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domingo, 26 de mayo de 2013

Descaro, desvergüenza, indecencia, imoralidad, impudicia y desfachatez

Descaro.

El PP rechaza declarar el 18 de julio día de condena de la dictadura.

El partido que nos gobierna, y que niega una y otra vez sus vínculos con el franquismo, desaprovecha cada ocasión que se le presenta para demostrar que su desapego es real. No puede hacerlo, sería como rechazar a su madre. Les viene que ni pintado esta cita de Henry David Thoureau en su ensayo "La desobediencia civil":
Aquellos que, mientras desaprueban el carácter y la necesidad de un gobierno, le conceden su adhesión y su sostén, son indudablemente sus más concienzudos paladines, y así, a menudo, el obstáculo más difícil para la reforma.
Dicho de otro modo: cuanto la tibieza no es un hecho aislado sino que es una constante, uno queda retratado. Los vínculos existen, son fuertes y no hay ninguna intención, ahora que se han apoderado del país, de disimularlo. Ni falta que les hace.

Desvergüenza.

El gobierno declara "de utilidad pública" la asociación ultraconservadora HazteOir.

Confieso que me he quedado boquiabierto con esta noticia. Tal vez esa sea la estrategia: dejarnos estupefactos y bloquear nuestra capacidad de reacción con sobredosis masivas de caradura, desvergüenza, desfachatez y desmesura. Tanta impudicia y golfería no creo que fuera previsible para muchos votantes del PP. No es que hayan sobrepasado líneas rojas, es que las están borrando del mapa. Los favores y prebendas a amigos y asociaciones afines se conceden con total desparpajo, a calzón quitado, sin rubor ni sonrojo. Los que se presentaban como un referente ético que nos libraría de la corrupción socialista.

Indecencia.

La asignatura de Religión contará para becas, nota media y repetir curso.

El Partido Popular luchó con todas sus fuerzas contra la asignatura Educación para la Ciudadanía por considerarla "adoctrinante". En contrapartida, y para demostrar que ellos no quieren implantar ideologías en la mente de los chavales, imponen en la nueva reforma educativa la religión como asignatura al mismo nivel que ciencias, lengua o inglés. Uno se queda sin palabras, sin calificativos. La sanidad o la educación deben privatizarse, pero lo religión tiene que ser pública. Por la gracia de dios.

Inmoralidad.

La delegada del Gobierno en Cataluña entrega un diploma a la División Azul.

Hace poco, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, tachaba de nazismo puro los escraches a políticos de su partido. Dejando al margen la particular percepción que del nazismo tiene esta señora, me pregunto que le parecerá que alguien de la relevancia de una delegada del Gobierno participe de la consideración a unos soldados que lucharon codo con codo con las tropas de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. Yo me pregunto si no será más nazi homenajear a la verdaderamente nazi División Azul que reunirse para protestar ante los políticos que les rinden tributo.

Impudicia.

El ejército español no rinde homenaje a los republicanos muertos en Mauthausen

Por supuesto, la anterior noticia solo podía venir acompañada de otra como esta. En Europa sí saben lo que representa el republicanismo español, y por eso le rinden tributo. En Españistán, el martillo franquista se encargó de manchar la reputación de la República y la de sus defensores con toneladas de propaganda. Y como buena heredera, la derecha española continúa la tarea con permanente ninguneo y menosprecio. Lógico, por tanto, que sienta mayor simpatía por los que combatieron junto a Hitler que por aquellos que murieron peleando contra sus tropas.

Desfachatez.

El Ayuntamiento de Santoña aprueba solicitar el Principe de Asturias que inaugure el monumento a Carrero Blanco.

Dicen que no hay connotaciones políticas. Por supuesto. Que la iniciativa parta de Falange es irrelevante, desde luego. Debe ser que Carrero, antes de formar parte del gobierno de Franco, ya era famoso por promocionar las anchoas de Santoña. Seguro que en Alemania son frecuentas los homenajes a las víctimas del plan Valquiria para matar a Hitler. Total, hijo predilecto de su localidad natal puede serlo cualquiera, no importa lo que haya hecho en vida. Me pregunto que dirá el sermoneador oficial del reino desde su atalaya de La Sexta. Me refiero a Miguel Ángel Revilla, y al concejal del partido del que Revilla es secretario general, que también apoya la medida.

lunes, 29 de abril de 2013

Siete formas de intentar entender a los defensores del sistema

Por increíble que parezca aún hay quien se revuelve cuando escucha o lee a alguien despotricar contra el sistema y criticar con saña la ruina y la miseria a la que nos está llevando. No parecen importar ni los altos niveles que estamos alcanzando en pobreza infantil, ni el paro absolutamente desbocado que sufrimos, y que no bajará a corto plazo, ni otros indicadores a la baja como las inversiones en educación, investigación o sanidad. Todo ello crucial para la prosperidad de los ciudadanos de un país.

¿Qué demonios le puede pasar a uno por la cabeza cuando escucha o lee a alguien defender con uñas y dientes la vigencia de un sistema que está desencadenando nuestro ingreso directo en el tercer mundo? Y lo que es más relevante, ¿qué lleva a alguien a erigirse en furibundo defensor de semejante estado de cosas? Se me ocurre especular con algunas alternativas.

1) Defienden el sistema porque se benefician de él. En este caso, poco queda por añadir. Es lógico que un beneficiario de algo se rompa la cara por aquello de lo que se aprovecha. Lo que pasa es que su ganancia es hoy día la penuria de millones. Es el máximo egoísmo, el individualismo llevado al extremo. No hace falta decir que, en este caso, estamos hablando de verdaderos hijos de puta.

2) Defienden el sistema por pura esclavitud ideológica. Están viviendo su momento, el PP gobierna de manera casi plenipotenciaria, haciendo gala de un sentido patrimonialista del poder. ¿Cuándo se ha visto algo así antes? ¿Durante el felipismo de los años 80, quizá? Aquello fue nefasto, siempre lo han repetido. Qué mejor manera de demostrarlo que repitiendo la jugada ahora que pueden permitírselo, ¿verdad?. Da igual lo que observen a su alrededor, la consigna del jefe anula cualquier atisbo de libertad de criterio. Y la palabra DEMOCRACIA asoma a sus labios cuatro de cada cinco, la misma democracia que no les parecía tan bien cuando no eran los suyos los que detentaban el poder. ¿A quién van a hacer caso, al líder o a sus propios ojos? A Winston Smith le costó todo un libro (el 1984 de Orwell) pero al final se rindió ante las pretensiones totalitarias del Ingsoc, lo que le costó, en premio, acabar su vida con una bala en la cabeza. En España, hasta que algunos no terminen a las puertas de la indigencia no se van a dar cuenta de que les está costando su fidelidad ideológica.

