Exposición 2
Exposición 2
Exposición 2
Y METALÚRGICA
ESCUELA PROFESIONAL DE
ING. METALÚRGICA
ASIGNATURA: DEONTOLOGÍA
TEMA:
INTEGRANTES
CHACPA SOLIS EDSON
CHAVEZ FRANCIA BRYAN SERGIO
GUTIERREZ MORENO GUSTAVO
GAMARRA FLORES CRISTIAN
JARAMILLO LOZANO ANGELY LIZET
PUITIZA ALTAMIRANO OMAR
VEGA GOMEZ DAVID
NORMAS DEONTOLÓGICAS
Son escritas y deben ser conocidas por el profesional. Son normas que
tratan de orientar a un colectivo profesional, y que deben ser aprobadas
por el colectivo. Es el profesional el que se responsabiliza de su
actividad profesional individual. Son prescriptivas, pero interiorizadas.
No son coactivas, pero si admiten cierto tipo de sanciones.
Ayudan a preservar el prestigio de los profesionales.
Las normas deontológicas exigen autorregulación. Los profesionales son creadores, sujetos y objetos de las
normas deontológicas de su profesión correspondiente.
Legalidad: exigencia de un texto que se identifique como normas deontológicas.
Tipicidad: se debe predeterminar la normativa de las conductas ilícitas y sus sanciones correspondientes.
Publicidad: exigencia de difusión, para garantizar su conocimiento, su autenticidad y su constancia,
permitiendo pugnar su validez.
La exigencia de la autorregulación tiene que ver con el principio de autonomía colegial que
choca
después, inevitablemente, con el principio de legalidad.
Los profesionales son creadores, sujetos y objetos de las normas deontológicas de su
profesión correspondiente.
Los profesionales tienen la responsabilidad permanente de autorregularse. La función
autorreguladora implica una constante actividad crítica y evaluadora.
2. Legalidad
En la segunda fase se debe redactar una primera propuesta para discutirla con profesionales
de prestigio y los órganos de gobierno del colectivo profesional. Esta propuesta debe presentar
de
manera estructurada y lo más completa posible la información recogida en la primera fase.
En la tercera fase se trata de elaborar la redacción definitiva del código. Esta redacción debe
ser
elaborada por miembros del colectivo profesional y contando con una participación activa de
los órganos de gobierno y con ayuda de expertos en ética. En esta redacción se deben
sintetizar los
rasgos esenciales del carácter de la profesión y sus compromisos futuros.
ELEMENTOS IDENTIFICADOS EN LOS CÓDIGOS
NACIONALES
Unión Profesional ha venido elaborando un estudio de campo que analiza las diferentes
categorías o conceptos que tienen cabida en los códigos deontológicos nacionales, tanto los
conceptos básicos, como los que van más allá de los tradicionales.
Desde Unión Profesional, se pretende que este trabajo pueda servir de referente para la
elaboración o modificación de los códigos deontológicos de sus miembros. El deber concreto es
una peculiaridad propia y específica de cada profesión, pero existen unos deberes que pueden
ser exigidos con carácter general, un esquema mínimo.
Los elementos que se han identificado en los códigos deontológicos nacionales son los siguientes (se adjunta
como anexo una tabla con los resultados del estudio y una lista de los códigos que se han examinado):
1. Independencia e imparcialidad
2. Honestidad e integridad
3. Secreto profesional
4. Publicidad
5. Incompatibilidades
6. Competencia desleal e intrusismo
7. Relaciones con los clientes
8. Relaciones con el colegio
9. Entre otros
EVOLUCIONES EN LA DEONTOLOGÍA
PROFESIONAL
Hay que tener en cuenta la modificación social que se produce constantemente.
Hay deberes afianzados, firmes, indudables, obligaciones tradicionales que hoy
tienen plena actualidad; y deberes “nuevos” que surgen como consecuencia del
natural desarrollo de la sociedad, de sus prioridades y de sus necesidades.
Destacan entre las ausencias dos elementos de extremada importancia hoy en día:
la formación continuada, y el respeto a la naturaleza y el medio ambiente.
PROYECCIÓN INTERNACIONAL
En el ámbito internacional la elaboración de códigos deontológicos es muy profusa. Tanto en
cada país o en un área geográfica determinada para cada profesión, como incluso con el
propósito de cubrir todas las profesiones.
