2 PP Tercera Sesión 07.04.2021
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• Artículo 12 1.
Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio el derecho de
expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectan al niño, teniéndose debidamente en cuenta las
opiniones del niño, en función de la edad y madurez del niño. 2. Con tal fin, se dará en particular al niño
oportunidad de ser escuchado, en todo procedimiento judicial o administrativo que afecte al niño, ya sea
directamente o por medio de un representante o de un órgano apropiado, en consonancia con las normas de
procedimiento de la ley nacional.
• Artículo 13 1
El niño tendrá derecho a la libertad de expresión; ese derecho incluirá la libertad de buscar, recibir y difundir
informaciones e ideas de todo tipo, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o impresas, en
forma artística o por cualquier otro medio elegido por el niño
• Artículo 16
1. Ningún niño será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o su
correspondencia ni de ataques ilegales a su honra y a su reputación.
2. El niño tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o ataques.
•
Artículo 18 1.
• Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas
apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato
negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia
de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo. 2. Esas
medidas de protección deberían comprender, según corresponda, procedimientos eficaces para el
establecimiento de programas sociales con objeto de proporcionar la asistencia necesaria al niño y a quienes
cuidan de él, así como para otras formas de prevención y para la identificación, notificación, remisión a una
institución, investigación, tratamiento y observación ulterior de los casos antes descritos de malos tratos al
niño y, según corresponda, la intervención judicial
• Artículo 20 1. Los niños temporal o permanentemente privados de su medio familiar, o cuyo superior interés
exija que no permanezcan en ese medio, tendrán derecho a la protección y asistencia especiales del Estado.
2. Los Estados Partes garantizarán, de conformidad con sus leyes nacionales, otros tipos de cuidado para
esos niños. 3. Entre esos cuidados figurarán, entre otras cosas, la colocación en hogares de guarda, la kafala
del derecho islámico, la adopción o de ser necesario, la colocación en instituciones adecuadas de protección
de menores. Al considerar las soluciones, se prestará particular atención a la conveniencia de que haya
continuidad en la educación del niño y a su origen étnico, religioso, cultural y lingüístico.
Artículo 31 1.
• Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades
recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes. 2. Los Estados Partes
respetarán y promoverán el derecho del niño a participar plenamente en la vida cultural y artística y propiciarán
oportunidades apropiadas, en condiciones de igualdad, de participar en la vida cultural, artística, recreativa y de
esparcimiento.
• Art. 225.
Si los padres viven separados podrán determinar de común acuerdo que el cuidado personal
de los hijos corresponda al padre, a la madre o a ambos en forma compartida. El acuerdo se
otorgará por escritura pública o acta extendida ante cualquier oficial del Registro Civil y deberá
ser subinscrito al margen de la inscripción de nacimiento del hijo dentro de los treinta días
subsiguientes a su otorgamiento. Este acuerdo establecerá la frecuencia y libertad con que el
padre o madre que no tiene el cuidado personal mantendrá una relación directa y regular con
los hijos y podrá revocarse o modificarse cumpliendo las mismas solemnidades.
• El cuidado personal compartido es un régimen de vida que procura estimular la
corresponsabilidad de ambos padres que viven separados, en la crianza y
educación de los hijos comunes, mediante un sistema de residencia que asegure su
adecuada estabilidad y continuidad.
• A falta del acuerdo del inciso primero, los hijos continuarán bajo el cuidado personal
del padre o madre con quien estén conviviendo.
• En cualesquier de los casos establecidos en este artículo, cuando las circunstancias
lo requieran y el interés superior del hijo lo haga conveniente, el juez podrá atribuir
el cuidado personal del hijo al otro de los padres, o radicarlo en uno solo de ellos, si
por acuerdo existiere alguna forma de ejercicio compartido. Lo anterior debe
entenderse sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 226.
• En ningún caso el juez podrá fundar exclusivamente su decisión en la capacidad
económica de los padres
• Siempre que el juez atribuya el cuidado personal del hijo a uno de
los padres, deberá establecer, de oficio o a petición de parte, en la
misma resolución, la frecuencia y libertad con que el otro padre o
madre que no tiene el cuidado personal mantendrá una relación
directa y regular con los hijos, considerando su interés superior,
siempre que se cumplan los criterios dispuestos en el artículo 229.
• Mientras una nueva subinscripción relativa al cuidado personal no
sea cancelada por otra posterior, todo nuevo acuerdo o resolución
será inoponible a terceros.
Art. 229
• El padre o madre que no tenga el cuidado personal del hijo tendrá el derecho y
el deber de mantener con él una relación directa y regular, la que se ejercerá con
la frecuencia y libertad acordada directamente con quien lo tiene a su cuidado
según las convenciones a que se refiere el inciso primero del artículo 225 o, en
su defecto, con las que el juez estimare conveniente para el hijo.