3) Defienden el sistema por miedo al cambio. Miedo e incertidumbre ante ese posible cambio. ¿Qué vendrá a continuación? ¿Será mejor o peor? ¿Nos adaptaremos o el esfuerzo por adaptarse será excesivo? Mmmm... me quedo como estoy, mejor malo conocido que bueno por conocer, ¿no?. Está claro que el miedo es libre, y al españolito medio si algo no lo gusta es mojarse. Bueno, lo que no le gusta es que trascienda que se moja, que se implica y que demuestra compromiso. ¿Qué van a decir los vecinos, en el trabajo o los familiares? ¿Y si significarme me trae consecuencias? Sí, se que suena gilipollesco. La incertidumbre ante el cambio  lleva a pensar siempre en lo peor y a desechar todo lo bueno que ese cambio podría reportar. Ahora bien, pocos, muy pocos, reconocerán ese miedo, esa cobardía.

4) Defienden el sistema por pereza y desidia. Sí, parece increíble pero podemos soportar lo indecible, la mayor de las crisis y la más terrible de las depresiones...siempre que golpeen en el culo de otro. ¿Moverse, pelear, expresar visiblemente el rechazo y el enfado? Buf, y entre semana, que hay Champions... Anda, dejaos de charlotadas y dejadme tranquilo. ¿Manifestaciones? ¿Para qué sirven? Si al final los políticos hacen lo que quieren... Claro, con gente así, siempre dispuesta a recibir otra ración... ¿Cuántas veces habremos escuchado similares "argumentos"?

5) Defienden el sistema porque el cambio está impulsado por el "enemigo". Porque son unos rojos, unos perroflautas, unos antisistema que además llevan rastas, no se duchan y huelen mal... Como el sistema es tan bueno...como para ser prosistema. Pero sí, los hay, y abundan. La mayoría de las plataformas surgidas con motivo de la crisis tienen un marcado carácter izquierdista, eso es una evidencia que no podemos negar. Matar al mensajero para evitar el mensaje suele ser un recurso dictado por el prejuicio, en este caso ideológico, lo que nos lleva directamente al punto 2).

6) Defienden el sistema por ausencia de criterio propio. Oiga, que los políticos saben más de esto que nosotros. Si hacen lo que están haciendo será porque es lo mejor, que ellos entienden. Estrechamente relacionado con el punto 4) aunque también cercano al 2), abandonarse y dejarse llevar es la única opción viable para quien carece de las herramientas intelectuales más elementales. Uno pensaría que más de seis millones de parados cuando el gobierno aseguraba ser capaz de atajar el paro en dos años, deberían dar que pensar. Bueno, son tantos los indicios, tantas las evidencias de que la clase política española actúa insensible al daño producido por sus decisiones que quien no haya desarrollado sentido crítico ya está condenado a ser un zombi de por vida. Por lo general, confío, la alergia a la información se acaba pagando.

7) Defienden el sistema por verdadera y sincera fe. Vaya, al final llegamos a la fe. Niños acercándose a la hambruna, familias enteras sin ingresos ni posibilidad de tenerlos, servicios públicos otrora ejemplares precipitándose hacia el colapso... En efecto, hay quien piensa que esto es positivo, que nos traerá algo mucho mejor y que todo este sufrimiento es un paso necesario hacia el Valhalla y la puerta de entrada a un plano superior de la existencia en el que la abundancia y la profusión serán la norma imperante y lo que nos signifique ante el resto de la creación. Sí, suena como una de esas religiones chungas de telepredicador usamericano. Los medios de comunicación sistémicos, verdaderos altavoces del poder, son sus principales propagadores. Lo malo es que las creencias ciegas suelen conducir a tremendas catástrofes y a la comisión de las peores atrocidades. Y con un serio agravante: suelen ser mentira.

martes, 16 de abril de 2013

Mejor autoapuñalamiento que rebelión


Hoy he escuchado a algunos ciudadanos cercanos a mí opinar sobre las próximas huelgas previstas en el metro madrileño. Sus comentarios era denigratorios hacia el colectivo de trabajadores del metropolitano, con abundancia de lugares comunes: "deberían ir todos a la calle", "solo quieren joder a la gente", "esos vagos se merecen ir a la cola del paro"... El grado de ignorancia y desconocimiento de estas personas es sobrecogedor. Acusan a los trabajadores de Metro de Madrid únicamente de querer más dinero, cuando las protestas están encaminadas a evitar una rebaja de poder adquisitivo y varios cientos de despidos. ¿Para qué informarse? Ya han juzgado y condenado, ellos, desde la cómoda posición de quienes piensan que los demás solo viven y trabajan para servirles. El prejuicio como mejor aliado de la ignorancia.

Ojalá los trabajadores del Metro hicieran una huelga salvaje. Son un colectivo con fuerza para presionar y el suburbano supone un entramado vital para el funcionamiento de la ciudad. Cuánto echamos de menos el resto de asalariados, o al menos lo que aún conservamos algo de conciencia social, poder ejercer una presión parecida cuando los de arriba nos amenazan el sustento. Lo he mencionado otras veces en el blog: los mediocres, en lugar de buscar una mejora general para todos, lo que quieren es igualarnos por abajo, que todos lo pasemos como el que peor lo pasa. Hay que aplastar al que destaca, que es lo fácil, en lugar de intentar ponerse a su nivel, que es lo difícil. Pura mediocridad.

Me gustaría saber si el currito en España es una rara avis o en el resto de nuestro entorno europeo se dan circunstancias parecidas. Aunque supongo que nos tendríamos que comparar con la Europa mediterránea, ya que es ahí donde el grado de atraso socioeconómico que sufrimos encuentra factor de equiparación.

Duele, definitivamente, duele vivir en un país como este. Duele y agota escribir una y otra vez sobre lo mismo. Ante una injusticia, preferimos la simplicidad del autoapuñalamiento que el estrés la rebelión. No me quiero repetir más, así que enlazo otras entradas del blog en la que ya traté este tema de fondo.

Cuidado con el hijo de puta que vive a nuestro lado

La cara oculta el español medio.

Españistán duele cada día más.

Carta a ese ciudadano acrítico que todos tenemos al lado.

El Atlético de Madrid como metáfora de Españistán.

El escaso compromiso del español medio con su realidad social.

Que no nos engañen sobre la responsabilidad de la crisis.

España es una mierda y la culpa es de los españoles.

Retrato de la sociedad española, por Mariano José de Larra.

Estancados en el año 1984.

jueves, 21 de marzo de 2013

Cuidado con el hijo de puta que vive a nuestro lado

Ayer tuve el día tonto y me dio por pensar. Y pensé en esos hijos de puta que nos rodean, que están ahí, cerca, disfrazados de ciudadanos corrientes y molientes, yendo a trabajar y comprando en las tiendas, muchos de ellos en paro ahora, espero, realizando sus tareas cotidianas igual que cualquier persona normal y llevando sus vidas con la mayor de las naturalidades.

Pero no nos equivoquemos, son unos hijos de puta, y bajo esta fachada aparente de serenidad ocultan una faceta siniestra, inicua y perversa que solo sacan a relucir bajo determinadas condiciones.

