La niñera y el presidente
Es una película de 1997 de América comedia familiar dirigida por Ken Kwapis y protagonizada por Fran Drescher y Timothy Dalton como los personajes del título. La historia sigue las desventuras de un estilista de Nueva York que por error la contrataron como maestra de una escuela para los hijos del presidente de un pequeño país de Europa del Este. La historia es similar a la de El rey y yo, El sonido de la música, y Evita, con elementos que recuerdan también de la comedia The Nanny, para lo cual Drescher es el más famoso. Una estilista americana llamado Joy Miller (Fran Drescher) enseña a los estudiantes a tratar los cabellos del novio, pero queda fuera del negocio cuando uno de sus estudiantes por accidente enciende spray para el cabello con su cigarrillo, provocando en la escuela un incendio. El hecho es resaltado en un artículo de prensa después de que ella ayuda a sus estudiantes y a los animales enjaulados a escapar del edificio con éxito. El artículo es visto por Ira Grushinsky (Ian McNeice), un representante diplomático de un pequeño país de Europa del Este llamada Slovetzia (limita con Hungría, Rumania y Ucrania), un país que nunca habia oído hablar. Ira ha sido enviado a los Estados Unidos para encontrar un tutor para los tres hijos del presidente Slovetzia, y, pensando equivocadamente que la Joy es una profesora universitario, le ofrece un trabajo. Joy acepta, y es sólo después de su llegada a Slovetzia que Ira se da cuenta de su error. Para entonces ya es demasiado tarde, y Joy se compromete a mantener el engaño de ser un "verdadero" maestro, por el momento. La reunión inicial de la Joy con el Presidente, un dictador llamado Boris Pochenko (Dalton), sempiza mal, pero Joy se lleva bien con sus cuatro hijos Katrina (Lisa Jakub), Karl (Adam LaVorgna), y Masha (Heather DeLoach). Joy les enseña de la vida fuera Slovetzia y les ayuda a ganar confianza en sí mismos. Joy con frecuencia enfrentamientos con Pochenko, que es perturbada por su feroz independencia y el hecho de que no puede asustarla. La presencia de Joy en Slovetzia es debido al deseo de Pochenko para cambiar su reputación entre los otros países occidentales como una "bestia". Su segundo al mando, Leonid Kleist (Patrick Malahide) está en contra la estrategia de "ablandamiento" de Pochenko, y quiere aplastar la rebelión cada vez mayor entre los jóvenes de Slovetzia. Joy finalmente se entera de que Katrina se ha enamorado de Alek (Timothy Dowling), uno de los líderes de la rebelión de la juventud. Alek es capturado por Pochenko, pero la alegría en secreto ayuda a Katrina furtivamente a su celda a verlo.