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Republica Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para La Educación
Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallego
Núcleo Monagas Maturín
Formación PNF Fisioterapia
Sección 1 Trayecto 2

ALTERACIONES
REUMATICAS, METABOLICAS Y
DOLOR CRONICO

Estudiantes:
Andrea Espinoza, María José Febres,
Patricia García, Diana, Gil, Miguel
Castillo, Milagro Medina, Kenia Lira,
Dr. José Acuña Ángel Ulpin y Natasha Vargas
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1- Artritis Piógena
Es una infección bacteriana dolorosa de las articulaciones causada más
comúnmente por la bacteria Staphylococcus áureos.

 Los signos y síntomas son inflamación,

dolor en la articulación afectada y la
presencia de líquido sinovial turbio, al
igual que fiebre y enrojecimiento.

 El tratamiento fisioterapéutico se basa en

reducir la inflamación y mejorar la
movilidad articular mediante:

1. Medios físicos: Frio o calor, electroterapia

o ultrasonido.
2. Movilizaciones pasivas y activas.
3. Fortalecimiento muscular.
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2-Artritis Reumatoide.
Es una enfermedad autoinmune crónica que afecta principalmente a las
articulaciones.
 Se caracteriza por inflamación, deformidad,
dolor, rigidez, hinchazón y dificultad de
movimiento.
 El tratamiento de pacientes con artritis
reumatoide se va a centrar en la disminución
del dolor, reducir la hinchazón, reducir o
enlentecer el daño de la articulación, ayudar a
las personas a mantenerse activas el mayor
tiempo posible y aumentar su bienestar.
1. Laser de baja potencia o Tens.
2. Parafina.
3. Uso de férulas.
4. Masoterapia y terapia manual
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3- Artritis Juvenil.

La artritis juvenil es una enfermedad crónica

que afecta a las articulaciones en niños y
adolescentes. A continuación, te proporciono
información sobre definiciones, signos y
síntomas, fisiopatología y tratamiento
fisioterapéutico de la artritis juvenil:

Se refiere a un grupo de enfermedades reumáticas crónicas que afectan a las

articulaciones de los niños y adolescentes menores de 16 años. Se caracteriza
por la inflamación persistente de una o varias articulaciones, lo que puede
llevar a daño articular y limitación funcional.
Síntomas
 Signos y síntomas: Los signos y
síntomas de la artritis juvenil pueden
variar, pero los más comunes incluyen:
1. Dolor articular.
2. Rigidez matutina.
3. Hinchazón y enrojecimiento de las
articulaciones.
4. Fatiga.
5. Dificultad para moverse o realizar
actividades diarias.
6. Problemas de crecimiento y desarrollo
en casos graves.
Fisiopatología: La artritis juvenil se
considera una enfermedad autoinmune, en la
cual el sistema inmunológico del cuerpo ataca
por error las propias articulaciones. Se
desconoce la causa exacta, pero se cree que
factores genéticos y ambientales pueden
desencadenar la enfermedad. La inflamación
crónica en las articulaciones puede llevar a la
destrucción del cartílago y del hueso, lo que
causa dolor y limitación de movimiento.
Tratamiento fisioterapéutico: El tratamiento fisioterapéutico de
la artritis juvenil tiene como objetivo reducir el dolor, mejorar la función
articular y promover la independencia en las actividades diarias. Algunas
estrategias utilizadas incluyen:
1. Terapia física para fortalecer los músculos y mejorar la movilidad.
2. Ejercicios de rango de movimiento para mantener la flexibilidad articular.
3. Terapia ocupacional para ayudar a adaptarse a las limitaciones físicas.
4. Uso de dispositivos de asistencia, como órtesis o ayudas técnicas.
5. Educación sobre la enfermedad y estrategias de autocuidado.
6. Tratamientos complementarios, como terapia acuática o terapia con
calor/frío.
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4-Gota.