¿Qué les distingue como hijos de puta? Algo muy concreto: desean el mal ajeno. O, como poco, son indiferentes ante el sufrimiento del otro. ¿Y cómo se manifiesta esta expresión de vileza y maldad? En los últimos tiempos, de varias maneras. Por ejemplo, regodeándose de cuanta familia se queda sin casa producto de los desahucios por haber vivido "por encima de sus posibilidades"; o bien atacando a los parados que ven su prestación en peligro porque "no tienen ganas de trabajar"; o cargando las tintas sobre los funcionarios a los que les bajan el sueldo porque "son unos vagos que viven de por vida del Estado"; o vituperando a los trabajadores asalariados, a los que les recortan derechos hasta el hambre, por carecer de "espíritu emprendedor" y no establecerse por su cuenta; o dando pie a la reprobación popular de los jubilados por cobrar demasiada pensión, o de los inmigrantes por desangrar el sistema de prestaciones sociales sin cotizar a cambio.


Y lo son porque, cuando el discurso de sus líderes era distinto, esta falange ciudadana hacía expresión de vehemencia entusiasta hacia idénticos entes e individuos. Porque aquellos a los que ahora desean ver hundidos hasta las cejas en el fango eran sus antaño cooperadores necesarios, aunque involuntarios. Cooperadores de cara a que los líderes de dicha falange, ante los  cuales vive rendida y entregada, disfrutaran de un minuto más en la poltrona.

Porque no hace tantos años la casta que ahora les sirve en bandeja de plata la cabeza de funcionarios, parados o asalariados, acompañada de sobrecitos de ketchup para ocultar el regusto a culpa, se jactaba de justo lo contrario. No hará ni quince años cuando los mismos que ahora estimulan el espíritu emprendedor, al tiempo que mantienen a España a la cola del mundo desarrollado en apertura de negocios, presumían de propiciar el empleo asalariado hasta alcanzar cifras históricas. Los mismitos que ahora emplean sin rubor la expresión "por encima de SUS posibilidades" reclamaban la admiración popular porque su gestión permitía que los ciudadanos pudieran pagar entonces los pisos de los que les desahucian hoy. Hablo de esa casta de gobernantes, la que se inhibió ante la llegada masiva de ilegales al calor del negocio inmobiliario que en su momento patrocinó, y que ahora se convierte en martillo del inmigrante.

El estado de cosas actual favorece la proliferación de esta especie particular de hijo de puta, amparado por una clase política que desde el poder consigue, a golpe de propaganda, legitimar conductas que estarían socialmente reprobadas en una sociedad sana y democráticamente avanzada. Sí, la intrínseca afinidad hacia el sistema imperante y los sujetos que mueven sus hilos es una cualidad esencial que adorna a esta especie hijoputil. La incondicionalidad con que se pliegan a sus dictados les hace temibles a la par que ridículos.

Y todo ello es recibido con pasmosa aquiescencia y sin rastro de desafección por parte del hijo de puta, que ve con naturalidad apartar la vista de los dramas humanos que hoy se producen, incluso con una mueca de desprecio y desagrado. Para estos ciudadanos el parado, el pensionista, el inmigrante ilegal o el mendigo no son consecuencias sistémicas: son los problemas que impiden al sistema funcionar debidamente. Por ello hay que darles cera hasta que caigan y, finalmente, desaparezcan.

¿Creen ustedes que exagero al tildar a este tipo de sujetos tan explícita y ofensivamente? Piensen que no estoy insultando a nadie en concreto, aunque a muchos al mismo tiempo. Todo depende del grado de alusión personal que cada uno encuentre al leer este texto. Ya sabe, si hoy usted menosprecia al sufriente, al desafortunado y al carente de privilegios cuando ayer le utilizaba como vehículo para entronizar a sus caudillos particulares, entonces pierda cuidado que no le estaré insultado. Llamándole hijo de puta tan solo le estaré calificando.

jueves, 28 de febrero de 2013

La alternativa a la mugre es más mugre

Uno de los grandes problemas de la política nacional es la falta de alternativa inmediata. A los golfos que nos gobiernan solo se les puede contraponer la golfería rival que representa el PSOE. Pero este partido supuestamente socialista tiene un gran problema, y que se ha tirado la torta de años gobernando en España desde que la diñó el caudillo. Desde 1977, año de la celebración de las primeras elecciones legislativas desde 1936, ha gobernado alrededor de veintiún años, siendo con mucha diferencia el partido que más tiempo ha detentado el poder a nivel nacional desde que Franco tuvo a bien palmarla.

El resultado de todo ese tiempo en la cúspide del poder, sin negarle los méritos atribuibles a quien heredó una España sumida en el subdesarrollo y la dejó recibiendo fondos de cohesión europeos a cascoporro, tampoco es que sea para enorgullecerse en demasía. De hecho, algunos capítulos de ese historial son todo un lastre que incapacita a los socialistas para erigirse en guardianes de las buenas prácticas políticas.

Todo esto viene a cuento a raíz del rifirrafe suscitado en ese monumento a la inoperancia y el despilfarro conocido como Senado. Allí, representantes peperos y sociatas se han enzarzado a cuentas de la gestión actual y pasada de la TV pública. Una senadora socialista reprochaba la tibieza de "Informe semanal", un programa histórico de TVE, con respecto al caso Bárcenas. El presidente de RTVE nombrado por el PP respondió con una ración de "ytumasismo" de manual, recordando idéntica tibieza en el mismo espacio televisivo durante los mandatos socialistas, cuando los afectados por casos de corrupción eran allegados al PSOE. No vamos a aplaudir el lamentable recurso del "y tú más", tan tristemente instalado en la política española, pero no podemos dejar de admitir que el principal partido de la oposición carece de autoridad moral para criticar no pocas cosas habida cuenta de su pasado reciente.

Y he ahí el problema, que la alternativa a la mugre actual es otra mugre, puede que con algo más de sensibilidad social, pero sin ser suficiente para considerarla otra cosa que mugre. Siempre lo he dicho: la TVE que impulsó Zapatero durante su mandato mejoró la gestión habida en tiempos aznariles, pero no por ello fue una TV ejemplar, ni de lejos. Hasta un bonobo con autismo agudo hubiera mejorado lo perpetrado por el felpudo maldito y sus secuaces, tal fue lo inmisericorde de su asalto a los medios públicos. Pero ¿ahí había que quedarse? Ni por esas, pero ahí es donde eligió quedarse el bambi ZP.


Recordemos la entrevista censurada a José María García, la continuidad que se le dio a los programas de cotilleo, la desmesurada cobertura que se le dio a la elección de Joseph Ratzinger como papichulo de moda, la misa de la mañana puntual cada domingo en La 2, los publireportajes a mayor gloria de Zapatero que emitía el Telediario 2 presentado por Pepa Bueno y de los que fui testigo... ¿Quién coño son los sociatas, qué autoridad moral tienen, para reclamar nada? Son los mangantes rivales de los mangantes que mandan ahora, y hasta que algunos no les entre eso en la mollera aquí no habrá nada que hacer.

viernes, 22 de febrero de 2013

La cara oculta del español medio

El programa de Ana Rosa Quintana, ese faro de intelectualidad que domina las mañanas televisivas españistaníes, da cobertura a las más solemnes infamias que un psicópata pueda concebir. ¿Se acuerdan de las endiabladas pesadillas que poblaban la mente del retorcido protagonista de la película La CeldaAquello era una merienda en el campo con bocadillos de pan integral al lado de lo que es capaz de ofrecernos la reina de las mañanas para forzarnos la arcada.

