambio Climático (DCC) del Ministerio de Ambiente (MIAMBIENTE) es un reflejo del fortalecimiento tanto de la capacidad técnica como institucional para el cumplimiento de las obligaciones nacionales ante la Convención de Cambio Climático. La TCN, expone las evidencias sobre la vulnerabilidad frente a los efectos del cambio climático, y su relación con los procesos de cambio de uso, uso de la tierra y la silvicultura (UTCUTS) que son uno de los principales responsables de las emisiones de Gases de Efecto inverna¬dero (GEI). También destaca la evaluación de la transición de la República de Panamá hacia una Economía Baja en Emisiones de Carbono.
En la actualidad, Panamá es un país multicultural que durante la época colonial, su posición y características geográficas contribuyeron a potenciar su función como lugar de transmercancías hacia la metrópoli. Posteriormente, la construcción del ferrocarril transístmico y del Canal de Panamá, permitieron la convergencia de diferentes culturas que a través de los años y de la convi¬vencia pacífica, han convertido el país en un “entramado de razas” donde se practican los principales credos, filosofías y religiones del mundo.
Asimismo, se aborda la dimensión de desarrollo humano, donde muestra que a nivel de país se han logrado avances significativos en las principales dimensiones de salud humana y esperanza de vida, educación y el ingreso per cápita. También, en cuanto a la dimensión salud y espe¬ranza de vida se tiene el mayor avance, dado los esfuerzos en las últimas décadas por reducir la tasa de mortalidad de la población.
Panamá es un país con un alto crecimiento económico y avanza en su lucha ante la desigualdad en los niveles de ingresos de las distintas regiones del país, así como en aumentar el nivel de prestación de servicios básicos y empleos de mayor calidad. El país se destaca por tener uno de los ingresos per cápita más altos de América Latina, así como una amplia gama de servicios de transporte y logística que permiten enfrentar los retos globales actuales.
En la actualidad, Panamá es un país multicultural que durante la época colonial, su posición y características geográficas contribuyeron a potenciar su función como lugar de transmercancías hacia la metrópoli. Posteriormente, la construcción del ferrocarril transístmico y del Canal de Panamá, permitieron la convergencia de diferentes culturas que a través de los años y de la convivencia pacífica, han convertido el país en un “entramado de razas” donde se practican los principales credos, filosofías y religiones del mundo.
Asimismo, se aborda la dimensión de desarrollo humano, donde muestra que a nivel de país se han logrado avances significativos en las principales dimensiones de salud humana y esperanza de vida, educación y el ingreso per cápita. También, en cuanto a la dimensión salud y esperanza de vida se tiene el mayor avance, dado los esfuerzos en las últimas décadas por reducir la tasa de mortalidad de la población. Panamá es un país con un alto crecimiento económico y avanza en su lucha ante la desigualdad en los niveles de ingresos de las distintas regiones del país, así como en aumentar el nivel de prestación de servicios básicos y empleos de mayor calidad. El país se destaca por tener uno de los ingresos per cápita más altos de América Latina, así como una amplia gama de servicios de transporte y logística que permiten enfrentar los retos globales actuales
Política Nacional de Humedales de la República de Panamá, 2019
Durante los últimos 20 años el país ha experimentado fuertes impactos económicos en los distinto... more Durante los últimos 20 años el país ha experimentado fuertes impactos económicos en los distintos sectores productivos vinculados y relacionados con la ocurrencia de fenómenos climatológicos extremos, asociados al agua.
Cerca de US$ 331.03 millones se han invertido en los últimos 5 años en reconstrucciones de asentamientos por eventos hidrometeorológicos extremos (Comité de Alto Nivel de Seguridad Hídrica, 2016), causados por eventos como precipitación extrema, deslizamientos, escasez de agua y sequías son los principales impactos de la variabilidad climática en Panamá.
Las predicciones sobre los modelos de los efectos adversos del cambio climático prevén para mediados de este siglo, anomalías extremas en los patrones de lluvia y temperatura con un comportamiento errático bipolar en la distribución de la precipitación, variabilidad del clima es fundamentalmente el resultado de dos efectos: Las variaciones generadas como respuesta a cambios en forzamientos externos y las provocadas por interacciones no lineales entre los diversos componentes del sistema climático (Sánchez-Santillán, N.; et al., 2015).
“Como resultado del fenómeno de El Niño, para el año 2015 las precipitaciones, comparadas con el promedio interanual de los últimos 30 años, mostraron déficit en gran parte del país y aumentos significativos en otras. La disminución del volumen de precipitaciones llegó a niveles muy altos en la mayor parte de la vertiente del Pacífico, incluida la Cuenca del Canal” (Comité de Alto Nivel de Seguridad Hídrica 2016).
Estos ecosistemas, en sus muy diversas formas, tamaños y características, son parte fundamental del ciclo hidrológico y revisten una gran importancia para regular la cantidad, calidad y seguridad de los recursos hídricos (Convención Ramsar, 2005). La alteración de las lluvias por el fenómeno El Niño 2015-2016 en la Cuenca del Canal afectó los niveles de los embalses de Gatún y Alhajuela, registrando a mediados de mayo de 2016, los niveles más bajos en 103 años. De repetirse esta situación con igual o mayor intensidad, se podría poner en riesgo la disponibilidad de agua potable que se extrae de los lagos del Canal y comprometer su operación (Comité de Alto Nivel de Seguridad Hídrica, 2016).
La acción concertada de la sociedad panameña, a través de instrumentos de política orientados a la conservación y aprovechamiento sostenible de los humedales es clave para nuestro país, tomando en consideración la gran importancia que representan para el desarrollo económico y social de la República de Panamá, para la conservación de la biodiversidad y las oportunidades de mitigación y adaptación al cambio climático que ofrecen estos ecosistemas, contar con Política Nacional de Humedales, es imperativo.
Es por ello, que se ha desarrollado esta Política para la conservación y uso sostenible de los humedales, un ecosistema que contribuye contra la mitigación y adaptación a los impactos negativos del cambio climático.
El Ministerio de Ambiente de la República de Panamá (anteriormente Autoridad Nacional del Ambiente, ANAM), genera este documento como resultado de la revisión realizada a la última versión de la PNH del proceso consulta que se inició en 2010; y lo cual ahora se retomó para validarlo por medio de la formulación participativa en espacios de diálogo, con instituciones públicas y con representantes del sector privado, del mismo modo junto a representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) y organizaciones de base comunitaria (OBC), que fueron presentados y llevados a consulta ciudadana en diversos puntos del país.
En ese proceso contó con el apoyo del Comité Nacional de Humedales, creado mediante Resolución AG-0038-2007, resultando finalmente en un borrador que consideró los aportes de los distintos sectores y actores, privados, públicos, socioeconómicos, culturales, étnicos, entre otros.
Sin embargo, debido al tiempo transcurrido, se requirió actualizar los productos alcanzados hasta hoy a través de un proceso de diálogo multisectorial, acompañado de una consulta pública con los actores pertinentes, tanto públicos como privados, para concluir el proceso de formulación de la Política Nacional de Humedales y su Plan de Acción mediante su aprobación y publicación en Gaceta Oficial.
Este instrumento basa su implementación en cuatro pilares, denominados Ámbitos de Gestión. El primero se titula Gestión Integral de Humedales, el segundo Aplicación y cumplimiento del marco regulatorio, el tercero Generación y gestión de información y conocimiento; el cuarto Gobernanza ambiental. Los cuales se sustentan en los principios de Interés Público, Precautorio, Enfoque ecosistémico, Equilibrio ecológico, Participación social, Respeto a la diversidad cultural, Principio de Información, educación y sensibilización, Principio de responsabilidad y Gestión adaptativa, descritos más adelante. acción concertada de la sociedad panameña, a través de instrumentos de política orientados a la conservación y aprovechamiento sostenible de los humedales es clave para nuestro país, tomando en consideración la gran importancia que representan para el desarrollo económico y social de la República de Panamá, para la conservación de la biodiversidad y las oportunidades de mitigación y adaptación al cambio climático que ofrecen estos ecosistemas, contar con Política Nacional de Humedales, es imperativo.
Es por ello, que se ha desarrollado esta Política para la conservación y uso sostenible de los humedales, un ecosistema que contribuye contra la mitigación y adaptación a los impactos negativos del cambio climático.
El Ministerio de Ambiente de la República de Panamá (anteriormente Autoridad Nacional del Ambiente, ANAM), genera este documento como resultado de la revisión realizada a la última versión de la PNH del proceso consulta que se inició en 2010; y lo cual ahora se retomó para validarlo por medio de la formulación participativa en espacios de diálogo, con instituciones públicas y con representantes del sector privado, del mismo modo junto a representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) y organizaciones de base comunitaria (OBC), que fueron presentados y llevados a consulta ciudadana en diversos puntos del país.
En ese proceso contó con el apoyo del Comité Nacional de Humedales, creado mediante Resolución AG-0038-2007, resultando finalmente en un borrador que consideró los aportes de los distintos sectores y actores, privados, públicos, socioeconómicos, culturales, étnicos, entre otros.
Sin embargo, debido al tiempo transcurrido, se requirió actualizar los productos alcanzados hasta hoy a través de un proceso de diálogo multisectorial, acompañado de una consulta pública con los actores pertinentes, tanto públicos como privados, para concluir el proceso de formulación de la Política Nacional de Humedales y su Plan de Acción mediante su aprobación y publicación en Gaceta Oficial.
Este instrumento basa su implementación en cuatro pilares, denominados Ámbitos de Gestión. El primero se titula Gestión Integral de Humedales, el segundo Aplicación y cumplimiento del marco regulatorio, el tercero Generación y gestión de información y conocimiento; el cuarto Gobernanza ambiental. Los cuales se sustentan en los principios de Interés Público, Precautorio, Enfoque ecosistémico, Equilibrio ecológico, Participación social, Respeto a la diversidad cultural, Principio de Información, educación y sensibilización, Principio de responsabilidad y Gestión adaptativa, descritos más adelante.
Estrategia Nacional de Biodiversidad y Plan de Acción 2018-2050, 2019
En la Décima Conferencia de las Partes (COP) del Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD, por s... more En la Décima Conferencia de las Partes (COP) del Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD, por sus siglas en Inglés), realizada en octubre del 2010 en la ciudad de Nagoya, Japón, mediante la Decisión X/2, se instó a los países a actualizar sus estrategias nacionales y a elaborar planes de acción, que llevaran al cumplimiento de los objetivos del Convenio y el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica, con inclusión de las Metas de Aichi para el periodo 2011-2020.
Panamá, que forma parte de este Convenio desde 1995, asumió este reto y durante los primeros 5 años de la década 2010-2020, implementó acciones orientadas a avanzar en el cumplimiento de las mencionadas Metas y atender los compromisos ante el CBD.
Para el año 2016, el Ministerio de Ambiente de la República de Panamá, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), inicia el proyecto “Planificación Nacional en materia de Diversidad Biológica para apoyar la implementación del Plan Estratégico del CDB 2011-2020 en Panamá”, cuyo objetivo principal es integrar las obligaciones de Panamá en el marco del CBD, en sus marcos de desarrollo nacional y planificación sectorial a través de una “planificación de la biodiversidad” renovada y participativa y un proceso de elaboración de estrategias, en consonancia con la orientación global que figura en el Plan Estratégico del CBD para el mencionado periodo.