La gota es una enfermedad

caracterizada por una acumulación de
cristales de ácido úrico en las
articulaciones, lo que provoca episodios
de dolor e inflamación intensos. Esta
acumulación se produce debido a un
exceso de producción o una deficiente
eliminación de Ácido úrico por parte
del cuerpo.
Los síntomas más comunes de la
gota incluyen dolor intenso en las
articulaciones, enrojecimiento, hinchazón
y sensibilidad en la zona afectada. Los
episodios de gota suelen comenzar de
manera repentina y pueden durar varios
días o semanas. Las articulaciones más
comúnmente afectadas son el dedo gordo
del pie, aunque también pueden verse
afectadas otras articulaciones como los
tobillos, las rodillas, las muñecas y los
codos.
 Fisiopatología
La fisiopatología de la gota se basa en la
formación de cristales de ácido úrico en las
articulaciones. Estos cristales se forman
cuando los niveles de ácido úrico en la sangre
están elevados. El ácido úrico es un producto
de desecho que se produce cuando el cuerpo
descompone las purinas, sustancias que se
encuentran en algunos alimentos. Cuando los
niveles de ácido úrico son altos, estos cristales
se depositan en las articulaciones y
desencadenan una respuesta inflamatoria.
Abordaje Fisioterapéutico.
El tratamiento de la gota incluye medidas para aliviar el dolor y la
inflamación durante los episodios agudos, como la aplicación de hielo,
el reposo y la elevación de la articulación afectada. Además, se
pueden prescribir medicamentos antiinflamatorios no esteroides
(AINE), corticosteroides o colchicina para aliviar los síntomas.
También es importante realizar cambios en el estilo de vida, como
seguir una dieta baja en purinas, mantener un peso saludable y evitar
el consumo excesivo de alcohol.
En resumen, la gota es una enfermedad caracterizada por la
acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones, lo que
provoca episodios de dolor e inflamación intensos. El tratamiento
incluye medidas para aliviar los síntomas agudos y cambios en el
estilo de vida para prevenir futuros episodios
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5-Espondilitis Anquilosante.
Espondilitis anquilosante entra en un grupo de enfermedades
posiblemente autoinmunitarias llamada Espondiloartropatías
seronegativas que son desencadenadas por factores ambientales (sobre
todo infecciones) en individuos con una predisposición genética; las
manifestaciones son de mecanismo inmunitario. Muchas se asocian al
alelo HLA-B27, pero sin autoanticuerpos específicos (lo que justifica el
término «seronegativas>>).

También se denomina espondilitis reumatoidea y enfermedad de

MarieStrümpell, se trata de una sinovitis anquilosante crónica de las
vértebras y las articulaciones sacroiliacas.
Los signos y síntomas:
de la espondilitis anquilosante pueden
variar de una persona a otra, pero los más
comunes incluyen:
 Dolor y rigidez en la espalda,
especialmente en la zona baja.
 Dolor y rigidez que empeora con el
reposo y mejora con el movimiento.
 Rigidez matutina que dura más de 30
minutos.
 Dolor en las nalgas y en la parte
posterior de los muslos.
-
 Fatiga y pérdida de apetito.
 Pérdida de peso involuntaria.
 Inflamación y dolor en las articulaciones
periféricas, como las rodillas, los tobillos y
los pies.
 Movimiento limitado en la columna vertebral,
lo que puede llevar a una postura encorvada.
 Dificultad para respirar debido a la rigidez de
las costillas.

El diagnóstico de la espondilitis anquilosante se basa en los síntomas del paciente,

así como en pruebas de imagen como radiografías y resonancias magnéticas. No
existe una cura para esta enfermedad, pero el tratamiento se centra en aliviar los
síntomas y prevenir la progresión de la enfermedad.
Abordaje Fisioterapéutico

El objetivo del tratamiento fisioterápico

va a orientado a recuperar en todo lo
posible la movilidad articular, disminuir
el dolor y la inflamación, para ello
disponemos de un arsenal terapéutico
lo suficientemente amplio, como puede
ser la aplicación frío/calor, diatermia, o
la electroterapia, ejercicios terapéuticos
y terapia manual.
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6-Tuberculosis Articular.

La tuberculosis articular, también conocida como tuberculosis ósea,

es una forma de tuberculosis que afecta a las articulaciones del
cuerpo. Es una infección bacteriana causada por Mycobacterium
tuberculosis, la misma bacteria que causa la tuberculosis pulmonar.

La tuberculosis articular ocurre cuando las bacterias se propagan a

través del torrente sanguíneo desde el sitio primario de infección,
generalmente los pulmones, hasta las articulaciones. Las
articulaciones más comúnmente afectadas son la columna vertebral,
las caderas, las rodillas y los tobillos, aunque cualquier articulación
del cuerpo puede verse afectada.
Los principales síntomas de la tuberculosis articular son dolor articular,
inflamación, rigidez, pérdida de movimiento y, en algunos casos, deformidad
articular. También pueden estar presentes otros síntomas de tuberculosis, como
fiebre, pérdida de peso y fatiga.
El diagnóstico de la tuberculosis articular se basa en la historia clínica del
paciente, los síntomas, los hallazgos radiológicos y los resultados de pruebas de
laboratorio, como cultivos de tejidos y pruebas de PCR (reacción en cadena de la
polimerasa).

