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Alfarería de fuego

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Vieja friendo huevos, pintado por Velázquez en 1618. De izq. a dcha: un anafe (hornillo) con una cazuela de barro; un plato hondo ("lebrillo chico") de blanco triana; una jarra (alcuza o botija baja) con babero vidriado en verde, y una jarra de loza estannífera, decorada con motivos vegetales en azul cobalto. National Gallery of Scotland.

Alfarería de fuego, obra de fuego y ollería, son algunos de los nombres que recibe el conjunto de cacharros de barro, tanto sean de basto o con mayor frecuencia vidriados, que en la fábrica alfarera se producen con destino a tareas de cocina o de contacto con el fuego.[1]​ La clave selectiva en el trabajo de ollería son las arcillas empleadas en su fabricación, cuya composición y propiedades las hacen aptas para resistir fuentes de calor (el tradicional fuego bajo del hogar, del lar o de la hoguera), no siendo adecuadas sin embargo para producir alfarería de agua.[2]

Entre las piezas que pueden reunirse en este capítulo de la cacharrería de barro están: los diferentes tipos de vasijas de la familia de las ollas, marmitas y pucheros, los hornillos, fogones y/o anafes, los asadores,[nota 1]comales, determinado tipo de tostadores, las chocolateras y los escalfadores, los calienta-camas y/o caloríferos, las cazuelas y cacerolas de muy diferentes tamaños, además de pequeños hornos domésticos, redomas, sahumerios e incensarios, atifles o trébedes para el horno, los ladrillos de cocina y determinados tipos de baldosa, azulejos y tejas. También, por su relación con el fuego antes que por la composición de sus arcillas, podrían incluirse los candiles y palmatorias.

La lista puede ampliarse añadiendo innumerables ollas y pucheros nombrados con endemismos lingüísticos de más o menos autoridad; como por ejemplo el "tupi", la "xerreta" o el "xinete" de cuatro asas.[3]

Desuso, desarraigo y desaparición

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La historia de la "obra de fuego" es un capítulo más del eclipse cultural artesano. Objetos que durante siglos fueron imprescindibles en la vida cotidiana de las diferentes sociedades humanas, pasaron a ser piezas coleccionables por su valor etnográfico o trastos inútiles a pesar de su belleza.[4]

La historiadora Natacha Seseña explicaba que las razones fundamentales de ese cambio había que buscarlas en el éxodo rural a las ciudades, la mecanización de las labores agrícolas, el uso masivo de nuevos medios de comunicación entre los campesinos y, finalmente, la desaparición de los alfareros. Otro golpe a favor de la comodidad y el progreso, indiscutiblemente necesarios, lo supuso la popularización de la cacharrería no perecedera y la vertiginosa dinámica de la sociedad de consumo. ¿Pudiendo tener una cazuela de acero inoxidable, una vajilla vitrificada o una olla a presión, para qué seguir trasteando con los cacharros de la abuela? Y habiendo calefacciones de todo tipo y mantas eléctricas ¿qué sentido tienen ya los calienta-camas de barro y los "caloríferos"? Todas estas y otras muchas reflexiones también forman parte del pasado, aunque sólo son aplicables al Occidente socio-económicamente desarrollado.[5]

Galería

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Véase también

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Referencias

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  1. Cerámica. Archivado el 11 de septiembre de 2014 en Wayback Machine. GEA Gran Enciclopedia Aragonesa.
  2. Equipo Adobe: "Alfarería tradicional de España: agua y fuego"; Terceras jornadas de alfarería. Avilés, 2011. Ayuntamiento de Avilés. CMAE.
  3. Carmina Useros, Museo de Cerámica, pp. 185-224
  4. Natacha Seseña, Cacharrería popular, p.308
  5. Díez Galán, Carlos (2008). Del fuego al fuego. Alfarería vidriada aragonesa. Zaragoza: Asociación Cultural Barro y Fuego. ISBN 978-84-612-6578-7. 

Notas

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  1. Vasijas específicas para asar castañas (castañeras y "carbochos"), pollos, chorizos.

Bibliografía

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  • Seseña, Natacha (1997). Cacharrería popular. La alfarería de basto en España. Madrid, Alianza Editorial. ISBN 84-206-4255-X. 
  • Useros Cortés, Carmina; Belmonte Useros, Pilar (2005). Museo de cerámica nacional. Piezas de alfarería de toda España. Albacete, Museo de Cerámica Nacional. Chinchilla de Montearagón. ISBN 84-609-5626-1. 
  • Carmen Padilla Montoya, Equipo Staff, Paloma Cabrera Bonet, Ruth Maicas Ramos (2002). Diccionario de materiales cerámicos. Madrid: Subdirección General de Museos. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Secretaría General Técnica. Centro de Publicaciones. ISBN 84-36936-388. 
  • Álvaro Zamora, María Isabel (1981). Léxico de la cerámica y alfarería aragonesas. Zaragoza: Libros Pórtico. ISBN 84-85264-40-1. 

Enlaces externos

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