• Se entiende por relación directa y regular aquella que propende a que el vínculo
familiar entre el padre o madre que no ejerce el cuidado personal y su hijo se
mantenga a través de un contacto periódico y estable.
• Para la determinación de este régimen, los padres, o el juez en su caso,
fomentarán una relación sana y cercana entre el padre o madre que no ejerce el
cuidado personal y su hijo, velando por el interés superior de este último, su
derecho a ser oído y la evolución de sus facultades, y considerando
especialmente:
a) La edad del hijo.
b) La vinculación afectiva entre el hijo y su padre o madre, según corresponda, y la relación con sus
parientes cercanos.
c) El régimen de cuidado personal del hijo que se haya acordado o determinado.
d) Cualquier otro elemento de relevancia en consideración al interés superior del hijo.
Sea que se decrete judicialmente el régimen de relación directa y regular o en la aprobación de acuerdos de
los padres en estas materias, el juez deberá asegurar la mayor participación y corresponsabilidad de éstos en
la vida del hijo, estableciendo las condiciones que fomenten una relación sana y cercana.
El padre o madre que ejerza el cuidado personal del hijo no obstaculizará el régimen de relación directa y
regular que se establezca a favor del otro padre, conforme a lo preceptuado en este artículo.
Se suspenderá o restringirá el ejercicio de este derecho cuando manifiestamente perjudique el bienestar del
hijo, lo que declarará el tribunal fundadamente.
229-2. El hijo tiene derecho a mantener una relación directa y regular con sus abuelos. A falta de acuerdo,
el juez fijará la modalidad de esta relación atendido el interés del hijo, en conformidad a los criterios del
artículo 229.
.
• Art. 234. Los padres tendrán la facultad de corregir a los hijos, cuidando que ello no
menoscabe su salud ni su desarrollo personal. Esta excluye toda forma de maltrato físico y
sicológico y deberá, en todo caso, ejercerse en conformidad a la ley y a la Convención sobre
los Derechos del Niño.
Si se produjese tal menoscabo o se fundadamente que ocurra, el juez, a petición de
cualquiera persona o de oficio, podrá decretar una o más de las medidas cautelares
especiales del artículo 71 de la ley N° 19.968, con sujeción al procedimiento previsto en el
Párrafo primero del Título IV de la misma ley, sin perjuicio de las sanciones que
correspondiere aplicar por la infracción.
Cuando sea necesario para el bienestar del hijo, los padres podrán solicitar al tribunal que
determine sobre la vida futura de aquel por el tiempo que estime más conveniente, el cual
no podrá exceder del plazo que le falte para cumplir dieciocho años de edad.
Las resoluciones del juez no podrán ser modificadas por la sola voluntad de los padres.
Trato forma y fama”/Posesión notoria
• Art. 200. La posesión notoria de la calidad de hijo respecto de
determinada persona servirá también para que el juez tenga por
suficientemente acreditada la filiación, siempre que haya durado a lo
menos cinco años continuos y se pruebe por un conjunto de
testimonios y antecedentes o circunstancias fidedignos que la
establezcan de un modo irrefragable.
• La posesión notoria consiste en que su padre, madre o ambos le
hayan tratado como hijo, proveyendo a su educación y
establecimiento de un modo competente, y presentándolo en ese
carácter a sus deudos y amigos; y que éstos y el vecindario de su
domicilio, en general, le hayan reputado y reconocido como tal
• Art. 201. La posesión notoria del estado civil de hijo, debidamente acreditada, preferirá a las
pruebas periciales de carácter biológico en caso de que haya contradicción entre una y otras.
• Sin embargo, si hubiese graves razones que demuestren la inconveniencia para el hijo de
aplicar la regla anterior, prevalecerán las pruebas de carácter biológico
• Tanto es así que en el año 1928 (un año antes de la gran depresión
económica de Chile), durante el Gobierno del General Carlos Ibañez
del Campo, se dicta la Ley Nº 4.447 de PROTECCIÓN DE
MENORES, cuyo artículo 9º señalaba: “En cada Casa de Menores
habrá hasta cuatro visitadores sociales que actuarán a las órdenes
del Director General de Protección de Menores, del Director de la
Casa de Menores o del Juez de Menores”.
• Década de 1960, cuando la profesión se llamaba “ASISTENTE SOCIAL” y con la
promulgación de la Ley Nº 14.550, se crea los JUZGADOS DE LETRAS DE
MENORES, se generan los cargos de ASISTENTE SOCIAL al interior de dichos
tribunales. En su Art. 184, se señala que “Las informaciones que los Asistentes
Sociales hagan sobre hechos en que hayan intervenido, tendrán el mérito de
un antecedente que el Juez apreciará en conformidad a las reglas generales”.