Lo último (que se sepa) ha sido traer a un psiquiatra que defiende apalizar adolescentes, eso sí, sin dejarles marcas. Tras leer esto, rápidamente se me ha activado algún chip interior de memoria: esto ya lo he visto antes. En efecto, debe haber algún programa defensivo de Matrix en curso porque el deja vu es correcto. Recordémoslo:

El imán de Fuengirola fue condenado a un año y tres meses de cárcel en 2004 por incitar a pegar a las mujeres en un libro titulado «La mujer en el Islam». En él, Kamal aconsejaba cómo agredir físicamente a las mujeres sin dejar rastro.
A ver, no seamos malos y expliquemos el contexto. Este psiquiatra se refiere al joven que prendió fuego con un mechero al pelo de una profesora en su centro educativo. No seré yo quien defienda lo que hizo este descerebrado, que merecería un castigo acorde con el acto perpetrado. ¿Pero es proporcional una paliza, aunque sea propinada por sus padres y con el cuidado de no dejarle moratones? ¿Qué clase de profesional médico recomienda este tipo de terapia? Ignoraba que Alex, el protagonista de La Naranja Mecánica, se hubiera licenciado en psiquiatría.

Pero no se crean que es una percepción aislada de cómo se deben hacer las cosas. Este hombre al menos tiene el detalle de mostrar lo aberrante de su doctrina en público. Parapetados tras el anonimato que proporciona Internet salen a la luz los instintos más cafres y despiadados. Si no me creen echen un vistazo a esta entrada de noviembre de 2008, donde algunos de nuestros compatriotas mostraron una indisimulada envidia por la forma de impartir justicia en un país de tan holgada tradición democrática como Irán.


¿Estamos sufriendo un retroceso en nuestra escala de valores? Quizá dicha escala nunca ha sido consustancial a la naturaleza del español medio, pero fue adoptada en aras de la inmersión europeizante que nos embargó desde los años ochenta y, ahora, se resquebraja víctima el estrés producido por la situación económica. Porque no es que ahora haya quien solo defienda agredir a menores de edad con propósitos ejemplarizantes. Qué más quisiera. Les aseguro que hay ciudadanos a quienes les importa un carajo que familias enteras se queden en la calle tras llevarse a cabo su desahucio, o que demuestran una atroz indiferencia ante el suicidio de conciudadanos suyos como remedio último a su estado de desesperación.


¿Realmente son mentalidades nuevas generadas por circunstancias nuevas? ¿O son más viejas de lo que nos gustaría admitir, pero se encontraban reprimidas por el yugo de la corrección política y una coyuntura sociopolítica desfavorable? ¿Se ven estas personas libres de ataduras para expresarse tal como son, ahora que encuentran respaldo en unos gobernantes que parecen hablarles en su mismo idioma?

jueves, 21 de febrero de 2013

Españistán duele cada día más

No vi la última gala de los premios Goya de cine, pero era de esperar que disgustase a los de siempre. Se queja Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, de que hay actores que tributan en otros países. Mira que tiene por qué callar este sujeto, que cobra dietas por alojamiento cuando tiene tres pisos en propiedad en Madrid. A este miserable habría que sacarle a palos de España. Gentuza como esta es la que hunde la imagen de un país, la que ha convertido España en Españistán, en un triste cubil de forajidos, en una fosa séptica moral. El ideólogo de la amnistía fiscal para defraudadores se pone ahora a dar lecciones... ¿La bajeza de esta casta inmunda no tiene límites?

Pero no nos equivoquemos ni desviemos el foco de donde realmente importa. Si este tipejo y quienes le acompañan no tuvieran legiones y legiones de votantes detrás esto no ocurriría. Estoy leyendo ahora un pequeño libro de Michael Hardt sobre la figura de Thomas Jefferson y la faceta revolucionaria de su pensamiento, que dio lugar a la declaración de independencia de los USA. Es un auténtico bofetón en plena jeta de aquellos que se dicen demócratas y que solo utilizan los resortes democráticos para dominar a las masas y oligarquizar el poder. Hay un momento en que se cita al filósofo holandés Spinoza de la siguiente forma: "si la población es ignorante y supersticiosa, instaurar la democracia significaría simplemente instituir el imperio de la ignorancia y la superstición". Conciso y brutal. La oligarquía dominante se asegura de que el ciudadano nunca ejercite sus facultades críticas a base de desmontar el sistema educativo público, de idiotizarle con la TV y los deportes, de poner trabas al ejercicio de sus derechos, de que nunca se entere de verdad de lo que ocurre de forma que nunca pueda tener una opinión formada sobre prácticamente nada. Aquí enlazaría con el 1984 de Orwell, la implantación del doblepensar, de los dos minutos de odio, el empleo de los eufemismos a modo de neolengua para ocultar las realidades al ciudadano... hasta alcanzar el mayor de los sometimientos. Y estamos así, en pleno 2013. Y con millones de chimpancés protohumanos celebrando que les orinen cada día en plena boca.

Hardt cuenta que Jefferson escondía en su interior un auténtico revolucionario. Defendía que una constitución no debería tener vigencia por más de veinte años, y que lo contrario supone una imposición. Es algo cuya lógica se me antoja incontestable. ¿Quién de nosotros votó nuestra actual Constitución? Jefferson sostuvo que la revolución debería ser periódica y no detenerse nunca como forma de evitar que los gobernantes terminen abusando de su pueblo. Y que, entre otras cosas, el espíritu de resistencia al gobierno quizá conlleve eventuales actos erróneos, pero que ello es preferible a que dicho espítitu nunca se manifieste. Tal cosa equivaldría a la sumisión total, añado, como la que estamos padeciendo ahora mismo. Se están riendo de todos nosotros, porque les protege nuestro desorbitado grado de sumisión y mansedumbre.

Sobre los actores... vuelve el cántaro a la fuente. Lo dije en su momento, los actores se convirtieron en titiriteros el día que se decantaron por la opción política "equivocada". Nunca antes se había puesto en cuestión el tema de las subvenciones, pero fueron hacerse públicas las mayoritarias simpatías políticas del gremio y comenzar el tiro al pichón contra ellos. A partir de ahí se cuestionó el cine español como nunca se había hecho. En Españistán ejercer la libertad ideológica se paga caro...salvo si comulgas con el gobierno de turno, ¿verdad, José Luis Garci?

Sobre las críticas a Maribel Verdú por solidarizarse con los deshauciados cuando no hará tanto hacía publicidad de hipotecas... ¿Le exigen coherencia? ¿Quién es completamente coherente a estas alturas? Y lo que es más fuerte, ¿quién pide coherencia? ¿Los que votaron a Aznar, el falangista anti Constitución que luego se erigió en su máximo baluarte? ¿Los que defienden la memoria de Fraga, el ministro franquista travestido en demócrata cuando las circunstancias se lo impusieron? ¿Los que votan a Rajoy, quizá el mandatario europeo que más rápidamente y en mayor cantidad ha incumplido sus promesas electorales? ¿Qué MIERDA de autoridad moral es esa para reclamarle nada a la Verdú? Pero este es el país de los desvergonzados, de los golfos y los granujas, donde el más infame de los canallas se arroga la potestad de impartir lecciones de moral a los demás.