Si bien la escala de tiempo para la EPANB actualizada es para el año 2050, en el Plan de acción se realizaron estimaciones de los costos de las metas nacionales con una proyección al 2030, para que estuvieran en línea con las Metas de Aichi (2020), y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (2030). La revisión y ajustes a las actividades propuestas, y las estimaciones de costos se realizarían cada 5 años, hasta 2050. La responsabilidad de llevar a cabo esta tarea fue del Ministerio de Ambiente, con el apoyo del PNUD y consultores técnicos, quienes articularon la estrategia para lograr que este proceso fuese nacional, interactivo, con inclusión de distintos sectores de la vida nacional (tanto protagonistas de actividades económicas, como del ámbito de la planificación, la investigación, la academia y la conservación ambiental, con enfoque de género, etario y multiculturalidad). Se procuró además, tomar en cuenta los principales marcos de desarrollo que inciden en la biodiversidad, tales como: cambio climático, ordenamiento territorial y uso de suelo, reducción de pobreza, derechos de pueblos indígenas, entre otros. Para ello, se elaboraron listas de actores, a partir de información disponible, no solo en base de datos institucionales, sino también, con el apoyo de expertos y se decidió que la consulta, se realizara en tres regiones:
Región 1: Bocas del Toro, Chiriquí, Comarca Ngäbe Buglé, Nasos, Teribes. Región 2: Coclé, Herrera, Los Santos y Veraguas Región 3: Colón, Darién, Panamá, Comarca Emberá, Comarca Guna Yala, Wargandí y Madugandí.
Se escogió el taller como técnica de participación y, adicionalmente, se realizaron reuniones, entrevistas y sesiones de trabajo con equipo de profesionales a nivel institucional e interinstitucional.
Este proceso se llevó a cabo, formalmente, durante el periodo septiembre 2016 a febrero 2017, aunque ya, desde marzo de 2016 se habían iniciado los contactos con diversos sectores y hasta junio de 2017 se trabajó con expertos del Ministerio de Ambiente y otros organismos para fortalecer los aportes realizados por más de 250 participantes.
Este documento presenta los resultados de este proceso, que se sintetizan en los siguientes logros: • Presentación de un sustento teórico, metodológico y normativo para la actualización de la Estrategia Nacional de Biodiversidad y elaboración de un Plan de Acción (EPANB). • Elaboración de un análisis de la inversión en Biodiversidad y validación de la propuesta de inversión planteada en la EPANB. • Actualización de la Estrategia Nacional de Biodiversidad y elaboración de un Plan de Acción (EPANB), manteniendo los principios planteados en el 2000, mediante la incorporación de 24 metas nacionales, 5 ejes estratégicos, 16 líneas de acción, 26 acciones y 90 guías para la acción. • Definición de un horizonte temporal para la implentación del Plan de Acción: 2018-2050, en consonancia con el Plan Estratégico del CBD y los ODS. • Desarrollo de una Matriz Estratégica que enlaza metas, ejes estratégicos, líneas de acción, acciones y guías, con los principales actores relevantes para el logro de cada acción y su correspondiente presupuesto estimado. • Articulación de los componentes de la EPANB con las Metas e Aichi y los ODS.
La estructura del documento fue configurada, en forma secuencial de manera que cada acápite fuese sustentado/justificado por el anterior, a saber: Al final del documento se presenta la referencia bibliográfica utilizada y anexos que aportan información complementaria relacionada con el proceso desarrollado.
Si bien la escala de tiempo para la EPANB actualizada es para el 2050, en el Plan de acción se realizaron estimaciones de los costos de las metas nacionales con una proyección al 2030, para que estuvieran en línea con las Metas de Aichi (2020), y los objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (2030). La revisión y ajustes a las actividades propuestas, y las estimaciones de costos se realizarían cada 5 años, hasta 2050.
La Estrategia Nacional Forestal 2050, es una respuesta visionaria de la voluntad expresada por la... more La Estrategia Nacional Forestal 2050, es una respuesta visionaria de la voluntad expresada por la ciudadanía y el Gobierno Nacional por aumentar la cobertura forestal, estimular la industria forestal sostenible, conservar nuestro patrimonio forestal como base importante de los ecosistemas y mitigar los efectos del cambio climático. La Estrategia Nacional Forestal 2050, es un instrumento que aborda las oportunidades planteadas por los miembros de la Alianza por el Millón de Hectáreas Reforestadas; y los acuerdos y convenios internacionales suscritos por Panamá.
Making use of a thirty year archive of satellite imagery available through the Regional Visualiza... more Making use of a thirty year archive of satellite imagery available through the Regional Visualization & Monitoring System (SERVIR), the forest cover of Belize was analyzed at the national level, providing information never before available on deforestation rates in the Central American nation with the highest relative forest cover. A multi-temporal maximum likelihood classification was conducted on satellite image mosaics for the years 1980, 1989, 1994, 2000, 2004, and 2010, putting to use part of the extensive archive of data collected by the Landsat series of satellites since July 1972. The results of this assessment adjust down previous estimates of Belize's deforestation rate, such as the UN Food & Agriculture Organization (FAO)'s estimate of ~89,000 acres / year (2.3%). This study assesses Belize's deforestation rate between 1980 and 2010 to be under 25,000 acres / year (0.6%). Additionally, where estimates of Belize's forest cover have ranged widely, from 79% (Fairweather & Gray 1994) to 61.6% (Meerman et al 2010), this study estimates that the country's forest cover declined from approximately 75.9% in 1980 to 62.7% as of February 2010. With a short turnaround time between image acquisition and the generation of forest cover data, this study demonstrates SERVIR's capacities for rapidly converting satellite data into information, and has synergies with the current Forest Carbon Tracking Task occurring in the context of the Group on Earth Observations. The information generated is intended to be of use as an input to processes ranging from Reducing Emissions from Deforestation & Forest Degradation (REDD+) to the UN Millennium Development Goals.
with the vision of constructing with Panamanian society a country characterized by a healthy envi... more with the vision of constructing with Panamanian society a country characterized by a healthy environment and a culture of sustainability promoting attainment of a high level of human development. The mission is to spearhead, facilitate, oversee and administer environmental management for sustainable development, with the goal of conserving, protecting, restoring and improving the environment and the natural resource base, and promoting Panama's environmental competitive advantage. In order to achieve our proposed mission, institutions and agencies with environmental mandates are guided and coordinated; policies, laws, standards and instruments for environmental management are proposed; environmental information is provided and a culture of sustainability and capacity-building is promoted; new styles of development are defined and encouraged; advice is provided on the best use of resources; controls, follow-up, oversight, incentives and sanctions are provided. All this is for the benefit of the Panamanian State, society and ecosystems. In accordance with this concept, our entire National Environment Strategy is clearly focused on an environmental management program in collaboration with the communities for the protection of our forest ecosystems and sea coasts. Our Strategy therefore obviously includes among its components the following objectives of a strategy for the reduction of emissions from deforestation and forest degradations: Development objective: Incentives for increasing technical assistance and revenue for rural communities through environmental businesses, thus promoting adaptation to change, forest conservation, and biodiversity, thereby contributing to mitigation efforts.
América Latina y el Caribe: Atlas de un Ambiente en Trasformación, 2010
El Atlas de un Ambiente en Transformación recopila más de 200 imágenes que muestran los principal... more El Atlas de un Ambiente en Transformación recopila más de 200 imágenes que muestran los principales problemas ambientales de la región de América Latina y el Caribe. Mucho más que un libro de mapas, esta publicación supone el primer esfuerzo de análisis de las transformaciones que está experimentando el medio ambiente de la región, combinando precisas e espectaculares imágenes con el análisis riguroso de datos.
Las imágenes aquí recopiladas permiten observar la riqueza de diversidad de ambientes, ecosistemas, especies y paisajes de la región. Pero también muestra como la riqueza natural y humana se encuentra actualmente muy presionada por las pautas de los modelos de desarrollo económico predominantes que aunque han generado crecimiento económico, han producido cambios sociales y ambientales importantes.
Este Atlas constituye una herramienta imprescindible para reflexionar sobre las acciones futuras y las políticas públicas necesarias para hacer realidad un desarrollo más sostenible para la América Latina y el Caribe.
Plan Nacional de Seguridad Hídrica 2015-2050: Agua para todos, 2016
La República de Panamá cuenta con un patrimonio hidrológico extraordinario, sustentado por una pr... more La República de Panamá cuenta con un patrimonio hidrológico extraordinario, sustentado por una precipitación media anual de 2,924 litros de lluvia por metro cuadrado; con más de 500 ríos que dividen nuestro territorio naturalmente en 52 cuencas hidrográficas y nos proporcionan una disponibilidad de agua de 119 mil millones de metros cúbicos, resultando en aproximadamente 29,000 metros cúbicos de agua dulce per cápita dispo¬nibles. Este patrimonio ubica a nuestro país como uno de los mejores ejemplos en la escala global de un país impulsado por el agua.
El agua además de ser un recurso abundante en nuestro país representa un elemento estratégico, debido a que el Canal depende de éste para el funcionamiento óptimo y eficiente de sus operaciones. Nuestro Canal constituye un importante pilar del comercio internacional, que sustenta actividades comerciales, logísticas, y servicios financieros. Ahora con un Canal ampliado, contamos con un motor adicional para seguir impulsando nuestro crecimiento socioeconómico. La agricultura, la energía y el turismo, también están direc¬tamente relacionados con la gestión del recurso agua (abastecimiento de agua, belleza escénica, Sin embargo, en los últimos años este escenario de abun¬dancia ha sido puesto en duda, debido al aumento de los conflictos por el uso del agua. El crecimiento poblacional, el rápido desarrollo económico, la urbanización, los efectos adversos del cambio climático global y el propio deterioro ambiental continúan aumentando la presión sobre los recursos hídricos, de tal manera que se registran ya condiciones de aparente escasez, particularmente en zonas rurales y periurbanas con baja o inexis-tente inversión pública en segu¬ridad hídrica.
La gestión sostenible del agua, las infraestructuras del agua y el acceso a un suministro seguro, fiable y asequible de agua y servicios de saneamiento adecuados mejoran el nivel de vida, expanden las economías locales y promueven una mayor inclusión social. La gestión sostenible del agua es también un motor esencial para el creci¬miento verde y el desarrollo sostenible (UNESCO, 2016). Para ello, a nivel de país se ha previsto una serie de inver¬siones entre las que sobresalen el Plan de Sanidad Básica 100/0, Plan Maestro del Agro, Plan Energético Nacional, Alianza por el Millón de Hectáreas, y muchas otras iniciativas a fin de asegurar la sostenibilidad del recurso hídrico y contribuir a mejorar el bienestar social y el desarrollo económico de todos los sectores de nuestro país.
En este contexto, a fin de consolidar todas estas iniciativas, como primera medida, mediante Resolución de Gabinete No. 84 de 11 de agosto de 2015, el Gobierno de Panamá declaró el Estado de Emergencia y creó el Comité de Alto Nivel de Seguridad Hídrica, integrado por los Ministerios de Ambiente, Desarrollo Agropecuario, Obras Públicas y Salud, los Administradores Generales de la Autoridad del Canal Panamá y la Autoridad de los Servicios Públicos, la Directora del Instituto de Acueductos y Alcantarillados, el Director del Sistema Nacional de Protección Civil y el Secretario Ejecutivo de Metas Presidenciales, como los responsables de coordinar las acciones de prevención y mitigación durante el período de emergencia. De igual manera, se le asignó al Comité de Alto Nivel la prepa¬ración del Plan Nacional de Seguridad Hídrica 2015–2050: “Agua para Todos” el cual se vislumbra como la hoja de ruta solidaria que como país debemos seguir para que el agua mejore nuestra calidad de vida, respalde nuestro crecimiento socioeconómico inclu-sivo y asegure la integridad de nuestro ambiente. El trabajo coordinado por el Comité de Alto Nivel, ha diseñado las cinco metas que se espera atender con este Plan, y han definido los retos y metas a alcanzar a corto, mediano y largo plazo.