El tratamiento de la tuberculosis articular generalmente implica el uso de

medicamentos antituberculosos, como la isoniazida, la rifampicina, la
pirazinamida y la etambutol, durante un período prolongado de tiempo,
generalmente de 6 a 12 meses. En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía
para drenar abscesos o reparar articulaciones dañadas.
Es importante recibir tratamiento adecuado y seguirlo de manera
constante para prevenir complicaciones a largo plazo, como la
destrucción de articulaciones y la discapacidad.
Los signos y síntomas de la tuberculosis articular pueden incluir:
- Dolor en las articulaciones, que puede ser constante o intermitente.
- Hinchazón o inflamación de la articulación afectada.
- Rigidez en la articulación, especialmente por la mañana o después de
periodos de inactividad.
- Limitación del movimiento de la articulación.
- Sensación de calor o enrojecimiento en la articulación.
- Pérdida de peso inexplicada.
- Fatiga o debilidad generalizada.
- Fiebre baja.
- Sudoración nocturna.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden variar
dependiendo de la persona y la etapa de la enfermedad. Además, la
tuberculosis articular es una enfermedad poco frecuente y puede ser
difícil de diagnosticar, por lo que es necesario consultar con un médico si
se presentan estos síntomas para recibir una evaluación adecuada.
Fisiopatología.

La tuberculosis articular es una forma de tuberculosis que afecta las

articulaciones, causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. La
fisiopatología de la tuberculosis articular se caracteriza por un proceso
inflamatorio crónico en las articulaciones.
El proceso comienza con la entrada de la bacteria en la articulación,
generalmente a través de la sangre desde una infección primaria en otro sitio del
cuerpo, como los pulmones. Una vez en la articulación, la bacteria
Mycobacterium tuberculosis se multiplica y provoca una respuesta inflamatoria
por parte del sistema inmunológico. Los macrófagos, que son células del sistema
inmunológico, intentan fagocitar y destruir a la bacteria, pero no siempre logran
eliminarla por completo.
Este proceso inflamatorio crónico da lugar a la formación de
granulomas, que son masas inflamatorias compuestas de células
inflamatorias y bacterias encapsuladas. Estos granulomas pueden afectar
el cartílago, los ligamentos y el hueso de la articulación, causando daño
y destrucción progresiva.

A medida que la infección avanza, se produce la destrucción del tejido

articular, lo que puede llevar a la erosión del cartílago, la pérdida de
movilidad y la deformidad de la articulación. Además, la bacteria
Mycobacterium tuberculosis puede diseminarse a otras partes del
cuerpo a través de la circulación sanguínea, lo que puede provocar la
afectación de otras articulaciones y órganos.
En resumen, la fisiopatología de la tuberculosis articular implica la
entrada de la bacteria en la articulación, la respuesta inflamatoria del
sistema inmunológico y la formación de granulomas inflamatorios, lo
que conduce a la destrucción progresiva del tejido articular.
Tratamiento en fisioterapia de la tuberculosis articular
El tratamiento de la tuberculosis articular generalmente implica una
combinación de terapia farmacológica y fisioterapia.