¿Saben cuál ha sido la GRAN tragedia que ha sufrido este país? Que los fascistas ganaron la guerra. De tal modo, tuvieron cuarenta largos años para construir un arruinado país a su imagen y semejanza, implantando su moral en cada rincón, en cada pueblo. Mientras el fascismo era derrotado y humillado en Europa, en España, aliado con el clero, sentaba las bases de la actual Españistán. Así, en Alemania es delito invocar al Fürher mientras que aquí los alcaldes se pueden negar tranquilamente a quitar placas de calles con el nombre del caudillo. Y todo está lastrado, enmierdado, por esa herencia. La victoria fascista y su posterior dominio plenipotenciario creó todo un perfil de ciudadano: tolerante con el corrupto, sumiso con el poder, indolente ante cualquier atropello que sufra u observe. Y lo que es peor, su victoria les permitió establecer y socializar un conjunto de valores que les han permitido perdurar con cierta comodidad. Los ganadores siempre imponen su versión de los hechos, de ahí que aún pervivan valores heredados de la dictadura y que estos sean impúdicamente exhibidos sin miedo al rechazo social. En España nunca tuvimos una toma de la Bastilla, un desembarco de Normandía o una Revolución de los Claveles que nos librara de la morralla autoritaria y la colocara en el rincón churretoso de la historia que siempre ha merecido.

Y ni PSOE ni gaitas, todo está cubierto por la misma capa de mugre. Hoy el presidente del PSC ha puesto sobre la mesa la abdicación de Bribón I el matapaquidermos. Y desde el PSOE...ay, lo ca dishoooo... que no, que no, que no estamos a favoóooooo.... que eso e mu maloooooo.... Todo basura, cobardía y acomodamiento. ¿Esa es la alternativa? ¿Una simple diferencia de matices? Menudo páramo.

viernes, 25 de enero de 2013

Carta a ese ciudadano acrítico que todos tenemos al lado

Francia, año 1789. El pueblo, harto del gobierno despótico con que la monarquía castigaba a sus súbditos tomó la Bastilla y el filo de las guillotinas comenzó a brillar. La posterior revolución sentó las bases para convertir al país vecino en una nación avanzada, próspera, influyente, laica…

En España se instauró en 1931 la II República tras abolir una monarquía corrupta, pero lo que triunfó en último extremo fue el golpismo fascista que nos llevó a la dictadura, instaurándose tras ella una falsa democracia de la que proviene el régimen despótico partiticrático actual. Gracias a todo ello España es hoy un hazmerreir mundial.

A ese ciudadano acrítico que, al parecer, tanto abunda, le diría que nos hace falta una toma de la Bastilla como el comer, y que seguidamente habría que guillotinar (metafóricamente) a toda la morralla que nos impide prosperar. O al menos que habría que intentarlo, porque cualquier cosa es preferible a seguir viviendo como un zombi del sistema.

Pero lo fácil, lo sencillo, lo que no requiere ningún esfuerzo intelectual ni moral es dejarse doblegar, ceder, transigir con toda clase de abusos, permitir el saqueo continuo, hacerse cómplice de la corrupción del sistema mediante la inacción. Dejarse lobotomizar, en suma, autoconvencerse de que la mejora es imposible, negarse a cuestionar lo que nos dicen, señalar con el dedo al que levanta la voz contra este estado de cosas, convertirse en un correveidile más. Cerrarse en banda para no sufrir y apartar la vista para no darse por enterado de lo que ocurre.

Eso sí, si al final algún movimiento popular consigue algo de lo que todos nos beneficiemos, a disfrutarlo, nada de renunciar a ello. ¿Verdad? ¿Qué nos dice esto de tus valores éticos?

Tú, ciudadano acrítico, mientras de roban, además te ofreces como felpudo para que el ladrón se limpie los pies. Eres alguien que, con esa actitud, contribuye a que este país sea un poquito peor cada día. El sistema te ha fagocitado tan profundamente que lo defiendes a ultranza pese a la catarata de evidencias que lo desacreditan día a día. Pero es que, claro, ya caigo, ahora mandan los tuyos, hay que Marhuendinizarse, a ver si caen prebendas. Por todo ello te doy mi más sincera enhorabuena, hace falta una fuerza de voluntad y un convencimiento realmente titánicos para ser tan servil.

Puedes repetírtelo cuantas veces quieras porque nunca se hará verdad: todo el movimiento que percibes en contra de este Gobierno al que tú votaste no nació con él. Habrá quien se encargue de intentar convencerte que sí, que las protestas son porque el PP está en el Gobierno, pero no es cierto. El #15M y todo lo que conllevó nació con el PSOE en Moncloa, hasta 2012 los gobiernos socialistas promediaron más huelgas generales que los del PP, y con mucho más éxito, y las protestas tuvieron su comienzo tras los recortes que inició Zapatero. Puedes engañarte a tí mismo todo lo que quieras, pero no puedes engañarnos a los demás, ni convertir en verdadero lo que es falso.

No, no se trata de quitar a unos para que vuelvan los otros. A eso te lleva la pereza intelectual en la que otros, los que se benefician de que los ciudadanos no nos hagamos preguntas, te quieren sumir. A día de hoy la diferencia entre PP y PSOE es de matices, nada que pueda marcar verdaderas distancias dentro del esquema general de las cosas. Su preocupación no es ni por tí ni por mí, sino por que su posición quede lo más apuntalada posible de cara a seguir manteniendo su dominio sobre las masas.

Déjame que te lo explique: participación popular una única vez cada cuatro años, partidos políticos subvencionados, fundaciones de partidos políticos subvencionadas, sindicatos subvencionados, patronal subvencionada, dietas de alojamiento a diputados con pisos en la capital, pensiones vitalicias, varios sueldos públicos a la vez, Consejo de Estado para ex-presidentes con sueldo público, un Senado inútil y caro, sistema electoral injusto, enchufismo generalizado de familiares de políticos, Iniciativas Legislativas Populares desactivadas por el Parlamento, política de indultos arbitraria que enmienda la plana al poder judicial, opacidad de las cuentas de las administraciones públicas, jefatura del estado hereditaria y privilegiada, manipulación sistemática de los medios de comunicación públicos, desviación de dinero público a entidades privadas, trato de favor a la Iglesia Católica, relación preferente con la banca… 

¿Seguimos? ¿Después de todo lo anterior de verdad piensas que "régimen despótico partitocrático" es una expresión exagerada? ¿De verdad puedes vivir sabiendo todo esto y seguir votando a los mismos de siempre? Porque, en ese caso, tu voto en lo que te convierte es en cómplice. Sí, cómplice de unas políticas que están empobreciendo a tus compatriotas y que nos han llevado al borde de la bancarrota y la ruina total. Cómplice, lo repito para que se te quede grabado. Puedo pasar tu voto del pasado noviembre de 2011, pero hoy, en el momento actual, seguir votando lo mismo te hace más cómplice que nunca.