El Plan Nacional de Seguridad Hídrica está sustentado en un diagnóstico, elaborado con la participación de 19 insti¬tuciones, representantes de todos los niveles de la admi¬nistración central y entidades descentralizadas, responsables del manejo, administración, protección y regulación los recursos hídricos, presentados y validados en foros públicos de consulta abierta con representantes de todos los sectores que utilizan el agua. El mismo contiene un diagnóstico sobre la situación de los recursos hídricos en el país y los retos que se deben enfrentar a corto, mediano y largo plazo para garantizar la provisión de agua en cantidad y calidad aceptable para todos los usuarios. Derivado de los hallazgos y necesidades de intervención se ha definido un plan de acción a largo plazo que responde a cinco metas alcanzables en un horizonte de 35 años, que son Meta No. 1: Acceso universal a agua de calidad y servicios de saneamiento. Meta No. 2: Agua para el crecimiento socioeconómico inclusivo. Meta No. 3: Gestión preventiva de los riesgos relacionados con el agua. Meta No. 4: Cuencas hidrográficas saludables. Meta No. 5: Sostenibilidad hídrica.
Para cada una se definieron acciones concretas y los respectivos proyectos y/o actividades que deben precisar las inversiones y prioridades a realizarse a corto, mediano y largo plazo para garantizar las fuentes hídricas y el suministro de agua que necesita Panamá para seguir creciendo equitativamente en un ambiente sano.
Informe de Gestión 2014-2019 del Ministerio de Ambiente
Se prensenta el informe de gestión quinquenal 2014-2019 del Ministerio de Ambiente de la Repúblic... more Se prensenta el informe de gestión quinquenal 2014-2019 del Ministerio de Ambiente de la República de Panamá.
América Latina y el Caribe: Atlas de un Ambiente en Transformación, 2010
El Atlas de un Ambiente en Transformación recopila más de 200 imagenes que muestran los principal... more El Atlas de un Ambiente en Transformación recopila más de 200 imagenes que muestran los principales problemas ambientales de la región. Mucho más que un libro de mapas, esta publicación supone el primer esfuerzo de análisis de las transformaciones que está experimentando el medio ambiente de la región, combinando precisas y espectaculares imágenes con el análisis de datos rigurosos.
Las imágienes aquí recopiladas permiten observar la riqueza y diversidad de ambientes, ecosistemas, especies y paisajes de la región. Pero también muestran como esta riqueza natural y humana se encuentra actualemente muy presionada por las pautas del los modelos de desarrollo económico predominantes, que aunque han generado recimiento económico, han producido cambios sociales y ambientales importantes.
Este Atlas constituye una herramienta imprescindible para refleccionar sobre las acciones futuras de las políticas públicas necesarias para hacer realidad un desarrollo más sostenible.
Estrategia Nacional de Cambio Climático 2050, 2019
Cambio Climático es la consecuencia de las acciones antropogénicas que ocurren debido a un aument... more Cambio Climático es la consecuencia de las acciones antropogénicas que ocurren debido a un aumento en las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera. En los pasados 20 años, tres cuartos de las emisiones de dióxido de carbono globales provienen de la quema de combustibles fósiles.
En la actualidad, Panamá, se prepara para hacerle frente al Cambio Climático elaborando una Estrategia Nacional al 2050, la cual busca establecer una hoja de ruta que nos conduzca hacia una economía baja en carbono con acciones de mitigación y adaptación los cuales a su vez nos permitirá contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Es por ello, que hemos estado realizando una serie de adecuaciones a la legislación ambiental para hacer frente a los nuevos retos ambientales; el cual busca fortalecer al país en materia de adaptación y mitigación del cambio climático. De igual forma, el Gobierno de Panamá inicio una serie de medidas para mitigar el cambio climático tales como: la Alianza por el millón, la Estrategia Nacional de REDD+, que están consideradas en la Estrategia Nacional Forestal.
Con esta Estrategia, Panamá se encamina hacia una economía verde como parte de la agenda climática de país, la cual debe continuar consolidándose sobre la base de una política pública nacional que mantenga el balance entre el crecimiento económico, la integración social y la gestión ambiental como ejes que impulsan el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
Tercera Comunicación Nacional sobre Cambio Climático, 2019
La Tercera Comunicación Nacional (TCN) de Panamá sobre Cambio Climático se presenta como parte de... more La Tercera Comunicación Nacional (TCN) de Panamá sobre Cambio Climático se presenta como parte de los compro¬misos adquiridos por el país ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Panamá presenta a su vez, el Primer Informe Bienal de Actualización (PIBA) ante la CMNUCC, en un esfuerzo conjunto con la TCN y en donde ambos documentos presentan medidas de mitigación actualizadas. Una de las diferencias entre dichos documentos recae principal¬mente en el año de referencia para la elaboración de los Inventarios Nacionales de Gases de Efecto invernadero (INGEI), ya que dentro de la TCN los años seleccionados fueron 2005 y 2010 mientras que para el PIBA fue el 2013. La experiencia adquirida por Panamá para hacer frente al cambio climático, propicia un verdadero manejo compar¬tido, incluyente y abarcador entre todos los actores involucrados, así como facilita las acciones de mitigación y adaptación que a su vez permiten un mayor alcance en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En ese sentido, el grupo de trabajo coordinado por la Dirección de Cambio Climático (DCC) del Ministerio de Ambiente (MIAMBIENTE) es un reflejo del fortalecimiento tanto de la capacidad técnica como institucional para el cumplimiento de las obligaciones nacionales ante la Convención de Cambio Climático. La TCN, expone las evidencias sobre la vulnerabilidad frente a los efectos del cambio climático, y su relación con los procesos de cambio de uso, uso de la tierra y la silvicultura (UTCUTS) que son uno de los principales responsables de las emisiones de Gases de Efecto inverna¬dero (GEI). También destaca la evaluación de la transición de la República de Panamá hacia una Economía Baja en Emisiones de Carbono. La Tercera Comunicación Nacional (TCN) de Panamá sobre Cambio Climático se presenta como parte de los compro¬misos adquiridos por el país ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Panamá presenta a su vez, el Primer Informe Bienal de Actualización (PIBA) ante la CMNUCC, en un esfuerzo conjunto con la TCN y en donde ambos documentos presentan medidas de mitigación actualizadas. Una de las diferencias entre dichos documentos recae principal¬mente en el año de referencia para la elaboración de los Inventarios Nacionales de Gases de Efecto invernadero (INGEI), ya que dentro de la TCN los años seleccionados fueron 2005 y 2010 mientras que para el PIBA fue el 2013. La experiencia adquirida por Panamá para hacer frente al cambio climático, propicia un verdadero manejo compar¬tido, incluyente y abarcador entre todos los actores involucrados, así como facilita las acciones de mitigación y adaptación que a su vez permiten un mayor alcance en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En ese sentido,el grupo de trabajo coordinado por la Dirección de Cambio Climático (DCC) del Ministerio de Ambiente (MIAMBIENTE) es un reflejo del fortalecimiento tanto de la capacidad técnica como institucional para el cumplimiento de las obligaciones nacionales ante la Convención de Cambio Climático. La TCN, expone las evidencias sobre la vulnerabilidad frente a los efectos del cambio climático, y su relación con los procesos de cambio de uso, uso de la tierra y la silvicultura (UTCUTS) que son uno de los principales responsables de las emisiones de Gases de Efecto inverna¬dero (GEI). También destaca la evaluación de la transición de la República de Panamá hacia una Economía Baja en Emisiones de Carbono.
En la actualidad, Panamá es un país multicultural que durante la época colonial, su posición y características geográficas contribuyeron a potenciar su función como lugar de transmercancías hacia la metrópoli. Posteriormente, la construcción del ferrocarril transístmico y del Canal de Panamá, permitieron la convergencia de diferentes culturas que a través de los años y de la convi¬vencia pacífica, han convertido el país en un “entramado de razas” donde se practican los principales credos, filosofías y religiones del mundo.
Asimismo, se aborda la dimensión de desarrollo humano, donde muestra que a nivel de país se han logrado avances significativos en las principales dimensiones de salud humana y esperanza de vida, educación y el ingreso per cápita. También, en cuanto a la dimensión salud y espe¬ranza de vida se tiene el mayor avance, dado los esfuerzos en las últimas décadas por reducir la tasa de mortalidad de la población.
Panamá es un país con un alto crecimiento económico y avanza en su lucha ante la desigualdad en los niveles de ingresos de las distintas regiones del país, así como en aumentar el nivel de prestación de servicios básicos y empleos de mayor calidad. El país se destaca por tener uno de los ingresos per cápita más altos de América Latina, así como una amplia gama de servicios de transporte y logística que permiten enfrentar los retos globales actuales.
En la actualidad, Panamá es un país multicultural que durante la época colonial, su posición y características geográficas contribuyeron a potenciar su función como lugar de transmercancías hacia la metrópoli. Posteriormente, la construcción del ferrocarril transístmico y del Canal de Panamá, permitieron la convergencia de diferentes culturas que a través de los años y de la convivencia pacífica, han convertido el país en un “entramado de razas” donde se practican los principales credos, filosofías y religiones del mundo.
Asimismo, se aborda la dimensión de desarrollo humano, donde muestra que a nivel de país se han logrado avances significativos en las principales dimensiones de salud humana y esperanza de vida, educación y el ingreso per cápita. También, en cuanto a la dimensión salud y esperanza de vida se tiene el mayor avance, dado los esfuerzos en las últimas décadas por reducir la tasa de mortalidad de la población. Panamá es un país con un alto crecimiento económico y avanza en su lucha ante la desigualdad en los niveles de ingresos de las distintas regiones del país, así como en aumentar el nivel de prestación de servicios básicos y empleos de mayor calidad. El país se destaca por tener uno de los ingresos per cápita más altos de América Latina, así como una amplia gama de servicios de transporte y logística que permiten enfrentar los retos globales actuales
Política Nacional de Humedales de la República de Panamá, 2019
Durante los últimos 20 años el país ha experimentado fuertes impactos económicos en los distinto... more Durante los últimos 20 años el país ha experimentado fuertes impactos económicos en los distintos sectores productivos vinculados y relacionados con la ocurrencia de fenómenos climatológicos extremos, asociados al agua.
Cerca de US$ 331.03 millones se han invertido en los últimos 5 años en reconstrucciones de asentamientos por eventos hidrometeorológicos extremos (Comité de Alto Nivel de Seguridad Hídrica, 2016), causados por eventos como precipitación extrema, deslizamientos, escasez de agua y sequías son los principales impactos de la variabilidad climática en Panamá.
Las predicciones sobre los modelos de los efectos adversos del cambio climático prevén para mediados de este siglo, anomalías extremas en los patrones de lluvia y temperatura con un comportamiento errático bipolar en la distribución de la precipitación, variabilidad del clima es fundamentalmente el resultado de dos efectos: Las variaciones generadas como respuesta a cambios en forzamientos externos y las provocadas por interacciones no lineales entre los diversos componentes del sistema climático (Sánchez-Santillán, N.; et al., 2015).
“Como resultado del fenómeno de El Niño, para el año 2015 las precipitaciones, comparadas con el promedio interanual de los últimos 30 años, mostraron déficit en gran parte del país y aumentos significativos en otras. La disminución del volumen de precipitaciones llegó a niveles muy altos en la mayor parte de la vertiente del Pacífico, incluida la Cuenca del Canal” (Comité de Alto Nivel de Seguridad Hídrica 2016).
