Este documento describe varios tipos de penfigo, una enfermedad autoinmune de la piel. La media de edad de inicio es entre 50-60 años, aunque puede afectar a niños y ancianos. Los síntomas incluyen ampollas, erosiones y costras en la piel. El diagnóstico se basa en la detección de depósitos de inmunoglobulinas. El tratamiento principal implica corticoesteroides sistémicos e inmunosupresores.
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Este documento describe varios tipos de penfigo, una enfermedad autoinmune de la piel. La media de edad de inicio es entre 50-60 años, aunque puede afectar a niños y ancianos. Los síntomas incluyen ampollas, erosiones y costras en la piel. El diagnóstico se basa en la detección de depósitos de inmunoglobulinas. El tratamiento principal implica corticoesteroides sistémicos e inmunosupresores.
Este documento describe varios tipos de penfigo, una enfermedad autoinmune de la piel. La media de edad de inicio es entre 50-60 años, aunque puede afectar a niños y ancianos. Los síntomas incluyen ampollas, erosiones y costras en la piel. El diagnóstico se basa en la detección de depósitos de inmunoglobulinas. El tratamiento principal implica corticoesteroides sistémicos e inmunosupresores.
Este documento describe varios tipos de penfigo, una enfermedad autoinmune de la piel. La media de edad de inicio es entre 50-60 años, aunque puede afectar a niños y ancianos. Los síntomas incluyen ampollas, erosiones y costras en la piel. El diagnóstico se basa en la detección de depósitos de inmunoglobulinas. El tratamiento principal implica corticoesteroides sistémicos e inmunosupresores.
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penfigo
La media de edad del inicio de la enfermedad se sitúa entre los 50 y los 60
años, aunque el intervalo es amplio, habiéndose registrado casos en ancianos y niños • Dada la falta de cohesión con la epidermis, sus capas superficiales tienden a desplazarse lateralmente cuando se ejercen presión o frotamiento en pacientes con enfermedad activa (signo de Nikolsky). La falta de cohesión de la piel también se demuestra por el «fenómeno de extensión de las ampollas», en virtud del cual una leve presión sobre una ampolla intacta fuerza al líquido a extenderse bajo la piel, alejándose del punto de presión (signo de Asboe-Hansen, también llamado «signo de Nikolsky indirecto» o Pénfigo vegetante
• El pénfigo vegetante es una variante vegetante inhabitual
del pénfigo vulgar. Se considera un patrón reactivo de la piel al ataque autoinmunitario del pénfigo vulgar. • El pénfigo vegetante se caracteriza por ampollas flácidas que se transforman en erosiones y, a continuación, forman vegetaciones fungoides o proliferaciones papilomatosas, especialmente en las áreas intertriginosas y el cuero cabelludo o la cara La lengua puede mostrar alteraciones de tipo cerebriforme. Se distinguen dos subtipos: el de Neumann, grave, y el de Hallopeau, leve Pénfigo foliáceo Los pacientes con pénfigo foliáceo desarrollan erosiones cutáneas costrosas y escamosas, a menudo sobre una base eritematosa, sin afectación mucosa clínicamente evidente, incluso en caso de enfermedad generalizada. El inicio de la enfermedad es a menudo sutil, con pocas lesiones cotrosas dispersas, transitorias y que con frecuencia se confunden con el impétigo. Suelen estar bien demarcadas y presentan distribución seborreica, es decir, que afectan sobre todo a cara, cuero cabelludo y tronco superior Dado que las vesículas son tan superficiales y frágiles, a menudo solo se observan las costras y descamaciones resultantes (fig. 29-8C,D). La enfermedad puede mantenerse localizada durante años o progresar con rapidez, en ciertos casos hasta derivar en afectación generalizada y eritrodermia exfoliativa (v. capítulo 10). Está presente el signo de Nikolsky. • Pénfigo eritematoso (síndrome de Senear-Usher) • El pénfigo eritematoso es simplemente una variante localizada del pénfigo foliáceo. Las lesiones del pénfigo foliáceo, típicamente escamosas y costrosas, aparecen en la región malar de la cara (fig. 29-9) y en otras áreas «seborreicas». Pénfigo inducido por fármacos Se dan casos esporádicos de pénfigo asociado al uso de fármacos, sobre todo de penicilamina y captopril.49 En pacientes tratados con penicilamina, el pénfigo foliáceo es más común que el vulgar, con una relación aproximada de 4:1. • El pénfigo paraneoplásico se asocia a neoplasias subyacentes, tanto malignas como benignas. Las neoplasias más habitualmente relacionadas con él son el linfoma no hodgkiniano y la leucemia linfocítica crónica, seguidas de la enfermedad de Castleman, los