Sí, ciudadano acrítico, ya termino. No cabe duda de que nuestra democracia es E-JEM-PLAR y que merece la pena luchar porque siga igual. Cuando una mayoría insostenible de españoles nos encontremos en la ruina podrás darte por satisfecho. Pero te advierto una cosa. Tal vez estemos cada vez más cerca de que alguno de estos conciudadanos tuyos decida que no lo soporta más, que ya no está dispuesto a tolerar más abusos y que es necesario ir un poco más allá porque la protesta convencional no es suficiente. Ese punto de ruptura, el día que se produzca, hará que muchos como tú se pregunten qué nos ha llevado a semejante situación y qué hemos hecho cada uno de nosotros para motivarla.

martes, 4 de diciembre de 2012

El Atlético de Madrid como metáfora de Españistán


Los días previos al último derby madrileño entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid noté a los aficionados colchoneros bastante crecidos. A algunos les advertí que llevan demasiado tiempo pasando por lo mismo; siempre piensan que este año sí, que por fin van a ganar al eterno rival, pero al final ocurre lo de siempre y terminan defraudados. Y al año siguiente vuelven a caer. No hay manera de que aprendan.

En cierto modo, el Atleti me parecen una suerte de metáfora del carácter español. Es un club que siempre está queriendo ser algo que en realidad nunca ha sido (un grande, una prima donna a nivel continental), y me da la impresión de que sus expectativas se encuentran generalmente por encima de sus capacidades. Sobredimensiona cualquier pequeño logro que le haga descollar un pelín y le gusta imaginarlo como el principio del apoteósico advenimiento que el destino le tiene reservado.

Cuando por una vez esa casa alcanza la gloria (recuerden el doblete de la era Jesús Gil) rápidamente resuelve que, a partir de ese momento, la tónica imperante será el triunfo y el éxito. Desdeña lo que fue su pasado y rápidamente adopta el comportamiento de un nuevo rico, de ahí que su caída resulte tan pavorosa (recuerden las dos temporaditas en segunda división). El retorno a su consustancial inanidad le reporta cierto grado de humildad que resulta ser más falsa que Judas, porque al abrigo del menor destello ya están de nuevo imaginándose protagonistas de hazañas para los que la realidad les demuestra no estar facultados.

Y vuelta a empezar. Perder la conciencia de lo que se es, sea uno modesto, mediocre o lo que cada cual estime pertinente, supone el principio del desastre. Y eso le pasa tanto al Atleti como a Españistán.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Españistán ante el "desafío" secesionista

Desde círculos conservadores siempre se ha visto el entendimiento entre el nacionalismo periférico y la izquierda generalista española y como una suerte de relación amo-sumiso. Yo no percibo tal sumisión, solamente observo la decisión por parte de esa izquierda de tomar otra vía para resolver los problemas, de apaciguamiento si quieren, distinta al escenario de confrontación que se plantea casi siempre desde el otro lado del arco ideológico.


Hay dos maneras de ver las cosas en este asunto, y cada uno de ellos tiene sus pros y sus contras: la margen izquierda por lo general intenta negociar con el nacionalismo para intentar llegar a acuerdos que, aunque traigan concesiones (que pueden ser más o menos justas, cada caso puede ser distinto) garanticen un periodo de estabilidad y ausencia de conflicto interterritorial. La margen derecha, por contra, se reafirma en sus posiciones bajo la bandera de la dignidad y de no privilegiar a unas regiones frente a otras, la famosa asimetría (entonces ¿qué hacemos con el concierto vasco y los fueros navarros?). En el primer caso puede ocurrir que no hayan dado con la forma de poner un límite a la voracidad nacionalista (ejemplificado en la relación que tuvo Zapatero con ERC), fruto de la debilidad parlamentaria, provocando un agravio comparativo con otras zonas del país. En el segundo solo se consigue encabritar aun más a la bicha e iniciar una escalada de tensión que solo beneficia los anhelos secesionistas.
Es un tema de soluciones complejas pero que cualquier gobierno medianamente avanzado y sin ganas de liarla parda intenta solventar mediante el diálogo y el sosiego. Tenemos los casos de Quebec, Escocia, Irlanda del Norte o la antigua Checoslovaquia para darnos cuenta de que, se llegue más lejos o menos, al final es la voluntad de diálogo lo que prevalece. Incluso en Españistán el mismísimo PP se ha tragado sus propios principios (aunque a estas alturas ya sabemos que no tienen de eso, tan solo intereses) para poder pactar con el nacionalismo cuando lo ha necesitado. El concierto vasco puesto en marcha en 2002 fue auspiciado por Aznar, e inolvidable fue el calificativo de “pirómano” que Javier Arenas le dedicó a Felipe González en los años 90 por ceder el 15% del IRPF a Cataluña…para luego darles ellos el 30% en cuanto necesitaron pactar con CiU un acuerdo de investidura. Recordemos que en el mismo paquete también se comprometió la supresión del servicio militar obligatorio.
Entonces era responsabilidad y sentido de estado, no lo olvidemos. Podríamos estar horas con la doble moral que el cálculo electoral ha llevado al conservadurismo nacional a ponerse la patria por montera y agitar el fantasma del separatismo cuando le ha convenido. No hace tanto la Españistán de ZP estaba al borde de la rendición ante ETA y la disgregación del país se hacía inminente. Ahora es lo más natural oir hablar al ministro del Interior pepero acerca de la “dimensión política” del problema terrorista, y las decisiones penitenciarias que excarcelan etarras tomadas bajo el mandato popular no entrañan la menor amenaza para la integridad del Estado. Recuerdo a Zapatero diciendo “el poder no me va a cambiar” la noche del 14-N de 2004. Ya está visto que el poder inflige cambios a quien lo detenta, pero aún más a quien no.
Ya digo, no es sumisión, es otra cosa, otro “talante”, si se quiere, para afrontar los problemas, buscando desactivarlos con la esperanza de despejar el horizonte electoral inmediato. Al igual que la opción contrapuesta tiene en el núcleo de la Españistán interior un caladero de votos que no vería con buenos ojos una actitud complaciente con el Belcebú nacionalista. Sí, rindámonos ante el peso de la evidencia: el cálculo electoral lo condiciona todo en la política españistaní, tanto en tirios como en troyanos. En esa clase de manos se encuentra nuestro futuro, estimados conciudadanos.
¿Por qué aparentemente vemos los procesos autonomistas/secesionistas en otros lugares con una naturalidad imposible de aplicar en nuestro país? Que nadie dude que que si Flandes y Valonia, quizá el principal foco secesionista en la UE fuera de Españistán, se separan ocurrirá bajo un manto de cordialidad y diálogo. ¿Alguien se imagina a los belgas dándose de tortas porque los unos quieren impedir que los otros se marchen? ¿Acaso la fragmentación, formación y disolución de estados no ha ido en paralelo con el correr de la civilización? ¿Por qué debe ser el caso españistaní distinto? ¿Porque es el nuestro y lo vivimos desde dentro es motivo para considerarlo mejor y más digno de preservar? ¿A qué le tenemos miedo? Dejemos de ser tan ombliguistas, que no somos más que un país de tantos.

sábado, 17 de noviembre de 2012

¿Es España un país de hijos de puta?