Estos ecosistemas, en sus muy diversas formas, tamaños y características, son parte fundamental del ciclo hidrológico y revisten una gran importancia para regular la cantidad, calidad y seguridad de los recursos hídricos (Convención Ramsar, 2005). La alteración de las lluvias por el fenómeno El Niño 2015-2016 en la Cuenca del Canal afectó los niveles de los embalses de Gatún y Alhajuela, registrando a mediados de mayo de 2016, los niveles más bajos en 103 años. De repetirse esta situación con igual o mayor intensidad, se podría poner en riesgo la disponibilidad de agua potable que se extrae de los lagos del Canal y comprometer su operación (Comité de Alto Nivel de Seguridad Hídrica, 2016).
La acción concertada de la sociedad panameña, a través de instrumentos de política orientados a la conservación y aprovechamiento sostenible de los humedales es clave para nuestro país, tomando en consideración la gran importancia que representan para el desarrollo económico y social de la República de Panamá, para la conservación de la biodiversidad y las oportunidades de mitigación y adaptación al cambio climático que ofrecen estos ecosistemas, contar con Política Nacional de Humedales, es imperativo.
Es por ello, que se ha desarrollado esta Política para la conservación y uso sostenible de los humedales, un ecosistema que contribuye contra la mitigación y adaptación a los impactos negativos del cambio climático.
El Ministerio de Ambiente de la República de Panamá (anteriormente Autoridad Nacional del Ambiente, ANAM), genera este documento como resultado de la revisión realizada a la última versión de la PNH del proceso consulta que se inició en 2010; y lo cual ahora se retomó para validarlo por medio de la formulación participativa en espacios de diálogo, con instituciones públicas y con representantes del sector privado, del mismo modo junto a representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) y organizaciones de base comunitaria (OBC), que fueron presentados y llevados a consulta ciudadana en diversos puntos del país.
En ese proceso contó con el apoyo del Comité Nacional de Humedales, creado mediante Resolución AG-0038-2007, resultando finalmente en un borrador que consideró los aportes de los distintos sectores y actores, privados, públicos, socioeconómicos, culturales, étnicos, entre otros.
Sin embargo, debido al tiempo transcurrido, se requirió actualizar los productos alcanzados hasta hoy a través de un proceso de diálogo multisectorial, acompañado de una consulta pública con los actores pertinentes, tanto públicos como privados, para concluir el proceso de formulación de la Política Nacional de Humedales y su Plan de Acción mediante su aprobación y publicación en Gaceta Oficial.
Este instrumento basa su implementación en cuatro pilares, denominados Ámbitos de Gestión. El primero se titula Gestión Integral de Humedales, el segundo Aplicación y cumplimiento del marco regulatorio, el tercero Generación y gestión de información y conocimiento; el cuarto Gobernanza ambiental. Los cuales se sustentan en los principios de Interés Público, Precautorio, Enfoque ecosistémico, Equilibrio ecológico, Participación social, Respeto a la diversidad cultural, Principio de Información, educación y sensibilización, Principio de responsabilidad y Gestión adaptativa, descritos más adelante. acción concertada de la sociedad panameña, a través de instrumentos de política orientados a la conservación y aprovechamiento sostenible de los humedales es clave para nuestro país, tomando en consideración la gran importancia que representan para el desarrollo económico y social de la República de Panamá, para la conservación de la biodiversidad y las oportunidades de mitigación y adaptación al cambio climático que ofrecen estos ecosistemas, contar con Política Nacional de Humedales, es imperativo.
Es por ello, que se ha desarrollado esta Política para la conservación y uso sostenible de los humedales, un ecosistema que contribuye contra la mitigación y adaptación a los impactos negativos del cambio climático.
El Ministerio de Ambiente de la República de Panamá (anteriormente Autoridad Nacional del Ambiente, ANAM), genera este documento como resultado de la revisión realizada a la última versión de la PNH del proceso consulta que se inició en 2010; y lo cual ahora se retomó para validarlo por medio de la formulación participativa en espacios de diálogo, con instituciones públicas y con representantes del sector privado, del mismo modo junto a representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) y organizaciones de base comunitaria (OBC), que fueron presentados y llevados a consulta ciudadana en diversos puntos del país.
En ese proceso contó con el apoyo del Comité Nacional de Humedales, creado mediante Resolución AG-0038-2007, resultando finalmente en un borrador que consideró los aportes de los distintos sectores y actores, privados, públicos, socioeconómicos, culturales, étnicos, entre otros.
Sin embargo, debido al tiempo transcurrido, se requirió actualizar los productos alcanzados hasta hoy a través de un proceso de diálogo multisectorial, acompañado de una consulta pública con los actores pertinentes, tanto públicos como privados, para concluir el proceso de formulación de la Política Nacional de Humedales y su Plan de Acción mediante su aprobación y publicación en Gaceta Oficial.
Este instrumento basa su implementación en cuatro pilares, denominados Ámbitos de Gestión. El primero se titula Gestión Integral de Humedales, el segundo Aplicación y cumplimiento del marco regulatorio, el tercero Generación y gestión de información y conocimiento; el cuarto Gobernanza ambiental. Los cuales se sustentan en los principios de Interés Público, Precautorio, Enfoque ecosistémico, Equilibrio ecológico, Participación social, Respeto a la diversidad cultural, Principio de Información, educación y sensibilización, Principio de responsabilidad y Gestión adaptativa, descritos más adelante.
Estrategia Nacional de Biodiversidad y Plan de Acción 2018-2050, 2019
En la Décima Conferencia de las Partes (COP) del Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD, por s... more En la Décima Conferencia de las Partes (COP) del Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD, por sus siglas en Inglés), realizada en octubre del 2010 en la ciudad de Nagoya, Japón, mediante la Decisión X/2, se instó a los países a actualizar sus estrategias nacionales y a elaborar planes de acción, que llevaran al cumplimiento de los objetivos del Convenio y el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica, con inclusión de las Metas de Aichi para el periodo 2011-2020.
Panamá, que forma parte de este Convenio desde 1995, asumió este reto y durante los primeros 5 años de la década 2010-2020, implementó acciones orientadas a avanzar en el cumplimiento de las mencionadas Metas y atender los compromisos ante el CBD.
Para el año 2016, el Ministerio de Ambiente de la República de Panamá, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), inicia el proyecto “Planificación Nacional en materia de Diversidad Biológica para apoyar la implementación del Plan Estratégico del CDB 2011-2020 en Panamá”, cuyo objetivo principal es integrar las obligaciones de Panamá en el marco del CBD, en sus marcos de desarrollo nacional y planificación sectorial a través de una “planificación de la biodiversidad” renovada y participativa y un proceso de elaboración de estrategias, en consonancia con la orientación global que figura en el Plan Estratégico del CBD para el mencionado periodo.
Si bien la escala de tiempo para la EPANB actualizada es para el año 2050, en el Plan de acción se realizaron estimaciones de los costos de las metas nacionales con una proyección al 2030, para que estuvieran en línea con las Metas de Aichi (2020), y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (2030). La revisión y ajustes a las actividades propuestas, y las estimaciones de costos se realizarían cada 5 años, hasta 2050. La responsabilidad de llevar a cabo esta tarea fue del Ministerio de Ambiente, con el apoyo del PNUD y consultores técnicos, quienes articularon la estrategia para lograr que este proceso fuese nacional, interactivo, con inclusión de distintos sectores de la vida nacional (tanto protagonistas de actividades económicas, como del ámbito de la planificación, la investigación, la academia y la conservación ambiental, con enfoque de género, etario y multiculturalidad). Se procuró además, tomar en cuenta los principales marcos de desarrollo que inciden en la biodiversidad, tales como: cambio climático, ordenamiento territorial y uso de suelo, reducción de pobreza, derechos de pueblos indígenas, entre otros. Para ello, se elaboraron listas de actores, a partir de información disponible, no solo en base de datos institucionales, sino también, con el apoyo de expertos y se decidió que la consulta, se realizara en tres regiones:
Región 1: Bocas del Toro, Chiriquí, Comarca Ngäbe Buglé, Nasos, Teribes. Región 2: Coclé, Herrera, Los Santos y Veraguas Región 3: Colón, Darién, Panamá, Comarca Emberá, Comarca Guna Yala, Wargandí y Madugandí.
Se escogió el taller como técnica de participación y, adicionalmente, se realizaron reuniones, entrevistas y sesiones de trabajo con equipo de profesionales a nivel institucional e interinstitucional.
Este proceso se llevó a cabo, formalmente, durante el periodo septiembre 2016 a febrero 2017, aunque ya, desde marzo de 2016 se habían iniciado los contactos con diversos sectores y hasta junio de 2017 se trabajó con expertos del Ministerio de Ambiente y otros organismos para fortalecer los aportes realizados por más de 250 participantes.
Este documento presenta los resultados de este proceso, que se sintetizan en los siguientes logros: • Presentación de un sustento teórico, metodológico y normativo para la actualización de la Estrategia Nacional de Biodiversidad y elaboración de un Plan de Acción (EPANB). • Elaboración de un análisis de la inversión en Biodiversidad y validación de la propuesta de inversión planteada en la EPANB. • Actualización de la Estrategia Nacional de Biodiversidad y elaboración de un Plan de Acción (EPANB), manteniendo los principios planteados en el 2000, mediante la incorporación de 24 metas nacionales, 5 ejes estratégicos, 16 líneas de acción, 26 acciones y 90 guías para la acción. • Definición de un horizonte temporal para la implentación del Plan de Acción: 2018-2050, en consonancia con el Plan Estratégico del CBD y los ODS. • Desarrollo de una Matriz Estratégica que enlaza metas, ejes estratégicos, líneas de acción, acciones y guías, con los principales actores relevantes para el logro de cada acción y su correspondiente presupuesto estimado. • Articulación de los componentes de la EPANB con las Metas e Aichi y los ODS.
La estructura del documento fue configurada, en forma secuencial de manera que cada acápite fuese sustentado/justificado por el anterior, a saber: Al final del documento se presenta la referencia bibliográfica utilizada y anexos que aportan información complementaria relacionada con el proceso desarrollado.
Si bien la escala de tiempo para la EPANB actualizada es para el 2050, en el Plan de acción se realizaron estimaciones de los costos de las metas nacionales con una proyección al 2030, para que estuvieran en línea con las Metas de Aichi (2020), y los objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (2030). La revisión y ajustes a las actividades propuestas, y las estimaciones de costos se realizarían cada 5 años, hasta 2050.
La Estrategia Nacional Forestal 2050, es una respuesta visionaria de la voluntad expresada por la... more La Estrategia Nacional Forestal 2050, es una respuesta visionaria de la voluntad expresada por la ciudadanía y el Gobierno Nacional por aumentar la cobertura forestal, estimular la industria forestal sostenible, conservar nuestro patrimonio forestal como base importante de los ecosistemas y mitigar los efectos del cambio climático. La Estrategia Nacional Forestal 2050, es un instrumento que aborda las oportunidades planteadas por los miembros de la Alianza por el Millón de Hectáreas Reforestadas; y los acuerdos y convenios internacionales suscritos por Panamá.
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Papers by Emilio Sempris
Las imágenes aquí recopiladas permiten observar la riqueza de diversidad de ambientes, ecosistemas, especies y paisajes de la región. Pero también muestra como la riqueza natural y humana se encuentra actualmente muy presionada por las pautas de los modelos de desarrollo económico predominantes que aunque han generado crecimiento económico, han producido cambios sociales y ambientales importantes.