La terapia farmacológica consiste en la administración de

medicamentos antituberculosos, como la isoniazida, la rifampicina y la
pirazinamida. Estos medicamentos deben ser prescritos y supervisados
por un médico especialista en enfermedades infecciosas. La duración
del tratamiento puede variar, pero suele ser de al menos seis meses.
La fisioterapia desempeña un papel importante en el tratamiento de la
tuberculosis articular, ya que puede ayudar a aliviar los síntomas y
mejorar la función articular. Algunas estrategias utilizadas en la
fisioterapia para el tratamiento de la tuberculosis articular incluyen:
- Terapia manual: El fisioterapeuta puede utilizar técnicas de masaje y
movilización articular para reducir la rigidez y mejorar la movilidad de
la articulación afectada.
- Ejercicios terapéuticos: Se pueden prescribir ejercicios específicos para
fortalecer los músculos alrededor de la articulación y mejorar la
estabilidad y el rango de movimiento. Estos ejercicios deben adaptarse a
las necesidades y capacidades individuales de cada paciente.
 Magnetoterapia: La aplicación de campos magnéticos pulsados puede
ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor en la articulación
afectada.
 Terapia de calor y frío: La aplicación de calor o frío puede ayudar a reducir
el dolor y la inflamación en la articulación. El fisioterapeuta puede utilizar
compresas calientes o frías, baños de contraste o terapia de hielo para
beneficiar al paciente.
 Educación y asesoramiento: El fisioterapeuta puede proporcionar
información sobre la enfermedad, aconsejar sobre la forma adecuada de
proteger y cuidar las articulaciones afectadas, y ofrecer pautas sobre
actividades y movimientos seguros.
 Es importante que la fisioterapia se realice de forma individualizada,
adaptándose a las necesidades y capacidades de cada paciente. Además,
el tratamiento debe llevarse a cabo de manera continua y seguir las
recomendaciones médicas para garantizar una recuperación adecuada.
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7-Osteomielitis.
Es Inflamación del tejido óseo que afecta al
hueso y a la médula ósea producida por un
agente infeccioso, afectando con predominio las
regiones metafisarias de los huesos largos.La
infeccion pueden llegar al hueso a través del
torrente sanguíneo, al extenderse desde un tejido
cercano o también desde el propio hueso si una
lesión expone el hueso a gérmenes y se clasifican
en aguda que se desarrolla dentro de dos
semanas después del ataque de la enfermedad y
crónica que es dentro de uno a varios meses.
Síntomas:
Los síntomas de osteomielitis no son específicos
y varían con la edad.
 Dolor en la zona afectada.
 Fatiga
 Fiebre alta.
 Sensación de enfermedad.
 Inflamación regional.
Signos:
 Dolor persistente e inexplicado local.
 Enrojecimiento.
 Limitación del movimiento. Hipersensibilidad.
 Los músculos vecinos al foco infeccioso se tornan espásticos.
Fisiopatología: Inicia como una
infección en la cavidad medular que se
encuentra ocupada según la edad ya sea por la
medula ósea roja o amarilla. El anidamiento de
los microorganismos obstruye el lecho capilar y
produce isquemia, edema, migración
leucocitaria, hiperemia y congestión vascular
que a su vez produce un aumento en la presión
intramedular creando un circula vicioso que
incrementa la isquemia y la necrosis para
finalmente producir un absceso intramedular.
Este proceso se disemina atravesando la cortical
para producir necrosis.
Debe iniciarse lo más pronto posible. Esta fase se centra en lograr la
independencia funcional, la movilidad sin la prótesis y así como la
preparación para una posible prótesis. Vamos a trabajar con los vendajes
compresivos para ir dando forma al muñón, movilizaciones pasivas para
conservar el arco articular, ejercicios de fortalecimiento del miembro del
muñón, seguiremos con el trabajo respiratorio, cuidados posturales
realizando fortalecimiento de tronco y miembros, corrección postural
delante del espejo y ejercicios en paralelas.
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8-Osteoncondritis Juvenil.
La osteocondritis juvenil es una
enfermedad inflamatoria que afecta a las
articulaciones en niños y adolescentes.
Se caracteriza por la inflamación y
deterioro del cartílago en una o varias
articulaciones, lo que puede causar
dolor, hinchazón y dificultad para
moverse. Puede presentarse en
cualquiera articulación, pero
comúnmente las artículos de la rodilla,
tobillo y pie.
 Fisiopatología
Fisiopatología de la osteocondritis juvenil: el cartílago es un tejido flexible
que cubre las superficies articuladas de los huesos y ayuda a amortiguar los
impactos y permitir el movimiento suave de las articulaciones. En la
osteocondritis juvenil el cartílago se inflama y se deteriora lo que puede
llevar a formación de grietas, fragmentos o áreas de cartílagos dañados, la
inflamación en el cartílago puede verse a una respuesta inmunitaria anormal
donde el sistema inmunológico ataca erróneamente el cartílago como si fuera
un tejido extraño, esto desencadena una respuesta inflamatoria, además el
suministro de sangre puede verse comprometido lo que dificulta la
capacidad del cartílago para repararse y regenerarse lo que lleva a un mayor
deterioro del cartílago y formación de lesiones más graves.
Causas:
 Edad
 Sexo
 Actividad deportiva intensas
 Historiar familiar

Signos y síntomas:
 Dolor en la articulación afectada
 Dificultad para mover la articulación
 Rigidez articular
 Limitación en el rango del movimiento
articular
 Hinchazón y sensibilidad en la articulación

Abordaje Fisioterapéutico.