• Con estos avances dentro de nuestro sistema jurídico vigente, surge la necesidad
de que los Trabajadores Sociales se RETROALIMENTEN Y ENTRETEN en materias
jurídica, de análisis complementarios como auxiliares de justicia en materias tales,
como victimologia, criminología, para que puedan aportan en su expertiz en sus
intervenciones diagnósticas y reparatorias, tanto a nivel individual, familiar y/o de
redes comunitarias, pudiendo responder a preguntas jurídicas y convirtiéndose así en
peritos de acuerdo a lo que amerite cada caso, contribuyendo a la búsqueda de la
verdad procesal.
CARÁCTER PROCESAL DE LOS INFORMES PERCIALES
• El trabajador social, tiene un rol fundamental, en la forma como recopila antecedentes, los
analiza, aplica diversas técnicas, evacua el dictamen u opinión pericial, respondiendo al objetivo
procesal y la posterior declaración en caso de ser necesaria.
• Como señala, Manriquez, desde la esfera de su postura “…que cuando el aporte de un trabajador
social a una investigación penal se hace desde las tareas propias de su quehacer de atención
social de caso, es decir, intervenciones desde programas con enfoque proteccional, reparatorio, de
salud (primaria o secundaria), seguridad social, e incluso intervenciones comunitarias, entre otras,
el profesional puede constituirse en un testigo (de carácter experto) y no en un perito propiamente
tal, debido a que desde su mirada técnica mantiene o ha mantenido una relación cercana y
significativa con la persona atendida (la víctima o su familia) en un espacio físico y temporal con
un encuadre clínico de atención social donde se ha generado un lazo de confianza en un
período de tiempo determinado. En estos casos, subyace un contrato de atención social que
puede ser explícito o implícito, es decir, un acuerdo de intervención individual o familiar, que se
basa en una relación de confianza y de respeto a la autodeterminación de elección10. Esta
intervención podrá tener resultados terapéuticos o de superación de algún estado de necesidad…”
.
• “…Por lo que si el trabajador social debe participar en alguna investigación y declarar en audiencias de
juicio oral, su rol no derivará en un rol pericial propiamente tal, sino que lo hará como un ciudadano
común y corriente, muchas veces como funcionario público o profesional de algún organismo colaborador
del Estado, asumiendo en esa circunstancia la calidad de testigo….” Entonces ¿Es testigo experto o
perito?
• “..Su participación en el sistema penal es circunstancial y en base a una denuncia o informe técnico que
emerge a partir de una relación clínica social.
• Por el contrario, si esa misma intervención social surge a solicitud de alguno de los intervinientes, como
ejemplo desde fiscalía, no debe haber un vínculo clínico, ni reparatorio o asistencial previo con la
víctima o su familia…”
“Cobra relevancia para la labor de la fiscalía, el compromiso del trabajador social para colaborar
en la construcción de la noción de “verdad victimológica”, que no necesariamente se refiere al
testimonio directo de la víctima, sino que desde una mirada más amplia, puede ser definida como la
narrativa que la víctima y personas significativas hacen de los hechos investigados, que el
trabajador social se aboca a la tarea de describir e interpretar, favoreciendo su comprensión,
valorando el momento y el contexto social en que ha surgido, incorporando factores
relacionales, sociales y biográficos que aportan para que el fiscal adopte la decisión jurídica
con la mayor cantidad y calidad de información posible”
¿Quienes sellan la verdad jurídica?
Los jueces quienes en el momento de la sentencia, elaboran la “verdad jurídica”, la cual se encuentra sistematizada en el fallo del tribunal, constituyéndose en una verdad formal o procesal que, por lo tanto, puede
validar o no la prueba de la Fiscalía que ha ayudado a componer el trabajador social. Para arribar a la “verdad jurídica”, el tribunal, debe haber verificado que las diligencias de investigación y actuaciones de los intervinientes hayan respetado el principio de inocencia del imputado, que las pruebas hayan sido generadas de forma lícita y que no exista duda razonable al momento de sentenciar, deliberan para generar la sentencia y fallar condenando o absolviendo al acusado.
Objeto de la pericia social en la investigación penal
• En las entrevistas se pueden abordar las relaciones intrafamiliares antes de la denuncia, la comunicación y
organización familiar, si se observan aspectos de vulnerabilidad o elementos de resiliencia, a su vez indagar
en posibles eventos de victimización similares.
Los aspectos históricos y biográficos es necesario vincularlos a alguna hipótesis o pregunta
de investigación relacionada con los hechos investigados.
Se puede obtener información referida a historias de la familia de origen para identificar
datos relevantes como son la existencia de violencia de pareja, organización patriarcal,
eventos de maltrato infantil. En esta dimensión cobra relevancia indagar en los mandatos,
creencias y estilos familiares. Pautas de crianza, la cohesión familiar (aglutinada o
desligada), grados de diferenciación (cercanía o lejanía) entre sus miembros.