Este Atlas constituye una herramienta imprescindible para reflexionar sobre las acciones futuras y las políticas públicas necesarias para hacer realidad un desarrollo más sostenible para la América Latina y el Caribe.
El agua además de ser un recurso abundante en nuestro país representa un elemento estratégico, debido a que el Canal depende de éste para el funcionamiento óptimo y eficiente de sus operaciones. Nuestro Canal constituye un importante pilar del comercio internacional, que sustenta actividades comerciales, logísticas, y servicios financieros. Ahora con un Canal ampliado, contamos con un motor adicional para seguir impulsando nuestro crecimiento socioeconómico. La agricultura, la energía y el turismo, también están direc¬tamente relacionados con la gestión del recurso agua (abastecimiento de agua, belleza escénica, Sin embargo, en los últimos años este escenario de abun¬dancia ha sido puesto en duda, debido al aumento de los conflictos por el uso del agua. El crecimiento poblacional, el rápido desarrollo económico, la urbanización, los efectos adversos del cambio climático global y el propio deterioro ambiental continúan aumentando la presión sobre los recursos hídricos, de tal manera que se registran ya condiciones de aparente escasez, particularmente en zonas rurales y periurbanas con baja o inexis-tente inversión pública en segu¬ridad hídrica.
La gestión sostenible del agua, las infraestructuras del agua y el acceso a un suministro seguro, fiable y asequible de agua y servicios de saneamiento adecuados mejoran el nivel de vida, expanden las economías locales y promueven una mayor inclusión social. La gestión sostenible del agua es también un motor esencial para el creci¬miento verde y el desarrollo sostenible (UNESCO, 2016). Para ello, a nivel de país se ha previsto una serie de inver¬siones entre las que sobresalen el Plan de Sanidad Básica 100/0, Plan Maestro del Agro, Plan Energético Nacional, Alianza por el Millón de Hectáreas, y muchas otras iniciativas a fin de asegurar la sostenibilidad del recurso hídrico y contribuir a mejorar el bienestar social y el desarrollo económico de todos los sectores de nuestro país.
En este contexto, a fin de consolidar todas estas iniciativas, como primera medida, mediante Resolución de Gabinete No. 84 de 11 de agosto de 2015, el Gobierno de Panamá declaró el Estado de Emergencia y creó el Comité de Alto Nivel de Seguridad Hídrica, integrado por los Ministerios de Ambiente, Desarrollo Agropecuario, Obras Públicas y Salud, los Administradores Generales de la Autoridad del Canal Panamá y la Autoridad de los Servicios Públicos, la Directora del Instituto de Acueductos y Alcantarillados, el Director del Sistema Nacional de Protección Civil y el Secretario Ejecutivo de Metas Presidenciales, como los responsables de coordinar las acciones de prevención y mitigación durante el período de emergencia.
De igual manera, se le asignó al Comité de Alto Nivel la prepa¬ración del Plan Nacional de Seguridad Hídrica 2015–2050: “Agua para Todos” el cual se vislumbra como la hoja de ruta solidaria que como país debemos seguir para que el agua mejore nuestra calidad de vida, respalde nuestro crecimiento socioeconómico inclu-sivo y asegure la integridad de nuestro ambiente. El trabajo coordinado por el Comité de Alto Nivel, ha diseñado las cinco metas que se espera atender con este Plan, y han definido los retos y metas a alcanzar a corto, mediano y largo plazo.
El Plan Nacional de Seguridad Hídrica está sustentado en un diagnóstico, elaborado con la participación de 19 insti¬tuciones, representantes de todos los niveles de la admi¬nistración central y entidades descentralizadas, responsables del manejo, administración, protección y regulación los recursos hídricos, presentados y validados en foros públicos de consulta abierta con representantes de todos los sectores que utilizan el agua. El mismo contiene un diagnóstico sobre la situación de los recursos hídricos en el país y los retos que se deben enfrentar a corto, mediano y largo plazo para garantizar la provisión de agua en cantidad y calidad aceptable para todos los usuarios. Derivado de los hallazgos y necesidades de intervención se ha definido un plan de acción a largo plazo que responde a cinco metas alcanzables en un horizonte de 35 años, que son
Meta No. 1: Acceso universal a agua de calidad y servicios de saneamiento.
Meta No. 2: Agua para el crecimiento socioeconómico inclusivo.
Meta No. 3: Gestión preventiva de los riesgos relacionados con el agua.
Meta No. 4: Cuencas hidrográficas saludables.
Meta No. 5: Sostenibilidad hídrica.
Para cada una se definieron acciones concretas y los respectivos proyectos y/o actividades que deben precisar las inversiones y prioridades a realizarse a corto, mediano y largo plazo para garantizar las fuentes hídricas y el suministro de agua que necesita Panamá para seguir creciendo equitativamente en un ambiente sano.
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Las imágienes aquí recopiladas permiten observar la riqueza y diversidad de ambientes, ecosistemas, especies y paisajes de la región. Pero también muestran como esta riqueza natural y humana se encuentra actualemente muy presionada por las pautas del los modelos de desarrollo económico predominantes, que aunque han generado recimiento económico, han producido cambios sociales y ambientales importantes.
Este Atlas constituye una herramienta imprescindible para refleccionar sobre las acciones futuras de las políticas públicas necesarias para hacer realidad un desarrollo más sostenible.
En la actualidad, Panamá, se prepara para hacerle frente al Cambio Climático elaborando una Estrategia Nacional al 2050, la cual busca establecer una hoja de ruta que nos conduzca hacia una economía baja en carbono con acciones de mitigación y adaptación los cuales a su vez nos permitirá contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible.
Es por ello, que hemos estado realizando una serie de adecuaciones a la legislación ambiental para hacer frente a los nuevos retos ambientales; el cual busca fortalecer al país en materia de adaptación y mitigación del cambio climático. De igual forma, el Gobierno de Panamá inicio una serie de medidas para mitigar el cambio climático tales como: la Alianza por el millón, la Estrategia Nacional de REDD+, que están consideradas en la Estrategia Nacional Forestal.
Con esta Estrategia, Panamá se encamina hacia una economía verde como parte de la agenda climática de país, la cual debe continuar consolidándose sobre la base de una política pública nacional que mantenga el balance entre el crecimiento económico, la integración social y la gestión ambiental como ejes que impulsan el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
Panamá presenta a su vez, el Primer Informe Bienal de Actualización (PIBA) ante la CMNUCC, en un esfuerzo conjunto con la TCN y en donde ambos documentos presentan medidas de mitigación actualizadas. Una de las diferencias entre dichos documentos recae principal¬mente en el año de referencia para la elaboración de los Inventarios Nacionales de Gases de Efecto invernadero (INGEI), ya que dentro de la TCN los años seleccionados fueron 2005 y 2010 mientras que para el PIBA fue el 2013.
La experiencia adquirida por Panamá para hacer frente al cambio climático, propicia un verdadero manejo compar¬tido, incluyente y abarcador entre todos los actores involucrados, así como facilita las acciones de mitigación y adaptación que a su vez permiten un mayor alcance en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En ese sentido, el grupo de trabajo coordinado por la Dirección de Cambio Climático (DCC) del Ministerio de Ambiente (MIAMBIENTE) es un reflejo del fortalecimiento tanto de la capacidad técnica como institucional para el cumplimiento de las obligaciones nacionales ante la Convención de Cambio Climático.
La TCN, expone las evidencias sobre la vulnerabilidad frente a los efectos del cambio climático, y su relación con los procesos de cambio de uso, uso de la tierra y la silvicultura (UTCUTS) que son uno de los principales responsables de las emisiones de Gases de Efecto inverna¬dero (GEI). También destaca la evaluación de la transición de la República de Panamá hacia una Economía Baja en Emisiones de Carbono.
La Tercera Comunicación Nacional (TCN) de Panamá sobre Cambio Climático se presenta como parte de los compro¬misos adquiridos por el país ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Panamá presenta a su vez, el Primer Informe Bienal de Actualización (PIBA) ante la CMNUCC, en un esfuerzo conjunto con la TCN y en donde ambos documentos presentan medidas de mitigación actualizadas. Una de las diferencias entre dichos documentos recae principal¬mente en el año de referencia para la elaboración de los Inventarios Nacionales de Gases de Efecto invernadero (INGEI), ya que dentro de la TCN los años seleccionados fueron 2005 y 2010 mientras que para el PIBA fue el 2013.
La experiencia adquirida por Panamá para hacer frente al cambio climático, propicia un verdadero manejo compar¬tido, incluyente y abarcador entre todos los actores involucrados, así como facilita las acciones de mitigación y adaptación que a su vez permiten un mayor alcance en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En ese sentido,el grupo de trabajo coordinado por la Dirección de Cambio Climático (DCC) del Ministerio de Ambiente (MIAMBIENTE) es un reflejo del fortalecimiento tanto de la capacidad técnica como institucional para el cumplimiento de las obligaciones nacionales ante la Convención de Cambio Climático.
La TCN, expone las evidencias sobre la vulnerabilidad frente a los efectos del cambio climático, y su relación con los procesos de cambio de uso, uso de la tierra y la silvicultura (UTCUTS) que son uno de los principales responsables de las emisiones de Gases de Efecto inverna¬dero (GEI). También destaca la evaluación de la transición de la República de Panamá hacia una Economía Baja en Emisiones de Carbono.
En la actualidad, Panamá es un país multicultural que durante la época colonial, su posición y características geográficas contribuyeron a potenciar su función como lugar de transmercancías hacia la metrópoli. Posteriormente, la construcción del ferrocarril transístmico y del Canal de Panamá, permitieron la convergencia de diferentes culturas que a través de los años y de la convi¬vencia pacífica, han convertido el país en un “entramado de razas” donde se practican los principales credos, filosofías y religiones del mundo.
Asimismo, se aborda la dimensión de desarrollo humano, donde muestra que a nivel de país se han logrado avances significativos en las principales dimensiones de salud humana y esperanza de vida, educación y el ingreso per cápita. También, en cuanto a la dimensión salud y espe¬ranza de vida se tiene el mayor avance, dado los esfuerzos en las últimas décadas por reducir la tasa de mortalidad de la población.
Panamá es un país con un alto crecimiento económico y avanza en su lucha ante la desigualdad en los niveles de ingresos de las distintas regiones del país, así como en aumentar el nivel de prestación de servicios básicos y empleos de mayor calidad. El país se destaca por tener uno de los ingresos per cápita más altos de América Latina, así como una amplia gama de servicios de transporte y logística que permiten enfrentar los retos globales actuales.
En la actualidad, Panamá es un país multicultural que durante la época colonial, su posición y características geográficas contribuyeron a potenciar su función como lugar de transmercancías hacia la metrópoli. Posteriormente, la construcción del ferrocarril transístmico y del Canal de Panamá, permitieron la convergencia de diferentes culturas que a través de los años y de la convivencia pacífica, han convertido el país en un “entramado de razas” donde se practican los principales credos, filosofías y religiones del mundo.
Asimismo, se aborda la dimensión de desarrollo humano, donde muestra que a nivel de país se han logrado avances significativos en las principales dimensiones de salud humana y esperanza de vida, educación y el ingreso per cápita. También, en cuanto a la dimensión salud y esperanza de vida se tiene el mayor avance, dado los esfuerzos en las últimas décadas por reducir la tasa de mortalidad de la población.