El tratamiento fisioterapéutico de la osteoartritis juvenil se centra en

reducir el dolor, mejorar la función articular y prevenir el deterioro de
la articulación. Algunas estrategias de tratamiento pueden incluir:

 Terapia manual

 Ejercicio terapéutico

 Modalidades físicas

 Educación y acesoramiento

 Ayudas técnicas
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9-Osteocondritis del Adulto.
La osteonecrosis del adulto es una
condición en la cual se produce la muerte
del tejido óseo debido a la falta de flujo
sanguíneo adecuado.
La osteonecrosis del adulto, también
conocida como necrosis a vascular,
generalmente afecta las articulaciones,
como la cadera, la rodilla o el hombro.
Puede ser causada por factores como
lesiones, consumo de esteroides, abuso de
alcohol, enfermedades autoinmunes o
trastornos de coagulación.
Signos y síntomas de osteonecrosis del adulto.

Los signos de la osteonecrosis del

adulto pueden incluir dolor persistente
en la articulación afectada, rigidez,
disminución de la movilidad, cojera y
eventualmente deformidad articular.
Es importante buscar atención médica
si experimentas estos síntomas.
Fisiopatología

La fisiopatología de la osteonecrosis del

adulto implica la interrupción del flujo
sanguíneo hacia el hueso afectado, lo que
resulta en la muerte del tejido óseo. Esto
puede ser causado por factores como la
obstrucción de los vasos sanguíneos, la
compresión de los vasos o la disminución del
suministro de sangre. La falta de irrigación
sanguínea lleva a la necrosis y a la
degeneración del hueso, lo que puede
provocar colapso y deterioro de la articulación
afectada.
Abordaje Fisioterapéutico.

La osteonecrosis del adulto, también conocida como necrosis a vascular,

es una condición en la cual hay una falta de flujo sanguíneo hacia el
hueso, lo que puede resultar en la muerte del tejido óseo. El tratamiento
en fisioterapia se enfoca en aliviar el dolor, mejorar la función articular
y prevenir el deterioro del hueso. Esto puede lograrse a través de
ejercicios específicos, terapia manual, modalidades de electroterapia y
otras técnicas adaptadas a las necesidades individuales de cada
paciente. Es importante buscar la orientación de un fisioterapeuta
especializado para obtener un plan de tratamiento adecuado.
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10-Artrosis (Coxartosis, Gonartrosis
Espondiloartrosis).
La artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones y
existen diferentes tipos de artrosis dependiendo de la articulación
afectada:

 La coxartrosis se refiere a la artrosis de

la articulación de la cadera. Sus
síntomas incluyen dolor en la cadera y
la ingle, rigidez en la articulación,
dificultad para caminar y moverse, y en
casos avanzados, deformidad de la
articulación.
 La gonartrosis es la artrosis
de la articulación de la
rodilla. Los síntomas más
comunes son dolor en la
rodilla, inflamación, rigidez,
sensación de crujido o
chasquido al mover la
rodilla, y dificultad para
caminar o subir escaleras.
 La espondiloartrosis se refiere a la
artrosis de las articulaciones de la
columna vertebral. Sus síntomas
incluyen dolor en la espalda,
rigidez y dificultad para moverse,
especialmente al levantarse
después de estar sentado o
acostado durante mucho tiempo.
También puede haber sensación de
hormigueo o debilidad en las
extremidades.
Fisiopatología

En el caso de la coxartrosis, la artrosis afecta la articulación de la cadera. El

desgaste del cartílago en esta área puede ser causado por diversos factores,
como la edad, el sobrepeso, lesiones previas en la cadera o una predisposición
genética. A medida que el cartílago se va desgastando, los huesos de la cadera
pueden comenzar a rozar entre sí, lo que causa dolor y limita el movimiento.

En la gonartrosis, la artrosis afecta la articulación de la rodilla. Al igual que en

la coxartrosis, el desgaste del cartílago en la rodilla puede ser causado por
factores como la edad, el sobrepeso, lesiones previas en la rodilla o una
predisposición genética. El desgaste del cartílago en esta área puede provocar
dolor, inflamación y dificultad para mover la rodilla.
En la espondilo artrosis, la artrosis afecta
las articulaciones de la columna vertebral.
A medida que el cartílago en estas
articulaciones se desgasta, los huesos
pueden comenzar a rozar entre sí, lo que
causa dolor y rigidez en la espalda. La
espondilo artrosis también puede provocar
la formación de osteolitos, que son
crecimientos óseos anormales en las
vértebras, lo que puede causar compresión
de los nervios y síntomas adicionales
como hormigueo o debilidad en las
extremidades.
Abordaje Fisioterapéutico.
 Frio calor
 Electroterapia
 Ejercicios de fortalecimiento muscular:
 Ejercicios de movilidad
 Terapia Manual
Gracias
por su
Atención