3 Egipto
3 Egipto
3 Egipto
Amón: considerado el dios de la fertilidad en Tebas. Llegó a ser considerado dios nacional, y su nombre se
fusionó con el del dios sol, dando origen a Amón-Ra.
Atón: deidad creadora adorada en Heliópolis. Con el tiempo también se fusionó con el dios sol, dando paso a
Atón-Ra (sol del atardecer). Esta divinidad era masculina y femenina a la vez.
Khnum: divinidad adorada en la isla de Elefantina. Controlaba la crecida anual del Nilo. Tenía el epíteto de
padre de padres y madre de madres.
Ptah: el divino creador, adorado en un templo llamado Hout Ka-Ptah, en Menfis. Creaba dioses y hombres
usando metales preciosos; su sola palabra hacía existir lo pronunciado.
LA ENEADA
Este es el relato creacionista egipcio que más detalles ha
conservado.
En asamblea divina convocada por él, y con la ayuda de su ojo divino, comprueba sus
presentimientos.
Los dioses de la Ogdoada se llevaron a Ra al cielo, y allí, este empezó su rutina diaria:
atravesar el cielo en una barca (de oriente a occidente), para ingresar, cada noche, a los
infiernos.
La ausencia de Ra en los cielos sumía a los seres humanos en tinieblas aterradoras; por ello,
OSIRIS
Según su culto más reconocido, Osiris (dios civilizador y agrícola) fue el
primer rey de Egipto, y nació en el solsticio de invierno.
“Lo cierto es que” Isis encontró los despojos mortales de su esposo, y, con la
ayuda de Anubis (dios del inframundo), consiguió conservar su cadáver
intacto, gracias al uso de ciertos ungüentos, y envolviéndolo en vendajes.
Los relatos que sugieren que Osiris fue desmembrado por Set, son una clara
alegoría a la siega y la trilla anuales del trigo.
Se creía que el dios resucitaba cada que germinaban los nuevos granos.
ISIS
Isis (esposa y madre ejemplar, diosa de la salud, intercesora de los seres humanos ante
el dios-faraón).
La tradición habla de que dio a luz a un hijo divino, Horus. La forma en cómo estos
sucedió es diversa.
Uno de los relatos menciona que Isis encontró a su esposo dividido en catorce
pedazos. Ella sepultaba cada parte en el mismo lugar en donde la encontraba, pero
tuvo problemas para encontrar un pedazo número quince.
Así funcionaba cada, día, cada mes, cada año, cada reinado,
bajo una tremenda superstición hacia las posibilidades
pesimistas de la noche.