Panamá es un país con un alto crecimiento económico y avanza en su lucha ante la desigualdad en los niveles de ingresos de las distintas regiones del país, así como en aumentar el nivel de prestación de servicios básicos y empleos de mayor calidad. El país se destaca por tener uno de los ingresos per cápita más altos de América Latina, así como una amplia gama de servicios de transporte y logística que permiten enfrentar los retos globales actuales
Cerca de US$ 331.03 millones se han invertido en los últimos 5 años en reconstrucciones de asentamientos por eventos hidrometeorológicos extremos (Comité de Alto Nivel de Seguridad Hídrica, 2016), causados por eventos como precipitación extrema, deslizamientos, escasez de agua y sequías son los principales impactos de la variabilidad climática en Panamá.
Las predicciones sobre los modelos de los efectos adversos del cambio climático prevén para mediados de este siglo, anomalías extremas en los patrones de lluvia y temperatura con un comportamiento errático bipolar en la distribución de la precipitación, variabilidad del clima es fundamentalmente el resultado de dos efectos: Las variaciones generadas como respuesta a cambios en forzamientos externos y las provocadas por interacciones no lineales entre los diversos componentes del sistema climático (Sánchez-Santillán, N.; et al., 2015).
“Como resultado del fenómeno de El Niño, para el año 2015 las precipitaciones, comparadas con el promedio interanual de los últimos 30 años, mostraron déficit en gran parte del país y aumentos significativos en otras. La disminución del volumen de precipitaciones llegó a niveles muy altos en la mayor parte de la vertiente del Pacífico, incluida la Cuenca del Canal” (Comité de Alto Nivel de Seguridad Hídrica 2016).
Estos ecosistemas, en sus muy diversas formas, tamaños y características, son parte fundamental del ciclo hidrológico y revisten una gran importancia para regular la cantidad, calidad y seguridad de los recursos hídricos (Convención Ramsar, 2005). La alteración de las lluvias por el fenómeno El Niño 2015-2016 en la Cuenca del Canal afectó los niveles de los embalses de Gatún y Alhajuela, registrando a mediados de mayo de 2016, los niveles más bajos en 103 años. De repetirse esta situación con igual o mayor intensidad, se podría poner en riesgo la disponibilidad de agua potable que se extrae de los lagos del Canal y comprometer su operación (Comité de Alto Nivel de Seguridad Hídrica, 2016).
La acción concertada de la sociedad panameña, a través de instrumentos de política orientados a la conservación y aprovechamiento sostenible de los humedales es clave para nuestro país, tomando en consideración la gran importancia que representan para el desarrollo económico y social de la República de Panamá, para la conservación de la biodiversidad y las oportunidades de mitigación y adaptación al cambio climático que ofrecen estos ecosistemas, contar con Política Nacional de Humedales, es imperativo.
Es por ello, que se ha desarrollado esta Política para la conservación y uso sostenible de los humedales, un ecosistema que contribuye contra la mitigación y adaptación a los impactos negativos del cambio climático.
El Ministerio de Ambiente de la República de Panamá (anteriormente Autoridad Nacional del Ambiente, ANAM), genera este documento como resultado de la revisión realizada a la última versión de la PNH del proceso consulta que se inició en 2010; y lo cual ahora se retomó para validarlo por medio de la formulación participativa en espacios de diálogo, con instituciones públicas y con representantes del sector privado, del mismo modo junto a representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) y organizaciones de base comunitaria (OBC), que fueron presentados y llevados a consulta ciudadana en diversos puntos del país.
En ese proceso contó con el apoyo del Comité Nacional de Humedales, creado mediante Resolución AG-0038-2007, resultando finalmente en un borrador que consideró los aportes de los distintos sectores y actores, privados, públicos, socioeconómicos, culturales, étnicos, entre otros.
Sin embargo, debido al tiempo transcurrido, se requirió actualizar los productos alcanzados hasta hoy a través de un proceso de diálogo multisectorial, acompañado de una consulta pública con los actores pertinentes, tanto públicos como privados, para concluir el proceso de formulación de la Política Nacional de Humedales y su Plan de Acción mediante su aprobación y publicación en Gaceta Oficial.
Este instrumento basa su implementación en cuatro pilares, denominados Ámbitos de Gestión. El primero se titula Gestión Integral de Humedales, el segundo Aplicación y cumplimiento del marco regulatorio, el tercero Generación y gestión de información y conocimiento; el cuarto Gobernanza ambiental. Los cuales se sustentan en los principios de Interés Público, Precautorio, Enfoque ecosistémico, Equilibrio ecológico, Participación social, Respeto a la diversidad cultural, Principio de Información, educación y sensibilización, Principio de responsabilidad y Gestión adaptativa, descritos más adelante. acción concertada de la sociedad panameña, a través de instrumentos de política orientados a la conservación y aprovechamiento sostenible de los humedales es clave para nuestro país, tomando en consideración la gran importancia que representan para el desarrollo económico y social de la República de Panamá, para la conservación de
la biodiversidad y las oportunidades de mitigación y adaptación al cambio climático que ofrecen estos ecosistemas, contar con Política Nacional de Humedales, es imperativo.
Es por ello, que se ha desarrollado esta Política para la conservación y uso sostenible de los humedales, un ecosistema que contribuye contra la mitigación y adaptación a los impactos negativos del cambio climático.
El Ministerio de Ambiente de la República de Panamá (anteriormente Autoridad Nacional del Ambiente, ANAM), genera este documento como resultado de la revisión realizada a la última versión de la PNH del proceso consulta que se inició en 2010; y lo cual ahora se retomó para validarlo por medio de la formulación participativa en espacios de diálogo, con instituciones públicas y con representantes del sector privado, del mismo modo junto a representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) y organizaciones de base comunitaria (OBC), que fueron presentados y llevados a consulta ciudadana en diversos puntos del país.
En ese proceso contó con el apoyo del Comité Nacional de Humedales, creado mediante
Resolución AG-0038-2007, resultando finalmente en un borrador que consideró los aportes de los distintos sectores y actores, privados, públicos, socioeconómicos, culturales, étnicos, entre otros.
Sin embargo, debido al tiempo transcurrido, se requirió actualizar los productos alcanzados hasta hoy a través de un proceso de diálogo multisectorial, acompañado de una consulta pública con los actores pertinentes, tanto públicos como privados, para concluir el proceso de formulación de la Política Nacional de Humedales y su Plan de Acción mediante su aprobación y publicación en Gaceta Oficial.
Este instrumento basa su implementación en cuatro pilares, denominados Ámbitos de Gestión. El primero se titula Gestión Integral de Humedales, el segundo Aplicación y cumplimiento del marco regulatorio, el tercero Generación y gestión de información y conocimiento; el cuarto Gobernanza ambiental. Los cuales se sustentan en los principios de Interés Público, Precautorio, Enfoque ecosistémico, Equilibrio ecológico, Participación social, Respeto a la diversidad cultural, Principio de Información, educación y sensibilización, Principio de responsabilidad y Gestión adaptativa, descritos más adelante.
Panamá, que forma parte de este Convenio desde 1995, asumió este reto y durante los primeros 5 años de la década 2010-2020, implementó acciones orientadas a avanzar en el cumplimiento de las mencionadas Metas y atender los compromisos ante el CBD.
Para el año 2016, el Ministerio de Ambiente de la República de Panamá, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), inicia el proyecto “Planificación Nacional en materia de Diversidad Biológica para apoyar la implementación del Plan Estratégico del CDB 2011-2020 en Panamá”, cuyo objetivo principal es integrar las obligaciones de Panamá en el marco del CBD, en sus marcos de desarrollo nacional y planificación sectorial a través de una “planificación de la biodiversidad” renovada y participativa y un proceso de elaboración de estrategias, en consonancia con la orientación global que figura en el Plan Estratégico del CBD para el mencionado periodo.
Si bien la escala de tiempo para la EPANB actualizada es para el año 2050, en el Plan de acción se realizaron estimaciones de los costos de las metas nacionales con una proyección al 2030, para que estuvieran en línea con las Metas de Aichi (2020), y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (2030). La revisión y ajustes a las actividades propuestas, y las estimaciones de costos se realizarían cada 5 años, hasta 2050. La responsabilidad de llevar a cabo esta tarea fue del Ministerio de Ambiente, con el apoyo del PNUD y consultores técnicos, quienes articularon la estrategia para lograr que este proceso fuese nacional, interactivo, con inclusión de distintos sectores de la vida nacional (tanto protagonistas de actividades económicas, como del ámbito de la planificación, la investigación, la academia y la conservación ambiental, con enfoque de género, etario y multiculturalidad). Se procuró además, tomar en cuenta los principales marcos de desarrollo que inciden en la biodiversidad, tales como: cambio climático, ordenamiento territorial y uso de suelo, reducción de pobreza, derechos de pueblos indígenas, entre otros. Para ello, se elaboraron listas de actores, a partir de información disponible, no solo en base de datos institucionales, sino también, con el apoyo de expertos y se decidió que la consulta, se realizara en tres regiones:
Región 1: Bocas del Toro, Chiriquí, Comarca Ngäbe Buglé, Nasos, Teribes.
Región 2: Coclé, Herrera, Los Santos y Veraguas
Región 3: Colón, Darién, Panamá, Comarca Emberá, Comarca Guna Yala, Wargandí y Madugandí.
Se escogió el taller como técnica de participación y, adicionalmente, se realizaron reuniones, entrevistas y sesiones de trabajo con equipo de profesionales a nivel institucional e interinstitucional.
Este proceso se llevó a cabo, formalmente, durante el periodo septiembre 2016 a febrero 2017, aunque ya, desde marzo de 2016 se habían iniciado los contactos con diversos sectores y hasta junio de 2017 se trabajó con expertos del Ministerio de Ambiente y otros organismos para fortalecer los aportes realizados por más de 250 participantes.
Este documento presenta los resultados de este proceso, que se sintetizan en los siguientes logros:
• Presentación de un sustento teórico, metodológico y normativo para la actualización de la Estrategia Nacional de Biodiversidad y elaboración de un Plan de Acción (EPANB).
• Elaboración de un análisis de la inversión en Biodiversidad y validación de la propuesta de inversión planteada en la EPANB.
• Actualización de la Estrategia Nacional de Biodiversidad y elaboración de un Plan de Acción (EPANB), manteniendo los principios planteados en el 2000, mediante la incorporación de 24 metas nacionales, 5 ejes estratégicos, 16 líneas de acción, 26 acciones y 90 guías para la acción.
• Definición de un horizonte temporal para la implentación del Plan de Acción: 2018-2050, en consonancia con el Plan Estratégico del CBD y los ODS.
• Desarrollo de una Matriz Estratégica que enlaza metas, ejes estratégicos, líneas de acción, acciones y guías, con los principales actores relevantes para el logro de cada acción y su correspondiente presupuesto estimado.
• Articulación de los componentes de la EPANB con las Metas e Aichi y los ODS.
La estructura del documento fue configurada, en forma secuencial de manera que cada acápite fuese sustentado/justificado por el anterior, a saber: Al final del documento se presenta la referencia bibliográfica utilizada y anexos que aportan información complementaria relacionada con el proceso desarrollado.
Si bien la escala de tiempo para la EPANB actualizada es para el 2050, en el Plan de acción se realizaron estimaciones de los costos de las metas nacionales con una proyección al 2030, para que estuvieran en línea con las Metas de Aichi (2020), y los objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (2030). La revisión y ajustes a las actividades propuestas, y las estimaciones de costos se realizarían cada 5 años, hasta 2050.
