Leccion 7 La Eleccion Eterna
Leccion 7 La Eleccion Eterna
Leccion 7 La Eleccion Eterna
ELECCION ETERNA
EFESIOS 1:4
SEGÚN NOS ESCOGIÓ EN ÉL ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO, PARA QUE FUÉSEMOS SANTOS Y SIN MANCHA DELANTE DE ÉL,
ESCOGIDOS DESDE LA ETERNIDAD
• Nuestra salvación ha tenido, por decirlo así, una prehistoria. Antes de que naciésemos, desde toda la eternidad, Dios tenía un
plan amoroso que nos englobaba a cada uno de nosotros, no en general y de una manera vaga, sino personalmente y con todo
detalle. "Nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo" (Ef. 1:4).
• Hubo una elección eterna para cada uno de los creyentes, una predestinación, una preparación del Espíritu Santo para que
todas las cosas convergiesen en favor nuestro (V. Ef. 1: 11-12).
• Finalmente, en un día de nuestra biografía concreta, se produjo un llamamiento eficaz de la gracia de Dios, que tuvo por
resultado nuestra regeneración espiritual y nuestra conversión. Así pues, antes de tratar del proceso de la conversión, vamos a
tratar de la elección divina, dejando para las lecciones próximas los temas de predestinación y llamamiento de Dios.
NOCION DE ELECCION DIVINA
• A.H. Strong, la siguiente definición de elección:
• "Es el acto eterno de Dios por el cual, en su soberana benevolencia y sin atender a ningún
mérito previsto que ellos hubieren de hacer, escoge algunos de entre el número de los
pecadores, para que lleguen a ser recipiendarios de la especial gracia de Su Espíritu y, por
ende, a ser hechos partícipes voluntarios de la salvación obtenida por Jesucristo."
EXISTENCIA DE ESTA ELECCION
• El uso ambiguo de algunos pasajes ha hecho que los adversarios de la libre y soberana elección de Dios hayan podido atacar con cierto éxito algunos flancos
aparentemente débiles de la argumentación calvinista.
• Vamos, pues, a concentramos en pasajes y términos que no ofrezcan ambigüedad a este respecto, que traten de personas individuales y que se refieran a la
salvación eterna.
• 1. Pasajes en los que aparecen el verbo "eklégo" == elegir, o el participio sustantivado "eklektós" = elegido. Este verbo implica una selección hecha libre y
misericordiosamente por Dios (V. Mc. 13:27; Lc. 18:7; Ef. 1:4, 5, 9,11; Col. 3: 12; 2.a Tes. 2: 13; 1a Ped. 1: 1-2). Obsérvese:
• (a) que sólo existe elección cuando ésta depende enteramente de la libertad del que elige, no del mérito, del trabajo o del esfuerzo de los competidores;
• (b) que en ninguno de los pasajes citados se dice que la elección se efectúe por la respuesta humana, sino para que ésta se produzca.
EXISTENCIA DE ESTA ELECCION
• 2. Pasajes en que aparecen los verbos "ginósko" = conocer, o "proginósko" = conocer de antemano.
• El uso bíblico de estos verbos no expresa un mero conocimiento intelectual, sino más bien un conocimiento afectivo,
entrañable, experimental, fruto de un favor gratuito, determinado únicamente por una benevolencia selectiva.
• (Gén. 18: 19; Ex. 2:25; Sal. 1:6; 101:4; Óseas 13:5; Amós 3:2; Nahum 1:7; Mt. 7:23; 25:12; Rom. 7:15; 11:2; La Coro 8:3;
GáI. 4:9; La Tes. 5:12,13; 1a Pedro 1:20, y especialmente Rom. 8:29, donde "proégno" supone la elección que lógicamente
precede a la predestinación -"proórisen"-, enumerando después en sucesión cronológica los tres pasos de la ejecución en el
tiempo: llamamiento, justificación y glorificación, v. 30).