Hoy me he enterado de que unos sujetos comerciaban con comida obtenida del Banco de Alimentos de Cádiz. Actuaban desde varias residencias de ancianos de la provincia y alimentaban a los residentes con esa comida, por la que además les cobraban. Si se fijan, la perversión del hecho es doble. Por un lado se aprovechan del estado de necesidad de unos ancianos en el tramo final de sus vidas y, por otro, saquean los recursos de una organización benéfica que se nutre de donaciones voluntarias y minan su credibilidad, haciendo que la próxima vez que alguien vaya a donar algo se lo piense dos veces. La ausencia de escrúpulos es mayúscula y sus consecuencias, directas.

Hechos como este llevan a preguntarme ¿es España un país de hijos de puta?

A menudo oigo como, ante el sistemático asalto al dinero público a que nos
somete la casta dirigente, alguien termina afirmando que la clase política
es reflejo de la sociedad que entre todos conformamos. ¿De verdad es así? ¿Esta explicación también sirve para el tipo de delincuencia referido? ¿Cualquiera de nosotros sería capaz de engañar a un benefactor para que nos regale bienes de primera necesidad y, después, vendérselos para nuestro provecho a personas necesitadas que, además, confían en nuestra integridad y buena fe?

Yo, personalmente, no sería capaz. Una cosa es tomarse una bebida mientras
haces la compra en el hipermercado y tirar la botella una vez la terminas
para no tener que pagarla (sí, lo confieso), y otra muy distinta estafar a
esa escala. Hace falta carecer de unos principios morales muy básicos para traspasar determinadas líneas. La pegunta es ¿los españoles somos un pueblo proclive a traspasarlas?

No, no me vale el argumento de los balones fuera. "En otros países también
pasa", me dirán. "Y qué", contesto yo. Estamos en España y es lo que ocurre dentro de este país lo que nos debe preocupar, al margen de las simetrías con otros lugares. Arrastramos un pasado de picaresca, y el transcurrir de los siglos ha convertido al pícaro en un ser simpático, bonachón y al que tener simpatía. ¿Es el tipo de delincuencia como el descrito una evolución natural de la picaresca, fruto de la tolerancia con que tradicionalmente se ha tratado?

Pero ya no es picaresca, es directamente hijoputismo. ¿Hasta qué punto
somos todos responsables de que España se haya convertido en Españistán¿De verdad que ninguno seríamos capaces de participar de una estafa de semejante calibre si nuestra impunidad estuviera asegurada?

sábado, 15 de septiembre de 2012

La prensa y el paletismo centralista

Hace poco leí a alguien sorprendido porque en el resumen de prensa que hacen en una tertulia de TVE incluyeran a La Gaceta, el periódico impreso del grupo Intereconomía. No suelo ver esas tertulias pero entiendo que la sorpresa viene porque este medio forme parte de la troika de periódicos que la cadena pública ofrece en su revista de prensa.


Veamos algunos datos. Según el último EGM, página 6 La Gaceta está en torno a los 177.000 mil lectores diarios, por debajo de medios impresos como El Día (192.000 lectores), Diario de Navarra (200.000), Última Hora (226.000), Información Alicante (241.000), La Verdad (265.000), El Faro de Vigo (274.000) o Levante (275.000). Pero es que incluso La Razón, que supera a La Gaceta, está por debajo de Heraldo de Aragón (293.000), La Nueva España (354.000), El Correo (433.000) o La Voz de Galicia (640.000), pese a que el diario que dirige Paco Marhuenda es frecuente en las revistas de prensa de esta y otras tertulias.

De aquí extraemos dos lecturas: 1) Lo que cuenta no es el número de lectores sino el impacto del titular de portada, y para eso La Gaceta es una excelente elección. Titulares de batalla a cascoporro y siempre en la misma dirección, por lo que encaja a la perfección con el nuevo estilo de televisión de partido implantado en TVE. De paso, le hacen publicidad desde la plataforma pública, que la crisis es muy dura y hay que ayudar a los amigos. 2) El centralismo madrileñista sigue teniendo un peso arrollador entre una derecha española que, lo disimule o no, siente un velado pero endémico desprecio por todo aquello que venga de fuera de la capital. Lo local siempre merecerá mayor deferencia y atención, lo cual es en el fondo una actitud de lo más provinciana, cateta y rancia.

Si se aplicara ese criterio en, por ejemplo, los espacios electorales de que disponen los partidos en época electoral, todos tendrían el mismo tiempo, con independencia de su nº de votos y su orientación ideológica. En las tertulias políticas parece que la proporcionalidad, en este caso de lectores, no es un dato relevante. Solo cuenta que tengas cabecera en el kiosko, aunque la lean cuatro gatos, y esta sea de Madrid. Hay medios escritos con más tirada y lectores, pero no están radicados en Madrid, ergo no existen. La salvedad serían El Periódico (608.000 lectores) y La Vanguardia (816.000) pero menospreciar a los dos principales diarios de la segunda ciudad del país sería un error táctico que nadie, por muchas ganas que haya, parece dispuesto a cometer. Supongo que el poso del centralismo franquista se resiste a desaparecer.

martes, 11 de septiembre de 2012

Eurovegas consolida a España como un país de servicios

Eurovegas está provocando reacciones que no me parecen todo lo proporcionadas que deberían ser. Se está aludiendo al negocio de Sheldon Adelson como un crisol del vicio en el que el juego, las drogas y, en especial, la prostitución convertirán el sur de Madrid (o donde finalmente caiga) en una nueva Sodoma. Estas críticas provienen principalmente desde posiciones de izquierda, hecho que sorprende por la moralina que traen consigo. Putas y juego: corrupción garantizada. A mí no me gusta Eurovegas pero por otros motivos.

En Madrid ya hay sendos casinos, en Torrelodones y en Aranjuez, y no tengo noticia de que esas dos poblaciones sean conocidas como los pozos negros del vicio y la delincuencia de la CAM. Sorprende que provoque tanto escándalo que Eurovegas se convierta en un imán para la prostitución cuando en Madrid hay lugares donde se practica a diario sin que aparente levantar un rechazo tan insistente y mediático. Que el cortijo de Adelson catapulte la actividad meretriz está por ver, mientras que en zonas como Montera o Villaverde es un problema YA. ¿Tiene sentido tanta protesta por lo primero cuando lo segundo es un problema a pie de calle desde hace años?


Creo que se está enfocando la cuestión de manera equivocada. La mayor pega que yo le veo al proyecto del millonario yanki no es que atraiga prostitución, drogas o delincuencia organizada, que son cosas que estarían por ver. Lo peor es lo que representa como modelo de crecimiento y desarrollo para un país como España, sumido hoy en una profundísima crisis en gran medida 

provocada por el mismo modelo que promete Eurovegas: empleo fácil y esencialmente de baja cualificación, nula planificación a largo plazo, concesiones y privilegios hacia el primer magnate que ponga dinero sobre la mesa, trato preferencial a personas de dudosa ética… y generación de una nueva burbuja basada en un negocio de futuro incierto dadas las circunstancias económicas que vive nuestro país.