Las imágenes aquí recopiladas permiten observar la riqueza de diversidad de ambientes, ecosistemas, especies y paisajes de la región. Pero también muestra como la riqueza natural y humana se encuentra actualmente muy presionada por las pautas de los modelos de desarrollo económico predominantes que aunque han generado crecimiento económico, han producido cambios sociales y ambientales importantes.
Este Atlas constituye una herramienta imprescindible para reflexionar sobre las acciones futuras y las políticas públicas necesarias para hacer realidad un desarrollo más sostenible para la América Latina y el Caribe.
El agua además de ser un recurso abundante en nuestro país representa un elemento estratégico, debido a que el Canal depende de éste para el funcionamiento óptimo y eficiente de sus operaciones. Nuestro Canal constituye un importante pilar del comercio internacional, que sustenta actividades comerciales, logísticas, y servicios financieros. Ahora con un Canal ampliado, contamos con un motor adicional para seguir impulsando nuestro crecimiento socioeconómico. La agricultura, la energía y el turismo, también están direc¬tamente relacionados con la gestión del recurso agua (abastecimiento de agua, belleza escénica, Sin embargo, en los últimos años este escenario de abun¬dancia ha sido puesto en duda, debido al aumento de los conflictos por el uso del agua. El crecimiento poblacional, el rápido desarrollo económico, la urbanización, los efectos adversos del cambio climático global y el propio deterioro ambiental continúan aumentando la presión sobre los recursos hídricos, de tal manera que se registran ya condiciones de aparente escasez, particularmente en zonas rurales y periurbanas con baja o inexis-tente inversión pública en segu¬ridad hídrica.
La gestión sostenible del agua, las infraestructuras del agua y el acceso a un suministro seguro, fiable y asequible de agua y servicios de saneamiento adecuados mejoran el nivel de vida, expanden las economías locales y promueven una mayor inclusión social. La gestión sostenible del agua es también un motor esencial para el creci¬miento verde y el desarrollo sostenible (UNESCO, 2016). Para ello, a nivel de país se ha previsto una serie de inver¬siones entre las que sobresalen el Plan de Sanidad Básica 100/0, Plan Maestro del Agro, Plan Energético Nacional, Alianza por el Millón de Hectáreas, y muchas otras iniciativas a fin de asegurar la sostenibilidad del recurso hídrico y contribuir a mejorar el bienestar social y el desarrollo económico de todos los sectores de nuestro país.
En este contexto, a fin de consolidar todas estas iniciativas, como primera medida, mediante Resolución de Gabinete No. 84 de 11 de agosto de 2015, el Gobierno de Panamá declaró el Estado de Emergencia y creó el Comité de Alto Nivel de Seguridad Hídrica, integrado por los Ministerios de Ambiente, Desarrollo Agropecuario, Obras Públicas y Salud, los Administradores Generales de la Autoridad del Canal Panamá y la Autoridad de los Servicios Públicos, la Directora del Instituto de Acueductos y Alcantarillados, el Director del Sistema Nacional de Protección Civil y el Secretario Ejecutivo de Metas Presidenciales, como los responsables de coordinar las acciones de prevención y mitigación durante el período de emergencia.
De igual manera, se le asignó al Comité de Alto Nivel la prepa¬ración del Plan Nacional de Seguridad Hídrica 2015–2050: “Agua para Todos” el cual se vislumbra como la hoja de ruta solidaria que como país debemos seguir para que el agua mejore nuestra calidad de vida, respalde nuestro crecimiento socioeconómico inclu-sivo y asegure la integridad de nuestro ambiente. El trabajo coordinado por el Comité de Alto Nivel, ha diseñado las cinco metas que se espera atender con este Plan, y han definido los retos y metas a alcanzar a corto, mediano y largo plazo.
El Plan Nacional de Seguridad Hídrica está sustentado en un diagnóstico, elaborado con la participación de 19 insti¬tuciones, representantes de todos los niveles de la admi¬nistración central y entidades descentralizadas, responsables del manejo, administración, protección y regulación los recursos hídricos, presentados y validados en foros públicos de consulta abierta con representantes de todos los sectores que utilizan el agua. El mismo contiene un diagnóstico sobre la situación de los recursos hídricos en el país y los retos que se deben enfrentar a corto, mediano y largo plazo para garantizar la provisión de agua en cantidad y calidad aceptable para todos los usuarios. Derivado de los hallazgos y necesidades de intervención se ha definido un plan de acción a largo plazo que responde a cinco metas alcanzables en un horizonte de 35 años, que son
Meta No. 1: Acceso universal a agua de calidad y servicios de saneamiento.
Meta No. 2: Agua para el crecimiento socioeconómico inclusivo.
Meta No. 3: Gestión preventiva de los riesgos relacionados con el agua.
Meta No. 4: Cuencas hidrográficas saludables.
Meta No. 5: Sostenibilidad hídrica.
Para cada una se definieron acciones concretas y los respectivos proyectos y/o actividades que deben precisar las inversiones y prioridades a realizarse a corto, mediano y largo plazo para garantizar las fuentes hídricas y el suministro de agua que necesita Panamá para seguir creciendo equitativamente en un ambiente sano.
Las imágienes aquí recopiladas permiten observar la riqueza y diversidad de ambientes, ecosistemas, especies y paisajes de la región. Pero también muestran como esta riqueza natural y humana se encuentra actualemente muy presionada por las pautas del los modelos de desarrollo económico predominantes, que aunque han generado recimiento económico, han producido cambios sociales y ambientales importantes.
Este Atlas constituye una herramienta imprescindible para refleccionar sobre las acciones futuras de las políticas públicas necesarias para hacer realidad un desarrollo más sostenible.
En la actualidad, Panamá, se prepara para hacerle frente al Cambio Climático elaborando una Estrategia Nacional al 2050, la cual busca establecer una hoja de ruta que nos conduzca hacia una economía baja en carbono con acciones de mitigación y adaptación los cuales a su vez nos permitirá contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible.
Es por ello, que hemos estado realizando una serie de adecuaciones a la legislación ambiental para hacer frente a los nuevos retos ambientales; el cual busca fortalecer al país en materia de adaptación y mitigación del cambio climático. De igual forma, el Gobierno de Panamá inicio una serie de medidas para mitigar el cambio climático tales como: la Alianza por el millón, la Estrategia Nacional de REDD+, que están consideradas en la Estrategia Nacional Forestal.
Con esta Estrategia, Panamá se encamina hacia una economía verde como parte de la agenda climática de país, la cual debe continuar consolidándose sobre la base de una política pública nacional que mantenga el balance entre el crecimiento económico, la integración social y la gestión ambiental como ejes que impulsan el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
Panamá presenta a su vez, el Primer Informe Bienal de Actualización (PIBA) ante la CMNUCC, en un esfuerzo conjunto con la TCN y en donde ambos documentos presentan medidas de mitigación actualizadas. Una de las diferencias entre dichos documentos recae principal¬mente en el año de referencia para la elaboración de los Inventarios Nacionales de Gases de Efecto invernadero (INGEI), ya que dentro de la TCN los años seleccionados fueron 2005 y 2010 mientras que para el PIBA fue el 2013.
La experiencia adquirida por Panamá para hacer frente al cambio climático, propicia un verdadero manejo compar¬tido, incluyente y abarcador entre todos los actores involucrados, así como facilita las acciones de mitigación y adaptación que a su vez permiten un mayor alcance en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En ese sentido, el grupo de trabajo coordinado por la Dirección de Cambio Climático (DCC) del Ministerio de Ambiente (MIAMBIENTE) es un reflejo del fortalecimiento tanto de la capacidad técnica como institucional para el cumplimiento de las obligaciones nacionales ante la Convención de Cambio Climático.
La TCN, expone las evidencias sobre la vulnerabilidad frente a los efectos del cambio climático, y su relación con los procesos de cambio de uso, uso de la tierra y la silvicultura (UTCUTS) que son uno de los principales responsables de las emisiones de Gases de Efecto inverna¬dero (GEI). También destaca la evaluación de la transición de la República de Panamá hacia una Economía Baja en Emisiones de Carbono.
La Tercera Comunicación Nacional (TCN) de Panamá sobre Cambio Climático se presenta como parte de los compro¬misos adquiridos por el país ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Panamá presenta a su vez, el Primer Informe Bienal de Actualización (PIBA) ante la CMNUCC, en un esfuerzo conjunto con la TCN y en donde ambos documentos presentan medidas de mitigación actualizadas. Una de las diferencias entre dichos documentos recae principal¬mente en el año de referencia para la elaboración de los Inventarios Nacionales de Gases de Efecto invernadero (INGEI), ya que dentro de la TCN los años seleccionados fueron 2005 y 2010 mientras que para el PIBA fue el 2013.
La experiencia adquirida por Panamá para hacer frente al cambio climático, propicia un verdadero manejo compar¬tido, incluyente y abarcador entre todos los actores involucrados, así como facilita las acciones de mitigación y adaptación que a su vez permiten un mayor alcance en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En ese sentido,el grupo de trabajo coordinado por la Dirección de Cambio Climático (DCC) del Ministerio de Ambiente (MIAMBIENTE) es un reflejo del fortalecimiento tanto de la capacidad técnica como institucional para el cumplimiento de las obligaciones nacionales ante la Convención de Cambio Climático.
La TCN, expone las evidencias sobre la vulnerabilidad frente a los efectos del cambio climático, y su relación con los procesos de cambio de uso, uso de la tierra y la silvicultura (UTCUTS) que son uno de los principales responsables de las emisiones de Gases de Efecto inverna¬dero (GEI). También destaca la evaluación de la transición de la República de Panamá hacia una Economía Baja en Emisiones de Carbono.
En la actualidad, Panamá es un país multicultural que durante la época colonial, su posición y características geográficas contribuyeron a potenciar su función como lugar de transmercancías hacia la metrópoli. Posteriormente, la construcción del ferrocarril transístmico y del Canal de Panamá, permitieron la convergencia de diferentes culturas que a través de los años y de la convi¬vencia pacífica, han convertido el país en un “entramado de razas” donde se practican los principales credos, filosofías y religiones del mundo.
Asimismo, se aborda la dimensión de desarrollo humano, donde muestra que a nivel de país se han logrado avances significativos en las principales dimensiones de salud humana y esperanza de vida, educación y el ingreso per cápita. También, en cuanto a la dimensión salud y espe¬ranza de vida se tiene el mayor avance, dado los esfuerzos en las últimas décadas por reducir la tasa de mortalidad de la población.
Panamá es un país con un alto crecimiento económico y avanza en su lucha ante la desigualdad en los niveles de ingresos de las distintas regiones del país, así como en aumentar el nivel de prestación de servicios básicos y empleos de mayor calidad. El país se destaca por tener uno de los ingresos per cápita más altos de América Latina, así como una amplia gama de servicios de transporte y logística que permiten enfrentar los retos globales actuales.
En la actualidad, Panamá es un país multicultural que durante la época colonial, su posición y características geográficas contribuyeron a potenciar su función como lugar de transmercancías hacia la metrópoli. Posteriormente, la construcción del ferrocarril transístmico y del Canal de Panamá, permitieron la convergencia de diferentes culturas que a través de los años y de la convivencia pacífica, han convertido el país en un “entramado de razas” donde se practican los principales credos, filosofías y religiones del mundo.
Asimismo, se aborda la dimensión de desarrollo humano, donde muestra que a nivel de país se han logrado avances significativos en las principales dimensiones de salud humana y esperanza de vida, educación y el ingreso per cápita. También, en cuanto a la dimensión salud y esperanza de vida se tiene el mayor avance, dado los esfuerzos en las últimas décadas por reducir la tasa de mortalidad de la población.
