Bombas Infusoras
Bombas Infusoras
Bombas Infusoras
A veces, cuando el sistema inmunitario libera sustancias químicas en el torrente sanguíneo para combatir
una infección, estas sustancias químicas pueden atacar los órganos y tejidos normales. Esta reacción
inmunitaria excesiva se denomina septicemia y puede causar inflamación, problemas de circulación
sanguínea, presión arterial baja, dificultad para respirar e insuficiencia de órganos vitales. La septicemia
en niños y adultos puede ser potencialmente mortal.
Esta infección puede comenzar en cualquier parte del cuerpo, y activar la respuesta inmunitaria, por
ejemplo:
Torrente sanguíneo Piel (celulitis)
Los huesos Hígado o vesícula
Intestinos (se ve con las peritonitis)
Riñones (ITU, pielonefritis, )
Revestimiento del cerebro (Meningitis)
Pulmones ( Neumonía bacteriana)
¿Quién está en riesgo de desarrollar septicemia?
niños no vacunados contra las dos bacterias que causan septicemia con más
frecuencia, Streptococcus pneumoniae (también llamada neumococo)
y Haemophilus influenzae.
niños o adultos con VIH, cáncer u otras afecciones que debilitan el sistema inmunitario.
La septicemia se considera grave si una persona presenta al menos uno de los siguientes síntomas,
que pueden indicar insuficiencia orgánica:
Dolor abdominal.
Actividad cardíaca anormal
Cambio en el estado mental
Disminución de plaquetas
Dificultad para respirar.
Disminución significativa de la producción de orina
El choque séptico se caracteriza por estos síntomas graves y una presión arterial muy baja que no
responde al tratamiento común.
Estudios complementarios que se deben realizar:
Antibióticos
Una vez tomadas las muestras de sangre, líquidos corporales y de sitios de heridas para
tinción de Gram y cultivo, deben administrarse antibióticos por vía parenteral en forma
inmediata. Es esencial iniciar de inmediato un tratamiento empírico en cuanto se sospecha
una sepsis, ya que esto puede salvar la vida del paciente. La selección del antibiótico depende
de la probable fuente de la sepsis (p. ej., neumonía, infección urinaria), del cuadro clínico, del
conocimiento o la sospecha del microorganismo causal y de los patrones de sensibilidad
comunes a la unidad de internación o institución específica y los resultados de cultivos
previos.
Normalmente se comienza con un antibacteriano de amplio espectro con cobertura contra
grampositivos y gramnegativos; los pacientes inmonocomprometidos también deben recibir
un medicamento antimicótico empírico. Existen muchas opciones para iniciar el tratamiento; si
es posible se debe utilizar la información acerca de los organismos infectantes en la institución
y sus patrones de susceptibilidad a antibióticos (antibiogramas), para elegir un tratamiento
empírico. En general, los antibióticos comunes para tratamiento empírico contra
grampositivos incluyen vancomicina y linezolide. La cobertura empírica contra gramnegativos
tiene mas opciones e incluye penicilinas de amplio espectro (p. ej., piperacilina/tazobactam),
cefalosporinas de tercera o cuarta generación, imipenems y aminoglucósidos. La cobertura
inicial de amplio espectro se reduce en función del cultivo y los datos de sensibilidad.
Por qué es recomendable la vacuna Hib?
Esta vacuna proporciona una protección de larga duración contra la Haemophilus
influenzae tipo b. Las personas vacunadas están protegidas contra la meningitis provocada
por esta bacteria; la neumonía; la pericarditis (una infección de la membrana que recubre el
corazón); y las infecciones de la sangre, los huesos y las articulaciones provocadas por esta
misma bacteria.
¿Por qué son recomendables las vacunas contra el neumococo?
Los niños que todavía no han cumplido los dos años, los adultos mayores de 65 años y las personas
afectadas por algunas afecciones médicas corren un mayor riesgo de desarrollar infecciones
neumocócicas graves. Estas vacunas son muy eficaces para prevenir enfermedades graves, la
hospitalización e, incluso, la muerte.