Y todo ello ante el completo abandono por parte de quienes copan el poder de toda opción que suponga explorar un modelo de crecimiento basado en la ciencia, la tecnología, el I+D, la sostenibilidad, la educación de calidad, la preparación y el bienestar a largo plazo de la mayoría de ciudadanos.


El cortoplacismo por delante de la apuesta por el futuro a largo plazo. Eurovegas, si finalmente llega, proporcionará el mismo tipo de empleo que tuvieron quienes ahora no pueden pagar su hipoteca tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Esos a quienes ahora se les marca a fuego por estar 

desocupados y a los que se señala con el dedo por haber vivido “por encima de sus posibilidades".

Los promotores de Eurovegas están de nuevo apostando por aquello que, todavía hoy, nos sigue arruinando. No parecen haber comprendido que la riqueza inmediata deviene pobreza a la vuelta de pocos años. Es la consagración del modelo que nos ha llevado a la miseria. España, consolidada como un país únicamente de servicios.


Pero es que esos puestos de trabajo serán, que nadie lo dude, el logro del que los políticos harán bandera cuando haya que salir de campaña electoral. Eurovegas es, en gran medida, la gran apuesta de Esperanza Aguirre para las próximas elecciones autonómicas. Se creará empleo, y el votante es posible que lo agradezca, habituado también al contemplar únicamente el corto plazo. Cuando se está ávido de soluciones uno se aferra, en su desesperación, a cualquier cosa que le prometa una mejora. Y ahí está el político para aprovechar ese estado de necesidad y sacar tajada.


¿Y después? No hace falta estrujarse mucho la cabeza. España va a tardar años, si no décadas en poder permitirse gastar de nuevo como lo hacía en 2002. ¿Qué recorrido tendrá un negocio como Eurovegas, basado en la inversión más que incierta de capital propio? ¿Van a sostenerlo únicamente los turistas? Son los españoles los desesperados por conseguir aumentar sus ingresos. ¿Acaso esperan que el inexorable camino que llevamos hacia el subdesarrollo empuje a millones de españolitos a jugarse lo poco que tienen en sus casinos? Además, los parques temáticos españoles no paran de dar disgustos, y de eso en Madrid sabemos algo. ¿Qué viabilidad económica le presuponen con semejante panorama? Si la cosa no cuaja como se espera ¿también vamos a socializar las pérdidas?


¿Y nos vamos a detener en moralinas?

jueves, 19 de julio de 2012

El escaso compromiso del español medio con su realidad social

Escuchar según qué cosas de boca de algún que otro ciudadano me conduce a pensar que mucho de lo que nos ocurre como país lo tenemos bien merecido. Somos capaces de salir masivamente a la calle a festejar los triunfos de la selección nacional de fútbol pero no a protestar porque nos suban los impuestos o recorten nuestros derechos. Cuestionamos las decisiones de Vicente del Bosque sobre el "falso 9" hasta convertirlo en tema habitual de tertulia, pero apenas nos hacemos preguntas acerca de en qué nos atañe la reforma laboral o qué tipos de IVA son los que suben. El seleccionador nacional es objeto de crítica por tirios y troyanos, pero el partido en el gobierno solo ha de temer por aquellos que no le han votado. Los que sí lo han hecho no parecen facultados para ser críticos ni para levantar la voz contra aquello a lo que han dado su apoyo. No por nada dice el dicho que cuando un tonto coge una linde, la linde se acaba pero el tonto sigue...

En España, la política es una ramificación más de un modo de expresión que encuentra en la disputa deportiva su mayor exponente. Carl Sagan describió en su libro Miles de millones a las competiciones deportivas como un sustitutivo de las contiendas guerreras que libraron nuestros ancestos desde que vivían en cuevas. Visto así, hay que reconocer entonces la función social que cumple el deporte de alta competición: siempre será mejor que los territorios diriman sus diferencias en un terreno de juego que en un campo de batalla. Sin embargo, no conviene ir muy lejos con esta lectura. Se corre el peligro de sacralizar tanto al deporte como al deportista, hasta el extremo de convertirlos en iconos culturales que nos ocultan conceptos y valores mucho más elevados. En política ocurre otro tanto.

Una vez el ciudadano se identifica con un equipo, un mensaje o una cosmovisión es muy difícil romper el vínculo que establece con él. Frecuentemente vemos como los seguidores de ésta o aquella tendencia, sean colores deportivos, ideología política o religión, son vampirizados por sus ideales hasta convertirse en meros receptáculos de consignas cuya única función es satisfacer prejuicios e instintos de lo más primario. Una persona por lo demás normal y sociable muta a iracundo hooligan si escucha una ofensa contra su equipo del alma o toca demostrar su firmeza de principios, por irreflexivos que sean. Se va contra toda lógica si es necesario antes que admitir que no se está en posesión de, al menos, toda la razón.

De nuevo Carl Sagan, en otra inolvidable cita, ponía los puntos sobre las íes a este respecto. Queremos tener razón y quitársela al de enfrente, no cuestionarnos a nosotros mismos ni tomarnos el esfuerzo y la molestia de estar informados con un mínimo de rigor, no sea que descubramos nuestro error. El prejuicio siempre es un asidero más cómodo. La ignorancia es felicidad, dicen por ahí, y los españoles preferimos, en apariencia, ser ignorantes pero felices. El conocimiento entraña implicación, sufrimiento, problemas de conciencia y dilemas morales. Cuando conoces un hecho que merecería reacción por tu parte ya no puedes alegar ignorancia cuando miras para otro lado. En ese momento eres cómplice por omisión, desaparece la coartada moral que supone el desconocimiento. Muchos evitan llegar a ese extremo y eluden los problemas desde un principio no implicándose en nada relevante. Pero una vez dado el paso, ya solo la conciencia ejerce de barrera entre la ética y el abismo. Y ahí es donde se conoce la verdadera catadura moral de las personas.

Sí, a veces pienso que esos ciudadanos merecerían sufrir en algún momento las consecuencias de su indolencia y despreocupación. En un país donde a los poderes públicos cada día les cuesta menos agredir al ciudadano, la concienciación, la movilización y el compromiso son las únicas herramientas que pueden convertirse en motor de cambio. Un pueblo compuesto por ovejas genera un gobierno de lobos. Cuando toda esa gente compruebe cuanto le cuesta llenar la cesta de la compra por las subidas de tasas e impuestos; cuando estén obligados a desplazarse cien kilómetros para trabajar a riesgo de perder su prestación por desempleo; cuando no puedan pagar estudios superiores a sus hijos; cuando tengan que negociar de tu a tú con la empresa sus condiciones laborales por la desaparición de los convenios colectivos; cuendo tengan que arruinarse para pagar un tratamiento médico porque no hay alternativa pública... Cuando todo eso y más ocurra quizá, solo quizá, el grado de implicación y compromiso del español medio se eleve por encima del paupérrimo nivel que ha venido demostrando hasta ahora.

Cine de 2021 que ha pasado por estos ojos

A continuación dejo un listado de las películas de 2021 que han visto estos ojitos, junto con un enlace a la reseña que dejé en Filmaffinity...