A medida que los códigos van cubriendo mayor número de países, su contenido se hace más
general, pues cada país presenta peculiaridades, especificidades, que no es posible contemplar.
En mayor medida ocurre esto cuando además de numerosos países diferentes, se une el hecho
de intentar abarcar distintas profesiones, en este caso la generalización ha de ser máxima,
convirtiéndose en la mayoría de los casos en una enumeración de principios básicos.
Por otro lado, la Resolución del Parlamento Europeo de 13 de octubre 2006 apoyó la adopción de códigos de
conducta profesional de los prestadores de servicios y añadió que éstos deben ser elaborados con la
participación de todos los interesados o stakeholders.
Son evidentes las diferencias de detalle en los códigos individuales de las profesiones a nivel de la UE, por
ejemplo en el ámbito de la confidencialidad de la información, y a nivel de cada Estado miembro en la
legislación - por ejemplo sobre la protección de datos - o en la cultura y la tradición.
Así, los valores comunes de CEPLIS para las profesiones liberales en la UE son:
1. Confidencialidad
2. Formación continua
3. Independencia e imparcialidad
4. Honestidad e integridad
5. Supervisión del personal de apoyo
6. Cumplimiento de los códigos de conducta
7. Seguro de responsabilidad civil
8. No intromisión de creencias morales y religiosas
Por otro lado, la Unión Mundial de las Profesiones Liberales (UMPL), creada en 1987 con la
misión de representar a este sector socioeconómico en la escena internacional, está trabajando en la
elaboración de unos principios básicos aplicables a nivel global a todas las profesiones liberales. Como ya
se ha apuntado, la dificultad de esta labor es mayor conforme aumenta el número de países y profesiones
representado, sin embargo, se han podido identificar ciertos valores o principios de conducta que forman
la base de todas las profesiones liberales:
1. Independencia e imparcialidad
2. Confidencialidad
3. Honestidad e integridad
4. Responsabilidad
5. Formación continua
6. Respeto a la naturaleza y medio ambiente
BASES PARA LA ELABORACIÓN DE UN
CÓDIGO DEONTOLÓGICO
1. Independencia e imparcialidad
2. Honestidad e integridad
3. Secreto profesional
4. Publicidad
5. Incompatibilidades
6. Competencia desleal e intrusismo
7. Relaciones con los clientes
8. Relaciones con el colegio
9. Entre otros
→ Ausencias y novedades que deberían contemplarse en los códigos:
A medida que los códigos van cubriendo mayor número de países, su contenido se hace más
general, pues cada país presenta peculiaridades, especificidades, que no es posible contemplar.
En mayor medida ocurre esto cuando además de numerosos países diferentes, se une el hecho
de intentar abarcar distintas profesiones, en este caso la generalización ha de ser máxima,
convirtiéndose en la mayoría de los casos en una enumeración de principios básicos. Este carácter
general no resta valores a los códigos internacionales, muy al contrario, resulta necesario establecer
unos elementos fundamentales comunes en un primer nivel, e ir desarrollándolos en posteriores
niveles, contemplando las especificidades en el ámbito nacional.
Las organizaciones mono-profesionales europeas llevan varias décadas compilando códigos de
conducta o principios comunes. Por ejemplo, son de citar sin ánimo exhaustivo, el Código de
Conducta para Abogados de la Unión Europea, elaborado por el Consejo de la Abogacía
Europea (CCBE). Por su parte, el Consejo Europeo de las Profesiones Liberales (CEPLIS), que
es la asociación que representa a las profesiones liberales a nivel comunitario, ha elaborado los
“Common values of the liberal professions in the European Union”.
CONCLUSIÓN
Unión Profesional ha elaborado este documento tras realizar un estudio de campo de los diferentes
códigos deontológicos de sus miembros, y de otros de ámbito internacional.
El presente documento pretende así servir de orientación o guía en cuanto a la elaboración o
modificación de los códigos deontológicos. Y de referente en general en cuanto a la deontología
profesional en nuestro país.
La deontología es uno de los fundamentos de la existencia misma de los colegios profesionales pues es
el instrumento del que se sirven para procurar la excelencia profesional y controlar y evitar malas
prácticas.
Esta excelencia profesional supone una garantía para el colegiado, el usuario, y en definitiva la
sociedad en general.