El PP rechaza declarar el 18 de julio día de condena de la dictadura.
El partido que nos gobierna, y que niega una y otra vez sus vínculos con el franquismo, desaprovecha cada ocasión que se le presenta para demostrar que su desapego es real. No puede hacerlo, sería como rechazar a su madre. Les viene que ni pintado esta cita de Henry David Thoureau en su ensayo "La desobediencia civil":
Aquellos que, mientras desaprueban el carácter y la necesidad de un gobierno, le conceden su adhesión y su sostén, son indudablemente sus más concienzudos paladines, y así, a menudo, el obstáculo más difícil para la reforma.Dicho de otro modo: cuanto la tibieza no es un hecho aislado sino que es una constante, uno queda retratado. Los vínculos existen, son fuertes y no hay ninguna intención, ahora que se han apoderado del país, de disimularlo. Ni falta que les hace.
Desvergüenza.
El gobierno declara "de utilidad pública" la asociación ultraconservadora HazteOir.
Confieso que me he quedado boquiabierto con esta noticia. Tal vez esa sea la estrategia: dejarnos estupefactos y bloquear nuestra capacidad de reacción con sobredosis masivas de caradura, desvergüenza, desfachatez y desmesura. Tanta impudicia y golfería no creo que fuera previsible para muchos votantes del PP. No es que hayan sobrepasado líneas rojas, es que las están borrando del mapa. Los favores y prebendas a amigos y asociaciones afines se conceden con total desparpajo, a calzón quitado, sin rubor ni sonrojo. Los que se presentaban como un referente ético que nos libraría de la corrupción socialista.
Indecencia.
La asignatura de Religión contará para becas, nota media y repetir curso.
El Partido Popular luchó con todas sus fuerzas contra la asignatura Educación para la Ciudadanía por considerarla "adoctrinante". En contrapartida, y para demostrar que ellos no quieren implantar ideologías en la mente de los chavales, imponen en la nueva reforma educativa la religión como asignatura al mismo nivel que ciencias, lengua o inglés. Uno se queda sin palabras, sin calificativos. La sanidad o la educación deben privatizarse, pero lo religión tiene que ser pública. Por la gracia de dios.
Inmoralidad.
La delegada del Gobierno en Cataluña entrega un diploma a la División Azul.
Hace poco, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, tachaba de nazismo puro los escraches a políticos de su partido. Dejando al margen la particular percepción que del nazismo tiene esta señora, me pregunto que le parecerá que alguien de la relevancia de una delegada del Gobierno participe de la consideración a unos soldados que lucharon codo con codo con las tropas de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. Yo me pregunto si no será más nazi homenajear a la verdaderamente nazi División Azul que reunirse para protestar ante los políticos que les rinden tributo.
Impudicia.
El ejército español no rinde homenaje a los republicanos muertos en Mauthausen
Por supuesto, la anterior noticia solo podía venir acompañada de otra como esta. En Europa sí saben lo que representa el republicanismo español, y por eso le rinden tributo. En Españistán, el martillo franquista se encargó de manchar la reputación de la República y la de sus defensores con toneladas de propaganda. Y como buena heredera, la derecha española continúa la tarea con permanente ninguneo y menosprecio. Lógico, por tanto, que sienta mayor simpatía por los que combatieron junto a Hitler que por aquellos que murieron peleando contra sus tropas.
Desfachatez.
El Ayuntamiento de Santoña aprueba solicitar el Principe de Asturias que inaugure el monumento a Carrero Blanco.
Dicen que no hay connotaciones políticas. Por supuesto. Que la iniciativa parta de Falange es irrelevante, desde luego. Debe ser que Carrero, antes de formar parte del gobierno de Franco, ya era famoso por promocionar las anchoas de Santoña. Seguro que en Alemania son frecuentas los homenajes a las víctimas del plan Valquiria para matar a Hitler. Total, hijo predilecto de su localidad natal puede serlo cualquiera, no importa lo que haya hecho en vida. Me pregunto que dirá el sermoneador oficial del reino desde su atalaya de La Sexta. Me refiero a Miguel Ángel Revilla, y al concejal del partido del que Revilla es secretario general, que también apoya la medida.