OBJECIONES CONTRA ESTA DOCTRINA
• 1. Un Dios justo y bueno no puede excluir a nadie en sus designios salvadores. Respuesta: Dios no excluye a nadie de la salvación.
Todos los pecadores se han excluido a sí mismos de la salvación. Dios obra misericordiosamente, a la vez que libremente, al elegir a
quienes quiere salvar.
• 2. La elección pone en Dios acepción de personas, o sea, parcialidad o favoritismo. Respuesta: No habiendo en los hombres nada
que pueda determinar la elección de Dios, no hay favoritismo, pues la acepción de personas sólo tiene lugar cuando se da a alguien un
trato de favor en perjuicio de otro que ha hecho más méritos para ello.
• 3. La elección supone arbitrariedad por parte de Dios. Respuesta: Arbitrario es quien, debiendo comportarse según normas fijadas,
se salta estas normas por complacer a sus favoritos. Pero Dios es soberanamente libre y conoce en su infinita sabiduría razones santas
para su elección; estas razones se encuentran en Dios, no en los hombres
OBJECIONES 2
• 4. La elección induce a los salvos a despreocuparse de la moralidad, al par que induce a los reprobados a la
desesperación. Respuesta: La elección a la salvación comporta la regeneración espiritual y la santificación y, por tanto, la
conducción del Espíritu y la obediencia a la Ley de Cristo, mientras que para nadie es fuente de desesperación (puesto que la
elección divina es un secreto), sino de estímulo, pues la predicación del Evangelio estimula a todos a quedar convictos de
pecado y anhelar la salvación. Como dice Strong, la pregunta del pecador no debe ser: "¿Soy uno de los elegidos?", sino:
"¿Qué debo hacer para ser salvo"? (Hech. 16:30).
• 5. El decreto de elección lleva consigo un decreto de reprobación. Respuesta: El decreto de elección es positivo (librar a
algunos de la perdición en que están), mientras que el decreto de reprobación es negativa, o mejor dicho, permisivo', ya que
se reduce a dejar al pecador en su camino de rebeldía, cuyo justo castigo es la condenación.
GRACIA INMERECIDA DE SALVACION
• ¿Se perdería la libre y amorosa iniciativa divina si Dios ofreciese a todos inmerecidamente la gracia de la salvación, de manera que sólo se condenase el que
voluntariamente la rechazase?
• Respondemos: (a) Se salvaría la iniciativa divina, pero lo que se trata de salvar aquí, a la luz del Nuevo Testamento, es el concepto de elección y de
predestinación;
• (b) En realidad, sólo se condena el que voluntariamente rechaza la gracia de la salvación, pues la luz de Jesucristo ilumina suficientemente a todo hombre (Jn.
1:9), como para dejar sin excusa a los que no creen. De ahí que el "creer o no creer" es lo que, en realidad, marca la línea divisoria entre la salivación, y la
condenación (Jn. 3: 16-21).
• Ahora bien, aun cuando esta alternativa queda de alguna manera en manos del hombre, bajo su responsabilidad, no puede olvidarse que también la fe es un
"don de Dios" (Ef. 2: 8), con lo cual se preserva la libre iniciativa divina en el proceso de selección.
• 1. ¿Qué temas deben ser abordados antes de tratar del
tema de la conversión?
• 2. ¿Cómo podemos definir el acto de la elección divina?
• 3. ¿Qué dos series de pasajes Novo testamentarios
prueban la doctrina de la elección?
• 4. ¿Tiene Rom. 8:29-30 alguna fuerza especial a este
CUESTIONARIO respecto?
• 5. ¿Supone esta doctrina alguna injusticia, parcialidad o
arbitrariedad por parte de Dios?
• 6. ¿Induce la elección inmoralidad en unos y
desesperación en otros?
• 7. ¿Es cierto que la elección lleva consigo el decreto de
reprobar a algunos?
• 8. ¿No podría Dios ofrecer la salvación a todos?