Zona de protección: 7,87 ha. Zona de respeto: 11 ha.
La catedral de Bagrati debe su nombre a Bagrat III, primer rey de la Georgia unificada. Edificada entre finales del siglo X y principios del XI, esta iglesia fue parcialmente destruida por los turcos en 1691. Sus ruinas se conservan en el centro de la ciudad de Kutaisi. Los edificios principales del monasterio de Ghelati fueron construidos entre los siglos XII y XVII y forman un conjunto bien conservado, con numerosos mosaicos y pinturas murales. La catedral y el monasterio son exponentes del florecimiento de la arquitectura medieval en Georgia. (UNESCO/BPI)[1]
Zona de protección: 3,85 ha. Zona de respeto: 8,73 ha.
Las iglesias históricas de Mtskheta, capital del antiguo reino de Georgia, constituyen ejemplos excepcionales de la arquitectura religiosa medieval en la región del Cáucaso. Atestiguan el alto nivel alcanzado por las artes y la cultura en ese reino. (UNESCO/BPI)[2]
Zona de protección: 1,06 ha. Zona de respeto: 19 ha.
Preservada gracias a su prolongado aislamiento, la región caucasiana del Alto Svaneti posee un paisaje de montaña excepcional y numerosas aldeas características de la Edad Media con casas fuertes provistas de torres. La aldea de Chazhashi cuenta todavía con más de doscientas de estas edificaciones originales, destinadas a servir de viviendas y de fuertes para defenderse contra los invasores que amenazaban la región. (UNESCO/BPI)[3]
La inscripción en esta lista es la primera etapa para cualquier futura candidatura. Georgia, cuya lista indicativa fue revisada por última vez el 25 de octubre de 2013,[4] ha presentado los siguientes sitios:
Bien inmaterial inscrito en 2008 (originalmente proclamado en 2001).
Las canciones populares ocupan un lugar primordial en la cultura georgiana. Los cantos polifónicos en lengua georgiana constituyen una tradición secular en un país cuya lengua y cultura han sido oprimidos por todo tipo de invasores. Hay tres tipos de polifonía en Georgia: la polifonía compleja que se practica en Svanetia; el diálogo polifónico con un fondo de bajo continuo, que se practica en el Este de Georgia (Kajetia); y la polifonía contrastada con tres partes cantadas improvisadas, característica de Georgia occidental. El Chacrulo, que se suele cantar en las ceremonias y las fiestas, se distingue porque recurre a las metáforas y porque contiene un yodel, el krimanchuli y un “canto del gallo” que interpreta un hombre con voz de falsete. Algunos de estos cantos están asociados al cultivo de la viña y se remontan al siglo VIII. Los cantos están omnipresentes en todos los ámbitos de la vida social, desde el trabajo en el campo (el Naduri, que incorpora en la música los sonidos que imitan el esfuerzo físico) hasta los cantos de Navidad (Alilo), pasando por cantos de curación. Los himnos litúrgicos bizantinos también han incorporado la tradición polifónica georgiana hasta convertirse en una importante expresión de ésta.
Tras haber sufrido las consecuencias de las políticas culturales socialistas, la música tradicional georgiana está amenazada por el éxodo rural y por la creciente popularidad de la música pop. Los archivos de las primeras grabaciones de los cantos polifónicos en discos de vinilo datan de principios del siglo XX y no ofrecen suficientes garantías para preservarlos a largo plazo. (UNESCO/BPI)[5]
La vinificación en “kvevris” (un tipo de tinaja) se practica en toda Georgia, y más concretamente en las comunidades rurales donde se cultivan variedades de uva únicas en su género. El “kvevri” es un envase de arcilla ovoide usado para hacer fermentar el mosto y almacenar y añejar el vino. Los conocimientos y las técnicas de la vinificación y fabricación de los “kvevris” se transmiten por conducto de las familias, vecinos y amigos que participan conjuntamente en las faenas de la vendimia y la vinificación. Observando a los adultos, los niños aprenden a ocuparse de las viñas, a prensar la uva y a fermentar el vino, y también se instruyen en la recogida de arcilla y la fabricación y cocción de los kvevris. El procedimiento de vinificación consiste en prensar la uva y meter el mosto con el orujo, el escobajo y las pepitas en un “kvevri”, que se sella y entierra a continuación para que la mezcla fermente durante cinco o seis meses antes de ser consumida. La mayoría de los agricultores y muchos habitantes de zonas urbanas fabrican vino con este método. El vino desempeña un papel importante en la vida diaria de los georgianos, así como en las ceremonias y eventos de carácter religioso o civil. La bodega se sigue considerando el lugar más sagrado del hogar. La tradición de la vinificación en “kvevris” es un elemento definitorio del modo de vida de las comunidades, indisolublemente unido a su identidad y legado cultural. Los viñedos y el vino son temas frecuentemente evocados en las tradiciones orales y las canciones georgianas. (UNESCO/BPI)[6]
La evolución de la escritura georgiana ha generado tres alfabetos distintos que todavía se siguen usando actualmente, a saber: el mrgvlovani, el nuskhuri y el mkhedruli. El mrgvlovani es el alfabeto primigenio, del cual se han derivado los otros dos. La coexistencia de los tres se debe a que cumplen distintas funciones sociales y culturales, lo cual pone de manifiesto uno de los aspectos de la identidad cultural diversificada de Georgia. Su utilización cultural confiere a las comunidades georgianas un sentimiento de continuidad. Los alfabetos mrgvlovani y nuskhuri se enseñan de modo informal en la comunidad de la Iglesia Ortodoxa y Apostólica Autocéfala de Georgia y se utilizan en textos litúrgicos, salmos e himnos, así como en los iconos y otros objetos religiosos. Además de los popes, se pueden considerar usuarios y transmisores de estos dos últimos alfabetos a los orfebres, bordadores, pintores de iconos, escultores y otros artesanos tradicionales que crean objetos litúrgicos, así como a los docentes y alumnos de escuelas de teología y de algunos centros de enseñanza superior, los lingüistas, los investigadores especializados y los historiadores. La enseñanza de la lengua georgiana en el sistema educativo del país se basa en el uso del alfabeto mkhedruli, que se utiliza desde la enseñanza primaria hasta la superior. En el seno de las familias, las generaciones de más edad enseñan de modo informal a las más jóvenes este mismo alfabeto. En las escuelas del país también se enseñan a un nivel elemental tanto el alfabeto mrgvlovani como el nuskhuri. (UNESCO/BPI)[7]