Panamá es un país con un alto crecimiento económico y avanza en su lucha ante la desigualdad en los niveles de ingresos de las distintas regiones del país, así como en aumentar el nivel de prestación de servicios básicos y empleos de mayor calidad. El país se destaca por tener uno de los ingresos per cápita más altos de América Latina, así como una amplia gama de servicios de transporte y logística que permiten enfrentar los retos globales actuales
Cerca de US$ 331.03 millones se han invertido en los últimos 5 años en reconstrucciones de asentamientos por eventos hidrometeorológicos extremos (Comité de Alto Nivel de Seguridad Hídrica, 2016), causados por eventos como precipitación extrema, deslizamientos, escasez de agua y sequías son los principales impactos de la variabilidad climática en Panamá.
Las predicciones sobre los modelos de los efectos adversos del cambio climático prevén para mediados de este siglo, anomalías extremas en los patrones de lluvia y temperatura con un comportamiento errático bipolar en la distribución de la precipitación, variabilidad del clima es fundamentalmente el resultado de dos efectos: Las variaciones generadas como respuesta a cambios en forzamientos externos y las provocadas por interacciones no lineales entre los diversos componentes del sistema climático (Sánchez-Santillán, N.; et al., 2015).
“Como resultado del fenómeno de El Niño, para el año 2015 las precipitaciones, comparadas con el promedio interanual de los últimos 30 años, mostraron déficit en gran parte del país y aumentos significativos en otras. La disminución del volumen de precipitaciones llegó a niveles muy altos en la mayor parte de la vertiente del Pacífico, incluida la Cuenca del Canal” (Comité de Alto Nivel de Seguridad Hídrica 2016).
Estos ecosistemas, en sus muy diversas formas, tamaños y características, son parte fundamental del ciclo hidrológico y revisten una gran importancia para regular la cantidad, calidad y seguridad de los recursos hídricos (Convención Ramsar, 2005). La alteración de las lluvias por el fenómeno El Niño 2015-2016 en la Cuenca del Canal afectó los niveles de los embalses de Gatún y Alhajuela, registrando a mediados de mayo de 2016, los niveles más bajos en 103 años. De repetirse esta situación con igual o mayor intensidad, se podría poner en riesgo la disponibilidad de agua potable que se extrae de los lagos del Canal y comprometer su operación (Comité de Alto Nivel de Seguridad Hídrica, 2016).
La acción concertada de la sociedad panameña, a través de instrumentos de política orientados a la conservación y aprovechamiento sostenible de los humedales es clave para nuestro país, tomando en consideración la gran importancia que representan para el desarrollo económico y social de la República de Panamá, para la conservación de la biodiversidad y las oportunidades de mitigación y adaptación al cambio climático que ofrecen estos ecosistemas, contar con Política Nacional de Humedales, es imperativo.
Es por ello, que se ha desarrollado esta Política para la conservación y uso sostenible de los humedales, un ecosistema que contribuye contra la mitigación y adaptación a los impactos negativos del cambio climático.
El Ministerio de Ambiente de la República de Panamá (anteriormente Autoridad Nacional del Ambiente, ANAM), genera este documento como resultado de la revisión realizada a la última versión de la PNH del proceso consulta que se inició en 2010; y lo cual ahora se retomó para validarlo por medio de la formulación participativa en espacios de diálogo, con instituciones públicas y con representantes del sector privado, del mismo modo junto a representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) y organizaciones de base comunitaria (OBC), que fueron presentados y llevados a consulta ciudadana en diversos puntos del país.
En ese proceso contó con el apoyo del Comité Nacional de Humedales, creado mediante Resolución AG-0038-2007, resultando finalmente en un borrador que consideró los aportes de los distintos sectores y actores, privados, públicos, socioeconómicos, culturales, étnicos, entre otros.
Sin embargo, debido al tiempo transcurrido, se requirió actualizar los productos alcanzados hasta hoy a través de un proceso de diálogo multisectorial, acompañado de una consulta pública con los actores pertinentes, tanto públicos como privados, para concluir el proceso de formulación de la Política Nacional de Humedales y su Plan de Acción mediante su aprobación y publicación en Gaceta Oficial.
Este instrumento basa su implementación en cuatro pilares, denominados Ámbitos de Gestión. El primero se titula Gestión Integral de Humedales, el segundo Aplicación y cumplimiento del marco regulatorio, el tercero Generación y gestión de información y conocimiento; el cuarto Gobernanza ambiental. Los cuales se sustentan en los principios de Interés Público, Precautorio, Enfoque ecosistémico, Equilibrio ecológico, Participación social, Respeto a la diversidad cultural, Principio de Información, educación y sensibilización, Principio de responsabilidad y Gestión adaptativa, descritos más adelante. acción concertada de la sociedad panameña, a través de instrumentos de política orientados a la conservación y aprovechamiento sostenible de los humedales es clave para nuestro país, tomando en consideración la gran importancia que representan para el desarrollo económico y social de la República de Panamá, para la conservación de
la biodiversidad y las oportunidades de mitigación y adaptación al cambio climático que ofrecen estos ecosistemas, contar con Política Nacional de Humedales, es imperativo.
Es por ello, que se ha desarrollado esta Política para la conservación y uso sostenible de los humedales, un ecosistema que contribuye contra la mitigación y adaptación a los impactos negativos del cambio climático.
El Ministerio de Ambiente de la República de Panamá (anteriormente Autoridad Nacional del Ambiente, ANAM), genera este documento como resultado de la revisión realizada a la última versión de la PNH del proceso consulta que se inició en 2010; y lo cual ahora se retomó para validarlo por medio de la formulación participativa en espacios de diálogo, con instituciones públicas y con representantes del sector privado, del mismo modo junto a representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) y organizaciones de base comunitaria (OBC), que fueron presentados y llevados a consulta ciudadana en diversos puntos del país.
En ese proceso contó con el apoyo del Comité Nacional de Humedales, creado mediante
Resolución AG-0038-2007, resultando finalmente en un borrador que consideró los aportes de los distintos sectores y actores, privados, públicos, socioeconómicos, culturales, étnicos, entre otros.
Sin embargo, debido al tiempo transcurrido, se requirió actualizar los productos alcanzados hasta hoy a través de un proceso de diálogo multisectorial, acompañado de una consulta pública con los actores pertinentes, tanto públicos como privados, para concluir el proceso de formulación de la Política Nacional de Humedales y su Plan de Acción mediante su aprobación y publicación en Gaceta Oficial.
Este instrumento basa su implementación en cuatro pilares, denominados Ámbitos de Gestión. El primero se titula Gestión Integral de Humedales, el segundo Aplicación y cumplimiento del marco regulatorio, el tercero Generación y gestión de información y conocimiento; el cuarto Gobernanza ambiental. Los cuales se sustentan en los principios de Interés Público, Precautorio, Enfoque ecosistémico, Equilibrio ecológico, Participación social, Respeto a la diversidad cultural, Principio de Información, educación y sensibilización, Principio de responsabilidad y Gestión adaptativa, descritos más adelante.
Panamá, que forma parte de este Convenio desde 1995, asumió este reto y durante los primeros 5 años de la década 2010-2020, implementó acciones orientadas a avanzar en el cumplimiento de las mencionadas Metas y atender los compromisos ante el CBD.
Para el año 2016, el Ministerio de Ambiente de la República de Panamá, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), inicia el proyecto “Planificación Nacional en materia de Diversidad Biológica para apoyar la implementación del Plan Estratégico del CDB 2011-2020 en Panamá”, cuyo objetivo principal es integrar las obligaciones de Panamá en el marco del CBD, en sus marcos de desarrollo nacional y planificación sectorial a través de una “planificación de la biodiversidad” renovada y participativa y un proceso de elaboración de estrategias, en consonancia con la orientación global que figura en el Plan Estratégico del CBD para el mencionado periodo.
Si bien la escala de tiempo para la EPANB actualizada es para el año 2050, en el Plan de acción se realizaron estimaciones de los costos de las metas nacionales con una proyección al 2030, para que estuvieran en línea con las Metas de Aichi (2020), y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (2030). La revisión y ajustes a las actividades propuestas, y las estimaciones de costos se realizarían cada 5 años, hasta 2050. La responsabilidad de llevar a cabo esta tarea fue del Ministerio de Ambiente, con el apoyo del PNUD y consultores técnicos, quienes articularon la estrategia para lograr que este proceso fuese nacional, interactivo, con inclusión de distintos sectores de la vida nacional (tanto protagonistas de actividades económicas, como del ámbito de la planificación, la investigación, la academia y la conservación ambiental, con enfoque de género, etario y multiculturalidad). Se procuró además, tomar en cuenta los principales marcos de desarrollo que inciden en la biodiversidad, tales como: cambio climático, ordenamiento territorial y uso de suelo, reducción de pobreza, derechos de pueblos indígenas, entre otros. Para ello, se elaboraron listas de actores, a partir de información disponible, no solo en base de datos institucionales, sino también, con el apoyo de expertos y se decidió que la consulta, se realizara en tres regiones:
Región 1: Bocas del Toro, Chiriquí, Comarca Ngäbe Buglé, Nasos, Teribes.
Región 2: Coclé, Herrera, Los Santos y Veraguas
Región 3: Colón, Darién, Panamá, Comarca Emberá, Comarca Guna Yala, Wargandí y Madugandí.
Se escogió el taller como técnica de participación y, adicionalmente, se realizaron reuniones, entrevistas y sesiones de trabajo con equipo de profesionales a nivel institucional e interinstitucional.
Este proceso se llevó a cabo, formalmente, durante el periodo septiembre 2016 a febrero 2017, aunque ya, desde marzo de 2016 se habían iniciado los contactos con diversos sectores y hasta junio de 2017 se trabajó con expertos del Ministerio de Ambiente y otros organismos para fortalecer los aportes realizados por más de 250 participantes.
Este documento presenta los resultados de este proceso, que se sintetizan en los siguientes logros:
• Presentación de un sustento teórico, metodológico y normativo para la actualización de la Estrategia Nacional de Biodiversidad y elaboración de un Plan de Acción (EPANB).
• Elaboración de un análisis de la inversión en Biodiversidad y validación de la propuesta de inversión planteada en la EPANB.
• Actualización de la Estrategia Nacional de Biodiversidad y elaboración de un Plan de Acción (EPANB), manteniendo los principios planteados en el 2000, mediante la incorporación de 24 metas nacionales, 5 ejes estratégicos, 16 líneas de acción, 26 acciones y 90 guías para la acción.
• Definición de un horizonte temporal para la implentación del Plan de Acción: 2018-2050, en consonancia con el Plan Estratégico del CBD y los ODS.
• Desarrollo de una Matriz Estratégica que enlaza metas, ejes estratégicos, líneas de acción, acciones y guías, con los principales actores relevantes para el logro de cada acción y su correspondiente presupuesto estimado.
• Articulación de los componentes de la EPANB con las Metas e Aichi y los ODS.
La estructura del documento fue configurada, en forma secuencial de manera que cada acápite fuese sustentado/justificado por el anterior, a saber: Al final del documento se presenta la referencia bibliográfica utilizada y anexos que aportan información complementaria relacionada con el proceso desarrollado.
Si bien la escala de tiempo para la EPANB actualizada es para el 2050, en el Plan de acción se realizaron estimaciones de los costos de las metas nacionales con una proyección al 2030, para que estuvieran en línea con las Metas de Aichi (2020), y los objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (2030). La revisión y ajustes a las actividades propuestas, y las estimaciones de costos se realizarían cada 5 años, hasta 2050.