Leyes Económicas

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LEYES ECONOMICAS

Magister Karla Lecca Reaño


Las Leyes Económicas son leyes científicas que expresan el
modo en que se producen los fenómenos de la vida
económica.
Como toda ley científica una Ley Económica establece,
básicamente, la relación entre dos o más conceptos, explicando
de este modo la forma en que se producen los hechos.
Leyes que rigen la producción, la distribución, el cambio y el
consumo de los bienes materiales en los diferentes estadios de
desarrollo de la sociedad humana. ... El hombre no puede crear,
cambiar o abolir las leyes económicas, pero puede
descubrirlas, conocerlas y utilizarlas en provecho de la
sociedad.
En medio de tantas mentiras económicas que se repiten
aparentemente sin fin, puede ser útil volver sobre algunas de
las leyes más básicas de la economía. He aquí diez de ellas que
merecen repetirse una y otra vez.
1. La producción precede al consumo
Aunque es evidente que para consumir algo debe existir primero, nos rodea la
idea de estimular el consumo para expandir la producción. Sin embargo, los
bienes de consumo no caen del cielo.
Están al final de una larga cadena de procesos entremezclados de producción
llamada la “estructura de producción”.
Incluso la fabricación de un producto aparentemente sencillo como un lápiz,
por ejemplo, requiere una red intrincada de procesos de producción que se
extiende muy atrás en el tiempo y abarca países y continentes.

2. El consumo es el objetivo final de la producción


El consumo es el objetivo de la actividad económica y la producción es su
medio.
Los defensores del pleno empleo violan esta idea evidente. Los programas de
empleo transforman la propia producción en el objetivo. La valoración de los
bienes de consumo por los consumidores determina el valor de los bienes de
producción.
El consumo actual deriva del proceso de producción que se extiende hacia
el pasado, pero el valor de esta estructura de producción depende del estado
actual de la valoración por los consumidores y del estado futuro esperado.
Por tanto, los consumidores son los poseedores finales de hecho del aparato
de producción en una economía capitalista.
3. La producción tiene costes
No existen los almuerzos gratis. Conseguir algo aparentemente gratis
solo significa que alguna otra persona lo paga.
Detrás de todos los cheques de ayuda social y de cada beca de
investigación está el dinero de impuestos de gente real.
Aunque los contribuyentes creen que el gobierno confisca en parte de
su renta personal, no saben a quién va este dinero en; y aunque los
receptores de los pastos públicos de que el gobierno un mes entregar
el dinero, no sabe a quién le ha quitado el gobierno dicho dinero.

4. El valor es subjetivo
La valoración es subjetiva y varía la situación de una persona. El
mismo bien físico tiene diferentes valores para diferentes personas. La
utilidad es subjetiva, individual, situacional y marginal. No existe el
consumo colectivo.
Incluso la temperatura en la misma habitación es sentida de manera
diferente por personas diferentes.
El mismo partido de fútbol tiene un valor subjetivo diferente para cada
espectador, como puede verse fácilmente en el momento en que un
equipo mete un gol.
5. La productividad determina el salario
La producción por hora determina el salario del trabajador por hora. En
un mercado laboral libre, las empresas contratarían trabajadores
adicionales mientras su productividad marginal fuera mayor que el
nivel salarial.
La competencia entre empresas aumentaría el nivel salarial hasta el
punto en que igualara a la productividad.
El poder de los sindicatos puede cambiar la distribución de los salarios
entre diferentes grupos laborales, pero los sindicatos no pueden cambiar
el nivel salarial general, que depende de la productividad laboral.

6. El gasto es renta y costes


El gasto no es solo renta, sino que también representa costes. El gasto
cuenta como un coste para el comprador y una renta para el vendedor.
La renta equivale a los costes. El mecanismo del multiplicador fiscal
implica que los costes aumentan con la renta. En la medida en que se
multiplica la renta, también se multiplican los costes. El
modelo multiplicador fiscal keynesiano ignora el efecto del coste.
Graves errores políticos son el resultado cuando las políticas públicas
cuentan con el efecto renta de los gastos públicos pero ignoran el efecto
coste.
7. El dinero no es riqueza
El valor del dinero consiste en su poder adquisitivo. El dinero sirve
como un instrumento de intercambio.
La riqueza de una persona existe en su acceso a los bienes y servicios
que desea. La nación en su conjunto no puede aumentar su riqueza
aumentando sus existencias de dinero.
El principio de que solo el poder adquisitivo significa riqueza indica que
Robinson Crusoe no sería un penique más rico si encontrara una mina de
oro en su isla o un maletín lleno de billetes.

8. El trabajo no crea valor


El trabajo, en combinación con los demás factores de producción, crea
productos, pero el valor del producto depende de su utilidad. La utilidad
depende de la valoración individual subjetiva. El empleo por el empleo
no tiene sentido económico. Lo que importa es la creación de valor.
Para que sea útil, un producto debe crear beneficios para el consumidor.
El valor de un bien existe independientemente del esfuerzo por
producirlo. Los corredores profesionales de maratones no ganan más
premios en dinero que los velocistas porque correr la maratón lleve más
tiempo y esfuerzo en que un sprint.
9. El beneficio es el bonus del empresario.
En el capitalismo competitivo, el beneficio económico es el
bonus extraordinario que ganan aquellas empresas que
resuelven errores de asignación.
En una economía de rotación constante sin cambios, no habría
ni beneficios ni pérdidas y todas las empresas ganarían la
misma tasa de interés.
Sin embargo, en una economía creciente, tienen lugar cambios
y la previsión de los cambios es la fuente de beneficios
económicos. Las empresas que tienen éxito en prever la
demanda futura consiguen altas tasas de beneficio de y crecen,
mientras que aquellos empresarios que no anticipan los deseos
de los consumidores disminuyen y finalmente deben cerrar.
10. Todas las leyes verdaderas de la economía son
leyes lógicas
Las leyes económicas son racionamiento sintético a priori.
No se puede falsar esas leyes empíricamente porque son
verdad por sí mismas. Como tales, las leyes económicas
fundamentales no requieren verificación empírica.
La referencia a hechos empíricos sirve únicamente como
ejemplo ilustrativo, no son declaraciones de principios.

Se pueden ignorar y violar las leyes fundamentales de la


economía, pero no se pueden cambiar. Les va mejor a aquellas
sociedades en las que gente y gobierno reconocen y respetan
las leyes económicas fundamentales y las usan en su beneficio.

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