DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
Descenderemos por un marcado sendero que discurre por la vertiente norte del Barranco de Samarines hasta llegar a la misma playa. Es recomendable hacer una parada en ella ya que es un sitio muy tranquilo, a pesar de que la proximidad de la autopista del sur y del polígono industrial de Güimar sea evidente. En verano cuando el mar está en calma es aconsejable un baño en ella, así como un buen descanso en una pequeña cueva natural, si tenemos la suerte de encontrarla desocupada. Seguidamente y por la vertiente contraria del mismo barranco, después de cruzar la playa, asciende el marcado sendero en dirección a la Punta de Aguadulce y donde mas adelante se bifurca en dos, pudiendo escoger la que queramos ya que ambos van a terminar al mismo lugar; el de la izquierda es mas expuesto hacia el acantilado teniendo mejores vistas del mar, incluso podremos ver una oquedad natural en un risco, y el de la derecha está mas resguardado del viento ya que pasa muy cerca del muro de delimitación del polígono industrial. El arenoso sendero está muy marcado y delimitado por piedras, por lo que es imposible perderse o desviarse, aunque desde él parten pequeñas sendas abiertas por pescadores hacia los acantilados mas expuestos.
BREVE HISTORIA DE LA APARICIÓN DE LA VIRGEN DE CANDELARIA
La obra del fraile dominico Fray Alonso de Espinosa sobre su estancia en Tenerife fue una de las más importantes de la época porque sobre ella se han basado la mayoría de los cronistas para ilustrarse de la historia de los Guanches. Fue testigo de leyendas contadas por descendientes directos de los primeros pobladores de las Islas Canarias. Una de ellas es la Historia de Nuestra Señora de Candelaria, que la dividió en cuatro tomos narrando desde los aspectos geográficos de la Isla, pasando por la aparición de la Virgen; la conquista de la Isla y terminando por los milagros atribuidos a ésta. Cuenta como sobre el año 1390 se les apareció una imagen a dos pastores Guanches que iban con su ganado por las Playas de Chimisay en Güimar, en lo que actualmente se conoce como Playa del Socorro. Allí se reunieron todos los Menceyes Guanches a petición de Añaterve, Rey del Menceyato de Güimar para decidir que la tan preciada imagen se llevara a la Cueva de Chinguaro, residencia del Rey y allí estuviera para adorarla todo el pueblo. Años mas tarde y a petición de Antón Guanche, un Guanche prisionero por los conquistadores y retornado en una visita fugaz a la isla, se decidió llevar la Virgen a un lugar donde fuese venerada por todos los habitantes de la isla, el sitio mas idóneo de la comarca era la gran Cueva de Achbinico; se corrió la voz de tal manera que los aborígenes de todos los lugares de la isla querían peregrinar hasta la cueva para venerar a “Chaxíraxí” que era como la llamaban. Desde ese momento se crearon multitud de rutas de peregrinación por toda la región que hoy en día, cada 15 de agosto, rememoran los habitantes de Tenerife. Después de la conquista, se edificó el primer santuario para albergar a la Virgen junto a la cueva y en su lugar se colocó una imagen de San Blas, por tal motivo actualmente se llama Cueva de San Blas. Los años siguientes fueron desgraciados para el templo, ya que tuvo que reedificarse varias veces por causas climatológicas adversas como las grandes lluvias torrenciales de 1677, los terremotos causados por la erupción del Volcán de Las Arenas en Arafo en 1705 y un voraz incendio en 1789; hasta que en el año 1826 y después de reparar todos los desperfectos habidos, la imagen original de la Virgen de Candelaria desaparece en una nueva tormenta que arrasó por completo la Ermita trayendo luego la desolación al lugar. Se hizo lo imposible para recuperarla, enviando barcos por toda la costa de las islas y vigilando todas las playas, pero fue en vano ya que nunca apareció. Al año siguiente se encargó una nueva imagen al escultor tinerfeño Fernando Estévanez, realizando la que actualmente se venera en la Basílica, templo construido a partir del año 1928 y terminado en 1959 después de rebasar multitud de inconvenientes de todo tipo, entre ellos el paso de la Guerra Civil. La Basílica de la Virgen de Candelaria alberga en su interior diversas obras pictóricas que recrean el lugar de aparición en la Playa de Chimisay y una imagen muy bella de un Cristo Agonizante, también una Pila Bautismal que se cree fue donde se bautizaron a los primeros Guanches cristianizados; en el Altar Mayor está la imagen de la Virgen de Candelaria proclamada Patrona de Canarias por el Papa Clemente VIII en el año 1599.
1 comentario:
Llegué hasta tu blog de casualidad, buscando senderos por la costa y cerca de la zona metropolitana. Quería que supieras que gracias a tus indicaciones claras y tus fotos "clave" para identificar el camino disfrutamos muchísimo del paseo desde Candelaria hasta la playa de La Viuda.
Gracias por tu trabajo en el blog. Saludos y sigue adelante.
Mayte
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