timomas malignos y benignos, los sarcomas y la macroglobulinemia de Waldenström.2 El linfoma no hodgkiniano y la leucemia linfocítica crónica son responsables en conjunto de dos tercios de los casos. • El rasgo clínico más constante del pénfigo paraneoplásico es la presencia de estomatitis intratable. La estomatitis grave suele ser el primer signo de presentación y, tras el tratamiento, a menudo persiste, siendo extremadamente resistente a las intervenciones terapéuticas. Esta estomatitis consiste en erosiones y úlceras que afectan a todas las superficies de la orofaringe y que, de forma característica, se extienden hasta el borde bermellón del labio (fig. 29-10 • ). La mayoría de los pacientes también presentan conjuntivitis seudomembranosa grave, que progresa a cicatrización y obstrucción de los fondos de saco conjuntivales • Las manifestaciones cutáneas son bastante polimorfas, y pueden consistir en máculas eritematosas, ampollas flácidas y erosiones similares a las del pénfigo vulgar, ampollas tensas parecidas a las del penfigoide ampolloso, lesiones similares a las del eritema multiforme, y erupciones liquenoides • La presencia de ampollas y lesiones similares a las del eritema multiforme en palmas de las manos y plantas de los pies a menudo sirve para diferenciar el pénfigo paraneoplásico del vulgar, en el que estas son inhabituales • Ciertos pacientes con pénfigo paraneoplásico desarrollan bronquiolitis obliterante, potencialmente mortal por insuficiencia respiratoria • El pénfigo por IgA suele afectar a persona de mediana edad o edad avanzada. Se han descrito dos tipos: el tipo de dermatosis pustulosa subcórnea y el tipo neutrófilo intraepidérmico aunque una configuración similar a un girasol de las pústulas es un signo característico del tipo neutrófilo intraepidérmico. Los lugares de afectación más comunes son las axilas y las ingles, aunque las lesiones también aparecen en tronco y extremidades proximales. dx • El depósito de IgG se observa hasta en el 100% de los pacientes con pénfigo vulgar y pénfigo foliáceo activos. No se detecta depósito de IgM, y, ocasionalmente, hay depósito de IgA. El El depósito de complemento (C3) no se observa necesariamente, tal vez debido a que la subclase dominante de IgG es la IgG4, que no fija el complemento. El patrón de tinción del pénfigo paraneoplásico muestra depósitos de IgG y C3 • corticoesteroides sistémicos, generalmente en forma de prednisona oral, es el abordaje estandarizado (v. capítulo 125). La dosis inicial típica es de 1 mg/kg/día. • Las dosis de 1 g/día de metilprednisolona pulsada intravenosa (durante un período de 2- 3 h, con monitorización cardíaca continua), durante 3-5 días consecutivos, son una posible alternativa para casos graves. • La azatioprina se administra en dosis de 2-4 mg/kg/día (generalmente 100-300 mg/día) y sus principales efectos secundarios son las náuseas y la mielodepresión dependiente de la dosis (v. capítulo 130). El micofenolato de mofetilo se emplea en dosis de 2-3 g/día y ejerce una acción similar a la de la azatioprina, con menor mielodepresión pero mayor toxicidad gastrointestinal.58 La ciclofosfamida se administra en dosis de 1-3 mg/kg/día (generalmente 50-200 mg/día) por vía oral, o de 500- 1.000 mg/m2 cada 4 semanas por vía intravenosa, y sus principales efectos secundarios son cistitis hemorrágica, esterilidad y leucopenia, con aumento del riesgo a largo plazo de carcinoma de vejiga • Si se consigue una remisión completa con el tratamiento combinado, la dosis del inmunodepresor se mantiene mientras que la prednisona se reduce gradualmente; al alcanzar una dosis de 5-10 mg/día, se intenta reducir también cuidadosamente la dosis de inmunodepresor • La ciclosporina (3-5 mg/kg/día) se ha empleado como inmunodepresor en algunos pacientes con pénfigo vulgar • El rituximab es un potente anticuerpo monoclonal anti- CD20 quimérico reductor de linfocitos B • Pénfigo foliáceo Cuando el pénfigo foliáceo es activo y generalizado, el tratamiento suele ser similar al del pénfigo vulgar. En ciertos pacientes, el pénfigo foliáceo es localizado durante años, por lo que no precisan tratamiento sistémico y los corticoesteroides tópicos de alta potencia bastan para controlar la enfermedad Pénfigo paraneoplásico A los pacientes con tumores benignos, como los timomas y la enfermedad de Castleman localizada, se les debe extirpar quirúrgicamente el correspondiente tumor. La mayoría de ellos mejoran sustancialmente o sanan por completo. Sin embargo, la resolución completa de las lesiones tras la escisión de una neoplasia benigna puede retrasarse hasta 6-18 meses